Partida Rol por web

Dejé que Zayna me curara a pesar de que le advertí que no era necesario que se esforzara por mí. Realmente no me importaba si aquella herida no sanaba del todo bien, pues de quedar alguna marca en mi cuerpo sería un noble recordatorio de los sacrificios que había sufrido en aquel mundo. Tomé las manos de Zayna cuando decidí que ya había tenido suficiente tiempo intentando cerrar mi herida, apartándolas con un cuidado casi paternal. 

- Gracias por eso, pero intenta no exigirte de más. Después de todo, hace falta mucho más para que Kosmog y yo nos rompamos- puse mi mano sobre la cabeza de Zayna, acariciando su cabello. Era una demostración rara, incluso para mí, pero me sentía relajado en muchos sentidos. Volví a acomodarme en el suelo, retirando mi mano, para poder ver a mis dos compañeros- En verdad me da gusto volver a verlos. Pero hay que descubrir qué fue lo que ocurrió para que todos termináramos en ese mundo. Kosmog- dije otorgándole su momento de la palabra a mi amigo-, dijiste que tenías algo que contar cuando nos cruzamos, ¿verdad? Por mi parte, no he obtenido ninguna información certera sobre aquel lugar. Sólo cerré algunos cabos de mi pasado, y desperté mi Llave Espada. -era todo lo que podía aportar, por desgracia, aunque aquello último era una gran noticia. 

Vin se rascó la nuca, estaba convencido de que había dado con alguien, fue una sensación tan clara,... pero sólo era una roca, sin más que decir, le tocó seguir a Lancelot y su llave espada. Aunque no pudo evitar mirar un momento atrás, mirando el lugar del que se alejaban.

No pude contenerlo, mi necesidad de irme de espalda al suelo en un intento de ruedo donde mis manos sujetaban mi barriga por encima de la ropa y mis pies se sacudían en un pataleo divertido; no pude evitar reirme al ver como Noctis había reaccionado a mi broma. -Tu cara vale oro kupo jajaja kukukupo- Pero pronto mi risa tendría que ser contenida al ver como Zayna recobraba la conciencia, quizas le había despertado mi risa; no lo sabía a ciencia cierta pero al menos la tensión en mi mente y cuerpo se habían esfumado como el viento que salia de mi agitado respirar en ese intento por recuperar la compostura.

-Gracias hermana de arenapo, pero no se preocupen kupo...Tan mal no estoy kukupo- Me mostraba sonriente a mis amigos, realmente solo necesitaba saber que estaban ahí para sobreponerme a todo lo que había visto ese día, sobre todo a ese lugar. Sacudí la cabeza en un escalosfrio que no sabía si era producto de la sensación que dejaba la magia curativa de Zayna o por haber vuelto a visualizar ese sitio de penurias y odio en mi mente, y a su portero que me había recibido de tal forma, que si hubiese visto su rostro estaba seguro que no lo olvidaría, pero su voz ya se grabo en mi mente sin que pudiese evitarlo.

Cuando Zayna termino las sanaciones pude sentir aun algo de dolor pero ahora ya era mas una leve molestía. -Eso se siente mucho mejor kupo, ahora si puedo moverme bien kukupo- Al hablar intentaba extender cada una de mis extremidades para estirarlas bien, aunque molestase era mejor evitar que mis musculos se agarrotasen, después de todo aun seguiamos sin saber donde estabamos y no quería tener inconvenientes para moverme si la situación se complica de la nada. En eso Noctis me recordo el hecho que les quería comentar.

-Si kupo...Tengo mucho que contarles kupopo- Mi gesto se torno ligeramente serio, mis orejas erizaron su pelaje en señal de alerta y el pompom en mi cabeza ya no se movía estaba estatico. -Vi ambos mundos kupo- Solte la noticia sin mas demora. -Vi un mundo en ruinas kupo, donde el dolor y el odio se respiraba kupopo...Y también un mundo donde la luz te baña kupo, donde la paz brilla en cada rincon kupopo- Mis ojos se cristalizaban por momentos pero debía mantenerme firme y mostrar la seriedad que merecía el asunto. Barri con mi manga cualquier rastro de lagrimas de mi rostro que pudiese quitarle peso a mis palabras y para alejar los recuerdos de mi mente por un momento, al menos los que podían hacer que perdiese mi tono sereno al hablar.

