Partida Rol por web

Kingmaker: Tierra robada

Parte 1: Problemas en el puesto de Oleg

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09/11/2016, 19:22
Shallana´ha

Al ver la mano del primer encapuchado, no puedo evitar dar un paso hacia atrás, mirándole primero, para luego volver a mirar a la cara del llamado Rennor.

Mi nombre es Shallana´ha, y ellas son Khastal y Mara. Lo cierto es que nos acaba de abandonar el otro explorador que había venido en un primer momento comento encogiéndome de hombros algo sobre que le había reclamado su clan, o yo que sé. El caso es que, si te sabes mover por estas tierras serán de gran ayuda.

¿Os han enviado los señores de la espada?

Mientras hablo, busco con la mirada a la mujer de Oleg, pues quería entregarle los rábanos y las bridas del caballo para que los llevara al establo y los diera de comer, pero intentando no perder de vista durante mas de lo necesarioa a los dos nuevos.

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09/11/2016, 19:33
Rennor Sisaw

Las mujeres parecen reticentes a aceptarlos y Rennor lo entiende, por si mismo nunca ha generado confianza y Malak con su aspecto embozado tampoco ayuda. Mete la mano en la bolsa del cinto y saca la patente que les dieron cuando les enviaron a este lugar: Supongo que esto certifica que estamos juntos en esto.

Que no quiera acentuar las reticencias de las mujeres no tiene por qué llevarle a confiar en ellas. Empezaba a sentir otra vez la sensación de querer hacer las cosas solo y por su cuenta ¿Habría sido mala idea alistarse?

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09/11/2016, 19:45
Shallana´ha

Al ver el papel, reconozco la similitud con el que me dio hace unas semanas mi maestro, pero aún así lo cojo con la mano libre y, mientras lo leo, asiento justo antes de entregárselo a mis compañeras.

Parecía que uno de ellos era quien decía ser, ahora faltaba ver si el otro también lo era. El estar ahí juntos no quería decir nada, y bien podría tratarse de algún agente de esos malditos bandidos.

Notas de juego

Dejare opciones para que el resto rolee un poco XD

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09/11/2016, 23:45
Mal'ak

La intención de Oleg parecía buena al "presentarles" de aquella forma, pero rápidamente se dio cuenta de que no había sido la mejor idea; las tres mujeres -y estaba sorprendido de que así fuera- parecían llegar de alguna misión sin mucho ánimo para confiar en dos extraños de los que no sabían nada. El mayor problema lo parecía tener, en especial, la mujer de cabellos platinos. Su dura mirada, una que podría resultar incluso intimidante, les observaba a ambos con gesto suspicaz, y antes que dar la mano tenía toda la pinta de estar dispuesta a ensartarles un palmo de acero con la espada que llevaba colgada a un lado de la cintura.

Sintió como se ponía tensa al hablarles, preguntando inquisitivamente mucho más de lo que daba a entender con palabras, y le devolvió la mirada con firmeza, nada dispuesto a ser tratado como un delincuente por alguien que ni siquiera le conocía; había vivido demasiadas veces aquello, y no iba a permitir que pasara de nuevo. Sus iris, rojos como la sangre, destellaron en contraste con los preciosos -aunque fríos- ojos azules de la mujer, y una sonrisa pícara se perfiló bajo el embozo que cubría su rostro casi por completo. No era lo único que chocaba entre ellos, estaba seguro, pues la ascendencia aasimar de aquella mercenaria era fácilmente reconocible, en contraposición a su linaje infernal; eso podría llegar a ser un problema, dependiendo de lo estrecha de miras que fuera la chica, pero al menos sería divertido. 

Sólo la oportuna intervención de Rennor hizo que se detuviera de meter más leña al fuego. El explorador se presentó y le tendió la mano a la joven, aunque tras el rechazo de esta optó por algo más tranquilizador; la carta de mecenazgo de los Señores de la Espada valdrían para demostrar sus intenciones, o al menos para que aquella féminas empezaran a confiar en ellos aunque fuera un poco.

