Partida Rol por web

In Hoc Signo Vinces

Prólogo (prueba escrita)

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04/03/2009, 16:51
Director

La extraña ave cantaba desde la copa de aquella enorme ceiba.

El calor era sofocante, aún de anochecida, y los españoles no se acercaban demasiado al fuego del campamento. Ramón del Castillo cepillaba a su corcel, un mesteño de color marrón llamado "Duque". Gruesas polillas y enormes mosquitos revoloteaban a la luz de la hoguera, donde cuatro españoles daban buena cuenta de la pata de un tapir hecho al fuego. Ramón cantaba una cantinela al oído de su querido Duque, que le había salvado el pellejo en tantas batallas.

"Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos del alma
"

Hacía ya años que había llegado a las Indias, aquellas extrañas tierras llenas de peligros, pero también de riquezas. Él había sido uno de aquellos que había acompañado a Vasco Núñez de Balboa a través de enormes y sofocantes selvas hasta llegar a un nuevo oceáno: el Pacífico. Después de eso, había vuelto a Cuba para medrar como propietario, pero la cosa salió mal. Los encomenderos no estaban dispuestos a hacerle un hueco entre ellos, y las tierras que consiguió a penas le dieron para comprar un caballo y nuevas armas, con las que se alistó a cualquier expedición que saliera de aquella maldita isla.

Y allí estaba, en plena Tierra Firme, en un lugar que llamaban Tabasco, al mando de una partida de exploradores al servicio de Juan de Grijalva, cuyo ejército acampaba a varias leguas de allí. Siguió cantando.

"Extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta"

-Sargento, venga a comer algo -dijo uno de aquellos hombres.

Ramón se giró, sonriendo con una mueca afable. En realidad, aquellos bastardos no le caían nada bien. Sospechaba que venderían a su propia madre por algo de oro. Sin embargo, en una tierra hostil, incluso los avariciosos y desalmados se ayudan a sobrevivir. Vive hoy, roba mañana.

-Un momento, Pedro -dijo.

Se alejó un momento para orinar, más por perderlos de vista que por pudor cristiano. En realidad, tampoco se alejó mucho más que unos pasos, ya que perder de vista a tus compañeros en semejantes parajes puede resultar mortal. Relajado, escuchó el chorro caer entre las grandes hojas de aquella planta y en el suelo húmedo de aquel claro de la selva.

De repente, escuchó una rama partirse, y unas carreras cortas seguidas de un grito. Al girarse, vió que un puñado de indios tabascos se habían lanzado por sorpresa contra sus compañeros, posiblemente tras matar al soldado de guardia. Los españoles se defendendían como podían, pero en mangas de camisa y desprevenidos eran presa fácil. Ramón se abrochó el calzón aprisa, y miró en dirección a su corcel. Junto a él, tenía colgadas sus armas: una lanza, una espada y una rodela (escudo).

Notas de juego

Instrucciones:

-Escribid contestando uno de los dos posts y marcando "solo para el director".
-Procurad contestar empleando frases largas y bien estructuradas (nada de mensajes tipo SMS).

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04/03/2009, 17:08
Director

La damisela dió un bocado a la fruta, haciendo un mohín. El esclavo la miró sin entender, mientras sus dos amigas parecían aburrirse. La fiesta de aquella noche en Cholula se había pospuesto, y sus amigas debieron permanecer en el palacete de sus padres.

-¿Y esto? -preguntó ella.
-Lo siento, mi señora, las mejores frutas del mercado se las han regalado a esos caxtiltecas.

Necahualtzin, hija de un adinerado comerciante de la grandiosa ciudad de Cholula, miró al esclavo con gesto risueño. La razón de que la fiesta se hubiera pospuesto era, en palabras de aquel apuesto guerrero jaguar con el que había conversado hace un rato "los extranjeros serán masacrados a partir del mediodía". Nada que a ella le importara especialmente. No había visto a ninguno de ellos, pero según le habían contado, eran feos y grotescos, con la piel blanca y pelo en la cara, como si fueran animales.

-Está bien, puedes marcharte -le dijo, moviendo la mano.

El esclavo se marchó, dejándolas allí. Las chicas se pusieron a jugar al patolli (juego de mesa azteca), para matar al tiempo. A mitad de partida, una de ellas se sobresaltó por un extraño sonido, parecido a un trueno.

-¿Una tormenta? -preguntó, inquieta.

El sonido se repitió decenas de veces. Una de ellas se asomó a la ventana, y comprobó que el cielo tenía un diáfano color azul.

-No.

