Partida Rol por web

Adelita rozó el pelo descuidado de Mugen, pero pudo notar como se le escapó cual aire friccionando sus dedos. Mostró una evidente cara de frustración de niña acostumbrada a conseguir lo que quiere, RRR, e inmediatamente después una sonrisa joder me caes bien Culito 13.

Escuchaba atentamente toda esa valiosa información con la caracola en la oreja, y se fue enfadando con el guardaespaldas maricón mientras escuchaba. ¡Jaulas! ¡MALDITO MARICA OPRESOR! Mientras Mugen seguía hablando, Adelita caminaba de lado a lado,sin prisa pero sin pausa, mirando a Mugen a los ojos, esperando que entendiera que lo estaba flanqueando para un nuevo intento de tirarlo al suelo. ¿Y qué pasa si tocas la diana sin atacarla? ¿También recibes el daño automáticamente? La pelirroja cerró los puños, flexionó las rodillas, e hizo un amago de salto. eeeeh te lo creíste ¡HAHAHAHA!. Quieta donde estaba, se puso a hacer estiramientos de brazos y piernas. ¿Has intentado romper la jaula? ¿Cual es esa otra forma de ganarle a su técnica? Parecía que preparaba otro salto, pero en vez de eso, balanceó el cuerpo de izquierda a derecha. Si sus guaridas están en cuevas, ¿se podría hacer algo como hacerles salir con humo, y tenderles una trampa fuera? ¿O hay algo que lo impide? Y... ¿Has visto el Hatsu de la jefa?

Al acabar de pronunciar la pregunta, Adelita dejó caer el cuerpo, Mugen, Ahora, y a pocos centímetros del suelo, la mano libre de caracola la amortiguó, y propulsó a toda la adelitadad (cualidad de ser Adelita) rodando hacia las piernas de Mugen mientras se levantaba. Cuando volvió a la verticalidad, ¡Tu turno! Adelita giró la cabeza hacia la mujer del traje que salía del portal, y bajo su cicatriz se garabateó una sonrisa enorme. ¡Eh! ¡Tú eres la que salía en los bichitos lindos! ¿¡ME DAS UNO PORFA!? 

Una puerta suspendida en el aire se abrió, por ella salió Phryne en compañía de Kuroko, y cuando traspasaron aquel borde, fue como si pasaran por una superficie líquida*, mientras detrás de ellos, se veía un pasillo y al fondo, un salón. El que observara mejor, podría ver pasar algunos moogles en el fondo del pasillo justo antes de que el portal se cerrara detrás de ellos. 

y helos ahí, siendo ellos, no había alcohol ni drogas que justificaran en parte su comportamiento, solo algún grado de locura o alguna enfermedad mental, pero ¿Acaso no se debía estar loco para haber entrado en un principio a ese maldito examen?. No se podía esperar mucho más, de ninguno de los presentes, de hecho, eso hacía cuestionar el beneficio que existía en que se salvaran ¿lo había?, es decir, más allá del instinto más puro y genuino de supervivencia del humano, ¿había alguna otra razón? ¿había provecho en la vida de alguno de los presentes?. Quizás no, pero era peor la idea de que la luna negra se hiciera del control de alguno de los que ahí estaban, inocentes correrían peligro. 

Phryne llevó hacia arriba la comisura de su labio derecho, con una de sus manos en su cintura y miró de reojo a Kuruko, básicamente diciéndole: "te lo dije" con aquel gesto socarrón, pero que se volvió más débil cuando vio a Gin que se apartaba del grupo. La chica bajó por unos segundos su mirada y su ceño se frunció pero abandonó aquella postura más contenida para darle un codazo a Kuroko y se pusiera a hablar, y no seguir perdiendo su tiempo que en ese momento era valioso. Volvió a mirar a Gin no se alejaba demasiado, pero aún así... esa sensación de que no la quería ver le dejaba un amargo sabor de boca que por desgracia, se le hacía muy conocido. Desagradablemente conocido.

— y bien, ¿vas a hablar o qué? — le dice a Kuroko, mientras pensaba en esa idea de ir a acabar con la torre principal una torre que no sabían su ubicación, suspiró no era un plan malo, solo que tenía pésima ejecución — me estas haciendo perder el tiempo.... — "el no tiene tiempo..." rodó los ojos, reprendiendo a Kuroko, después de todo él le había pedido que fuera con el resto, mientras su hermano estaba en peligro. Tragó saliva y volvió a buscar a Gin, estaba cerca, pero aún así era molesto.