Observando la nueva atención que acaparaba él, debido sin duda a que querían ver también su misiva, suspiró. No empezaban con buen pié, pero suponía que podía haber sido peor. Lo primero que hizo fue quitarse uno de los guantes, dejando a la vista una piel grisácea y escamosa. Se llevó esa misma mano al interior de su capa, sacando de uno de los múltiples bolsillos un pequeño trozo de papel plegado, y extendiendo este hacia ellas, aunque sin hacer amago de moverse para acercarse. Ladeó la cabeza a la espera de ver que hacía la que parecía la cabecilla, y una vez más sonrió sin que nadie pudiera verlo.

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11/11/2016, 11:12
Svetlana Leveton

La mujer del posadero al veros llegar, se acerca con rapidez y sonriendo toma vuestros caballos así como la cesta de rábanos. -Ohhhhh... ¡Los habéis traído! La mujer toma la cesta mirando los rábanos con una pequeña sonrisa. -Muchas gracias... Dejad que deje los caballos y los rábanos, y os traigo lo que os prometí. La mujer toma la brida de vuestras monturas una vez que todos estaís en el suelo, y los lleva hacia los establos.

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11/11/2016, 12:45
Shallana´ha

Cuando el otro mercenario se quitó el guante mostrando, más que una mano, una garra, entrecierro los ojos levantando de nuevo la mirada para ver esos ojos rojos que se escondían tras la capucha.

Pasados unos segundos, y tras comprobar que ninguna de mis compañeras se acercaba a por el papel, las lanzo una mirada interrogativa 

¿Qué coño os pasa a vosotras? espabilad, coño

Negando con la cabeza, doy un paso hacia el "ser" que me está entregando el documento, sin poder evitar volver a mirar la garra con la que sujeta el papel, cogiéndome con mi mano enguantada y leyéndolo de igual forma que hiciera con el de Rennor, asintiendo al ver que, efectivamente era válido para el supuesto Malak.

La tensión inicial se rompe al oir a Svetlana, me giro, cambiando radicalmente la cara y mostrando una amplia sonrisa Si querida. Finalmente pudimos acercarnos y recogerlos. Te hemos traído de más para que tengas alguno en la despensa comento guiñándole un ojo.

Tras esto, vuelvo mi atención a los nuevos 

Notas de juego

Habia esperado por si entraban mis compis, pero como esto avanza, quería contestar a Malak que ahí hay mandanga xDXD

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11/11/2016, 13:28
Oleg Leveton

El hombre mira de reojo el contenido de la cesta y cuando su mujer se marcha veis como sonríe dando un pequeño suspiro... -Esta mujer... Gracias por traer los rábanos, creo que habiendo tantos, hoy podréis probar todos la deliciosa sopa de rábanos lunares de mi mujer... Veis como Oleg sonríe, e incluso diríais que se le hincha el pecho de orgullo. -Y no es por fardar, pero es la mejor sopa en todos los Reinos fluviales...

El hombre os mira a todos intentando suavizar un poco la tensión inicial que parecía haber surgido entre los nuevos enviados y las tres chicas. -¿Y habéis averiguado algo acerca de los bandidos? 

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11/11/2016, 14:14
Khastal

Khastal no había parado de mirar fijamente al tipo que no había hablado. Había podido ver su sonrisa, que tenía algo de maligno, así como sus ojos rojizos, pero aun así le llamaba la atención. Estaba claro que no era una amenaza para ellas pero tampoco era humano, ni elfo o enano y se moría de curiosidad por saber quien era y que le había llevado a estar allí.

-Eh, tu-le dijo a su "nuevo compañero" sin demasiada cortesia y dejando que sus compañeras respondieran a Oleg acerca de lo que habían descubierto- si tu, ¿sabes hablar común no? Oh vamos, no seas timido-dijo acercandose un poco a él para no tener que hablar a boces- vamos, di algo.