-Quieren abrir el kingdom hearts kupo, los seres oscuros kupopo....y tomar su poder kupo, planean desequilibrar los mundos kupo....Quieren bañar todo en oscuridad kuku..kupo- No pude evitar bajar la mirada al suelo, solo recordar a ese ser de oscuridad hacia que mi pelaje se erizara y el filamento que unía mi cabeza a mi pompom vibraba por el temor y la impotencía de haberme quedado paralizado del miedo ante ese ser que busca el mal en exceso. Si algún día se encontraba con ellos...No quería ni pensarlo. -Lo siento kupo...Traje malas noticiaspo.-

Efectivamente, al volver la mmirada atras, donde antes estaba la roca pura y dura, ahora esa roca tenía un agujero a modo de entrada a una cueva. Tal fue tu sorpresa que por avisarles al volverte de nuevo la cabeza la entrada de nuevo había desaparecido.

No entendías nada, no sabías si era la magia de ese mundo o solo eran imaginaciones tuya, pero allí no hhabía entrada, ni tocandola si quiera la roca...

Finalmente Lancelot continuó con Jesse en dirección al camino que tomaban

Siguió a los otros dos, nervioso, eso no había sido una alucinación o un espejismo, ...¿o si? En realidad no sabía bien que pensar, si Jesse que pertenecía a ese mundo no sabía de que le hablaba Vin, tal vez eso de morir, resucitar, y no reconocerse a si mismo, le tenía un poco cansado y veía pequeños fragmentos de sueño estando despierto.

Aun así, esas extrañas visiones eran tan reales,...

Algo molesto por que solo presentase a Leslie, me separé de él para saludar a los tres nuevos llegados. 

- Y yo soy Sigfried Hessell, pero todos me llaman Capitan Sieg. - Miré de reojo a Percival y dije en voz lo bastante alta como para que me oyera. - Excepto aquellos caballeros que solo lo son de boquilla y no de acto. Pues un autentico caballero no ofende a nadie, aunque le hayan ofendido. - Tenia las dagas listas por si se picaba y me atacaba por la espalda. Si no lo hace prosigo. 

- En fin. Nos mandan a mi y a Vin, a buscaros desde Tierra de Partida. Ya que no tenian noticias vuestras. Tengo una nave gumi, y en cuanto esteis todos juntos os llevaré de vuelta. A no ser que todos querais quedaros a ayudar a la reina de este mundo. - Señalé a Leslie con el pulgar. - Necesita ayuda. 

No solo como arma, si no también parece que hace de brujula esa cosa. Admito que cada vez comenzaba a ganar más interes en la llave espada...y su enorme utilidad.
-Ey...Wei...erm...Gwain. No puedo dejar de prestarle atención a tu llave espada y me preguntabaaa...COMO OBTENGO UNA DE ESAS? Hasta ese enano Moguri tiene una!-

—¿El Kingdom Hearts? —pregunta Zayna confundida. Siente que es algo que tiene que saber, pero... no. 

Hasta hace poco, para ella el mundo se reducía al cubículo de su lámpara. 

—Yo también estuve en dos mundos, separados por dos puertas... —dice entonces, en referencia a lo que el moguri dijo con anterioridad—. Crucé el umbral entre ellos por propia voluntad. Una voz me dijo que... —alzó la cabeza mirando a Noctis— que estabas ahí. 

Trató de levantarse, pero le temblaban las rodillas. Había agotado todas sus fuerzas con esa sanación. Trató de levitar, pero el viento de su aura que levantaba su peso se hallaba débil. Al fin, apoyada por ambos (viento y piernas) encontró una forma de avanzar y seguir a sus compañeros a través del extraño mundo en el que se encontraban. 

—Tranquilo, Kosmog. Ahora, podemos impedir que lo consigan, ¿no? 

Zayna se inclinó ante Leslie, como era costumbre en su mundo. También era la única forma que conocía de saludar, pero eso no tenía nada que ver. 

Después, se volvió aliviada hacia Perceval. 

—Me alegro de verte de nuevo, Perveval. 

Entonces, se dio cuenta de que había una tercera persona más. Y claramente, había un conflicto entre ambos hombres. 

Miró a Perceval, después al tipo de rojo con el ego como un castillo. De nuevo a Perceval, y al chico con el ego de castillo. Y, como usuaria de dagas, no se le pasaron por alto las que el tipo del ego de castillo agarraba con fuerza. Automáticamente, le puso una cruz en su mente. 

