Partida Rol por web

Khytya

1. Corazón de Khytya

Cargando editor
16/05/2021, 22:24
Kyora

Más sospechosa era la situación cuando aquella guardiana no tenía idea alguna sobre su madre, lo que provocó en Kyora  un poco más de preocupación y duda. No obstante mientras le indicó que unos compañeras más debían aparecer, les sonó sus nombres e incluso pese a no haber tratado con ellos en demasía, los recordaba si. 

—Está bien, no tengo apuro—dijo y miró a los ojos a la mujer—. Una gran maestra, me alegro de conocerte en verdad. He pasado mucho tiempo con ella y disfruté de sus lecciones. Encantada, Jahani. 

Era sorprendente para la morena encontrarse a la hija de aquella mujer, todo un orgullo para la joven. Así que un poco más relajada, aún con su mente turbada por el misterio de su madre y su paradero, esperó junto a la Guardiana allí al lado. 

—Me preguntaste por ellos, la verdad que no mucho. ¿Tú los conoces?

Cargando editor
16/05/2021, 22:37
Director

Notas de juego

Eso es, te suena la familia de Joshua. Y Has oído hablar de Uren a alguien, alguna vez.

Cargando editor
16/05/2021, 22:23
Joshua

Joshua sonrió bobalicón ante las palabras de su madre. Impresionar a un Dios. Ni él era tan vanidoso como para aspirar a conseguir algo así, y sin embargo la idea alimentaba sus fantasías como el sol a las flores.

Toda una lástima que un Dios cuente con unos interpretes tan carentes de gusto —se lamentó él, tiñendo sus palabras de un falso dramatismo—. Blanco de pureza y púrpura de nobleza. El arco, mi arma predilecta, y... un estoque, la más refinada de las espadas. Me gusta como suena.

Y ligera, que era más importante. Joshua tenía fuerza, porque se necesita fuerza para tensar la cuerda del arco, pero no en los mismos musculos que te permiten empuñar con comodidad las espadas más pesadas. Miró las manos de su madre, durante un momento, y después volvió a dedicarla su atención a ella.

¿No es cierto que siempre hay un terror u otro? —respondió él, intentado quitarle importancia—. Estoy seguro de que no será para tanto.

Se rió un poquito cuando escuchó sus siguientes palabras.

Si lo dices así, parece que no vaya a volver, madre. Pero será mejor que los avise. Si la idea de una despedida ablanda el corazón de alguna amiga, será mejor que esté presente.

Correspondió su abrazo y asintió con la cabeza, despidiendose de ella. Había intentado restarle importancia, pero algo en su madre conseguía que se sintiera intranquilo. Por suerte o por desgracia, Joshua no era la clase de persona que dejaba que esas sensaciones lo inoportunaran durante demasiado tiempo.

Abandonó aquel jardín con zancadas largas. Primero recogería tanto la capa como el brazalete y los llevaría a su habitación: Podría ponérselos durante el día siguiente, pero no tenía intención de arriesgarse a ensuciarlos o estropearlos hasta entonces. Él mismo se cambiaría, y como solía hacer, se colgaría a su espalda un arco —el menos elegante, aquel que no le importaba perder— junto con algunas flechas que llevaba en un carcaj a su cintura. Él las prefería ahí, y no a la espalda, como era común en otros arqueros.

Una vez preparado, saldría de casa. Un día, con su tarde y su noche, y quién sabía qué vendría después. Si tenía tan poco tiempo, se lo iba a pasar bien.

Notas de juego

Joshua tiene la intención de pasar su último día visitando a sus amigos y, su ve la ocasión de colarse en una celebración o una fiesta... allí que irá. El arco es más para dar espectáculo que para otra cosa :D
Cargando editor
17/05/2021, 10:42
Director

-No, Kyora.  No les conozco más que de oídas, pero si que te puedo decir que...- La guerrera sagrada Jahani se interrumpió y abandonó su postura relajada. Endureció su gesto y balanceó su lanza suavemente. Lejos aún, entrando por la callejuela, se oían los pasos rítmicos y decididos de alguien...

