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Karjian, La Caída de Het´jala [+18]

Het´jala.

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10/02/2015, 10:57
Horelk

- Todo listo para partir almirante - dijo el oficial a cargo y comenzó a dictar las órdenes correspondientes para zarpar -

Sin mucho más que agregar, la travesía hacia Emok´hatosh había iniciado.

***

 Tal como tus cálculos habían predicho, llegaron en 17 días, sin muchos retrasos, solo con una tormenta que azoto durante una tarde, pero nada que tu tripulación no pudiera controlar.

Llegaron a las costas del continente y el calor se comenzó a sentir de inmediato, a pesar de contar con unas costas levemente cubiertas por vegetación, no se necesitaba caminar mucho para observar las dunas pardas bañando el paisaje del continente.

El muelle de Het´jala estaba abarrotado por mercantes de distintas razas y culturas, quienes vendían todo tipo de productos a precios exorbitantes dado a la dificultad de conseguirlos en una zona tan agreste como lo era toda esa gran tierra.

Solo al tocar los maderos del puerto, varios de mercaderes se te lanzaron encima con sus mercancías en mano, te pedían que notes la diferencia de esa costura, el olor de ese animal, la dureza de ese yelmo, la belleza de esa joya; muchos bienes de calidad dudosa en algunos casos, de interesante composición en otros.

Los guardias, todos syroluthas, comienzan a separar a los mercaderes de tu ser con sus lanzas y escudos, no por reconocerte, simplemente porque ese era su deber. Eran guardias fieros, con pelajes distintos y protegidos por armaduras de cuero, sin mencionar sus grandes lanzas y sus imponentes escudos de piel, casi del mismo tamaño que sus portadores, llevaban el símbolo del Dajir, grandes fauces con colmillos prominentes.

- Almirante… - era Liroy - …Fragarot y yo deseamos acompañarle si usted lo permite - su voz chillona siempre iba acompañada por sus ademanes forzados que trataban de emanar respeto y cortesía, pero su cruda educación no le dejaban hacerlo correctamente…mientras tanto Fragarot se acerca con sus ojos brillantes, con su sonrisa seductora y con su maza de hueso en su mano izquierda -

- Podemos acompañarlo si así usted lo manda almirante Drakken - lleva su maza al hombro, formando así una figura imponente - pero si desea que nos quedemos a cuidar los navíos, obedeceremos la orden -

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10/02/2015, 11:18

Tras la orden de zarpar, la flota se pone en marcha. Todos a una, si todo lo dicho por Alharan es cierto mejor estar en numeros elevados... Orr y Davy Jones ya se han puesto en marcha en este mundo y falta saber que fuerzas se desencadenaran desde el Inframundo. Abro las puertas de mi camarote y dejo que el sol golpee la superficie de mi armadura diurna, con suaves zancadas me coloco al lado del timonel sin decir palabra alguna mientras oteo el horizonte, todo mar, todo agua aun queda algo de tiempo hasta llegar a nuestro destino.

El teniente sube las escaleras con prisa cuando me ve, sabe que no es normal mi rpesencia durante el dia pero no parece asustado por ello. No deberia, mis hombres, mi Legion, mi familia... todos ellos son leales y yo con ellos asi pues no deben temerme excepto cuando fallan en sus objetivos. Rapidamente me pone en antecedentes y pongo mi mano en su hombro. - Gracias, teniente. Unicamente queria estar aqui fuera mientras el sol esta en lo alto. Puede volver a sus ocupaciones. No se preocupe por mi. - El hombre vuelve a sus tareas, mientras yo me mantengo en el mismo lugar por un buen rato simplemente observando el mar y a la tripulacion, siendo mi mente la que sin embargo no para quieta.

-----------------

Diecisiete dias, tal y como habia habado con los otros dos capitanes. No es una mala carrera pero siguen siendo algo mas de dos semanas tirado en el barco leyendo libros y aburrimiendo de mala manera. He estado estudiando algo mas de navegacion y tactica de los libros de mi camarote pero realmente necesitaba salir de alli ya. Salgo de nuevo a cubierta cuando mi barco esta amarrando y el bullicio de la gente lega hasta mis oidos. Me asomo para ver como el mercado esta a tope y los mercaderes se abalanzan sobre los recien llegados intentando venderles cualquier tonteria a precios que ni los Dioses podrian pagar. Cierro mi mano sobre la barandilla de madera, el guantelete de metal cruje ligeramente debido a la presion que ejerzo. - Odio tanto maldito bullicio. - El calor es en cierta medida soportable, tantos años acostumbrado al desierto es lo que tiene... tal vez no fuera el continente mas agradable pero era el mejor para lo que habia estado ahciendo durante años. Los agentes de la Inquisicion lo habian tenido dificil para integrarse en esta sociedad y una guerra bajo el sol infernal de este lugar era una completa locura como habian aprendido por las malas.

Con un gesto de hastio y con las armas listas salto por encima del barco, para caer en cubierta sin problemas. Los mercaderes se lanzan sobre mi, los guardias lo evitan y hacen uso de su fuerza, no por reconocerme, sino porque es su trabajo. Alzo mis hombros y adopto una postura claramente agresiva, como un depredador que da a entender que este es su territorio... y asi es. Si se acercan a mi es muy probable que pierdan alguna parte de su cuerpo en el proceso, no estoy de humor para tonterias esta mañana . Los syroluthas no hacen gesto alguno ante mi amenaza implicita pues no son ellos mi objetivo, justo cuando voy a hablar aparecen mis dos capitanes. Liroy intentando ahcerse notar y Fragarot de nuevo con esa sonrisa en la boca... que todos los Dioses me libren de entender a las mujeres.

