Partida Rol por web

Lylia apaga la alarma instantes después de que empezara a sonar. Lleva un rato despierta, pensando en la noche anterior.

Es algo más pronto que la hora a la que suele despertarse normalmente, pues ha decidido ir al templo a visitar a la Miko. Hay muchas preguntas que realizar.

Me levanto como cada día, bastante más nerviosa de lo habitual. Me visto con el uniforme escolar. Preparo un desayuno muy ligero, un poco de arroz y medio frankfurt hervido. 

Me dispongo a salir hacía el templo cuando me doy cuenta que me he olvidado del amuleto. Vuelvo a mi cuarto y lo recojo. - ¿Por qué estoy haciendo esto? No tiene ningún tipo de lógica..- Pienso mientras guardo el amuleto en uno de mis bolsillos. 

Como planee, con los primeros rayos de Sol del amanecer llego a las puertas del templo Shintoista. 

Busco donde está el timbre o el picaporte. 

Buscas algún tipo de timbre pero no lo encuentras. El templo es algo antiguo y parece estar cerrado, aunque la caja de ofrendas sigue ahí, esperando las monedas de los visitantes.

Una casa a mano derecha parece ser donde vive la Miko, y decides picar a la puerta.

Después de picar por primera vez, oyes unas voces detrás. Parecen ser de tu instituto: el presidente del consejo y su inseparable amigo.

Kyoya y yo nos miramos, y nos acercamos a la casita.

- Esto... ¿Hola? ¿También estás aquí para hablar con la miko?

Kyoya y yo sonreímos lo más encantadoramente posible. Espero que esté aquí para comprar un amuleto o algo así, y que se marche deprisa.

Cuando se gira, Kyoya y Akito la reconocen como una chica de primer año de su mismo instituto. Concretamente, una de las pocas que no forma parte del club de fans de Kyoya y Akito, aunque no recordáis su nombre.

Me giro y extrañada por ver a los del consejo escolar en el templo Shintoista digo:

- Hola!- Hago una pequeña pausa en la cual intento recordar unos detalles y concluyo. - Es posible. Vengo a hablar con una sacerdotisa que parece bastante joven.- 

Antes de darles tiempo a decir algo más miro a los dos chicos a los ojos y les pregunto - ¿Qué tenéis que hablar con la "Miko"?- 

Voy a responder pero Kyoya se me adelanta y sonriendo encantadoramente le dice:

- Venimos a hablar de la fecha para un ritual que hacemos siempre antes de exámenes. - Hace una pausa moviendo ligeramente la cabeza para que su pelo brille, normalmente vuelve locas a las del club de fans, no creo que funcione con esta - Toda suerte es poca cuando quieres entrar en la Universidad de Tokyo.

Alucino con lo rápido que se ha inventado la chorrada esa, supongo que es mucho mejor que el "a ti no te importa" que le iba a soltar yo.

- Nosotros sólo necesitamos hablar con Mizushima - trato de no sonar excesivamente desagradable, pero no estoy de humor para aguantar tonterías y necesito hablar ya con la maldita miko...

-Interesante - Vuelvo a mirar la puerta - Supongo que podemos entrar juntos a hablar con ella. 

Me coloco delante de la puerta a esperar a que la sacerdotisa se muestre. 

En unos segundos se oye movimiento dentro de la casa, hasta que abren la puerta.

Mei asoma la cabeza y al veros a los tres os indica que paséis. Os lleva hasta el salón donde únicamente tiene un armario y un kotatsu. Una puerta lleva a la cocina, y Mei trae té para todos.

Cuando todos estáis sentados, Mei da un sorbo a su té, y dice:

- Primeramente, os presentaré. Aunque quizá no haga falta. Ella es Lylia. Él es Akito. Y él es... - dice mientras mira a Kyoya.

- Kyoya - dice escuétamente Kyoya. Está impaciente por saber lo que está pasando.

Después de aclarar el hecho de que Kyoya no está directamente implicado dice:

- La cuestión es que vosotros dos estáis en una situación parecida. De hecho, os rescaté a ambos anoche. ¿Lo recordáis?

Después de asentir, continúa:

- Seguramente tengáis preguntas que hacerme. No tengo todo el día, pero de momento podéis preguntar.

Y coge el vaso de su té con cuidado y da pequeños sorbos.

Sin esperar a que Lydia decida hablar o no pregunto

- ¿ Lo de anoche fue real? ¿de verdad ocurrió? y ¿por qué demonios quiere matarme un jabalí gigante?

- Sí. Fue totalmente real. Solo que no se dió en un espacio que podamos ver ahora.

Al ver la cara de sus invitados, se apresura a añadir.

- Es como si... hubiera ocurrido en otra dimensión. No sé explicarlo muy bien.

