Partida Rol por web

Knights Code [+18]

Capítulo 5: El Dolor del Caballero

Cargando editor
01/11/2021, 19:47
Fío Edrielle

Viendo las dudas que asaltaban a su hermana, Fío la rodeó con sus brazos, intentando que se sintiera más tranquila.

Yo también tengo miedo, Faith… —susurró con un hilo de voz—. Pero tenemos que hacer todo lo que podamos para traer de vuelta a nuestra hermana. Si no lo intentamos, nos lamentaremos el resto de nuestra vida. Yo estoy dispuesto a arriesgarme con tal de salvarla. —Su voz temblaba ligeramente, haciendo palpable su miedo. Pero también mostraba voluntad de querer seguir adelante.

Durante el camino hacia el palacio, se mantuvo serio, siendo consciente de que, si algo salía mal, podría ser su último día. Aunque, una vez allí, logró esbozar una sonrisa al ver el abrazo grupal bajo el que se vio enterrada. Sin querer ser menos, se unió al abrazo, queriendo hacer lo posible por animarla.

Pasaron el resto de la tarde junto al resto de sus hermanas, tratando de disfrutar y olvidar sus preocupaciones pese a lo que ocurriría en tan solo unas horas. Nuevamente, intentaron llevar a Fío al barrio rojo, cosa a la que se negó rotundamente, aunque agradeció que intentasen animarlo.

Pasaron las horas, y el grupo acabó por disolverse. Muramasa decidió irse a darse un baño termal, cosa que le hizo ganarse una mirada de envidia por parte de Fío. Observó en silencio cómo se iba, como si quisiera decir algo pero no se atreviera.

Con eso, Faith y él se quedaron a solas. La miró con preocupación. Todavía parecía muy seria e inquieta.

Faith… ¿Estás bien? —susurró, poniendo una mano en su hombro—. Todo saldrá bien, ya lo verás. —Se quedó en silencio por unos instantes, dudando de sus propias palabras—. ¿Qué quieres hacer ahora? —Debía buscar algún modo de animarla, pero ¿cuál?—. Podríamos… ir a dar una vuelta —pero eso era lo que habían estado haciendo toda la tarde—, o… buscar una forma de relajarnos. No sé… Quizás te venga bien darte un baño termal, como Muramasa.

Cargando editor
01/11/2021, 15:48
Cytla Calatia

Miré con seriedad y leve enfado a Glaius cuando me dijo aquello sobre lo que le pedí a Baeric -Le pido un mínimo de confianza... no se que tengo que deducir con ello- le dije al nigromante. Pero no tenía ganas de discusión, cuando antes empezara a explicar las cosas mejor sería para todos, por lo que empezaría a escuchar de forma atenta.

El principio... parecía una clase de religión en el colegio, explicándonos como se creó el universo, o como mínimo como se creó Danhir... básicamente todo aquello se podía resumir en: Aztora creó el mundo, creó los humanos para ver una obra de teatro que le divierta, se empezó a aburrir y comenzó a hacer tratos como el diablo -Básicamente nuestro enemigo es Dios en un domingo aburrido... genial- dije con ironía... antes de sorprenderme por lo que dijo de que tanto él como Baeric habían tenido un trato con ellos -Ey ey ey ey eh... más despacio Glaius, no hagas como si lo que acabas de decir fuera un dato más sin importancia... explícanos esos tratos ahora. Por favor no empecemos ya ocultando información- le dije con seriedad... ¿Cuántas oportunidades necesita Glaius para ser completamente sincero con nosotros? Porque ya se le están acabando, estoy forzando mucho mi paciencia para no mandarle a tomar por culo.

Si, definitivamente nuestro enemigo iba a ser un Dios que se ha cansado de vernos y que se ha despertado con ganas de destruir el mundo para divertirse, prácticamente todo el reino esta corrompido y los bajos fondos son nuestro último "baluarte" de defensa. Escuché la pregunta de Jonathan y la respuesta que le dio... alzando una ceja cuando mencionó el apellido de Jon... sonaba a que iba a retomar ese tema más adelante. Parece que le chafamos un poco los planes, pues habíamos salvado a la princesa y Alanis se llevó a Arthas a su reino natal para tenerlo en lugar seguro. Sobre el plan de Aztora -¿Porque un falso Baeric... porque él fue elegido para el trono?- pregunté con seriedad... pues de todas las personas, él no era de las que se me venían a la cabeza cuando pensaba en sucesor al trono.

Cuando mencionó mi "corrupción", que escapé de él, y habló del poder de la Rompe-tormentas y que podría ser capaz de matar a un Dios... joder, mucha responsabilidad para una mercader. Sin duda me quedé pensando mirando de reojo a la espada nombrada, sin importarme demasiado el rango que implicaba el que hubiera despertado su poder... al menos hasta que Jonathan volvió a mencionar el rango diciéndome que sabía que llegaría lejos, lo cual me hizo sonrojar levemente... y aunque iba a decir algo, viendo que Glaius iba a seguir hablando le escucharía.

Entonces, el tema empezó a cambiar, no pudiendo evitar sentirme mal de que la princesa saliera herida por mi culpa... pero pronto el interés se centró en otra cosa, básicamente los líos de falda del difunto rey. Un embarazo con una prostituta... un intento de silenciar a todos los que lo supieran... pero no lo hicieron, al menos no hasta... después de dos años -Jon... ¿a tu madre no la mataron... cuando tenías esa edad...?- le pregunté... hilando rápidamente los hilos, entendiendo porque el interés de que él estuviera delante y porque estamos en su territorio. Yo conocía la historia de Jonathan de sobra... pero desde luego, no esas partes. Eso fue a lo más lejos que llegué yo, intentando encontrarle familia viva a Jonathan, como una sorpresa para él... llegué hasta el asesinato de su madre y todo se enfrió a partir de allí; sobre todo porque ocurrió lo que causó nuestra separación... la cual ahora, todo tenía sentido... por desgracia.

