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Knights Code [+18]

Capítulo 5: El Dolor del Caballero

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24/11/2021, 01:51
Director

 Tus palabras dejarían en completo silencio al nigromante, quién a pesar de todo fue incapaz de ocultar un leve gesto de arrepentimiento a la vez que hacía un asentimiento de cabeza a modo de disculpa: en ese punto el hombre ya no tenía motivos para ocultar sus pensamientos, y se lo dejaste claro al recordarle que ya no estaba solo, ya no más...

 -Tienes razón... -confesó, levantándose con una expresión de agotamiento, físico y mental. -. Tal vez pude esforzarme más en buscar la manera de arreglar la situación, de al menos hacer que tuviésemos alguna ventaja en todo esto... -fue comentando. -. En el castillo demostraste de lo que eres capaz: gracias a ti, una buena parte de los corrompidos se liberaron por el poder de la rompetormentas, y otros que pudieron caer ante la falta de información supieron la verdad cuando desvelaste al falso Baeric... Si podemos tomarnos un respiro ahora es gracias a ti... -dio por conclusión, haciendo otro asentimiento de cabeza esta vez como muestra de agradecimiento y respeto.

 Si bien el nigromante ya había considerado la posibilidad de que le preguntases sobre el trato que hizo con Aztora, y seguramente tendría algún motivo para no decirlo, la situación en general le hizo confesar tras varios segundos de silencio.

 -Mi humanidad... -reveló, observando una de sus manos. -. O al menos eso fue lo que ofrecí: a día de hoy aún no conozco exactamente de que manera me afecta, sus tratos muchas veces suelen ser metafóricos o muy literales, pero hasta donde comprendo soy incapaz de sentirme vivo... Es como si en algún momento mi alma hubiese dejado mi cuerpo y hubiese sido remplazada por otra con mis propios recuerdos, programada para apoyar el guion de Aztora, para bien o para mal...

  Claramente, todos estaban afectados por lo sucedido, antes o ahora, y Jonathan lo sabía bien dado que no negaría en lo absoluto cuando le mencionaste que necesitaba descansar, asintiendo y colocándose de pie mientras su respiración se iba calmando, sobre todo cuando le miraste de esa forma y dijiste aquellas palabras.

 -Como en los viejos tiempos... -comentó correspondiendo la leve sonrisa.

 De esa manera, nadie se interpondría más en tu camino hacia las habitaciones del segundo piso, donde podrías ayudar a Jonathan a llegar a su oficina que también hacía de su habitación, la cual a excepción de contener menos cajas y, en general, estar más ordenada, seguía igual que cuando fuiste con Fío y Muramasa a hacer las negociaciones.

 En silencio, el chico tomaría asiento en el mueble largo que tenía allí, recostando la espalda y soltando un largo suspiro.

 -Soy un rey... -dijo en voz baja, con un tono de aún no ser capaz de creerlo. -. De repente esos cuentos para niños no parecen tan descabellados... -añadió un tanto bromista, intentando quitar el pesado ambiente que trajeron consigo.

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24/11/2021, 20:42
Fío Edrielle

El baño era magnífico. El agua tenía la temperatura perfecta. El entorno era precioso. Y, sin embargo, tanto él como ella mantenían expresiones taciturnas y se mantenían en silencio. Fío había accedido a ir allí para alegrar un poco a su hermana, pero no parecía tener el efecto deseado. La notaba además algo tensa.

Faith, no pienses en lo que va a ocurrir. Esta es nuestra oportunidad de disfrutar. Relájate —susurró, con cierta sensación de culpabilidad. Extendió un brazo sobre sus hombros, intentando que se sintiera más a gusto.

Cuando Muramasa les ofreció aquello, Fío se alegró de que su hermana no quisiese animarlo a beber. A saber lo que pasaría si lo hacía…

De pronto, ella se apoyó aún más en él, y lo llamó por su nombre, lo que lo sobresaltó un poco. La miró, serio y extrañado. Cuando hizo esa pregunta, él abrió mucho los ojos y tragó saliva. Para Faith, el concepto de «inocente petición» podía ser bastante diferente de lo común.

Dime… —Le daba cierto miedo lo que pudiera pedirle. Pero lo mínimo que podía hacer era escucharla.

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24/11/2021, 20:49
Faith Edrielle

-Yo ya estoy disfrutando... Esto es genial, y mucho más de lo que podriamos pedir en otras situaciones. - Dije sonriente intentando hacer ver que estaba bien, pero más tranquila que alegre. Aquello no quitaba que no pensara en la situación, pero por suerte solo era un efecto secundario.

Ver que no me detenía ante la pregunta tampoco, me hizo sonreir más aún, solo faltaba que accediera a la petición, la cual si bien podía parecer inocente, estaba muy dentro de mi linea. - ¿Podrías darme un beso, por favor? - Dije pues mirandole directamente a los ojos mientras arrimaba mi cara solo un poco y muy lentamente, casi inperceptible a la suya.