Notas de juego

Todo esto es a Malak obviamente

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11/11/2016, 17:15
Mal'ak

La tensión se incrementó hasta casi poder cortarla cuando la cabecilla finalmente se acercó hasta él, más preocupada de mirarle la mano que de sus movimientos. Dejó sin embargo que cogiera la carta sin mover un sólo músculo, y la retomó de nuevo, guardándola en algún bolsillo interior, cuando acabó de leerla. Él no era peligroso, no si no se le atacaba claro, pero aún así no podía dejar de aceptar aquellas miradas críticas que le juzgaban con solo mirarle; era el primer paso, y tenía que asimilarlo, aunque podía ser cínico mientras tanto, y divertirse un rato.

Un comentario mordaz murió en sus labios antes de ser dicho, cuando la mujer de Oleg apareció buscando algo. Cuando lo tuvo y se fue de nuevo, esta vez con los caballos, no pudo evitar un pensamiento escéptico que se guardó de pronuncia en algo. "¿Rábanos? Estas son las misiones que hacen por aquí, cosechar... ¿rábanos?" Sus ojillos rojos, demasiado hundidos en unas cuencas oscuras que se disimulaban pero no del todo bajo las sombras de la capucha, se entrecerraron suspicaces ante aquella idea. Por suerte, el dueño de aquél lugar devolvió el sentido a aquella empresa, preguntando por los bandidos que tan ansioso se había mostrado Rennor de cazar. 

Pese a todo, si tendrían emoción en aquella aventura, aunque pararan de vez en cuando a recoger plantas para las cenas. Aún así, las chicas no parecieron muy dispuestas a responder inmediatamente, y una vez más él mismo volvía a ser el centro de atención. Era algo normal, esperado, pero para lo que no estaba preparado era para la insolente y cortante lengua de la que, rápidamente, se dio cuenta de que era una mestiza élfica. No tenía muy claro si aquél comentario era porque le consideraba idiota, o simplemente para hacerle hablar, pero como fuera no le terminó de gustar el tono, aunque si simplemente intentaba darle una "oportunidad" no iba a reprocharle nada. 

- Se hablar común... -Su voz era aguda, casi un siseo, pero clara y propia de alguien joven.

No dijo nada más seguido a eso, aunque había parecido dejar las palabras en el aire. Durante unos segundos de silencio miró a su alrededor, volvió a centrar su atención en las mujeres, y finalmente suspiró mientras se apartaba la capucha con deliberada tranquilidad, dejando a la vista su afilado rostro, grotescamente parecido a la de los ancestros de la mujer pero sin nada que ver con estos.

- Mi nombre es Malak, es un... -sonrió, dejando a la vista unos afilados dientes que convirtieron un gesto afable en algo ciertamente salvaje- placer -Dijo terminando con una leve inclinación de cabeza a modo de  ligera reverencia.

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11/11/2016, 17:49
Khastal

-Mmm que interesante-dijo la semielfa al escuchar a Malak y mirar su rostro de cerca, en voz alta, como si hablase para si misma- será divertido-dijo dandose media vuelta y volviendo a su sitio. Se quitó el cinto con las armas y lo apoyó en la silla estriandose- nos vendrá bien descansar-dijo al resto- que ganas tengo de comer una buena sopa-dijo con una sonrisa dirigida a Oleg y su mujer.

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11/11/2016, 18:21
Shallana´ha

Al entregarle el documento, oigo a Khastal, como siempre directa, lo que no me sorprende demasiado, no así la pregunta, aunque vuelvo mi atención rápidamente hacia el nuevo. 

Malak, nombre extraño para un humano pienso justo antes de observar el rostro que nos muestra. 

Pero que coño....digo dando otro paso hacia atrás y llevándome la mano a la empuñadura, mirando a su vez al explorador, con la intención de saber si, ya se conocían o era la primera vez que le veía tal y como era en realidad.

