Partida Rol por web

Karjian, La Caída de Het´jala [+18]

Jo´kar

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02/12/2014, 21:38
Jo'kar Zarpamullida

Una vez que Jo'kar había terminado de hacer su escondite, comenzó a llover y él comenzó a empaparse. El gato soltó un bufido y se quedó donde estaba bajo la lluvia. Sacó algo de comida de su mochila y comenzó a comer con desgana. Se colocó más centrado bajo una de las cajas que hacían de tejado de su improvisado escondite y se quedó allí chupando frío. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

No llevo un día sin comer, anoche mi pj cenó carne y leche y esta mañana ha desayunado más leche.

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02/12/2014, 22:27
Horelk

Las horas pasan, no había movimiento alguno, los truenos asustaban a Gin y deseaba salir de aquella tormenta, la cual comenzó a juntar raudales de agua y lodo.

El frío comienza a afectar tus manos y tus pies, titiritas, sufres poco a poco los efectos de la temperatura.

Notas de juego

¿Pero por que no vas al orfanato? 

Y tenes razon, no hace falta la tirada de hambre

La tirada de frio es recien ahora.

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02/12/2014, 22:32
Jo'kar Zarpamullida

Jo'kar comenzó a tiritar de frío, pudo escuchar como el caballo quería salir de aquel sitio y buscar un lugar en el que guarecerse de la lluvia. Tras negar con al cabeza, el felino se levantó y se agitó para quitarse algo de humedad. Luego cogió el caballo y lo guió hasta el orfanato mientras buscaba un sitio en el que dejar a Gin sin que se mojase. 

Abrió la puerta del orfanato y metió al caballo al hall. Allí estaría seco y al resguardo del frío pero antes de irse Jo'kar tendría que limpiar todo lo que ensuciase el animal y el barro que había entrado. - No manches mucho ¿Vale? - le dijo con ternura al animal. Luego, se secó lo mejor que pudo con algo de tela que encontró en el lugar y cogió una manta antes de salir de nuevo a la calle y correr hasta su escondite. El elfo le había dicho que estaría allí y allí le esperaría. 

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03/12/2014, 22:50
Horelk

Te colocas nuevamente en tu escondite, el frío era demasiado terrible, la lluvia no parecía que se detendría pronto.

Sientes como se entumecen los músculos y que tu cuerpo no responde bien.

Pasaron dos horas y la noche se presentó antes de lo normal, la temperatura cada vez bajaba más.

 

Notas de juego

El frío no puse entre el sistema de supervivencia, si, reverendo boludo soy C:

Bueno, tirada de Const. + 1d6, dificultad 12.

Fallo implica perder 12 de PV y bajar tus atributos a -3.

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03/12/2014, 22:56
Jo'kar Zarpamullida

Jo'kar se acurrucó bajo la manta y se preparó para esperar un par de horas más bajo la lluvia antes de volver al orfanato a dormir. Hacía un frío infernal pero Jo'kar no pensaba cejar en su empeño. Si habían quedado allí al anochecer el estaría allí al anochecer contra viento y marea.

Notas de juego

No puedo pasar la tirada así que me los apunto. Roleo la deventaja de Cerrado de mente.

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05/12/2014, 12:12
Horelk

El frío era demasiado intenso, demasiado dañino para tu cuerpo, sabias que Akenathor se presentaría, confiabas en él y en su palabra, pero al parecer…no la cumpliría.

Te debilitas, pierdes el control de tu cuerpo y conciencia, te desplomas sobre el húmedo suelo mientras la lluvia aun caía sobre tu cuerpo, tu escondite se desmorona, tu cuerpo se hace visible y vulnerable a los ataques.

Pero que importaba, tal vez ya era hora de pasar al plano de Azrael y dejar atrás todo.

Despiertas.

Estabas sobre una cama, no había señales de humedad por ninguna parte, estabas cubierto por una manta y cerca de ti había un cálido fuego que cubría tu ser de satisfacción y alegría.

Notas que era el orfanato, Gin estaba dentro y a su lado se levantaba la figura de un ser cubierto por un gran manto, cuyo bastón era inconfundible, era Akenathor, quien estando en la entrada del orfanato, miraba la lluvia, pensativo, distante.

