Partida Rol por web

La mujer tan solo hacía caso a las palabras de Haiayel y parecía como si para ella no hubiese nadie más en aquella sala.

-¿Hace cuanto se fue?

- Ya no sé el tiempo que ha pasado, no sé si días o meses, solo sé que ella estaba aquí segura ¡SEGURA!, pero no... mi pequeña se tuvo que ir y ahora solo pienso en que el dueño del castillo se haya  apoderado de ella. Oh pobre Gertruda!

¡SE QUE HA OCURRIDO LO PEOR!

Y dichas estas palabras la mente de la mujer vuelve a parecer desconectar y no responde a nada de lo que decís ni a los gestos que hacéis. Para ella ya es como sino existieseis. El sonido quejumbroso vuelve a comenzar y a retumbar por todas partes. 

Allí ya no hay nada más que hacer.

Igor siguió esperando, paciente, al amparo de las sombras, en el exterior de la vivienda mientras el resto de la partida seguía dentro de la casa atendiendo los sollozos. Ajeno a la conversación que acaecía en el piso de arriba, mientras esperaba, y durante un breve periodo de tiempo, los sollozos remitieron, para, instantes después volver a su angustiosa letanía.

Tras no percatarse nadie (o al menos eso parecía) de su ausencia, Yoru rodeó la vivienda por detrás y comenzó a trepar por la pared afianzando manos y pies a fin de alcanzar una de las ventanas del piso superior y ver que se cocía en la parte de arriba de la casa.

Un fuerte estruendo llegó hasta él desde el otro lado de la vivienda, señal de que sus compañeros, seguramente el semiogro, habían echado abajo un acceso por la parte de alante, a la altura del bajo. A Yoru le venía bien aquello. Si algún peligro había en la casa, sus compañeros serían la perfecta distracción para que Yoru se infiltrara y atacara con furtividad y sutileza.

Una vez habian abierto una entrada, Thokk se aparto para dejar pasar a los demas y se quedo fuera junto al explorador y su amigo canido, dento solo serviria para estorbar. ¿Como os conecisteis? -  pregunto señalando con la cabeza a ocaso mientras estiraba el brazo para acariciarle la cabeza.

Al ver que no encontraba nada, me acerqué al grupo y esperé impaciente a que la mujer dijera algo y, como no lo hacía, me harté.

No tenemos más que hacer aquí, y esta mujer no va a acompañarnos. ¿Nos vamos? 

Me levanto y afirmo con la cabeza. Tras ello me dirijo junto a Ashlyn.

-¿Vamos a buscar a esa chica?

- En algún momento, pero si continuamos dejando misiones de lado para ponernos con otras, jamás terminaremos ninguna.

Me giro enjuiciando a Alese. Estaba hablando con mis compañeros iluminados, no con ella.

Pienso como Alese, si nos desviamos en misiones alternativas, no vamos a ningún lado. Seguramente la encontremos por el camino dije sin muchas preocupaciones

También podemos dividirnos y que cada uno lleve a cabo lo que le parezca mejor. Pero hay que moverse ya

Mientras Igor esperaba fuera vigilando el exterior, vio como Thokk se unía a él. Una vez juntos le hizo un gesto para que se agachara y aprovechara una de las muchas sombras que arrojaban los edificios en aquella zona.

Luego escuchó su pregunta y le pidió silencio, si bien como no quería ser grosero, le dijo en apenas un audible susurro - Luego te contaré, mas no conviene hacer ruido mientras estemos aquí, el riesgo no ha concluido todavía. De momento tendrás que conformarte con saber que cada uno perdió a su manada y que el destino quiso que nos encontráramos al poco tiempo de ocurrir. A nadie le gusta andar solo y menos por estos sitios, así que unimos nuestros caminos... -

Dicho esto calló y siguió alerta, mientras casi inconscientemente acariciaba la cabeza y lomo de Ocaso.

Iba a responder a su compañero justo cuando la chiquillla que lideraba a los mercenarios respondía, la observó y sonrió con condescendencia, aunque se volvió hacia su compañero. Sois una buena persona Haiayel y Pelor lo ha de saber, pero tambien vos habeis de saber que todo tiene un orden, primero estan nuestros camaradas y nuestra misión sobre toda otra cuestión, aún así no has de estar dispuesto a devolver al cautiverio a esa chiquilla desaparecida...

Carraspeo ligeramente para tomar la palabra.Si, bueno , ehh, cierto es que tenemos una misión que cumplir y que ya nos hemos demorado demasiado en acudir al rescate.Bajo los ojos avergonzado ante tamaña demostración de locuacidad por mi parte y prosigo con un hilillo de voz..Es decir , creo que es así , no?

Bien, ya hemos perdido mucho tiempo, Igor si nos haces los honores, guíanos hasta la mansión. Después os ayudaremos con vuestra misión, salvaréis a vuestros compañeros y nos quedaremos con las cosas de valor que encontremos. Vuestra parte la podeis donar a la iglesia o lo que quiera que querais hacer, pero hay vidas que salvar y tardamos mucho en ponerno en marcha. Así todos contentos.- el veterano se puso a andar por la calle cuando de pronto se paró, se dio media vuelta....estooooo ¿es por aquí?

Igor vio a Wolkot salir de la casa por el enorme agujero que Thokk, ahora a su lado y Quenya habían dejado en el edificio, y parecía impaciente. Ni siquiera estaba seguro de que le hubiera visto cuando le habló, pero por sus palabras o bien los iluminadores le seguían detrás o estaba más borracho de lo que había pensado.

No obstante, antes de salir de su escondite e ir a ningún lado, y haciendo un gesto al líder de su recién formado grupo de mercenarios para que aguardara con él, esperó paciente a que salieran sus compañeros mercenarios, que hasta donde él sabía eran Alese y Envy, para decidir qué hacer.

- Continuemos a la mansión, luego a la iglesia -dijo simplemente la clériga.

Envy había permanecido en la habitación con la mujer que al parecer deliraba… Le había chocado saber cómo esta había retenido a su hija por tanto tiempo. Ella que amaba su libertad, no podía siquiera pensar en vivir encerrada.
Pero como la mujer estaba casi totalmente ida no dijo nada y solo se limito a ver el bonito cuarto decorado. Era hermoso, y parecía hecho con un amor y ternura que casi parecía imposible en este mundo oscuro.
Al parecer esta se había ido de su cuerpo mientras observaba alrededor porque cuando quiso darse cuenta sus compañeros salían del lugar, y algunos ya lo habían hecho. Por lo que apuro hasta la puerta de la habitación solo girando la cabeza para observar por última vez la bonita habitación y a la mujer atormentada que había perdido la cordura. Luego sin más preámbulo volvió a salir a la calle con el resto poniéndose al lado de Thokk. Aun sostenía su cimitarra en la mano, como si estuviera en una guerra en donde el combate es continuo. Y era algo así