—No me caes bien—dijo entonces con esa naturalidad arrolladora tan característica de ella, esa sin filtro y tampoco sin malicia, más bien la de alguien que, tras milenios de esclavitud, aún estaba aprendiendo el concepto de "libertad de expresión", pero aún le quedaba pendiente el concepto de la "sutileza". 

Ese se le resistía. El de las indirectas también. 

Además, estaba el hecho de cómo se presentó. Capitán. Lo había incluido en cómo quería que lo llamaran, no en su nombre real. Por lo que ella sabía, y sabía bastante, los que más alardeaban de título eran los que menos se lo merecían. Como todos esos príncipes que había creado en sus años como genio. 

—No sé quién es Vim, pero tú no pareces un caballero, ni de boquilla, ni de actitud, ni de principios —dicho esto, se giró hacia Leslie. 

Volvió a mostrarle respecto. 

—Entonces, ¿eres la reina del lugar? —eso sí que era signo de buena persona. No sólo no dijo ser la reina, sino que les estaba ayudando. Le caía mucho mejor que el otro tipo—. Si necesita ayuda, cuente conmigo para ayuda en lo que pueda, majestad. 

Después, se giró despacio a Perceval. 

—Perceval, ¿tenemos tiempo para ayudar? Yo me quedo —dijo con determinación. 

Descansando un par de horas, recuperaría su magia y su potencial para ayudar. 

Tras el reencuentro entre Perceval y Zayna y Kosmog, solo costarón unos segundos para que la situación se relajara en gran medida entre el enfado de Perceval hacia Sieg, con la frase detonante de Zayna: "No me caes bien". Tanto Leslie como Perceval rompieron a reir, y a medida que Zayna seguía hablando sobre Sieg seguian riendo, Perceval más fuerte que Leslie y esta más disimulada. Perceval, como modo de consuelo hacia Sieg, se acerco a el y le golpeo la espalda al minado Sieg - Ánimo soldado, algun día agradarás a alguien - entre risas.

Leslie se tranquilizo un poco y trató de responder a Zayna - Bueno, realmente reina reina, no es del todo cierto, los habitantes del reino nos pidieron ayuda a mi y a Jesse, y ambos fuimos proclamados sus reyes, por la ayuda ofrecida a ellos. - Dice con honestidad - Pero ahora mismo problemas... no es que tengamos muchos, la barrera mágica quizas y los pequeños seres oscuros.

Perceval trata de explicar - Por lo visto hay sincorazon en este mundo, pero en escasas cantidades, al menos no hemos visto ninguno, supongo que esa "barrera mágica" tendrá algo que ver con eso de que no podamos verlos o que haya tan pocos. Técnicamente... esta no es nuestra misión, es la de Sieg, Vin y Max así que en teoría deciden ellos. Su misión es rescatarnos mientras exploran el mundo, así que, hasta nueva orden estamos bajo sus decisiones, pero no estaría de más echar un cable a quienes nos han ayudado. - Dice mirando indirectamente a Sieg. - Pero lo primero es lo primero - Mira en su alforja y saca 3 Elixires - Tomad, pareceis más hechos polvo que nosotros. - Os da uno a cada uno (Noctis, Kosmog y Zayna) - Eso debería curar vuestras heridas y poder, y también deberíamos esperar a los demás.

Justo entonces.... los arbustos suenan...

Al cabo de unos minutos empezais a llegar a la zona donde están todos....

Gwain a Redtide: Te lo dijo Eraqus chaval, una prueba que debes realizar en el altar. - Dice mientras termina de acercarse y al veros Gwain solo dice - Hola.... vaya estamos todos... bueno, no veo a Jackal - Con Gwain veis a Redtide y a Max, un pequeñin con gafas y su libro el cual algunos ya conoceis.

Lancelot, llega por otro lado con un chico de una pinta un tanto extraña y otro chico parecido a Leslie. - Al fin estamos todos... Espera, falta Fudo también. - Dice Lancelot al observaros a todos. - Y ahora donde estarán esos dos.

Por otro lado al verse Gwain y el chico parecido a Leslie estos dos se entremiran con cara de cabreados. Perceval finalmente dice - Bueno, ese chico, es Jesse, también es de aquí, y Gwain y el han tenido una "pequeña trifulca" - Os dice en voz baja cuando estos dos oyen a Perceval y en respuesta dicen al unisono - EMPEZÓ EL - Señalandose mutuamente

Miré a la pequeña chavala con una sonrisa hasta que me dijo que no le caia bien y todos se pusieron a reir. Yo tambien me reí a carcajada limpia, igual que ellos, por lo que alguno se quedaria descolocado. 