Otro sonido semejante, acompañado esta vez de gritos. La chica pudo ver como la gente corría calle abajo, perseguida por unos guerreros tlaxcaltecas.

-¡Dioses, nos atacan! -gritó.

Alguien subió las escaleras hasta el segundo piso con una corta carrera, era la madre de Necahualtzin.

-¡No os acerquéis a la ventana!

Demasiado tarde. Itzi, la amiga que se había asomado al amplio ventanal, se dió la vuelta con una jabalina pasándole el vientre. Tenía una expresión cansada, como si fuera a desmayarse, y lo hizo, cayendo en redondo sobre el suelo. Ahora, la sangre corría por él. Las chicas se pusieron histéricas, y más cuando su madre abandonó la habitación.

Necahualtzin corrió hasta su tocador, y sacó de él un cuchillo de pedernal, que solía usar para ofrendar sangre a los dioses. Era la única arma que tenía cerca, y abajo se escuchaban gritos y el sonido de la puerta principal al romperse.

Las dos amigas se quedaron allí, quietas, escuchando. De repente, todo estaba demasiado silencioso, y escucharon unos pasos. Necahualtzin se preparó, con la daga en alto, la espalda apoyada en el muro y mirando a la puerta. De ella, surgió un guerrero tlaxcalteca con una macana en la mano. Descargó sobre él una puñalada que le dió en el vientre, y que habría tumbado a un jaguar.

Sin embargo, el tipo le dió una bofetada que hizo que su cara ardiera y ella cayera de espaldas. Dos hombres más entraron en la habitación, y Necahualtzin pudo escuchar los gritos de su amiga mientras la arrastraban, cerca del cadáver de Itzi. Al girarse, vió como estaban intentando violarla. Luego, sus ojos se toparon con los del guerrero al que había apuñalado, y que estaba ahora sentado y gimiendo de dolor. Su macana estaba un metro más allá, tirada en el suelo.

Notas de juego

Instrucciones:

-Escribid contestando uno de los dos posts y marcando "solo para el director".
-Procurad contestar empleando frases largas y bien estructuradas (nada de mensajes tipo SMS).

-Poned en "notas" vuestro Nick de Umbría.

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04/03/2009, 17:35
Ramón del Castillo
Sólo para el director

La noche era negra, prufunda y algo fria, solo el calor de la lumbre reconfortaba sus cuerpos y eliminaba un poco la cantidad de humedad que habia en aquella zona selvatica. Mis compañeros y yo estabamos disfrutando de una buena pierna y Pedro, el mas resuelto invitó al sargento a unirse a nuestra compañía el cual contestó que vendria en un rato, y tras cepillar a su corcel fue a orinar, fue en ese momento cuando un puñado de hombres autoctonos calleron sobre nosotros, sorprendiendoos en mitad de la noche, en un primer lance la mitad calleron, tras la sorpresa comenzamos la contraofensiva, ayudados por la reaccion de nuestro Sargento que irrumpio adecuadamente armado y nos ayudó a provocar la huida de los invasores, aquella fue una noche dura, habian caido varias hombres, buenos hombres, algunos amigos, ciertamente, no eran los mas honrados del mundo, pero en aquellas extrañas tierras los compañeros de cama y mantel eran extraños y no se suele poder elegir. A los muertos procedimos a darles cristiana sepultura y a los heridos, a los que se pudo se les practicaron curas con ropajes y con ramas se hicieron parihuelas y muletas para poder salir, sabiamos que no tardarian en volver y esta vez, vendrian en mas numero, sin perder tiempo salimos de alli en mitad de la noche negra y oscura hacia un destino incierto, por tortuosos caminos negros y enfangadas sendas donde la humedad y los insectos reinaban por doquier.

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04/03/2009, 19:09
Ramón del Castillo
Sólo para el director

-Maldita sea- Pensó el caballero. Debía ayudarles. Podían no caerle bien, podía odiarles, pero pocas opciones más tenía. En unos segundos, le pasaron por la cabeza decenas de alternativas posibles. Pensó en salir corriendo, pero solo, de noche, en tierras extrañas y con aquellos indígenas, poco iba a durar. Pensó en subirse a su caballo, quizá para huir, pero tampoco era una opción viable. 

-Quizás, si me ven subido a mi caballo de guerra, blandiendo mi arma, se asusten- Pensó Ramon. Al fin y al cabo, contaban que los primeros de aquellos pueblos autóctonos en ver a los caballeros se asustaron, pues nunca habían visto un caballo. -Podría funcionar, pero es arriesgado...- Ramón se mordía un labio, mientras en su pecho su corazón bombeaba a toda velocidad. Sus manos le temblaban, pero no de miedo, sino de indecisión, de nervios. Finalmente, esperando no cometer un grave error, Ramón se acercó, con cuidado de no ser visto, a su montura, y desenvainó su espada. 

