Partida Rol por web

Abrió el ojo nuevamente. Había comenzado a sentirse inmediatamente mejor en la luz cálida, pero en un momento todo volvía bruscamente a como estaba antes...y todos los demás también.

-Lo sabía...hacer algo aquí es una pérdida de tiempo. -una vez más, volvió a tomar asiento de forma trabajosa, sintiendo haber perdido el poco descanso que había tomado de esos minutos, y atinó a atajar el objeto extraño que proveyó el enmascarado.

-Permíteme corregir algo, Faith. En cuanto a derecho a juzgar, en este momento lo tengo al mismo nivel que la reina y los príncipes de forma genuina. -dijo esto de forma bastante neutral- Pero no tenías forma de saberlo.

Guardó silencio un largo instante entonces, parpadeando un par de veces viendo a ningún punto en particular. Estaba pensando, lo mejor que podía en la fatiga.

-Concedo que no conozco toda la historia. -comenzó, con aire calmado- Y que daba por descontado que la tormenta y varios sucesos eran culpa del reino de las hadas de alguna forma. Pero de nuevo, Yurrax hizo varias cosas como destronar al rey de los Dragones y secuestrar a Arthas...y no estaba representando a todo el reino dracónico, o más bien no lo hizo por demasiado. Sobre las dudas que haya en el medio...

Levantó la cabeza, observando el escenario en negro y a las pocas figuras que rompían el mismo con sus colores.

-Comprendo que Faith a pesar de mis formas ásperas trató de sanarme hace unos momentos, y agradezco por ello. Y la reacción de Fío ante el fallecimiento del rey se ve auténtica. Y confío en la palabra de Cytla, considerando que es mucho mejor que yo en leer las letras finas de los sucesos. Por todo eso...me disculpo por mis asunciones sobre ambos. -le tomó unos instantes de esfuerzo, pero de forma lenta inclinó la cabeza y cruzó el brazo al pecho de modo formal. La mantuvo un momentos, antes de pasar a ver a Baeric de forma distinta. Fue como si en el breve movimiento que era girar el rostro de un presente a otro, ganara un aura de frialdad que ni siquiera tenía cuando estaba en plena forma y ejerciendo la más rigurosa etiqueta.

-¿...Te engañó? Me gustaría oír que clase de engaño fuerza a una boca a clamar la corona de sus señores a los que juró lealtad. O lo que pueda justificar en este mundo que un guardaespaldas real levante la mano contra su protegido. -su mandíbula tembló levemente, como señal de lo fuerte que estaba apretando los dientes. Sin embargo, el timbre de voz sonaba extrañamente emocional, y genuinamente herido- Espero que entiendas...incluso si las hadas fueran culpables de lo que se sospechaba en este momento y sin que hubieran dudas, lo tuyo...lo tuyo me hace hervir la sangre como no tienes idea. Se te dio el máximo tesoro del reino para guardar, uno de los dos herederos. Por largo tiempo admiré tu temple y habilidad, convencida de que no había nadie más indicado, y cuando huía con el príncipe tomé tiempo para decirme que si estaba contigo, la princesa estaría bien sin dudas y yo debía hacer mi parte propiamente.

...

...

Bajó la vista, viendo sin ver mientras buscaba la forma de poner esos sentimientos en palabras. Solo ellos dos habían compartido el honor de ser nombrados para defender a uno de los príncipes como caballeros personales de uno y de otro, y tan grande como era su orgullo por ello...igualmente era la injuria ante la idea de que su contraparte equivalente hubiese quebrado votos y traicionado esa labor, y de forma tan profunda además como para clamar la corona y tratar de asesinar a la princesa. Su ceño se frunció, y el ojo tenía un brillo hostil. A sus ojos, aquello de alguna le afectaba muchísimo más que el resto de los asuntos a la mesa. Si no fuera por lo visto hace un momento, probablemente ella estaría iniciando hostilidades también.

-Si todo es así...no te perdonaré por mancillar ese deber. Esta oscuridad no durará para siempre, y te aseguro que te encontraré y te cazaré como a un perro rabioso, Baeric. Si esperabas otro resultado de esas ambiciones de parte de los otros caballeros...eres tonto.

Largamente había ignorado casi del todo al anfitrión, sencillamente porque su mente estaba bloqueando pensar demasiado en "todo aquello" que planteaba, pero nuevamente lo básico era suficiente para ella. Tomó un hondo respiro, seguido de un suspiro, para dirigirse en general a todos.

-Lo mejor que podemos hacer ahora es escuchar, para que todos podamos ver el panorama completo, ya que este individuo parece estar vetando las acciones aquí. Si es posible, sería bueno oír que paso con cada uno luego de separarnos en el intento de arresto de Fío. Luego, podremos decidir que cursos tomar. Argumentaría sobre hablar delante de...él, pero lo que escuche o no, no le servirá de nada de todas formas.

...

Sobre tú, falso Aztora...mi brazo faltante no me impide continuar así que poco me preocupa. No quiero nada de ti, más que devuelvas lo que tomaste sin permiso. 

Si de verdad lo que digo sobre ti es mentira y no has hecho ninguna de las horribles cosas que he descrito y tu mismo nos hiciste a la princesa o a mi adelante, ofrécele tu brazo a este gilipollas enmascarado para que me calle... Porque lo que yo he visto no es un "simple engaño"... imbécil- no le dedicaría más palabras a Baeric, sinceramente ya me había cansado bastante que siguiera buscando justificarse cuando yo vi de primera mano como quiso matar a la princesa sin importarle nada... Con sus actos se ha ganado a pulso el odio de la gente; que se haga responsable de ello y no intente escurrir el bulto.

La tuya si que es una muerte necesaria mamón...- dije cuando hablaba con tal facilidad -Muerte de reyes, amnesia, hijos ilegítimos... Eres el escritor menos original que he conocido, que solo utiliza tópicos y estereotipos sin originalidad... ¿Cuándo llega el punto de la historia en la que descubro que mi padre no era mi padre, o que todo esto fue un sueño de alguno de nosotros?- le pregunté cuando remarcaba que todo lo ocurrido era cosa suya. Si él conocía tan bien todo esto porque era quien escribía todo hasta hace nada, entonces sabía que puedo ser el personaje más tocapelotas e irritante de su historia si me lo proponía... Que le pregunten a Baeric si no soy capaz de cabrear a cualquiera.

Llegado el momento puñetazo... Todo hizo un reinicio, y volvimos a como todo había empezado. Bueno... No todo realmente. Permanecí callada con el cacharro extraño que robé a Aztora mientras este se jactaba de ingenioso pero desesperado además de inútil. Que me disculpase Alanis si ahora la ignoraba... estaba sopesando varias cosas -Que se acostumbre él a mi... De los dos creo que yo puedo ser más irritante- le diría a Baeric cuando me dijo eso.

Permíteme decir lo mucho que te equivocas escritor de cuarta...- le diría luego de felicitarme mi intento -Muy bonito el truco de reiniciarlo todo y el de enseñar todos esos cacharritos iguales... Pero si lo has reiniciado, ¿como es que yo aún tengo el aparato que te he robado? Pensaba que un Dios podría hacer más... Puedes reiniciarnos a nosotros pero no la posición de estos cacharros, curioso- le preguntaría al hombre -Sobre este cacharro... Permíteme. Es cierto que no se usarlo... aún... Pero me hago una idea por lo que tu mismo has dicho. Por si solo parece ser un simple contenedor que según tu contiene todo lo acontecido antes de este punto... Digamos entonces, ya que te gusta tanto las historias, que tienes aquí los capítulos de dicha historia listos para volverlos a pegar en las páginas de tu novela, como con los grabados de una imprenta. Pero no se puede acceder a él sin un aparato, seguramente el cual tendrá una apertura para que este extremo metálico se conecte y poder trabajar con él. Dicho cacharro que dices que no tengo para usarlo... Pero supongo que mientes, porque tu si lo debes de tener por aquí a mano... Sería cuestión de muchos reinicios y muchos puñetazos que lograría meter la mano en el forro adecuado hasta sacarlo y tenerlo al igual que esto, ¿sino para que los has traído tu si tampoco podrías usarlo? Hablas de él como si nadie supiera entenderlo... ¿quizás viene del futuro, es tecnología avanzada? ¿O quizás es de otro mundo donde la magia es distinta? Je... no lo se, pero te lo digo. Tu dame tiempo, medios y motivación... y creo que sabes de sobra, que yo conseguiría aprenderlo a usar... Porque no hay nada que me guste más que llevar la contraria a los sabiondos arrogantes- le comentaría al Dios... aunque esa no era mi única observación.

Dicho todo lo anterior... Simplemente me iría tumbando en el suelo con los brazos tras la nuca, descansando un poco -Ains... creo que me voy a dormir una siesta, ¿quién se une? Nos vendrá bien a todos, después de tanta batalla seguro nos sienta bien... Uaaaagh...- diría a los demás con tono desganado, y hasta bostezando -Adelante, podéis relajaros... ¿no os dais cuenta de que él no nos echará hasta que nosotros queramos? No tenemos porque hacerle caso- diría, mirando desde el suelo al Dios enmascarado -Podías haber traído a una princesa que busca paz con su amor, a un heredero perdido, a hadas rebeldes, a nigromantes... personas que seguro ayudarían mejor a poner fin a algo así de gordo como una guerra que destruirá todo. Pero nos has traído a nosotros, y has pausado toda la historia para hablar con nosotros... ¿Sabes que me dice eso Aztora?- le preguntaría al enmascarado -Que tu te habrás adjudicado el papel de escritor... Pero nosotros cinco somos los protagonistas, los que empujan la historia hacia delante, los "únicos" que seguramente puedan hacer que la historia de la que se te ha escapado el control acabe como tu quieres... ¿Porqué si no me traerías a mi sabiendo lo tocapelotas que soy?- le preguntaría y explicaría a los demás -Tu mismo lo dijiste... "solo ustedes pueden convencerse para evitar otra guerra que mandé a la basura todo mi trabajo por salvar nuestro mundo"... Es decir... solo nosotros podemos hacer un final que te guste, tu no puedes hacer nada. No somos nosotros los que queremos algo de ti... Aquí no eres el que ofrece los tratos. Eres TU el que debes hacer un trato con nosotros para que todo tu "trabajo" no se convierta en papel mojado barato, que es lo único que parece importarte... Así que empieza a tratarnos como a iguales y no como a personajes sin sentimientos a los que no les importan tus acciones, quítate esa estúpida máscara para que hablemos cara a cara como personas normales... O entonces dos opciones: Nos quedaremos aquí sin hacer nada aparte de dormir siestas y jugar al piedra papel o tijera durante toda la eternidad hasta que tu aburrimiento te obligue a parar... que sabiendo lo fácil que te aburres no será mucho tiempo, o nuestro mundo acabará con una guerra y todos saldremos perdiendo. Tu decides... que ya me toca muchísimo los cojones que siempre tengamos a alguien dirigiendo lo que hacemos- terminaría diciendo con seriedad... y prácticamente era un últimatun, no iba a hablar más con él... Porque en serio que una siesta no me vendría mal.

Fío escuchó emocionado cómo Cytla daba la cara por ellas, asegurando que eran inocentes. Era increíblemente gratificante que hubiera alguien dispuesto a confiar en ellas hasta el final.

—Gracias, Cytla…

Escuchó también la explicación sobre todo lo que había acontecido mientras ellas no estaban. ¿Baeric se había autoproclamado rey? ¿Qué…?

—¿Es eso cierto, Baeric? —preguntó, incrédulo—. No puede ser…

Faith, como era de esperar, soltó uno de sus discursos cargados de indignación. Fío se alarmó cuando mencionó que otros habían estado aprovechándose de las hadas. Aquel no era el momento. Pero, para su alivio, la cosa quedó ahí.

—Es cierto, Muramasa ha estado acompañándonos. Íbamos a volver después de solucionar algunos asuntos, pero entonces las cosas se descontrolaron. Cuando ya lo teníamos todo bajo control, de pronto aparecimos aquí.

Fío no comprendió la explicación de Faith sobre el hechizo de protección real. ¿No lo había pedido para luchar contra Samael? Le lanzó una mirada cuestionadora, esperando que se explicara mejor.

Las palabras de Baeric le dolieron, y también las del enmascarado. ¿Era cierto, después de todo?

—¿Cómo sabemos que es cierto que el rey sabía lo que le hicieron a nuestras hermanas? ¿Cómo sabemos que no es un engaño orquestado por ti? —preguntó acusadoramente al enmascarado.