Realmente parecía que le costaba encontrar palabras para expresarlo.

- Pero eso no significa que no sea peligroso. Sea en esta u otra dimensión, Akito, tú eres tú. Y lo que te pase allí, te pasará aquí. Y eso de por qué quiere matarte... - se frota la barbilla, pensativa - Como te dije anoche, es un arcano que te ha marcado como su objetivo. Sé que existen esos seres. Sé que elijen a sus objetivos. Pero aún no comprendo el por qué.

Mei se inclina hacia delante sobre la mesa. Entonces dice en un tono serio y demostrando mucho interés:

- ¿Posees algún tipo de poder sobrenatural que pueda ser envidiado por un ser de otro plano?

Alucino con lo que estoy oyendo.

- ¡No! ¡No! Maldita sea hasta ayer ni tan siquiera creía en estas cosas. 

Miro a Kyoya confuso, ¿qué está diciendo esta mujer? De repente me golpea una revelación. 

- ¿Estoy poniendo en peligro a Kyoya estando con él? ¿ Le marcarán a él también? ¿ Y a mi padre? ¿Le puede pasar algo? - mi tono es nervioso, me horroriza la idea de que estar cerca de los dos únicos seres humanos que me importa les esté poniendo en peligro.

- No lo creo. No he visto casos en que pase eso. No les importa tus relaciones interpersonales. - dice, como si lo deduciera sobre la marcha - Supongo que a no ser que tengan una buena razón para ir a por alguien, no lo harán. Igualmente, ese jabalí solo te atacará a ti. Yo no me hice ni un rasguño ayer.

Se levanta y da una vuelta, levantando levemente su vestido, para luego volverse a sentar.

- Ni un rasguño. Aunque me pusiera enfrente suyo mientras embiste no me haría absolutamente nada. Y antes de que preguntes, yo tampoco lo sé. Simplemente está en la naturaleza de Los Arcanos.

- Pese a que esos seres dices que son de otra dimensión tú puedes verlos y si te pusiste delante de un jabalí sobrenatural sabiendo que no te podía afectar es que te han entrenado para enfrentarte a estos seres o incluso ya los has visto antes- Digo mirando a la sacerdotisa inspeccionando cada una de sus palabras y añado.

- ¿Cómo acabaron las anteriores personas que se vieron atacadas por estos "arcanos"? 

- La anterior Miko me enseñó todo lo que sé. Y aún así, solo soy una novata en estos temas. Ella se fue cuando consideró que yo estaba preparada, y me quedé al cargo del templo.

Para un momento para contemplar la cara de sus interlocutores, y continúa.

- Yo vi como mi maestra ayudaba a otra gente. Acabaron bien. Radiantes de felicidad, de hecho. Pero yo aún no he ayudado a nadie personalmente en estos casos. Sois... los primeros.

- ¿Qué te enseñó la anterior sacerdotisa?- Antes de que conteste concreto mi pregunta - ¿Cómo se vencen a estos arcanos? 

- Me enseñó lo más básico. El resto se supone que debo aprenderlo yo. Y... - duda antes de decir esto - a los arcanos solo podéis vencerlos vosotros. Yo solo puedo serviros de apoyo.

- ¡Fantástico! No sabes por qué nos persiguen, no sabes cómo vencerlos. Es todo un consuelo saber que al menos sabes que se pueden vencer...- me fijo en la cara de Kyoya, que es un absoluto "¿Cómo puedes decir eso?" y me doy cuenta de lo maleducado que he sido. - Lo siento, estoy muy nervioso. ¿Puedes decirnos al menos algo sobre como vencerlo?

- Bien pero cómo podemos vencerlos.- Pongo cara de extrañada mientras digo - Mi arcano parece una niebla ¿Cómo acabo con la niebla? 

Lylia y Akito se sorprenden al preguntar lo mismo a la vez, pero sin perder la seriedad y la compostura, Mei dice:

- Siento no poder ser de más ayuda. Aunque de primeras, ayer os salvé a ambos. El entrenamiento ha demostrado ser efectivo. Y bueno, sé algo sobre como vencerlos. Cada uno se debe vencer de una forma diferente y única, pero siempre es algo relacionado con unas cartas.

Va al armario que tiene detrás, abre uno de los cajones que tiene en la parte inferior, y saca un pequeño paquete, que pone sobre la mesa. De él saca un mazo de cartas.

http://pictures2.todocoleccion.net/tc/2011/02/04/2...

Sí. Definitivamente, parece uno de esos mazos que se utilizan para echar las cartas del tarot.

- Las cartas de este mazo son conocidas como Arcanos. De ahí el nombre que les puso mi maestra. Allá donde hubiera uno de esos seres, terminaba por aparecer alguna de estas cartas. Aunque estas las compré en una tienda con fines de estudio, así que no os servirán.