Notas de juego

cortito para avanzar pronto XD

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24/11/2021, 21:21
Fío Edrielle

Por mucho que Faith tratase de convencerlo de que se encontraba bien, no conseguiría engañarlo. Conocía muy bien a su hermana, y sabía que estaba preocupada y no estaba disfrutando. Pero no había mucho que pudiese hacer para remediarlo, ¿no?

Entonces, llegó la pregunta. En el fondo, no le sorprendió. Pero eso no evitó que hiciese una mueca de terror.

¡¡Faith!! ¡Somos hermanos! —exclamó, sonrojándose y apartando la mirada, aunque no se movió.

Pasó unos segundos en silencio, mirándola de reojo. Sabía que el ser hermanos no suponía ningún tipo de impedimento para ella, por mucho que estuviese mal. Por otro lado… también era cierto que ya se habían besado dos veces antes. ¿Acaso importaba que lo hiciesen una vez más? Ella estaba triste, y eso la alegraría…

Mmm… —Tras un rato de duda, Fío giró la cabeza hacia ella. La miró por un instante a los ojos y después acercó su boca a la de ella, hasta que sus labios se rozaron. Un breve besito en los labios no haría daño. Luego se apartaría, por supuesto.

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24/11/2021, 21:45
Faith Edrielle

Pero sabía que llegaría la negativa, al menos en forma de reproche. Era triste saber que aquella persona a la que amas es tan fiel a la ética, pero aún así todo eso me daba igual - Tan solo es un inocente beso... - dije un poco más triste.

Finalmente y luego de unos segundos, fue Fio quien me sorprendió lanzandose sin apenas pensarlo dandome un, no tan inocente, beso en los labios, lo cual me sorprendió haciendo que abriera mis ojos y tras el beso sonriera con un suave sonrojo. - Bu-bueno... Quería un beso que saliera de ti, pero esto sin duda es mucho mejor - Por supuesto, No especifiqué que fuera en los labios, tan solo quería una pequeña muestra de afecto de Fio, pero su acto, aunque un tanto accidental, avivó un tanto más las llamas de mi corazón.

Así pues con aquella sonrisa tonta, abracé a mi hermanito quedandome allí, cual niña chica sentada en su regazo o si no me dejaba cerca suya, pero sin separarme y alimentando pues el momento con ese beso que no desaparecería de mi memoria.

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25/11/2021, 00:07
Fío Edrielle

El sonrojo de Fío era tan intenso que era imposible de describir. Lo que acababa de hacer no estaba bien. Sin embargo, el estado de ánimo de Faith había mejorado palpablemente. Solo por ver su sonrisa, había valido la pena.

Ha sido… solo por esta vez —susurró, avergonzado y evitando mirarla directamente.

Aquello no pareció ser suficiente para Faith. De repente, sintió los brazos de su hermana rodeando su cuello, y, acto seguido, el peso de su cuerpo apoyándose sobre sus piernas. Sus cuerpos desnudos quedando solamente separados por la toalla.

¡Faith! —exclamó, aterrado—. ¿¡Qué estás haciendo!? —Miró alrededor, consciente de que Muramasa estaba allí, viéndolos.

Aquello podría haber parecido algo inocente cuando eran pequeños, pero ahora… Eran ya mayorcitos. Fío sentía el peso de su cuerpo, la suavidad de sus nalgas, sus pechos a poca distancia de su rostro… Aquello no estaba bien. Pensó en echarla, pero se contuvo.

Escucha, Faith… —dijo con seriedad, aunque sin perder el notable sonrojo de sus mejillas—. Sabes que yo… —Se detuvo por pocos instantes, armándose de valor—. Yo… te quiero. —El antiguo Fío jamás se habría atrevido a decir eso. Había cambiado mucho—. Pero eres mi hermana. Nunca… Nunca podré verte de otra forma —Alguien perspicaz podría notar un deje de culpabilidad en su voz—. Siempre seré tu hermano, pero nada más. Lo siento.

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25/11/2021, 00:52
Yurrax

 El hombre no negaría que tenías buenos argumentos respecto a lo que alguien podía hacer sin la necesidad de muchos esfuerzos, siendo que no sería la primera vez que habrías escuchado de documentos falsos o personas suplantando identidades importantes... Aun así, no parecía que fuese a cambiar su punto de vista, pero tampoco insistiría en cambiar el tuyo.

 -He logrado conseguir mi libertad por mi mismo, dado que el objetivo principal del nigromante era usarme de marioneta para liderar su ejército -explicó. -. Es poderoso, pero tonto e inexperto: fue una idea innovadora el traerme de vuelta usando distintas partes de distintas razas, pero lo que no tomó en cuenta es que sería capaz de usar el poder de los cercanos a la luz para romper mi sello de esclavitud, y mi propio poder oscuro para permanecer vivo... Las personalidades algunas veces luchan en mi interior, pero definitivamente, no dejaré que alguien así lidere un ejército de no-muertos...