- Una chica sincera... A mi si me caes bien. Y no, no soy para nada un caballero. No tengo modales de la corte ni brillante armadura. Soy un SeeD y los SeeD's hacemos lo que debe hacerse cuando nadie mas puede o quiere. En otros mundos supongo que nos llamarian "la caballeria".

Al llegar habia una especie de pelea en marcha. - Con lo que me gustan las peleas... Que ha pasado? - Pegunté divertido. 

- Tenemos alguna manera magica de localizarlos, Lancelot? Con ese rollo de la llave espada o lo que sea. - Le preugnté al caballero. Al menos este me caia mejor que Percy. Tambien me volví hacia Leslie. - Y tus amigos de este mundo no podrian ayudar a localizarlos? Seguro que se conocen esto como la palma de su mano. - Le dije dandole animos. -En cuanto estemos todos seremos un grupo lo bastante grande y variado como para descubir como ayudar a tu mundo, reina. - Le dije a la chica. Del rei no me fiaba demasiado, parecia propenso a buscar problemas. - Y si en la base preguntan porque tardamos tanto, podemos decir que nos entretuvimos viendo el paisaje o algo asi. 

Vin se sorprendió al ver a un par de nuevas caras, ya faltaban menos por encontrar. Miró a la chica y preguntó - Disculpadme majestad, hemos ido hasta una roca, a la que vuestro rey dijo que llamabais "roca mágica", allí me pareció ver una cueva, pero desapareció de inmediato, y creo que solo yo la vi, es la segunda vez que ese extraño fenómeno me ocurre en vuestro reino, ¿usted sabe algo al respecto? Me he quedado con la sensación de dejarme algo por ver allí.

Mientras el chico ese le explicaba qué era él, Zayna se bebió agradecida el elixir. Un suspiro de alivio se escapó de sus labios cuando sintió cómo su poder volvía y su viento cobraba de nuevo vida a su alrededor. El aire agitó sus cabellos azulados y, como si lo hubieran estado deseando, sus pies se levantaron del suelo, ingrávidos. Como si la chica fuera un soplo de aire. 

Contenta, una risa escapó de sus labios. Ahora sí, ahora todo estaba bien. Miro a sus compañeros (Kosmog y Noctis) sonriendo contenta. 

Pero entonces, recordó que el chico la estaba hablando y se volvió para contestarle. Aunque... había cosas que no entendía. 

—¿SeeD? ¿No te daban de beber en tu mundo? —pregunta mientras parpadea con cierta confusión—. ¿Qué tiene que ver eso con ser caballero? 

Nuevamente, como tantas otras veces, sentía que se perdía algo importante... 

Pero entonces, llegó más gente. 

—¡Capitán! —exclamó Zayna al ver a Redtide—. Me alegro de volver a verle. 

Sin tocar el suelo, se acercó levitando hasta él y se aseguró de que estaba bien. 

—¿Hay algún herido? —preguntó por si acaso. 

Con su poder de vuelta, podría atenderlos fácilmente. 

Cierto, había olvidado por completo cuando hablé con Eracuous tras todas las cosas por las que pasé. Y ahora por suerte parece que finalmente puedo reecontrarme con mis viejos colegas...erm...cuál era el nombre de ella? Cielos...soy malo para esto...Zhonya? Zoria? Sora?...eeerm...mejor me juego la suerte y digo el nombre que más me suene...
-Zanya!!! Que...erm...gusto volver a verte a ti y al resto de la tripulación. Se los extrañó mucho. Yo estoy bien, aunque caí sobre unos arboles y me tragué algunas hojas. Y también los extrañé a ustedes, par de marineros de agua dulce!- Dije señalando a Cosmo y a Noctus. Si. Estoy casi seguro que esas eran sus nombres.

Entre los arbustos aparecio de la nada Perceval acompañado de dos personas, algo que haría que nuestra charla tuviese que esperar, de nuevo, algo un tanto molesto pero no podía hacer mucho al respecto, mas cuando el tema del que estaba hablando era serio.