- Dejad a alguien competente al cargo de los navios y que se encarguen del avituallamiento. No necesitaremos mucho para llegar a casa desde aqui, pero mejor no hacer tonterias. - Les miro tras mis palabras y sonrio tras la mascara que cubre mi rostro. - Pues claro que vais a acompañarme ¿o es que acaso preferis ir a alguna taberna a holgazanear? - Mi tono de voz ha cambiado desde que ambos han pronunciado sus palabras, ha pasado del mas completo hastio a algo muy parecido al humor. - Puede que despues de todo no sea un asco de mañana. - La verdad es que aunque encontraba util el uso de la armadura tambien era un verdadero coñazo, menos mal que no quedaba demasiado para el anochecer.

Me acerco a uno de los guardias para preguntarle donde esta sus superior cuando me lo indica me acerco al mismo. - Oficial, soy Drakken Rash'Al Nassark, Señor de la Legion y me gustaria ver al Dajir. - Espero al menos una pequeña escolta, nada excepcional pero si lo suficiente como para evitarme a los mercaderes y a cualquier posible ratero. No por nada sino porque no me gustaria manchar de sangre el suelo tan pronto...

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11/02/2015, 14:21
Horelk

El guardia te mira, más no te presta mucha atención, estaba más concentrado en los mercaderes, fijándose que no sobrepasen la línea formada por su lanza y sus brazos.

- Señor Drakken - se oyó muy cerca entre el bullicio, era un rostro familiar, un hombre de confianza del Dajir, era Garal Varr, un comandante de las fuerzas del Dajir, un syrolutha respetado en esas tierras y cuyo honor siempre lo haría respetable en cualquier otro lugar, se acerca, te toma del brazo y casi a estirones, logra zafarte de esa multitud maloliente de mercaderes de razas varias - siento ese inconveniente señor Drakken, el mundo se está yendo a la mierda y la gente se vuelve loca para poder comprar su pase a la muralla del Dajir… - calla un minuto y te guía hacia lo que sería una muralla de proporciones gigantescas, fácilmente de unos 15 metros de altura - …esta es la empresa más ambiciosa en la que el Dajir ha gastado sus recursos, se trata de una muralla que cuenta con un perímetro de 2816 m, 2700 almenas, 118 torreones y 12 puertas, ocupa una superficie de 43 hectáreas y conforma un rectángulo orientado de este a oeste, sus muros tienen 3 metros de grosor y 13 de altura, está hecho principalmente de ladrillo y rocas de las montañas del norte, lo hemos revocado con una fina capa de corindón para asegurar su dureza ante el ataque de los dragones, su construcción aún está en proceso, puesto que nuestra meta es que alcance los 35 metros, por ello es que hemos comprado más de 100.000 esclavos, pronosticamos que nos tomara un año en finiquitar la obra, ingresar a ella, conlleva el pago de un pase de 1.000 monedas de oro, ley que no me gusta, pero la palabra del Dajir es ley, usted ya sabrá eso -

Mientras daba estas explicaciones, llegaron a una de las puertas de la muralla, los guardias que encima de ella vigilaban, dan una señal y se abre el complejo dándote paso a ti y a tus acompañantes, notas como cientos y cientos de trabajadores llevaban materiales, los acomodaban sobre la muralla, preparaban la cal y realizaban otras tareas enfocadas en la extensión de la muralla.

Afuera solo se veía un paisaje desertico, adornado con algunas viviendas humildes y mercaderes conglomerados, adentro de esa gran defensa, el panorama era completamente distinto, con calles compuestas de mortero y adornados con piedra caliza, plantas verdes que aportaban frescura, fuentes de agua por doquier y gente con ropajes y miradas que implicaban buen estatus económico, quienes paseaban y reían, ignorando la desesperación que reinaba fuera de aquella gran estructura.

El palacio del Dajir era un edificio con base cilíndrica de finos detalles y con la cúpula acebollada típica de las pagodas de monjes del desierto, con dorados matices de adornos blancuzcos y brillantes, era una edificación única cuya exquisitez era tan escasa como apreciada a los ojos de los amantes de la arquitectura y los no tan amantes de ella también.

Había guardias en todas las entradas al palacio, todos respondían con un saludo compuesto por el golpe de la lanza al suelo y un cuerpo tensionado en señal de respeto y disciplina hacia el comandante quien solo los ignoraba.

Una vez adentro, notas que la sala era de un tono dorado exuberante, adornado con plumajes y con concubinas syroluthas desnudas por doquier, quienes se acostaban, reían, bailaban o jugueteaban entre ellas, el Dajir descansaba sobre un trono digno del rey más poderoso no solo del continente, sino del mundo entero, con un diseño acorde a todo el ambiente excesivo del lugar.

- ¡Oh! Pero miren nada mas - dijo sonriente el Dajir Aragrokk Ventosh - un viejo amigo tocando a las puertas de mi casa en medio de un mundo que cae lentamente en pedazos, ¿coincidencia? Lo dudo mucho - su lengua era filosa y sus palabras sarcásticas -

El syrolutha levanta una copa hecha de oro, un sirviente le sirve vino en abundancia y te mira completamente desperdigado sobre su trono en actitud aburrida, el comandante da unos pasos para quedar cerca del gobernante de esas tierras, en actitud formal y educada.

