Partida Rol por web

Inspiro profundamente y me tomo unos minutos antes de contestar. Dejo que el viento, ya fresco, me mordisquee las mejillas y me remueva el pelo pajizo. Hago un movimiento de cabeza para apartarlo de los ojos y coloco ambas manos detrás de la cabeza -Creo que todos hemos tenido un día demasiado intenso. Incluso yo, la persona más tranquila del mundo, tengo hoy los nervios a flor de piel. - replico, señalándome- Gente que no esperaba encontrar, la inmensa alegría al comprobar que todos los matones siguen en mi mismo aula... Si todos los días de este curso van a ser como este primero, no creo que sobreviva otro año.- la miro y pespunteo una media sonrisa -Todos buscamos como ser el resto de nuestra vida y no vemos que por el camino nos encontramos sin darnos cuenta...- Noto su mano indecisa en mi pierna y como revolotea instantes después hacia su regazo. Me incorporo y alzo mi mano para pellizcarle el moflete con suavidad -Aika, deja de martirizarte. Vales mucho, confía en ti. Enséñales quién eres a todo el mundo, aunque tiempo al tiempo... Ya has empezado conmigo y es un buen inicio.   

El contacto de las yemas de mis dedos con su mejilla me hace cosquillas y sigo su mirada hacia el cielo -Seguramente esté feliz en este momento y probablemente más cerca de lo que imaginas...- murmuro.

- ey!- exclama riéndose, y le da un golpecito en el brazo - no me martirizo... para nada... no sé donde sacaste eso - apretó los labios, y luego sacó una risa, sonrojada, nunca nadie le había dicho algo as{i, y lejos de molestarle, le agradó, de hecho le agradó mucho. Aika    infló sus mofletes un segundo, sintiendo en su cara sus dedos, era agradable sentirlo, era.. sí, era agradable.

- y espero que así sea Tsubasa, que sea feliz - Aika, se vuelve a sentar de nuevo, y piensa en que hacer,se muerde el labio inferior - aún así, descubro quién soy, como todos - ahora suena más sosegada,más meditabunda, como si algo hubiera enganchado su atención, pero ese ausentismo dura unos segundos, cuando se gira hacia él,  y queda entre sus piernas, apoya su mano en su hombro, y luego sus brazos lo rodean, sus hombros, su sus brazos, o estaba abrazando con fuerza, bajando un poco para acurrucarse más que ella misma estar abrazándolo.

- hace mucho que no abrazaba a nadie - susurra...

1 de Septiembre, 18.30

Tras haberse despedido de Aika, Kido fue rápidamente hasta los jardines exteriores del instituto buscando con la mirada a Haruka. Quería verla y hablar con ella sobre lo del trabajo.. además, quizás dar un paseo por los exteriores del instituto le permitiría poder pasear a Honda sin temor a que alguien le viera. ¿En cuanto a que lo hiciese Haruka? No le importaba.. la chica sabía de sobra que Kido tenía un gato al que adoraba como si fuese un hermano, además, ella jamás le delataría. Se podía decir que confiaba plenamente en ella.

-Tranquilo, Honda - Susurró Kido cuando notó que su gato empezaba a impacientarse tratando de salir de la mochila donde permanecía escondido - Dame unos minutos más y serás libre..

En ese momento cayó en la cuenta de que quizás su compañera se había marchado ya a su casa. Al fin y al cabo habían pasado media hora desde que acabaron las clases.. Un tiempo más que extendido para que hubiese terminado de hablar con su hermano y hubiese recogido sus cosas..

Espero poder verla..

Respiro aliviado al ver a Fuwa reír con los mofletes hinchados. Al fin parece que las aguas vuelven poco a poco a su cauce. Le saco la lengua, burlón, y cambio ligeramente de posición para acomodarme de nuevo a los asientos de anfiteatro. 

la noche se va tornando más fría por momentos y la brisa que soplaba agradable y fresca, es ahora húmeda y cortante. No se cuanto tiempo llevamos hablando aquí, con miles de testigos brillantes y titilantes. -Como todos Fuwa-chan, como todos... Es extraño descubrir facetas nuevas cuando estás convencido de que lo sabes todo sobre ti-  corroboro sosegadamente. Cierro los ojos y me dejo llevar por los que, intuyo, son los últimos minutos que nos quedan de aquella noche y me asaltan los recuerdos y el cansancio de un día que para mi ha durado al menos tres semanas. 