- Bebe del tazón…te ha dado neumonía Jo´kar…las medicinas te ayudaran contra ese mal, pero me temo que tardaras un par de días en recuperarte - te dice sin mirarte, aun fijando su rostro hacia la salida -

La lluvia aun caía, el frío ingresaba por la entrada, Gin temblaba, Akenathor acaricia su crin.

- Con un chasquido de dedos puedo sanarte…pero…creo que debes sufrir un poco para aprender… ¿Quedarte bajo la lluvia a mi espera? Tonto…muy estúpido de tu parte, si lo que deseas es morir, solo dímelo, me encargare de ello, así me desligas de una carga más - dijo muy molesto - 

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05/12/2014, 14:47
Jo'kar Zarpamullida

Jo'kar se levantó entre toses y pudo notar como el calor de una hoguera llegaba hasta él. Miró a su alrededor para darse cuenta de que estaba en el orfanato. No le hizo falta mirar al hombre que estaba en la habitación para saber que el hombre que estaba en la habitación era el elfo.

Te retrasaste. - le reprochó el syrolutha con voz tomada tras beber un trago. Había esperado allí hasta pasado el anochecer y el elfo no había aparecido. - Tienes mucho que explicarme Akenathor. - volvió a decir mientras se recostaba de nuevo y tomaba otro sorbo de aquella medicina. El sabor era horrible, parecía algún tipo de infusión con sabor amargo a base de plantas. Volvió a toser y pudo notar como le dolía el pecho y respiraba con cierta dificultad. 

Pudo ver como el caballo tiritaba de frío y se alegró de haberlo llevado al interior antes de volver a salir por segunda vez pues si no habría enfermado y sería una lastima. 

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05/12/2014, 16:34
Akenathor Leröiner

- Hay cosas que no se retrasan Jo´kar, simplemente llegan al momento que deben de llegar…he logrado contactarme con un viejo amigo, uno que no creí nunca más ver…al parecer nos ayudara en la guerra y he conseguido información de todo lo que está pasando, al menos, ya he visto con más claridad el panorama actual y me temo que tenemos una terrible lucha por delante, una más pavorosa de lo que imaginábamos… -

Calla, calla por un largo rato, ingresa al edificio y cierra las puertas, dejando que el calor se acumule agradablemente dentro del recinto, Gin pareciera que agradece el acto con la mirada.

La lluvia aun caía afuera,  mientras observas detenidamente el lugar, se trataba de una gran sala, con quince camas bien limpias a pesar de la humildad general del lugar, cerca de la entrada, había una mesa con algunos alimentos, cecina, queso y pan entre otros.

Akenathor se acerca a la mesa, recoge algunos de esos alimentos sobre un plato de madera y se sienta a tu lado, valiéndose de una butaca pequeña y poco cómoda que había cerca de ti.

- ¿Gustas de algo? - te acerca el pan mientras corta un trozo de queso - queso de mi ciudad, el mejor que podrás comer en mucho tiempo, es caro y poco comerciado por ello, pero su sabor es infinitamente mejor que cualquier tipo de comida…no me gusta la cecina, pero la traje ya que no se si usted gusta de consumir animales - dijo con suma amabilidad, al parecer ya se le había pasado el enojo -

Tras una larga pausa comiendo y observando el fuego dice:

- ¿Conoce usted a Amúr Darokha, el general orco? Estuvo con nosotros en la reunión de Vanha’atha -

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06/12/2014, 11:13
Jo'kar Zarpamullida

Jo'kar se inclinó un poco en sobre la cama en la que estaba para poder hablar con Akenathor mirándole a los ojos. Aceptó con un movimiento de cabeza el pedazo de queso que el hombre le ofrecía. Masticó despacio mientras pensaba en lo que le había dicho el elfo. 

Las preguntas llenaban su mente, tenía muchas cosas que preguntarle a su consejero. Cosas como lo que había pasado ahí atrás cuando el dragón le había salvado la vida, porqué conocía a un dragón o donde había estado. Iba a preguntarle todas esas cosas pero el elfo habló de nuevo. Intrigado sobre el motivo por el que le hacía esa pregunta Jo'kar abandonó un poco las preguntas que tenía en la mente.