Lo siguiente que ocurrió dejó confundido a Fío. Cytla y Faith habían intentado hacer daño al autoproclamado Aztora, y entonces… ¿Todo había vuelto atrás?

—Alanís… Cuando Faith y yo entramos en nuestros respectivos portales, pasaron varios días durante los cuales sufrimos una… transformación. Caos ha unido su cuerpo al mío. Por eso mi cuerpo ha… cambiado. —Ciertamente, además de tener el pelo morado y una pierna nueva completamente negra, ahora tenía pechos, más grandes que los de Faith—. Después de eso, fuimos a ver a nuestra madre y nuestras hermanas. Estuvimos hablando sobre… cosas del pasado, y cosas que ocurrieron al resto de nuestras hermanas mientras no estábamos. Y después…

Fío se calló en ese momento. Continuar a partir de ahí era un tema muy peliagudo. Miró a Faith, buscando su opinión.

-PORQUE EN NINGUN MOMENTO FUIMOS ESCLAVOS. Estuvimos orgullosas de representar a las hadas en el reino humano, como caballeras de Diamante rojo, y el rey NUNCA, JAMAS, nos trató de esclavas. Si, siempre fuimos unos trastos, y siempre haciamos enfadar a todos, pero nunca se nos trató distinto del resto. Y si, puede que la naturaleza de todo lo que esté arrasando nuestro mundo venga de nosotros, pero el brazo ejecutor es distinto. Esta vez no es pr presión de nuestra propia culpa al romper las cortinas o cambiar las vestimentas de los principes. Esta vez es por responsabilidad nuestra. Ya no somos las mismas hadas que conociste en todos estos años Baeric, pero tu pareces seguir siendo un cabezota que no mira más allá de su nariz - Me cabreaba mucho que pudiera tergiversar tanto mis palabras, más aún nuestra historia con los humanos. El nunca supo como nos sentiamos, abandonando nuestra tierra natal, accediendo a otra donde nosotros eramos los raros, y lo agradecidas que siempre estabamos al ser acogidas de tan buena forma. Y creo que entendí el porque según lo que explicaba Alanis

Al escuchar a Alanis aclarar sobre lo de juzgar, me callé. No quise insistir más de la cuenta y ya estaba notando que en esas palabras también había cierto pesar. No es que fueramos las culpables o no, es que necesitaba encontrar a los culpables, fueramos nosotras o no. Así pues, no sería quien para pedirle que hiciera lo contrario.

En cuanto a Fio cuando me miró con aquella pregunta en su rostro, bajé un poco la mirada - Quise... Ayudar al reino de los humanos a estar más protegidos, antes de que ocurriera todo... Antes de la muerte del rey, antes mi encuentro con Samael... Pero la única cosa que se me ocurrió, fue el escudo de mama. Cuando aparecimos tan cerca del reino de las hadas, me ilusioné, pues parecía que podriamos tener una posibilidad de proteger nuestro segundo hogar. Se lo que te importa para ti tanto el reino humano como todos los que viven y vivian allí, y es muchisimo más que a mi. Así que pretendía hacerlo, por nosotras y mostrar que nos importan. - Era toda la verdad... Y aún así, los sucesos me hicieron migrar también su uso hacia Samael.

Justo tras ello ocurrió todo. Todo lo que nunca ocurrió más bien, pues ni el puñetazo de Cytla potenciado con mi luz ni la sanación hacia Alanis, cobraron sentido cuando de pronto volvimos al punto de partida. En ese mismo instante me di cuenta que no podriamos hacer anda, salvo lo que el dijera.

Recogiendo aquel dispositivo que nos arrojó el que se hacía llamar Aztora, me quedé pensativa un momento antes de escuchar a Alanis - No te preocupes. Ambas tenemos razones de peso para comportarnos como lo hemos hecho. Pero te agradezco que seas capaz de ver nuestra situación - Diciendo aquello agarré la mano de Fio mientras sonreía - Y lo siento, por lo que le ocurrió al rey, y lo que pudiera ocurrirle a los principes. Te prometo que te ayudaremos a resolverlo todo. - Prometí, aunque no llegaría a saber con total certeza si aquella promesa llegaría a cumplirse, al menos a corto plazo.

Tenía algo que decir frente a la prisión en la que estabamos... Pero iba a tener que esperar aquel comentario un poco más. Mientras tanto y apoyando a mi hermanito, asentiría a sus palabras - Yo estaba en la misión con Glaius... Un pequeño evento inesperado, un enemigo, nos sorprendió y... Me separé de el. Tras enfrentarme a el en una batalla de completo desgaste pues ninguno iba a ceder, llegamos a hablar y cruzar el portal que me abrió para saber que estaba pasando en la realidad de las hadas. Sin embargo, acabé en otra dimensión y luego desperté con Fio... - Le miré viendo que realmente hay algo que debiamos decirles... Pero había ciertos contras. No obstante asentí frente a mi hermanito agarrandole con fuerza y apoyo ambas manos.

-Hay algo que debeis saber, pues... Probablemente sea algo horrible que pueda ocurrir o esté ocurriendo ya. Sin embargo, no lo diré si Baeric sigue siendo una amenaza tan grave como afirmais. Pero es un peligro inicial para nosotras las hadas, y más adelante traerá grandes males a todos los reinos. - De hecho tenía una razón de gran peso para no decir nada allí mismo, y era la razón que explicó en todo su esplendor Cytla.

Me quedé escuchando todo lo que decía tranquilamente hasta que hubiera terminado, para luego añadir - Si fueras tu precisamente el que quiere salvar nuestro mundo de otra guerra, JAMAS hubieras mandado a Samael a atacar el reino humano para llamarnos la atención, ni tampoco le hubieras convencido de arrebatarnos nuestro poderes cuando sabías que era incapaz de contenerlos. Tu no eres un Dios, ni te mereces llamarte Aztora. Eres un simple crio que trata jugar a ser dios, con un papel y un lapiz sintiendose el ser más poderoso del mundo, y siendo realmente lo más inutil de todo. Si tan poderoso eres, si tan "divino" eres ¿Por qué te da miedo recibir un puñetazo de Cytla potenciado por mi luz, o por qué te da miedo que Alanis recupere su brazo? ¿Por qué te da miedo el poder de la creación? Y por supuesto que no vamos a dar información que no queremos.

-A fin de cuentas, tenemos que obtener nosotros información primero... - alcé entonces el dispositivo que nos había dado a cada uno con una ligera sonrisa - ¿Quizás por eso te da miedo el poder de la creación? Porque yo no necesito un dispositivo para leer esto, solo necesito que tenga la forma que deseo - Y en ese momento usé mi magia deseando la transformación simple de la plataforma de almacenamiento que decía Cytla que era aquello, a una que si entendía, haciendo que toda la información que tuviera dentro, pasara a un formato físico de pergaminos, la cantidad que hiciera falta.

 -Sorpresa, Cytla: ¿quién crees que me quitó el brazo en primer lugar? -responderia Baeric con molestia a la pelirroja, antes de ser objetivo de la hostilidad de Alanis y los gritos de Faith. - Todo es verdad, supongo: estuve en el trono por.. ¿15 minutos? No lo se: aun ahora siento que todo es muy confuso, y eso solo me molesta mas... -dando su atención a Alanis, el chico explicaría. -  Supongo que te entiendo un poco: eres de los pocos caballeros que se tomaba enserio su trabajo, pero si sirve de algo lo mío fue algo que llevo queriendo hacer desde siempre... Solo era un niño cuando Aztora se hizo con mi brazo a cambio de hacerme rey: deseaba el trono, ser respetado, que la gente se sintiese feliz conmigo y que los imbéciles fuesen castigados... Todo lo demás solo fueron pasos para llegar a ese sueño.

  Por su parte, Aztora se dedicaría inicialmente a atender las dudas de aquellos que querían aclarar las cosas, y no simplemente acabar con él.

 -No te confundas, pequeño: puedo jurar que no tuve nada que ver con eso, y que no miento. Que en los tratos hayan letras pequeñas es un tema diferente -aseguraria, antes de fijarse en Alanis. - Si te refieres a los recuerdos, debes saber que eso fue debido a un trato. Si quieres que los devuelva, debes dar algo a cambio.

 Finalmente, Aztora pasó a ser nuevamente objetivo de los discursos de Cytla y Faith, permaneciendo inmutable mientras les dejaba hablar y actuar, siendo que Faith podría transformar el dispositivo en un pergamino tan largo que se perdería en la infinidad de la oscuridad. Su contenido: incontables ceros y unos.

 -Fascinante. Aun cuando tienen un trabajo tan simple como aclarar las cosas y hacer las paces, su orgullo les hace pelear por tener la razón -aplaudiria el enmascarado, de forma auténtica y sin sarcasmo. - Tal vez aún no entienden, pero tienen razon: no puedo hacer nada hasta que ustedes acepten. Solo hay dos opciones: salen en paz, o haciendo otra guerra. ¿De qué sirve un mundo condenado a destruirse por si sólo? ¿De qué sirve uno sin emociones ni drama? Todo fue por construir una buena historia, una que hiciera merecedora a este mundo de seguir existiendo.

 -Critican a Baeric, pero díganme: ¿golpearian a un niño por desear ser rey? Les recuerdo que es algo que, debido a su vida pasada, Baeric no pudo evitar querer alcanzar. ¿Qué habrían hecho en su lugar? Solo imaginenlo... Un mundo sin un hijo ilegítimo del rey, uno sin tu hermana gemela, uno donde tus esfuerzos no son reconocidos para tu deber... Y siendo conscientes de ello: ¿acaso como niños no destruirían el mundo por recuperar lo que les fue arrebatado?

 -De verdad  no lo entienden, pero realmente quiero salvarlos. Evitar que caigan en la mediocridad y que el mundo no sea olvidado... Y es tan fácil como que se den cuenta de quien es el verdadero villano, y eviten desperdiciar tiempo matándose entre ustedes, o intentando conseguir de mi algo que no podrán... ¿Porqué saben? Ya estoy poniendo en bandeja todo, y eso empieza a ser trampa: el desarrollo está siendo... horrible, por lo que si el resultado no es uno suficientemente bueno.. Habré fracasado.

-Lentamente hacemos algunos progresos, aunque la situación es poco feliz...ha...

Acomodó levemente la postura y tras largos minutos, se puso de pie de nuevo.

-No hacer nada es una opción, es verdad. Estoy algo agotada de luchas, para ser completamente honesta, pero continuaré lo que sea necesario si hace falta. Pero...primero, desearía hablar un poco más. Siempre podemos retomar esta idea de no actuar en el final de nuestras conclusiones, o puedo juntar mis fuerzas y atacar con ustedes si gustan.

Nuevamente, Alanís pausó con el ojo cerrado, ordenando sus pensamientos.

-Ustedes tres...cuatro. Este es mi reporte...el rey cayó repentinamente enfermo junto con la familia real en medio de una reunión conmigo y con Baeric, infectado de caos. Fueron llevados a la enfermería y este sujeto se mostró ahí, que es de donde lo tengo visto. De forma similar a esta, pero sin dejar todo a negro, detuvo lo que sucedía y habló. Una de las últimas cosas que nuestro rey dijo, en ese momento, fue...

"Este ser...puedo asegurar que no está en nuestra contra, pero no sabría decir si está a nuestro favor."

Adoptaba un aire reminiscente en el cansancio, casi pacífico, como si estuviera a punto de dormirse de verdad como sugería Cytla.

-Si el rey lo dijo, lo creo incluso si el mundo lo niega. Independientemente de sus tendencias...sádicas, es neutral en el peor de los casos. -señaló, sencillamente- Glaius también estaba presente y consciente, y fue testigo. El enmascarado quería que eligiéramos si dejar que todo este caos fuese transferido al rey y lo soportara por unos 5 segundos. Conseguí que permitiera que yo fuese el receptáculo de ello en su lugar, y tras esto dijo que absorbería este caos en su propio cuerpo. No me interesa recrearme en esos segundos, pero transcurrieron y...considerando que llegaste diciendo que podías salvar al rey de forma textual, dejarlo morir luego y cobrarme 50 años de vida por ello se siente bastante poco confiable. Si quieres algo de confianza y genuinamente una resolución, cuanto menos exijo una compensación por tu pequeño timo. También necesitas ceder si pretendes que no te veamos como un enemigo luego de los problemas que has causado.

Casualmente, regañó a la entidad antes de proseguir.