— yo puedo ubicarlos, digo, ubicar la torre y sus cuevas y pasadizos y todo eso... — se cruzó de brazos haciendo un mohín con los labios, casi como si hiciera un pequeño berrinche por tener que decir algo sobre lo que podía hacer o no hacer — y si tengo suerte, hasta puedo tomar control de esta isla, así que si quieren puede ir a buscar una torre que no saben donde está, encerrarse con un afeminado que le gusta jugar al tiro al blanco o... claro, caer en las manos de una puta mal marida que los puede controlar con ondas electromagnéticas, ah, esa es Sakura, tengo  toda la información sobre ella y sé lo que le pasó a Kuroko, ¿les dije que se caga en los pantalones cuando la ve? —  sonrió nuevamente y bajó los brazos, —  o darme la oportunidad de ganar ventaja y luego... bueno, pueden ir a reventarlos, desmantelarlos pero... si se quiere destruir a los cazadores, ¿no sería bueno conseguir pruebas en su contra?, sino, nadie nos creerá, la organización de cazadores de poderosa, y para hacer caer a los grandes, se debe sacar a la luz toda la inmundicia que han hecho... y por mi experiencia., con más poder que tenga alguien, más sórdidos son sus secretos —  tenía una sala llena de información de personas importantes y que eran su seguro de vida. La Neko, su consola estaba flotando a un lado, mientras ella usaba el firewall, un traje muy ajustado y de color blanco. 

Lo último que mencionó era el objetivo de muchos, además, si en ese lugar estaba el cuartel general, necesita llegar a él ejecutar su plan.

Todo esto... era acojonantemente raro para mi. Había un gentío enorme a mi alrededor, hablando y haciendo cada uno un disparate y un sinsentido mayor, sin molestarse en responder a mi pregunta... Y en lugar de matarlos llena de rabia como hubiera hecho con una felicidad y maldad desbordante... lo único que ahora mismo era capaz de hacer era mirarme las manos, como si en ellas fuera a encontrar la respuesta a todo: ¿Porque no estoy matando ahora? ¿Porque no tengo sed de sangre?

Normalmente esto era facil: aparecía, veía una presa que me hervia la sangre, y la atacaba hasta que muriese o no pudiera más; improvisando acciones y ataquea por el camino para cumplir el objetivo y cebarme como añadido... Aquí aunque todos hacían cosas tremendamente irritantes y sin sentido que me molestaban a rabiar como podía ser explotar cosas, gritar de forma agobiante, y hablar de cosas que ni se de ellas ni me interesan... ninguno me encendía el instinto asesino que siempre me acompañaba; y eso que les recordaba dé la pelea que tuvimos en la que me dejaron em ridículo... nada. ¿Que cojones me han hecho?

Para rematar la extraña situación en la que me encontraba, el flacucho estúpido de las manitas mágicas... ¡se acercó a mi! ¡Y me empezó a hablar como si fuese alguien cualquiera! -¿Agradecer calma? Grrr... No opinar igual...- le respondí con bastante mala leche. No se porque me llamo Foxbear; pero desde luego lo preferí a que me llamase como a la estúpida niña en la que estoy condenada a estar. Y así... por toda la cara... me dio órdenes por toda la cara... ¡a mi! ¡Me estaba diciendo cuando debía matar! Inaudito, ya estaba muy cabreada... Y cuando Nakamura intentó por algún inexplicable motivo acariciar mi cabeza y se distraia con ese estúpido gato; aproveche para agarrarle de la ropa y mirarle enfadada - Escuchar bien flacucho, no repetir dos veces. Tu no dar órdenes, yo no tener ninguna intención hacer caso... ¿tu saber porque?- le dije realmente enfadada - No importar nada. No ser niña pequeña querer todo mundo... no ser Jess. Siquiera saber razón porque hablar lugar matar... pero yo recomendar tu aprovechar para escuchar bien. Akemi... importar mierda. Cuando yo recuperar ganas matar... vosotros primer lugar, recordar perfección combate... yo odiar perder sin matar- y despues de decir esto, le solte en el suelo de forma violenta, dejándolo al lado de Akemi... si la quiere proteger; que lo haga el y no me meta en sus bodrios.

¿Y ahora que más? Pues claro... un loco que se vuelve increíblemente feo y desagradable, portales que aparecen de la nada, más gritos de la pelirroja irritante, más palabras sinsentido que no entiendo, mas personajes que me importan una mierda... ¡MÁS ESTUPIDECES QUE ME COLMAN LA CABEZA Y ENCIMA NO ME HACEN QUERER MATAR A NADIE! Si esto es una estrategia de la pequeña hija de puta que llevo dentro para que odie estar fuera... ¡a la jodida le está funcionando! -¡CALLAR TODOS PUTA VEZ!- terminé gritando -Jodido caos vosotros montar aquí ser inaguantable. Todos gritar cosas estúpidas, todos ordenar cosas, ¡todos ser jodidos gilipollas inaguantables! No entender como acabar aquí... ¡desde luego no quedar!- les grité realmente asqueada de todo lo que estaba pasando a mi alrededor... joder, ¡por primera vez en mi vida quiero relajarme y que sea Jess quien aguante este aluvión de información estúpida!

La prepotente y gilipollas niña nueva salió de un portal... ¡pues que me invoque otro para largarme de aqui YA! Así que sin pensarlo, me acerqué con furia casi homicida hacia la chica recién llegada, y sin pensar en nada más la cogí del puto pescuezo -¡TU NIÑATA!- le dije alzandola -Abrir portal nuevo para yo poder ir... claro, si prepotente niñata no querer zarpas atravesar escuálido cuello...- le dije con tono sádico. Me quiero... ir ya y no oir nada más.