Me temo que no conocía a nadie de aquella sala. - dijo antes de un ataque de tos. Cuando se recuperó, volvió a tomar otro sorbo de la medicina y se metió un pedazo de queso a la boca para que tapase el sabor amargo de la infusión.

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09/12/2014, 03:29
Akenathor Leröiner

Se rasca la barbilla y suelta todo comestible que tenía cerca, dejándotelos lo suficientemente cerca para que tomaras más si eso te pedía tu cuerpo.

- No me sorprende mi buen balam…pues resulta que es él el causante de todo esto…he de contarte amigo que mi dragón nunca hizo nada por mi…por más que lo intentase, por más que le ordenase que consuma vegetales o trate de no quemar mis plantaciones…el solo seguía su instinto salvaje, pero cuando ese inquisidor me ataco, el simplemente surgió del cielo para protegerme, como si yo fuera algo demasiado preciado para él…la sorpresa fue mutua ese día y fue ahí cuando me di cuenta de algo… - calla y traga saliva - …hace cosa de pocos meses, Amúr llego a mi reino trayéndome la noticia de los ataques de los dragones, había algo en el que me ponía nervioso, que muy dentro mío brotaba la voz que indicaba que algo no estaba bien, el orco estaba nervioso pero a la vez maravillado por algo y fue durante esa conversación cuando el soltó la siguiente frase: “los dragones son solo bestias Akenathor, y todas las bestias pueden ser domadas, solo hay que saber a quién acudir para dicho trabajo” he de sincerarme, creí que descubrió a Rotrgan, creí que quería que yo tratara de establecer alguna especie de conexión con estas bestias…pero no, el simplemente dijo esa frase y dejo la ciudad en poco tiempo…muchos dirán que solo fue eso, una frase, pero no mi buen balam, he vivido más que muchas criaturas en toda Karjian, las palabras muchas veces son solo aire moldeado, pero esa frase significaba algo mas y mis siglos de vida me han enseñado a diferenciarlas…he viajado, he amenazado al orco y he obtenido la respuesta que buscaba, un hijo del capitán Orr ha logrado adquirir el mismo don de su padre, y Amúr contacto con ese hijo, le ofreció quien sabe qué y ahora el hijo de Orr esta descontrolado, atacando a diestra y siniestra - dice muy agitado, por lo que bebe un poco de agua, observando el fuego, perdido en el tiempo y en sus pensamientos -

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09/12/2014, 15:40
Jo'kar Zarpamullida

¿El capitán Orr?- preguntó el felino mientras miraba al elfo intentando asimilar toda la información que le estaba transmitiendo. - ¿El orco ha estado intentando domar a los dragones?¿Es eso posible? - preguntó Jo'kar confuso entre toses. 

Le dolía un montón el pecho al respirar así que volvió a la medicina y tomó otro largo trago. Eso hacía que se sintiese mejor pero solo momentáneamente. Miró al elfo preguntándose cuanto tendría de cierto eso de que podía curarle en un instante mientras esperaba las respuestas a sus preguntas y otros aluvión de información.

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10/12/2014, 10:28
Akenathor Leröiner

- Si mi buen amigo…el capitán Orr fue un ser cuya raza se cree que pertenecía a la humana…era un capitán pirata que hace siglos navego los mares de Karjian, amenazando constantemente al Consejo con usar los dragones para destruirlos…nunca se perpetuo dicha amenaza y me había enterado que Orr no deseaba usar a los dragones, por temor y al parecer, por respeto hacia esas criaturas…hoy en día, un descendiente de él, quien sabe si es su hijo o nieto, la verdad que poco importa…ha obtenido ese mismo don y es ese hijo quien ha atacado a nuestras tierras ¿la razón? Sencilla…Amúr deseaba a toda costa ser Consejero, él se percataba que el Consejo ante su inexperiencia bélica, pedían asesoramiento del general orco para sus movimientos…Amúr no es tonto, ante cada pregunta respondida del Consejo, él se daba cuenta de su importancia, así que tomo cartas, comenzó a atacar al Cónclave y a sus tierras, pero no de manera directa, sino usando el poder del hijo de Orr, de tal manera que siempre necesiten de la ayuda del orco y para luego solicitar su puesto como Consejero, puesto que ha ganado tras más de veinte años planeándolo - traga saliva, se levanta de su asiento y coloca una gran olla con agua sobre el fuego de la chimenea, se quita su gran capa la cual cae pesadamente y deja su bastón a un lado - es admirable la determinación de aquel ser, no lo niego…pero ya no podemos hacer nada para remediar la decisión del Consejo, simplemente nos toca conseguir la mayor cantidad de gente que podamos para que salven nuestros pellejos -