Ese alguien era Joshua, primogénito de la familia Vendhayna.  Era un joven popular tanto entre las familias más pudientes como entre los humildes clanes de estibadores y pescadores, aunque arrastraba algo de frívola fama entre los intérpretes y las mujeres de cualquier condición social.  Sus largas zancada parecían restar importancia al hecho de estar adentrándose en el lugar más sagrado de Khytya.

Atravesó el callejón normalmente repleto de gente, ahora extrañamente vacío.  Y llegó a una pequeña explanada donde normalmente los iniciados recitaban y memorizaban los conocimientos que el Nexo les había proporcionado, llenándola de un atronador murmullo.   Y allí, junto a la entrada enmarcada en hiedra, dos hermosas jóvenes.  Una de ellas llevaba en la frente un símbolo dorado, una guerrera sagrada del círculo último, guardaespaldas y asistente personal del mismísimo Hacedor de preguntas. La otra... No te sonaba de nada, estabas muy seguro que recordarías esos impresionantes ojos azules.

Tras Joshua, unos cuantos metros detrás, sin dejarse ver hasta ahora, un hombre fibroso y curtido, uno de los míticos guardabosques, uno de aquellos que no encajaban en la sociedad, pero que tenían cualidades únicas que tenían valor fuera de ella.  Algunos eran asesinos o enfermos mentales de algún tipo pero, pese a estar acompañado de un macho de hiena anormalmente grande y su aspecto rudo, algo en Uren provocaba confianza en los que le rodeaban.

Los tres os encontráis en la plazuela frente al túnel que se adentraba en la colina sagrada, donde se hallaba el Corazón de Khytya.  

​​​​​​-Joshua hijo de Alexandra, Uren medio-hiena, Kyora hija de Tyra - pronunció la poderosa guerrera, su armadura de acero y su lanza de metal sagrado reflejaban el verde del entorno como si estuviese recubierta de esmeralda. Hizo una reverencia y con un gesto de la mano os invitó a entrar en la cueva.  -Vosotros primero.  Yo os sigo. El mismísimo Hacedor de preguntas tiene una petición que haceros...​​​​​

 

Cargando editor
17/05/2021, 13:38
Kyora

Muy atenta a las palabras de la mujer estaba cuando se cortaron por el sonido sorpresivo de unos pasos, claramente les advertía a las dos mujeres que ya habían llegado las personas que estaban esperando. Gracias a esto, Kyora desvío la mirada hacia los hombres que aparecen en aquel punto de encuentro y los saludó con un gesto amable, esa sonrisa que natural se dibujaba en su rostro rebosante de buenas intenciones. 

Los conocía de oídas, no más que la guardiana así que esperó con paciencia para que se acerquen y así el diálogo surgía por si solo. Ya con las presentaciones, la morena tenía más que suficiente, solo que en su mente surgieron un montón de preguntas dónde el punto era porqué ellos, porqué ella. ¿Los elegidos para qué?

—Bienvenidos sean, Kyora es mi nombre—se presentó—. Los estábamos esperando. 

A simple vista la intérprete era bastante baja de estatura, su piel oscura lograba resaltar unos bonitos ojos de color azul, haciéndola dueña de una mirada penetrante, misteriosa. El cabello estaba correctamente peinado, lleno de accesorios que escondidos debajo de la capucha blanca de su capa, no se podían ver con claridad. Más allá de esto lucía un pantalón ceñido que resaltaba sus torneadas piernas y esas caderas tan bonitas. Su vientre plano y unos pechos voluptuosos se mantenían contenidos en aquel corset top que resaltaba su figura sin ser demasiado provocativo. Era atractiva, pero su aura mística era más llamativa que su presencia. 

Cómo arma, la joven tenía una lanza que sostenía con firmeza, entre detalles labrados que en toques dorados le hacían juego con sus ropas. Ella era la hija de una Sacerdotisa, su atuendo en parte lo revelaba. 

Ante la indicación de la mujer, simplemente Kyora asintió y emprendió el camino ella misma. 

—Perfecto. 

Y no dijo nada más, dando la espalda a sus compañeros no dudó en adentrarse hacia la profundidad de aquel rincón de Rhytya. Moría por saber cuál era el objetivo de todo esto, también el hecho de hallar a su madre era meramente importante. 