  Ambos dragones escucharían con atención el motivo por el que tuviste que huir del reino de Aztora con el heredero al trono, algo que dejaría pensativo al rubio durante unos segundos.

 -Estoy enterado de eso... Parece que un hada desea venganza contra los humanos, juraría haberle visto algunas veces hablar con el nigromante, por lo que supongo que estarán aliados... -concluyó Yurrax, antes de suspirar. -. Creo que ese es otro motivo por el que te pueda interesar acabar con él: si lo haces, el hada se quedará sin un poderoso aliado... -en ese momento, el hombre extendió una mano hacia ti, mirándote fijamente a la espera de tu respuesta. -. Lo haré con o sin tu ayuda, y sabes que te conviene que sea lo primero...

  Tanto Arthas como la chica prefirieron quedarse en silencio, dejando que ustedes dos se encargasen de tomar aquella decisión juntos sin sus intervenciones.

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25/11/2021, 01:53
Alanís Cromwell
Sólo para el director

-Eso no suena a una existencia confortable.

Alanís pensó un largo, pesado momento en lo que escuchaba. Un nigromante joven...partes de luz...

-...no seas tan pretencioso -le gruñó, al escuchar su última línea, para carraspear y recuperar su tono usual- Sin embargo, es verdad que es algo que entra en mis intereses. Pero, mi prioridad actual es llegar a mis tierras antes de cualquier otra cosa. No debería tomarme demasiado, y luego de eso estaré libre para acompañarte. Si prefieres, puedes hacer el camino con nosotros para salir inmediatamente luego de dejar a Arthas en un sitio seguro.

Considerando la reacción del príncipe, no tenía sentido continuar evadiendo mencionarle.

-De lo contrario, podemos encontrarnos en un lugar específico.

​​​​​​¿Será el aprendiz del que habíamos hablado? Acceder directamente a aprenderlo o matarlo sería un gran avance para normalizar la situación. No puedo dejar pasar la oportunidad, pero tampoco puedo llevar a Arthas a un sitio tan peligroso. Debe quedarse en nuestras tierras...es el único sitio al que puedo replegarme de forma segura ahora.

Extendió la mano también, tentativamente.

-¿Esto sirve para ti?

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25/11/2021, 03:26
Yurrax

 -Podría ser peor -aseguró el hombre, claramente conformado con el estilo de vida que tenía ahora.

 El hombre solo haría un gesto de desinterés con los hombros al escucharte quejarte de su forma de declarar las cosas, escuchando entonces como, a pesar de todo, tenías intenciones de aceptar su propuesta, al menos si aceptaba las condiciones que tenías de priorizar la seguridad del príncipe.

 -Hmph... No eres una chica fácil, me gusta -comentó con una ligera sonrisa, acabando por estrechar tu mano con firmeza. -. Tenemos un trato.

  De esa manera, podrían acabar de alimentarse antes de pensar en ponerse en marcha. Era de noche, pero ahora al menos tú tenías dos motivos para apresurarte: llevar a Arthas a un lugar seguro, e ir a por el nigromante...

 -Muy bien, nosotros les seguiremos -declaró el dragón, segundos antes de que él y la chica hiciesen salir un par de alas de sus espaldas: las suyas eran de un sólido color negro, mientras que el de la chica eran de un color rosado. -. Pero por favor, quiero acabar esto antes del amanecer... -y dicho eso, ambos se alzarían en vuelo a una gran altura, desde la cual podrían seguirte a ti y a Arthas mientras iban en Cefelion, quién tras una buena comida ya estaba listo para volver a correr.

 Una vez en el caballo, Arthas se abrazaría nuevamente a ti, esta vez dedicándote una leve sonrisa.

 -Todo estará bien -aseguró, deseando darte alguna especie de apoyo en todo aquello.

 El camino a tierras de tu familia sería más bien tranquilo, con el par de dragones sobrevolando a cierta distancia de ustedes sin que los perdiesen de vista nunca. Pasadas un par de horas, llegarían a aquel pueblo a los pies de una montaña, sobre la cual se destacaba un palacio blanco reconocido como el hogar de los Cromwell.

 La muralla de la entrada era custodiada por un grupo de soldados que, al verlos acercarse, les recibieron como era debido.

 -¿Señorita Alanís? -enarcó una ceja uno de los guardias que te reconoció de inmediato.

 -¿Señorita? -repitió dudoso Yurrax con una risa burlona, que iba descendiendo con su hija. -. De señorita tiene poco esta mujer.

 -¡S-Señor Yurrax! -se sobresaltaron entonces todos los guardias, más de lo que lo hicieron con tu presencia. -. ¿V-Viene a ver al Señor Cromwell?

 -Solo vengo a acompañar a la "señorita" a dejar a alguien -se explicó el rubio, aún riendo levemente.