Aika se gira hacia mi y tiene la estupenda idea de echar los brazos en torno a mí. Mis músculos y mi cuerpo, contra todo pronóstico, se destensan y acogen el abrazo con alivio. Otro golpe de afecto, el tercero después de haber visitado la piscina con kaoru. Tan menuda en mis brazos, tan descansada en mi pecho...

La rodeo con fuerza y apoyo mi mejilla en su pelo -Te he dicho que era el primer día de tu nueva vida- añado en un murmullo mientras la estrecho -Tienes la nariz helada... deberíamos volver dentro-. Pero como la chica no contesta, aún me quedo bastante rato más para descansar las emociones -Aika... ¿te has dormido?

Se sintió protegida, acogida,  una sensación cálida que le llenaba el pecho,  y que en cierta forma también sanaba esa pequeña desilusión  sufrida. Desvió sus pensamientos esa historia, y disfrutó de sus brazos, de su cuerpo, de su pecho cálido que bajaba y subía con cada una de sus respiraciones que se fueron acompasando a las de ella. ¿que era esta calidez? ¿esta sensación de plenitud?, Aika no la había experimentado con nadie más, mas bien, sólo una vez antes, hacia demasiado tiempo. Tragó saliva y se fue acurrucando más y más contra él... El corazón brincaba en su pecho, pero se fue calmando, dulcemente calmando.

- no... no me he dormido - susurra, pero sin moverse - no quiero irme...- hablaba bajito, abrazados ambos, pero fue apartándose de él, colocando sus manos en los brazos del chico, y quedando aún a una distancia pequeña de su cara, de sus ojos, otra vez esa sintió ese impulso que sintiera en los casilleros, como si su cuerpo deseara algo, un sólo gesto. Observó sus labios, embelesada por unos instantes.

- Tsubasa-kun...- cambió la forma en que lo llamaba - ¿eres él... cierto?... tus ojos no han cambiado nada....- se había dado cuenta, por fin, tan despistada que era, sus manos temblaron, pero acariciaron sus mejillas, había dicho demás, pero de todas formas, deseaba que fuese esa persona. Lo deseaba con todo su corazón de pajarillo que no dejaba de latir en su pecho.

Tras la carrera de bajar desde el aula de tercero hasta la puerta de entrada tomo aire y estiro los brazos hacia el cielo. El clima era bastante agradable. Es entonces cuando veo una maraña de pelo azul susurrándole a la mochila. Sabía lo del hombre que susurraba a los caballos, pero a las mochilas... en fin. Me acerco corriendo y le doy uno toques con el dedo en el hombro
-Kido! Cómo es que aún sigues por aquí? Pensaba que esto estaría ya vacío-bueno, y en parte lo está chica inteligente...
-Llevo un jaleo con eso de aclararme con las aulas...al final me acostumbraré, pero hasta entonces creo que le daré varias vueltas al instituto antes de encontrar la salida. Y para colmo mi hermano parece haberse ido ya a casa olvidándose de que ahora estoy yo también aquí-dejo escapar un bufido al cielo cruzando los brazos frente al pecho mientras espero a que Kido responda a mi primera pregunta, por el momento prefiero no preguntarle por su afición a hablar con mochilas, quizás sea algo personal...

Justo cuando comenzaba a tranquilizar entre susurros a Honda, unos dedos tocaron su hombro haciendo que el pobre Kido diera un sobresalto y se girara rápidamente para ver quién había podido ser, con una cara llena de horror pensando que ya le habían vuelto a pillar.. y en cierta forma, le habían pillado. Pero siendo Haruka el asunto era diferente, por lo que un suspiro escapó de los labios de Kido cuando reconoció el rostro y esas juveniles coletas de su compañera.

-Pues te esperaba a ti, ¡y menudo susto me has dado! - Rió mientras miraba a la chica con cariño - Eres más sigilosa que un gato..

