Partida Rol por web

El ser de piedra se quebró y terminó en partirse por el impacto ificaz del arma. Su cuerpo se hizo en varios pedazos al caer al suelo inanimado.

Ahora  tenían el camino libre.

¿ Los seres de piedra estaban por la zona o les habían encontrado?.

¿ Que pasaba con los niños desaparecidos?

Tal vez a su vuelta lo descubrirían, tal vez.

Ahora el grupo continuaba su viaje remontando el río, que nuevas les esperaban.

El río tenía algunos puntos de remolinos y de profundidades y anchuras a tener encuenta,  en ocasiones se dividía en varios brazos más estrechos para unirse de nuevo.

El remar la barca para los que no estaban acostumbrados era duro y salían ampollas en las manos.

El paisaje había cambiado ya no era tan helado ni con temperaturas tan bajas. En su lugar los pj se encontraban con zonas rocosas, peladas de vegetación esteril y logubre.

Conforme se acercaban a tierras del antiguo Reynaldo del rey brujo. El paisaje era más siniestro.

Había pasado varias horas la noche no tardaría en aparecer, se había perdido demasiado tiempo en la aldea de pescadores.

Hermanos, hemos perdido mucho tiempo y temo que no lleguemos a tiempo. Se que sin descansar las probabilidades serán menores, pero si llegamos tarde, no tendremos ninguna posibilidad.

Algunos de vosotros gozais del don de la visión en la oscuridad... Yo cuento con Daedîn. Propongo seguir guiados por aquellos que la luz de las estrellas os es suficiente. Yo remare. Sam y Nürlane que decidan que prefieren hacer... Bueno, solo es una idea... 

Tritón no habría defraudado al grupo: con una embestida digna de un berserker cargó con su hacha contra la criatura en principio indestructible para en un par de poderosos tajos reducirla a gravilla. Sam anotaría todas estas proezas en su manuscrito para que todos pudieran cantar las gestas de su amigo. 

Más tarde, ya embarcados les urgía tomar una decisión: descansar o proseguir el camino ya que necesitaban llegar cuanto antes.

 -Podemos establecer turnos para remar y vigilar mientras los demás descansan, dijo Sam pensando más en vigilar que en remar pues dudaba que pudiera hacer gran cosa con tamaños maderos.

El agua al caer la noche parecía tan oscura como esta.

De tanto en tanto se escuchaba cerca de la barca algún chapoteo y movimientos de roces por debajo de esta, los pies de Sam desprovistos de  un calzado conveccional   podía sentir los golpes en la madera.

En ocasiones algún enorme pez saltaba de un extremo a otro de la barca dejando ver en la oscuridad el reflejo plateado de su piel escamosa.

El río en ese tramo más ancho de lo normal parecía estar bastante calmado.

Más adelante la elfa y luego el enano verían como iban  directos a unas montañas que parecía que el río las había cortado por la mitad a su paso.

El pasar por estos cañones sin orillas y tan altos. Daban la sensación de entrar en la boca del lobo.

Cualquier piedra o desprendimiento sería muy facil darles. Al no encontrar orillas ni resguardo si no muros montañosos. Serian un blanco fácil. Si sucediera. Y no digamos de flechas, lanzas, o jabalinas.

Para entrar en ese cañón no tardarían más que unos minutos tal vez en media hora, sabían cuando entrarían pero no sabían cuando saldrían.

La noche se hacía más intensa y los ruidos igual de molestos...

El agua al caer la noche parecía tan oscura como esta.

De tanto en tanto se escuchaba cerca de la barca algún chapoteo y movimientos de roces por debajo de esta, los pies de Sam desprovistos de  un calzado conveccional   podía sentir los golpes en la madera.

En ocasiones algún enorme pez saltaba de un extremo a otro de la barca dejando ver en la oscuridad el reflejo plateado de su piel escamosa.

El río en ese tramo más ancho de lo normal parecía estar bastante calmado.

Más adelante la elfa y luego el enano verían como iban  directos a unas montañas que parecía que el río las había cortado por la mitad a su paso.

El pasar por estos cañones sin orillas y tan altos. Daban la sensación de entrar en la boca del lobo.