Saca la olla cuando el agua en ella comienza a regurgitar vapor y burbujas, se despoja de todos sus ropajes dejando ver un cuerpo joven, de piel muy fina y de baja pero notoria musculatura, vierte el agua en una tina de madera y luego comienza a bañarse en ella.

- Disculpe que me bañe frente a usted, pero hacia días que no lo hacía y no me gusta la falta de higiene -

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10/12/2014, 11:49
Jo'kar Zarpamullida

Jo'kar se quedó callado y pensativo. Ahora sabían que estaba pasando pero no había nada que pudiesen hacer para remediarlo. Nada a parte de conseguir tropas para el consejo porque intentar un ataque contra ese hijo de Orr era inviable. El felino ya había visto lo que pasaba cuando intentabas atacar a alguien que tiene un dragón de su parte y no le hacía gracia acabar así su vida.

¿Y tu como has hecho que Rotrgan te haga caso o se preocupe por ti? - preguntó el felino. 

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10/12/2014, 13:11
Akenathor Leröiner

Mientras aún se encontraba en la tina, raspando cada centímetro de su pierna derecha con una esponja vegetal, dice bufando:

- Nunca hice nada, solo lo alimente y evite que lo molestaran…el nunca respondía a mis pedidos y apenas siquiera se acercaba cuando iba a su escondite -

Dijo para comenzar a hacer el mismo proceso pero esta vez con la pierna izquierda.

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10/12/2014, 13:14
Jo'kar Zarpamullida

Jo'kar meditó un momento las palabras del maestro mientras tomaba otro largo trago de medicina. - Parece que eso ha cambiado. - dijo el joven intentando sonreír. - ¿Está aquí? - preguntó el joven por el dragón. 

Su mente estaba llena de curiosidad pero debía centrarse en lo realmente importante. - ¿Cual crees que debería ser nuestro siguiente paso? - preguntó el joven syrolutha mirando la puerta del orfanato y a Gin. 

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07/01/2015, 22:42
Akenathor Leröiner

La lluvia comenzó a cesar lentamente durante la madrugada, Akenathor te pidió que descanses mientras él se quedaría un tiempo más despierto.

Duermes y al levantarte notas que él no estaba dentro de la cabaña, ni el caballo a quien habías resguardado del frío durante  noche anterior.

Te levantas y sientes los pulmones completamente ligeros, sin esa pesada carga de la enfermedad, pudiendo respirar con tranquilidad nuevamente.

Afuera, el frío aún estaba presente, así como la humedad que había dejado la lluvia, pero nada ni nadie más, te sentiste levemente preocupado por estar nuevamente solo, pero tras unos pocos segundos, se escucha el paso del caballo, montado a su lomo estaba Akenathor, quien con su típico rostro apaciguado pero con sus ojos de búho te observa y te sonríe.

- Veo que te recuperaste…esas hierbas te han hecho muy bien - te lanza una manzana y dice - come y aséate un poco, nos queda un largo trayecto por recorrer -

Recién ahí rememoras tu misión y tu pregunta sin contestar, la de si el dragón estaba por ahí, siendo la respuesta materializada por la imponente y poderosa figura de Rotgran, el dragón de ónice, quien volaba sobre la aldea como si de una simple ave se tratara, era una criatura de unos 4 metros de largo y de ala a ala unos 6 metros, si no era más.