Nunca imaginé que la razón por la que podría empuñar la Rompetormentas fuera esa... pero antes de poder pensar más, Jonathan saltó sobre Glaius para empezar a atacarle... obviamente enfadado por todas las cosas que había hecho el nigromante en su vida, y parecía que sobre todo por haberme hecho daño por su culpa -¡Jon para, por favor!- le dije yendo a su lado, tomándole de la muñeca para que dejase de golpear al nigromante... aunque pronto, ese gesto se convirtió en un abrazo, con el que envolví a Jonathan para que se detuviera -Para Jon... por favor...- le pedí de forma más calmada, esperando que eso le calmase a él -Esa espada al parecer es una chivata... Si Glaius dice la verdad... ¿no te has dado cuenta de lo que significa que haya podido despertar su poder?- le pregunté, pues esas palabras aún resonaban en mi cabeza... Que estaba destinada a esgrimir la Rompetormentas, por ser capaz de dar la vida por Jonathan -Al parecer... ni siquiera estos años separados... y aquello por lo que le estás pegando... ha cambiado eso... así que por favor... para...- le terminé diciendo al final, esperando que con eso terminase.

Después de aquello... miraría a Glaius con muchos sentimientos encontrados -Glaius... sabes que si él es rey como tu dices que lo puede ser... Por mucho que siguieras ordenes de un rey anterior... habrá castigo por todo lo que le hiciste... y nos hiciste... ¿no?- le pregunté con seriedad al nigromante -Te he dado muchas oportunidades para confiar en ti, y en todas ellas te has guardado cosas que tendrías que habernos dicho antes. Después de esta última revelación... Solo soy capaz de darte una oportunidad Glaius... así que si te estás guardando una cosa más... si de verdad aprecias mi confianza... por favor dilo- le terminé diciendo al nigromante... Muchas oportunidades en las que podría haber confiado en mi y no lo hizo. Si de verdad era de los buenos y quería que confiasemos de verdad en él... no iba a darle más oportunidades... bastante generosa estaba siendo ahora.

Luego de eso, casi que ignoré la actitud de Baeric hasta el final -¿Prefieres saber donde esta la salida en lugar de saber donde esta la princesa para saber que esta bien?- le pregunté directamente a Baeric -Si de verdad es así, prefiero mil veces que te largues de mi vista... ya salvaremos nosotros el reino sin ti. Tu no eres el Baeric que conozco... Te pareces mucho más a la copia que tuve que destruir, y eso no es bueno para nada. Dudo que la princesa estuviera contenta de verte así... no eres más que la sombra amargada del Caballero Halcón que conocí y que aunque tuviera un palo de escoba metido en el culo, en el que confiaba mi vida.

Cargando editor
09/11/2021, 19:41
Faith Edrielle

Sonreí de medio lado a Fio ante lo que dijo - Si... Tienes razón, hay que intentarlo al menos, y esperar que todo esté bien después. Aún así... tengo un poco de miedo - No saber en quien poder confiar era el resultado que daba.

No al contrario con nuestras hermanas, donde todo era al reves. Sabía que podía confiar en todas y cada una de ellas, y realmente agradecí que me disculparan ante mis acciones frente a nuestra madre común. Aquel abrazo grupal me levantó un poco el animo y estar con ellas como antaño era simplemente genial... Solo faltaba Lily.

Incluso me hicieron reir al ver como trataban de meter a Fio al barrio rojo, aunque obviamente no todo podían ser risas sin más. Había algo que como era normal me preocupaba, algo que una vez cada una tomó su camino se hizo más denotar... Menos mal que Fio estaba allí para darse cuenta y tratar de reconfortarme.

-Si... es solo que... - A el no podía mentirle - Ha sido un día muy largo - Pero tampoco quería preocuparle de más. Ya estaba haciendo muchisimo por mi como para ahora darle más preocupación. - Eso espero... Ojalá todo se solucione pronto y... podamos volver todas juntas a disfrutar como antes - Y que Samael no nos traicione...

-No sé... - Ante su pregunta simplemente me encogí de hombros - Quizás a relajarnos a algún lugar - propuse aunque realmente no me esperé que tras decir aquello mi propio hermanito propusiera un baño termal - Puede que un baño esté bien si... Un baño ¿Juntos? ¿Ya no te da tanto miedo tu nuevo cuerpo? - dije con una leve sonrisita antes de lanzarme a por el evitando que viera lo negativo de aquella frase - Es broma - y como no le abracé - Pero si que me gustaría mucho un baño juntos, como antiguamente.

Cargando editor
10/11/2021, 03:30
Yurrax

 -Yo no estaría tan seguro... No estás enterada de los asuntos que maneja tu rey, ¿cierto? -preguntó el dragón con cierta sonrisa de confianza, lo que no impediría que te diese oportunidad de terminar de dar tu opinión sobre sus métodos y su punto de vista en general, uno que no podría negar tenía razón y sentido, algo que se reflejaría en su expresión pensativa. -. Supongo que poner a todos en el mismo saco es un poco exagerado... Pero lo que hacen los nobles de nuestra raza no tiene perdón, y tampoco la del resto de reinos -concluyó, con una expresión seria. -. Tal vez tú no lo sepas, sin embargo resulta que los enanos han estado realizando durante ya muchos años experimentos con hadas para fabricar una nueva tecnología de runas, todo con el conocimiento y aprobación de rey de Aztora -declaró.

 -¡Eso no es cierto! -intervino entonces Arthas, sobresaltado. -. ¡Mi familia no sería capaz de hacer algo como eso...! ¿C-Cierto? -pasó a preguntarte, siendo que si bien parecía tener intenciones de mostrarse seguro la duda le invadió inmediatamente.