Cualquier piedra o desprendimiento sería muy facil darles. Al no encontrar orillas ni resguardo si no muros montañosos. Serian un blanco fácil. Si sucediera. Y no digamos de flechas, lanzas, o jabalinas.

Para entrar en ese cañón no tardarían más que unos minutos tal vez en media hora, sabían cuando entrarían pero no sabían cuando saldrían.

La noche se hacía más intensa y los ruidos igual de molestos...

Una vez en la barca el viaje no fue demasiado peligroso en los primeros tramos, pero con la caída de la noche toda precaución sería poca, Estoy con vosotros amigos, remaremos por turnos mientras el resto descansa o vigila, quizás el manto de las estrellas nos oculte de miradas enemigas.

 Sabía que no estábamos yendo por el camino más seguro, pero si por el más rápido que era lo que ahora mismo importaba, también estaba seguro que las huestes enemigas moraban los alrededores, algo a lo que debíamos estar especialmente atentos pues una emboscada en el medio del río sería muy perjudicial para nosotros.

Intentemos pasar lo más cautamente posible por las montañas o sino seremos un blanco fácil.  

En un susurro, Llorense, se dirijió a sus compañeros.

- Chicos, sería bueno envolver las palas de los remos con alguna piel. De este modo el ruido del golpeo sobre el agua quedará amortiguado. En este silencio todo se oye mucho más.-

-Otra cosa, supongo que las "estatuas petreas" será más dificil de que aparezcan en medio del río, pero recordemos que el Nigromante se rodea de sucios Orcos. Estos si ven por la noche. Solo la visión agudizada de nuestra compañera elfa, puede advertirnos de lo que nos espera a cierta distancia, antes de que sea tarde.-

-Dentro de un rato, mandaré a mi fiel amigo a vigilar desde las alturas. Su vuelo es silencioso y su vista prodigiosa-

La compañía decidio continuar y adentrarse en aquella garganta montañosa, muros de roca montañosa tan empinados y tan altos que no dejaban pasar las estrellas, ni la luz de la medio luna que había emergido en esa noche, 

todo estaba en silencio solo por algunos animales y aves nocturnos y por el leve ruido de la barca al pasar, ademas de la oscuridad concentrada en la zona, la humedad se calaba en los viejos huesos, la elfa este hecho parecía no afectarle nada, pues ellos son resistentes al frío y al calor.

la barca ahora mismo navegaba completamente a oscuras, en medio del río, solo impedía que esta chocara con algo la vista forzada de la vista o del enano.

Pensar quien va primero a comer de sus raciones, dormir y darle a los remos... 

luego tirar alerta (para ver ó escuchar).

Había permanecido en silencio la mayor parte del tiempo, asentía y negaba cuando me preguntaban, temía que fuésemos descubiertos " No he hecho demasiado en todo el día, hago el primer turno de remar compañeros, descansad y comed " dije, y me predispuse a sentarme cerca del remo para comenzar a avanzar..

"No hagáis demasiado ruído, susurrad todo lo que queráis decir" dije, susurrando a mis compañeros

la noche estaba muy silenciosa, parecía la calma que precede a la tormenta, aunque eran sólo sensaciones que recorrían mis huesos, antes de ponerme a remar debería intentar detectar alguna aura cercana antes de dormir y recuperar mis energías.

Llorense, prefirió comer algo mientras la maga remaba. La oscuridad era muy cerrada, pero su oido podría detectar ruidos incluso en tal oscuridad. Luego tenia pensado relevar al remo a su compañera. Se precisaba de Tritón y Elathiel para ver. Asi que propuso que ellos descansaran mas al ir aclarando el día, cuando el resto ya podrian vislumbrar algo.

Cuando le llegara el turno de acomodarse para dar una cabezada (no creia que mas de 2 o 3 horas), iba a mandar a Daedîn a surcar el aire. Si el veía algo, se lo haria saber, y se despertaría como tantas otras veces.