 Por supuesto, los guardias no dudarían en abrirles las puertas, y uno de los guardias se encargaría personalmente de ir adelante para ir a avisar al señor de la casa de tu llegada.

 -Te esperaremos aquí -declaró Yurrax, buscando una roca cercana para tomar asiento con su hija.

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25/11/2021, 11:54
Baeric Griffith

Le daba rabia, ¿no existía acaso el derecho de conquista?, ¿y que había de la ley de el más fuerte?...ninguno de los hijos del rey era apto para gobernar y aún así…el no podía porque no tenía siquiera el apellido de Aztora. El viejo rey no dudó en decirle que así era el destino y tras aceptar que no había vuelta atrás, se transformó en una niña de cabello y vestido azul insistiendo en que le dejara acompañarle hasta la sala del trono, donde al menos ahí podrá dar fin a su vida.

La niña le cogió de la mano para ayudarle a levantarse y se mantuvo pegada a él durante el trayecto al castillo. Todo parecía haber cambiado, nadie le molestaba, las voces de su cabeza al fin se acallaban y quedaban atrás…era como estar caminando en un sueño. Todo a su alrededor seguía siendo catastrófico, pero…ya no sentía nada, ni miedo, ni tristeza, ni alegría.

Avanzaron por las calles, dejando atrás los bajos fondos y sus barricadas, hasta finalmente llegar al castillo. Tras recorrer el interior de la enorme fortaleza, finalmente llegaron a las puertas de la sala del trono, el hormigueo del brazo de Baeric era suficiente para saber que su destino aguardaba al otro lado.

El caballero se mantuvo de pie frente a la puerta cogiendo aún de la mano a la niña de pelo azul, la cual le insistió que buscara siempre lo que verdaderamente deseaba. Baeric la miró unos segundos y luego la mano que les unía.-¿No vas a entrar conmigo…verdad?.-Preguntó con un hilillo de voz, como si fuera un crío pegado a su madre, pero ya sabía la respuesta.

Baeric posó su mano de acero en la puerta de la sala del trono y finalmente empujó para dar paso a su último viaje. Aztora esperaba.  

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25/11/2021, 16:24
Faith Edrielle

Mi sonrisa no se iba, más aún cuando Fio confesó. Podría parecer que era divertido, pero la realidad era muy distinta, era felicidad pura lo que sentía - Pero ha salido de ti - Era lo que me importaba, de ahí que me atreviera a acurrucarme mucho más contra el abrazandolo y quedandome sobre su regazo - Tan solo quiero estar en tranquilidad con mi hermanito. Tranquilo - Pero como era obvio debía calmarlo a el... Todo lo que estaba intentando hacer, era inocente por el.

Pero justo entonces su voz tomó un cariz serio y sabía lo que iba a venir a continuación, así que pues traté de callarlo con un dedo tras que dijera "Te quiero", y si no bastaba le daría un beso en los labios. Tras separarme, puse mi cabeza contra su hombro de forma tierna - Lo sé... No tienes que decir más hermanito... Lo sé. Tan solo... disfrutemos de este momento - sus palabras no fastidiarían el ambiente, pero simplemente no quería oirlas de sus labios cuando mi mente no paraba de repetirlas. Prefería solamente... sabiendolo, disfrutar, y ya...

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26/11/2021, 02:05
Fío Edrielle

«Solo lo he hecho para que estuvieras contenta» quería decirle, pero era mejor simplemente no decir nada. Solo serviría para que se entristeciera nuevamente.

Cuando empezó a explicarle que solo la veía como una hermana, ella trató de detenerlo. Él se detuvo por un instante, pero luego trató de continuar, lo que fue respondido por un beso, que lo obligó a callarse. Se puso colorado nuevamente. ¿Cuántos besos iban ya? ¿Cuatro?

Viendo la actitud de Faith, estaba claro que no era necesario explicarle nada. Y es que ya se lo había dicho muchas veces antes. Sin embargo, aun sabiendo que su amor no sería correspondido, no se daba por vencida. Nunca lo haría.

Según pasaban los segundos, Fío fue tranquilizándose poco a poco. Sus cuerpos estaban demasiado pegados, sobre todo considerando que estaban desnudos, pero, si dejaba de lado toda idea impura, lo cierto era que la situación era placentera. Estaban sumergidos en un agua relajante, los dos juntos. Su hermana estaba contenta. ¿Qué más se podía pedir? Y la postura en que se encontraban no era tan impropia, al fin y al cabo.

Una vez se acostumbró a la situación, Fío rodeó a su hermana con sus brazos. Su cuerpo se destensó. Procuró olvidarse de toda preocupación sobre lo que les depararía esa noche, o de si era apropiado tener el cuerpo desnudo de su hermana tan cerca. Apoyó la cabeza sobre la de ella, y cerró los ojos.

