Partida Rol por web

El combate se recrudeció cuando los miembros del grupo llegaron unos cerca de otros. La bomba de Alexander oportunamente acabó con una de las zarzas animadas, siendo la otra eliminada entre Ender y Ghion. No habían logrado resistir los ataques.

Pitu pudo sentir que el peligro disminuía, aunque su carne seguía abierta dejando escapar el rojizo fluido vital.

Sus compañeros acabaron rápidamente con aquellas abominaciones. Algo que Pitu agradeció enormemente. -Por Hodrum todopoderoso!!- Exclamó mientras se inclinaba de dolor y se apoyaba con las manos en las rodillas. Su muslo no paraba de sangrar y estaba tiñendo las perneras de su coraza de color cobrizo en un tono más rojizo.  Levantó una mano e hizo un ademán a sus compañeros. -Necesito ayuda...- Exclamó no sin esfuerzo, su orgullo también había sido herido. -Sangro como un cerdo.-

Aunque no era su campo y lo usaba para ocasiones especiales en sus propias carnes, Xander tenía que ayudar al pequeño camarada Pitu. Dió una tremenda calada de su puro y soltó un par de aros, antes de colocarse nuevamente el puro en los labios. Rebuscó entre sus viales y se tomó uno de ellos mientras se dirigía al moribundo halfling.
- Tranquilos, esto lo arregla el Dr. Alexander, je je, Hodrum... - Y tras sus palabras, posó su mano en la herida de su amigo caído tratando de que la alquimia hiciera el resto y cerrase la hemorragia.

Esta emboscada no me la esperaba. Necesitamos una varita de curación rápido.

Miró a sus compañeros, esperando a que alguno pudiera ayudar de alguna forma. Pitu no iba a morir, pero sin curación tampoco iba a poder luchar más.

Al ver a su compañero Valk ocupado en asegurar el terreno, Ghion opta por no perturbarle y ocuparse directamente de Pitu, pues su pequeño compañero necesita atención inmediata.

Voy a utilizar magia curativa, Pitu. Deja que te toque. Tras sus palabras, conjura el poder divino de la curación. Cerrada la hemorragia, después utiliza la varita para curar heridas ligeras para dejar al skald en buenas condiciones por si aparece algún otro enemigo.

Con esto estarás mejor. Un buen reposo cuando acampemos hará el resto. Palmeando suavemente el hombro de Pitu, se levanta y mira alrededor. Apuntemos este lugar en el mapa. Hay que decirles a los refugiados que vengan aquí a por comida. Nosotros... sigamos explorando el bosque.

Una vez liquidadas las criaturas, y sin darse cuenta que uno de sus compañeros había sido herido, Valk corrió a asegurarse de que no hubiera más enemigos escondidos en los alrededores, sorprendido por el cambio que había pegado su perro, Rex, que ahora le acompañaba a todas partes, parecía que iba superando sus miedos poco a poco...

Al volver, y comprobar que estaban curando a Pitu, se sorprendió. Vaya, parece que llego tarde....

Xander se agachó nuevamente junto a Pitu, una vez que la magia curativa del sacerdote obró sobre las heridas del pequeño cuerpo maltrecho del mediano.

- Vamos Pitu, que no se diga. ¿Puedes ponerte en pie? Cuando volvamos al claro del bosque, pediremos a Aurin que termine de sanarte. - Sonrió el alquimista a su camarada.

Tras atender a Pitu al menos para que pudiera aguantar, echando en falta contar con una varita mejor, siguieron recogiendo bayas y al final hubieron de marcharse de aquella espesa zona. Habían encontrado gran cantidad de alimento lo que les daría más margen de maniobra. Ahora caminaron más hacia el Norte, buscando un lugar más seguro al que mover todo el improvisado campamento de refugiados.

La zona del Norte pronto comenzó a presentar un detalle fuera de lo común, el de algunos árboles que habían sido golpeados. Parecía que alguna criatura había estado golpeándolos repetidamente con una cornamente. En el suelo se apreciaban las pisadas de pezuñas cercanas. El comportamiento del animal no era normal, fue la conclusión a la que podían llegar Alexander, Eren y Valk, que eran los mejores conocedores del entorno natural por el que se movían. También Pitu estaba un poco extrañado. A Ghion tan sólo le parecía que había algún ser agresivo emprendiéndola contra los árboles.

Xander se acercó a olisquear la madera de los árboles. Cogió un poco de corteza golpeada y comenzó a olerla, a la vez que se llevaba unas virutillas a la lengua para paladearlas, haciéndose el interesante, más que otra cosa.

- Mmmmm, esto no me gusta... Si fuera alguna aberración o bestia mágica mi sexto sentido ya estaría avisándome contra eso... Esto parece obra de un animal "normal". Y las marcas son de cuernos. Podría ser un ciervo o un jabalí. Aunque sería un jabalí bastante grande. Mejor será que nos andemos con cuidado. El bosque está repleto de bestias enormes. - Concluyó.

Algún animal se ha vuelto loco, dice Ghion sin aportar nada de valor. Eso sí, tras el reciente ataque en el campo de frutas, se nota que agarra con fuerza su mayal colgado al hombro, desconfiando.

El grupo no tardó en descubrir al causante de aquellas rasgaduras en los árboles, las cuales parecían haber sido realizadas por un jabalí. El animal se mostró ante ellos, gruñendo amenazadoramente y de forma sonora. Su expresión era violenta, llamando además la atención que habían flechas clavadas en el cuerpo y algo brillante en uno de los cuernos, una especie de anillo con una gema roja. Asimismo mostraba piercings y pendientes, los cuales tenían que haber sido colocados por alguna persona en el pasado. Tenía un aspecto llamativo gracias a todos esos detalles. 

Abriendo la boca lanzó un nuevo gruñido amenazador para amedrentarles. Era grande aunque no tanto como para considerarse un javalí terrible.

Allí está, dice Ghion avistando al intimidador jabalí. Desde cuando a esos bichos les mola la bisutería? Protesta sarcástico.

Empuñando con fuerza el mayal, se acerca por el camino más llano hacia el enemigo, haciendo señas a Valk para que pase delante. Vamos, a por él, protejamos a los demás! Pasa tú primero!
 

-No!- Gritó Pito al ver moverse a Ghion. Estaban en una posición ventajosa, sería más prudente dejar que el jabalí se acercara. 

Sin perder tiempo avanzó tras su compañero mientras sacaba sus cuchillas, reparando en la extrañeza de la fugura y los abalorios que mostraba. -Sin duda ha estado en contacto con la civilización...- No estaba seguro de cómo tomarse aquella imagen.