Susurrando:

-Sam, salvo que tengas otra idea mejor, me parece que lo mejor es que manejes el timón en estas aguas tranquilas, para mantenernos rectos en el centro del cauce. Es absurdo que te fatigues remando una barca que no es para gente de tu estatura.-

-Daedîn, mi buen compañero, cuando me recueste sal con precaución a ver si detectas algo, y mantente oculto en las sombras como los de tu especie haceis muy bien. Si averiguas algo no dudes en despertarme.-

Sale a volar, procurando que su sombra no le delate, ya que es un experto cazador, sabe de esto bastante, para no alertar a sus presas. 

Nürlane  pone de su parte cogiendo los remos y observando los alrededores solo les rodea la calma . Este hecho no le trasmite mucha confianza.

Llorense comento que el enano y la elfa guardar las fuerzas. Después de digerir algo relevaria a la maga. Sam tenía los brazos más cortos y aconsejo que se ocupará en la dirección de la barca.

El Autillo suyo despegó libre en el cielo oscuro, aprovecho para cazar algún roedor y tomar un tenteempie

 .Llorense le había parecido ver sombras y escuchar algunos ruidos arriba de sus cabezas entre las montañas cortadas por la erosión del río.

El Autillo vio algo que le llamo ll atención y se acercó para espiar mejor.

Hay grupos de sucios y torpes trasgos a unos metros de distancia vuestra. Arriba en la cima  sobre vuestras cabezas. Pero aún no os han visto. Van a su rollo. No es grupo que os este buscando. Pero si os ven seguro que e habrá problemas.

Por lo visto a lo largo del río conforme se avance habrá más grupos parecidos de estos trasgos. Salen por la noche a cazar y hacer maldades.

Sam miró de soslayo los remos y desechando la idea se dirigió al timón. El destino de la Hermandad ahora estaba en sus manos, ¡y nunca mejor dicho!. No tenía idea de navegar pero desde luego era la mejor opción. Sam hinchó pecho, sacó su pipa aunque apagada para evitar llamar la atención del enemigo y echó en falta una gorra de capitán que ajustarse en la cabeza.

Se concentró en la tarea e intentó al menos no encallar.

-¡Bogad con fuerza, haraganes!, quiso gritar, pero la situación requería de discreción.

El momento en el que estábamos requería el máximo de precaución, la chica maga estaba remando y al parecer intentaba encontrar alguna fuente de magia a nuestro alrededor, por su parte Llorense descansaba y esperaba que su amigo animal le informara de lo que había en los alrededores. Al ver como Sam se dirigía la timón para afianzar el curso de la barca me senté cerca de él y así sentir mi compañía y no sentirse solo. No me pare mucho a prestar atención sobre el paisaje, ya la chica Elfo y el búho estaban sondeando la zona.

  Amigo Sam, creo que este viaje va a ser más complicado que cuando fuimos en busca del pueblo Umli, espero que encontremos a Malleus y al capitán en buen estado, aunque no tengo buen presentimiento.

Ahhh, querido Daelîn, esos mastuerzos trasgoides pueden ser un problema y salir de la barca nos retrasará.

Puedes moverte por detras de ellos, hacia el interior, sin que te vean, solo para que vayan a investigar el ruido y volar lejos de su alcance justo despues? Con eso podremos pasar sin ser descubiertos, al menos por ahora...

Llorense, tenia su arco y un par de flechas en la mano por si era necesario defenderse.

En el primer grupo de trasgos el Autillo pudo despistar los y en el segundo también haciendo ruidos y haciendo su cántico nocturno.

Cuando había pasado algunas horas el grupo salió del cañón ya se comenzaba a ver orillas y la luna en el cielo. Antes los muros de las montañas no dejaban.

En eso escucharon ruidos en ambos lados de la orill. El río a encima les empujaba con fuerza de nuevo al cañón.

Unas lanzas surcaron las sombras hacia la barca de nuestros Heroes.

..

¡Emboscada! -Me da tiempo a anunciar cuando con un movimiento corto pero preciso ladeo mi cuerpo y dejo que la lanza arrojada pase de largo.

Lo correcto es estos casos es ir al lado del rio mas cercano o con menos enemigos mientras respondemos a los proyectiles.

Preparo el arco y una flecha.