El pelo de Fío flotaba sobre el agua. Su espalda quedaba apoyada contra el borde de la tina. Estaba tan relajado que olvidó preocuparse por sujetar su toalla, que acabó resbalando sin que él se diera cuenta y dejando al descubierto sus recién adquiridos pechos.

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26/11/2021, 19:12
Cytla Calatia

Siendo el nigromante tan inexpresivo, hasta los gestos más leves de su cara las podía captar con la mirada, y sin duda se podía notar arrepentimiento después de escuchar mis palabras, seguramente... porque se estaba dando cuenta ahora de que todo este tiempo no había estado solo, y no tendría porque haberse llevado tanto peso sobre sus hombros -Bueno... por suerte para todos, si algo se me da mejor que a nadie, es vender cualquier cosa... hasta una historia y argumento- le dije con respecto lo de convencer a gente para que no siguieran al falso Baeric al desvelarle y demás -De todas formas... No fue solo mérito mío. Se nota que ese falso Baeric no estaba preparado para que alguien le confrontase hablando... y vosotros conseguisteis ganar el tiempo que necesitábamos. Fue trabajo en equipo- terminé quitándole importancia al asunto... también señalando que fue un trabajo de todos incluyéndole a él en ese grupo, no solo mío aunque en parte lo liderase.

Cuando me respondió a mi pregunta sobre el trato que hice con respecto a su trato con Aztora... en parte me sorprendió, y en parte a la vez era algo que me había ido imaginando y deduciendo por mi misma mientras hablábamos de aquel tema. Él ni siquiera estaba seguro de si de verdad se había llevado su humanidad o no, si era algo literal o era algo metafórico... No sabía exactamente como podría ser ese sentimiento que describía, sentirse como un constructo simplemente programado. Me acerqué a él... y aunque él no lo hubiera pedido y quizás hasta lo rechazara... le daría un abrazo, dándole un par de palmadas en la espalda -Te daré un consejo que me dio alguien muy inteligente pero también borde antes a mi: Si necesitas que alguien te escuche, pues busca a ese alguien y habla...- le dije... básicamente recordándole las palabras que él mismo me llegó a decir a mi cuando estuvimos en su despacho -Tal vez hayas hecho cosas malas, muy cuestionables y de las que puedas arrepentirte o no. Pero me ayudaste esa noche, no solo compartiendo tu ojo... sino comportándote como un compañero, casi como un amigo... Ahora estás dispuesto a afrontar consecuencias, reconoces tus errores y aceptas la ayuda de los demás... te aseguro que alguien sin humanidad no habría hecho eso. A ti también te vendrá bien descansar...- le dije al final, tampoco queriendo alargar más el abrazo, no solo para respetar su espacio vital sino también para volver al lado de Jonathan.

Cuando Jonathan me dijo lo de los viejos tiempos, me quedé unos segundos pensando en silencio lo que podría significar... aunque ya estando todas las cartas sobre la mesa... -Como los viejos tiempos...- repetí sus palabras, tal vez hasta confirmando más cosas aparte que aquello, asintiendo con la cabeza suavemente... tomando su mano mientras le ayudaba, antes de continuar hacia su despacho esta vez. Le acompañé hasta el diván largo para que pudiera sentarse, esta vez sentándome con él a su lado dejando el espadón de mi espalda en el suelo para poder recostarme también... manteniendo su mano tomada con la mía, sabiendo que eso relajaría a Santa, o por lo menos eso esperaba. Obviamente aquellas noticias aún a Jon le tomó por sorpresa... a mi también... -Eso parece... y por lo que se ve... yo tu guardaespaldas elegida por un arma mágica... je... los cuentos se quedaban un poco cortos...- le dije, intentando al igual que él calmar el ambiente pesado con alguna broma... aunque no tardó en hacerse el silencio, que seguramente duraría unos segundos largos...

En ese tiempo miraría nuestras manos aún juntas... pero sobre todo nuestros brazos, donde estaban aquellas heridas hechas a la misma altura de forma simétrica en nuestros brazos. Se me hicieron unos segundos eternos... hasta que al final me atreví a romper el silencio con unas palabras contundentes que ya no podía negar más -Te amo Jon...- dije entonces... sabiendo que él se giraría a verme y yo buscando su mirada con la mía -Ya no vale la pena negarlo más, ni mentirme a mi misma... Rompe-tormentas ya se chivó, y la herida de nuestros brazos también lo confirman...- le dije a Jonathan, recordando no solo las palabras de Glaius sobre porque fui capaz de usar la espada sino el hecho de que seria capaz de sacrificar un brazo por el suyo -Pese a todo, pese a que realmente lo intenté, pese al dolor que me causaba sentirlo... nunca he podido dejar de quererte como el primer día Jon; incluso cuando creía que me habías traicionado por codicia...- a partir de este punto... no pude evitar ir emocionándome, empezando a emerger de mis ojos alguna lágrima -Se que todo esto ha sido muy de golpe para todos, esto ha abierto heridas nuevas, que estamos en graves problemas, prácticamente podría ser un apocalipsis... pero... snif... una parte de mi esta enormemente feliz... de haber cerrado una herida que llevaba años abierta... y sobretodo de... snif... tenerte a mi lado de nuevo...- le dije... con una mezcla de lágrimas de tristeza como de felicidad... con sentimientos desbordándome... -Te amo Jon...- repetí entonces mirándole con ojos llorosos... apretando fuerte su mano antes de lanzar mi rostro contra el suyo para besarle, con intención de que durase todo lo que ambos quisieramos... un impulso y un deseo que durante años reprimí y después de todo esto ya no podía contener más...

