Sobre el año 950, el entonces Daimyo Kakita, Kakita Yoshinobu, estaba preocupado por una posible invasión del León. Invirtió muchos recursos en mejorar las defensas de sus tierras, y una de esas inversiones fue la creación de un fuerte en la montaña de Tatsueki.
Un edificio militar de reducido tamaño, con capacidad para una treintena de hombres, que más que servir como fortaleza para repeler un ataque, estaba pensado para ser un puesto de vigilancia.
Yoshinobu pensó que el León podría planear una invasión usando los caminos montañosos para evitar ser detectados por los exploradores Grulla, y con la creación del fuerte de Nakayama, se pretendía detectar dichos movimientos. Sin embargo, el tiempo fue pasando, y aunque los conflictos con el León fueron repitiéndose, la invasión por la montaña nunca se produjo. Seguramente, el León no veía necesaria aquella arriesgada maniobra al tener superioridad numérica. La elección de
Nakayama no había sido por casualidad. Se encontraba en una zona donde los caminos entre montañas habían dejado un paso natural, que permitía la circulación sin jugarse la vida. Estaba en la cima de uno de los picos, por lo que permitía una visión periférica del entorno. A escasos minutos a pie bajaba el agua del río Hokudo, ofreciendo además algo de sustento en forma de pescado y frutos silvestres.
Y por encima de todo, le separaban apenas tres días de Kyuden Kakita, por lo que un mensajero podía poner en aviso al Palacio en poco tiempo. El fuerte a punto estuvo de ser abandonado ante la sensación de que los presagios de Yoshinobu no iban a cumplirse.
Pero el sucesor de Yoshinobu, Masaki, decidió no sólo mantener la fortaleza, si no construir una aldea a su alrededor para extraer los recursos del entorno; madera obviamente, y también carbón y otros minerales. Un centenar largo de Heimin llegaron a Nakayama y construyeron las primeras casas a los pies del fuerte. También cultivaron arrozales, verduras y boniatos, además de acondicionar los caminos para el paso de carruajes.
Sin embargo, la mayoría de los varones de la aldea, irían a extraer minerales de las cuevas o madera del bosque. Hacia el año 1.050, Nakayama tenía prácticamente la forma de hoy en día, pero aún debería pasar un importante suceso para que su crecimiento se disparara.
La invasión del León
Obviamente, el León no era ajeno a la existencia de Nakayama, si bien hasta ese momento no tenía ningún interés en un fuerte perdido en la montaña. Pero el crecimiento de Nakayama presentaba un escenario totalmente diferente; una aldea que podía auto sostenerse, con madera y bambú de calidad para sus armas, minerales y un puesto estratégico a escasos días de Kyuden Kakita.
Tomar el control de Nakayama se había convertido en un objetivo. Corría el verano de 1.062, cuando un ejército de cerca de dos mil Matsu fue detectado por los exploradores de Nakayama. Con apenas dos decenas de hombres allí, la aldea estaba perdida. La única salvación era avisar a Kyuden Kakita y que estos mandaran refuerzos a tiempo.
Las fuerzas León irrumpieron en la aldea sin derramar sangre; no por nada, querían usar a esos Heimin para ellos. Sólo los que se rebelaron, fueron asesinados. Para el asalto del fuerte, necesitaron algo más de esfuerzo, pero en unas pocas horas de lucha, las puertas de la fortaleza caían y el último de sus defensores era ejecutado. El comandante Matsu Tadaguro, sabedor de que la Grulla mandaría refuerzos, mandó preparar las defensas rápidamente. Para cuando las fuerzas combinadas de Kakita y Daidoji llegaron, con más de tres mil hombres, se encontraron con una aldea fortificada, con barricadas a cada tramo. Pero la lucha nunca se produjo.
Los Grulla traían un Edicto Imperial que dejaba clara la pertenencia de Nakayama a la Grulla, y exigía la retirada de los soldados León si no quería exponerse a duras sanciones por parte de Otosan Uchi.
Los cortesanos Doji, habían trabajado raudos.
Tadaguro no vio otra opción que obedecer, aunque hizo ver a la Grulla que la aldea se hallaba rodeada de tierras León, y que otros tras él volverían a tomarla. En una reunión con el comandante Kakita Muneshige, ambos acordaron que Nakayama seguiría bajo control Grulla, pero esta permitiría la circulación de miembros o sirvientes del León, así como de sus mercancías.
Se restringía el paso de hombres armados a un máximo de diez juntos.
El León, se comprometía a respetar el acuerdo y para dar más peso a sus palabras, estableció un pequeño cuartel en la aldea. Un edificio pequeño, con apenas una docena de hombres, y un Samurai Matsu que, oficiosamente, era un rehén a manos de los Grulla por si en un futuro los León se veían tentados de romper el pacto.