Esperaba cualquier tipo de reacción, como ya había reflexionado, todo estaban dementes, no obedecían a las reglas de comportamiento comunes, era una tropa de desadaptados, todos perlas preciosas o singularidades a su manera, y que habían terminado en ese sitio, pero de todos los presentes, habían de dos que conocía su "trabajo", o creía, uno era Kuroko y la otra era la chica avanzaba hacia Phryne dispuesta a tomarla por el cuello. El cuello, sus garras, se enterrarían sin problemas, o eso parecía ser una certeza, después de todo, la pequeña mujer no parecía ofrecer mucha resistencia a cualquier golpe. 

Con sus ojos carmín fijos en le grupo, logró ver el movimiento de la chica, correr, su cuerpo tensarse, o quizás no la vio, sólo la sintió y los vellos de su nuca se erizaron, después de todo el miedo era una reacción natural e instintiva en los humanos, pero el asunto es que cuando la vio encima, lista para agarrarla y exigir su portal, la chica hizo un ligero movimiento hacia la derecha, apenas inmutándose por el inminente peligro, lo que no parecía ser muy sensato. Obvio, la misma Phryne había visto el trabajo de es chica, o eso creía, porque ahora estaba segura que aquella persona cubierta de pelo había sido la responsable de haber vuelto jirones las carnes de dos víctimas que había encontrado.

— por favor y gracias —  la Neko quedó delante de ella y tecleó algo, era peligrosa, aunque no sabía si más que Adelita que ahora estaba haciendo...¿qué hacía?... Phryne tecleó algo más y otro portal se abrió — todo tuyo — murmuró la chica dejando aquel portal abierto, tal como se lo habían pedido tan amablemente, aunque de este salió un moogle que voló directo hacia Adelita, luego le explicaría algunas cosas, pero en ese momento, sus sentidos estaban puestos en la chica de las garras. El portal era lo mejor, pues su atención se desvió un poco hacia donde estaba Gin, no quería problemas, lo último que necesitaba problemas, pues, aquella persona, él, la necesitaba. 

Ahora era cuando empezaban a girar los turnos en el tablero de ajedrez, ellos ya habían movido sus fichas con toda la pretensión de asestar el jaque, teniendo todas las torres a su favor e hiriendo moralmente a aquellos que creían molestias en su tablero manipulado, pero nuestro turno había llegado tal como predestinaba el destino, pronto los débiles miserables tomarían réquiem de las almas de sus fallecidos allegados. El viento seguía apestando a azufre y sangre, pero consigo traía cierto aroma a chance de venganza. Seguía recostado sobre el tronco que se mantenía inamovible aún con todo lo que pasaba, saboreando el aire como un enfermo supersticioso que ansiaba con frenesí probar su fuerza en contra de los subyugadores, retribución en cólera aplastante a favor de los muertos y los alicaídos. 

Salí de entre la sombra del árbol, el turno dictaminaba una ficha beneficiosa.

-Ampliaré un poco lo que sé de la Luna negra, tienen un extraño gusto por las mujeres jóvenes para saciar un repugnante deseo sexual con ellas, eso podríamos usarlo a favor como una carta trampa de negocio-Replico apareciendo de entre la multitud conglomerada, con el rostro tan impasible como una roca-Sus soldados razos suelen ser muy impulsivos según lo que nosotros enfrentamos en el bosque, pero no sabría decir si aún quedan peones entre sus filas. 

Realmente no me importaba la gente que estaba ahí, me traía despreocupado su destino o motivaciones, llegó el punto en el que solo podía respirar por mi persona ignorando los sentimientos acumulados de mis supuestos aliados. Solo podía verles como tácticos, fichas militares en un mapa de guerra, peones que avanzaban aciagos y solo movidos por un combustible interno, insensible era pero una meta impuesta era más valiosa que cada pérdida en el campo de batalla.

-Ahora, ¿qué planean hacer como primer movimiento?-Mencioné con ciertos aires de fraternidad sin que la sintiese-Puedo encargarme fácilmente del cobarde del tiro al blanco antes de que active su prisión, solo me basta un claro oculto para acertar un disparo y espantarle, según lo que ustedes mencionan de que es un perro cobarde. Después, aprovechando su miedo le daría el golpe de gracia, y esa estratagema aplica con cualquier cabezilla de la Luna Negra.

Empezaba a recordar la fragilidad con la que trataban los cuerpos, la inocencia arrebatada de un sinfin de rostros asustados rogando por un milagro que les salvase, las víctimas de aquellos bastardos lograban retumbar dentro de mi acorazada alma, ¿esto es lo que significaba sentir? Llorar por alguien, que hierva la sangre cuando el indefenso era masacrado, ver mi reflejo actuando de tal manera, oprimiendo al débil...

-Si acabamos el trabajo de aquí, sé donde conseguir información extra de la Luna Negra que no esté computarizada. De donde vengo, hay una enorme concentración de tráfico ilícito y se puede acceder fácilmente a un mercado de rumores, amenazar a unos cuantos comerciantes y sonsacar localizaciones que no estén almacenadas en una base de datos. 