En ese momento, y tras la palabra gato, Honda soltó un bufido seguido de un maullido algo molesto. Y es que, aunque Kido le había dejado abierta parte de la mochila para que tuviera aire para respirar, el gato comenzaba a estar cansado del poco espacio que había allí para su rechoncho cuerpo.

-Ehmm..

Como acto reflejo al maullido, Kido miró hacia todos lados temiendo a que hubiese alguien más cerca.. Por fortuna apenas habían personas por el patio, y los pocos que caminaban por allí estaban demasiado lejos como para poder escucharles. Sin esperar demasiado miró a Haruka y le tomó de la mano con suavidad llevándola hacia las afueras del instituto.

-Te lo explicaré en un minuto.. - Le sonrió mientras seguían caminando agilmente - Y.. te estaba esperando a ti, quería hablar contigo.. - Su rostro comenzó a ruborizarse - .. p-por lo del trabajo que me dijiste..

Y en parte era cierto, aunque obviamente no solo quería hablar con ella por lo del trabajo en la tienda de animales.. sino porque sentía unas irremediables ganas de estar junto a ella.

Una mochila que maulla? Esto es nuevo! Quizás sea un noto nuevo para el móvil... aunque algo me dice que Kido intenta ocultar algo
-Qué escondes?-pongo cara de interrogante sintiendo gran curiosidad, entonces me coge de la mano y me lleva hacia fuera.
El trabajo...Ah! La tienda de animales!! Intento seguirle los pasos tan ágilmente como mis piernas me lo permiten, pero en uno de los rápidos pasos tropiezo como cabe esperar de mi... pero sin llegar a tocar el suelo, por suerte consigo recomponerme dando pequeños saltos algo torpes -no ha pasado nada!- digo con una sonrisa despistada y haciendo como si nada hubiese pasado.

Una vez fuera del centro me suelto de su mano para arreglarme las coletas y entrelazo mis manos detrás del cuerpo
-y bien, hacia dónde quieres ir?

Kido soltó una carcajada al ver tropezar a Haruka. No pudo evitarlo, es igual que cuando ves a alguien chocarse con una farola por andar despistado, son cosas que salen del alma y que no se pueden controlar. La chica seguía siendo tan despistada como siempre, algo que le maravilla a Kido.

-Perdona.. perdona.. - Se disculpó por reírse mientras se secaba con la mano que no sujetaba la de ella una lágrima que se le había escapado debido a la risa - ¡Tienes que andar con más cuidado, Haruka!

Aún riendo, el chico disminuyó la marcha, no tanto por el tropiezo sino para disfrutar más del suave contacto de la mano de Haruka. Luego, cuando salieron del todo del instituto, la soltó con cierto pesar y abrió del todo la mochila para que el gato pudiese salir de ella.

-Se trata de Honda - Dijo mirándola con una sonrisa - Sé que están prohibidos los animales en el instituto, pero no quería dejarlo solo en mi casa, al fin y al cabo mi padre tiene poco tiempo libre y casi ni podría cuidarlo.. Así que lo tengo oculto en mi habitación del instituto.. y he decido traerlo ahora para que pueda tomar el aire un rato con nosotros..

Luego observó cómo la chica se arreglaba de nuevo las coletas mientras un ligero rubor aparecía en sus mejillas.. Realmente no hacía tanto tiempo desde la última vez que la vio antes de llegar al instituto, sin embargo en aquel momento Kido juraría que estaba mucho más preciosa.

-Pues.. - Miró hacia los lados buscando algún lugar donde pudieran hablar tranquilamente - ¿Te parece si vamos a ese parque de allí? Luego te acompañaré a tu casa.. está oscureciendo y no es buena idea que vayas sola..

En cuanto la mochila se abrió del todo, Honda salió de ella de un ágil salto y, tras ello, soltó un maullido molesto mirando a Kido. Parecía querer decirle.. "Más te vale arreglar esto con sardinas para la cena.." A lo que el chico respondió acariciándole suavemente la cabeza como pidiéndole disculpas mientras esbozaba una tierna sorisa.

Sin embargo, el gato.. en cuando vio a Haruka, se alejó de él y comenzó a ronronear acercándose lentamente a las piernas de la chica y llegando a rozarse con ellas mientras se estiraba como pidiendo caricias y cosquillas.