-El rey murió a los seis segundos por sus heridas aunque le fue extraída la energía, la princesa y la reina se recuperaron, y Arthas...desde entonces perdió su memoria. Ahora, dices que fue un trato, ¿quien...?

Frunció el ceño. Estaba haciendo esfuerzos por no ir por laterales a perseguir este detalle particular, sabiendo que debía continuar y luego de que ese momento eterno terminara, ordenar sus prioridades.

-Tras esto, en el funeral...se dio el ataque. Una misiva me citó en mi habitación, pero ahí solo había un nada que ingresó y se acercó...no parecía importarle nada mas que llegar al príncipe, así que use la ventana y escapamos de ahí al patio luego de una caída de unos 50 metros, pero nos perseguía. La mayoría de los caballeros sufrieron algún ataque mental y comenzaron a atacar en el camino a quienes habían resistido, incluida a mí. Con el castillo gravemente comprometido, decidí retirarme a mis tierras para dar refugio a Arthas en el reino de los Dragones tras que Glaius me diera una chance de escapar entre hadas usando magia en los pasillos y nuestros antiguos aliados. -su rostro se relajó un poco del ceño fruncido, a una expresión más calma- Fue un día entero de viaje, paré en una posada para que Arthas pudiera comer y descansar y...ahí reencontré a alguien, aunque en su momento no me di cuenta. Fio y Faith, ustedes lo vieron, ese dragón extraño con el que lidié antes de que nos separaramos...Yurrax, padre del también llamado Yurrax que conocimos todos y tomó su nombre. Aclaró quien era, una versión completa y con propia voluntad de ese enemigo, y ofreció algo de ayuda: y la ubicación del responsable del ataque al castillo, pero me rehusé a seguirlo hasta haber asegurado a Arthas, y así lo hice. Le dejé con mi familia en el castillo Cromwell...

...

Hubo un momento de silencio indignado, y abrió el ojo, con mirada amarga. Alanís sonó apesumbrada y dolorida en lo siguiente que dijo:

-Estoy decepcionada con mi desempeño en ese momento...no noté que los guardias estaban asustados de Yurrax de forma inusual, o la tensión de mi padre al hablar con él. Dejé a al príncipe en un nido de traidores y fui a seguir a otro esperando poder solucionar rápido la situación del castillo al atrapar al culpable. Fui, sin darme cuenta de nada de eso, porque era impensable que mi propia casa... -negó, sin completar la frase. - De más está decir que en el fondo de esa cueva donde me guió, el único enemigo era él. Reveló que estaba hecho de partes de otros seres, incluída Josephine, esa admirable prima que mencioné antes. Aún me pregunto si era Yurrax o ella quien me atacaba con tanto ímpetu...era difícil ver la diferencia a veces.

Suspiró, entristecida.

-Ambos nos dejamos malheridos, pero él ganó y usó una lanza para fijarme al suelo y tirar del brazo hasta separarlo. Un doloroso respeto de su parte, para que pudiera morir sin maldiciones. No esperaba volver a despertar, pero Yurrax, la caballero que conocimos, su hija...se quedó y puso estos vendajes, haciendo lo que pudo por mantenerme con vida. Quería a su padre de vuelta, pero...no así. Me dio su lanza y buenos deseos y me indicó donde podía encontrar al otro Yurrax y a Arthas, ayudándome a llegar con sus alas...al castillo real de mi reino natal.

Para ese punto, de memorias recientes, volvió a cerrar los ojos.

-Las políticas de los dragones son un tanto violentas comparadas con otros lados, por si no lo sabían. Cualquiera puede retar al rey por la corona, pero es poco probable que te deje con vida si pierdes. Por esto, rara vez se hace. Sin embargo, llegué poco después de que Yurrax hubiese derrotado al rey efectivamente ocupando el trono. Arthas estaba ahí, muchos nobles estaban ahí para ser testigos...lo desafié por la corona antes de darle oportunidad de tratar de amenzar la vida del príncipe o algo similar, apostando servidumbre si me derrotaba, y aceptó. -sonrió levemente, con un minúsculo aire de orgullo- Puede que mi aspecto sea el de la muerte ahora, pero sin esa maldición de dolor constante, mi fuerza está de vuelta en su auge, y pude ganar. Fue hace menos de diez minutos, pero efectivamente...de forma irónica, vengo de arrancar la corona de alguien más aunque no puedo decir estar particularmente interesada en abandonar mis deberes por ello.

...

Y eso nos lleva aquí. Una vez más, deben disculpar mis maneras y aspecto, ya que ha sido un viaje largo. El príncipe está en perfecto estado fuera de sus memorias. -Alanís finalizó con un tono conforme, sonriendo levemente- Resulte como resulte aquí, continuaré protegiéndolo como prioridad y mientras él viva, el enemigo nunca ganará. Eso concluye mi reporte.

Carraspeó entonces, levemente.

-Lo lamento, pero compartido esto debo hablar solo un poco más. Persona que me niego a llamar Aztora...si la obsesión de Baeric es tu culpa, ¿entonces que me queda? ¿Debo volcar mi enojo sobre ti? Te pido que entiendas lo que dije antes, ahora mismo pareces un enemigo que simplemente se burla de nosotros. Debes ofrecer tu brazo a torcer, sin intención de broma viniendo de mi. Incluso si todos hiciésemos paces como quieres...¿realmente crees que luego de esto podríamos seguir sin más? -esta vez levantó el rostro, para mirarle directamente de forma atenta- ¿Sabiendo que puedes agregar o quitar detalles a tu antojo cuando quieras, mañana o en diez años? No, no. No podría continuar tranquilamente sabiendo que el día de mañana podría despertar deseando traicionar mi deber. Estoy segura de que el resto tampoco, sabiendo que puedes deshacer sus vidas y valores con esta...cosa. La única forma en que esto no resulte en intentar exterminarte por todos los medios posibles hasta la infinidad o en ignorarte, es que puedas asegurar sin letra pequeña, trucos o lugar a dudas que no volverás a poner tu mano luego de este día en esta historia. No más susurros en los oídos de nadie, no más intervenciones...Cytla, Faith, incluso si consiguieramos matarlo o hartarlo, no podríamos asegurarnos genuinamente de deshacernos de él de otra forma.

...

Como dije, siento que me debes. Pero siendo alguien desagradable como eres, puedo escuchar un precio por ello si es el último.

No era tonta, o al menos no podía pretender tanto no imaginar que costo tendría algo así. Dudaba que su pequeño reclamo de deuda pudiera cubrir una petición tan grande. Pero Alanís se quedaba sin opciones a sus ojos.

Podía ir contra cualquiera en una pelea y lo haría sin dudar, una y otra vez lo había hecho. Pero ese no era un problema al que pudiera simplemente enfrentar y golpear hasta la sumisión. No podía ir a luchar contra una tormenta, ni contra la posibilidad de que esa persona continuara manipulando los finos hilos de la realidad.

Era un peligro para todos, pero en especial era un peligro para Arthas. Por supuesto, ese siempre era el motivo principal en el final del día, y por lo que actuaba. Si estaba cansada podía continuar, y si no podía más, podría otro poco mientras fuera en dirección a su bienestar.

Contenía su aliento, expectante. Estaba apelando a la opción de que considerara sus palabras lo mejor que podía sin ceder a impulsos de sencillamente descargar su frustración como el resto, pero lo cierto es que solo quería una pequeña abertura en esa puerta para colar el pie y no dejar que se cerrara. Tan solo rezaba secretamente porque su sadismo, o sus ganas de concluir esa propiamente historia como le llamaba, o ambos, le tentaran a ello en alguna medida.

Luego de eso, no le importaba lo que tuviera que cubrir. Mientras pudiera hacerlo, aceptaría sin dudarlo. Lo que rogaba en su mente era que pudiera pagarlo por sí misma. Daría sus otras extremidades sin dudarlo, de hecho, si le dejaba con un solo día de vida era algo que no le hacía dudar en absoluto.

Mientras alguna parte de, o toda su existencia pudieran saldar eso, estaría conforme.

Incluso si tengo que empujar una puerta imaginaria por toda la eternidad para mantenerte fuera de este mundo...me alegraría tomar esa tarea.

Sé que sabes.

En la otra ocasión repetiste las palabras en mi mente después de todo, y no he olvidado.

Las opciones son muy reducidas por la amenaza que representas, y Cytla es tan terca como para tratar por siempre o hasta que te aburras si es necesario, y yo también.

...

¿No sería suficiente para ti?

Después de todo, las historias donde no todos son felices tienden a ser más atractivas y recordadas.

Si has estado observando, sabes que he hablado largo y tendido sobre sostener a otros.

Es algo apropiado.

Puedes burlarte, ya que no me importa, mientras esto termine.

Puedes solo eliminarme de existencia, o enviarme a otro sitio, no me interesa.

Seguramente otros quieran poner algunas condiciones. Yo probablemente pediría la concesión de las memorias faltantes siendo devueltas, si hay lugar para regateo.

Solo...

...comprende que no hay forma de que lleguemos a la resolución de continuar e ignorarte luego de este encuentro.

Sorpresa Baeric, me la suda quien te arrancara el jodido brazo la primera vez- le respondí a Baeric... Como si porque le hubiera dado su brazo antes a Aztora me fuera a justificar la mierda que hizo. Luego, vino la excusa de la confusión. "Ay, estoy confuso, no se que hice del todo mientras era rey y eso me molesta, ay..." -No sirve de nada Baeric. Me da igual lo que hicieras de niño... Lo que has hecho ahora de adulto durante esos supuestos 15 minutos ha sido todo lo opuesto a lo que tu dices: eras temido no respetado, la gente se sentía aterrada y les quitaste las almas sin miramientos, y el único imbécil eras tu... ¿O la princesa era imbécil y merecía ser castigada? Deja de molestarte, deja de buscar excusas, y responsabilízate de tus actos Baeric- le dije con mucha molestia y frialdad.

Luego de eso, escuchar a Aztora... no me incorporé ni parecía estar prestándole demasiada atención. Obviamente le estaba escuchando pero realmente muchas de las cosas que estaba diciendo, sinceramente... me parecían dar vuelta a lo mismo una y otra vez, sin reconocer nada, simplemente queriendo hablar de su historia y de como él solo la mejoraba y ahora no quería que se perdiera -¿Que tengo orgullo? Muchísimo... Pero no es la razón por la que muestro hostilidad; es tu actitud la que me hace ser hostil y tu nula intención de intentar remediarlo- le dije con seriedad manteniéndome tumbada -¿Acaso pensaste en algún momento que ninguno de nosotros queríamos vivir tu historia? Una vida sin emoción ni drama, sin todas esas "cosas chulas" que nos has hecho tragar como una cucharada de comida que no queremos tomar. Se le llama tener una vida tranquila... Tranquilidad, cosa que nosotros apreciamos pero que tu pareces repudiar porque te aburre y porque perdiste la capacidad más vital de un escritor: Empatizar con tus personajes- le pregunté y comenté con dureza al caprichoso Dios.

Te piensas que todos pensamos como tu porque has dirigido nuestras vidas... Pero no. Te voy a responder de forma muy clara y concisa tus dos preguntas con una sola palabra: No. A un niño no le golpearía por querer ser rey... Pero al adulto ya responsable de sus actos que decide actuar erróneamente para hacerlo claro que le voy a golpear. Aquí no somos niños, todos somos adultos que se deben hacer cargo de sus actos... Salvo tu, el niñito enmascarado que quiso escribir una historia, se aburrió tanto que se cargó su querida trama metiendo cosas aleatorias que quedaban genial pero no sabías controlar, dando tratos sinsentido porque molaban y jugando a ser un Dios chupiguay creyéndote mejor que todo; y ahora se da cuenta de la cagada y esta enfurruñado, e intenta echarle la culpa a otras personas de estropear su historia que ya estaba estropeada de antes por su culpa, cargando sobre otros el peso de arreglar sus cagadas- fui explicando todo lo que me parecía su discursito queriendo convencernos de que todo lo que hacía era para que no nos olvidasen o fuéramos mediocres -Te entiendo perfectamente. No quieres salvarnos a nosotros, quieres salvar tu historia... Es lo único que te importa; y en eso te creo y seguro que es verdad que ahora quieres ayudar para que no muramos, porque si no adiós a tu querida trama. Quizás tu no seas el villano, pero eso no te convierte en un héroe, ni en un personaje mínimamente bueno o agradable... Eres simplemente el peor recurso narrativo que existe: el "Deus Ex Machina". No estoy desperdiciando el tiempo... Porque alguien te tiene que decir todo esto para ver si dejas las máscaritas, los tratos y las florituras graciositas por si eres capaz de madurar de una vez. Dime, ¿de que va a servir que salvemos el mundo y tu historia ahora... Si más tarde vuelves a actuar como un niño aburrido, y vuelves a cometer los mismos errores que ahora y en el futuro puede que estemos en la misma situación? ¿Y cuando te han preocupado las trampas? Eres tu el que lleva haciendo trampas todo el desarrollo de la trama para divertirte... y también ahora eres tu el que te quejas del horrible desarrollo y de "ayudarnos" demasiado. Tus tonterías debieron acabar hace mucho, y ya has fracasado en el único papel importante que tenías y ahora solo podemos arreglarlo nosotros... Quizás si admites tus errores, te responsabilizas de tus actos, y empiezas a actuar codo con codo con nosotros a nuestro mismo nivel para arreglar esto en lugar de actuar como si nos estuvieras haciendo un favor por existir y por hablar con nosotros... A lo mejor podemos hacer algo para que el mundo y la historia no se vayan a la mierda- con eso realmente ya creo que lo había dicho todo... Sinceramente a partir de ahí ya me iba a quedar callada y esperar a ver que decía Aztora ante ese balde de agua fría de realidad...