La Actualidad
Tras el acuerdo entre ambos Clanes, la paz ha seguido hasta la actualidad. El paso continuo de viajeros, hizo que se corriera la voz y nuevos Heimin vinieran a instalarse en busca de oportunidades. Actualmente, Nakayama dispone de poco más de mil habitantes, 1.062 oficialmente, y no sólo León, si no viajeros de otros Clanes la usan para ahorrarse días de rodeos por la zona montañosa en que se encuentra. Eso hace que no sea imposible ver viajeros de Clanes distintos a Grulla y León, aunque realmente escasean.
Lugares de Interés
中山砦 Nakayama Toride, Fuerte de Nakayama: Todo comenzó aquí hace cerca de 250 años. En la cima de la montaña, el fuerte ha sido remodelado en varias ocasiones, pero aún así presenta un aspecto desgastado y antiguo. Con capacidad para cincuenta hombres tras la última de sus remodelaciones, nunca suele haber más de la mitad. Además, la gran mayoría suelen ser Ashigaru, siendo raro que hayan más de media docena de Samurai Kakita o Daidoji. Tácticamente, el fuerte tiene en su difícil acceso su mejor defensa, puesto que el estrecho desfiladero que hay que ascender para llegar a él, hacen que cualquier posible invasor sea un blanco fácil para sus arqueros. El muro de madera que lo rodea, no aguantaría una invasión como la que perpetró Matsu Tadaguro más de un siglo atrás, y aún y sabiéndolo, la Grulla no ha hecho nada por mejorar sus defensas. Posiblemente, lo vea como una inversión innecesaria.
静山亭 Seisantei, Posada de la Montaña Tranquila: Un ambicioso mercader Yasuki Grulla fundó este Ryokan hace menos de una década. Desde el primer momento, pasó a ser el lugar más lujoso de la aldea, ofreciendo a sus viajeros habitaciones espaciosas, baños y elaborada cocina. También tiene una zona de restauración, para poder comer o beber con la calma que ofrecen las artistas que tocan el Shamisen y el Koto en el comedor. Se dice que, para los viajeros acaudalados, esas artistas ofrecen otro tipo de servicios… Tiene capacidad para una cincuentena de huéspedes.
笑の家 Emi no Ie, La Casa de las Sonrisas: Posada con casi un siglo de antigüedad, hasta la aparición de Seisantei era prácticamente el único lugar donde los viajeros podían hospedarse. Se le nota el paso del tiempo, con mobiliario gastado y una cocina que podría asustar a según que paladares. Eso sí, suele tener bastante clientela local, atraídos por sus precios populares y la simpatía de su dueño, Katsuei. Y también, porqué no decirlo, por las partidas de Vientos y Fortunas que se celebran a menudo en su reservado. Tiene una docena de habitaciones para los huéspedes, también a precios populares, aunque no dispone de baños, si no de barriles en los que asearse con agua caliente… cuando Katsuei tiene tiempo de calentarla.
獅子の館 Shishi no Kan, El Cuartel del León: El lugar donde se hospeda la delegación del León podría confundirse con una casa de gran tamaño. Y es que el Clan no ha querido que su presencia en Nakayama sea ostentosa o llamativa. Un estandarte con los colores y el Mon del León en la entrada, es lo único que evidencia la naturaleza del edificio. Protegido por una decena de Ashigaru, es raro que haya más de un Samurai León en su interior. Y el sujeto en cuestión, probablemente vea su puesto más como un castigo que como un honor.
奉行所 Bugyosho, Casa del Magistrado: Hasta hace poco más de un par de décadas, Nakayama no tenía Magistrado propio, si no que su Yoriki venía desde la ciudad Grulla de Umoeru, la más cercana. Pero el aumento de población y viajeros, trajeron consigo el aumento de delitos y la necesidad de tener un Magistrado que pudiera aplicar justicia rápida. Aún y su rimbombante nombre, el Magistrado de Nakayama suele ser un Samurai de bajo rango, que cumple la doble función de Magistrado y Yoriki; cuando hay problemas de verdad, es habitual verle en el lugar de los hechos. A su servicio tiene un Yoriki y una docena de Doshin y Budoka, prácticamente todos ellos Heimin o Samurai de familias vasallas. La Casa dispone de unos pequeños calabozos para media docena de presos, y una enfermería.
山の響き Yama no Hibiki, El Repicar de la Montaña: Entre los minerales extraídos en las cuevas, se encuentra el hierro, uno de alta pureza que atrajo hace ya cincuenta años a un veterano herrero Kakita. Su nieto sigue manteniendo la herrería en funcionamiento, y para ser una aldea recóndita, la calidad de sus armas es bastante famosa.