Natsume nuevamente comienza uno de sus números y esta vez deja a Balder humeando en el suelo, moribundo parece. Miro aquello pero no me acerco. Si hay alguien por quien no tengo mucha consideración es por ese payaso: No lo mataré pues no me gusta matar pero si otro lo intenta, no lo detendré. Lo que me sorprende es ver la reacción de Yuki. Me deja con los boca y los ojos abiertos como platos pues jamás lo habría esperado, aunque me parece excelente. Creo que Natsume hace rato que necesitaba algo así y espero que no lo olvide pronto.

Entonces aparece Kuroko y Phryne por una pantalla de agua. Aunque me extraña ver que no parecen mojados, me da gusto que comencemos a reunirnos para poder planear entre todos. También llega la ruidosa junto con Mugen. Me da gusto ver a ese tarado con vida aunque no termino de entender por qué. No es muy simpático y me da mala espina como mira a las chicas, pero luchó junto con nosotros y eso lo vuelve un compañero.

El chico del parche comienza a hablar y parece decidido a actuar. No me parece mal plan pero siento que no es muy elaborado. Creo que es importante utilizar todos nuestros recursos para bloquear los suyos y, considerando que todos usamos Nen al parecer y todos deben ser muy diversos, debe haber muchas cosas que seamos capaces de conseguir si trabajamos más juntos que solo ir todos a luchar.

Nakamura aporta un poco a ello y luego se acerca a mí para hablarme. Lo que me dice es grato de oír y le respondo:

 - "Gracias por tus palabras. Yuki también me subió el ánimo y no voy a volver a rendirme. Nunca más volveré a rendirme, sobre todo aquí."

Digo mientras palpo en mi pecho, donde está el corazón. Luego recibo su carta y comienzo a leerla. Pasan unos minutos hasta que consigo terminar de leerla y abro los ojos como platos, antes de guardarla. Es algo que no me esperaba pero que, después de todo lo vivido, no me extraña.

Me pongo de pie y me acerco al grupo justo para escuchar a Mugen. No puedo evitar el escalofrío que me recorre la espalda al escuchar el apellido Inferno, pero eso no me detiene para preguntarle lo que sabe:

 - "¿Que saben de las habilidades de Inferno?"

Las imágenes de cuando conseguí huir de aquel complejo me asaltan pues no sé qué hubiese pasado si, al intentar huir me hubiese encontrado con una usuario de Nen. Habría sido asesinado o recapturado. Si hubiese sucedido lo segundo, hubiese deseado la muerte, por terrible que sea pues lo que me habría esperado lo habría superado con creces.

Escucho a Phryne hasta que la Jess grande empieza a hablar y dice que no es Jess. Incluso intenta atrapar a Phry pero esta la esquiva. Le entrega una ventana con agua aunque no entiendo para qué quiere una:

"Parece un gato y a los gatos no les gusta el agua."

Entonces el pistolero se pone a hablar más de la Luna Negra y dar más detalles, aunque no entiendo mucho lo que indica. Lo mío es la pelea cerrada, aunque supongo que a él se le da mejor disparar de lejos. Lo que me queda más en la mente es lo que dijo Phry, por lo que le pregunto directamente esa duda:

 - "¿Y como tomarás ventaja para esto y buscarás esas pruebas?"

Sé que la chica es capaz. Su técnica es muy rara y no se me habría ocurrido jamás una así, además de que Ginnei siempre dijo que ella era la lista, pero es importante que sepamos que es lo que hará si será el primer paso de nuestro plan. Debemos saber en qué nos ayudará y como se realizará, para saber si da resultado o no.

Desde mi posición en el bosque observo cómo nuevamente se produce un ataque frente a mis ojos, cosa que observo sin excesivo interés, pero con esta panda de brutos alguno terminará matando a otro. Justo después de que su presa se le escape, unas cadenas surgen de todas partes atada a árboles, piedras, algún lugar bajo tierra... Y constriñe el cuerpo de la criatura desde todas direcciones, paralizándola si no es capaz de evitarlas. Vuelvo a salir desde las sombras, con gesto inmutable.

- ¿Alguien sabe controlar a esa criatura o debería dejarla inconsciente? No quiero malgastar mi aura curando a gente porque unos cuantos no sepan controlarse. -comento nuevamente con esa voz sin tono que no se corresponde con el Gin que han conocido pruebas atrás.

y justo lo que no quería que pasara pasó, Gin "gatillo sensible" Ayasaki hizo lo suyo, y Phryne rodó los ojos, ¿por qué no la dejó manejar la situación a su forma?, ¿tenía que ser así?, pero no era eso lo que sentía realmente, pues, una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, pero con lo que había dicho Gin quizás no debería estar tan contenta, él sólo estaba controlando a un elemento que parecía insistir en lastimar a otros. 

Phryne, con la Neko delante de ella, tecleó algo, esto todo en el mismo instante en que las cadenas de Gin buscaban atrapar a la chica, haciendo que el portal que había abierto se cerrara pero no por mucho tiempo, pues, un nuevo portal, una puerta más grande que la anterior,  se abriría bajo los pies de la criatura que estaba siendo rodeada por las cadenas de Gin, aun no estaba claro que la criatura no tuviera posibilidades de escapar, por lo menos de ambas situaciones, pero la velocidad en cada uno de los movimientos sería lo que determinaría la efectividad de cualquiera de las acciones. 