Pero si lo mío fue un discurso largo; lo que narró a continuación Alanis si que era extenso... y joder, escucharla hacer todo el resumen de lo que hizo y vio después de darme la razón en que no hacer nada era una opción... Me hizo acariciarme el puente de la nariz obviamente exasperada y plantearme seriamente que "Estoy rodeada de gente no muy lista"... -Ains... Alanis, de verdad te lo digo sin malas intenciones... ¿Pero de verdad no te has dado cuenta de que has hecho exactamente lo que él quería?- le pregunté bufando y suspirando con los ojos cerrados -Ahora que has soltado toda tu historia, que era precisamente lo que él quería que hiciéramos, has perdido toda la ventaja que podrías haber tenido para negociar algo con él... Tendrías que haberle propuesto lo último que has dicho lo primero, y luego callarte hasta que te diera una respuesta... Y si aceptaba, soltar toda la información que has dicho en primer lugar... Ains...- no quería ser dura con Alanis, mal lo ha pasado desde luego... pero mi vena de mercader y negociadora se quería pegar un tiro después de haber escuchado todo aquello.

Al final si me levantaría del sitio... y me dirigiría frente a Aztora. Solo que esta vez no pareciendo tener intenciones de darle un puñetazo... sino mirándole con seriedad al Dios -Te lo resumiré todo en un trato si así te sientes cómodo: Quítate la máscara, medita lo que he dicho, trátanos como a personas iguales a ti tan reales como tu y no como a simples personajes de una historia... Y yo prometo cooperar para que nuestro mundo y tu historia no acaben en el olvido. ¿Trato?- le terminaría diciendo... hasta ofreciéndole la mano por si la tomaba.

Así que Faith pretendía desde el principio usar el hechizo de protección para proteger el reino humano… Ese había sido su objetivo desde el principio, cosa que le había ocultado.

—¿Estabas dispuesta a llegar tan lejos…? —Sabía perfectamente la cantidad de maná que requería ese hechizo, y las consecuencias que acarrearía su uso—. Faith… —La miró emocionado. Aunque se lo hubiese ocultado, se sentía orgulloso de ella, cosa que no consiguió expresar con palabras.

El enmascarado negó estar detrás de los experimentos que llevaron a cabo sobre sus hermanas. Él seguía sin aceptarlo. No lo creía. O no quería creerlo.

—¿Qué quieres decir con «letra pequeña»? —Negó con la cabeza—. ¡No! ¡No puedo creer que el Rey supiese que los enanos estaban experimentando con hadas y él lo permitiera! Él era bueno. Jamás lo habría permitido… —Sus palabras iban perdiendo fuerza mientras hablaba, hasta que dirigió su vista al suelo, abatido.

Miró el enorme pergamino que creó Faith, observando perplejo la interminable serie de unos y ceros. Aquello no tenía sentido. Ningún idioma consistía en unos y ceros.

Mientras el enmascarado continuó con su explicación, Fío negó con la cabeza, indignado.

—¿Provocaste todo esto solo para dar emoción y drama? ¡Muchas personas han sufrido por tu culpa! El Rey… ¡El Rey murió por tu culpa! ¡Tú no puedes decidir si un mundo merece existir o no! —Continuó negando con la cabeza mientras explicaba la historia de Baeric—. Yo jamás habría hecho eso. Aunque me arrebataran mi derecho al trono. Aunque me despojaran de mi título de caballero. Nunca podría hacer daño a los demás por mi propio beneficio —afirmó, de forma comedida pero contundente.

»No… Tú no nos has salvado de nada. Solo has traído la destrucción a un mundo feliz y pacífico. Lo que tú llamas mediocridad es gente viviendo como desea. ¡Tú eres el verdadero villano! —exclamó con los ojos casi inyectados en sangre.

Se quedó en silencio escuchando el extenso relato de Alanís. Habían pasado muchísimas cosas mientras ellas dos estaban ausentes. Y todo debía de haber sido culpa de ese enmascarado. Cuando acabó, hizo una propuesta.

—Pero no podemos evitar que siga influenciando a otra gente, moviendo los hilos en las sombras. Lo único que podemos hacer es esforzarnos todo lo posible por mantener la paz pese a todo. Evitar que se salga con la suya. Evitar que la gente siga haciendo lo que él quiere. —Sonaba más fácil decirlo que hacerlo.

-Pues claro que lo estaba. Igual yo solo me comportaba como una cría, Fio, pero sabía lo importante que era el reino de los humanos para ti, y poco a poco vi lo importante que era para mi y como también lo eran las personas que había en el. Quería protegerlo tanto como tu, pero no podía ser tan directa como lo eras tu. - Confesé finalmente a mi hermanito abriendome por completo, pues el se merecía más que nadie toda aquella explicación que no había podido sacar nunca de mi interior. Acto seguido, abracé a Fio tranquilamente con una sonrisa.

No obstante, ante lo consiguiente dicho por el enmascarado Aztora y que Fio estaba respondiendo, nada más escuché la palabra enano fui a llevar mi mano hacia su boca negandole con la cabeza. Confiaba en Cytla, y deseaba que Alanis pudiera ayudarnos tanto como la primera, pero Baeric... Tras lo escuchado en un inicio no me fiaba para nada, y soltar aquella información de buenas a primeras, no me parecía que fuera a hacer ningún bien, pues igual el usurpador al trono sería capaz de usarlo en su propio beneficio - Aún no lo cuentes Fio. Tenemos que asegurarnos de poder contarlo. Y si... sirve de algo... El rey ayudó a los enanos Fio... Samael nos lo contó ¿Recuerdas? Pero... - Negué con la cabeza - De seguro fue engañado. Como dice este mal proyecto de dios: "Que en los tratos haya letra pequeña es un tema diferente" Igual en los documentos que firmó el rey no había puesto nada especifico. - No podía saberlo, pero sería inicialmente algo suficiente para calmar a Fio y no dejar que la lealtad en un hombre tan bueno cesase.

Tras aquello solté a Fio, y le reproché al supuesto Aztora igual que el - Igual que como dice Cytla, no sabes escribir, tampoco sabes formular supuestos. Haces esas preguntas teniendo al hada de la creación frente a ti. Y hablas de tratos una y otra vez sin parar. Eres odioso. Si no tuviera a Fio, lo traería de vuelta conmigo nada más supiera manejar mi poder, pero jamás en la vida sacrificaría a una persona inocente en su lugar. ¿Que Baeric quiere ser rey? Está bien, entonces forma tu maldito reino, pero no mates el soberano Rey de Aztora por un maldito antojo de niño pequeño. Tan solo eres un crio caprichoso que sino tiene lo que quiere llora y llora para obtener los medios más viles para alcanzar su objetivo egoista sin pensar en los demás. Por eso, como dice Alanis, no eres un rey querido, sino odiado, no uno respetado, sino uno temido. Eso es lo que les ocurre a los que toman el trono por la fuerza: Que jamás llegarán a ser reyes, solo déspotas. Y te lo dice la octava hija en la linea de sucesión del trono de las hadas. Una cría que le gusta más hacer travesuras que otra cosa. Jamás seré reina, pero tampoco me verás llorar por ello. - No me importaba llegar a Baeric, yo ya lo daba como caso perdido, pero lo que si quería era que se diera cuenta que jamás cumpliría su sueño - Desde el primer momento en que hiciste un trato con ese ser, tu sueño se destruyó.

Pero ya asentandonos en aquellas bases y escuchando tanto a Alanis como a Cytla, y dejando a esta con su "trato" con Aztora, me centré en Alanis - Siento que no estuvieramos allí para ayudar como caballeros del reino de Aztora que somos... Y siento mucho lo que habeis tenido que soportar a solas Alanis... Puedo creer en lo que dices de Aztora, y lo que dijo el Rey, más aún si tu y Glaius fuisteis testigos... Pero hay algo que no entiendo en todo lo que has estado contando durante todo este tiempo. Dices que unas hadas trataron de secuestrar al principe, pero no nos has dicho que hadas eran ¿Como eran esas hadas? ¿De que colores? ¿Puedes describirlas? ¿Que magias usaban? ¿Cuantas eran? Por favor respondeme a estas preguntas. Son vitales para...

En ese momento que me corté miré a Fio - Para lo que debemos contar. Si realmente Aztora no es malo, pero tampoco bueno, me da igual contaroslo delante de el, pero confio en vosotras, Alanis y Cytla, tanto como confio en mi hermanito, y... Realmente necesitamos vuestra ayuda. Si tienes la potestad de, como los reyes y principes, juzgar y ayudar como tal Alanis, y Cytla, si realmente quieres ayudar al mundo entero, tanto por esa persona que conoces que es un hijo ilegitimo del rey de los humanos, como de cualquier otra forma que puedas ayudar con respecto al resto de reinos... Necesitais escucharnos. El problema es... Baeric. Si es como habeis dicho que es, no puedo confiar en el, pues contandolo delante suya, todos nuestros esfuerzos serán en vano, pues salvo que se de cuenta de lo despota que es y que jamás llegará a ser el rey que quiere, no podrá recuperar ni un apice de nuestra confianza. - Y hablaba por parte de las hadas, pues tanto Fio como yo sabiamos el peligro que corría todo el mundo

 En ese punto el caballero grifo ya no parecía tener intenciones de seguir intercambiando palabras con Cytla, convencido de que cualquier cosa que dijese les entraría por un oído a todos y les saldría por el otro: no entendían, no eran capaces de ver más allá de su propia ética, y solo él entendía que eso era lo que los acabaría condenando en presencia de Aztora...

 Por otro lado, el enmascarado volvería a quedarse en completo silencio mientras Cytla hacía sus declaraciones, acomodándose el sombrero y los guantes como si sus palabras le afectasen de alguna manera, o si quisiese disimular el estar prestando atención en lugar de quedarse quieto como piedra en lo que para cualquiera seria una posición incomoda.

 Si bien Alanís coopero en decir su parte, tampoco parecía querer confiar en el enmascarado hasta que diese el brazo a torce, y es que en general todo lo dicho hasta ahora solo había servido para manchar su imagen.

 -Hmph... Conque les preocupa que a futuro nada de lo que hagan funcione... -se acariciaría la barbilla, pensativo. -. Supongo que podríamos hacer un trato al respecto...

 No parecía que Aztora tuviese intenciones de continuar negando ninguna acusación a su persona: precisamente, si lo pensaban un poco, desde el principio parecía querer que dirigiesen todo el odio y responsabilidad a su persona. No cualquiera iba por allí revelando que era el que estaba detrás de todos los males del mundo...

 -Te equivocas en algo, hada del caos -señalaría ante su última afirmación. -. Ahora más que nunca tienen la oportunidad de evitar que haga todo eso que dices: o al menos, tuvieron la oportunidad... Creo que ya es demasiado tarde...

 Al momento de decir esas palabras, todos podrían percatarse de que, sin un aviso previo, una nueva presencia estaba entre ustedes. De la manera más conveniente posible para la pregunta de Faith sobre los rasgos del hada responsable del intento de secuestro, una niña de cabello y vestido azules, así como un par de brillantes de ojos rojos, se encontraría cercana a Aztora mirando a todos con neutralidad.

 -Supongo que esto es lo que llaman un Bad End... -concluiría Aztora.