Cargando editor
17/05/2021, 18:57
Joshua

No llegaba especialmente tarde, y tampoco llegaba especialmente pronto, lo que significaba que llegaba en el momento correcto. Haciendo alarde de su juventud, Joshua se acercaba al lugar a zancadas largas, que hacían resonar sus pasos cada vez que los tacones de sus botas de caña alta golpeaban el suelo.

Sobre los hombros del joven descansaba una larga capa de seda que le llegaba casi hasta los talones. Por cómo se movía con cada paso debía ser especialmente ligera y su colores, dorado apagado y negro, hacían que fuera todo un espectáculo verla en movimiento. Si bien sus ropas tenían una tonalidad similar, también se había asegurado de añadir un pañuelo blanco, un color que muchas veces se atribuía a su familia, y remates púrpuras en las mangas que eran el símbolo de la misma Kythia. Desde luego, eran prendas elegantes y escogidas con gusto.

Iba armado con un arco que colgaba de su espalda, pero al contrario de lo que solía ser común en los arqueros, no llevaba el carcaj al hombro, si no a la altura de la cadera, como si fuera una espada. Y hablando de espadas, en el lado contrario también había una, un estoque fino con la empuñadura bañada en oro.

Pero ninguna de esas prendas y complementos habrían valido nada si quien las llevaba no hubiera estado a la altura. Y Joshua, a todas luces, lo estaba. Se movía con confianza, con un desparpajo que conseguía que pareciera que aquella ocasión, tan única y especial, no producía el más mínimo nerviosismo sobre él. Una sonrisa traviesa cruzó sus labios, y sus ojos verdes relampaguearon al ver a los presentes. Con gracilidad, se llevó dos dedos de una mano enguantada hasta la sien a forma de saludo.

Todo un gusto estar aquí con vosotros —Se había esperado una audiencia personal, y todavía no sabía qué pensar de sus compañeros, pero no dejaría que eso pusiera la zancadilla a su buen humor ni su optimismo—. Será mejor que lo hagamos esperar, entonces. Ya tendremos ocasión de conocemos mejor más tarde, ¿mhm?

Guiñó un ojo despreocupadamente, un gesto que parecía especialmente dedicado a las mujeres, mientras le daba alguna que otra vuelta a las palabras. Una petición. ¿Quizá su madre no había estado tan desencaminada, después de todo? Eso solo conseguía que se sintiera todavía más impaciente por ver de qué iba el asunto. Distraídamente, rozó las plumas de sus flechas con las puntas de los dedos, y empezó a caminar en dirección a la cueva, siguiendo de cerca los pasos de Kyora.

Cargando editor
17/05/2021, 22:30
Uren

El viaje había sido apacible, pese a las dificultades propias de la zona. Uren conocía como volver, y mucho más si Hayt se encontraba con él, no había mucho que pudiese sorprenderlos allí. Sin embargo, una sensación de incomodidad había crecido en su interior desde que partieran, y se había hecho más y más grande a medida que avanzaban, o más bien retrocedían, hacia el Nexo. De alguna forma para Uren el "adelante" era la extensión más allá de Khytya, y su camino lo llevaba hacia "atrás". 

Ya adentro de la zona más civilizada, había tenido que calmar a Hayt varias veces, que al no estar acostumbrado al movimiento de gente, todo era una posible amenaza. Además, eran frecuentes las miradas inquisitivas hacia ellos. Cuando hicieron los últimos metros, pudo ver tres figuras que ya estaban allí. No reconoció a ninguna, pero tampoco Awok-kê le había dicho que estaría solo.

Se acercó con cautela, pero con cierta confianza, después de todo había sido convocado. No estaba acostumbrado a ello, generalmente era el visitante inesperado, el extranjero, el intruso. Reparó en su atuendo, podría ser peor. Su capa marrón cubría desde su cabeza hasta su espalda, llegando casi hasta sus rodillas. Por delante la llevaba semi abierta, mostrando el equipo que llevaba, su morral, su cuchillo curvo, su machete, con sus correspondientes fundas y correas de cuero. Había elegido pantalones largos y una camisa para cubrir el torso, una vez Chaddick le había dicho que en los círculos interiores veían mal ir demasiado descubierto. Por detrás de la capa sobresalía su arco y sus flechas.