Lanzándome a sus brazos... como en los viejos tiempos...

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28/11/2021, 15:35
Alanís Cromwell
Sólo para el director

-Buenas tardes. Lamento los modales de mi acompañante aquí. -respondió con tranquilidad, y asintió con la iniciativa de anunciar su presencia- Por favor, hazlo. Gracias.

Había algo que no le sentó particularmente bien en la impresión del guardia para con Yurrax, pero era lo que era.

-De acuerdo...no debería tardar mucho. -resopló levemente con una muy leve sonrisilla- Lamento que te haya quedado tan mala primera impresión de mis maneras, aparentemente.

Cuando fue indicado, comenzó a andar por los pasillos, con Arthas a su lado.

​​​​​​-Hmmm...verdaderamente extrañaba la arquitectura de aquí. ¿Sabes? Fuera de estos territorios, debo tener cuidado constantemente para no romper puertas y demás. Pero las de aquí son muy robustas y construidas con materiales especialmente resistentes para servir correctamente aún con el estándar usual de fuerza de los dragones. Esta es mi casa...es el único sitio seguro que se me ocurrió para resguardarte correctamente. Espero que puedas descansar correctamente, lamento la falta de sueño, pero podrás dormir con seguridad aquí.

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29/11/2021, 01:20
Director

 -Entraré luego: primero debes arreglar tus cosas a solas con él... -explicó la chiquilla segundos antes de empezar a desvanecerse rápidamente en una nube de mariposas azuladas, las cuales volarían en distintas direcciones hasta que las perdiste de vista por los pasillos, quedando a solas frente a aquella puerta que no se resistiría a tu empujón.

 He allí, parado a varios metros del trono en solitario, la figura del enmascarado se encontraba mirando al asiento real con las manos en la espalda, volteándose lentamente para observarte por encima del hombro antes de girarse por completo más animado.

 -¡Vaya, has vuelto! -anunció exagerando un poco su tono de sorpresa, como si desde el principio hubiese sabido que acabarías allí con él. -. Ciertamente, ha sido un gran show, y podría esta satisfecho dejándolo aquí, ¡pero aún espero el gran clímax de todos los acontecimientos! Así que dime, ¿qué papel jugarás ahora, héroe? ¿Cuál será la última máscara que utilizarás para intentar alcanzar aquello que anhelas? ¿Qué estás dispuesto a entregar por aquello que el destino te ha negado?

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29/11/2021, 01:54
Director

 Luego de haber despejado sus mentes de cualquier preocupación, aunque fuese momentáneamente, finalmente pudieron encontrar un momento de descanso luego de tantas cosas que habían sucedido recientemente: la vida de diamante resultaba ser más dura de lo que pudieron imaginar, pero era por esos pequeños momentos por los que luchaban sin descanso, pequeños momentos que deseaban que todos pudiesen disfrutar al igual que ustedes, pequeños momentos donde el tiempo se pasaba volando...

 -Oigan, ya es hora -se escucharía la voz de Samael en las aguas termales, momento en el que la luz de uno de sus portales aparecería fuera de las aguas para que tanto ustedes como Muramasa pudiesen verlo.

 Soltando un último suspiro, el samurai se pondría en pie completamente desnudo, saliendo de su tina mientras alcanzaba una toalla para secarse vagamente antes de empezar a vestirse, básicamente sin haberles dirigido más de una mirada para comprobar que no se habían quedado dormidos, ignorando el estado en el que se encontraban ambos.

 Una vez vestidos, atravesarían aquel portal que les llevaría a la entrada del palacio de las hadas, donde ya estaban reunidas el resto de hadas provenientes de otros portales de Samael, mismo que también estaba presente con un "pequeño" cambio en su vestimenta.

  -¿A dónde tan arreglado? -se atrevió a bromear con picardía Edén.

 -Cuando la traigamos de vuelta, quiero recibir correctamente a Lily -se explicó el hada pelirroja, viendo que ya estaban todos a los que había llamado.

 Tras cerrar los portales con los que les había llamado, Samael abriría un nuevo portal que, si bien no mostraba lo que había al otro lado, podían seguir su flujo mágico hacia el reino de los humanos, lugar donde Faith sabía estaba la cueva.