-Hola kupo- Comente algo seco y aun mostrandome preocupado; si bien era bueno verle de nuevo a quien nos había llevado en esa misión, tenía que mantener el silencio por la chica que le acompañaba y el sujeto, el se veía extrañamente sospechoso. Pero al parecer era también un "agente" de Tierra de Partida como nosotros, aunque no por eso seguiría con la charla.

Poco a poco una escena se monto sin que me diese cuenta, Zayna estaba teniendo una especie de riña verbal con ese rubio que se llama así mismo capitan Sieg y a su vez se categorizo así mismo como SeeD; no tenía ni la mas remota idea que significaba ese termino hasta que lo explico, así era un poco mas fácil pero me parecía innecesaria esa reacción que tuvo que después de intentar picar a Perceval este sujetase las dagas como si fuesen a pelear solo por ello, me sonaba a la actitud de un buscapleitos, cosa que destrozo cuando busco llegar a llevarse bien con mi compañera. Sin duda era alguien llamativo y raro.

Mi atención se vería tomada por el aviso de Perceval de quedarnos en ese sitio para ayudar o hasta que aquellos que enviaron a buscarnos decidieran que era hora de marchase de ese mundo. -Pués, si el mundo es seguro kupo- Agregue despacio. -No veo necesidad de quedarnos kupopo...- Mi tono de voz era particularmente serio y poco animado. -Yo voto por que regresemos kukupo- No solo estaba ansioso por volver a Tierra de Partida para comentarle al maestro Eraqus y a la maestra Aqua lo que había visto, tampoco veía mal que un mundo tuviese un poco de oscuridad, el equilibrio me parecía sumamente importante como para dejarse llevar por el deseo purificador al punto de volverlo un deseo purgador.

Y una vez mas el sonido de los arbustos me alerto, viendo ahora en esa dirección para encontrar al resto del grupo de los caballeros, venir con alguien a quien no conocía y a Redtide.

-Hola po-

Mi mente daba vueltas en la advertencia de Kosmog sobre las intenciones del enemigo. Al principio me costó entender de qué estaba hablando Kosmog, pero mi mente de repente encontró los recuerdos de la bienvenida de Eraqus cuando nos conocimos todos. Mi rostro estaba ensombrecido, comprendiendo los peligros que se comenzaban a mover en las sombras, incluso desde aquella vez en Ciudad de Paso. Escuché el pequeño choque entre Zayna y el Capitán Sieg con cierto desinterés. Aquél tipo proclamaba ser un caballero, aunque seguro se refería a un termino diferente de caballero del que yo conocía. Aún así, lograba entender lo que decía, lo que acompañado con respeto y buen humor desde su parte ante las miradas de los demás hizo que mi desagrado inicial desapareciera rápidamente. De repente habían llegado más compañeros al lugar, creando un ambiente de reencuentros bastante pintoresco. 

Decidí quedarme a un lado, bebiendo el elixir que nos habían entregado generosamente mientras terminaba de procesar las cosas que habían pasado y escuchar los datos que la gente compartía al llegar. Max, Vim y Sieg eran los nuevos enviados de Tierra de Partida. Pero faltaba el chico de las cartas que había visto durante la batalla contra el Maestro Imitador. Después de oír las votaciones de Kosmog y Zayna, me decidí a unirme a la conversación, algo decepcionado por la forma de pensar del moguri. Una reina y un rey, Sincorazones, una barrera mágica y una piedra. Aquello estaba más claro que el agua- Por más que el peligro de la oscuridad se muestre latente, no podemos ignorar la deuda que tenemos con aquellos que han venido a buscarnos y su otra misión- me acerqué a Leslie y Jessie, inclinándome frente a ellos, bajando una rodilla al suelo- Si los habitantes mismo los han elegido reyes, es porque sus corazones y sus actos los han dotado de la nobleza necesaria para portar ese título. Acepto la Quest. Deseo quedarme para asegurarme de que el equilibrio de este mundo está a salvo- me incorporé y miré a Perceval y Sieg, esperando que no se opusieran, pues ya había tomado mi decisión. Volví a irme hacia un costado, acercándome a Kosmog para dedicarle unas palabras- Presta atención a los detalles. Ésto también es parte del camino que elegimos. Si no podemos reparar algo tan simple y pequeño como ésto, no estaremos listos para pasar al siguiente nivel. Es como yo lo veo. De nada nos sirve llegar hasta el fin del mundo si no tenemos la experiencia necesaria para el reto.