- Por cierto, Rotgran nos acompañara, utilizare un poco de magia para que sea invisible e inaudible para todos menos para nosotros…he tratado de que se vaya para Freliom, pero el muy testarudo no me hace caso, así que tenemos un nuevo compañero - dijo sonriente -

Tras los preparativos, comienzan la marcha, tú en el caballo y el a pie, puesto que sin importar los intentos que quisieras hacer, él te negara montar cediéndote el lugar.

Rotgran se adelanta bastante, descansando en una colina muy lejana, ubicada a unos 15 kilómetros de la actual posición en la que estaban.

- Si tienes preguntas, esta es tu oportunidad mi buen syrolutha, no me gusta viajar en silencio y a Rotgran no le gusta mi lentitud, sin mencionar que es un ser de pocas palabras - dice esto mirando hacia el horizonte, tratando de ubicar la figura puntiaguda del dragón -

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27/01/2015, 15:12
Horelk

Notas de juego

¿Seguimos con tu historia o busco reemplazante?

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28/01/2015, 19:05
Jo'kar Zarpamullida

Jo'kar durmió bastante bien a pesar de seguir con algo de tos durante la noche. Varias fueron las veces que Jo'kar tuvo que levantarse a tomar un trago de aquella infusión que había preparado el elfo pero a la mañana siguiente no quedaba rastro de la enfermedad.

Miró alrededor para descubrir que el elfo había salido del edificio así que se vistió y, tras recoger sus cosas, salió del edificio en busca de su escurridizo compañero. Cuando salió, encontró al elfo sobre un caballo mirándole con cara de buho evaluando al joven syrolutha. 

Las hiervas me han venido de maravilla, tendrías que darme la receta. - le dijo el joven sonriendo mientras arrancaba un bocado de la manzana. Luego, buscó la piedra con forma de corazón que le había dicho la dueña del lugar y dejó la llave como habían acordado. Arrojó a un lado el corazón de la manzana y montó a lomos del corcel que le había dejado Akenathor. Una vez montado, el gato comenzó a lamer sus zarpas y a asearse mientras soltaba ligeros ronroneos. 

Parecía que el elfo caminaría a su lado así que Jo'kar se resignó a dejar que el caballo trotase a su lado mientras hablaba con él. - ¿Crees que lo que descubriste cambia nuestro siguiente paso? Quiero decir, no podríamos simplemente caminar hasta el hijo de Orr y... Bueno, salvar la vida de cientos de personas. - dijo el felino tras un segundo de meditación. 

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29/01/2015, 21:02
Horelk

El elfo con una sonrisa, observa el horizonte bañado de árboles y montañas.

- De hecho, allá vamos mi buen syrolutha - dijo afable, mientras que sus ojos de búho recorrían el ambiente - la aldea de los sakhtrul queda al sur, a unos mil kilómetros de aquí, pero también se encuentra el mar de Khadan, donde el capitán Orr suele aparecer con su tripulación de no muertos, por lo que de cierta manera, mataremos a dos pájaros de un tiro -

Los días se transcurrieron rápidos, casi sin movimiento peligroso, siendo solo una la ocasión en la que un lobo sin manada se les acerco amenazante, pero Akenathor supo calmarlo y el hecho no paso a mayores.

La mayor parte del tiempo, el sol brillaba con intensidad, sintiéndose mas su calor durante el mediodía de cada día, pero durante el resto de las horas, el frío era terrible y las lluvias que no fueron escasas, los obligaba a acampar en alguna cueva o en alguna aldea abandonada.

Tras casi un mes de viaje, llegaron a la tribu, un lugar desordenado y muy oculto, imposible de detectar si no se conocía el aroma de un hombre oso o su ubicación exacta, ambos datos que Akenathor manejaba perfectamente.

Las guaridas de los sakhtrul eran chozas hechas de varios materiales, con nula belleza y dudable seguridad, había cráneos de toda clase de criaturas en el suelo, heces por doquier, armas herrumbradas y basura en general. Las viviendas se conglomeraban de manera circular, dejando en el centro los restos de lo que alguna vez fue una llamarada o una gran fogata.

Cerca de la misma, había un arroyo cuyas aguas recorrían su camino, dejando así lo que al parecer, proporcionaba del líquido vital a semejantes hombres bestias.