 -Pueden pensar lo que quieran, pero vi los documentos que el hada pelirroja enseñó al nigromante que me trajo de vuelta: era el sello de la familia real de Aztora -aseguró Yurrax, llevándose otro buen mordisco de carne a la boca. -. En la antigüedad solamente sembraba terror por defender nuestras tierras: básicamente eran el resto de reinos quienes venían a mí en un intento de "detenerme", sin embargo en cierto punto a mí me aburrió la guerra, y solo quería pasar tiempo con mi familia...

  Justo cuando el ambiente empezaba a sentirse pesado, una nueva personalidad hizo acto de presencia en la cueva, portando un vestido de sirvienta mientras recogía su cabello en un par de coletas.

 -Así que tienes visitas, padre -comentó aquella pequeña chica, con una dulce sonrisa antes de dedicarte a ti y al príncipe una respetuosa reverencia. -. En un gusto verlos de nuevo, aunque supongo que si están aquí es porque no han ido las cosas bien en el castillo...

 Si bien no recordabas haberle visto antes, y claramente Arthas tampoco, si que podías asegurar que su presencia te era... familiar.

 -Ella es mi hija, Auriel, la única superviviente de mi familia... -explicó Yurrax. -. Debo decir que el destino me ha recompensado si, de todas sus hermanas, ella fue la que está ahora aquí conmigo...

 -Vamos, padre, en el fondo debes sentir lástima por el resto de tus hijas -aseguró la chica.

 -Lo único que lamento es que tendré que empezar mi harem de nuevo, pero tengo otras prioridades ahora... -en ese momento, los ojos del dragón se clavarían en los tuyos, y de manera poco disimulada bajaría la mirada para estudiarte de pies a cabeza antes de volver a verte a los ojos. -. Eres fuerte, de eso no tengo dudas, por lo que te haré otra propuesta... ¿Te interesaría conocer la ubicación del nigromante, y unirte conmigo para acabar con él...?

Cargando editor
10/11/2021, 04:11
Director

 -Es complicado entablar una relación de confianza si con cada cosa que digo piensas que oculto algo de relevancia... -declaró el nigromante ante la exigencia de Cytla de explicar más detalladamente el asunto de los tratos. -. Si lo saben no es relevante, pero creo que todos son lo suficientemente inteligentes para ir encajando las piezas mientras avance esta conversación... -añadió, dando a entender que de alguna manera iría soltando cosas para que cada quién sacase sus conclusiones, y es que cuando la pelirroja preguntaría sobre el motivo de que fuese un falso Baeric quién iba a ocupar el trono en los planes de Aztora, seria Glaius quién desviaría la mirada momentáneamente, en silencio: parecía que era una de esas cosas que tendría que deducir ella.

 Empezando a tocar el tema del pasado de Jonathan, este permanecería en silencio mientras escuchaba, cada vez más pensativo y "abrumado", siendo que él iba hilando las declaraciones del nigromante al igual que lo hacía Cytla, a quién asentiría cuando preguntó sobre su edad al momento del fallecimiento de su madre.

 Con las cartas sobre la mesa, el chico no parecía tener intenciones de dar piedad al nigromante, a diferencia de Cytla que, con todas las emociones encima, se dispuso a detener a Jonathan.

 -Cytla, yo... Tsk... -abrumado por todas las cosas que estaban pasando, y pasaron, Jonathan finalmente se rompió al corresponder el abrazo de Cytla, con las lágrimas cayendo por sus mejillas debido a la felicidad: no solo de saber finalmente la historia tras su pasado, sino de que su mayor temor finalmente se había disipado...

 -Es tal como dices... -confirmó el nigromante tirado en el piso, con el rostro ensangrentado por los puñetazos de Jonathan, más sin inmutarse en lo absoluto. -. Siempre he intentado cargar todo yo únicamente, que el resto siguiese mis planes al pie de la letra, pero... Ahora nos enfrentamos a una amenaza que ni todo mi conocimiento puede anticipar: puedes confiar en que todo lo que diga o haga tiene una explicación, y que no me guardaré nada importante...

  Entonces, Baeric mostraría su falta de interés de seguir colaborando con el grupo, una actitud que sería encarada por la pelirroja antes de que el nigromante levantase una mano desde el suelo, pidiendo que se detuviese.

 -Ya no es necesario, Cytla... Él toma sus decisiones ahora... -aseguró Glaius, dirigiendo una mirada al caballero grifo como si quisiese que sus palabras se le quedasen clavadas segundos antes de que Marshall se dispusiese a mostrarle la salida...

Cargando editor
10/11/2021, 04:31
Director

 Marshall te guiaría hacia una puerta que daba con un callejón desde el cual podías llegar a la calle, siendo que una vez afuera podrías ser testigo de lo que estaba sucediendo afuera...

 El distrito de bajos fondos de la ciudad estaba repleto de gente moviéndose de un lado a otro en plena noche, trayendo y ayudando a personas heridas o asustadas que venían desde otras partes de la ciudad, haciendo muchas veces difícil caminar en línea recta sin tener que apartarse para evitar chocar contra alguien.

 Si bien no estabas en tu mejor estado físico, al menos podías caminar sin temor a perder la compostura, pero aun así eran incapaz de ignorar las mil y un voces que resonaban por las calles, llenas de tanto dolor y sufrimiento que, de alguna manera, sentías se clavaban en tu alma...

¡Duele...!

¡Mamá...!

¡Las visiones...! ¡Las visiones...!

¡Por favor, acaben con esto...!

¿¡Donde están los caballeros!?

