Partida Rol por web

In Hoc Signo Vinces

Fama y gloria

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08/05/2008, 20:21
Director

Santiago de Cuba, 1519

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08/05/2008, 20:22
Director

Hace meses que has regresado de la expedición que partió hacia el norte, explorando las inhóspitas costas de la Florida, llenas de peligrosas barras de arena donde las naos amenazaban con encallar. Desde la conquista de Cuba, tu existencia ha resultado aburrida. Poco hay para hacer en la mayor de las Antillas, aparte de gastarse los oros en vinos y putas. Desde hace unas semanas, decidiste alistarte en las fuerzas de Narváez. Nada glorioso, parece, la campaña que se avecina: cazar a un traidor con apenas 400 hombres bajo su mando.

Pero el alistamiento te ha dado dineros, y gastándolos estás, en una infame mancebía portuaria de la isla, donde hay de todo: negras, mulatas jóvenes, indias y alguna española. El vino de Báyamo es de una cepa ciertamente mala, pero se paga a buen precio comparado con el carísimo vino que viene de las Españas. También se venden caldos de la tierra, e incluso vino de la cercana isla de la Española.

Tras haber jodido y bien pagado, el conquistador sale de la mancebía, topándose en la puerta con un viejo compañero de andanzas, Andresillo Montes, ballestero muy ruin que había sido cuadrillero de la Santa Hermandad y que se vino a las Indias por ciertos problemas con la justicia. Uno de tantos... una historia que te recuerda a la tuya. Andresillo parece simpático, y te saluda con mucha política.

-Buenas noches tenga vuesamerced, señor cabo.

Camina a tu lado, y eso te da que pensar. Quizá está borracho, y desea conversación.

-Ha llegado un barco, desde Jamaica. Pero no lo digáis a nadie, porque hay en él un capitán que me ha pedido que busque buenos hombres para irse a San Juan de Ulúa y unirse a Cortés... Allí tienen oro, y si bien irá Narváez a arrebatárselo, ningún mal hay por ir por nuestra propia cuenta y tomarlo de esos salvajes.

Se detuvo junto a la esquina de la calle, donde una virgen de terracota estaba iluminada por unos cirios.

-¿Que me decís?

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08/05/2008, 21:06
Director

En el despacho del cirujano, reinaba la calma. Los libros en sus estanterías, y los mapas bien ordenados y enrollados. Un canario, excitado por el intenso calor, graznaba en su jaula, he hizo despertar a Ignacio. La luz entraba por la ventana, cenital, e iluminaba una constelación de motas de polvo.

Alguien picó a la puerta, y el doctor se tomó su tiempo para abrir. Se trataba del padre Salvatierra, un esforzado, docto y humanista franciscano con el que había trabado cierta amistad.

-A la paz de Dios, don Ignacio. Espero no haberos despertado... Pero es que tengo que deciros algo que no admite más demora.

Miro hacia el interior del cuchitril llamado casa que el médico había conseguido, sirviendo a los hombres allegados al gobernador de la isla, Diego Velázquez. Parecía algo nervioso.

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09/05/2008, 09:59
Andrés Dorantes de Carranza

Me inclino ante la vista de la estatuilla pero sin ningún ademan ya que me atrae más la prosa de micomñero qe todos los canticos juntos.

Que os puedo decir, sabeis que el oro nunca está de más, y además de ello nnca olvideis que el filo de mi arma siempre está en ristre para degollar cuantas testas necesitaramos.

Agarro por el hombro a mi comañero y le digo Eso si, procurar dispensarme alguna fulana para cuando todo haya acabado.

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09/05/2008, 13:21
Ignacio Torrejón

Aún con la vista neblinosa y sin mucho tiento en el pulso tras una breve siesta Ignacio consiguió incorporarse, avanzar hasta la puerta, abrir y enfocar a su interlocutor. -Padre Salvatierra, me alegro de verle...- Miente sin más florituras. -Pase y cuénteme que es lo que le perturba.- Añade con un gesto de mano, invitándole a pasar y tomar asiento.

Aún vestido con el ligero y austero atuendo de Cirujano, Ignacio indica una silla al Padre en la que puede sentarse, junto a la mesa, y así el mismo también toma asiento y espera que dé inicio la conversación. La mesa ante la que ambos se encuentran está ocupada por papeles garabateados con dibujos de animales, plantas, colinas y ríos, bajo los cuales destaca un bonito mapa que aparenta ser de costosa factura. A todo esto se le suman pequeños artilugios metálicos de dibujo y cálculo, pero no hay rastro de fármaco o herramienta de su oficio, que andan a buen recaudo, pues con los años ha aprendido que el hecho de que se respete a su persona no tiene nada que ver con que se respeten sus objetos, y algunos de ellos son ciertamente caros.

-¿Y bien?- Pregunta con fingido interés...

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09/05/2008, 13:31
Andresillo Montes

El ballestero se ríe, jovial, y le echa al cabo una mano por detrás de los hombros.

-Creo que cuando volvamos seremos tan ricos que no me importará compraros una esclava para que holguéis cuando más os apetezca, amigo mío.

