Partida Rol por web

Poco a poco los votos fueron designando que destino sería el indicado y aunque en un principio los baños termales estuvieron cerca no tardo demasiado en la playa adelantar lo cual me alegro bastante. Ya me estaba imaginando la escena de poder divertirnos en la playa y correr por la arena varios días para entrenar la resistencia* y como no sabía que Tsuyoshi lo iba a disfrutar porque vería a Helga en traje de baño y eso era algo que no solo el querría ver. En cuanto el Dire planteo el ¿a que playa ir? levante la mano de inmediato.

- Yonaha Maehama, la que es considerada la mejor playa de Japón -desde luego tenía ganas de verla, además supuestamente allí tendríamos paz y tranquilidad

 -¡Apoyo esa idea!

Por supuesto, el buen amigo de Taka y compañero del equipo de baloncesto, Riki Tatakiyama, apoyó la decisión de su capitán. La playa era ideal para fortalecer los músculos de todo el cuerpo, ya fuera corriendo en la arena o nadando en el mar.

 -Si miramos los billetes ahora, seguro que encontramos una buena oferta. Al fin y al cabo no saldremos de Japón, podremos tener un viaje bueno, bonito y barato.

Esta vez fue Helga la que levantó la mano.

 -Yohana Maehama me parece una idea estupenda. Cualquier empresa de viajes nos hará un buen precio si llamamos con tiempo y decimos cuántos seremos. Así que antes de llamar para preguntar por los billetes, deberíamos tener una lista con la gente que va a ir. Aunque no sea definitiva, para que los de la agencia se hagan una idea.

Le dedique una sonrisa a Riki y si no fuera por la separación incluso habríamos chocado manos ya que ambos pensábamos igual y sabía que el sería el primero en correr detrás mía en los entrenos. Helga expuso un punto interesante ahora tocaba saber quienes irían para saber mas o menos el coste del viaje.

- Podéis contar con los de el club de baloncesto y al menos de esta clase podemos apuntar los que quieren en la pizarra para así tenerlo mas claro -y tomando un poco mas de iniciativa de la debida me levanto de mi asiento un poco apoyando mis manos en la mesa- Que levante la mano quien se quiera venir a la playa -había subido un poco también el tono de voz por la emoción mientras yo mismo levantaba la voz olvidando por un momento donde estaba

Por una vez había pensado que era aburrido, aunque la clase estaba de acuerdo con el viaje, aún así estuve ausente y pensativo mientras la clase levantaba la mano para decidir si iban o no. Mientras el resto levantaba la mano yo me quedaba embobado mirando a la pizarra, pues estaba indeciso de si sería buena idea o no ir a esa playa. La última vez no había tenido muy buena experiencia en una ciudad cercana...

Varios compañeros levantaron la mano, apuntándose de cabeza. Otros dudaban, queriendo saber el precio del viaje antes de confirmar nada. Finalmente, aproximadamente dos tercios de la clase se habían apuntado, muchos de forma definitiva otros de forma dudosa por si el precio se les escapaba a sus posibilidades.

Helga levantó la mano.

 -Cuéntame a mí y al club de lucha femenino. Estoy segura de que todas querrán apuntarse a nadar unos largos y ligar algo de bronce.

Acto seguido, miró a Tsuyoshi y dijo en un tono moderado de voz:

 -Me imagino que el equipo de lucha masculino se apuntará también, ¿vendrás tú, Tsuyoshi-kun?

Agaché la cabeza y miré a Helga.- No sé, Helga... si voy podría ser el final de nuestra relaci... digoo lo que tengamos entre tu y yo ahora mismo.- Dije poniéndome colorado a la vez que me tocaba la cabeza y volvía a tumbar la mirada hacia el suelo.

Se podía escuchar a mi cerebro trabajar en contar a los que habían levantado la mano, sumarle el club de lucha femenino, el masculino era probable que se vinieran también sobre todo porque las chicas venían y ellos irían detrás como borregos y el de baloncesto al completo. Eche un vistazo de reojo a Tsuyoshi pero por una vez decidí dejarle lidiar con ese problema a solas, mas que nada porque no tenía ni la mas remota idea de a que se debía eso.

-De acuerdo eso hace un total de... siete.... quince... veintitrés... treinta... mucha gente -acabe por concluir cansando de hacer matemáticas mentales tratando de no olvidarme de nadie- haremos una lista con los nombres de todos y entonces podremos hacer el presupuesto. ¿Listo entonces?

La muchacha miró extrañada a Tsuyoshi, incapaz de imaginar la razón de su comentario. En voz razonablemente baja, dijo:

 -¿Y eso por qué lo dices? Sólo será un viaje a la playa. No me digas que tienes miedo de que te gusten más las otras chicas en bikini que yo...

Por su parte el director iba asintiendo a todo lo que Taka iba diciendo.

 -Bien, muy bien de hecho. Tú, el pelirrojo.- Señaló a Taka. -Taka Kirame, ¿verdad? Quedas oficialmente nombrado el Encargado del Viaje de la clase. Nombra un par de ayudantes y cuando tengas la lista y el presupuesto por persona, me lo pasas para organizar los eventos de recogida de fondos. Y si no hay más cuestiones... ¡Todos a tomar un café! Eso sí, cada cual se paga el suyo, mi economía no está para tirar cohetes...

- No es eso...- Dije mientras me rascaba la cabeza.- Las peores experiencias las he vivido en esa playa, debe de tener algún mal karma conmigo o tenerme manía...- Dije esperando no sonar muy flipado.

Cuando el dire me señala abro los ojos y me señalo a mi mismo dudando si se refería a mi, aunque no había otro pelirrojo en la clase y de hecho no es que fuera un color de pelo habitual ni muchísimo menos, y entonces me nombro el encargado de organizar el viaje lo cual hizo que mi mandíbula cayera a peso.