La guerrera sagrada había sido la encargada de darles la bienvenida. Medio-hiena, le había llamado. Le gustaba, no pocos lo llamaban así, y lo recibía orgulloso ya que Hayt era parte de él, así como el de Hayt. Los otros dos parecían amables, aunque algo espectantes, como él mismo. Asintió hacia ellos cuando hablaron, pero él calló. Esperaba que no tomaran a mal su silencio, pero es que no era bueno con las palabras, y temía decir algo inapropiado. Los seguiría yendo último.

Cargando editor
18/05/2021, 10:40
Director

No hubo intercambio de palabras entre los presentes.  La expectación ante las extraordinarias circunstancias hacía que su atención estuviese volcada casi por completo en el camino que debían seguir. Se adentraron en la húmeda cueva sin dudas y andaron unos metros hasta que la oscuridad les envolvió por completo.

-Esperad a que vuestros ojos se habituen a la oscuridad -susurró Jahani, con voz profunda. Y no pasó mucho tiempo hasta que unos símbolos luminiscentes en las paredes se hicieron visibles.   Desconocidos pictogramas y numerosas fechas marcaban el camino a seguir, únicamente para aquel que supiese interpretarlos, pues el camino se bifurcaba innumerables veces, en rectos senderos tallados milimétricamente, indistinguibles unos de otros.  

-No vamos al círculo interior, Kyora.  Los intérpretes nunca pasan de éste punto, salvo unos pocos.  Tyra sabe de tu presencia, ella te llamó. Pero que estés aquí ahora no es su decisión... las ordenes vienen de más arriba.   No me preguntéis la razón. Eso no me corresponde saberlo.  

Seguís avanzando, notáis una suave brisa y como la oscuridad se va disipando ligeramente, como si hubiese una salida próxima.  -Yo primero ahora - Jahani se adelanta a sale la primera a la inmensa sala que se muestra ante vosotros.

- Ahi en el fondo - señaló el conducto lleno de musgo que se hundía en la tierra, justo en el centro de la inmensa sala. - Debemos bajar por ahí a por las respuestas.  Esta vez no recibiremos visiones, ni llamados, ni imágenes que deban interpretarse.  Esta vez es diferente.  - La guerrera parecía tensa, como si todo lo que estaba pasando estuviese más allá de su control.

-Hay unos pequeños peldaños, no los vereis desde aquí.  Con cuidado iremos bajando de uno en uno.  Yo iré la primera, luego vosotros en el orden que deseéis. Dirigió su mirada a la oscuridad del fondo -Hace mucho que nadie baja aquí.  Solo la primera intérprete y la guardiana última, mi madre, lo han hecho, cuando eran jóvenes.  Es un gran honor.. Puede que lo fuera, pero la voz de Jahani solo transmitía preocupación.

 

Notas de juego

Tenéis tiempo de sobra para hablar entre vosotros mientras andáis por los túneles. Turno 1/2

Cargando editor
18/05/2021, 13:26
Director

El descenso es más breve y sencillo de lo esperado. Apenas una docena de escalones os separan de una sala en la que únicamente os encontráis una enorme puerta metálica. Multitud de símbolos luminosos sobre la misma dan una impresión definitiva de importancia o trascendencia.  Puede que solo estéis sugestionados al respecto.

Jahani coloca las manos sobre la puerta y ésta se abre con una suavidad que parece incompatible con su tamaño y grosor.

Dentro hay luz, una iluminación amarilla y, de alguna manera difícil de explicar, cansada.  Un espacio irreal, podría ser un templo, aunque no veis ni símbolos, altares o lugares donde podría reunirse una congregación.  

Al final de la sala, otra sala con la luz mucho más tenue, casi en la penumbra  Una pesada silla os da la espalda y tras su respaldo, adivináis la forma de alguien..o algo que parece estar mirando con fijeza una pared repleta de puntos luminosos como pequeñas estrellas que danzan incomprensiblemente. 