Ya acostumbrada a las extrañas reacciones de la guerrera, la dejo marchar sin hacer ningún comentario con su actitud, pero no así a Malak ¿como ha conseguido alguien como tú el salvoconducto?

 

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11/11/2016, 19:52
Khastal

Oh vamos Shallana! ¡Relajate! Ni siquiera se yo como lo conseguí simplemente contrataban a todo el que podía dar la talla-le dijo un poco enfadada al ver su reacción- no pasa nada, es uno de los nuestros. Solo hay que mirarle a los ojos para darse cuenta-continuó desde su silla- Incluso habla común! Es un placer... ¿recuerdas?-le dijo como si contase una broma privada que nadie salvo ella entendía- venga relajate, que está con nosotros.

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11/11/2016, 20:02
Shallana´ha

¡Vale, quizás tengas razon! Pero ¿has visto su aspecto? comento señalándole con la mano

Tiene sangre infernal que recorre sus venas, por Gorum. 

Todavia con el brazo extendido, señalo a Rennor ¿has viajado con el? ¿O es la primera vez que le ves? 

A pesar de que no debería dejarme llevar por la primera impresión, no podía evitar pensar de dónde podía provenir ese ser y, lo más importante, como se comportara. ¿Que habría hecho el contra esos Kobold? Quizás lo mismo que yo había pensado hacer en un primer momento. Un temor me atenazó el corazón en ese momento ¿y si no fuéramos tan distintos? Demasiadas preguntas y todavía sin respuestas. 

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11/11/2016, 20:45
Khastal

-Sangre infernal...-mascullo la semielfa... ¿acaso no tengo yo una sangre peor corriendo por mis venas? 

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12/11/2016, 01:46
Mal'ak

"Interesante". Rumió la palabra varios segundos, mientras ladeaba la cabeza mirando a la extraña semielfa. Un recuerdo del pasado, uno en especial, le volvió a la mente haciendo que su mirada se perdiera durante un instante; un tiempo en el que era un niño, retraído y solitario, y sus padres le ocultaban como a un monstruo. En su mente se formó la imagen de un hombre viejo, de rostro ruín y depravado que hablaba con su madre en la parte de atrás de su humilde hogar. Él escuchaba tras la puerta la conversación que tenía lugar en el frío callejón, pero esa vez no era como otras; el avaro anciano no estaba allí para comprar la mercancía habitual, al amparo de la noche antes de que llegara el marido, no, tenía otro trato en mente. 

Nunca terminó de saber cual fue el final de todo aquello, pues su padre llegó antes a casa y todo acabó muy rápido, cuando el feriante se dio cuenta y salió huyendo antes de que alguien pensara lo que no era. Las únicas palabras que aún podía mantener en su mente de aquello era algo sobre "un espectáculo de criaturas terroríficas". Rió por lo bajo. Después de aquello, su madre entró de nuevo en casa. Las lágrimas surcaban su rostro y le miró de manera extraña durante el resto de la noche, pero jamás volvió a saberse nada de aquél tema. Años más tarde podía suponer que se había tratado aquél día, y sólo le hacía gracia. 

De nuevo, volvió a mirar a la mestiza y sonrió mostrando los dientes mientras entrecerraba los ojos - No tienes nada que ver con algún circo, ¿verdad? - Preguntó consciente de que, seguramente, sólo el pillaría la broma. Pero como era de esperar, de nuevo fue la aasimar la que rompió el agradable momento.

Los comentarios que salieron por su boca eran algo mucho más normal que la abierta actitud de la otra chica, la clase de comportamiento a la que estaba acostumbrado y por el cual no se dejaba amilanar, ya no. En respuesta al ceñudo gesto de la inquisitiva mujer, sacó la lengua y se lamió con ella los labios, mientras acercaba la mano también a la empuñadura de su espada, aunque sin llegar a tocarla. 