 Tras unos segundos sin decir nada, la niña peliazul empezaría a transformarse, deshaciendo su cuerpo en un vortice de mariposas azules que agitaban sus alas ferozmente creando una fuerte corriente de aire en aquella nada absoluta. Dentro de aquella tormenta de mariposas empezaría a formarse una alta silueta, la cual se mostraría luego de que aquellos hermosos insectos saliesen volando hasta perderse en el infinito. El silencio invadiría la sala momentaneamente ante la presencia de aquella inconfundible figura.

El Auténtico Rey Supremo, Aztora.

 -Se les ha acabado el tiempo... -diría el anciano.

Alanís sonrió un poco, con aire tranquilo al oír a Cytla.

-Oh, no soy muy buena negociando si eso. Lo mejor que puedo hacer es ser honesta y esperar lo mejor.

Mientras los demás hablaban, mantuvo la vista en la máscara, como pensando para sí, aunque pendiente ya que reaccionaba a las palabras dirigidas a ella.

-Es un tanto antinatural para mi pensar en dirigir el reino dracónico, actué porque era lo necesario para mi deber, pero no me he detenido a pensar más allá de eso...como dije, han sido solo unos minutos. -ladeó levemente la cabeza, pensando sobre el hada que trató de llevarse a Arthas- Recuerdo que había mariposas azules...inicialmente creí que eran una buena señal, siendo el símbolo del antiguo rey Aztora. El hada se veía como una niña pequeña, de cabello corto y azul, ropas azules y ojos brillantes y rojos.

Entonces, como justo en tiempo y forma, lo que había descrito hizo acto de presencia. Ni siquiera tuvo tiempo de asumir una estancia agresiva antes de que cambiara a una forma diferente, que había visto en el pasado.

-¡Rey Aztora! -sonaba absolutamente sorprendida por aquello, incluso falta de aliento- ¿Usted....protegió a la familia real en el asedio, pero tomo esa forma para tratar de llevarse al príncipe...? Esto...solo ¿que es todo esto...?

En ese momento tenía su ojo muy abierto, mirando con incredulidad. Si había un momento en el que había estado genuinamente confusa, era ese. ¿Y como no estarlo? Una y otra vez había profesado confiar plenamente en la corona, incluso en esa charla insólita.

-¿Tiempo...? En esta sala el tiempo no aplica regularmente, e incluso es capaz de ir hacia atrás... -dijo esto con tono ausente. Solo se veía...confundida, y con un tipo diferente de tristeza a medida que quisiera o no debía superponer la imagen de la niña y la del antiguo gobernante. Su rostro gradualmente perdía color, acorralada entre no comprender que sucedía de forma generalizada, y ahora aquella revelación que amenazaba ser demasiado para digerir.

Retrocedió un paso y solo permaneció en silencio, desconcertada. Parecía como si la base de sus creencias se estuviera derrumbando ante sus ojos.

No podía evitar suspirando viendo a Baeric que suspiraba como si fuéramos todos idiotas y él tuviera la sabiduría suprema... Pero sinceramente, ya no veo que merezca más mi palabras. No parecía darse cuenta que buscando excusas para justificar sus actos, realmente él tampoco estaba haciendo lo que Aztora quería... por lo tanto, aunque quizás lo hacía por estúpido o por no sentir responsabilidad de sus actos, él estaba al igual que nosotros desafiando sus palabras.

Aztora no necesitó decir nada para ver que mis declaraciones si le afectaron. Por mucho Dios que fuese, tenía los mismos tics y lenguaje corporal de alguien que quiere fingir no prestar atención... O es un gran actor, cosa que realmente dudo porque normalmente los guionistas nunca son actores por algo, o en su cabeza estaba meditando mis palabras buscando o bien excusas para rebatirlas o bien dándose cuenta de sus propios errores.

Agradecí las palabras de Faith apoyándome... pero había visto un problema en ellas -Faith... Dudo que tu poder de creación le importe en algo a él. Ya has visto que aquí ha sido capaz de revertir todo tu poder cuando lo usaste... Seguro encontraría la forma de que cualquier cosa que no le encaje con su historia, borrarlo o reconducirlo de nuevo hacia su guión en el momento- le diría a Faith con seriedad... Por desgracia, por mucha estima que tuviera de su poder, por muy poderosa que se sintiera Faith con el poder de la creación de su lado; seguro que eso no detendría la historia que Aztora pensara... El recurso de "Deus Ex Machina" seguramente era un poder que solo se guardaría para él y no nos dejaría a nosotros tenerlo por muy poderoso que pudiéramos llegar a ser... -Sin tratos Aztora... Son tus tratos los que nos trajeron aquí, ¿te acuerdas?- le dije al enmascarado cuando propuso aquello.

Escucharía a Aztora señalando la última frase de la hada del caos... Pero entonces dijo de forma bastante evidente... que se había hecho tarde, y la oportunidad la habíamos perdido... -Demasiado tarde dices... Pues nada. Felicidades campeón, crack, fenómeno, mastodonte, mascaritas... Tu actitud de superioridad, tus discursitos y tu incapacidad de reconocer tus errores... Tu esfuerzo por no cooperar como iguales sino querer quedar como el Dios sobre nosotros que nos hace un favor arreglando sus cagadas, nos agotó el tiempo... Espero estés orgulloso, y puedas vivir con ello- le dije a Aztora con seriedad... Aunque también se notaba tristeza. Aunque también me sorprendió ver que de repente aparecía una niña en toda esta zona de la nada -Voy a suponer que esta es la "hada" que mencionaba Faith, ¿verdad?- preguntaría señalando lo evidente... Antes de escuchar las palabras de Aztora -Tu Bad End, el Bad End que tu mismo has forjado... Como al final de una novela de "Elige tu propio camino"... En el que has elegido mal...- reconozco que esto lo hice por hundir el dedo en la llaga del enmascarado, en parte... como si quisiera no pensar en algo, una idea que tenía en la cabeza desde que el idiota de la máscara abrió la boca.

Todos nos quedamos en silencio al ver a la niña-hada o lo que fuera tomar la forma de aquel hombre... El "verdadero" rey Aztora... aunque sinceramente a estas alturas ya no suponía nada -Esto ya se sale de desmadre y sin sentido... Alanis por favor, no te pongas en plan fangirl con él... que es lo último que necesitamos porfa- suspiré viendo al anciano decir que se nos ha acabado el tiempo -Oye, se nos ha acabado el tiempo fue por su culpa... Cuando debía de tratarnos como a seres humanos con sentimientos y que no nos gustaba escuchar como nos controló, decidió tratarnos como... personajes de un guion... lo que somos realmente...- dije, aunque esa última parte simplemente la pensé para mi misma... No queriendo compartir mi pesimista realidad junto con los demás -Y por favor, no nos vengas ahora con unas palabras de "él solo buscaba ayudaros, pero habéis sido vosotros quien la habéis cagado por no confiar en él"... Si esta historia acaba mal, es culpa suya, y no nuestra porque decidió actuar como un idiota... Por mucho que seamos nosotros quienes paguemos las injustas consecuencias mientras que él simplemente irá pensando en otra historia que escribir y nos olvidará- diría al "Rey Aztora"... realmente sin importarme si era él de verdad o no, ya sinceramente pasaba de todo... Parecía que las cartas estaban echadas y por culpa del Dios que controlaba todo esto, se nos fue a la mierda.

Miraría a los demás ignorando completamente ya a los demás... solo fijándome en mis compañeros -En caso de que ahora este Aztora nos suelte un discurso de todas las oportunidades que nos ha dado, malgastado o como quiera llamar a esta reunión tan inútil, antes de que diga que se acabó el tiempo y todo ese rollo de que hemos perdido nuestra oportunidad...- iría comentando, sinceramente no con demasiadas ganas de escuchar discursos de un anciano random que ha aparecido aquí, sea de verdad el Rey o no -Chicos... Esta es nuestra historia... y no hay nada que me guste más que llevar la contraria a la gente que se cree mejor de los demás... Señor Aztora. Así que si él dice que esto es un Bad End... le fastidiamos su decepción y trabajemos para obtener un buen final a nuestra aventura y a nuestro mundo. Reescribamos nuestra historia... y no dejemos que lo que vayan a decir este par ahora nos desmotive. Ellos serán los lectores, guionistas, directores, creadores o como quieran llamarse ellos... Pero nosotros los protagonistas, así que... Señor, me la pela lo que vaya a decir; no se nos acabará el tiempo hasta que nosotros decidamos y acabaremos nuestra historia como nosotros decidamos y no como sus tratos, tretas, triquinuelas, decisiones o similares dicten- terminaría diciendo en general antes de empezar a mirar a los compañeros -A ver resumen rápido. Jonathan Santa, mi antiguo jefe, es hijo ilegítimo del anterior rey, y por ende, nieto de este rey de aquí, siendo ocultado por Glaius quien se encargó de silenciar a mucha gente también por orden suya... Es por eso que también soy la nueva portadora de la Rompetormentas, porque daría mi vida por él. Y al ser hijo mayor, supongo que por línea sucesoria a quien le tocase ser el heredero de la corona hasta que Baeric, por él mismo o por el mascaritas, lo usurpó y nos llevó al trono a verle. Y hace nada ha habido una explosión barra oleada descomunal de energía del caos en el reino... No se la causa, a lo mejor ha sido el enmascarado o ha sido el viejo, o del auténtico villano como Aztora de máscara fea nos ha dicho muchas veces; pero el reino se ha hecho un caos donde gente ha cambiado de sexo, se han vuelto chiquitos y similares. Me estaba enfrentando a Baeric luchando por el trono que él usurpó... La princesa se interpuso en la batalla, y más o menos fue entonces cuando ahí, es que nos trajeron aquí- haría un resumen completo y rápido... porque como dijo el viejo, a saber cuanto tiempo nos quedará... Y miraría a Baeric -Baeric... Quizás no puedas ser el rey del reino que tu quieres. Pero por favor... tu siempre has sido más que un inconsciente cegado por la ambición. Y sorpresa... que tu y la princesa os queríais no era sorpresa para nadie. Una vez volvamos a nuestro mundo, cuando Aztora vuelva a imprimirnos, descomprimirnos, escribirnos o como sea... No la decepciones a ella, y hasta te dejaré darme una ostia si tantas ganas tienes. Que tu reinado no empiece como tiranía... Eres listo... y si quieres que confíe en ti... cuando volvamos... abraza a la princesa... es lo que necesita ella, y necesitamos todos. No más guerras... sino que por favor dejemos un mundo en el que todos podamos vivir.

 Primeramente, el hombre observaría a Alanís para responder sus dudas.

 -Sí, pero no te confundas, no soy ningún rey: tal como dijo el enmascarado, aquel que conocieron como "Rey Supremo" no era más que una marioneta para conseguir la paz. El hecho de que se pareciese a mi aún no lo entiendo... -afirmaría, dando un leve vistazo al enmascarado, antes de volver con la dragona. -. Soy el dios de este mundo, el auténtico. El tiempo es un concepto relativo: tengo una percepción de existencia muy distinta a la de ustedes, e incluso cuando el mundo actualmente no existe, para mi lo sigue haciendo...

 Entonces, Cytla se motivaría no solo a dar otro discurso contra Aztora, y casi que contra el nuevo Aztora, sino que también decidió finalmente hablar y motivar al resto, incluso proponiendo a Baeric una manera de demostrar que merece ser perdonado.

 -Motivador... Pero eres demasiado terca -declararía el anciano.

 De la misma forma en la que apareció de la nada, el Dios Aztora haría desaparecer la boca de Cytla en su totalidad, dejando nada más que la piel por encima sin dejar marca ni similares.

 En ese momento tal vez se darían cuenta de algo, y es que hasta el momento el enmascarado nunca les había agredido directamente, a diferencia de como acababa de hacer aquel hombre con la apariencia de vuestro antiguo rey.

Cuando Fío intentó mencionar las atrocidades cometidas por los enanos, su hermana inmediatamente le tapó la boca. Él la miró, confuso.

—¿Por qué no quieres que lo cuente? Él puede darnos respuestas. Y los demás podrían saber algo.

Mientras continuaba la conversación, Faith estaba fuera de sí. Reprendió tanto al enmascarado como a Baeric, diciéndoles cosas en las que tenía toda la razón. Luego, se negó a seguir hablando si Baeric seguía delante.

—Faith… Entiendo lo que dices, pero no creo que sea el momento de tener reparos de decir las cosas porque haya alguien delante. —Estaban en medio de la nada absoluta y delante del mismísimo Dios…

Cuando el enmascarado se dirigió a él, diciendo que era demasiado tarde, se le heló la sangre.