 -Muy bien, los espero del otro lado -concluyó el chico antes de ser el primero en entrar, siendo seguido poco a poco por el resto de sus hermanas hadas, con Edén de los últimos para despedirse de su novia y decirle que todo estaría bien, aunque está hizo un gesto con el que intentó parecer despreocupada al respecto. Así mismo, Muramasa también atravesaría el portal, siendo el único que no formaba parte de las hadas elementales.

 Al atravesar el portal, saldrían por otro que conectaba directamente con el interior de una cueva llena de pilares y formaciones de cristal, un extraño material que sentían llamaba a vuestra magia, al punto de que si alguno se tentaba a tocarlo sentiría como, de manera suave y natural, los cristales absorberían un poco de vuestra magia, nada que no se recuperase en unos segundos tras dejar de tocarlo.

 El interior de la cueva en el que aparecieron tenía dos caminos, uno que Faith podía indicar como la salida antes de guiar a todos hacia el otro camino, donde encontrarían a Samael en una sala hexagonal cuyas paredes estaban formadas únicamente por pilares de aquellos cristales, con uno más grande y con forma de diamante justo en el centro, en cuyo interior se podía observar la silueta de una pequeña chica alada, con el hada pelirroja colocando una mano sobre dicho cristal que, ante su contacto, se teñía de un suave color rojizo...

Muy pronto, mi amada...

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29/11/2021, 02:19
Director

 Si bien sufriría de un muy sutil sobresalto al sentir como le rodeabas con los brazos, el nigromante se dejaría abrazar, en silencio y sin corresponderlo, más tampoco haciendo nada que indicase que te apartases.

 -Maldición, ¿por qué soy tan bueno dando consejos...? -se quejó, aunque podrías decir que lo había hecho en un extraño tono de broma, segundos antes de que te separases. -. Acabaré de organizar a los grupos, y luego supongo que descansaré un poco... -añadió, dando a entender que si bien continuaría trabajando no tardaría mucho en buscar donde calmar la mente.

 Ya en el despacho con Jonathan, el chico apretaría suavemente tu mano mientras se dejaba recostar en el mueble, visiblemente más calmado que hace varios minutos cuando sucedieron todas las revelaciones. El silencio era más bien incómodo, siendo que en más de un momento el chico intentó mantener la vista en otra parte, o directamente cerrar los ojos, pero aquellas palabras que dirías le harían voltear a verte de inmediato, con los ojos abiertos.

 -¿D-De verdad...? -preguntó, momento en el que confirmarías tus propias palabras, contando todo lo que habías vivido estos años intentando superar lo sucedido inútilmente, al punto de que tus lágrimas empezase a salir y el chico llevase su mano libre a tu rostro para secarlas, observándote directamente a los ojos mientras te escuchaba.

 No tendría tiempo para responderte antes de que te lanzases con aquel beso que, si bien le tomaría por sorpresa, no tardaría en corresponder, rodeándote con sus brazos en un cálido abrazo que, con el beso, compartía todos esos sentimientos que habían reprimido durante tanto tiempo. No buscaría detenerse en ningún momento, como si buscase recuperar ahora todo el tiempo perdido, al punto de dejarse caer de espaldas sobre el mueble tirándote con él para que quedases encima, momento donde finalmente se separaría de tus labios, mirándote directamente a los ojos.

 -Cytla, yo... No sé qué decir... T-Todo este tiempo me he sentido igual, he querido arreglar las cosas, me he querido castigar por lo sucedido, e incluso ahora que parece que el mundo va a acabarse... No puedo evitar sentirme feliz por estar contigo -confesó, dedicándote una de sus más sinceras sonrisas. -. Te amo, Cytla -repitió, antes de volver a buscar tus labios.

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30/11/2021, 04:44
Director

 -N-No es necesario disculparse... -aseguró uno de los guardias, segundos antes de asentir a tus palabras y ponerse en marcha a avisar de tu llegada.

 El dragón rubio tenía intenciones de esperarte, preferiblemente no todo el día, aunque su espera se haría más amena por esas últimas palabras tuyas, acompañadas por una sonrisilla que le haría enarcar una ceja, curioso, a pesar de no decir nada.

 Ya en el interior del castillo, el príncipe se mantendría cerca de ti, como siempre, mientras te escuchaba.

 -No tienes que lamentar nada, has hecho todo a tu alcance por mí -reconoció, con una de sus cálidas sonrisas. -. Ojalá no tuvieses que irte y pudieses descansar un poco también... Pero al menos, cuando todo esto acabe, ya sé cómo tendré que ordenar que remodelen el castillo -añadió, soltando una leve risa.

 La visita al castillo se pasaría más bien volando: tendrías un encuentro con tu padre para explicarle la situación, siendo que como cabría esperar él no se negaría en lo absoluto en resguardar al príncipe en su hogar, siendo que podrías escoltarla junto a otros guardias hacia la que sería su habitación, una de las más arregladas del lugar, para poder despedirte antes de partir.