  Los gritos de los heridos eran desgarradores, el llanto de los más pequeños ensordecedor, la manera en la que alguna persona desesperadamente se acercaba a ti, sujetándote de los hombros para suplicarte por ayuda para él o alguien más... El destino apoyaba tu iniciativa de dejar aquel lugar, haciendo que cualquier interrupción no fuese más que una pequeña interacción antes de que los involucrados se olvidasen de ti, pero eso no los hacía invisibles: su dolor, su sufrimiento, sus sentimientos... Podían estar a varios metros de ti, sin embargo las imágenes de las personas sufriendo no se borraban de tu cabeza, al punto de que durante tu caminata hacia el castillo tus piernas fallaron y caíste arrodillado: ya habías experimentado lo que era el sufrimiento ajeno, ¿por qué ahora sentías que te afectaba tanto...?

 ¿Tienes algún problema...?

  Y repentinamente, todo el ruido se detuvo. Las personas iban y venían, sin embargo tu atención estaba totalmente colocada en un hombre que posaba sentado sobre una elegante silla a unos metros delante de ti: todos le ignoraban, y casi podrías asegurar que nadie le veía, porque incluso tú, que ni siquiera habías nacido para su época, podías reconocer aquella figura de las pinturas y libros: Aztora, el rey supremo en persona, con su característica capa azulada con el escudo de su reino.

 -Se siente extraño, ¿cierto? Volver a sentir... Te acostumbrarás -aseguró con naturalidad, con una expresión sería antes de dirigir su mirada hacia el castillo. -. Ni siquiera yo puedo decir algo para evitar que vayas con él, ¿cierto...?

Cargando editor
10/11/2021, 15:28
Director

 Mientras Baeric era escoltado por Marshall a la salida, Glaius aprovecharía para ponerse en pie y proceder a limpiarse la sangre de la cara con el brazo, todo mientras Jonathan seguía sujetado a ti, empezando a calmarse un poco pero aún con la respiración algo alterada por todo lo sucedido.

 -En este momento aún estamos refugiando a las personas de la ciudad: todos necesitan aclarar la mente, incluidos ustedes -les dijo con su tono neutro característico. -. Lilith y tu madre se encuentran cuidando a la princesa junto a Alessandro y unos guardias de confianza -añadió para ti, para que no te preocupases del estado de las mujeres.

 -¿Qué significa todo esto...? -preguntó Jonathan, agotado mentalmente tras su estallido de ira, la cual seguía notándose por la forma en la que miraba al nigromante. -. ¿Por qué ahora...?

 -Hay un rey muerto, dos príncipes indispuestos, un dios que amenaza con destruirlo todo, y todo eso sumado a las demás amenazas que se mueven en los demás reinos... -explicó Glaius. -. El trato que hice con Aztora me permitió conocer su "guion", uno que anticipaba todas las cosas que han estado sucediendo, y las que sucederán... Nuestro papel gira en torno a enfrentarnos a él: el resto deberá acabar con las demás amenazas que se han volcado sobre el reino últimamente... -después de todo, aún estaban los temas del hada pelirroja, el nigromante y el dragón. -. Y no, no conozco como acabará todo, lo que si bien me puede preocupar un poco me dice que él tampoco sabe lo que pueda pasar, y eso significa que tenemos oportunidad de ganar...

 -Entonces... ¿Toda esta mierda ya la tenías en tu mente, y no mencionaste nada...? ¿¡No hiciste nada para evitarlo...!? -claramente el chico no estaba contento.

 -No podía, no debía... Era parte del trato -aseguró Glaius, no sonando orgulloso de ello. -. Fue complicado conseguir hacer un trato con él que no trajese calamidades para mí o para el reino, por lo que tuve que someterte a varias reglas y agujeros que me impidieron evitar su plan, y creo que aun así me arrepiento... Solo puedo guiar vagamente a los "actores principales" hacia el escenario que ha montado, dándoles alguna ventaja que pueda ser de utilidad al momento del clímax...

  En ese momento Jonathan se quedó sin palabras, sin saber que más decir al respecto para encarar al nigromante...

 -Necesitan descansar, mañana será un día caótico... -concluyó Glaius.

Cargando editor
10/11/2021, 16:17
Director

 Si bien había muchas cosas en las que pensar, ese era precisamente el motivo por el que más que nunca el deseo de pasar tiempo juntos y relajarse un poco era necesario. Con eso en mente, partirían hacia los baños termales de la mansión, ubicados en un patio donde la naturaleza era la decoración como tal: desde grandes árboles caía el agua caliente que llenaba las piscinas entre las rocas, siendo un lugar ubicado en la parte alta de la mansión donde no eran requeridas paredes dado que rara vez alguien volaba hasta allá, por lo que además de la hermosa vista nocturna de los árboles y las cálidas aguas cristalinas, podían disfrutar del hermoso cielo nocturno y el paisaje, decorado por las pequeñas luces mágicas que flotaban en el aire.

 Por su parte, el samurai se encontraba en una de las tinas más grandes, con la espalda recostada en uno de los bordes mientras su cuerpo permanecía sumergido hasta un poco más abajo del pecho. Su ropa estaba acomodada y doblada a un lado sobre el suelo, con su katana y demás pertenencias guardadas en un bolso, a excepción de la calabaza que tenía más al alcance de su mano.

 -Hmph... -si bien cuando entraron se encontraba con los ojos cerrando, claramente buscando sumergirse en la tranquilidad de aquel lugar, vuestra presencia hizo que Muramasa abriese uno de sus ojos de manera vaga para ver de quién se trataba, siendo que tras ver que eran ustedes no haría más que volverlo a cerrar para seguir en lo suyo, buscando no interrumpir lo de ustedes con su presencia.

Cargando editor
11/11/2021, 14:37
Baeric Griffith

Baeric salió de aquel lugar una vez le guiaron hacia la salida. Tuvo que morderse la lengua para no darles aquella satisfacción, era mejor no decir nada, marcharse sin más era lo mejor en aquella situación, simplemente no podía hacer nada, solo enfrentarse a su destino o morir…y aún así, ¿Cuál era su destino ahora?, todos le traicionaban y no había un camino claro frente a el.