—¿Qué…? ¿Qué quieres decir…? —preguntó asustado.

Entonces, para añadir más desconcierto a todo, apareció una figura que Fío no había visto nunca, seguida de otras preocupantes palabras por parte del enmascarado. Y después…

—¡Ma…Majestad! ¿Qué…? ¿Cómo…? —Aquello suponía un desconcierto total. No comprendía nada. ¿Era Aztora, pero no lo era?—. Si tú eres el dios de este mundo, ¿quién es él? —preguntó señalando al enmascarado.

»La nube de caos de la que hablas fue provocada por Samael, nuestro hermano. Él tiene el poder de la antimagia y de absorber poderes. Fue abandonado cuando era un bebé por nuestra madre, y acabó siendo capturado por los enanos, quienes lo sometieron a multitud de experimentos, al igual que a nuestra hermana Lily, que acabó… muriendo. Él quería nuestra ayuda para poder traerla de vuelta a la vida, pero, durante el ritual, consiguió absorber nuestros poderes y decidió traerla de vuelta él solo. Al no saber controlar nuestros poderes, causó toda esa destrucción. Fue culpa nuestra. No deberíamos haber confiado en él… —Agachó la cabeza, en un gesto de culpabilidad—. Pero ya los hemos recuperado. Lo convencimos de que nos los devolviera y de hacer el ritual los tres juntos. Estábamos comenzando el ritual cuando, de repente, estábamos aquí.

Se sobresaltó al ver cómo Aztora lograba hacer desaparecer la boca de Cytla sin ningún esfuerzo. La magia del caos quizás sería capaz de hacer eso, pero lograr el control suficiente para eliminar solo su boca requeriría una voluntad inconcebible.

—¿Qué es lo que quieres de nosotros? —preguntó alarmado.

-Lo sé Fio... - Le dije aún un tanto nerviosa por saber que Baeric podría enterarse de todo y aprovecharlo en nuestra contra - Se que no es el momento de guardarse nada... Pero aunque seamos caballeros de diamante rojo, amigos de ellos, o tengamos que pedir ayuda a todo el mundo... Debemos cuidar nuestro verdadero hogar. Nada le impide a Baeric tratar de aprovecharse, y nuestro reino es uno pacifico... Nadie se lanzará en armas contra el. Cuando lo queramos evitar, será demasiado tarde. - Esperaba que con ello Fio me entendiera, pues ya vivimos la guerra una vez y otra, pero esta vez con aquellos detalles... Sería un genocidio total para la raza feerica.

-¿En serio de verdad esperas que hagamos un trato contigo? - Grité entonces al escuchar al enmascarado decir aquello - Has confesado ser practicamente el origen de todas nuestras desgracias en conjunto. ¿Como quieres que te tengamos un minimo de confianza, más aún cuando quieres que te paguemos para que nos ayudes a ayudarte? No, mira mejor - aunque hiciese esa pregunta, no quería darle tiempo a que respondiera - ¿Quieres realizar tu maldito trato? Vale, pero estas son las condiciones: Tu te comprometes a darnos toda la ayuda que necesitemos cuando la requiramos de ti y a cambio nosotros hacemos lo que esté en nuestra mano para lograr tu estupido y absurdo final. No nos vas a quitar nada, porque ya nos has quitado demasiado. ¿Que te parece ese trato? ¿Justo verdad? - Y realmente para nosotros debía ser justo - Si quieres que las cosas salgan a tu manera, tendrás que jugar a la nuestra.

Pero ya daba igual... Todo aquello parecía llegar tarde, y de la misma boca de Alanis llegó la descripción que pronto pasaría a formar lugar allí de una figura de un hada que desconociamos ambas, para luego pasar a transformarse en la viva imagen del rey, una ante la cual Alanis y Fio reaccionaron a su manera, y sin embargo, tanto Cytla como yo reaccionamos a la nuestra, siendo que esta soltó un discurso más que largo, emotivo en dirección hacia Baeric, pero con ciertos tonos graves para los "dos Aztoras" o tres...

-Rey... Dios... Escritor... ¿Que más da el titulo? Practicamente ni os lo mereceis si es que pretendeis manipular a un mundo de forma tan egoista... Pero no nos dejareis salir de esta maldita prisión hasta que cumplamos lo que querais, y sinceramente yo quiero que mi hermana vuelva ahora mismo, pues como ha dicho Fio estabamos justo terminando el ritual. Que por cierto, gracias Aztora Escritor. Si somos culpables de que el caos y el orden hayan estado campando a sus anchas por el mundo, ha sido por convencer a Samael que podía hacerlo solo... Y por cierto, "Dios" - Remarqué con las manos las comillas - Aztora. Si lo que quieres es lo mismo que el escritor, haces mal en callar a Cytla - Traté de usar mi magia de creación para devolverle la boca

-Pero tiene más pinta de que quieres lo contrario, así que como minimo, ten la decencia de jugar a nuestro nivel. A fin de cuentas, dudo mucho que ninguno de los dos me vaya a explicar por qué, si tantas ganas tenías de que colaboraramos entre nosotros, - dije con mi mirada clavándola en el enmascarado - no eres capaz de darnos una minima razón para que confiemos en Baeric, por ejemplo. A fin de cuentas, no lo contaremos todo hasta que ese punto esté resuelto y no has dicho más que cosas para que desconfiemos más de vosotros dos.

-Pues nada, venga, tomemos vuestra vía facil ¿Que más decimos? Porque a fin de cuentas, ya nos hemos puesto al día.

 -Por supuesto, Faith... Lo primero que haré al salir de aquí y tener a Alanís y Cytla queriendo mi cabeza será ir a meterme con otro reino... Lo normal... -con esa expresión cansada, Baeric solo suspiraría, aunque más adelante una leve sonrisa se dibujaría en su rostro cuando la boca de Cytla finalmente fue cerrada.

 Por su parte, el enmascarado observaría con atención la afirmación de Faith y sus declaraciones, acariciándose la barbilla con visible curiosidad antes de responderle.

 -Bueno, ese es un trato disparejo: me quieres ligar a una vida de ayuda hacia ustedes, mientras que todo lo que me darán será una pequeña ayuda ahora para cerrar... Lo cual desde mi punto de vista no será un gran esfuerzo por vuestra parte, incluso si de eso depende el mundo -afirmaría Aztora, dando a entender que aquel trato no le parecía justo. -. Aunque eso que comentaron antes de que no me metiese más en sus vidas ya es otra cosa...

 Finalmente, un nuevo Aztora hizo aparición, y cada quién tuvo sus reacciones al respecto, las cuales serian respondidas por parte de ambas deidades.

 -Bueno... Digamos que yo tenía una apuesta con este señor, y que se encuentre aquí ahora significa que básicamente la perdí... -declararía el enmascarado ante la pregunta de Fío sobre que era demasiado tarde. -. Sobre lo que dice el hada de luz... Es completamente cierto: fue mi culpa persuadir al pelirrojo, ¿pero a que eso le dio emoción a la cosa? -nuevamente, admitía su responsabilidad.

 -Yo soy el auténtico Dios de este mundo: Él fue un humano de la antigua versión que, apunto de morir, me ofreció una apuesta... -iría respondiendo el aparentemente verdadero Aztora, escuchando lo que tenían que decir. -. Como deduces, no deseo lo mismo que él: precisamente, todo esto fue porque él quería demostrarme algo, y por lo que veo, yo tenía razón...

 El intento de Faith de devolverle la boca a Cytla fue inútil: podía sentir su magia fluyendo, podía incluso imaginar nuevamente el rostro de Cytla reconstruido con sus labios funcionales... Pero simplemente no pasaba nada.

 Ante las declaraciones de Faith, el anciano enarcaría una ceja.

 -¿Necesitan razones? El problema claramente no es que no confíen en Baeric, el problema es que no se den cuenta de que él no puede hacer nada para evitar ser así y ustedes se lo sigan sacando en cara... -declararía el dios. -. Dejen que los ponga en situación...

»Antiguamente hice este mundo para entretenerme: vivir en la eternidad sin nada para ver es... aburrido. Por eso di vida a este mundo y su gente, pero lo que no esperaba es que, sin importar cuantos siglos pasasen, los mortales solo estarían interesados en acabar los unos con los otros. Sin siquiera saber como comenzó todo, las últimas generaciones siempre estaban dispuestas a acabarse entre sí por los deseos de poder, y fue allí cuando me decidí a acabar con mi creación... -iría explicando, haciendo leves pausas para pensar. -. En aquel mundo, Baeric era un respetable rey; Alanís una caballera dragón que sembraba terror en sus enemigos; Fío un hada que había perdido la esperanza de hacer las paces con el resto de razas, impulsando a todos sus hermanos a acabar con los demás reinos, y Cytla... No había nacido para ese entonces. Tal vez la única que conserva su naturaleza de ese entonces es Faith, pues aún con el fin del mundo intentaba persuadir a su hermano de evitar la guerra, pero la voluntad del caos era más fuerte.

 »Mientras llevaban a cabo su última batalla, la cual provocaría la muerte de todos ustedes, decidí vagar entre la destrucción mientras reflexionaba sobre porque las cosas acabaron así... Fui preguntando a las personas moribundas que les hubiese gustado cambiar: la mayoría solo pensaba en ellos mismos, por supuesto, pidiendo haber tenido riquezas o belleza, pero solo un humano me pidió algo que me resultó interesante... Paz -en ese momento, el anciano voltearía a ver al enmascarado. -. Ese humano me aseguró que los mortales eran más que simple seres sedientos de poder, y que si alguien lograba romper la cadena de matanza podría existir una historia verdaderamente interesante... Por lo cual, hicimos una apuesta: retrocedí el tiempo del mundo, y le di una fracción de mi poder para que pudiese hacer los cambios que considerase harían la diferencia... Honestamente, no esperaba que su principal solución fuese un rey con mi aspecto y nombre...

 -En el mundo original no había ni una sola referencia a ti: quería dar un pequeño homenaje al verdadero Dios del mundo -revelaría el enmascarado, soltando una leve risa.

 -En fin... El humano se las arregló para cambiar los hilos del destino y crear una era de paz y no de guerra, aquella que ustedes conocen. En algún punto pensó que era interesante meterse en la historia y hacer tratos con los mortales, lo cual aprobé con la condición de que yo también podría intervenir cierta cantidad de veces... Una de ellas fue en el salón del trono cuando protegí a la familia real, otra cuando persuadí a Alanís para que dejase el castillo, pero la primera intervención definitivamente fue cuando cambié la mentalidad del pequeño Baeric: me parecía injusto que un antiguo rey no fuese más que un niño de pueblo del que todos se burlaban, por lo que le sembré el inexplicable deseo de querer ser gobernante, sin importar los medios, y le comenté al enmascarado para que fuese a hacer un trato con él... -afirmaría.

 -¿Quieres decir... qué toda esta mierda ha sido culpa de vuestro juego...? -en ese punto los ojos de Baeric ya no reflejaban odio ni cansancio, solo una pequeña sensación de vacío al escuchar como su existencia se había limitado a ser la marioneta de unos dioses.

 -Hmph... Sí -declararía Aztora. -. Respecto a la apuesta: este hombre tenía cierto tiempo para demostrarme que los mortales podían pensar en algo más que matarse entre ellos, que podían ver por encima de los problemas y que podían protagonizar una historia que no acabase con asesinatos entre ellos... Pero veo que se equivocaba.

 -Bueno... Pensé que serian un poco más colaborativos en esta reunión... -se excusaría el enmascarado.

 -Eres idiota -le cortaría el Dios. -. Les diste todos los motivos para odiarte y desconfiar de ti, obviamente no te iban a hacer caso... Pero eso mismo también demuestra lo tercos que son los mortales: tienen delante a un ser que se hace responsable de todos sus males, y aún así desperdiciaron tiempo sospechando entre ellos en lugar de explicar las cosas y entenderse para ponerse únicamente en tu contra... Entiendo lo que querías hacer: que se perdonasen, entendiesen que Baeric no puede hacer nada por lo que es, y que centrasen su odio en ti para unirse... Pero es una lastima, los mortales son así: les gusta tomar las riendas de su destino y esas cosas...

 De igual forma que desapareció en un instante, Cytla podría sentir como de la nada volvía a tener su boca en el rostro. En ese momento, en el rostro del anciano empezaría a dibujarse una leve sonrisa, una de emoción y desafió.