-No se puede entrar ahí.  Está prohibido - Jahani dijo con firmeza. - Se pregunta desde aquí, desde afuera, desde ésta linea en el suelo.  El Hacedor de preguntas habla con los dioses y su respuesta se nos proporciona en un texto sagrado, que se materializa desde aquí, surge mágicamente desde ésta ranura.  Señala lo que parece un extraño y masivo artefacto justo junto a la entrada de la sala prohibida

-​​​​​Los Tótem del Norte empezaron a fallar hace casi un año.  Cuando Tyra, tu madre, preguntó la semana pasada cómo impedir que las bestias entraran en Khytya,  el Hacedor dio vuestros nombres.   

Jahani se mantenía en el dintel de la puerta, atenta. 

-No se sabe nada más.  El círculo de intérpretes no pudo llegar a ninguna conclusión que no fuese llamaros directamente.  

Se apartó ligeramente, todavía alerta.  -Eso es todo.  Ahora podéis formular una pregunta cada uno.  Solo una.  El Hacedor no contestará a más.  Son las reglas.

Notas de juego

Podéis debatir qué preguntar, sugerir tiradas, inspeccionar... etc.

2/2

Cargando editor
18/05/2021, 14:40
Kyora

El silencio abrazó con fuerza a la joven de piel oscura cuando caminaba en medio de la densa oscuridad, el hecho de acostumbrarse a la luz no fue un problema ya que estaba acostumbrada a meterse en cada rincón de Rhytya. A Kyora solo le pesaba en su corazón la situación en si, al punto de mantener alerta sus sentidos mientras aquellos símbolos cobraron vida y está única oportunidad de estar allí, debía ser porque erana última opción dentro de estas tierras. 

—Lo entiendo, es el llamado. 

Y no dijo mucho más porque su mente se mantuvo centrada en otros aspectos, en la situación misma y en el hecho de que ha llegado hasta aquí por obra de su madre. Así que por ello, bajó las escaleras con suavidad y siguió los pasos de la Guardiana bastante de cerca, muy pendiente del entorno, de sus compañeros que dentro de poco dejarían de ser unos desconocidos. El destino había hablado por todos y en sus escritos, los tres estaban juntos desconociendo el motivo. 

—Es un honor estar aquí y espero, lograr lo que se espera—dijo a modo de confesión—. No se puede negar lo que ya está escrito. 

​​​​​​Ya con su frase enigmática en el aire, la morena continúo aquel camino mientras se adentraron a otro lugar. Desde aquí, ella recordó algún que otro comentario de su madre sobre este espacio, pero poco sabía realmente. Incluso cuando mencionó lo de las bestias, la mirada de Kyora se agudizó preocupada porque podía predecir ligeramente lo que deberían hacer. 

—Está bien, estoy pensando en ella...—respondió—. ¿Cuál es la situación de Khytya actualmente y que debo hacer?

Básicamente tenía más que una duda, pero ya lo tenía demasiado asumido. Por más que pregunte por su madre, había cuestiones más importantes ahora mismo. 

Cargando editor
18/05/2021, 15:13
Director

-Eso son dos preguntas, Kyora hija de Tyra. -​​​​​​ Dijo Jahani al no percibir algo que debería estar sucediendo.  -Diría que es por eso que no hay respuesta.  

Cargando editor
18/05/2021, 15:19
Kyora

Quiso hacer una pequeña trampa y ante la respuesta de la Guardiana, reformuló:

—¿Cuál es mi destino en Kythya?

Cargando editor
18/05/2021, 20:41
Uren

Durante el recorrido, Uren contemplaba absorto las maravillas del interior del Nexo, si es que aquello lo era, no estaba del todo seguro. De lo que si lo estaba, era de que no había visto nunca una estancia como aquella, y muchísimo menos aquella pared de luces. Escuchó atento las palabras de Jahani, intentando desentrañar el misterio. Estaba en presencia de los dioses, o al menos del método para comunicarse con ellos. 