- Y dime mi buen amigo, en que te puede ser útil este viejo gobernante… ¿o acaso esto es solo una visita amistosa? - las concubinas ríen a carcajadas junto a su señor -

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12/02/2015, 06:58

El guardia no me hace demasiado caso, la gente empujando con fuerza requiere de toda su concentracion, cuando de pronto alguien coloca una garra bajo mi brazo y a tirones consigue sacarme de todo el bullicio. Una vez fuera del mismo y tras mirar al que me ha sacado de manera tan poco ortodoxa escucho sus palabras y asiento levemente. Me hace un gesto para que le siga y asiento antes de girarme y mirar a mis subalternos, hago un gesto con la mano muy simple, de ahora en adelante perfil bajo... que nadie ni el mismo Dajir se tenga que fijar en ellos, si recuerdo bien a ese gato de la ultima vez esta no sera una negociacion facil.

El oficial nos mueve entre claros donde la gente no parece estar matandose por entrar en la susodicha muralla, con su mano nos indica la construccion... una construccion digna de una mente enferma de poder y egocentrismo. Creer que puede terminar la muralla y que esta servira sin mas de algo es una locura... pero es el Dajir y como bien ha dicho su oficial, nadie protesta ante el, a riesgo de perder la vida. Nos explica en detalle el lugar, sus torreones, sus almenas y otra serie de informacion que le seria mas util a un ingeniero de asedio que a mi, mas parece que alguien le haya dicho que lo haga asi por lo que prefiero no interrumpir. Atravesamos uno de las doce puertas y entonces el mundo cambia por completo, donde antes habia tonos marrones y calor, ahora esta lleno de exhuberantes fuentes y tonos verdes por doquier que le dan un toque refrescante y fresco al ambiente. Los colores asi mismo tambien cambian asi como el nivel de vida y atuendos de los ciudadanos mas alla de la muralla, aqui esta lo mejor de lo mejor... es decir, los mejores lameculos del Dajir y todos aquellos que pueden obsequiarle con el suficiente dinero como para que se les permita estar aqui dentro. El poder corrompe a las especies menos longevas, sin duda este espectaculo es un buen ejemplo de ello.

Escucho de refilon las ultimas palabras sobre el coste de entrar en la muralla y niego lentamente sin decir nada, exprimes a tus ciudadanos por cada moneda de oro y ahora ademas les pides mil mas para poder encontrar tu proteccion... no eres un Dajir, no como el anterior, eres un tirano. Sabia que este momento llegaria pero quien puede hacer nada, el ejercito que le sigue es simplemente brutal y decidido.

Atravesamos el paraiso en medio del desierto hasta llegar a un edificio que deja a los demas a la altura del barro, es como comparar el marmol mas blanco con el mejor de los ladrillos. Su silueta, su boveda son de una exquisitez sin lugar en este mundo, cada milimetro del mismo esta pensado para ser una oda a la perfeccion, sus ribetes conformados en oro se incrustan con delicadeza en la piedra blanca de tal forma que parece que siempre hayan estado unidos. Solo espero que sobreviva al ataque... al fin y al cabo una muralla de 35 metros no te cubre de seres capaces de volar y caer dentro de la misma. Aunque el hechode que hayan contratado a 1000 esclavos deberia redundar en mi propio beneficio, espero.

El comandante se adentra en el edificio y los guardias responden con saludos marciales tal y como se acerca, los colores dentro van variando hasta llegar al mas puro dorado, momento en el cual entramos en la corte del Dajir o deberia decir mas bien en el haren del Dajir. Tener que ver a sus concubinas aqui quiere decir que no se toma en serio mi llegada y que realmente le da mas bine igual lo que haya venido a hacer a su ciudad. Ante mi tirado en su trono como un leon tras haber fornicado demasiado se encuentra Aragrokk Ventosh, el Dajir... sus palabras de bienvenida cortan tanto como la guadaña de Alharan, tal vez hubiera sido mejor que el lupino estuviera aqui pero ya no se puede hacer nada al respecto. El sarcasmo siempre ha sido una de sus armas, bueno siempre que se cree en una posicion de poder usarla y aqui en el centro de su poder y rodeado de las putas mas caras del reino asi es. Me adelanto hasta una posicion respetuosa y me inclino ligeramente, no me gusta pero se que estas muestras de protocolo le chiflan en el mejor de los casos.

- Dajir Aragrokk Ventosh. Gracias por recibirme con tanta premura. - Me levanto tras la reverencia. - Como bien dices esto no es coincidencia ninguna y debo decir, que aunque me duela, tampoco es una visita de cortesia. - Rio levemente ante su comentario de "viejo gobernante", no es una risa ironica ni mucho menos, sino amistosa. - Tu no eres viejo amigo mio. Ningun "viejo" tendria el temple para construir semejante muralla ni se prepararia para la batalla mejor de lo que lo haces tu. - Dejo un par de segundos antes de continuar, pues se que de mis palabras dependen muchas cosas. - Me gustaria tratar temas que afectan a su persona Dajir y tambien al resto del mundo, si eso no supone un problema ni tampoco una molestia. - Maldito gato, en serio quieres que anuncie a los cuatro vientos, en mitad de un atajo de zorras que probablemente se reirian si estuvieras despellejando a una de ellas unicamente por no ser las siguientes, lo que me ha traido hasta aqui.