El español, empuñando con fuerza la espada, atravesó por la espalda al más cercano. Con la camisa, las manos y su espada ensangrentadas, grito -¡SANTIAGO!- y se lanzó al frenesí del combate, mientras, en su cabeza, una y otra vez se repetía el padre nuestro, pues rogaba por que realmente Dios le escuchara, y le hiciera salir victorioso, y sin heridas, pues en aquel recóndito paraje, dejado de la mano de Dios, las infeciones y las enfermedades eran mucho peores que en su España natal.

El caballero español, focalizando todos sus pensamientos y habilidades en su espada, se defendió bien. Tras unos minutos de refriega, que para Ramón fueron eternos, los malditos Índios huyeron por la selva. Respiró aliviado. -Dios mío... Gracias-. 

Durante unos segundos, respiró con calma, para que el corazón volviera a latirle a ritmo normal. Una vez pudo sobreponerse, miró a los soldados que quedaban en pié. 

-Hay que revisar a la tropa, para ver cuantos han caído. Haremos un círculo entorno al fuego, y estaremos alerta. Parece que Dios quiere que durmamos poco esta noche.-

Notas de juego

¿Tal que asi? XD Veo un post de respuesta, no se si debo poner este o no. En cualquier caso, lo marco "solo para el director", pero si me he equivocado y he escrito lo que no era, lo cambio sin problema ;)

¿Lenguaje SMS? XD, yo soy de la plataforma antilenguaje SMS, de hecho odio el lenguaje SMS. XDDDDD

soy Acedor1566

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04/03/2009, 19:37
Director

Notas de juego

¡Poned vuestro nick en "notas", que como tenéis todos el mismo PJ no os diferencio!

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04/03/2009, 22:09
Ramón del Castillo
Sólo para el director

Hideputas.- piensa Ramón.

Sin pensarlo se lanza a por sus armas, se coloca el cinto de la espada de cualquier manera, agarra la rodela y la lanza y se sube de un salto a su caballo.

¡Santiago! ¡Cierra! ¡Cierra!.- grita a fuerza de garganta mientras carga hacia los indigenas. Estos casi rodea a los suyos y decide atacar a los que flanquean.

Al primero que se encuentra en su camino lo arroya con el impetu de su montura, al segundo, a su diestra, le clava contra el suelo con tal fuerza que se le parte la lanza y a punto esta de caerse del caballo o de partirse el hombro. Hace girar al caballo mientras sigue gritando a los suyos.

¡Juntaos por la virgen, juntaos!.- grita a los que se baten con los indigenas a medio armar mientras hace girar al caballo y desenfunda la espada.

Entre tanto quisó la mala fortuna que, tras la carga, se viera el Sargento entre los indigenas que, sin ser muchos, parecían ciento. Al que le agarró por la camisa puedo asestarle un golpe que le arrancó la mano entera, pero el siguiente le echo del caballo al suelo. Sin aliento y aturdido pataleaba en el suelo y se movía para no ser fácil de rematar. Torquemada y el cabo Lumillas, este mal herido en un costado, acudieron en su ayuda y acabaron con no pocos para que el sargento Castillo puediera ponerse en píe.

¡Ahora por vuestra madre!.- gritaba Ramón pegando empeñones a los cercanos.- ¡Santiago!

¡Cierra España!.- gritaban todos, calientes por el combate se lanzaban contra los indígenas, ahora escasos en número, deseosos de devolver con creces lo que les habían dado.  

Fue un combate violento, tan mal armados estaban los exploradores que la lucha era casi de puerto de Cádiz. Tanto es así que alguno apuñalaba con la navaja extremeña de comer. Al poco los indigenas que quedaban, estaban en retirada.

Cuando todo se calmó el sargento cogió las riendas de la situación. Era un soldado viejo, sabía que aquello habia sido un ataque de sondeo. Ordenó remendar a los heridos, con lo que se pudiera, y dar sagrada sepultura a los muertos, que habían sido demasiados. Todos allí conocían su oficio y al  poco estaban listos para abandonar aquel aciago claro. El grupo inició el camino de noche, silenciosos por las circunstancias. La noche fue larga para ellos y nadie pudo evitar mirar atrás a la espera de un nuevo ataque.

