Partida Rol por web

Años después de escapar de mi Patria, la morriña se apodera de mi y decido volver a la capital de Francia, y ver como ha cambiado este ultimo siglo. Solo hace una semana que llegue a París y el resto del mes lo haciendo lo preparativos del viaje y el propio viaje en si.

- Espero para ver si el caballero se acerca a mi - Buenas noches tengáis caballero. Muchas gracias, pero ya estaba todo resuelto - y le esboza una sonrisa

Tras la “cena”, Dereck se reunió con sus dos allegados. Pagó por los servicios contratados por los tres y de nuevo salieron hacia la fría noche de Paris. Durante un tiempo, caminaron en silencio. Cuando se alejaron lo suficiente de Pigalle, se volvió hacia los dos.

Iremos hacia la zona de los teatros. La noche es joven, y quisiera asegurarme que las “troupes” de Paris son en verdad tan buenas como dicen. Además, eso me permitirá ver a la elite de la ciudad, quizás consiga otro buen trato antes de irme.

Con esas sencillas ordenes, caminaron hasta dar con un carruaje, y tras alquilar los servicios de este, fueron a la zona de ocio de la ciudad. Una vez alli, busco un teatro que estubiese representando una obra que le llamase la atención, y compro entradas para los tres.

Durante el resto de la noche, Dereck, seguido de sus dos guardaespaldas, se relacionó con diferentes personalidades de interés de la ciudad, cuando se despedía de cada una de ellas, apuntaba en una pequeña libreta el nombre, descripción, ocupación, rasgos principales y acompañantes de cada una de ellas.

Después de un viaje donde la premisa ha sido permanecer a salvo, y desplegar todos los medios posibles para que tal fin sea un éxito, llegas a París algo más relajado, cosa que hace que tu impulso y sed de sangre se disparen. Necesitas saciarte con sangre, describe ¿cómo te dispones a "cazar"?, ¿cuánto tardas en hacerlo?, etc.

- Puesto que parece que el varón no entiende mis palabras por sus gestos y la manera en que ahuyentó a esos pobres diablos, le repito lo mismo en inglés - Buenas noches tengáis caballero. Muchas gracias, pero ya estaba todo resuelto. ¿De dónde sois? No parecéis ser de aquí, ¿verdad? - Con una sonrisa dulce

Acabo de llegar a la ciudad y tengo ganas de alimentarme, se me ocurre buscar un objetivo y lo mas fácil es buscar mujeres de compañía y alimentarme, decido buscar por la ciudad haber si encuentro donde están localizadas, me informo con alguna taberna.

Una vez llego a junto de ellas, en un callejón oscuro, negocio un precio, no acepto su primera oferta, no quiero que se note que estoy dispuesto a pagar lo que sea, una vez acepta me la llevo a una zona en la que podamos estar solos para hacer lo que ella piensa que quiero, y me alimento de ella y recupero mi dinero.

Pierdo bastantes horas, ya que no conozco la ciudad.

Barret se dirige hacia la mujer hablando como un energumeno aunque no centra la mirada en ella cuando muestra su colera señal de que no pretende resultar intimidatorio con ella. .-Soy de Londres. Me alegro que hableis mi idioma-. Luego añade ya con ira pura .-¡No se quien sera el bastardo que no se toma la molestia de acompañaros por estas calles para que deambuleis por ahi a solas!. Direis que sabeis apañaros pero sois como la miel para estos bellacos y no veo que se gana en tener un problema en cada esquina. ¡Demonios!¡Putas drogadas y mala mierda de ciudad!-. Agita su sable en el aire inconsciente de que aun lo lleva en la mano para luego guardarlo de nuevo

- Lo se milord, y sus intenciones eran las de desahogar conmigo su frustración, contraída a saber desde cuando... Como se les veía que no era maldad sino alcohol lo que les movía, tuve el ingenio suficiente para convercerles sin que resultase nadie dañado... ¡Si al final hasta pobres almas parecían! - y mirándole - Normalmente suelo caminar por la calle, habitualmente no hasta tan tarde pero parezco de insomnio y suelo tardar en acordar al sueño. ¿Y vos qué hacéis por estas calles sino conoceis el idioma local? ¿Británico sois o es casualidad que habléis la lengua de Shakespeare?

vale, sorry hoy te la escribo

¡oh París! ciudad del arte y del encanto, las noches pasan lentamente en el devenir del tiempo, paseos nocturnos por los campos eliseos, rodeados de jardines y de los grandes palacios de los eliseos y la industria, bella oscuridad, decadente ropaje, dulces colores embriagan mi eterna alma, noches en el teatro Vaudeville su escalinata nada tiene que envidiar del teatro Odéon, sobriedad por todas partes, pero las mujeres, ¡oh!, las mujeres, bandas coloridas, colores pasteles, luminosas como hadas, jugosas como el primer sorbo de la noche.

Las calles de Montmartre, artistas, putas y ricos, que sutil combinación.