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17/02/2015, 11:40
Horelk

El Dajir te observa con esos ojos felinos, con una mirada de punzante atención y una sonrisa burlesca, pululante, desagradable.

Sus ropajes consistían en unas túnicas de fina manufacturación, te percataste de ello cuando se levantó de su gran trono dorado y baja las escalinatas hacia ti, con los brazos abiertos, como deseando darte un abrazo, pero ese no era su objetivo, simplemente señala el esplendor a su alrededor, contoneándose sobre su propia pedantería, aludiendo ser el dueño de ese lugar y de toda Karjian, no decía nada, simplemente su lenguaje corporal daba a entender eso.

- Cuentan que el diablo es más sabio por viejo que por diablo, yo quiero ser viejo, para poder ser más inteligente, no sabio…el sabio solo se conforma con ser feliz con la miseria, yo no quiero miseria, quiero poder, oro y mujeres - una de sus concubinas se acerca correteando coqueta hacia los brazos del Dajir, quien le brinda un vulgar beso y la lanza como si de una cosa sin valor se tratara, la muchacha solo ríe y se arrastra hacia las otras syroluthas quienes la acogen en un pequeño oasis vulgar de torsos desnudos y manos buscando tocar algo más allá de lo correcto - ¿historias y temas que me afectan dices? No podría estar más de acuerdo mi buen Drakken, te cuento ahora un tema que te afecta a ti: un hombre aliado con un antiguo enemigo del Consejo, hoy en día viene aquí, sosteniéndose en nuestra relación comercial con la esperanza de que le brinde los recursos que necesita para salvar a nada más ni a nada menos que al mismísimo Consejo…así que dime mi buen vampiro ¿Quién me asegura que tras salvar al Consejo, no seré yo tu próximo objetivo? - un silencio incomodo inundo la gran sala - te afilias con piratas, sabiendo perfectamente que tengo una historia no tan grata con una de sus principales representantes, quien nada más ni nada menos es una discípula de tu actual aliado, el perro sarnoso que se hace llamar el campeón de Azrael - todo rastro de sonrisa fue eliminado por un rostro amenazante y peligroso -

- ¡¡No te atrevas a hablar así del capitán!! - vocifero Fragarot, con sus ojos repletos de ese fuego furioso que solo se percibia cuando una ira que no se podía contener, inundaba su ser y su conciencia - ¡el capitán Alharan está dispuesto a olvidar sus diferencias con el Consejo para salvar el mundo de Karjian, mundo al que perteneces y que está igual de amenazado que las tierras del Consejo! -

- ¿Dejas que las mujeres hablen por ti Drakken? Vaya signo de debilidad, haz callar a tu puta y trataremos de negociar, que de eso se trata todo esto… ¿o no? -

La orca se dirige hacia Aragrokk, el pequeño Liroy trata de detenerla, pero le fue imposible, dos guardias le cierran el paso, pero ambos salen expedidos ante la fuerza de las llamas que envolvían a la bruja, el dajir se asusta y da unos pasos hacia atrás, las concubinas comenzaron a gritar pavorosas, no había nada ni nadie que sea capaz de detener a esa mujer de sus ganas de asesinar a aquel que insulto al que casi es un padre para ella y a su persona en sí.

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17/02/2015, 12:58

Ciertamente tenia una historia con este ser, este khajita... eso no queria decir que me cayese bien o que sus maneras me gustasen. Pedante y egocentrico hasta decir basta era capaz de cansar a cualquiera... otra cosa es que alguien de sus subditos se atreviese a hablar fuera de lugar.

Baja los escalones como un mortal convertido en Dios, como si todo lo que le rodea fuera suyo por el simple hecho de existir, contengo una sonrisa burlesca ante semejante manera de comportarse. Vuelvo a contener mi lengua cuando veo el trato que da a sus concubinas y aun mas como estas parecen apreciarlo... el hedonismo llena este lugar de tal manera que la estupidez mas profunda no seria capaz de hacer mella en el. Y sin duda este "Dajir" es idiota en todas sus formas y maneras, supuestamente deberia sentirme cohibido o amenazado por su poder, mas su poder es oro y el mio es suficiente para arrancarle la yugular sin necesidad de esforzarme. Lanza de nuevo sua filados comentarios contra mi... siento hastio ante la mezquindad que rodea sus palabras y sus actos mas necesito su ejercito de una u otra manera. Estoy a punto de cortar su discurso cuando comete la estupidez de nombrar a Alharan de una manera poco agradable y la reacciond e Fragarot es sin duda la esperada... bueno aunque tal vez deberia aprender a hacer oidos sordos a semejantes individuos o sino poca ciplomacia podremos tener.

Levanto la voz, con un toque autoritario y de fuerza que no habia usado hasta ahora. - Fra-ga-rot - Dejo que cada silaba posea su propio peso en mi voz, que caiga como lingotes de acero contra un suelo de piedra, astillandolo y rompiendolo. - ¡Basta! - Mis ojos se deslizan de uno al otro y dejo que la furia se vea reflejado en ellos, incluso a traves del visor de mi armadura. - Vuelve a tu sitio Fragarot y controlate. - Impondre la suficiente fuerza en mis palabras para que entienda que es una orden. Controlo la posicion del sol para quitarme la mascara frontal de la armadura y pasear mi mirada, una que trasmite una furia que apenas soy capaz de contener. - Ella pertenece a mi Legion y espero no hayas olvidado lo que eso significa. Trata a tus concubinas como desees, pero no vuelvas mancillar el honor de ninguno de mis hombres y mujeres. - Doy un par de pasos y miro a los guardias en el suelo. - Levantad esas armas contra cualquier de los mios y yo mismo os desangrare frente a vuestro Dajir.