- Si vas a usar eso, hazlo, si no, suéltala no vayas a hacerte daño - Guiñó un ojo a la chica de cabellos platinos tras decir aquello, y luego se relajó, dejando caer el brazo laxo a su lado -. Como sea, Rennor no me conoce más que cualquiera de vosotras, no he compartido camino con él, todavía.  

Durante el siguiente silencio pareció estar pensando en algo, acariciándose la larga y oscura melena que llevaba sujeta en una perfecta coleta alta, hasta que al final pareció decidirse y volvió a sonreír.

- Respecto a mi sangre, has sido muy aguda, enhorabuena, creo que te invitaré a un trago si me dejas... - Aplaudió lentamente, un par de veces, mientras componía una pícara risita -. ¿Tendré que pedir perdón porque mis ancestros no se acostaran mejor con un monstruo llegado del cielo que de uno salido de infierno? 

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12/11/2016, 11:53
Shallana´ha

Haciendo caso omiso, pues otros tantos hombres habia hecho la misma gracia y para muchos de esos había sido la última, mantengo la mano sobre la empuñadura. A pesar de no tener pensado usarla, no iba a quitarla solo porque me lo dijera esa cosa.

En cuanto a la comparativa de nuestros ancestros, hizo que soltara una carcajada seca Ja, lo que pasa es que, por naturaleza, un infernal es maligno, y un celestial no lo es, por lo que hay más posibilidades de que te haya manchado tu alma esa malignidad que a cualquier otra persona.

Sea como sea, todos servimos a Brevoy y, de momento, no tendré inconveniente y parece que remedio, para trabajar juntos, pero ten claro que estaré pendiente de tus acciones, y no me gustaría tener que usarla. dicho esto, palmeo la empuñadura de la espada un par de veces antes de bajar la mano y mirar durante otros breves segundos directamente a los ojos de Malak. A pesar de todo, y si mi intuición no fallaba, parecía sincero. Quizás solo hubiera tenido la desgracia de nacer así, pero el valor de haber luchado contra su naturaleza.

Ahora descansemos y tomemos algo mientras os ponemos en antecedentes sobre lo que hemos descubierto hasta ahora. No es mucho, pero vamos avanzando.

Según voy camino de una mesa, me giro hacia Oleg De los bandidos poco sabemos, pero hemos entablado relaciones con unos kobolds del clan Escamahollín. En dos días hemos quedado para ver si aceptan tener relaciones comerciales con vosotros. En ese caso, quizás podríamos presionar para que acaben los problemas que están causando, aunque más bien parece que es un chamán que ha llegado nuevo el causante de todos los problemas.

Están en guerra con otros...pero bueno, empezaré por el principio me siento en uno de los bancos, dejando el arco, el carcaj y la espada junto a mi.

Dijeron tener una maldición desde que unos ¿canijos? les robaran una estatua del Viejo Dienteafilado. Estatua que había traído un sacerdote kobold de piel morada en este punto tuerzo la boca, como haciendo ver que no entiendo bien lo que pasa y que es tal cuál nos lo contaron, también nos dijo que les obligaba a hacer sacrificios semanales para contentar al dios y que no les castigara

Ellos sacrificaron a los que se oponían a ese sacerdote por puro miedo, pero creían que el jefe quiere eliminar al sacerdote y volver a tomar el poder de la tribu. Ese Kobold, que se llamaba Nakpik. Por lo que dijo, el jefe no quiere problemas con los humanos, por lo que quizás, si ayudamos a elminar a ese sacerdote, los problemas desaparezcan y ganemos esa recompensa. También nos dijo dónde estaban, aproximadamente, claro.

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12/11/2016, 19:13
Mal'ak

"¿Mi... alma?" La sola mención estuvo a punto de hacerle reír; eso era propio de los dioses y sus perritos falderos, sin duda algo que le pegaba a aquella mujer de sangre celestial, pero no a él. No es que no creyera en esas cosas, pero lo cierto es que le importaban poco los temas divinos y los asuntos de sus representantes sobre la tierra. Para ser sinceros, si el tenía que temer ir a alguno de los nueve infiernos, sabía que al menos allí se encontraría con más de la mitad de los hombres y mujeres con los que había coincidido en la vida; y pobres de ellos entonces. 