村長の家 Soncho no Ie, La Casa del Alcalde: Con la llegada del Magistrado, el alcalde ha pasado a tener prácticamente ningún poder jurídico, pero sigue siendo el encargado de coordinar el día a día de la aldea y de encargarse de todos los asuntos relacionados. Un edificio bastante ostentoso de dos plantas, la planta baja siendo una oficina donde recibe sus visitas.
永山寺 Eisanji, Templo de la Montaña Eterna: El único lugar de culto de la aldea es este pequeño templo en honor a Ebisu, Fortuna de la Riqueza. Construido casi un siglo atrás, es a menudo ignorado por los viajeros al encontrarse algo apartado de la población. Un sólo monje suele encargarse de su funcionamiento, aunque a menudo tiene uno o dos jóvenes aspirantes a monje ayudándole en sus funciones.
Personalidades:
Magistrado Kakita Taikei: Teóricamente la mayor autoridad de la aldea, Taikei es un hombre de cierta edad, que nunca consiguió destacar en su puesto. Aún así, cerca ya de su retiro, recibió la recompensa de convertirse en Magistrado, claro que el lugar designado era la remota aldea de Nakayama. Taikei ha venido aquí a retirarse, y no quiere que problemas de última hora eviten que lo haga de forma plácida. Es un hombre relajado, amable por lo general, pero algo impaciente y con la edad, se ha vuelto testarudo y duro de oído.
Yoriki Hiramachi Sachiko: La Yoriki local es una persona de sobras conocida por todos. Patrulla celosamente las calles de Nakayama, y no se anda con tonterías. Cualquiera que quebrante la paz, se encontrará rápidamente con su intervención, que nunca es amable. Sachiko espera una oportunidad para ser promocionada y servir en un lugar más reputado, así que tiene algo de exceso de esfuerzo en sus funciones, esperando que sus superiores se fijen en ella.
Esuke Soncho: El alcalde de Nakayama es un hombre que, para ser un Heimin, casi podría colar por un cortesano Doji. Viste caros Kimono y siempre va pulcramente arreglado. Algunos se preguntan porqué se cuida tanto siendo un alcalde de una remota aldea de montaña, y la respuesta podría ser su joven y hermosa esposa Haruko, que sin duda es la musa de Nakayama.
Capitán Kakita Hidetada: El Capitán Hidetada es el máximo responsable del fuerte. Hasta la llegada del Magistrado, prácticamente podía hacer lo que quisiera, pero ahora debe obedecerle y eso no parece gustarle mucho. Es un hombre frío y reservado, del cual poco se sabe ya que apenas se deja ver fuera de la fortaleza.
Matsu Bantei: Bantei es el representante del León en la aldea, y único Samurai de su Clan. Lleva ya diez años en el puesto y está harto de Nakayama. Como si fuera un león enjaulado, se le suele ver impaciente y nervioso en su cuartel. Por suerte, tiene la suficiente etiqueta como para no montar ningún escándalo, aunque por si acaso, los lugareños tratan de evitarle las pocas veces que sale de su cuartel al exterior.
Katsuei: El dueño de La Casa de las Sonrisas es un hombre de mediana edad, curtido y robusto, siempre risueño y feliz. Eso sí, cualquiera que cause problemas, se encontrará con su versión malhumorada. Y es que no se anda con tonterías, y es capaz de echar a cualquiera, sin importar su nombre o estatus. A menudo se le ve discutiendo con la Yoriki Sachiko por cómo se deben de tratar los conflictos en su posada.
Kakita Anjiro: El herrero Anjiro heredó su pasión de su padre, y éste del suyo. La tercera generación de herreros en Nakayama, es regentada por Anjiro, un hombre frío como el metal que tan bien forja.
Kinzu: El monje de Eisanji es uno bastante joven y que llegó hace apenas unos meses a Nakayama. Aunque es raro verle fuera de su templo, todos los que han tratado con él coinciden en que es un hombre amable y sabio, que siempre tiene tiempo para escuchar y aconsejar a los lugareños.
Shizuko: La encargada del Seisantei es una mujer hermosa y elegante. Aunque ha perdido el esplendor de su juventud, sigue atrayendo la mirada de la mayoría de hombres, a los que sabe cómo tratar mejor que nadie. Sabe que su local está muy por encima de la otra posada, pero aún así se esfuerza para ofrecer el mejor de los servicios. Tiene a su servicio media docena de jóvenes Geisha que entretienen a los clientes con su música, y lo que haga falta. Tras un desagradable incidente hace un par de años, contrató seguridad privada para su local, habiendo dos Ronin que cobran un dineral por aburrirse. Las malas lenguas dicen que tiene una mala relación con la esposa del alcalde.