Me adelanto un par de pasos hasta quedar a poco metros del gato.- Puesto que tienes los huevos para llamar a cada uno como te place, te advierto de que Alharan en persona vendra hasta este puerto en breve. Estoy seguro de que le encantara saber como le llamas cuando no esta presente. - Miro a las concubinas y niego lentamente. - El Consejo me llamo para negociar como hizo con practicamente cualquiera que quiso escucharle. Tu deberias haber estado alli, porque asi podrias haberles sangrado por cada pizca de poder que requieren de ti... porque si, Dajir, ellos necesitan de ti. Necesitan de cualquiera de este mundo que realmente quiera salvarlo. - Doy un par de pasos hacia un lateral y señalo la muralla que esta construyendo. - Esa muralla tuya, sabes que hace... lo sabes... convierte esta parte de la ciudad en un matadero. Los dragones vuelan Dajir, ni aunque la elevaras un centenar de metros valdria de algo. El Consejo esta dispuesto a negociar, en oro, ejercito, tesoros cualquier ayuda que se le ofrezca y por eso... amigo mio estoy aqui. Pide que es lo que deseas y el Consejo te lo dara de buen grado.

Camino de nuevo hasta donde se encuentra, con mi mirada mas calmada. - Deberias conocerme mejor, puesto que estuve aqui cuando ascendiste al trono. Nunca he tenido deseo alguno de tu poder, nunca he tenido deseo alguno de tus tierras o tus ciudades. Mi unico deseo es romper a la Inquisicion en mil pedazos... y el Consejo es util... util por ahora, nada mas. - Doy un par de pasos mas hacia el. - Hace ya demasiado tiempo jure aqui, a tu lado, por un pacto de sangre que seriamos aliados, que nos defenderiamos de nuestros enemigos y ese pacto sigue vigente hoy. Jamas vuelvas a decirme que no hago honor a mi palabra Dajir o la ira que has visto en mi capitana, seran apenas las ascuas de la mia.

Vuelvo a mi posicion sin dejar de mostrar mi furia en mi lenguaje corporal. - Explicaciones es lo que  quieres y es lo que tendras. Alharan esta dispuesto a pelear junto al Consejo para salvar al mundo de los dragones, eso deberia indicarte la gravedad del asunto. Que dos enemigos de esas proporciones se alien es bastante extraño si no es en la mas extrañas de las circunstancias y estas lo son. Los que aqui ves ya no son piratas, son miembros de mi Legion... en cuanto a ese incordio que navega por tus mares no es aliada mia. O caso has olvidado las veces que hemos intentado cazar ese maldito navio, no eres tu el unico que ha tenido perdidas frente a esa bruja de los desiertos y no, ella no es mi aliada. Mas si decide unir sus fuerzas en esta maldita guerra por impedir el extermino de todo Karjian, la aceptare de buen gusto... porque es lo que es Dajir. Si perdemos... Karjian desaparecera y todas tus riquezas con el, pero y si aceptaras unirte a esta Alianza. Sabes lo que eso significaria, el mismo Consejo admitiendo que necesita TU ayuda para poder lidiar con este enemigo. Admitiendo que sin TU poder, sin TU ejercito y TU vision no pueden proteger a este mundo... y cuando todo acabe y salgamos victoriosos, podras echarselo en cara. Podras reirte en sus narices porque fueron ellos lo que vinieron en tu busqueda y no al reves. El Consejo tuvo que tragarse su orgullo y admitir que fue gracias a Aragrokk, el Dajir, que Karjian sigue vivo.

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23/03/2015, 19:12
Horelk

Tras pocos días de viaje, notaron como el clima casi helado de los vientos de Karjian comenzaron a mermar ante el calor de las arenas de Het´jala.

Por abajo, ahí donde los mercaderes, comerciantes y marineros se apostaban, detuvieron sus pasos para poder observar aquel fantástico hecho de poder observar esa imponente maquinaria sobrevolando los cielos.

No había torre de atraque, el ingeniero en jefe debía improvisar, lo que resulto una verdadera hazaña puesto que no había bosque cercano ni árbol de buen tamaño.

Pero tras varios intentos, pudieron encastrar el ancla en un edificio abandonado, no muy lejanos al mercado, pudiendo así realizar el descenso de los encargados de la diplomacia con el Dajir, quien aguardaba en su palacio, en el centro mismo de la ciudad.

Llegaron hasta las puertas del palacio, habían varias personas, entre ellas un conocido de Jo´kar, el inquisidor que fue expulsado por Akenathor en la reunión celebrada en Vanha´atha, ya varios meses de aquel acontecimiento.