 -¿Quieren demostrar que estoy equivocado? Adelante, esperé miles de años para destruir el mundo que conocen, puedo esperar un poco de tiempo más si es lo que necesitan para pensar... Hagan de este climax algo que valga la pena...

Creerme o no lo que dijo Baeric, era una cosa a parte, pero de lo que si estaba segura, era de que al mirar al enmascarado, no podía sino pensar en lo tonto que era - Tu eres idiota ¿Verdad? ¿Para que vamos a necesitar tu ayuda más allá de para conseguir tu final? El trato en ambas direcciones acabaría cuando lograramos tu estupido final. Simple y llanamente - Intenté explicarle aquello que solo se podía leer entre lineas para ver si así lo entendía de una vez. - Pero por supuesto, dejarás nuestras vidas en paz...

De nuevo dejé que se explicara un poco más hasta el punto de lo que mencioné de Samael... No podía mirarle de peor forma - Perdona... Una pregunta... ¿Desde cuando volver tus reinas unos simples peones, es una buena idea para tu plan de llevar a cabo tu historia? Porque sinceramente, que nos quiten nuestros poderes cuando pueden ayudarte mucho... No fue una gran idea - De nuevo, e igual que antes, le hice aquel comentario para ver si entendía su error.

Dicho aquello, el "dios" empezó a contar toda la historia de como empezó todo esto, y por supuesto, yo simplemente seguí escuchando, hasta que dijo algo interesante - O sea... ¿Que soy tu apuesta segura de cambiar el mundo? - Pregunté al enmascarado al oir que fui la única que no sufrió cambios. Pena me daban los demás, pero en parte una gran alegría al saber que Fio es más estable ahora, Cytla nació antes y pude conocerla y Alanis no es mala. Respecto a Baeric... Tenía ciertas reticencias aún. - Encima no parasteis de manipular a Baeric para vuestros propios fines... Sereis egoistas... - mascullé suspirando al entonces oir sobre la de manipulaciones que sufrió el pobre.

Pero una vez terminó su discurso e incluso la discusión con quien realizó la apuesta, no dudé en levantar mi mano - Yo. Te equivocas en un aspecto: Puede que Baeric sea un rey que ha logrado ascender de las formas más deshonestas, que Alanis haya blandido su espada para sesgar miles de vidas incluso perdiendo un brazo en el intento, que Cytla sea tan mezquina que incluso fuese capaz de matar por dinero, e incluso que por travesuras nuestras o excedernos en nuestros poderes hayamos cometido algún accidente, pero si vuestra apuesta era sobre pensar en algo más que acabar entre ellos, entonces el que has perdido eres tu, y más humillantemente al no darte cuenta. Me explicaré

Puede que Baeric quiera alcanzar el trono sea como sea, pero como ha dicho Cytla, está enamorado de la princesa de ese mismo trono. Si la amas tanto ese es el mejor paso sin duda para ser el rey que mereces Baeric. Alanis se que puede ser juez, jurado y verdugo... Pero jamás osaría levantar su espada contra alguien que con el corazón sepa que es inocente, y ha sido capaz de demostrarlo al ver a Fio, escucharnos, y contemplar que su inocencia es puramente cierta. Cytla... No sé muy bien como defenderte, pero te estimo demasiado como para pensar que para ti el dinero vale más que una vida inocente. Y por supuesto nosotras, que hacemos lo imposible para arreglar injusticias. Hemos detenido a Samael y que cause una destrucción de miles de vidas, estamos en este momento resucitando a nuestra hermana de un fin tan horrendo que todos y cada uno de los enanos deberían pagar por ello... Pero en lugar de pensar en reclamar venganza, tan solo pude pensar en proteger tanto el Reino de las hadas como el humano, porque en ambos reinos hay seres que nos importan, tanto a mi hermanito como a mi. Si, es posible que los enanos tengan un arma capaz de superar la magia de las hadas, pero yo tengo el arma para contrarrestarla, y sin necesidad de asesinar a nadie.

Aún así... ¿Quieres una demostración más allá de todo lo que acabo de decir, o Dios que eres capaz de percibirlo todo en todo lugar y en todo momento aunque esto esté desaparecido? Pues aquí lo tienes: Llegado el caso en que fuese necesario, sería capaz de dar mi vida por salvar a todos y cada uno de los presentes, del reino de los humanos, del de las hadas, del elfico, incluso del reino dragoniano, si tan solo uno solo de los enanos capturase un hada para generar un arma que pudiera siquiera matar a un solo ser de este mundo. - Así pues, y finalmente contando el secreto de los enanos al tener un arma que usa hadas para poder masacrar lo que quisieran, puse las cartas sobre la mesa - Yo, Faith Edrielle, octava princesa de las hadas, portadora de Luz y Paladina de la creación, jamás permitiré que ni una sola alma inocente sea alcanzada usando el poder de las hadas en contra de su voluntad. Ni en esta vida, ni en ninguna otra - Creciendome pues, di incluso varios pasos al frente, encarando a aquel dios y finalmente con el impulso del gesto demostrarle la seguridad de la creencia en lo que decía

-Y se que si por la razón que fuese faltara, mi hermano Fio no sucumbirá y procurará que mi palabra se haga realidad - Por supuesto me giré justo entonces para mirarlo con una sonrisa calida, pues sabía que podía contar con el en cualquier circunstancia, incluso en una tan funesta. - Además, si tanto tiempo tienes, no te debería importar ampliar el tiempo de la apuesta para comprobar que es cierto ¿O acaso temes perder por que sabes que llevo razón? - Por supuesto, era traviesa, y ese punto no podía perderlo intentando picar al dios para que cayera en su propia trampa.

-¡H-hey, devuélvele la boca...! -con todo, Alanís parecía tener ciertos problemas en tratar menos "formal" al Aztora divino, porque evidentemente le costaba separar tan súbitamente la imagen del rey antiguo de él. Pero de todas formas se mostró enfadada con el pequeño suceso antinatural. Cytla tenía pocas maneras, pero acallarla de esa forma era algo sencillamente sucio para ella.

Luego, tomó unos momentos para escuchar, largo y tendido. Conforme comprendía que el rey y ese Aztora eran distintos, calmaba parte de sus emociones, y...pensaba. Se estaba esforzando en digerir todo aquello sin perder la cordura. Y devolvió la mirada al dios, volviendo a su usual aire impasible, pero mantenía el ceño fruncido mirándole con seriedad.

-...no has estado escuchando del todo, Aztora. O al menos no con atención. -dijo esto con calma, manteniendo el cansancio- Aunque venía con mis opiniones claras sobre estas hadas, he rectificado las mismas. Y aunque las acciones de Baeric me indignan, mencioné hace unos momentos que si son por causa de alguien, debería volcar mi ira contra ese alguien. Las hadas no desean atacar al reino humano o enano, a pesar de que claramente tienen motivos, y pueden comprender a los presentes. Faith, me siento agradecida de que sepas comprender que cualquier cosa contra el código del caballero es algo que jamás haría. Y Cytla argumentó a favor de que Baeric siguiera...su corazón, supongo. Nadie o casi nadie está pensando en destruirse los unos a los otros ahora mismo. Incluso él...

Tomó un momento para ver a Baeric.

-...se ve honestamente miserable ahora mismo, y no es para menos.

Miró hacia arriba, o mas bien dejó el cuello flojo y la nuca reclinarse, como para dejarlo descansar unos instantes, buscando un mínimo de comodidad adicional para satisfacer el cuerpo y poder concentrar su mente.

-Cytla, Fío, Faith...Baeric. Escuchen bien, se que algunos tienen opiniones más dispares que otros. Se que insultarles hasta el cansancio es tentador para algunos. Pero, estos seres...no tenemos más opción que entender que por ellos, la realidad es como es. Para mal...y para bien. Tiendo a simplificar las cosas, así que ruego me disculpen nuevamente, aunque en este momento quizá sea lo mejor que puedan hacer todos.

Ella tomó un respiro hondo, tratando de formular las palabras correctas. Maldita fuera la hora, se decía, en la que había terminado lidiando con algo muy por encima de lo que podrían los mejores sabios de los reinos.

-El mundo existe por esta persona, Aztora. Y el mundo como lo conocemos, existe por esta otra persona también, que como también se identifica con Aztora, sencillamente llamaré por su accesorio más notorio. Ahora, no justifico ni creo que deban ser perdonados por sus decisiones, como arruinar la vida de Baeric o lanzar a Arthas a una situación peligrosa. Pero que existamos, es también algo que hicieron por lo que cuentan y es un hecho, ódiese o no. Que existan las personas que significan algo para ustedes también lo es. -se vio unos largos momentos en silencio, pensando- No crean que no sería la primera en resolver esto por el medio sencillo, esa es mi especialidad. Evidentemente lo era también el esta otra realidad que mencionan. Les aseguro que de haber podido, habría salido a luchar con esa tormenta mágica, y sin duda me alzaría para derrotar a estas dos personas presentes. Pero, hemos visto que no es posible. Este no es un problema que podamos resolver a fuerza bruta o a terquedad, esa es mi conclusión. Por ende, solo podemos luchar con palabras y ofrecer respuestas que les...hagan reconsiderar. Si, es absolutamente indignante que nos usen como entretenimiento. Pero si queremos proteger el futuro de sus hilados, debemos...tener esta charla civilizadamente. Ya que lo que es justo o no, no es prioritario para estos seres, sino lo que saquen de ello. Estamos en desventaja en esta negociación, no podemos exigir e insultar esperando algo que "no tienen obligación" de darnos, o eso dirán seguramente...pero por esto mismo, ustedes dos...

Alanís pasó a ver a los dos seres distintos a los demás.

-...deben entender que no nos mostremos sencillamente serviles o comencemos a agradecer y obedecer ciegamente. No nos gusta esto. Defender nuestra dignidad es parte de que seamos seres vivos, y llegar pisoteando el orgullo de algunos lo único que causará es más hostilidad. Si este es el inicio real de parlamentar...entonces, como dijo Cytla, que sea como iguales. Aunque no lo seamos en poder, no somos hormigas para pisotear. No más humillaciones como borrar la boca de nadie, e incluso si termina siendo solo por esta reunión extraña...remueve la fijacion que colocaste en la mente de Baeric, Aztora, sea que él pueda hablar lo que desea y no lo que se le impuso. Me gustaría oír su verdadera voz sin modificadores, de otro modo, su presencia aquí es mero sadismo.

Sorprendentemente, Alanís se estaba manejando mejor de lo que esperaba en cuanto a diálogo. Usualmente prefería hablar poco, pero si eso era lo que debía hacer, que así fuera. Era un terreno diferente, pero si la lucha no acababa, ella continuaría también. El por qué era simple, algo que no cambiaba en ese momento, y algo que no era un misterio para absolutamente nadie de los presentes: deber.

Por el Arthas.

Por el Reino...

...y todo lo demás, ahora mismo.

Aquella mentalidad sencilla era quizá una gran bendición en ese momento, y hasta podría decirse que protegía su mente de quebrarse con todas aquellas revelaciones enloquecedoras e injustas que amenazaban con quitar todo valor de su existencia. Si había un problema poniendo en riesgo sus prioridades, la conclusión era resolverlo, incluso si la escala era esa. Creía estar identificando como comenzar a hacerlo, así que seguía las condiciones de victoria que conseguía entender, que en ese caso eran convencer a seres que estaban tan arriba en su poder de su punto de vista, aunque poco uso tenían para ver hacia abajo normalmente. Por lo demás, no le importaba las opiniones que pudieran tener sobre su convicción.

Podían decir que era pensar en pequeño, o una tontería frente a lo que representaban esas existencias, o que estaba viviendo su vida de forma equivocada, quizá hasta repelente para según quien.

Una corona legítima, la verdad de todas las cosas, los orígenes del mundo, secretos de otros mundos, divinidades...no iban a moverle. Incluso si varias de esas podían ofrecerle mucho, mucho más que podía imaginar, y opciones que ni siquiera podía comenzar a concebir si trataba de congraciarse con ellos o tomar los siempre presentes pactos que podían ser ofrecidos. 

A ella genuinamente no le importaba si sus propias ambiciones personales no eran reconocidas ni una sola vez. 

Si sus sentimientos eran tenidos en cuenta.

O si siendo estas cosas así aún su final era ahí mismo, en la oscuridad, si conseguía su cometido o una parte del mismo.