Sonrió un momento, caminando como llevándolo aparte.

-Llevaos vuestras armas y arreos al puerto... sed discreto. El San Justo es una carabela de tres palos amarrada al final del embarcadero.

Tendrían que ser discretos. Si los oficiales de Narváez les cogían, podrían colgarles por deserción.

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09/05/2008, 14:53
Padre Salvatierra

El fraile entra y toma asiento donde el cirujano le indica. Echa inquietas miradas al puerto.

-Me he resistido a venir, pues se que sois cercano a los capitanes del gobernador. Ha llegado un barco desde Jamaica y ha recalado aquí. Se dirigen a San Juan de Ulúa, tras los pasos de Cortés y los suyos.

Hubo un silencio. Cortés hacía ya casi medio año que había partido hacia Tierra Firme con 500 hombres y un buen puñado de esclavos y porteadores... Sin duda algo excesivo para una expedición de exploración. Hacía un mes, poco más o menos, que había regresado de allí los capitanes Alonso de Portocarrero y el sobrino del gobernador, Velázquez de León, con mucho oro y plata que ciertos indios muy principales les dieron, y una carta de Cortés para el rey. Velázquez de León, fiel a su tío, se quedó en la isla, y el oro iba a ser para él. Pero Portocarrero le traicionó, dándole una estocada en su propia casa, y se marchó con el oro y la carta a España.

Desde entonces, se reunía una fuerza en la isla, de casi 1.000 hombres, a las órdenes de la mano derecha del gobernador, el alguacil Pánfilo de Narváez, para prender al rebelde. Al parecer, había contravenido a las órdenes del gobernador, fundando una ciudad en Tierra Firme y marchando hacia el interior.

-Yo me voy con ellos -dijo el fraile.

Le miró un momento, fijo a los ojos.

-Es la oportunidad que esperaba. En esta isla, los encomenderos esclavizan y maltratan a los indios, y no existe queja posible. A fray Hernando de Montesinos le quitaron su parroquia cuando pronunció aquel discurso en contra de la esclavitud de los indios. Pero esta es una nueva oportunidad... una tierra virgen, enorme e ignota, donde llevar la palabra de Dios. Pensad en eso... por favor. Se que sois hombre que gusta de ver y entender el mundo, y el capitán de ese buque está buscando hombres que le ayuden. Un cirujano y cartógrafo le vendría muy bien...

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10/05/2008, 12:28
Andrés Dorantes de Carranza

Ante la advertencia de mi compañero digo. Ah, ¿pero no me acompañareis a por mis arreos al hostal?.

Ya se que ese tumulto no os llega ni a la suela, del botin, asi que no os insistiré, adiós mi buen amigo y que la buena fortuna nos encuentre de nuevo en no tiempos lejanos. Digo a mi compañero amarrandolo por los hombros y con un guiño de ojo entre sonrisas.

Inmediatamente despúes me volteo y me dirijo hacía la posada pensando: En mi vida pense en hablar con tanta cortesía a Andresillo, cuando lo vea en el barco le daré un capón por el teatrillo, jejeje, seguro que ya se lo espera.

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10/05/2008, 14:11
Ignacio Torrejón

Ignacio escucha con atención las palabras del Padre, sopesando su significado, pero sin poder ocultar que el tema le ha cogido a traspiés.

-No negaré que las condiciones de esta ínsula son harto complicada y pueden llevarnos a la locura o el hastío. Pero la empresa que vuestra paternidad me presenta suena demasiado a salida desesperada, y apenas veo motivos o recompensas a tal empeño. Acostumbro a andar la vida con tiento y reflexión, y cambiar una mala vida por otra que lo puede ser peor no es de los pasos que tengo a bien dar sin motivos suficientes.- Sus palabras son tranquilas al principio, pero a medida que habla y el mismo sospesa sus planes, Ignacio va convenciendose, lo que le pone nervioso y se manifiesta en sus ultimas frases. -¿Me entiende, padre?-

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12/05/2008, 02:01
Padre Salvatierra

El fraile reflexiona un momento.

-Aquí no podréis estudiar sino una cultura decadente y minoritaria. Los indios taínos eran pacíficos y poco organizados, y por eso han sido explotados. Pero, según se, en aquellas tierras hay un poderoso pueblo que se halla en el cénit de su cultura. Nada de decadencia, como los mayas, sino un pueblo organizado, un Imperio, con sus leyes y su gobierno.

Sonríe un momento, conciliador.

-No se si eso bastará para convenceros. Se que os agrada estudiar las cosas, hijo mío, pero quizá es hora de que penséis que el mejor conocimiento no puedo dároslo un libro o un viejo indio hablando de su glorioso pasado. Las grandes cosas, están en oportunidades como ésta.

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12/05/2008, 02:05
Director

El cabo se desliza entre las sombras, y pocos minutos después llega a su cuartucho. No es el difícil hacer el equipaje. Poco lleva consigo, aparte de sus armas, con las que ganar bienes y honra. Liando un fardo, camina hacia el puerto, y debe esconderse tras un zaguán al paso de una patrulla de la ronda. Espera, prudente, y al cabo reemprende la marcha.