- Adelante…el Dajir los espera – dijo un vetusto guardia syrolutha, armado con una lanza y un gran escudo, tal como los demás guardias del lugar, quienes analizaban con sus ojos felinos a los recién llegados, bastante variopinto en su conjunto, una mujer pálida con los ojos que exaltaban una llama purpura, el capitán Noah, el mismo que también fue liberado en Vanha´atha, un grupo de seres equipados con armaduras que le cubrían hasta los ojos, una armadura bastante parecida a los desaparecidos soldados de Relliar, un antiguo grupo de mercenarios que se vieron extintos tras sus malas movidas diplomáticas, solo que estos no llevaban capsula de respiración, eso solo implicaba una cosa: vampiros -

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23/03/2015, 19:12
Horelk

Aquel grupo de vampiros, te encamino hacia el concurrido centro de Het´jala, una metrópolis comercial compuesta por seres de todas las razas, pero donde sobresalían principalmente los simpatizantes de los inquisidores: syroluthas, quienes comerciaban en menor medida, pero servían como guardias de todo aquel pedazo de tierra árida, quienes con lanzas y grandes escudos, percibían cualquier movimiento brusco en busca de problemas.

El licántropo antes de ingresar a la ciudad, decidió alejarse y tomar una posición más elevada de aquel lugar, notándose el calor que expedía con semejante pelaje, ignoro las molestias y acato la orden dada por la capitana de aquella compañía y fue cuando él se alejó, que pudieron notar como una gran aeronave comenzó a pilotar sobre los cielos, hasta detenerse no muy lejos de ahí, de la cual, algunos tripulantes descendieron para llegar hasta la misma puerta donde estabas.

Y ahí apostados frente a dicha puerta del palacio del Dajir, se pudo observar un grupo de rostros y razas distintas, una mujer pálida con unos ojos que expelían destellos purpuras quien aparentemente iba acompañada por un pirata, uno de rostro familiar, quien lo ubicaste en tu memoria como el capitán Noah; también estaba un conocido, Jo´kar Zarpa mullida, quien participo de la reunión donde habías sido expulsado hacia un buen tiempo atrás y que iba acompañado aparentemente de un elfo, cuyas indumentarias indicaban que era un practicante de magia..

- Solicitamos el ingreso para una reunión con el… -

- Adelante…el Dajir los espera – interrumpió un vetusto guardia syrolutha a las palabras de la capitana -

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23/03/2015, 19:13
Horelk

Tras varios días navegando en aguas heladas, el Clipper fue capaz de llegar a puerto, dejando atrás un gran número de soldados debido a la capacidad del buque, quien solo pudo transportar la mitad de los guerreros, quedando atrás los ogros y algunos jinetes.

El aire caliente del continente se hizo sentir aún lejos de sus playas, donde se había implementado un puerto y el respectivo acceso a la metrópolis, tras un corto tiempo pudieron notar como una gran aeronave comenzó a pilotar sobre los cielos, hasta detenerse no muy lejos de ahí, de la cual, algunos tripulantes descendieron para llegar hasta la misma puerta donde estaban aguardando ingresar para dirigirse hasta el Dajir.

Notaron un grupo de seres equipados con armaduras que le cubrían hasta los ojos, una armadura bastante parecida a los desaparecidos soldados de Relliar, un antiguo grupo de mercenarios que se vieron extintos tras sus malas movidas diplomáticas, solo que estos no llevaban capsula de respiración, eso solo implicaba una cosa: vampiros, grupo que estaba siendo acompañado por un hombre de rostro descubierto, al parecer, un humano, tal vez un simpatizante de los vampiros o un prisionero; cuando se percataron de ello, el grupo que había descendido de la aeronave también se habían conglomerado en la puerta, se trataba de un syrolutha y de un elfo, cuyas indumentarias indicaban que era un practicante de magia.

La líder de los vampiros hablo, pero fue interrumpida por un vetusto guardia syrolutha con la siguiente frase:

- Adelante…el Dajir los espera –

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23/03/2015, 19:14
Horelk

Ya traspasado el linde de la gran puerta, notaron lo que sería una muralla de proporciones gigantescas, fácilmente de unos 15 metros de altura una empresa ambiciosa en la que el Dajir ha gastado sus recursos, una muralla que contaba con un perímetro de 2816 m, 2700 almenas, 118 torreones y 12 puertas, ocupaba una superficie de 43 hectáreas y conformaba un rectángulo orientado de este a oeste, sus muros tenían unos 3 metros de grosor y 13 de altura, hecho principalmente de ladrillo y rocas, revocado con una fina capa de corindón para asegurar su dureza, su construcción aún estaba en proceso, a pesar de poder verse más de 100.000 esclavos trabajando en aquel infraestructura.

Llegaron a una de las puertas de la muralla, los guardias que encima de ella vigilaban, dan una señal y se abre el complejo dando paso a todos, notan como cientos y cientos de trabajadores llevaban materiales, los acomodaban sobre la muralla, preparaban la cal y realizaban otras tareas enfocadas en la extensión de la muralla.

Afuera solo se veía un paisaje desértico, adornado con algunas viviendas humildes y mercaderes conglomerados, adentro de esa gran defensa, el panorama era completamente distinto, con calles compuestas de mortero y adornados con piedra caliza, plantas verdes que aportaban frescura, fuentes de agua por doquier y gente con ropajes y miradas que implicaban buen estatus económico, quienes paseaban y reían, ignorando la desesperación que reinaba fuera de aquella gran estructura.

El palacio del Dajir era un edificio con base cilíndrica de finos detalles y con la cúpula acebollada típica de las pagodas de monjes del desierto, con dorados matices de adornos blancuzcos y brillantes, era una edificación única cuya exquisitez era tan escasa como apreciada a los ojos de los amantes de la arquitectura y los no tan amantes de ella también.