-¡Es un gatito!¡Hola Honda!- me agacho y le tiendo la mano para que la huela y no me extrañe -¡qué majo!-empiezo a acariciarle el cuerpo y al ver que no me extraña opto por cogerlo en brazos restregando mi mejilla con la suya -¡es tan adorable y peludito!, ¡parece un peluche!-

Miro preocupada a Kido -te diría de cuidarlo yo, pero ya tengo a Kana, una perrita que más que eso parece un caballo...- miro al gatito con ternura -y obviamente solo en casa no puede estar... entiendo que lo tengas aquí. ¿Pero es seguro? Si te pillan te expulsarán...- miro hacia el parque que ha dicho -vale, pero no quiero tardar demasiado, no quiero ser una molestia, y si te quedas a dormir en el centro supongo que tendrás una hora para llegar, ¿no?- echo a andar hacia el parque.

Kido sonrió al ver la reacción de Haruka.. como imaginaba, la chica no tardó demasiado tiempo en sucumbir ante los encantos de su gato. Aquello le hizo sonreír, mirando con ternura cómo la chica acariciaba y sostenía entre sus brazos a Honda. Ambos formaban una escena maravillosa, no había dudas de que Haruka tenía una habilidad especial para tratar con los animales.

-Vaya, veo que se te ha pasado rápido el enfado, ¿eh, Honda? Menudo listillo es.. - Sonrió a Haruka y comenzó a caminar junto a ella - Pues, no sé si es seguro.. imagino que no lo es y que si me descubren me puedo meter en un buen problema.. Pero debía correr el riesgo, no me perdonaría dejar a Honda solo.. - Miró a su gato y le acarició la cabeza con cariño.. Éste aún seguía apoyado en los brazos de Haruka ronroneando a cada caricia de la chica - ¡Oye, y para nada eres molestia! - En ese momento le sacó la lengua frunciendo el ceño de broma como si aquello que había dicho la chica le hubiese molestado.. Luego volvió a sonreír con cariño mientras soltaba una carcajada - Tenía muchas ganas de pasar un rato contigo, Haruka..

Tras ser consciente de lo que había dicho, Kido se sonrojó y desvió la mirada hacia otro lado. Si no fuera porque empezaba a anochecer, el sonrojo se notaría desde lejos sin ningún problema. Por fortuna la escasa luz estaba de parte de Kido en aquella ocasión.

-Esto.. ¿un perro-caballo? - Preguntó cambiando de tema por si la chica había notado algo - ¡Me encantaría ver eso! ¿Tienes alguna foto que me puedas enseñar de ella?

-Sí, la última vez que coincidimos fue en el club de lectura, me lo pasé muy bien. Una lástima no haber tenido contacto hasta ahora... Pero me alegro mucho de haber vuelto a coincidir miro al gatito que maullaba acurrucado en mis brazos -esto... ¿debería soltarlo para que haga sus necesidades?-

Saco el móvil con distintos colgantes de decoración y busco una foto de Kana donde salga medianamente bien y no salga movida

-Esta es. Tuve suerte de que mi hermano se ablandara y me dejara tenerla-sonrío recordando el día en el que la encontré.
Entonces miro hacia el parque y veo en el unos columpios que me están llamando como cuando era pequeña, así voy hasta uno de ellos y me siento balanceándome un poco apoyando los pies.

Al ver la foto Kido soltó una carcajada.. Aquel hombre que salía debajo del perro no debía estar pasándolo nada bien, pero visto así.. con él debajo del perro, quedaba claro que Haruka no se equivocaba al calificar a Kana como una perra-caballo.

-¿Ese hombre es tu padre? - Preguntó señalándole al hombre que estaba siendo aplastado por la perra - Creo que él es el que más a sufrido que tuvieras a Kana.. Aún así, ¡es preciosa! Y... ¡enorme! Espero poder conocerla algún día en persona.

Kido sonrió a Haruka y la acompañó hasta los columpios sentándose en el que estaba justo al lado del de ella. Aún así no se balanceó en él, sino que se quedó mirando con una sonrisa como la chica se divertía. Honda, por su parte, comenzó a corretear tratando de cazar insectos entre los matorrales cercanos al parque.