Aún así, cuando salió a la calle y se encontró aquel espectáculo frente a el…no pudo evitar sentir cierta opresión en su interior, aquel era su reino, el reino que tenía que defender y ahí estaba, roto, destrozado…culpa de un rey débil, de unos caballeros incapaces de protegerle y de gente sin ambición.

Baeric no podía evitar apartar a empujones al que se le acercara o le pusiera las manos encima, incluso se arrancó la capa nívea que llevaba siempre encima, lanzándola al suelo, al igual que su emblema de caballero real, ¿Qué más daba ya?, no tenía rey.

Pero a medida que iba andando, los gritos de dolor, las súplicas, los alaridos…no hacían más que resonar en su cabeza, una y otra vez, de forma imparable, agobiante…pero de repente, en la caminata en dirección al castillo, un trayecto que no sabía muy bien porque lo hacia, posiblemente se sentía atraído a ese símbolo de poder del reino, el cual a cada segundo que pasaba se veía más decaído y pobre que nunca.

Fuera como fuera…terminó cayendo de rodillas, sintiéndose vacio, como si aquellas malditas voces estuvieran quitándole la fuerza, ¿acaso sentía el dolor del reino, era eso?

Frente a el se encontraba un trono y sentado en él Aztora, el rey supremo, el cual le habló, obviamente era un espejismo, una ilusión fruto de la tensión, de la perdida de un sueño inalcanzable y de la histeria colectiva que le rodeaba.

Cuando el Rey supremo le habló, Baeric se estremeció.-Mi castillo, mi trono…mi reino…-Murmuró flexionando los dedos de su mano metálica.-He peleado, sangrado, mentido, traicionado por cumplir mi sueño y a cada paso que doy más se aleja.-Siguió clavando sus ojos en Aztora.-Solo quiero lo que me pertenece por derecho…yo sería un buen rey, duro, justo, pero querido.-Susurró.-Todos se inclinarán ante mi y pisarían el suelo por donde ando.-Baeric golpeó con fuerza el suelo.

-¡Yo traería la paz a mi reino, se acabarían las estúpidas reyertas del pasado, ahorcaría a los traidores, mostraría a todos que no nos doblegamos, regaría la tierra con la sangre de mis enemigos.-Exclamó fuera de si, apretando con fuerza sus dientes y con los ojos fuera de sus orbitas.

-¡Quiero lo que me pertenece!...-Pero de repente volvió a perder sus fuerzas, sintiéndose apenado, vacío, frío…-Y si no puedo conseguirlo…al menos moriré a manos de quien me ha convertido en lo que soy hoy...así que ahorra tu tiempo y no malgastes aliento, soy solo un muerto en vida.

Notas de juego

Si, es un dramaqueen, no consiguió lo que quiere, así que se enfada. 

Cargando editor
14/11/2021, 12:13
Fío Edrielle

¿¡Qué…!? —Fío se sobresaltó tanto que dio un brinco y quedó flotando en el aire a medio metro del suelo—. Yo… No… Me refería a… ¡a que fuese cada uno por su lado! —Seguidamente ella lo abrazó, tratando de quitarle hierro al asunto. Pero Fío sabía que ella de verdad deseaba que se dieran un baño juntos—. Faith… Ya hemos hablado de eso muchas veces. ¡Somos hermanos! No… no está bien…

Sin embargo, viendo los ojitos de Faith, su tristeza, su preocupación… No podía evitar sentirse conmovido. Nadie sabía cómo iba a salir el ritual. Era muy posible que algo saliese mal y que esa fuese su última noche juntos… ¿De verdad estaba tan mal hacerlo una última vez, aunque fuese solo para devolver la sonrisa al rostro de su hermana?

E… Está bien… Solo por… esta vez —dijo, al tiempo que se mordía el labio. La incertidumbre era palpable en su cara.

Tras esa conversación, ambos se pusieron en camino, con Fío moviendo sus alas con flaqueza, inseguro de lo que estaba a punto de hacer. Allí, en los baños termales, aparentemente no había nada que separase las diferentes tinas, por lo que los usuarios podrían verse entre sí. En una de las bañeras se encontraba Muramasa, relajándose. Al verlo, Fío empezó a temblequear. Su cuerpo había cambiado mucho… ¿Cómo reaccionaría si viese su torso de mujer? ¿Qué pensaría de él?

Faith… No sé… —susurró con voz trémula, posándose en el borde de una de las tinas—. No me he dado un baño desde… desde que mi cuerpo cambió… —Instintivamente, una de sus manos se posó sobre sus pechos, tapándolos torpemente sin darse cuenta. Fugazmente, miró de reojo en dirección al samurái—. No sé si estoy… preparado…

Cargando editor
14/11/2021, 16:35
Faith Edrielle

Estaba a punto de derrumbarme al ver que mi hermanito no quería pasar estos últimos momentos conmigo, pero por suerte, o quizás por mi propio estado de animo, esto se volvió a la inversa, haciéndome abrazarlo con fuerza - Gracias hermanito - realmente lo agradecía muchísimo.

Así pues, fuimos poniendo camino a las termas, donde nos esperaría un baño mixto, pues realmente es lo que tenía el reino de las hadas, que daban igual las separaciones sexuales, aunque no por ello la decencia de todos. Murasama se encontraba allí reposando y Fio al llegar empezó a arrepentirse de aquella decisión.

-Tranquilo hermanito, no es nada malo. Tu cuerpo es tu cuerpo, aunque hayas cambiado un poquito - Me acerqué y le tomé entonces las manos y busqué mirarle a los ojos - Yo te ayudaré, por todo lo bueno que siempre eres conmigo. - Y literalmente, iba a cumplir mi palabra.