 Ya en las afueras, allí estaría esperándote el par de dragones.

 -Muy bien, movámonos -sin esperar nada, Yurrax ya se pondría en marcha al volver a sobrevolar junto a su hija, siendo que Cefelion se acercaría para ser montado y seguirles el ritmo por tierra: resultaba ser un caballo tan resistente como su jinete.

 El recorrido se alargaría varios minutos, durante los cuales podrían disfrutar del cielo nocturno, en cuyas espesas nubes se filtraban los destellos de multitud de estrellas y la propia luna, visiones que alguien como tú no podía permitirse apreciar adecuadamente, pero que seguían allí...

 -Hemos llegado -anunció el dragón tras descender en lo que se podía describir como la entrada a unas ruinas a los pies de una montaña. La estructura conformaba un túnel hacia el interior, sostenido por distintas bases de madera que vieron mejores tiempos, pero que en general parecían soportarían muchos años más.

 -Yo los esperaré aquí afuera, solo sería un estorbo en combate -aseguró la niña, apartándose de la entrada para dejarles pasar libremente.

 -Más te vale estar lista -te advirtió el rubio antes de encaminarse hacia el interior de las ruinas a paso tranquilo.

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30/11/2021, 17:05
Alanís Cromwell
Sólo para el director

-Mereces un descanso. Por favor, no dudes en hablar con la gente de la casa por cualquier motivo. Por lo demás, recuerda permanecer alerta, no ansioso. Siempre cierra puertas y ventanas, y ante cualquier cosa que te ponga nervioso, coordina con mi padre el que te enseñe a replegarte a una habitación segura. Recuerda, que estés libre y vivo significa que los enemigos de tu familia no pueden  ganar. No te preocupes por mi, estoy acostumbrada a poder saltar alguna noche de sueño.

Tras estas sencillas instrucciones y hacer hincapié a su padre de que no escatimara en protección, Alanís ocupó media hora para rápidamente tomar una ducha fría y sacudir un poco el cansancio, y cambiarse a ropas más confortables. Recogió una armadura y una lanza de la armería, más genéricas que las suyas usuales, pero definitivamente mejor que nada. Cuanto menos, soportaría más sin hacerse astillas que equipos de otros reinos.

Apareció para partir con el cabello suelto y húmedo, saltando el proceso de arreglarlo correctamente y demás. Empacó una bolsa con poco más que dos antorchas, yesca y pedernal, y unas pocas raciones secas de viaje. El viaje le fue tranquilo, sabiendo que Arthas estaba seguro, y estaba en plenas facultades para luchar sin contenerse o tener su atención dividida.

-Lo estoy. Esta ocasión es la segunda mejor cosa que puedo hacer ahora mismo, solo detrás de una oportunidad de estrujar a esas hadas traidoras entre los dedos hasta romperles los huesos. -suspiró, reprendiéndose a si misma- No, no...olvida eso, solo estoy algo estresada. No te ves como el tipo de persona que avanzada cuidadosamente en busca de trampas...¿estas planeando marchar y soportar?

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01/12/2021, 20:19
Fío Edrielle

La voz de Samael hizo que pegase un pequeño respingo. Se había relajado tanto que casi se había quedado dormido. Aún tenía a Faith sentada en su regazo, y… ¡la toalla!

Tan pronto descubrió que sus pechos se habían quedado al descubierto, volvió a colocarse la toalla, con la cara roja como un pimiento. ¿Lo habría visto alguien? Preocupado, miró hacia Muramasa, que estaba saliendo de su tina, y se sonrojó más aún al ver que estaba completamente desnudo.

Vamos, Faith. Tenemos que irnos —susurró, empujando a su hermana suavemente con las manos, para que se levantara.

Se dirigió al lugar donde se habían desvestido antes, y enseguida descubrió lo difícil que sería ponerse de nuevo la ropa interior y el vestido sin ayuda a la vez que sujetaba la toalla. Probablemente necesitaría la ayuda de Faith.

A continuación, cruzaron el portal. Fío miró la ropa de Samael con curiosidad. Parecía muy optimista, lo cual era buena señal. Miró a Faith, tomándola de la mano y asintiendo con la cabeza. Si bien todavía temía que algo pudiese salir mal, debía esforzarse en no mostrarlo, para no preocupar a su hermana más de lo que ya estaba.

Una vez atravesado el segundo portal, Fío miró con aprensión los cristales que había por toda la cueva. Notaba cómo su magia se veía afectada por ellos, lo que no le gustaba en absoluto. No se acercaría a ninguno de ellos.

Ya en la otra sala, dejó escapar un pequeño gemido de pesar al ver a su hermana, allí atrapada. La contempló con las alas caídas, frustrado por el estado en que se encontraba. Pero no debía dejar que eso lo desanimase. Todo lo contrario: Tenía que ser fuerte para poder liberarla.

Estoy listo —afirmó con decisión, apretando la mano de Faith.