***

Uno de los chicos había captado la idea, era listo y eso le agradó mucho a Phryne, lástima que no sepa su nombre, no necesariamente por lo menos, después de todo su vida ha sido la de conseguir información, de ahí que sintiera curiosidad sobre "aquella información que no estuviera en bases de datos", quizás ese chico era detective, y esa idea le produjo escalofríos a la joven, no le gustaban los detectives aunque debía trabajar para ellos, muchas veces.

 — ¿eh?— Hiro le hizo una pregunta, una sensata pregunta — Kuroko... eres un idiota, te odio — le dice al ex vendado mirándolo con desprecio por el rabillo del ojo — digamos que mis técnicas no son todo lo que puedo hacer y tengo, y puedo conseguir la información que tienen guardada, de seguro hay videos, imágenes, bases de datos, no te imaginas todo lo que se puede conseguir entrando en el lugar correcto — puso sus manos en su cintura y sonrió ampliamente, había un atisbo de emoción genuina en ese rostro que permanecía constantemente impávido — bueno, también podría cortarles la posibilidad de que nos sigan observando — o sea, ¿realmente no se daban cuenta que estaban siendo observados y escuchados?, hablar sobre lo que se podría hacer o lo que harían era darles en bandeja de plata sus cabezas.

— en este momento, nos esperan y pueden ver cuando y por dónde iremos — "nos esperan, iremos", lenguaje inclusivo, era la mejor manera de integrar a las personas a una idea. — así que... Hiro, si quieres ver lo que haré, puedes venir conmigo, necesitaré algo de ayuda para ejecutar lo que deseo hacer — seis personas, de hecho, miró a Gin, ¿la acompañaría?. No...

Observó las técnicas y se sorprendió, sonriendo notablemente. Ark era muy poderoso ciertamente y si podía hacer todo eso entonces podían perfectamente con algo de táctica bajarse a todo o casi todo enemigo presente. Todo lo que tenía que hacer Takuro Nakamura, que aún no sentía que podía recuperar su nombre del todo, era detener al mayordomo-san sin parar, stuneándolo a tope mientras Ark le drenaba el aura. Era una buena opción pero tomaría tiempo, aunque su propia idea, por lo que contó Mugen, de trollear prolongadamente a dicho mencionado no era muy distinta, o eso o molestarlo a tope y luego hacer "eso" que usó contra Adelita y luego "lo otro" que usó contra el amigo clonador, Sandía-san, al cual apodó así por reventarle la cara con su revólver como una puta sandía partida, tal cual. Sentía un pesar semejante al de Ark pero con mucha menos marcialidad involucrada, solo siendo un inútil que vino a esta prueba por ambición y ahora pagaba el precio a mansalva.

- Yo... -Cerró los ojos.- ¡Ark-dono, disculpa! -No pudo aguantar, pero tenía que, se le acercó un poco demasiado cerca y sujetó sus hombros, con temor. Temía, porque... Porque sospechaba.- Check Eyes.

Miró a Ark-dono y si este tenía GYO podría ver como mayor claridad como desde Nakamura un inmenso ojo, una pelota grande, más como una especie de radar o scan interno de Aura pura se le acercaba entonces, entrando a él de modo no invasivo, intangible de hecho, sin hacer nada excepto obtener información de él, de sus genes, de sus aptitudes físicas y personales... Y sus memorias, desde sus nervios y su experiencia. No solo necesitaba poder trabajar mejor con un aliado, sino que además, poder entender, qué pasó, qué vivió, vale, quería poder ver esa escena directamente que contó él con su maestro, pero sobretodo, poder saber quienes mataron a Haru-san. ¿Por qué hacía esto? Maldición.

- Perdona.

Soltó al samurai-monje y entonces jadeó, mirándolo con pena. Odiaba verlo así. Apretó su puño entonces y le dió un gesto que, aún lastimoso, por sí mismo, no por él, buscaba mostrar algo así como esperanza. Agregó algo más antes de seguir.

- Tengo que orquestar todo esto, ya sabes, evitar las cagadas típicas de esta historia.

Trató de reírse un poco y apenas lo logró, partiendo, siempre partiendo. Le hizo un gesto de "Ya vamos, avanza con los otros", sin más, con la mano, tal cual, apuntando hacia los que sí parecían colaborar: Adelita, Mugen, Akemi, Garou, "Juan" (Ruud), y así.

Tomó aire entonces, mirando a todos. Francamente, todo esto era un fiasco pero de todos modos lo había sido desde el comienzo. "Hunter X Fiasco" era un buen nombre para toda esta larga narrativa que de imaginaria no tenía nada y de real tenía, bueno, todo. Suspiró entonces largamente, en algo más bien como un espiro entonces y se concentró. Sus ojeras se marcaban visiblemente bajo sus ojos y su cabello caótico que caía hacia atrás, largo, bastante, no demasiado pero un tanto más de lo que recordaba hace semanas cuando comenzó todo esto. Tomó aire de nuevo y profirió.