Fui a buscar una toalla para, al volver, envolverlo mientras volaba. - Desvistete, rápido - Cuando lo hiciera, bajaría hasta el para seguir cubriendolo con la toalla y de hecho anudarla para que no se le cayera - ¿Y bien? ¿Mejor? ¿Más tranquilo? Así nadie te verá desnudo - Dicho eso, yo procedí a quitarme mi ropa, aunque sin pudor alguno, quedandome desnuda frente a el para luego tomarle una mano - Vamos, puedes bañarte con la toalla tranquilamente. Solo relajate y... bañemonos juntos, como hermanos. - Podría ser algo incomodo para Murasama escuchar todo aquello, pero igual que Fio me estaba ayudando a relajarme, yo quería que no tuviera que sufrir por ello.

Cargando editor
14/11/2021, 16:50
Muramasa

 Una vez llegaron a los baños termales, el samurai no les habría dedicado más de una mirada antes de volver a relajarse en su tina, básicamente ignorando por completo vuestra conversación y el comportamiento de ambos. No parecía tener intenciones de molestarles o involucrarse, aunque entre todas las cosas acabaría abriendo nuevamente uno de sus ojos convenientemente cuando Faith se comenzó a desvestir: el samurai no apartaría la mirada, sin mostrar alguna expresión de vergüenza, pero precisamente tampoco parecía verla con lujuria ni ningún sentimiento similar, siendo que más pronto que tarde volvería a cerrar su vista.

 -Si quieren puedo irme -les comentó desde donde estaba, sin dirigirles la mirada mientras seguía metido en el agua. -. Ustedes necesitan relajarse más de lo que lo necesito yo -aseguró.

Cargando editor
14/11/2021, 22:54
Fío Edrielle

Seguía pensando que no estaba bien que se bañasen juntos, pero, solo por ver el cambio de ánimo de su hermana, valía la pena. O eso sentía hasta que se encontraron allí.

Pero… —¿Dónde se había visto un hada con pechos y pene al mismo tiempo? Sintió que su hermana le tomaba las manos, pero él evitó encontrar su mirada—. ¿Y si… alguien me ve? —susurró con voz casi inaudible. Parecía que había vuelto el antiguo Fío.

Faith se marchó y volvió con una toalla, y, sin esperar más, lo envolvió con ella. Eso le hacía sentirse algo más seguro, pero seguía nervioso. De hecho, su cuerpo temblaba.

A regañadientes, tomó los faldones de su vestido con las puntas de los dedos y lo levantó por encima de su cabeza. Luego, dejó caer lentamente su ropa interior. Ahora, lo único que lo cubría era la toalla. Notaba la peculiar sensación provocada el peso de sus pechos colgando. Su cara estaba roja de la vergüenza, y sus ojos estaban clavados en el suelo.

Al contrario que él, Faith se quitó toda la ropa sin el más mínimo pudor, para disgusto de Fío, que reaccionó ahogando un grito y torciendo los labios.

¡Faith! —Rápidamente, se interpuso entre ella y el samurái, tapando la visión de éste—. ¡No estamos solos!

Muramasa ofreció irse, lo que, lejos de tranquilizar las cosas, solo aumentaba lo embarazoso de la situación. Fío prefería no tener que preocuparse de la presencia del caballero, pero tampoco quería que tuviese que irse por culpa de ellos. No sabía cómo responder.

Cargando editor
15/11/2021, 18:34
Cytla Calatia

Glaius... no me vengas con esas tonterías por favor ni me ofendas con eso...- le dije bastante clara y directa cuando dijo aquello de que era complicado entablar una relación de confianza porque pensaba que cada palabra ocultaba algo -Casi de forma exclusiva prácticamente he sido la que te he defendido frente a los demás y confiado en ti... Y siempre que nos cuentas algo, más tarde tenemos que hacer otra reunión diferente para que nos cuentes que te habías guardado y ocultado antes. Por lo que no digas que no intento entablar una relación de confianza contigo... cuando soy la única...- le comenté al final con seriedad, pues si yo sospechaba que algo se guardaba es porque él me dio motivos... sobre todo cuando soy yo quien le ha defendido y hasta le he tratado bien mientras todos ya le llamaban traidor desde el minuto uno.

En fin, luego de aquello, ya con las cartas sobre la mesa... tuve que ser quien le pusiera pausa a la paliza que se estaba llevando Glaius, envolviendo a Jonathan entre mis brazos... y realmente sintiendo como él lloraba en mi hombro, no pude evitar que yo misma también derramara más de una lágrima recorriendo mis mejillas, aunque intentaba mantenerme estoica por las dos... Pero siendo algo que nos había afectado realmente mucho a los dos prácticamente cambiando nuestras vidas... costaba ser la fuerte. Mientras él lloraba, miraba a Glaius levantarse del suelo, escuchándole aquello -Glaius... Puedo darte una oportunidad más de creerte; pero no soy yo quien debe confiar en ti... eres tu quien debe aprender a confiar en nosotros y los demás, deberías haberlo hecho antes. Trazar juntos los planes, compartir las cargas de los problemas... Porque no estas solo, somos compañeros... ¿no?- le terminé diciendo al nigromante mirándole seriamente... mientras trataba de relajar a Jonathan.

Con respecto a Baeric... seguramente tendría que escuchar más de la conversación, poner a funcionar mi cabeza para intentar entenderlo todo... Pero sinceramente también ahora prefería tener los menos problemas posibles a mi alrededor... pues quería centrarme en cuidar a Jonathan ahora que estaba tan vulnerable, envolviéndolo en mis brazos y acariciando su pecho para que calmase la respiración.