Observó a sus acompañantes. La joven que se había presentado como Kyora fue la primera en tomar la palabra, tal vez más acostumbrada a aquello. Preguntó dos veces, y tuvo que cambiar su pregunta. La entendía, él mismo tenía miles. Aunque debían acotarse a aquella situación que los convocaba. Y aún así se le ocurrían demasiadas. ¿Por qué ellos? ¿cuales eran las bestias que entrarían si las defensas caían? De ésto tenía una idea, había visto indicios en las exploraciones más lejanas que había hecho, pero aún así, había demasiados interrogantes ¿cómo eran? ¿cuales eran sus debilidades?. ¿Era obra de los salvajes? ¿Cómo reparar los totems del norte? ¿Era eso lo que debían hacer? ¿Reparar los totems? ¿Averiguar por qué no funcionaban? Pero estaban fallando hacía casi un año. ¿Por qué ahora era la urgencia? ¿Había sucedido algo? 

Acarició suavemente el cuello de Hayt, observando todo a su alrededor, buscando alguna señal, algo que hiciese valer su única pregunta. Volvió a repasar lo que había dicho la guerrera sagrada. Sus nombres habían surgido cuando la madre de Kyora preguntó como impedir que las bestias entraran a Khytya, así que su misión estaba clara, al menos para él. El peligro había iniciado con la falla de los totem del Norte, así que ahí iba a dirigir su pregunta.

- ¿Cómo se reparan los totem del Norte? -preguntó. Imaginó que aquello sería útil si debían dirigirse allí.
 

Cargando editor
19/05/2021, 09:52
Joshua

Sus ojos no tardaron más de la cuenta en acostumbrarse a la falta de oscuridad. Eran su orgullo, después de todo. No tuvo problema en dejar que Jahani se adelantara, respondiendo mientras tanto al comentario de Kyora.

¿Que no se puede negar lo que ya está escrito? Como se nota que nunca has tratado mucho con comerciantes —sonrió Joshua, elevándose sobre las puntas de los pies durante un instante. No se sentía especialmente nervioso: Lo que tuviera que ser sería, después de todo.

Caminaba con zancadas largas, con las manos entrelazadas a la espalda, lo que con la lujosa capa que colgaba sobre sus hombros que le daba la apareciencia que clásicamente se habría atribuido a un general. Solo que era un general con una actitud bastante desenfadada. El lugar la precía tan impresionante, de hecho, que sus ojillos brillaban con curiosidad y admiración.

Pero no había nada tan impresionante como lo que se encontraron después de aquel pequeño descenso. Era como viajar a otro mundo, como si ese lugar estuviera completamente desconectado de la Khytya que conocía y amaba. Y al fondo, en la penumbra, la silla sobre la que había un...

Se detuvo. Sin darse cuenta, había dado algunos pasos hacia ella, pero la advertencia de Jahani lo convenció de lo contrario. Poco más y habría sobrepasado la línea. Se cruzó de brazos, dejando caer los párpados y frunciendo el ceño mientras escuchaba las preguntas de sus compañeros. Solo una. No le gustaba esa regla.

Quiero preguntar por qué nosotros —pronunció, cambiando el peso a la otra pierna—. Esta pregunta va para mis compañeros, y no para El Hacedor. ¿Consideráis que hay algo diferente que deberíamos saber? Solo nos queda una, así que vamos a hacer que cuente, ¿mhm?

Cargando editor
19/05/2021, 13:13
Director

Se oyen unos chasquidos y el panel de luces frente al oculto ente que es el Hacedor de preguntas cambia su ritmo, luces que antes permanecían apagadas se encienden y apagan velozmente, series de símbolos luminosos danzan un suave crescendo mientras que la gran mayoría siguen con su tranquilo y perezoso zumbido.

El metálico mecanismo junto a la entrada de la sala parece despertar, algo en su interior chasquea suavemente y una luz verdosa ilumina varias de las gemas que adornan su superficie.

Un fino y breve pergamino blanco surge de una pequeña ranura acompañado de un murmullo metálico y cae al suelo de manera poco ceremoniosa.  Enrollado en el suelo, no tenéis problemas en daros cuenta que una serie de caracteres sagrados aparecen escritos en negro sobre él.

-Esa debe ser tu respuesta, Kyoramurmura Jahani con reverencia, maravillada presenciando directamente algo que, debido a su rango, nunca habría tenido  la ocasión de contemplar.

