Partida Rol por web

Por fin la gente se empezaba a mover, y estaba claro que todos los que nos habíamos encontrado seguían a la clériga de Pelor igual que nosotros seguíamos a Ashlyn. Nuestra paladín a su vez parece que había dejado a Alese tomar la decisión. Creo que la iluminada debería haberse pronunciado más, pero supongo que lo hace para instigar a la clériga a avanzar en su servicio a Pelor. Me pregunto si podría llegar a unirse a nuestra hermandad.

Sigo al grupo en silencio intentando pasar lo mas desapercibido posible mortificado por mis escasas prestaciones en el anterior combate donde he sido mas un estorbo que una ayuda.Pelor ayúdame a servirte mejor sabes que tengo la voluntad pero me fallan la fuerza y la pericia.Perdido en mis pensamientos casi tropiezo con el gigantesco semiorco.Disculpad , iba pensando en msi cosas y no os he visto

No pasa nada.- dijo Thokk en tono tranquilizador. Pero no me trates de usted, apenas tengo 18 años.  ¿Pareces distraido, no te habra afectado tu entierro prematuro no?

Reprimo un tic nervioso al recordar aun cercana y angustiosa experiencia .Con un ligero tartamudeo respondo azorado:Nooo , no veo por que la edad debería de ser el único requisito para ser tratado con respeto.Sois un guerrero temible y os he visto sembrar la destrucción entre los no muertos como si fueseis el instrumento elegido por Pelor.

Por fin se ponian en marcha y los iluminadores con ellos. Llevaba un rato rumiando algunas ideas y aprovechó para ponerse a la par de Alesse y el veterano Si realmente mora un vampiro entre esos muros o alguna aberración no-muerta que nos sobrepase deberiamos dejarlo estar por el momento, la razón por la que los iluminadores viajamos a esta aldea no es otra sino la de recuperar un artefacto que otrora mi orden poseía, esta sería de una gran ayuda para dar un verdadero final a la vida de los no-muertos... nos ayudareis???

Mientras avanzaban reprimio una sonrisa al escuchar como Orphanos tropezaba y se disculpaba con el gigante, aún más se ensanchó al oir la devota respuesta...

¡¿Un instumento elegido por Pelor?! - respondio molesto al monje.- Yo no soy un juguete en manos de los dioses, toda mi vida he estado solo y he sufrido muchas penurias. Eso es lo que me ha llevado a luchar asi, no tu "dios". Y dicho esto, siguio caminando tranquilamente junto a Envy. La que parecia la jefa de los tres iluminadores hablo, al principio Thokk no le presto mucha atencion pero cuando llego a la parte de la recuperacion de aque importante artefacto empezo a pensar que podria sacar beneficio de ello. Espero a que la mujer terminase antes de preguntar. Las ordener tienen bastante dinero, por un modico precio no dudare en ayudaros.

¡Un precio! ¡¡Un precio por erradicar la maldad!!

Me parece totalmente inconcbible que alguien, aunque no sea totalmente humano, sea capaz de pensar de esa forma, tratando de obtener beneficio de las desgracias ajenas. ¿Es que no se da cuenta de que la gente sufre? ¿Es que no se da cuenta de que podemos evitarlo? ¿Es que no quiere hacer que la gente viva feliz?

Increible.

- Sí Thokk, tenemos bastante dinero, lo conseguimos curando a la gente que necesita nuestras curaciones -respondió Alese riendo, quitando con eso importancia a lo que sus palabras implicaban- Venga grandullón, a nosotros nos vendrá muy bien tu fuerza como a ti te vendrá bien estar en un grupo donde tantos podemos curar tus heridas. Dejando el grupo nosotros perdemos, pero tú pierdes más. Me gustaría seguir contando con tu ayuda. Además, tengo un conjuro reservado para ti, convertiré tu arma en bendita en cuando nos encontremos con más no-muertos. Es casi el último que me queda, pero hará que tus golpes sean más efectivos.

Veras Alese, si no recuerdo mal, en la carta que nos entregaron en la posada el burgomaestre nos ofrecia todo lo que estuviese en su mano a cambio de que liberasemos Barovia, ese es el motivo de que este aqui y mientras sea esa la mision no pienso irme a ningun lado. Pero si encontrar el artefacto implica exponerse a más peligros inecesarios para esta mision lo logico seria que tuviesen algo que ofrecer. Al fin y al cabo, algunos somos mercenarios ¿No te parece? - dijo Thokk exponiendo su punto de vista.

Yoru se paró en seco.

Su cuerpo giró 180º. Lentamente. Muy lentamente...

Su azulada mirada se clavó en Thokk. Tenía esa sonrisa en la cara que solo él podía mostrar. Sobrenaturalmente amplia y llena de dientes blancos y limpios.

- Tranquilo, Thokk... -dijo con tono divertido- Si una ganancia es lo que quieres, yo te pagaré con la moneda más valiosa que existe cuando termine este asunto... Mi amistad... Peeeero... si no te interesa mi ofrecimiento... Bueno, supongo que puedes darte media vuelta y dejar a Envy en nuestra compañía. Nadie te echará en cara nada, claro. Cuidaremos de ella y te buscaremos en cuanto volvamos... ¡Tómate una a mi salud, menloor!

Y tras decir esto, volando en una parábola amplia, Yoru le arrojó una moneda de cobre, volvió a girarse y continuó su camino mientras susurraba para si algún tipo de desvarío...