Fui escuchando a Glaius mientras tanto... comentando que se estaban aún rescatando a los ciudadanos mientras que mi madre y Lilith se encargaban de cuidar de la princesa junto a Alessandro. Sin duda Jonathan hizo una pregunta importante, y yo me quedé mirando al nigromante para escuchar su respuesta... y entonces, nos habló de su "trato", lo cual obviamente me sorprendió -Tsk...- no pude evitar chasquear la lengua con molestia, sabiendo que todavía el dios chalado era solo un problema de muchos que más había en el reino. No dije nada porque ya la pregunta de Jonathan era bastante clara... aunque al menos escuché a Glaius y entendí que no era algo de lo que estaba contento -¿Que le diste a cambio...? ¿Que le tuviste que dar para cerrar el trato?- le pregunté con seriedad a Glaius... pero sin mal tono o voz enfadada... sino que quería saber eso para intentar entenderle, pues dudo que fuera algo pequeño. En fin... luego de eso, respondiera o no -Vamos Jon... en eso tiene razón... Esto ha sido... mucho de golpe. Necesitas descansar...- le dije al lider de los suburbios, mirándole antes de suspirar suavemente y dedicarle una leve sonrisa -Esta vez seré yo quien me quede para asegurarme de que descansas... tranquilo...- le terminé diciendo a Jonathan al final. Y si no había más pues supongo que volveríamos a la habitación. Me gustaría ir a ver a mi madre, seguro ella y Lilith se alegran de vernos... pero antes quiero que Jonathan se termine de calmar.

Cargando editor
21/11/2021, 02:02
Faith Edrielle

Ver como a pesar de todas las formas de tranquilizar a Fio, este seguía aún preocupado, me hacía ver que aún quedaba mucho del antiguo Fio en el nuevo. Tras ponerle la toalla alrededor, le sonreí muy puramente y  de forma inocente - Yo te protegeré, siempre - Y pues le respondí así directamente a su pregunta.

Claro que obviamente y por las circunstancias que seguirían a toda aquella escena, la que podría necesitar más protección sería la que menos la buscaba. Mientras Fio sufría por estar medio desnudo, a mi me daba igual que Muramasa me mirara, tan solo me importaba compartir aquel momento con mi hermanito.

Así pues al ver como, cual guardian protector se puso delante de mi, me acerqué a su espalda para abrazarlo - Tranquilo Muramasa. Las saunas están abiertas para todo aquel que busque calma y tranquilidad. Un lugar de meditación incluso. No es necesario que te vayas. Y ahora hermanito - empecé entonces a susurrarle - Vamos a relajarnos juntitos ¿Vale? Tan solo quiero descansar apoyada en tu hombro y dejar de pensar en todo lo que ocurre fuera. - Así pues, quise calmar a Fio intentando que viera que aquí nadie pensaría mal ni de forma sucia

Cargando editor
21/11/2021, 04:08
Muramasa

 Si bien Muramasa ya se hacía algunas ideas de porque sería buena idea retirarse para no molestarles, que Fío se interpusiese de esa manera delante de Faith solo le haría saber que al menos uno de los dos no estaba del todo cómodo con la presencia de alguien más, aunque Faith luego aseguró que no era necesario que se fuese, lo que sería suficiente para que el hombre se quedase dado que, a pesar de que disimulaba fatal la vergüenza que sentía, Fío no dijo nada. No era tanta cuestión de que les pareciera bien, sino que no les fuese a parecer mal.

 De una u otra forma, Faith se las arreglaría para hacer que Fío entrase en una de las tinas y acompañarle con una dudosa falta de distancia, o así lo describiría el chico que era quién más sufría con todo aquello. Las aguas cálidas, combinadas con las suaves luces de la magia y las estrellas, eran una combinación que, a pesar de todo, conseguían dar un nivel de relajación considerable. Las hadas decían siempre decía que aquellas aguas tenían algo para eliminar los males, y ciertamente no estaba equivocada...

 -... -si bien quería hacer como si no estuviese allí para no molestar, con todo lo que sabía que estaba sucediendo al samurai le resultaba un poco imposible no sentir también la incomodidad de su silencio, siendo que en algún momento donde no le prestaron atención habría colocado su calabaza en vuestra tina y le habría dado un pequeño empujón para acercarla a ustedes. -. Es bebida para humanos, pero tengo algunas hierbas contra la ebriedad entre mis cosas... -les explicó, ofreciéndoles un pequeño aporte para que pudiesen quitarse los malos pensamientos de la mente.

Cargando editor
22/11/2021, 21:06
Fío Edrielle

La hadita se sentía indecisa. Toda aquella situación lo hacía sentirse avergonzado e incómodo. Pero, por otro lado, quería que Faith se sintiese feliz, al menos durante aquella noche. Viendo la ilusión y alegría en la cara de su hermana, era incapaz de decirle que no.

Tampoco se sentía cómodo con Muramasa allí al lado. Cuando éste se ofreció a dejarlos solos, Fío abrió la boca para decir algo, pero entonces Faith lo abrazó por detrás. Las alas de Fío rozaban contra los pechos de Faith, sus cuerpos separados solamente por la pequeña toalla. Quizás no era tan mala idea que el samurái se quedase. Seguro que así ella se controlaría más. ¿O no?

Está bien… —dijo finalmente, suspirando con resignación.

Lentamente, se introdujo en el agua y se sentó, apoyado contra una de las paredes, asegurándose de que la toalla lo cubriera apropiadamente. La temperatura era excelente. Sería el lugar perfecto para relajarse, si no fuese porque le preocupaba tanto lo que iba a ocurrir en unas horas.

Viendo la calabaza de Muramasa, el rostro de Fío se descompuso en una mueca de terror.

¡No! —exclamó sobresaltado, alzando la voz algo más de la cuenta—. Yo no quiero beber. Ya sabes que me sienta mal… —añadió, bajando la voz esta vez, mirando la calabaza con preocupación.

Cargando editor
23/11/2021, 14:06
Alanís Cromwell
Sólo para el director

La voz de Alanís se suavizó un momento.