Al llegar al amarradero, las negras siluetas de los barcos se muestran solemnes y amenazadoras en la oscuridad. Al final, en un viejo galeón, un fanal encendido y las siluetas de algunos hombres le convencen de que debe tratarse del San Justo.

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12/05/2008, 08:08
Andrés Dorantes de Carranza

AL ver lo que creo que es el San Justo, pienso Hace una bonita noche para emprender ventura, matar a unos cuantos en batalla y ganar riqueza, ya me decia yo al despertar que el día de hoy parecia un poco más amable que el de ayer.

Mientras enrredado en sus pensamientos se acerca poco a poco y sigilosamente a las escalinatas del barco para poder subir a cubierta.

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13/05/2008, 12:55
Ignacio Torrejón

Ignacio, aún con la cara de sorpresa, permanece un instante pensativo. Ese instante se prolonga durante casi un minuto mientras el padre Salvatierra le observa. Ignacio se levanta de su asiento y con los brazos cruzados por delante camina en círculos por su pequeña residencia.

-Tiene usted, Padre Salvatierra, buenas razones que darme, y no negaré que despiertan mi ánimo para emprender tal empresa.- Dice mientras continúa paseando en círculos antes la atenta mirada del cura. -Creo que empiezo a inclinarme por hacerle caso y acompañarle, Padre... ¿cuando dijo que parte la expedición?-

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14/05/2008, 22:39
Padre Salvatierra

El fraile sonríe, agradado. Tenía algo de miedo en que el médico le delatara ante el gobernador. Los partidarios de Cortés no están muy bien vistos en Cuba.

-Mañana por la mañana, hijo mío. En el barco que llaman San Justo, al final del muelle. Es un galeón del gobernador de Jamaica.

Miró su despacho, lleno de cosas.

-Creo que os costará decidir lo que os lleváis, pero id ligero. Solo lo imprescindible y poco equipaje.

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14/05/2008, 22:43
Director

Un par de marineros de guardia ven a Andrés intentando subir por la escala de través, y le miran, extrañados. Llevan arcabuces en las manos.

-¿Quien vive? -preguntan.

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14/05/2008, 23:17
Andrés Dorantes de Carranza

Buena noche caballeros, he aqui uno de los hombres que busca el capitan, para dirigirse en rumbo a San Juan de Ulúa.

Digo con gesto amable a los portadores de arcabuces.

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14/05/2008, 23:48
Javier Núñez de Oviedo

Los marineros dejan subir al cabo, pero custodian sus pertenencias de momento. Un hombre sale del camarote del capitán, después de que le avisen. Va bien vestido, pero con el jubón abierto y la camisa desabrochada. Su aspecto es el de un tipo duro, bastante bien parecido. Se acerca a Andrés y lo mira un momento, cruzándose de brazos.

-Me han dicho que deseáis uniros a mi compañía, caballero. Debo advertiros que la empresa será complicada y harto peligrosa en una tierra rica pero llena de indios hostiles.

Sonrió un poco, despacio.

-¿Y bien? ¿Quien es vuestra merced y cúal es vuestro oficio?

Notas de juego

Los soldados solían llevar una hoja de servicios al cinto en un canuto de hojalata. Quizá te sea útil.

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15/05/2008, 00:43
Andrés Dorantes de Carranza

Después de oir al que parece estar la mando, me inclino a modo de saludo y digo, Ante usted está Andrés Dorantes de Carranza, cabo de escuadra en oficio.

Y si me lo permite, añadir, no es promblema, la dificultad, ni los indios con los que nos enfretemos sino la valentia y servidumbre que esten dispuestos a servir los hombres por usted. Tenga en confianza que es en gusto poder dar de beber a mi espada, para que no se desafile y me de buen cobijo.

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16/05/2008, 13:53
Ignacio Torrejón

Con un suspiro Ignacio responde al Padre, todavía inquieto con la idea de la Partida.

-De acuerdo Padre, lo tendré en cuenta. ¿Crees usted que debería mediar algún aviso al gobernador? No sé si sería prudente que me ausentase sin mediar palabra cuando puede que cuenten con la disponibilidad de mis atenciones.- Dice con un ademán sincero de preocupación, poniéndose de pie y comenzando a rebuscar y sacar de cajones y estantería ropas y demás pertenecías necesarias para la travesía...

Notas de juego

Veo el último mensaje de Andrés Dorantes de Carranza... Aviso para que no acabe yo con un desdoblamiento de personalidad con estas apariciones estelares. Gracias XD

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20/05/2008, 16:00
Padre Salvatierra

El fraile se altera cuando el médico menta al gobernador.

-Será mejor que no hagáis eso, por vuestro propio bien. El gobernador no consentiría que abandonárais la isla... Ya sabeis el celo que tiene para conservar a aquellas personas que considera "esenciales". Sin embargo, eso os condenaría a estar a su servicio mientras gobernara esta isla.