Notas de juego

 Ticio

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05/03/2009, 04:14
Necahualtzin
Sólo para el director

La ira había reemplazado a la histeria. Excepto los gritos de su amiga y los latidos de su propio corazón, en sus oídos había desaparecido cualquier otro sonido. El ardor en la mejilla cedió y se esfumó ante el calor que estalló en el interior de su pecho, al ver cómo aquellos infelices se apresuraban a destruir y ultrajar lo más preciado que había en aquellas tierras. El tacto del suelo contra su piel se perdió en la conciencia de que el mango del cuchillo aún continuaba en su mano, porque su puño había sido más rápido que su caída. Supo entonces de la misma valentía con la que se había aprestado a atacar a sus atacantes, aquella que habían pretendido ver humillada, pero que aún se mantenía intacta. Necahualtzin no esperó ningún otro grito más: los dioses estaban en su sangre y en su fe, pero en su corazón cantaba la furia. Ella no esperaba, jamás, ayuda de nadie.

Sus ojos le indicaron que su atacante había perdido la iniciativa. Doblado sobre sí mismo, gimiendo de dolor como un niño olvidado, había subestimado de nuevo a quien había elegido como víctima. La distancia que los separaba no era suficiente como para no poder recorrerla, pero tampoco podía saltarla de una vez. La puerta estaba cerca y descubierta, al alcance de su palma, invitándola a una salida fácil hacia un mar de lucha. La sangre de Itzi continuaba fluyendo por el suelo, imitando caparazones de caracol y flores de los altares de primavera. Su otra amiga había sido arrastrada sobre esa misma línea, manchando hasta su alma de aquella muerte, y seguramente tiñendo sus pensamientos hasta escucharla rogar por morir pronto antes de sentir el ultraje. Nada de todo eso llegaba hasta Necahualtzin, no aún, pero para ella no había otra posibilidad que esa. Un segundo de su mirada le dijo que todo estaba en línea recta, que podía correr. No era capaz de pensar en otro curso de acción.

Se levantó con demasiada rapidez para lo que se podía esperar de ella, que había olvidado el dolor. Enarboló la daga en alto de nuevo, como el signo de la victoria que sus ancestros habían levantado aún en la derrota; miró a los hombres, y su voz sonó como un grito de guerra cantado por mil guerreros de su sangre.

- ¡IN OTIN IHUAN IN TONALTIN NICAN TZONQUICA!

Se lanzó con el filo por delante y la ira por detrás, en dirección al cuello de quien gemía el sufrimiento. La macana quedaba a solo un paso desde allí, o incluso más cerca que él mismo; la recogería en cuanto pudiera. Necahualtzin sabía perfectamente que el río de sangre bajo aquel hombre no tardaría en agrandarse, pero jamás tentaría a su suerte. Con el cuchillo, o también ayudada por el arma en su camino, tenía que alcanzarlo y matarlo de una vez. Sólo así habría una oportunidad para su amiga, aunque parte del mal ya estuviera hecho. Tenía que darle, de una vez y de forma limpia. Sólo así serían tres hombres menos de aquel ataque a traición. Sólo así...

La hoja surcó el aire, y el grito de Necahualtzin se escuchó en toda la habitación, en todos los pasillos, y en la tierra misma bajo el ataque.

- ¡NETZONCUILIZTLI!

Notas de juego

Venifer

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05/03/2009, 07:45
Necahualtzin

Miro a los ojos al guerrero. Estoy confundida, el golpe que me dio me hizo perder la iniciativa, y ahora que veo en sus ojos la certeza de la muerte siento aún más cosas dando vueltas en mi cabeza. Recuerdo el rostro de Itzi al girarse, con la jabalina en su estómago, y lo hallo soprendentemente similar al del guerrero que me mira enfrente mío. Y entonces, por reflejo, muevo mi cabeza hacia el sitio donde ella cayó, y donde tienen a mi amiga acostada, a punto de ser violada. En ese momento, siento que mi mente se aclara y se libera de la impresión que me dio el golpe, sólo para pasar al miedo y la ira. La van a deshonrar, y después a mi, y yo no puedo hacer nada....Y mi puño se cierra inconscientemente sobre el puñal de obsidiana que aún tengo en la mano. Entonces, me vuelvo conciente del arma, y de la macana del guerrero jaguar tlaxcalteca. Ya no es un peligro, o al menos eso creo

Me levanto tan rápido como puedo, con la daga en la mano, aterrada hasta los huesos pero sabiendo que no tengo más opción que luchar o morir. Corro, tomo la macana cuidando de no acercarme demasiado al guerrero en el suelo y salto encima del otro tlaxcalteca sobre mi amiga. Le clavo el puñal con furia donde puedo, una, muchas veces, y lo golpeo con la macana frenéticamente. Muchos de estos golpes no dan en la cabeza, ni siquiera son lo suficientemente fuertes para hacerle daño, pero no me importa. Afortunadamente, el puñal si cumple su trabajo, y lo clavo con insistencia en los costados, con toda la fuerza que tengo.