-Por supuesto que no. Incluso alguien sin magia puede forjar documentos, imagino que para usuarios de la misma debe ser muy fácil. Escuché del tema de los enanos, también, pero no lo creo por un segundo. Especialmente porque cualquier persona puede hacer tonterías crueles, cono ponerse una máscara y hacerse llamar con el nombre de una familia...alguien así podría perfectamente comenzar a tratar de ensuciar el nombre que usa, por ejemplo.

Suspiró, hondo, antes de continuar probando la carne unos momentos y retomar la charla con tono formal, retornando la mirada midiendo al enemigo sujeto.

-¿...matarás al sujeto que te trajo a la vida? Eso suena extraño, considerando que parece haber hecho un buen trabajo y no estarte esclavizando como un cadáver viviente.

Aunque Alanís se sentía inquieta con el príncipe revelándose, en el fondo estaba bastante segura de que esta persona ya lo sabía de buenas primeras. Miró entonces a la niña...que imaginaba, podía ser mayor que ella. Los dragones puros envejecían extremadamente lento.

-Esa es una conclusión bastante específica. No sé si ya escucharon rumores o hay algo más...pero, acepté más temprano hablar al respecto. El castillo sufrió una brecha de seguridad por parte de hadas. Dudo que tomen el castillo honestamente, estaban usando trucos bajos pero que dudo duren demasiado.

Cargando editor
23/11/2021, 21:38
Director

 Aquel "delirio" guardaría silencio una vez empezaste a desahogarte delante de él, mencionando una a una las cosas que habías entregado por tu sueño, las cosas que habías perdido, las que habías conseguido... La expresión del anciano se teñiría ligeramente de lástima mientras te observaba perder las fuerzas, como quién observaba a alguien perder su alma ante las adversidades, todo en medio de una calle transitada por numerosas personas que simplemente ignoraban tus gritos y declaraciones al aire...

 -¿Tu castillo? ¿Tu trono...? ¿Tu reino...?  No recuerdo haber escuchado que tengas mi apellido... -declaró lo obvio, levantando una mano en señal de "alto" antes de que pudieses responderle. -. Pero reconozco tu esfuerzo... Es una lástima que no lo consiguieses, sin embargo, así es el destino...

  En ese momento, el hombre se colocaría en pie, y el trono empezaría a desaparecer rápidamente deshaciéndose en hermosas mariposas azules que volarían lejos.

 -No tengo dudas de que llegarás al final con esto, por lo que al menos te pediré que me dejes acompañarte hasta allá -con esas palabras, su cuerpo también se convirtió en un vórtice de mariposas, las cuales al disiparse dejarían en su lugar a la figura de una pequeña niña de cabello y vestido azul, con unos brillantes ojos rojos.*

 -Qué no te engañe mi apariencia, sigo siendo yo... De alguna forma -escuchaste la voz del hombre directamente en tu cabeza, momentos antes de que la niña te tendiese una mano para ayudarte a levantar. -. Te acompañaré hasta el castillo, así nadie te molestará...

  Fuese o no parte de tu imaginación, parecía querer ayudarte a continuar tu camino hacia... donde sea que estabas yendo ahora, siendo que una vez tomases su mano empezaría a caminar en dirección al castillo. Tal como había dicho, ya nadie te molestaría, e incluso las voces empezaban a desvanecerse en tu cabeza como nada más que lamentos que dejabas atrás con cada paso.

 Luego de abandonar los bajos fondos, pasando por una barricada improvisada con montones de muebles, barriles y tablas, que era custodiada por distintos hombres y mujeres armados con lo que podían, así como varios caballeros, llegar al castillo fue un paseo por la ciudad devastada, llegando finalmente al territorio real donde múltiples defensores de la corona iban de un lado a otro como si nada estuviese sucediendo.

 Tras recorrer los pasillos de la estructura, la niña se detendría contigo frente a las puertas de la sala del trono, la cual no era custodiada por nadie. Si bien tu brazo mecánico no estaba fallando, sentías un hormigueo que te indicaba quién estaba al otro lado.

 -Recuerda algo, no importa lo que pase: siempre busca lo que verdaderamente deseas -te dijo la voz del hombre antes de dejarte ser quién abriese las puertas para reunirse con el enmascarado...

Notas de juego

*No lleva las espadas.

Cargando editor
24/11/2021, 00:03
Faith Edrielle

Al fin, todo lo que quedaba era relajarse y dejar que el tiempo pasara. Un tiempo que al mismo tiempo era lento y tortuoso... Odiaba cada segundo que pasaba porque cada segundo marcaba un punto de incertidumbre, de duda, en el cual jamás podría imaginar que llegaría a pasar cuando todo estuviera listo... Pero al mismo tiempo, era un tiempo calmo y feliz. Podía aprovechar todos y cada uno de los segundos que quedaban haciendo lo que fuera con mi hermanito y... Tan solo quería abrazarlo...

Tan solo quería muetras de cariño, mimo, afecto o confort que me ayudaran a salir de mi propia pesadilla. El no saber que ocurriría, era lo que más en tensión me ponía... ¿Pero como hacer frente a eso? No había manera.

Al menos no una manera simple, pues cuando el espadachin nos vió así, parecía tener una solución - Gracias Muramasa... Pero no es necesario. Debemos estar en perfecto estado y con la totalidad de nuestra magia canalizandose en nuestro interior... Es mejor no ir bebidos y... estar alertas por lo que pudiera pasar... Pero el detalle ha sido muy bonito - Olvidar con alcohol... Quizás era la mejor de las ideas... Pero Fio se volvería un caos y yo me jugaba mucho.

Así pues me acomodé más aún junto a mi hermanito, y con el tiempo acabaría pidiendole algo que podría incomodarle un poco - Fio - Y la seriedad iba implicita en la petición al llamarlo por su nombre - ¿le concederías una inocente petición a tu hermanita?