Si sucedía algo bueno, era agradable pero no algo necesario o que esperara. Ni una vez se detuvo a sentir lástima por si misma, porque no encontraba un motivo para ello. Jamás había prestado oído a las críticas de otros familiares, colegas o transeúntes del castillo sobre lo que creían que hacía o dejaba de hacer, porque nadie podía criticar que fallara en su deber. Quizá aquello pasaba de "deber" a verdadera devoción, pero la simple verdad era que continuaría protegiendo aquellas cosas tercamente hasta el fin del mundo, o hasta que sintiera que estaban completamente a salvo. Y si podía salvaguardar otras cosas mientras lo hacía, era lo esperado de un caballero.

Porque para Alanís que había elegido voluntariamente vivir su vida por otros y aferraba los ideales de la caballería como pocos, era lo que debía hacer, y eso era todo.

Cuando Baeric me miró sonriendo levemente después de que me callaran la boca, no pude evitar devolverle una mirada de enfado... Joder, si así me agradece el haber sido al final la primera en buscar calmar las asperezas por él, no pareciendo querer escucharme y encima alegrándose de que me hicieran aquello. Al menos  No me interesaba saber absolutamente nada más de tratos... -Mmmmh mmmh mmmh mhhh...- y es por eso que mientras el enmascarado explicaba aquello, con mi mano empecé a abrirla y cerrarla a la altura de mi boca haciendo ruidos incluso sin tener labios... Un equivalente a un "Bla bla bla...". Cuando el enmascarado dijo que él fue también el culpable del problema de las hadas y su hermano pelirrojo... ya sinceramente le miraba con hastío ante su pregunta... Desde luego el enmascarado era idiota. Ya cuando hablaron del tema de los orígenes si que me puse más seria y escuché por muy enfadada que estuviera por lo de mi boca... Así que el enmascarado fue humano... Pero el poder se le habría subido a la cabeza. Y cuando acabaron de hablar de esa apuesta -Mmmh mmh mhh mmmh mhh...- casi se podía imaginar cualquiera que me oyera que lo que había dicho fue lo de "Por lo que veo yo tenía razón" pero en forma de burla haciendo de nuevo el gesto de la mano... Los dioses de este mundo me caen gordo.

Luego de eso, continué escuchando... de forma seria aunque algo enfadada en que dijera que el problema era que "no entendíamos a Baeric y él no podía evitar ser así"... Teniendo muchísimas ganas de echarles en cara que la culpa era de ellos dos; pero que eso no quitaba la culpa de Baeric... se lo decimos porque no puede escudarse en su ambición, lo que hizo Baeric estuvo mal y hasta que no lo reconozca nos costará confiar en él... Porque si esa guerra que debemos evitar le ayudara a ser rey, él nos podría traicionar. Esa clase de estupideces sin duda cabreaban... pero aguantaría sin murmurar para escuchar toda aquella situación, por mucho que me parecieran dos megalómanos chiflados y aburridos.

No pude evitar rodar los ojos con cansancio y con algo de hastío cuando escuché a Faith llamarse a si misma "la apuesta para cambiar el mundo" mientras que el dios contaba su resumen de la vida anterior... Ains, pero que egocéntrica puede ser a veces esa hada. Si estamos los cinco aquí es porque los cinco somos importantes... no tiene porque haber alguien aquí que diga "y yo lo soy más". Pese a no tener boca todavía era bastante expresiva... Y es por eso que también se notaría la mirada que le lancé al enmascarado al enterarme de que yo ni siquiera existía en esa realidad -¡Mmmmh!- y solté lo que parecía una risa irónica sin boca al escuchar que Aztora buscaba "Paz"... pues ese objetivo no daba la impresión de mantenerlo ahora, ahora solo buscaba diversión al igual que el otro. Y dijeron lo que pensaba ya de antes... que esa puta obsesión de Baeric era culpa de este par de bufones todopoderosos, le habían usado como una marioneta. Seguramente aunque él no quisiera, me acercaría mirándole... enfadada aún con él... pero con empatía... y es por eso que le abrazaría, aunque fuera unos segundos antes de que quisiera quitarme de encima si quisiera. Sería idiota... pero es nuestro idiota, y de verdad esperaba que se diera cuenta de que la ambición no justificó lo que hizo... sabiendo que esa idea ni siquiera era suya. No le envidiaba la verdad... salvo por tener boca.

Lo único que pude compartir con esos dioses... es que el viejo llamara idiota al enmascarado, lo eran los dos desde mi punto de vista y eso me lo demostraba diciéndonos lo equivocado que estaba el enmascarado queriendo demostrar que no somos tercos. Ambos tienen ideas idiotas... y entonces me devolvieron la boca -¡Ahh! ¡Claro que queremos tener las riendas de nuestras vidas, son nuestras imbéciles! ¡Metete tu climax por el recto!- al tener mi boca de nuevo eso fue la primera faltada e insulto que me salió... antes de que me callara conteniéndome y apretando los puños con ira... dejando que los demás hablaran y yo buscaba relajarme... Porque si hablaba ahora en caliente, joder las burradas que iba a decir.

La primera que empezó a "defenderse" fue Faith... y hay por Dios (estos dos no) las faltadas que estaba diciendo -¿En serio, para ti soy una sicaria mezquina Faith, de todo lo malo que puedes decir de mi te equivocas tanto? No he matado a nadie por dinero...- no puedo evitar decir... Estoy MUY cabreada y esos intentos de Faith no ayudaban -Por favor Faith... deja de "defenderme"... por favor- le pedí a la hada con mucha seriedad que encima dijo que "no saber bien como defenderme". Lo siento, se que no sería su intención... Pero Faith era egocentrismo puro. "Yo soy capaz, yo haría, yo no reclamaría venganza, yo, yo, yo, hadas, yo, yo..." Ufff... joder, y cuando se empezó a presentar con todos esos títulos nobiliarios que para ellos dos seguramente son como si le dices la hora y encima encarándose como con superioridad que realmente ahora mismo ninguno tenemos con lo del tiempo; porque a estos idiotas el tema del tiempo se la suda y capaz es de tenernos aquí días o solo unos minutos más... Solo espero que no le cierren la boca ahora a ella para que dejara de hablar de ella misma o que por chulita nos quite el tiempo. Bastante es aguantarme a mi como para que aguanten a dos a la vez... Ah, y eso sin contar lo del arma enana de destrucción masiva pero... sinceramente, los problemas de uno en uno.

Por su parte, Alanis empezó con algo que tenía razón; y es que más de uno de nosotros habíamos intentado dar perdón a Baeric... por mucho que tuviera su culpa, una culpa que también tenían estos dioses imbéciles. A ver si también Baeric se enteraba de que intentábamos perdonarle. Su discurso fue más bien de intentar que no les insultásemos pese a lo mucho que se lo merecían... Intentando buscar cosas buenas en que ellos, aunque sean unos sociópatas de manual, si no fuera por ellos no estaríamos aquí... dejando entrever claramente su amor por Arthas... Vamos a ver, era más que evidente igual que lo de la princesa y el caballero grifo. Y yo con el heredero ilegítimo... Que manía tienen los caballeros con enamorarse de la familia real. Que esto no se podía solucionar con fuerza bruta ya lo sabía... intentaba dialogar con el enmascarado por ello, antes de que todo este show se montara -Perdón, pero esto que diré no será de mucha ayuda Alanis... Pero yo sinceramente lo que saco de todo esto... Es que si no hubiera sido por los tratos y tetas de estos dos "dioses"... nada de esto hubiera pasado. Pero se aburrieron ambos y querían "acción", no "paz", no han parado de hacerse trampas mutuamente... querían divertirse viéndonos, cada uno quería ganar la apuesta... No vernos felices en un reino pacífico. No es que los mortales seamos incapaces de entendernos y vivir en paz juntos... son ellos los que son incapaces de entretenerse sin nosotros- no pude evitar decir... ya ya, se que no son palabras bonitas. Pero era verdad. Estamos en esta situación donde queremos matarnos y estamos a punto de entrar en guerra que nos matarán a todos... Porque eso les hace divertidos de vernos. Alanis se lo dejó claro a esos dos dioses... que por el bien de Baeric, le quitaran esa ambición que le implantaron para que dejara de pensar como ellos dos querían y que pensase por si mismo.

En fin... ¿me toca a mi ahora?- terminaría preguntando por si ahora podía tomar la palabra... suspirando -Sinceramente no es que tenga pensado decir mucho ahora... Solo tengo algunas dudas; y prefiero no hablar de más. Porque como se me suelte a lengua... Voy a volver a soltar burradas como las que he dicho al poder volver a hablar...- dije con seriedad... obviamente conteniéndome las ganas de despotricar mucho. Miraría al enmascarado primero... siendo que él era el primero con el que quería hablar -¿Porque me creaste?- preguntaría directamente al enmascarado -Soy la única que no existía en aquel "mundo primario" en el que todo comenzó. Y aún así... estoy aquí, junto a viejos reyes, princesas hadas y caballeros dragón. Y por mi personalidad amable y educada no me incluiste entre los protagonistas y menos me has traído aquí- le comentaría con seriedad -Ains... Tu plan de convertirte en el malo para unirnos es estúpido... porque usaste a más de uno como el culpable de una calamidad... Y los mortales no nos unimos por odio, nos unimos por confianza... una que nos has minado. ¿Cuando empezaste a querer más a tu historia que desear la paz de los mortales...? ¿Cuando dejaste de perder tus sentimientos de mortal y saber como pensamos, o se te subió el poder a la cabeza...? Porque los tratos hicieron justo lo que el anciano quería: hacerte perder la apuesta. Te dejó hacer tratos porque sabía que ese poder te corrompería y empezarías a estropear tu historia, y que con sus propias jugadas limitadas podría mover el mundo para desembocar en otra guerra... Convirtiéndote en alguien como él...- le preguntaría al final... aunque no esperaría a su respuesta, con que pensara me valiera

Pasando entonces al Aztora anciano, con seriedad -A ver... ¿Y a ti que quieres que te diga, si ya querías destruirnos desde hace una vida? Te interesa más ganar la apuesta con un mortal... Pero si quieres te contaré algo, a ver si eso te parece una memez o de verdad te parece algo que pensar. La historia de una chica que vio morir a su padre... y se metió en una mala vida buscando reunir dinero de formas poco licitas para convertirse en caballera y poder matar al cabrón que le hizo daño; le daba igual como usar su cuerpo o habilidades para sacar lo que necesitaba. En esa mala vida para su sorpresa encontró algo de cariño que empezó a hacer replantearse su plan de venganza... Pero le dieron una "puñalada" en su confianza y dejó de confiar en nadie más. Consiguió hacerse caballera, deseaba vengarse de todo y de forma egoísta sin importar nada... No se fiaba ni de su sombra. Pero ayudando a la gente... encontró que aquello le empezaba a aliviar; no solo como caballera... sino también siguiendo el legado de su padre, proveyendo a sus vecinos los productos que desearan. Más de lo que una venganza podía hacer... Siguió ascendiendo más y más... siempre con dudas a la hora de fiarse de la gente... pero pensó que lo estaba consiguiendo. Y todo le iba bien... hasta que hace poco, con los ataques al castillo e intento de matar a la familia real... Su mundo se volvió a desmoronar, su confianza cada vez era más inexistente... Siguió recibiendo puñaladas, siguió sintiéndose perdida sin saber a donde ir... Muertes, traiciones, traumas que volvían a aflorar... Sinceramente una parte de esa chica decía, incluso cuando estaba frente al dios que le hizo vivir ese infierno para divertirse, le decía "Ríndete... Que el mundo desaparezca, así no sufrirá más"... pero entre tanta horrible experiencia, tan pocas ganas de vivir... una parte de esa chica... quería seguir para delante... quería continuar... Encontró más apoyo de gente... ella quería confiar, quería ayudar, quería el final feliz para ella y su reino por el que había luchado toda su vida... Ella quería un mundo de paz donde todos fueran felices... por mucho que dos dioses se lo pusieran horriblemente difícil...- terminaría de decir... -Ah, y sorpresa... esa chica soy yo... plot twist, guau... nadie se lo esperaba...- dije algo sarcástica... antes de suspirar mirando a todos los presentes para volver a hacerlo -Pues ya esta... historia lacrimógena dicha... así ha sido mi vida... A saber que te parecerá o no... Sinceramente aunque seas dios, me da bastante igual la opinión que tendrás de mi vida... Solo soy una mercader y caballera algo tacaña y el grano en el culo de muchas personas y a la que le gusta llevar la contraria a la gente que se cree superior a ella... No soy perfecta... solo soy... mortal...