Partida Rol por web

Vosotros encargaros de los muerto, yo me encargare de que pronto tengais otro muerto con el que tratar. - dijo Thokk a Ashlyn y con un rugido levanto el hacha sobre su cabeza y cargo contra el tipo del cabello revuelto.

Al fin Urik tenía compañía... y no solo eso, sino que había recibido ayuda en forma de curación. No podía pedir más.

Sintiendose renovado por lo sucedido, el caballero del cuervo siguió con lo suyo, aniquilar a las enemigos que allí se encontraban.

La espada de Urik atravesó el cuerpo de uno de los Zombies con tal fuerza que acertó a darle en el otro que estaba a su lado. La fortuna parecía haberse aliado con el caballero justa cuando estaba al borde de la muerte.

-El poder de Pelor es fé, fé en que tus hermanos lucharán a tu lado. Su presencia me alenta y no cometeré la estupidez de luchar contra un engendro solo con la fuerza de mi brazo. - Respondo mientras alzo de nuevo mi maza

Ashlyn usa el apoyo del caballero para flanquear al esqueleto y a pesar de logra hacer ligeros y débiles cortes contra el esqueleto se da cuenta que su espada no es la más apropiada para luchar contra un saco de huesos. 

El caballero del cuervo ahora se siente valeroso ya que están sus aliados a su lado y comienza a lanzar un ataque especial que conocía contra los muertos vivientes, este ataque hace que el último de los zombis, el último de los hermanos de Ashlyn caiga convertido ahora sí en un saco de huesos inertes.

Ahora es el turno de Haiayel que invoca todo el poder de Pelor sobre su símbolo sagrado y lo muestra al blasfemo y al esqueleto. Tan solo el último se ve deslumbrado por la luz que proviene de él y se queda aterrado huyendo hacia una esquina del sótano.

Y Thokk da final a ese asalto cargando contra el peligroso conjurador golpeándole gravemente con su hacha de tamaño desmesurado. A pesar del terrible corte que le hace este todavía se mantiene con fuerza como para agarrar al semigigante y extender una energía maligna que le recorre todo el cuerpo haciendo que la vida se le consuma lentamente, por suerte su estado colérico aún le mantenía en pie, estaba claro que ese hombre iba a ser un hueso duro de roer.

En última instancia el blasfemo con sus aterradores colmillos volvió a atacar a Don Urik y por fortuna la criatura impactó contra su armadura y no llegó a herirle.

Thokk retrocedio un paso alejandose de las manos de su enemigo pero dejandolo dentro del alcance de su arma, se llevo la mano a la cintura y tras un instante una luz recorrio su cuerpo dandole energia para un ultimo ataque. Si yo muero te llevare conmigo. - rugio Thokk escupiendo sangre por la boca, acto seguido golpeo con su hacha intentando partirlo en 2.

Nuevamente el arma de Urik penetra en uno otro de sus enemigos y le atraviesa de parte a parte. En su impulso, la espada sigue su trayectoria, impactando al blasfemo de aterradores colmillos. Preo la fuerza que lleva el arma no es lo suficientemente fuerte como para hacer mella en la terrible criatura.

Sin embargo, ahora solo estaba él y la criatura. Urik mira glacialmente a su oponente y se lanza con vigor a por ella, con un desgarrador grito de pura rabia.- Aaaaaaahh.

Todo empezaba a pintar mejor, Urik y Thokk se estaban llevando la gran parte de los golpes, pero con Haiayel de nuestro lado todo iría a mejor, si nos deshaciamos del último no-muerto caeriamos como una tromba sobre el cruel asesino de los tres iluminados, y en eso seguía pensando lo que hacía que sus golpes erraran o apenas fueran un golpe a considerar.

Urik viendo que solo quedaba el horrible blasfemo, enerboló su espada y cargó contra el engendro. Teníoa que acabar con él antes de que pudiera acasionarles más daños.

pero sus golpes no acasionaron ninguna mella en su oponente.

-¡Por la gloria de Pelor! ¡No seremos nosotros los que caigamos en este sótano! ¡La luz iluminará hasta el rincón más oscuro de este pueblo! - Bramo mientras una mano fantasmal se posa en el hombro de Tokk para sanar sus heridas.

Ashlyn se lanza contra el último de los muertos vivientes que suponía una amenza, éste era mucho más grande, mucho más poderoso y sus colmillos parecían expulsar ácido. Ese cadáver que parecía haber sido intervenido por un loco parecía, junto al   hombre los enemigos que habían venido a eliminar. Así que Ashlyn logró hacerle algunas heridas aunque no resultaron de importancia y el cadáver apenas hizo muestras de dolor. 

Don Urik atacó también a la criatura pero se le resbaló la espada y por poco se la clava a la paladina. 

Haiayel se encargó de curar las heridas de Thokk desde la distancia y poco a poco se le iban cerrando. De pronto el semigigante brilló y entonces se le cerraron más deprisa. Y finalmente, momentos antes de que la cólera de Thokk se perdiera y lo dejara fatigado logró clavar su hacha en aquel tipo y acabar con su vida convirtiéndolo en un cadáver que, por suerte, no volvería a la vida para eliminarles de nuevo. 

Entonces el blasfemo se lanzó contra la paladina y la mordió en el cuello arrancando gran parte de su carne. La mujer comenzaba a sangrar de manera aterradora y esto la hizo que se quedase bloqueada tratando de tapar su herida y sin poder hacer más por su vida y las de sus semejantes.

-¡Ashlyn! - Grito cuando veo a la paladina sufrir tan mal golpe, la sangre mana de la herida de forma libre y se queahora lo importante es conseguir detener la hemorragia antes de que la herida se complique.

-Pelor, concede un descanso a tu heraldo - Digo mientras cerrando los ojos de nuevo una mano fantasmagórica toca en el hombro a la paladina.

Thokk clavo su hacha en aquel tipo de los cabellos que callo muerto antes de poder atacarle. Abrio sus brazos, miro al cielo, tomo aire y solto un rugido de triunfo que hizo retemblar toda la iglesia. Se estaba empezando a cansar y habia que acabar ya ese combate. Se acerco andando hacia el ultimo zombie en pie, se quedo a una distancia en la que el llegase y el zombie no y ataco con su hacha. Acabemos con esto. - dijo Thokk a sus compañeros.

Ashlyn y Don Urik estaban siendo presa de los golpes del último zombi y esto hacía que les paralizase por los ataques sufridos. Mientras tanto Haiayel apoyaba al grupo para curar sus heridas y así evitar que cayeran en el combate, después Thokk descargó un fuerte hachazo contra la criatura pero esta ni se inmutó y volvió a morder a la paladina en el cuello. Por suerte la curación de su aliado le había hecho evitar que cayera en este asalto.

Después el semiogro notó como la energía que la había otorgado el frenesí de la furia le dejaba ahora fatigado y cansado. Notaba el dolor de sus heridas y el hacha le pesaba, necesitaba descansar pero aún no era el momento, antes tendría que acabar con aquel terrible blasfemo.

Thokk estaba fatigado pero aun asi podia seguir blandiendo su hacha, y siguió atacando a la criatura a pesar de que parecia no inmutarse con sus ataques. ¡Seguid luchando! - digo para animar a sus compañeros.

Ashlyn aprieta con fuerza el puño de su espada, se encomienda a su díos y golpea con la fuerza que la justicia le insufla, sabiendo que ha golpeado duramente vuelve a levantar la espada y acometer de nuevo, aunque la segunda vez no tuviera tan buen efecto.