Mi señora.- dijo el viejo a Ashlyn. Mis servicios son para con esta señorita, mientras ella requiera mi ayuda ahí estaré para brindársela, todo lo que pueda dar mis viejos huesos y mi antigua espada.

Si ella tiene a bien acompañaros podréis contar con mi ayuda también.

Envy sonreía ante la evidente sorpresa del religioso ante los modales de Thokk. Y escucho atenta las discusiones monetarias. Le gustaba la posición de Thokk de que no era un juguete de ningún dios.
Aunque se mosqueo un poco cuando la utilizaron de “rehén” para que Thokk se quede, era cierto que ella no quería irse del grupo, al menos por ahora. Ella en cierto modo también estaba por los negocios, aun cuando no fuera su principal razón por meterse en problemas.
-Thokk, desde hace rato vengo dándole vueltas a una idea… Hasta ahora siempre has trabajado como mercenario solitario… ¿no?- Le pregunto, esperando un asentimiento de cabeza. –Pues, la verdad que quería ver si te gustaba la idea de formar un grupo de mercenarios, así nos darán trabajo más fácil, y ninguno tendrá que separarse del otro… Piénsalo!!- Decía, sonriendo. –Tu serás el cerebro y yo los músculos- Le dijo dándole un pequeño codazo.
-De momento, estamos con este trabajo, pero creo que no vendría mal ayudar a Alese a salir viva de la otra misión en la que seguro se va a meter, ya ves que el resto de los seguidores de Pelor estiman mas su objetivo que a sus compañeros, y dada la situación al momento de elegir, perderíamos a Alese, yo no puedo dejarla sola así… ¿y tú?- Le dijo alzando su mirada hasta la de él, desde su posición de menor estatura.

-Oye! Igor! ¿Quieres unirte a la banda de mercenarios de Thokk? Ocaso también está invitado, será como una nueva manada para el- Le dijo en voz alta al explorador contenta, de encontrar una forma de mantener a sus amigos juntos y al mismo tiempo con dinero.

- Ah, pero es que todo está relacionado mi buen Thokk. Por lo que por aquí parece, el hombre más rico del pueblo debe ser el burgomaestre, y aunque él ya no pueda pagarnos, seguro que su hermano nos agradece el recuperar a su hermana. Y en todo caso, librar al pueblo de los muertos vivientes bien puede continuarse en su casa, es tan buen lugar como cualquier otro. En cuanto a ir luego a la capilla de Pelor. Por lo que he entendido el objeto que buscan los iluminados es un arma mágica, especial para dañar muertos vivientes, así que si la recuperamos el trabajo de liberar la ciudad de ellos será más fácil para todos. 

- Además, la costumbre entre aventureros es repartir el botín que se vaya consiguiendo, si nos acompañas tendrás tu parte, como los demás. Y si aparece algún arma o armadura mágicas acorde a alguien de tu tamaño, tienes mi palabra de que renunciaré a la parte que me toque de su valor y te la cederé a ti. 

- ¿Cómo podríamos negarnos Envy, verdad Ocaso? - respondió con una sonrisa - cuenta con nosotros, y si bien tenemos algunas obligaciones previas, durante el tiempo en que nuestro camino sea el mismo, ahí estaremos.  -

Esta vez Ashlyn no dijo nada, prefirio no cargar contra el tozudo Thokk, estaba claro que si había sobrevivido tantos años solos con esa actitud era gracias a la divina ayuda de Pelor, no podía ser de otra manera, su insultante actitud era un claro sintoma de la mezcla de sangre y aunque siempre había pensado que los gigantes eran apenas criaturas descerebradas este parecía un poco más agraciado, era una pena que fuera tan mezquino, si era dinero lo que lo movía, rezaría a Pelor por que no se perdiera en el camino...

A su segunda impertinente respuesta se sintió tentada a responder, pero se quedó helada ante la reacción del desquiciado, solo a la voz del veterano reaccionó para seguir caminando, con una candida sonrisa respondió al ofrecimiento. Y que Pelor continue iluminando vuesto camino, sois un buen hombre...

-No te preocupes Igor, seremos como una manada, el problema de uno es el problema de todos, asi que te ayudariamos en tus asuntos naturalmente... Una manada es tan fuerte como su miembro mas debil, y si hay algo que te distrae o te aflige, tenemos que solucionarlo entre todos-

-Asi que... Thokk, ¿Que dices?-

- Creo -interviono la sacerdotisa con un deje humorístico en su voz- que son las cadenas las que son tan fuertes como su eslabón más débil. Las manadas son más fuertes que todos sus individuos juntos actuando por su cuenta. Al menos, así me lo enseñaron a mí... Creo que es el momento de ir a ver quien se lamenta, pero no me gustaría ir a comprobarlo a lo bruto ¿Alguno de vosotros es sigiloso y goza de buena vista?

Consigo quedarme en un segundo plano como siempre esperando que los demás decidan el rumbo a seguir.Quien no vale para liderar debe valer para obedecer.Me mantengo un par de pasos detrás de Ashlyn dispuesto para la posible lucha.

-No Alese, dije miembros, no eslabones, y no lo ves claro... en una manada no se mueven todos por separado, se mueven como uno solo, puede que paresca o te hagan creer que cada uno actua por su parte, pero todos en una manada trabajan juntos, y coordinadamente... creeme... soy medio loba... ¿Recuerdas?- Le responde riendose sin hacer mucho ruido. 

-Yo ire, soy pequeña y rapida...- dijo mientras desenvainaba su cimitarra. Y acercandose al edificio, ya un poco inclinada.

Ten cuidado, joven loba.- el guerrero deseó suerte a la muchacha