Mis pies llegan, embelesada por una riqueza que se percibe en el aire, fluyen artistas, desgraciadamente, no llego a conocer al gran compositor Rossini, su sangre debía de ser deliciosa, tanto dramatismo en su sangre.

Noches bucólicas, lentas, tranquilas, en una sociedad, hipócrita, por el día recatados, por la noche con mayor perversión que cualquier chiquillo recién creado.

Deseo saborear este ambiente, endulzarme y volver a sentir las pasiones humanas, a través de los sentidos de estos.

Mi último mes, no es más que una sucesión de eventos sociales, noches de artes y pasiones, llegué y me presente ante el príncipe, la cortesía se debe de observar, un gusto refinado de los tapices, tal vez fuera de época, pero que se le puede achacar a alguien que no es como nosotros, decepcionante, que una ciudad como epicentro del arte, este a manos de estos… (he supuesto que el príncipe no es Toreador…), paso la mayor parte de mi tiempo en Montmartre, humanos que creen que saben cosas, y mas aun que no creen nada, pero el arte es vida, es pasión, es algo que esta aquí.

Comparto un taller con un joven pintor, el pobre esta enamorado de mi, iluso, solo quiero su espacio para mi arte, un poco de sangre de vez en cuando, pero el a mi frecuentemente, pero no lo secaré, no, tiene algo, pero todavía es una larva hasta que la mariposa desarrolle…

Algo más calmado y menos agitado responde.-Soy britanico como suponeis. Estoy en Paris por razones de negocios y aunque no conozco el idioma no es dificil encontrar en algunos sitios gente que puede entenderme y quien no lo hace se aclara por gestos y contexto. Me gusta salir a pasear por la noche y degustar los mas refinados sorbos. ¿Acaso no nacen de estas tierras continentales los brotes excelsos de aquellos cuyos frutos mana lo que se consagrara la mejor sangre de Cristo?-.Tras un tono neutro del rostro que para el eso de sonreir era cosa de artificio añade .-¿Me permitiriais que os acompañase hasta que sienta que os encontreis en un lugar más amable?-. En su actitud se entremezcla un extraño refinamiento de formas combinado con un caractér más propio una bestia que de humano. Su tono de voz desgarra sus educadas palabras.

- De las tierras de Albion venís y sin embargo opinais que es mejor lo que encontrais aquí que allá.. No se cómo tomaros milord, pues tan pronto hablais de refinado sorbo, que muchos entenderían como gusto por meretrices de cierto nivel y acto seguido habláis de la Sangre de Cristo y un referente a estas tierras... Curiosa mezcla por cierto - mirándole - Sois gentil, eso no lo pongo en duda, pero si estoy en lo cierto al respecto de vuestros gustos, los cuales por cierto no juzgo, siento defraudaros si me creeis de dicha alcurnia.. Realmente a estas horas no creo que haya un lugar más amable, tal vez mejor iluminado, pero no estoy segura de que haya locales abiertos a estas horas de la noche - digo sin malicia

Parece algo irritado el Londinense.-No se puede juzgar una tierra tan solo por el deleite que genere la sangre del cordero que se consagra en ella-. Se pudiera notar que cordero puede ser tanto Cristo como victima y consagrar tambien tiene su doble significado .-Y en mi caso en concreto no es que mis gustos sean los más típicos. Me rio de aquellos hedonistas que refinan sus paladares para alcanzar mayor disfrute tan solo para encontrar que los antiguos gustos resultan ahora demasiado recios-. La ira que estaba conteniendo mientras explicaba por fin se desata un poco .-¿Meretrices? ¡Me ofende que penseis que hable con desconocidas de vicios de esa calaña!. Lo que pretendia era acompañaros a vuestro destino, pero si no os mi compañia de agrado no veo porque debieramos perder el tiempo los dos. ¡Un saludo e id con Dios!-. Y trás decir esto se marcha

Acercándome a él, a paso normal, y a altura de que me escuche - Disculpad mis modales, pero como comprendereis, una no puede irse porque si con el primero que se cruza en su camino y tan solo quería comprobar vuestro aplomo y el significado de vuestras palabras. Espero me entendais, y si aún manteneis lo dicho con anterioridad, con gusto me iré con vos a dar un paseo - con cierta dulzura en la voz, para tranquilizarlo, pero sin excesiva zalamería

.-No hay nada que deba ser disculpado. Es razonable lo que decís y me agrada que sea bien recibida mi compañia-. Vuelve junto a ella hasta que esta les oriente hacia la nueva dirección que tomaran. Una vez ya estan en marcha comenta .-Soy Barret Bloodson. Como dije antes estoy temporalmente en París por asuntos de negocios, de los que preferiría no hablar por ser tema delicado. No obstante no me he privado de ver las buenas cosas que teneis por aqui e incluso me he permitido visitar la catedral de Notre Dame y contemplar los jardines de Versalles. Lastima que en una epoca tan materialista y sucia como la que nos ha tocado vivir destaquen como una joya entre el estiercol-. Se queda en silencio como reflexivo