No creo que termine bien, pero al menos habre hecho algo, no seré una de las mujeres violadas que queden en este pueblo, Dioses, por favor ayúdenme, y les ofrezco la sangre de estos dos guerreros para que pueda vencer a este que queda....

Despues de desfogar mi ira sobre este guerrero, le empujo como puedo y le lanzo la macana al otro, esperando darle en la cabeza o al menos desconcentrarlo lo suficiente como para permitir que mi amiga se libere. Cuando hace blanco, me lanzo sobre el dispuesta a clavarle el puñal. Y le grito a mi amiga:

Corre, por amor a los Dioses, levantate y corre. Y busca ayuda!

 

Notas de juego

Rakothûrz

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05/03/2009, 19:15
Director

Me destoco ante vuestra calidad literaria. Este es el resumen de lo que he pensado sobre que habéis escrito:

-Rakothûrz, Venifer, Ticio y Acedor estáis más que dentro. No creo que haya ningún tipo de discusión al respecto.
-Anarpa. Creo que tu redacción es escueta y algo mejorable (sobretodo en el tema del tiempo verbal y hablar como narrador omnisciente en tercera persona). Sin embargo, soy demasiado bueno como para ejercer el papel de Risto Mejide. Por ahora, estás dentro, pero procura vigilar esos fallos y no abuses de no escribir en varios párrafos.

Bueno, pues ahora os desbloqueo el acceso a la escena donde se explica como hacerse la ficha, y os asigno un personaje individualizado para que podáis ir haciéndolo. Os doy acceso también a la escena de Off-Topic de la partida.

Cargando editor
08/03/2009, 15:51
Ramón del Castillo
Sólo para el director

Pandorgas!!
En cualquier otra ocasión,los suyos no verían problema alguno al enfrentarse con el grupo de asaltantes, pero en ese momento...no había duda de que sólo la Santísima podría librarles de aquel asalto tan inoportuno.

Corrió hacía su caballo como si el demonio mismo quemase sus calzones.Por fortuna,nada ni nadie interrumpió su carrera hasta sus pertenencias y, así,en camisa y calzones,agarró su toledana,y cargó contra el indígena más próximo al tiempo que animaba a sus hombres al combate:

A las armas!! -gritó el sargento a pleno pulmón- Vamos! Mostrad que tenéis hígados para tomar estas tierras!

Mientras sus hombre parecían recuperarse de la sorpresa incial -tan solo a costa de unas pocas bajas- Ramón ordenó rápidamente a sus hombres en dos filas,la primera aceros en mano,y la segunda ballestas cargadas. Tras estos primeros preparativos,y con sus hombres organizados,ordenó a 3 de sus hombres cojer sus caballos y seguirle lanza en mano para cargar a los asaltantes por el flanco derecho, de donde parecían venir sus proyectiles de cerbatana.

Enzarzado en combate,Ramón no hace más que lanzar hurgones a diestra y a siniestra,seguido por dos de sus hombres -el tercero,pobre infeliz,fue derribado por las lanzas de dos indígenas que fueron ajusticiados al momento. Viendo que el flanco contra el que cargaba estaba débil tras su pasada,azuzó a sus hombres:

Cargad! Ahora! Por el Rey y por Dios!

Sus hombres no vacilaron un segundo ante las órdenes de su sargento,y se lanzaron contra los indígenas que quedaban,dejando a las buenas noches a cuantos no huyeron prudentemente.

Tras la refriega,el recuento dio como resultado un total de ocho fallecidos,y un personal Dios os salve para Ramón,que no pudo esquivar completamente una lanza que se dirigía a su garganta.Acto seguido se dirigió a Pablo y le dijo:

Volvemos con el grueso,desmontad el campamento y no dejéis huellas de nuestro paso por aquí.

El sargento se alejó un poco de sus hombres y se sentó pensativo,mientras relizaba un mapa poco detallado de la zona,que se supone que iba a trazar a la mañana siguiente. Siempre es agradable realizar un trabajo a tiempo. -pensó con ironía.Miró a sus hombres y sonrió -Al menos estos bastardos son de fiar en una refriega.

Notas de juego

Soy Cadderly

Cargando editor
10/03/2009, 00:58
Director

Muy bien. Estás dentro :)