Suelto una carcajada al recordar el momento de hacer la foto -Sí, nos costó quitársela de encima... Es una más de la familia.- Sonrío con dulzura mirando a Honda, los animales son bastante agradecidos...
-Por cierto, qué idea de trabajo llevas en la cabeza? Quizás la tienda de animales no sea lo que más se acerque a tus espectativas. Qué me dices del trabajo de camarero que te ha propuesto Tsubasa?-hago un ligero cálculo de diferencia entre un salario y otro.
-Ah!-bien, ahora me acuerdo de lo que quería preguntar -cómo es que te decidiste por este centro?-

-Hmm.. sí, puedes que tengas razón.. - Contestó Kido, al fin y al cabo necesitaba el trabajo que más dinero pudiese darle - Aún así no me imagino llevando platos de comida con lo torpe que soy.. - Sonrió - Ya sabes, siempre voy pensando en todo menos en lo que realmente debo hacer.. no me extrañaría que tirase todos los platos encima de las cabezas de los clientes - Solo imaginárselo ya le daba risa - Aún así, todo es probar.. supongo..

Luego hizo una pausa mientras se balanceaba un par de veces en el columpio. Hacía años que no iba a un parque, y muchos más que no se balanceaba.. Casi ni recordaba cómo se hacía y comenzaba a sentirse un poco crío, igualmente no pudo resistir a la tentación.. tentación que abandonó tras comprobar que se le seguía dando igual de mal que cuando era chico.

-¿Este centro? .. Pues, me lo recomendaron los profesores del otro colegio. Siempre he sido muy despistado, pero por fortuna se me han dado bien los estudios.. bueno, esto.. salvo educación física - Soltó una carcajada recordando las broncas que le echaba el profesor que impartía esa clase.. afortunadamente eso ya era cosa del pasado - Así que convencieron a mi padre para que me matriculase aquí.. ¿Y tú? ¿Por qué te decidiste por este centro?

Comenzaba a adormilarme y las estrellas parecían entretejer una espesa manta con la que arroparnos. Cada vez me pesaban más los párpados y el anfiteatro se me asemejaba a una cama mullida donde reposar. Solo cinco minutos...

Nuestras respiraciones se habían acompasado y sólo un tenue murmullo me indica que Fuwa no ha caído aún en brazos de Morfeo. Yo me dejaría llevar de buena gana... 

Una cabezada más que queda interrumpida por un movimiento entre mis brazos. Noto el frío de la noche, que vuelve a colarse entre nosotros. Consigo alzar los párpados y me encuentro frente a frente con su mirada. Una vez más... ahora sus ojos me interrogaban implorantes. ¿De verdad quieres conocer la respuesta? 

Asiento lentamente, sin más. Con movimientos claros y deliberados para que Aika entienda a la perfección que es un sí, que yo era aquel chico que había perdido en el pozo de la memoria pero que ella había vuelto a sacar a flote. 

Y su delicada mano, sus helados dedos se posaron en mis mejillas ardientes. Ahora era yo el que estaba completamente perdido y si, probablemente asustado. Solo pude sonreír levemente -El chico de los girasoles ha crecido un poco desde entonces. Ahora es un estudiante de tercero que está descubriendo su timidez, inseguridad, sobreprotección y que comienza a dudar hasta del suelo que pisa, Aika-chan... pero me alegro de que estés aquí, que nuestras vidas hayan vuelto a cruzarse- sacudo la cabeza para apartarme el pelo de los ojos -Siempre me ha asustado perder el control sobre las situaciones y hoy siento que no mando nada en mi vida. Creo... creo que estoy confuso y...- Dejo la frase sin acabar. Si digo en voz alta que los temores me atenazan el alma, acabarán por encadenarme el corazón, ya de por si encogido y palpitante en mi pecho.

Era él, era él, y la alegría volvió al rostro de Aika, estaba demasiado feliz, aunque confesara algo que jamás le hubiera dicho, de saberlo, pero habían pasado tanto tiempo ¿podría ser igual? Ambos estaban más grandes, más metidos en problemas, más confundidos que nunca. La joven pone sus dedos sobre los labios de Tsubasa, los presionó y un escalofrío la recorrió, pero comprendió que no era el momento para ese tipo de cosas, era mejor.. simplemente, estar.