Respecto a lo de servir a Brevoy, bueno, aquella carta era para él una herramienta, como cualquier otra pero más efectiva, para que le dejaran en paz y a sus anchas en un páramo salvaje donde desarrollar sus facultades con libertad. Que sus objetivos hubieran coincidido con los de los Señores de la Espada era una simple y afortunada casualidad que había decidido aprovechar, pero nada más. 

Sin embargo prefirió no seguir tentando a la suerte, y antes de encender la mecha de una mayor desconfianza sobre sus intenciones, prefirió callarse y seguir a la aasimar, atendiendo a lo que contaba sin hacer comentario alguno, al menos en voz alta. En su cabeza la información se almacenaba de manera continua y sonreía o gruñía de manera casi imperceptible, según el caso, ante lo que iba contando. 

Sabía lo suficiente de los kobolds como para predecir que aquello no acabaría bien y que tarde o temprano habría que exterminarlos, no hacer tratos con ellos, pero tampoco eso lo dijo. Él no era quien para juzgar por las apariencias, y por supuesto era mejor darles una oportunidad que erradicarlos sin preguntar; "además, si llega la hora de acabar con ellos..." Se encogió de hombros "...Bueno, siempre es mejor que se hayan matado entre ellos primero". No era la idea más halagüeña, pero había que ver el lado positivo.

Al final, cuando acabó de hablar, decidió intervenir.

- Si queréis acabar con el sacerdote, tal vez la reunión sea un buen momento - Mostró su afilada dentadura -. Podemos pedir audiencia con él para tratar los términos del comercio, y acabar con él antes de que se de cuenta de lo que ocurre, ¿no? - No era honorable, ¿pero acaso importaba? Lo único que lo hacía era el resultado, él no era un paladín ni nada por el estilo.

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14/11/2016, 09:06
Rennor Sisaw

Rennor siguió la discusión entre los hijos seres de otro plano curioso, la tradición hablaba como decía la chica que los tieflin era malos y los aasimar buenos pero también se suponía que los elfos no salían de sus bosques y que los enanos vivían bajo las montañas. Él se tapaba porque no le gustaba que la gente le mirara porque quería esconder su mirada de odio y vergüenza por los humanos, sabiendo que de conocerse le causaría problemas pero Malak se tapaba para que le dejaran tranquilo ya que era consciente que su aspecto le traería problemas de gente como esa mujer.

Miro a su compañero de camino pues era la primera vez que éste se quitaba la capucha en el tiempo que llevaban juntos, ya se había imaginado algo al ver el tono azulado y las escamas de las manos pero lo cierto es que había heredado gran cantidad de rasgos de sus ancestros y eso no solía encajar en la sociedad "civilizada".

No hizo falta contestar a la chica pues Malak respondió por él y a modo de apoyo al tieflin él mismo se bajó la capucha y el embozo. Su rostro era normal, no mostraba deformidades ni marcas ni cicatrices...eso lo llevaba por dentro.

Al menos otra de las chicas, una semielfa a juzgar por los rasgos, medió divertida ante el exceso de celo de su compañera y eso relajó la suficiente la tensión para que la primera cediera a la incorporación de ambos al grupo no sin antes proferir amenazas....eso seguro que no era herencia de sus ancestros celestiales.

Los rábanos supuso que era una forma de congraciarse con los anfitriones, probablemente crecían en una zona apartado del puesto y la mujer no se atrevía a ir sola a por ellos...pero la negociación con los kobolds no parecía tener sentido.

- ¿Qué tienen que ver esos kobolds con los bandidos?