Había guardias en todas las entradas al palacio, todos respondían con un saludo compuesto por el golpe de la lanza al suelo y un cuerpo tensionado en señal de respeto y disciplina y de entre ellos apareció un escriba quien se acerco a cada uno para preguntar sus nombres y a que hermandad representaban.

Una vez adentro, notan que la sala era de un tono dorado exuberante, adornado con plumajes y con concubinas syroluthas desnudas por doquier, quienes se acostaban, reían, bailaban o jugueteaban entre ellas, el Dajir descansaba sobre un trono digno del rey más poderoso no solo del continente, sino del mundo entero, con un diseño acorde a todo el ambiente excesivo del lugar, quien se encontraba conversando con un famoso líder vampírico, Drakken Rash'Al Nassark, señor de la Legión y actual aliado de Alharan, el capitán lupino.

Había una orca de indumentarias parecidas a la de los brujos tribales y un gnomo vestido con ropajes oscuros y sombrero triangular, tal como todo buen capitán marinero.

- ¡Oh! Mira nada mas Drakken, mas lameculos han llegado buscando auxilio, conste que me estaba divirtiendo contigo señor de la Legión – dijo petulante el Dajir, sentado en su trono, con el puño como soporte y con el rostro aburrido -

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23/03/2015, 19:14
Horelk

Tras tu discurso, cuando el Dajir se dispuso a responder, un grupo de lo más variopinto ingreso al lugar, solo pudiste reconocer a Anastasia Delark primeramente, luego pudiste notar a Jo´kar Zarpamullida, quien a pesar de unos pocos meses de haberlo visto, se lo notaba con un aire distinto, con presencia de un hombre con poder, ya no el de un simple cazador; iba acompañado por un elfo cuyas indumentarias indicaban que era practicante de las artes arcanas; en el grupo de Anastasia estaba un hombre cuyo rostro te pareció familiar, era Sorek, el inquisidor que fue expulsado de la reunión celebrada hace un tiempo en Vanha´atha; también estaba el capitán Noah, el pirata liberado en la misma reunión quien a su vez iba acompañado por una mujer pálida, cuyos ojos expelían un fulgor morado, un vohnia claramente según tus ojos de hechicero.

- ¡Oh! Mira nada mas Drakken, mas lameculos han llegado buscando auxilio, conste que me estaba divirtiendo contigo señor de la Legión – dijo petulante el Dajir, sentado en su trono, con el puño como soporte y con el rostro aburrido -

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23/03/2015, 19:14
Horelk

- Garal… ¿quiénes son estos? – pregunto el Dajir a su comandante de confianza, quien iba firme a su costado derecho, y quien a su vez recibió un documento que comenzó a leerlo en voz alta –

- Presentando a Kyara, general de los Cráneos Olvidados, acompañada por el capitán Noah, señor pirata y capitán del Clipper “Victoria de los Caídos”, quien a su vez va acompañado por Gerard de Rivia; también se encuentra Anastasia Delark, capitana de la compañía alpha de la Legión quien va acompañada por Sorek Hounjan, ex inquisidor; Jo´kar Zarpamullida, heraldo del consejo, capitán de la aeronave “Luz de Gaia”, quien va acompañado por Vulakar, alto mago de la escuela de hechicería de Verelen y representante de su rey élfico Akenathor Leröiner…ante ustedes Aragrokk Ventosh, señor, amo y Dajir de Het´jala, guerrero de las arenas e hijo del dios Oro –

- Ahora veo que son muchos nombres para el mismo objetivo…han venido a buscar mis fuerzas y creo que estoy aburrido del mismo tópico…así que sean directos, van dos horas que no embarazo a ninguna – sonríe ante las concubinas quienes comienzan a soltar carcajadas casi infantiles -

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23/03/2015, 20:17
Sólo para el director

 El Dajir deja pasar la situacion con Fragarot y vuelve a soltar un improperio en mi direccion, a un nivel de tono de voz que queda enmascarado por la apariacion de un variopinto grupo. Mas no por ello reduce su altaneria y prepotencia. No me giro a mirarles aun no mas si detengo mi mirada sobre la del gato. Con el porte henchido por el orgullo herido por enesima vez doy un par de pasos hacia el Dajir, los suficiente como para dejar clara mi postura. Una mirada se clava en su comandante, dejando claro que como se mueva lo mato alli mismo, para despues devolver mi atencion al Dajir. - Dajir, trata a tus esclavos como quieras... mas si vuelve a insultarme, sera lo ultimo que hagas en esta vida. ¿Ha quedado claro? - El tono es bajo, muy bajo pero deberia ser audible para ese maldito gato. Y porta sin duda una frialdad y una ira apenas contenida.
 

- Tiradas (1)
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23/03/2015, 20:22

Tras haberme acercado al Dajir, doy un par de pasos hacia atras sin ni siquiera esperar una respuesta por parte del maldito idiota. En ese momento me giro parcialmente para no dejar a mi espalda al Dajir pero tampoco a los recien llegados. Mi mirada se posa sobre mis acompañantes, estoy seguro de que entienden lo que ocurrira... y si es necesario cuales son las medidas a tomar, unas medidas que sin duda alegraran a Fragarot.

