Partida Rol por web

Por un instante no parece que ocurra nada. Lylia comenzaba a arrepentirse de la chorrada que había sido gritar a la nada cuando de repente, una brisa de aire sopla cerca suyo. La niebla se arremolina durante dos segundos cerca de Lylia, en un radio de medio metro, para luego volver a su posición original. Fuera lo que fuera lo que hubiera pasado, esa niebla había entendido a Lylia, o al menos la había escuchado.

- Puedes mostrarte en tu forma humana? - Pregunto al vacío sin mirar a ninguna parte en particular esta vez más convencida de que algo va a pasar. 

Saki mira a Lylia sorprendida pero después sonríe y asiente para si, expectante de lo que pueda ocurrir a continuación. 

De repente, Lylia ve la niebla arremolinarse, surgiendo así una forma antropomórfica en el camino.

Por su parte, Saki ve aparecer, como si se formara del aire alrededor, la misma forma.

Es una figura esbelta y bella, como de mujer. Pero estaba hecha como de niebla. No podía hablar, o al menos eso parecía. Solamente apareció delante del pequeño grupo y se deslizó por el suelo hacia un lado y al otro antes de alejarse unos metros. Cuando llega al cruce, mira al grupo y señala hacia la calle de la derecha. Era el camino por el que no iban a ir, pero por alguna razón la niebla estaba indicando esa dirección.

Mientras Saki y Lylia miran atónitas la escena, La niebla espera paciente en el cruce, aún señalando a mano derecha.

Saki no puede disimular su sorpresa ante aquel ser, pero aún así intenta mantener la compostura y antes de moverse mira a Lylia. 

- ¿Te ha dicho hacía donde quiere ir?

La miro extrañado. 

- ¿No se supone que solo aparecían de noche?

Mei lanza una pequeña sonrisa a Akito antes de hablar. Realmente es encantadora cuando sonríe así. Pena que no lo hiciera a menudo.

- La primera vez que apareció ese jabalí se hizo de noche solo para ti. ¿No se te hizo raro que anocheciera tan rápido? Además, no son todos los Arcanos. El tuyo parece que por alguna razón decide oscurecer el ambiente antes de hacer acto de presencia. - se encoje de hombros - Tendrá sus razones.

- ¿estás realmente segura de que esto es una buena idea? ¿y con Kyoya aquí? ¿No es más peligroso su arcano?

- Su Arcano lo conocemos, y tenemos una leve idea de cómo funciona. No tiene sentido que actuara ahora. Ya habrá tiempo de preocuparse de él.

Mei mira a Kyoya y dice:

- Lamento si parezco ruda, pero debo pensar de forma lógica y eficiente. - de nuevo se dirige a ambos - El Arcano de Akito será la prioridad esta noche.

Mei coge unas llaves que había colgadas al lado de la puerta y finalmente anuncia:

- ¿Nos marchamos?

Salís de la casa de Mei y os ponéis en marcha. No sabéis hacia dónde vais, pero seguís a Mei allá hacia donde va. Ella tampoco deja clara la ruta, pero parece saber lo que hace. Va vestida de la forma habitual, lidera la expedición y tampoco parece buscar nada en concreto. De hecho, os parece pasar varias veces por un mismo sitio. Cuando comenzáis a pensar que esto no tiene sentido, Mei comienza a hablar.

- Akito, ahora necesito que te concentres en lo que te voy a decir. Voy a plantearte cuestiones en las que alguien joven podría tener algún tipo de duda... algo que pudiera desencadenar la aparición del Arcano. Piensa en las cosas que te digo, y si no son tu caso, ignóralas. No tienes por qué decir nada, solo piensa.

Quizá era la orden o petición más rara que habían hecho a Akito jamás, aunque tenía sentido. O eso parecía. Su efectividad no estaba demostrada.

- Tus amigos...

Era algo incómodo que le planteara eso delante de Kyoya. Pero no habían dudas al respecto.

- Tu familia...

Bueno... esto ya dio algo más que pensar a Akito. Crecer sin una madre siempre es triste.

- Una antigua mascota...

- Un amor no correspondido...

- Problemas con tu sexualidad...

¿Qué?

- Los estudios...

El corazón de Akito se paró durante un instante tras ese planteamiento.

Miro a Saki y digo. - ¿La puedes ver? - 

Después de unos momentos en los cuales no puedo moverme por miedo a lo que puede pasar doy un paso hacía delante. 

Cojo a Saki de la mano y concluyo. - ¿Me acompañas por este camino? - Se puede ver que pese a intentar poner la mejor cara tengo la mano ligeramente temblado. 

Saki parece que se resiste un poco a dejarse llevar por Lylia, y le habla con tono preocupado. 

- ¿Conoces algún lugar en esa dirección? 

Nada en especial. Tu casa está siguiendo hacia delante, y en el próximo cruce a la izquierda. Este cruce está antes y va hacia la derecha. Por ahí sueles ir al templo de Mei, aunque no es el único camino.

Después de pensarlo un momento caigo en la cuenta. - Este camino es el que usé para ir al templo de Mei la última vez que fui. - 

"¿Al templo? ... Así que Lylia sigue obsesionada con ir a ver a Akito para saber el número de Watanabe, eh... ¿O sigue siendo en el fondo una escusa para no tener que volver a casa? ... No pienso perder el tiempo yendo al templo, tendré que intentar algo ya."

Saki parece no hacer ademán de moverse y no ha cambiado su expresión de preocupación, aunque parece un poco más ceñuda ahora. 

- Lylia... - Hace una pequeña pausa, buscando las palabras. Después continua, intentando aparentar un tono firme. - ¿Realmente quieres volver a tu casa? 

- No, no quiero volver a casa... - Digo un tanto confusa por lo directo de la pregunta. 

- Por eso me paso tanto tiempo en la biblioteca, para no pasar demasiado tiempo en casa. 

"¿Ya está?"

Son las primeras palabras que vienen a la cabeza de Saki.

Quizás no había entendido bien el problema de Lylia o quizás no la conociera de verdad, pero al menos esperaba que fuera un poco más reservada sobre el tema. O que se mostrará algo más sentimental o contraída por la pregunta... Pero Lylia había respondido de forma tan directa y concisa que casi parecía que esa respuesta hubiese estado ensayada desde hace tiempo... 

"¿Si le pidiera detalles sobre su situación en casa me respondería?"

Algo le decía a Saki que si, pero no valía la pena correr el riesgo... Solo conseguiría empeorar la imagen que tenía Lylia de ella, no era buen idea comenzar a husmear de esa forma. En todo caso, estaba claro que había algo en Lylia que Saki aún no entendía... O quizás solo fuese cosa suya, quizás no estaba acostumbrada a que alguien reconociera un problema con esa facilidad.

La situación en ese momento solo podía ir en dos direcciones. O Saki se disculpaba y se marchaba abochornada o comprobaba hasta donde estaba dispuesta a llegar Lylia.

Saki parece sorprendida ante la respuesta de Lylia, y tarda unos segundos en volver a reaccionar. Tras ese tiempo se ruboriza y parece que piensa algo mientras mira al suelo, después levanta la vista de nuevo hacía Lylia. 

- Yo... Lo siento, de verdad que no quería meterme en tu vida personal... - Parece que va a decir algo más pero se calla. Cuando da la impresión de que no va a continuar se arma de valor y dice algo más calmada. - Pero... Si te pasase algo en casa... Algo grave... ¿Me lo contarías, verdad? - Ahora mira a Lylia fijamente, con preocupación.