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14/11/2016, 10:09
Shallana´ha

Al oir la pregunta de Rennor, asentí mientras jugueteaba con alguna astilla de la mesa donde nos habíamos sentado.

Bien, mientras esperamos para probar esa sopa de rábanos, os contaré lo que hemos estado haciendo hasta ahora y lo he hemos descubierto, que no es demasiado, la verdad. Comienzo a hablar sin mirar a nadie en particular, cambiando de Malak a Rennor y, de vez en cuanto a Mara y Khastal por si tuvieran algo que añadir.

Tal y como nos encomendaron, planteamos una forma de investigar todo el cinturón, intentando eliminar cualquier riesgo para un futuro comercio. De esta forma saco el mapa donde tenemos apuntados los lugares por lo que hemos pasado, sabemos que este lugar habita un ermitaño, que puede elaborar pociones. Si conseguimos llevarle unas flores o algo así, lograremos que, en caso de necesidad, nos cobre algo menos por esas pociones.

Me detengo unos segundos, poniendo una mano sobre la barbilla, pensando. A continuación, asiento, sí, luego en este lugar tuvimos un encuentro con un pequeño grupo de megaloceros que, ante el número optamos por dejarlos y marcar el lugar.

A parte de eso, Jhod Kavken, el clérigo que igual ya habéis conocido, también no ha pedido que, si encontramos un viejo templo abandonado dedicado a Erastil que, según parece, se encuentra en algún lugar del bosque y que al parecer lo protege una especie de oso, les informemos, ofreciendo sus servicios como recompensa.

Al acabar esto último, me echo un poco hacia atrás aparte de eso, en ese poste de allí digo señalando el lugar parece que ofrecen una recompensa por acabar con los problemas que están ocasionando los kobold de los que os hemos hablado. Asi, mientras investigamos la zona y damos caza a los bandidos que encontremos, vamos asegurando el terreno, intentando cobrar las recompensas de las que hablan.

Apoyando un codo y mirando a Rennor en cuanto a los bandidos, acabamos con cuatro de ellos, que eran los que venían a extorsionar a Oleg. A parte de ese grupo, sabemos algo que nos dijeron los Kobold sobre otros bandidos, pero poco más hemos hecho con respecto a los bandidos. Creemos que es mejor ir asegurando la zona poco a poco.

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14/11/2016, 11:54
Mara Eckart

Había permanecido en un segundo plano observando el devenir de la situación. No se puede contar una buena historia siendo la protagonista. Se pierden matices y detalles. Observó la patente que enseñaron sus nuevos compañeros y le dedicó una sonrisa a Oleg cuando comentó sobre la sopa. - Si tan buena es, escribiré una canción sobre ella. Prometido. - dijo con una risa musical y una sonrisa dulce. 

La conversación continuó y asintió ante las palabras de Khastal sobre la sangre infernal de nuestro nuevo compañero. Al fin y al cabo las tradiciones estaban llenas de prejuicios y ella conocía canciones de héroes Tiefling. Pocas, muy pocas. Pero alguna había. 

Se sentó junto a ellos a cenar y en ese momento escuchó el resumen de su compañera. - Y básicamente, eso es todo. La cuestión de momento sería intentar encontrar el campamento de los bandidos, para que no les de tiempo a rearmarse pero teniendo en cuenta que no conocemos la zona y estamos haciendo nuevos mapas a medida que avanzamos no es tan fácil rastrearlo. Por otro lado, tampoco es tan fácil conseguir refuerzos en una zona despoblada.

- De momento no queda mucho mas que seguir explorando. E ir cumpliendo encargos. - afirmó. - Sobre el chaman kobold.. No estoy segura de que vaya a picar en algo tan fácil como una "reunión" con gente con armas y armaduras. Son tontos, no ciegos.. - Se encogió de hombros. - Por cierto, no me he presentado, pero me gusta.. quedarme y observar. Mi espíritu de bardo me puede. Mara Eckart, un placer. - extiende la mano a sus compañeros.