En eso giro mi cuello, lentamente con parsimonia, para mirar a la entrada, mientras el comandante que esta junto al Dajir empieza a enumerar una serie de nombres con sus respectivos titulos. Algunos conocidos, otros no tanto, pero sin duda ninguno pasaria desapercibido... reconozco unos cuantos de ellos del Conclave que dio lugar a esta carrera frenetica por conseguir un ejercito para lidiar con los dragones. Mas la persona mas importante, no es ninguno de ellos, Anastasia esta aqui, no puedo mas que sonreir al verla llegar... mis labios dicen una unica palabra sin emitir sonido alguno. Una advertencia que pocos ajenos a la Legion podrian entender y que ademas añade urgencia a que se acerque pues tengo necesidad de la informacion que porta. La situacion es tensa por decirlo de alguna manera.

Lo que no llego a entender es que hacen aqui el resto. Anastasia sabia que venia pero no con tal peculiar compañia. Jo´kar parece cambiado, denota mas autoridad y mas confianza en si mismo. Noah y Gerald se les ve igual que la ultima vez, pocos cambios para el capitan pirata que ya era duro antes y confiaba en si mismo demasiado, en cuanto a su lugarteniente no lo conoci antes pero no veo mucho cambio tampoco. Sorek, el ex-inquisidor, tampoco ha cambiado mucho desde la ultima vez, tiene la misma pinta de perro apaleado que cuando le echaron a patadas del Consejo. Y los dos nuevos, los dos ultimos, una mujer de pelo blanco que es general de un grupo llamado los Craneos Olvidados... mas no aparenta ser tan dura como el nombre de los suyos y por ultimo un mago elfo que viene como representante de su rey.

¿Cual es su proposito? No se suponia que cada uno conseguiria por su cuenta los efectivos necesarios para esta guerra... ¿Que hacen todos juntos, justamente aqui en el contiente de arena? Muchas preguntas que se ven apartadas a un lado con la groseria y pedanteria del gobernante de este lugar, quien ademas se autodenomina Hijo del Dios Oro. Deberia haberle arrancado la piel cuando tuve oportunidad, mas eso queda lejos ya. Les miro y me quedo callado, al fin y al cabo ha sido a ellos a quienes acaban de presentar y deberian ser ellos quienes tomaran la palabra.

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23/03/2015, 23:04
Sorek Hunjan
Sólo para el director

intento escuchar lo que dice el vampiro

- Tiradas (1)
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25/03/2015, 13:31
Jo'kar Zarpamullida

Jo'kar aprovechó los días de viaje y los materiales que tenía a mano en aquel barco para sintetizar un veneno que le diese ventaja cuando encontrase al hombre que tenía que cazar. Necesitaba algo que le ayudase a rematar a ese tío si sus propias dagas no eran lo suficientemente fuertes para hacer el trabajo. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Esto es para antes de desembarcar y por eso lo dejo puesto aquí, ya me comentarás con la tirada y todo que propiedades tiene el veneno. 

A parte y para no duplicar post te dejo una tirada de escuchar para cotillear todo lo que se diga en la habitación. 

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25/03/2015, 13:35
Jo'kar Zarpamullida

Jo'kar había bajado de su nave y había seguido las indicaciones hasta llegar al palacio del Dajir. Aquella construcción era enorme y Jo'kar miraba a todas partes con curiosidad. Cuando vio la gran cantidad de esclavos que había en aquel lugar, Jo'kar no pudo evitar hacer una mueca de disgusto mas continuó sin decir nada.

Cuando estaban a punto de entrar, Jo'kar se fijó que había gente esperando a que les tomasen el nombre y reconoció algunas caras entre ellos. Haciendo un gesto para separarse de Vulakar indicándole que le esperase un momento, Jo'kar se acercó hasta un humano que había allí y que parecía que aún no le había visto. 

Hola, siento interrumpir. - dijo el syrolutha cuando se acercó al grupo que acompañaba al inquisidor. - Tenía el presentimiento de que algún día volveríamos a cruzarnos Sorek. Por eso guardé esto, - dijo tendiéndole el rifle y las balas que tiempo atrás había tenido que quitarle. - confío en que no me guardes ningún rencor mas, si así lo haces, creo que sería mejor posponer el asunto hasta que hayamos terminado la reunión con el Dajir. - dijo el syrolutha intentando que su antigua rencilla no afectase a su importante misión. 

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25/03/2015, 13:58

Dajir, trata a tus esclavos como quieras... mas si vuelve a insultarme, sera lo ultimo que hagas en esta vida. ¿Ha quedado claro? -

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25/03/2015, 13:59

Dajir, trata a tus esclavos como quieras... mas si vuelve a insultarme, sera lo ultimo que hagas en esta vida. ¿Ha quedado claro? -

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25/03/2015, 14:00
Aragrokk Ventosh

- Amenazas, amenazas mi buen señor vampiro…y sin embargo sigue aquí, eso solo implica que a pesar de todo, tengo la razón, me necesita, quiere mis 3.000 guerreros bajo su comando…un ejército así ya no lo encontrara en ningún lado, así que ubíquese esos datos en su cerebro y trate de analizar lo que perderá si tan solo uno de mis pelos son dañados…ni todos los guerreros de la Legión unidos con los soldados de Alharan podrán contra mi…así que aléjese, su falta de aliento me desespera, los no muertos en general me desesperan… - dijo sonriente, con los colmillos mostrados mientras miraba al grupo, sin siquiera dignarse a ver a los ojos de Drakken -