- ¡Muy bien! ¡Mugen, gracias! ¡Todos, gracias! ¡Ya es hora de movernos, francamente, porque no estamos haciendo nada! ¡Naaaaadddddaaaaaaaa! -Hizo un énfasis casi nasal en ese "Nada" al final. ¿Referencia a algo? Rebuscada, quizá, mucho. Tosió entonces y pasó a "serio" de nuevo, tronando su cuello de lado a lado y palmeando las manos un par de veces antes, como un aplauso que buscaba llamar la atención. ¿Nakamura? ¿Buscando llamar la atención? Nunca.- Veamos... Juan, Garou, Ark... Y usted, um... ¿Yuki-san? -Le dijo a la joven de poderes helados.- Si le parece bien. Primer grupo. -Aclaró entonces, tosiendo y ordenándose de nuevo.- Luis, Adelita, Mugen y Balder, otro grupo. -Agregó entonces, mirando a lo lejos. Pensó entonces, siguiendo, no podía tarder, ni un segundo. Sí, muy "Saben todo lo que decimos" pero nada de aportar. Aportar primero, exigir y joder después, fin. No podía parar. ¿Quién más?- Akemi, Ravenant, Wade y Hiro, otro grupo más. -Tenía que improvisar. Suspiró, rascándose el ya mencionado pelo, su cabeza. Miró hacia "ellos", oh, ellos.- Kuroko, Natsume y Ginnei con Phyrne, podrían hacer al último grupo, quizá una unidad dos-dos, tal cual. Además ya se conocen y todo.

Alzó los brazos en un gesto como de "¿supongo?" y luego tronó los nudillos. Claramente había omitido a dos personas, una que estaba en estado de completa injugabilidad táctica y otro que no había aportado ni reaccionado a nada en todo este lapso, el cual haría por su cuenta y sabía que era eficiente por sí solo.

- Tres comodines, yo, Jess, Kaichi, vayan donde les salga. A pesar de esto, los grupos son voluntarios. Si no nos movemos ahora, no pasa nada, porque ya saben y saben que sabemos. Y ahora...

Y ahora... Pues a moverse. Partió corriendo entonces en dirección hacia una persona en particular para actuar de modo directo y dramático. ¿Tenía que ser siempre así, como una cinemática, como un videojuego, como un teatro en llamas?

Pues la respuesta era pero claro que obviamente que por supuestamente que...

Sí.

Se tiró en una especie de tacle rápido como de rugby o fútbol americano, pero con su patética fuerza física no haría nada y no iba con mala intención, porque era más bien un abrazo no solo para dejarle en claro que la quería y que buscaba estar con ella, sino que además, para decirle al oído esto, antes de hacer lo que estaba por hacer:

_{- Akemi... Te voy a poner a Jess aquí al lado mío. Métele un Hilo Blanco, por favor, así si se larga, sabremos donde va. ¿Ok? Te quiero, y lo que dije antes va en serio. No te preocupes que aún como "comodín" andaré cerca. Méteme un Hilo Blanco a mí igual o uno reverso si quieres que yo te encuentre. Ah, ya puedo hacerlo.}

Sacó la lengua, recordando cómo la rastreó antes. Besó su frente y acarició su pelo y concentró su técnica. Su técnica de hecho que sería usada dos veces, en un parpadéo, con otra más.

Quedó frente a ellos dos, o al menos, a la vista de Ginnei, encadenado ahora en lugar de Jess o la cosa en la que se convirtió Jess y frente a Phyrne, directamente, a la que había estado evitando de mala gana todo este rato. Se veía atrapado por una habilidad que ya conocía y que ya le había atrapado antes. Miró a ambos fijamente pero antes, intentó pegarle un mordisco al agua sólida, sin poder hacerlo, claro, porque era como masosa y todo, pero sin serlo. - ¡Maldición! Maldijo por no poder "comer el agua" tal como falló en hacerlo antes con gran tragedia y entonces suspiró sin más, hablándole a la mujer en cuestión, con el portal abajo y todo. Francamente, con esto ella podía lanzarlo a, digamos, al puto otro lado del planeta o a la Luna misma (y no Negra, sino la real, la de verdad y todo) y él mucho no tendría que decir al respecto, no con su increíble físico que podía verse. Gin igual podría convertir estas cadenas en esas cabronas de púas y reventarle, francamente. ¿Posición difícil? Absolutamente, si no no valía la pena. - Ah, bueno. Quiero ir rescatando tanta gente como sea posible en la isla, así que vale, dime cómo lo hago y eso. Le dijo a la mujer sin más, a veces revolviéndose en las cadenas de manera random, pero mostrando sincero deseo de ayudar y colaborar con el plan al que antes le dejó el visto sonoro de la muerte Quarnoziana. Si podían reconocer era referencia se dejaría pegar un golpe seco, sin trucos, sin trampas. De verdad. - Con mi teleportación rápida y tu alcance tecnológico creo que sí, se puede. ¡Se puede! Declaró, optmista y todo eso. Y todo eso.