- shhhh no digas nada más - susurra, y se pone de pie,  jalando de los brazos al joven contra su vientre, para que se aferrara a su cadera, mientras acariciaba su cabeza, su rubio cabello, acariciándolo, mimando a su amigo que parecía casi tan perdido como ella. Ha sido un día loco... murmuró la joven, y lo siguió abrazando, para que se relajara apoyado contra su meno cuerpo.

Aika comenzó a cantar, una suave cancion, Aika tenía una preciosa voz y ahora le regalaba ese momento a Tsubasa para poder lograr calmar sus pensamientos y sentimientos. El corazón de toda persona podía ser torbellino cuando todo se complica.

-Mmm...ya sabes...- me balanceo distraída -mi hermano ha estudiado antes que yo en este centro y no ha tenido ninguna queja, por lo que se lo recomendó a mis padres para mí. Pero no es que sea muy lista ni nada parecido, a ti por lo menos se te daba bien educación física, yo creo que no destaco en nada en especial- me freno un momento con los pies y miro al suelo pensando en los nervios de esta mañana
-Aunque todo hay que decirlo, sigo teniendo nervios en el estómago-
-Y por cierto-me río al imaginarme al chico vestido de negro con un delantal -No te quedaría mal el uniforme de camarero, además, no creo que seas más torpe que yo- le miro con una media sonrisa.

La forma en la que Tetsuya me miro, me recordó a nuestro primer encuentro, ese dia su hermana, Ariasu me había invitado a su casa para ensayar una de las melodías nuevas que aprendimos en el conservatorio, cuando entre al lobby de su casa, el venia bajando unas escaleras, con las manos en los bolsillos, se detuvo a mitad de los escalones cuando nuestras miradas se cruzaron, mi corazón latió diferente y senti como un pequeño calorcito crecía en mi interior, incluso la sensación de mariposas en el estomago; sus ojos me miraban fijamente y me recorrian de pies a cabeza, por un instante el tiempo se detuvo y solo existía él, continuo bajando hasta que llego frente a mi, tomo mi mano y la beso...Bienvenida...sus ojos jamas se apartaron de los mios desde entonces...simplemente me sonroje ante ese recuerdo.

Nadie logra sonrojarme con una mirada, pero tu lo logras siempre...dije desviando mi vista...¿que me pasa?, por que deseo que me bese, si! le extraño, extraño nuestras tardes viendo una pelicula, o estudiando mientras nuestras manos se acarician, viendole dormir una siesta...su risa...sus caricias.

Que confundida estoy...¿sera, que...te das cuenta de lo que tienes cuando realmente lo pierdes?...no!!!..no quiero!!!...pero por que me molesta que Akari este cerca de Daisuke, por que siento que mi corazón se acelera cuando estoy cerca de él...miro de reojo a Tetsuya...pero él también me provoca lo mismo...¿sera que estoy enamorada de los dos?...no, no imposible!...Naoko, ¿que es Daisuke para ti?...¿que significa Tetsuya para ti?...Daisuke no es nada, mas que un imposible de mi infancia...y Tetsuya...lo fue todo!...cerre los ojos...

Es Daisuke, Tetsuya...le confese...nos conocimos desde la infancia por nuestras madres, en principio era un chico mas, pero cuando murio su padre me acerque mas a él y me preocupaba su estado, hasta entonces jamas pense en él con un interes amoroso, pero cuando me dijo que se marcharia, me angustie, me costaba imaginar mis dias sin Daisuke, lo necesitaba y perderlo asi tan rapido...fue deprimente...hasta que unos meses mas tarde apareciste tu y mi vida cambio...llenaste por completo ese vacio, pero yo seguía pensando en él y por eso sentía que no era sincera contigo...y ahora estoy tan confundida...cuando lo vi en la mañana, lo abrace por que me alegro verlo, pero el me trato igual, es como si estos años jamas hubiesen pasado...

Por una extraña razón me sentí mas tranquila, como aliviada por contarle a alguien lo que me pasaba, fue como quitarme un peso enorme de encima...me toque el pecho con una mano, reflejando mi alivio.