Kyora, de entre los cuatro presentes, es la única que puede leer la escritura sagrada directamente de la fuente, no la versión simplificada y fonetizada que se usa habitualmente.  La escritura es muy similar a los símbolos místicos que los intérpretes graban en la cabeza de los recién nacidos. 

El artefacto vuelve a producir exactamente los mismos sonidos unos instantes después.  Pero ésta vez, justo antes de que se os proporcione el sagrado texto, notáis como la luz de la sala mengua unos instantes, amenazando con dejaros en la oscuridad. Incluso el tablón luminiscente que observa el Hacedor parpadea unos instantes, pero todo pronto vuelve a la normalidad.  Si ésto fuese normal.

El texto sagrado surge del artefacto, al igual que antes, tan perfectamente trazado que no debe haber mano mortal capaz de igualar su talento.  

-Este debe ser el tuyo, Uren - señala Jahani.  Llegar aquí, preguntar cualquier cosa y recibir respuesta. Un sueño hecho realidad.

- Tiradas (1)
Cargando editor
19/05/2021, 14:26
Director

Durante el momento en que la luz parece desfallecer, percibes algo raro por el rabillo del ojo en el interior del recinto donde se sienta el Hacedor.  No estás seguro, ¿Puede ser un reflejo en el panel cristalino frente a él?

No solo eso, si no que jurarías que, tras volver la luz a la sala principal, ésta es imperceptiblemente más débil, más amarillenta, más mortecina.....

Sabes, casi sin lugar a dudas, que has notado cosas que nadie o casi nadie más ha percibido antes. Ninguno de los presentes, eso por descontado. A menos que puedan esconder sus emociones con absoluta perfección

Cargando editor
19/05/2021, 15:49
Kyora

Y tú con los intérpretes. 

No pudo evitar la réplica que en un tono suave fue dirigida hacia Joshua, incluso se atrevió a sonreír por ello ya que tendría una buena dosis de ello cuando les toque hacer lo que sea que deben hacer juntos. Pero más allá de esto, allí estaban delante de El Hacedor y cuando apareció la primera respuesta, rápidamente la morena intentó analizar cada palabra que en aquel código estaba escrito. Sin poder evitarlo, escuchó el comentario de su compañero y alzó una ceja mientras tenía el significado en la mente. 

Esa misma duda que tienes, yo la tengo. ¿Por qué nosotros? Ni siquiera nos conocemos, pero es evidente que algo en común tenemos para cumplir con el propósito que tampoco sé cual es—confesó Kyora, incluso apreció la astucia de Joshua—. Puedo decir lo que me ha dicho El Hacedor, justamente habla de una ubicación: El Norte de Khytya que imagino será nuestro destino ya que estamos enlazados. 

Luego hizo un pausa, meditó y regresó a la conversación. 

También menciona el oráculo, debe estar relacionado—dijo y miró a Jahani—. ¿Hay un oráculo en esa zona?

Quizás ahí estaba la clave, pero había algo más. Un detalle era inexistente, curioso que El Hacedor no sepa responder a lo demás y deje ese error en evidencia, algo que analizaría con más calma cuando salgan de allí. No obstante retomó con lo otro, aquel templo. No le sonaba. 

Templo de las mil puertas... Otra ubicación. ¿Lo conocen?

Cargando editor
19/05/2021, 16:14
Director

El templo de las mil puertas te suena.  De un cuento en el que se habla de un lugar similar, donde cada puerta excepto una lleva a la muerte.  En ese cuento, el protagonista lleva un artefacto, a veces un arma, otras un orbe, que le permite salir indemne de dicho lugar.

- Tiradas (1)
Cargando editor
19/05/2021, 16:23
Uren
Sólo para el director

Genial! Te consulto, mi pj no sabe leer el código, no? Eso lo leyó Kyora por alguna característica especial de ella?

Es para interpetar si solamente ve garabatos o realmente puede leer lo que dice.

Cargando editor
19/05/2021, 16:26
Director
Sólo para el director

Eso lo leyó Kyora por alguna característica especial de ella

Si, por su adiestramiento como intérprete