-Las jaulas son irrompibles, no importa si atacas desde dentro o fuera. Hay que golpearla a la diana, si no generas daño, te electrocuta. Se me acaba d olvidar la otra forma, cuando me acuerde te la digo- le contestó a Adelita-Las cuevas están conectadas a la guarida principal por un pequeño túnel donde sólo caben niños o una persona adulta muy apretada, y no las usan como lugar fijo sino d paso por lo de sacarlos con humo no funcionaría, además la mafia conoce su ubicación. La jefa del guardaespaldas parece que no puede usar nen. Ah antes de olvidarme, el guardaespaldas tiene otra técnica que es disparar balas de nen, mataron de un disparo a una persona asi que debe ser fuerte, y parece que es hábil en detectar a la gente escondida- esto último iba para Ravenant.

-A Inferno aún no lo vi, enano- le contestó a Hiro, recordando que el chico se encabrona fácilmente.

Al contestar las preguntas Mugen no pudo evitar la envestida de Adelita, esta vez ganaba la loca pelirroja.-Mierda- se quejó el malandra.

Frente al ajetreo innecesario que daban algunos, la iniciativa de Nakamura fue algo que vio con buenos ojos, Mugen era un tipo directo, o las cosas se hacían o no se hacían, prefería no perder tiempo en deliberaciones inútiles y pasar rápido a la acción-Bien, entonces ¿que misión toma cada grupo? Sé donde hay una de las cuevas que comunican a la guarida principal y dónde fue el lugar donde me enfrenté al guardaespaldas hace unos momentos.

Contemplo cómo el pelirrojo se intercambia de posición con la cosa esa, quedando bastante constreñido por las cadenas pero no tanto como la criatura (natural, es bastante más delgado), lo que provoca un ligero destello de molestia en mi gesto, abandonando un poco esa inexpresividad, pero un instante después hay "algo" que cruza mi gesto, difícil de entender para alguien que no me conozca muchísimo, pero al instante vuelve a ser inescrutable.

Me acerco hasta el borde del portal, con las manos desnudas aún, y atrapo al chico por el cuello de la camiseta, aunque no hago gesto de ir a golpearlo con el otro puño o nada similar.

- Deja de meterte en medio tan de golpe. O algún día te pasará factura. -le advierto, y en efecto no suena a una amenaza, como si quisiera decir que yo le voy a machacar si lo hace (aunque sería una posible opción), sino simplemente a "ten cuidado"- Es una buena advertencia. -añado, y entonces las cadenas se desvanecen dejando al chico colgar solo de mi mano hasta que lo deposito sobre sus pies a un lado del portal.

El movimiento no es excesivamente sutil ni cuidadoso, aunque tampoco busca activamente hacerlo caer. En su lugar, con mis ojos aún convertidos en monedas, vuelvo a introducirme en la oscuridad cercana, nuevamente cerca del claro, lanzando apenas una mirada en dirección a los dos heridos.

Me acerco a las cadenas, en las que ahora se encuentra Nakamura, al que agarro por el cuello de la camiseta con una sola mano, sin gesto de la otra, y digo algo apenas audible, tampoco muy largo, tras lo que las cadenas de retención desaparecen, dejando a Nakamura solo sujeto por mi mano, dejándolo en tierra al borde del portal de Phryne y lanzando una mirada a los dos heridos a los que curo antes de volver a meterme en las sombras.

- Oh, por cierto. -digo deteniéndome solo un instante en mi "camino de vuelta"- Te hago responsable de lo que haga la cosa esa, si se lanza a por nosotros después de que la has liberado cargarás con las consecuencias. -añado, sombrío.

Y no había que correr para adivinar que, fuese lo que fuese, no iba a ser bonito.

Estupendo... sencillamente, estupendo. Me esquiva el golpe la niñata y me abre un portal; pero antes de que pueda meterme en el ese idiota repulsivo me aprisiona con cadenas... Y en lugar de irme por el portal, la chica me abre otro bajo los pies sin que pueda moverme... Y todo mientras me insultan, hablan de cosas que me importan una porquería y organizan planes en el que por algún motivo incomprensible me incluyen... locos, están todos acojonantemente locos.

Es que ya ni me molesto en intentar esquivar las cadenas ni intento resistirme a ellas. Por favor... sólo quiero caer en ese estúpido portal y separarme de esta panda que hace que yo quedé como alguien agradable con quien pasar un rato tranquilo. Ni siquiera me importa donde me mandé mientras sea muy lejos de esta cosa que más que un grupo parece un manicomio.

Phryne, logrando esquivar a la criatura peluda, le había abierto un nuevo portal, ayudándola a cumplir su deseo de largarse del lugar, y la peliceleste no le interesaba convencerla de que se quedara, al contrario, seguía siendo demasiado peligrosa, de ahí que cuando Gin la atrapara con las cadenas, ella abierta otro portal bajo sus pies y así llevarla sin problemas a donde fuera que llevara ese portal, sin embargo las cosas rara vez se dan como lo esperamos, siempre hay elementos o personas que deciden ir en contra de los planes que uno tiene, o que incluso el destino tiene y eso es lo que pasó con la intervención del pelirrojo Nakamura que usando una de sus técnicas cambio de lugar con la criatura peluda justo antes de que cayera por el portal. Phry chasqueo la lengua, y detuvo el movimiento mientras Gin buscaba sacarlo de eso, mientras tanto el portal seguía abierto y la criatura peluda y de peligrosas garras decide usar su opción y meterse en el portal, entrando sin problemas y cerrándose tal como una puerta tras su ingreso. 