- ¿Que? ¿Yo? Pero si... -deje caer la cabeza y si estuviéramos en una de series de animación ahora sería el momento en el que una gota aparecería en mi nuca- Bueno, supongo que no queda otra -me agache para coger mi maleta mientras pensaba en quienes podría ser mis ayudantes, necesitaría a alguien inteligente y bueno con las mates para encargarse de las cuentas y una chica para llevar el listado de los clubes femeni...- Helga, te nombro ayudante en la organización del viaje escolar -dije de repente apareciendo por encima de Tsuyoshi, entonces miro a mi amigo y luego a su chica- ¿Interrumpo algo?

La rubia muchacha se quedó mirando a Tsuyoshi.

 -¿En serio? Pobrecito... Claro que yo te diría que le dieras otra oportunidad. Mira, si quieres podemos hablar de ello ala hora de comer, ¿te parece bien?

Entonces Taka anunció que la nombraba a Helga su ayudante para organizar el viaje escolar.

 -¿Yo?- Sonrió y se dio un golpe en el pecho con el puño -¡Cuenta conmigo!

Luego miró a Tsuyoshi, sonriéndole de manera algo más dulce.

 -No sé tú, pero a mí me parece una oportunidad perfecta para que rompas esa maldición.

Me quedé pensativo mientras me tocaba la barbilla, ya que podía ser todo un reto y no quería fastidiar también lo que pudiera pasar entre Helga y yo. Me levanté y mientras hablaban de la organización respondí a la vez que me dirigí a la puerta.- Tengo que pensarlo... voy a tomar el aire.- Con semblante preocupado y nervioso caminé hasta la puerta para salir unos instantes y contemplar el patio vacío, mientras respiraba profundamente y me centraba en los pájaros del cielo revoloteando de forma impredecible.

Genial, con Helga va a ser mucho mas fácil... ¿pero quien podía ser el otro?*

Para mi sorpresa Tsuyoshi parecía realmente asustado, bueno no sabría si esa era la palabra correcta, de ir a Yonaha Maehama parecía ser mas serio de lo que pensaba así que le mire preocupado mientras abandonaba el aula una vez salio mire a Helga y me encogí de hombros.

- Supongo que lo mejor es hacerle caso y dejarle pensar un poco a solas, ¿quieres tomar algo? Yo invito, prácticamente el dire nos ha mandado a tomar un café.

La muchacha suspiró y se levantó para acercarse a Taka.

 -Sí, va a ser lo mejor. Tú no sabrás cuál es el problema que tiene con esa playa, ¿verdad?

Porque si era tan grave como decía Tsuyoshi, empezaba a preocuparse un poco.

 -Vamos a por ese café. Y de paso vamos pensando cómo organizamos lo del viaje. ¿Tienes pensado añadir a alguien más al comité organizador este que tenemos?

Esa era una buena pregunta. Si lo pensabas, de tu curso se te venían a la mente dos personas. Una era Joel Minami, capitán del equipo de Kendo del instituto, con una popularidad por las nubes. Si él se apuntaba, más de la mitad de las chicas del insti se apuntarían también a hacer lo que fuera. El otro era Demian Collingwood, uno de los alumnos más brillantes del instituto, si no el más brillante que conocías. Su hermano gemelo estaba en el equipo de baloncesto, por lo que contactar con él sería fácil.

Saliste al pasillo del instituto, rumiando las ideas negativas que te venían a la cabeza por culpa del viajecito a la playa que se estaba organizando. ¿Qué significaba aquello? ¿Que tu relación con la mujer de tus sueños estaba condenada? ¿O que tu maldición se rompería por fin porque ella era "la" mujer de tu vida que envejecería contigo compartiendo alegrías?

Siendo sinceros, no tenías ni idea. Y eso te daba miedo. Mucho miedo. Porque lo que empezabas a tener con Helga era especial. Lo bastante especial como para no querer arriesgarte lo más mínimo a estropearlo. Suspiraste hondo, ¿y ahora qué podrías hacer?

Mientras pensbas en tus cosas, alguien se chocó contigo por detrás, haciéndote caer al suelo. Cuando te giraste para mirar, te encontraste con una chica rellenita que te miró con ojos casi llorosos.

 -¡Lo siento, iba corriendo distraída y...!

Alargó las manos para ayudarte a que te levantaras.

 -¿Estás bien? Espero no haberte hecho daño...

Entonces la reconociste, era Nanami Suzuki, miembro del club de lucha femenino. Ella no parecía haberte reconocido a ti, pero no era tan raro, que sólo habías ido a una reunión del club...

Absorto en mis pensamientos noté un gran choque por detrás y caí de bruces al suelo. Teniendo aún dolor en mi espalda me giré antes de levantarme y vi a una chica de apariencia regordeta, con los ojos llorosos y rubia también como Helga, así que en principio creí que era ella, aunque cuando la vista se ajustó vi que no era ella sino una miembro del club de lucha que había visto momentos antes. Mis pensamientos por un momento se apagaron al ver los ojos llorosos de esa chica, y lo primero que pensé fue que podía estar pasando por un desengaño amoroso, pues todo en lo que pensaba últimamente estaba relacionado con el amor.- Tranquila, no te preocupes.- Dije mientras me levantaba.- Menudo placaje, pensaba que luego me ibas a robar la cartera...- Dije bromeando a la vez que me ponía de pie y me sacudía.- ¿Y esos ojos? ¿Puedo ayudarte en algo? Ahora que estoy empezando en el club de la lucha puedo hacer frente a cualquier bandido.- Mi sonrisa era de preocupación porque los pensamientos de la playa iban y venían, pero intentaba mantener mi estado positivo.