- Son seres peligrosos, recuerda eso, a pesar de contar con inteligencia, hacen más caso a su lado salvaje, atacan primero y luego preguntan, así que mucho cuidado - la luna brillaba pálida y triste, en una noche sin estrellas con vientos gélidos y miedos que bailoteaban en la eterna estela azulada de la oscuridad nocturna -

El elfo ingresa al círculo con antorcha en mano y contigo a su retaguardia, prestando mucha atención a cada paso, con el caballo ya atado en un árbol lejano y casi sin nada que pueda despertar abruptamente a los guerreros, hasta solo oyes un rugido y a continuación una caída violenta, puesto que fuiste embestido por uno de los miembros de aquella tribu, quien con sus vociferaciones alerto a los demás, quienes surgieron de sus guaridas, como si de montañas de musculo se tratasen.

El que parecía el líder, debido a su indumentaria, suelta rugidos y bramidos, dirigiéndose al elfo, quien se mantuvo firme y sin un ápice de temor a pesar del espectáculo.

Akenathor habla en élfico y abrazado de su bastón y de su antorcha, te mira a ti, quien aún estabas en el suelo.

Te levantas y esperando lo peor, notas que los sakhtrul retroceden y se mantienen erguidos pero pasivos, Akenathor se te acerca y te susurra:

- He conseguido que te escuchen, les he dicho que vienes en una misión y que deseas hablar, odian a los elfos, no me escucharan a mí, así que ten cuidado con lo que dices…pero de todas maneras, Rotgran está sobrevolando, en caso de que algo salga mal… - el elfo vuelve a su posición inicial y todos dejan de mirarlo para posar sus ojos pardos y brillantes hacia ti -

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29/01/2015, 21:52
Jo'kar Zarpamullida

El viaje se prolongó un mes más, tiempo en el que jo'kar se dedicó a conocer mejor al elfo e intentar acercarse al dragon e intentar hablar con él. 

Sin la ayuda del elfo, Jo'kar abría sido incapaz de encontrar el poblado de los extraños hombres-oso y, como descubriría más tarde, tampoco habría podido decir ni una palabra antes de que se hubiesen abalanzado contra él. Cuando llegaron a las afueras del poblado todos los habitantes del lugar parecían dormir. Ambos decidieron dejar atrás el caballo y acercarse andando para evitar despertarlos sobresaltados.

Cuando el elfo y el gato se acercaban al centro del poblado, los emboscaron y Jo'kar acabó tendido en el suelo. Pudo ver como el jefe de aquella tribu comenzaba a rugir frente al elfo que le miraba impasible aguantando estoico su posición. Unas palabras del elfo bastaron para que el jefe accediese a escuchar sus palabras.

Jo'kar caminó hasta colocarse frente al jefe de la tribu intentando parecer seguro de sus movimientos a pesar de no saber muy bien que decir. - Soy Jo'kar Zarpamullida, Heraldo del Cónclave de los 12 Vientos. Me han enviado a ofreceros su amistad y para que os informe de las malas nuevas que ya recorren todo el continente. - dijo Jo'kar con decisión mirando a los ojos del hombre oso con las orejas erguidas. - Los dragones surcan el cielo atacando a las aldeas y arrasando todo rastro de vida a su paso. Los habitantes del continente, sin importar la raza marchan a la guerra. Una guerra contra un enemigo más fuerte que por primera vez en la historia se ha organizado en lo que podría ser el ejercito más peligroso que haya conocido este mundo. - dijo intentando hacer entender la gravedad de la situación. - Estoy aquí para brindaros la oportunidad de luchar junto a las demás razas del planeta para defender la vida tal y como la conocemos. Sois famosos por ser grandes guerreros pero solos no podréis hacer frente a un ejercito de dragones. Podéis negar la realidad y pensar que nunca vendrán a por vosotros pero ¿Y si os equivocáis? - preguntó el joven syrolutha. - Si os equivocáis os enfrentaréis solos a una amenaza a la que no podréis hacer frente. ¿Podrás cargar sobre tus hombros con la muerte de toda tu tribu? - preguntó de nuevo antes de guardar silencio y esperar su respuesta.