Phryne por fin soltó un pequeño suspiro de alivio y fijó su mirada en la Neko, había un grato gesto de complacencia o quizás de travesura, era difícil determinarlo, pero a pesar de esa atención que le daba a la pantalla de su Neko, escuchaba la conversación que se daba tras la desaparición de la criatura de las garras en los recovecos de la deep web. Mientras, Nakamura, Gin, Kuroko y Phryne quedaron conversando más apartados del resto. 

Tras ver unas cosas levantó su mirada hacia los chicos, Kuroko seguía a su lado, ahora eran los cuatros los que se quedaban a charlar de una manera más "intima", Phryne soltó un gran suspiro, ahora si que había perdido demasiado tiempo, y bueno, quizás si hablaba ahora, sin tanta emocionalidad, Gin entendería. 

— si no tuviera a esa cosas entretenida un rato dentro de la deep web, entraríamos — reflexionó, claro, era mezquina y habían cosas que detestaba no cobrar, y claro, aún tenía cuentas pendientes con varios que luego cobraría —  pero bueno... hablemos bajo — como si fuera un juego de niños que buscan la mejor manera de llevar a cabo una travesura. La chica se encogió de hombros mostrando un poco de duda antes de hablar.

— ellos tienen a mi hermano, aunque no me extraña, asumí que lo tendrían considerando que esta prueba era una farsa, también deben tener a todos los que desertaron en medio de la prueba, heridos y simplemente los que no quisieron seguir, así que son bastantes... — bajó un poco la voz de nuevo, aunque eso no quería decir que perdiera el toque de ira que acumulaba — quisieron que les diera a Kuroko a cambio de Nero, pero no dieron garantía de que estuviera vivo o que no fuera marioneta de Sakura, asumo que debe seguir vivo, aunque no creo que sea muy distinto a Kuroko cuando estaba loco, además, con Kuroko de su lado, ahí si nadie hubiera podido escapar, hacer el intercambio... sólo hubiera postergo algo ineludible, la muerte de todos, por otro lado, querían que yo les llevara a Kuroko, eso quería decir que me movería a donde fuera que estuviera, a ciegas prácticamente, hacia un punto que si fueran sensatos, hubieran preparado para capturarnos a todos, por lo menos eso hubiera hecho yo — no miraba a Gin, aunque ahora esperaba que él comprendiera sus razones de haber disparado a su propia Neko para cerrar la conexión con Sakura y perder la oportunidad de ver a Nero. Si, Phryne había privilegiado el saber a gente desconocida por sobre la vida de su hermano, era una decisión difícil pero quizás una de las pocas formas de conseguir ventaja y también lograr salvar a su hermano si realmente se podría salvar. No creía en Dios, pero ahora pedía por esa oportunidad.

— mi plan es hackear las seis torres, Sakura controla a sus marionetas con ellas, así que si las controlo, lograría neutralizarla, además, si controlo el resto del sistema, quizás podría tomar el control cibernético de la isla, asumiendo que toda esta isla está intervenida, cosa que sí logré averiguar, la isla está llena de vibra óptica, de ahí que creo que nos observan y escuchan sin muchos problemas, ahora... quiero usar los portales para abrirlos en las torres, y desde dentro de mi deep web, hackearlas al mismo tiempo, sería un ataque masivo, pero me dejará vulnerable porque tendré que dejar seis portales abiertos al mismo tiempo, y necesitaría a seis personas que protegieran esos lugares para poder trabajar... 10 minutos... no pido más que 10 minutos, ahora bien, tengo las coordenadas de esas seis torres, pero no sé donde están ubicadas —. Miró a Kuroko que deseaba dar un plan para atacar al tipo gay de las lianas.

— podría tener control y acceso a toda la información, planos, lugares, vías de evacuación, generadores, todo... y también donde tienen a las víctimas, además, de desesmascararlos, cosa que podrá hacerlo sin salir de aquí, si están en línea, pondría todo en la red, sólo sería cuestión de segundos  antes de que todos esas bestias estarían siendo perseguidas, desmantelaríamos a la asociación de cazadores y no sólo salvaríamos a los que ahora han sido apresados, sino a los que lo serían en un futuro... eso no lo ven... atacarlos aquí, matar a uno o dos sujetos, no significa que los cazadores y la Luna Negra deje de existir, son como Hidra... hay que cortar sus cabezas y cauterizarlas para que no pueda volver a crecer — ahora miró a Gin, esos ojos rojos eran intensos y como siempre, sinceros. 

— de todas formas, haré esto con o sin ustedes, no es la primera vez que lucho sola contra un dragón — se cruzó de brazos, esperando lo que dijeran los hombres.