Limpió la hoja de la espada en los harapos de uno de los cultistas y posó su trasero en el otro. Necesitaba un respiro y sus posaderas no estaban por la labor de sentarse en ese mugriento suelo.
Sacó la segunda de las pociones, rompió el tapón de la ampolla y bebió su contenido. Como no terminaba de encontrarse con fuerzas suficientes, decidió utilizar sus propias dotes curativas que, aunque no eran demasiado poderosas, sí que serían útiles para remediar esa fatiga.
Mientras continuaba reposando, decidió activar la habilidad de "detectar el mal". Si se acercaba algo no quería que fuese por sorpresa.
Una vez recuperada, Eira prosiguió su camino.
Motivo: Poción 2
Tirada: 1d8
Resultado: 3 [3]
6/7
Imposición de manos: +2 de vida
Detectar mal
Tras usar la poción y la imposición de manos, te tomaste tu tiempo para descansar y acabar de reponer fuerzas. Mientras tanto, mantuviste detectar mal activado para que no te pillaran por sorpresa.
Notaste varias auras acercarse, para luego alejarse. Así varias veces. En alguna que otra ocasión, notabas como directamente desaparecían. Tal vez, debido a tu compañero.
Una vez recuperaste las fuerzas, proseguiste tu camino.
En la sala, en el lado opuesto al que habías entrado, podías ver unas escaleras de caracol que descendían.
Recuerda que puedes registrar cadáveres
Tras descansar durante el tiempo que estimó oportuno, Eira volvió a ponerse en pie. Estaba dispuesta a proseguir la marcha, no sin antes inspeccionar y saquear los dos cadáveres que dejaría tras de sí.
Después, avanzaría con cautela por aquellas escaleras de caracol.
Motivo: Inspeccionar cadáver 1
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+6)=19 [13]
Motivo: Inspeccionar cadáver 2
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+6)=19 [13]
Motivo: Acechar
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 11(+6)=17 (Exito) [11]
Al revisar los cuerpos de los cultistas, encontraste algunas monedas de oro. Además, cada uno llevaba un colgante de acero con un extraño símbolo grabado.
Motivo: Oro
Tirada: 1d100
Resultado: 58 [58]
Consigues 58 de oro.
Tomó el oro que encontró y arrancó el colgante de uno de los cultistas. No sabía lo que podría significar aquel símbolo, pero pensaba llevárselo consigo para que lo descubrieran.
Cogiste uno de los medallones. Tras guardarlo, fuiste a las escaleras.
Al verlas más de cerca, pudiste ver que eran de caracol. Más engorrosas de bajar, pero te permitirían luchar contra enemigos de uno en uno en caso de encontrarlos.
Y tras descender como tres pisos, así fue. Una fila de cinco esqueletos subían a por ti.
Conforme bajaba los peldaños de aquella angosta escalera de caracol, Eira se iba preguntando si sería finalmente ella quien se topara con el nigromante alfa, el que fue antaño miembro del Círculo, o sería Ubbe quien lo enfrentara.
No tuvo mucho más tiempo para pensar, pues el sonido inequívoco de unos huesos entrechocando unos con otros le indicó la proximidad de un grupo más o menos grande de esqueletos. Se puso en guardia para enfrentarlos.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 12 [12]
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 6(+3)=9 (Fracaso) [6]
Motivo: Turnos Desequilibrada
Tirada: 1d3
Resultado: 1 [1]
Motivo: Daño
Tirada: 2d4
Resultado: 4(+4)=8 [1, 3]
Inconveniente: Desequilibrio. -1 CA, +2 Ataque (1 turno)
El primero de los esqueletos atacó, pero Eira lo bloqueó con el escudo sin problema. Luego contraatacó con la espada, dando un potente golpe que destrozó al esqueleto. Ta fue el ímpetu que se resbaló con el peldaño y cayó al siguiente, perdiendo momentáneamente el equilibrio.
En cuanto este cayó, el siguiente ocupó su lugar.
Por un momento creyó perder pie en aquellas escaleras. Suerte para ella que consiguió equilibrarse de nuevo, lista para atacar a su siguiente contrincante.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 9(+3)=12 (Exito) [9]
Motivo: Daño
Tirada: 2d4
Resultado: 2(+4)=6 [1, 1]
El segundo esqueleto intenta golpearte, y al igual que con su predecesor, bloqueas fácilmente, para luego descargar un fuerte golpe. Sin embargo, con menos potencia que el anterior. El enemigo lo consigue aguantar.
-¡Que te mueras!- exigió la paladín con rabia.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 19(+3)=22 (Exito) [19]
Motivo: Daño
Tirada: 6d4
Resultado: 16(+12)=28 [1, 2, 4, 4, 1, 4]
Ventaja: Golpe mortal
El esqueleto volvió a atacar, y Eria lo detuvo. Esa vez usando su espada. A continuación descargó tal golpe que hizo saltar a su enemigo en mil pedazos.
Y como cabría esperar... Otro ocupó su lugar. Ya quedaban solo tres.
-Qué pesaditos- en verdad quería avanzar. Quería ser quien finalizase la misión. Quería ser digna de entrar en la Academia Krypteia. Y esos esqueletos no iban a impedir su sueño.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 14(+3)=17 (Exito) [14]
Motivo: Daño
Tirada: 2d4
Resultado: 8(+4)=12 [4, 4]
Y el tercero también cayó fulminado por la espada de Eira. Solo quedaban dos.
Arremetió contra el siguiente esqueleto sin apenas dejarle tiempo para respirar, si es que respiraban.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 18(+3)=21 (Exito) [18]
Motivo: Daño
Tirada: 2d4
Resultado: 4(+4)=8 [1, 3]
Motivo: Daño válido
Tirada: 4d4
Resultado: 7(+8)=15 [1, 3, 1, 2]
Ventaja: Doble de daño
El cuarto cayó. Solo quedaba uno y Eira sería libre de continuar.
El continuar parecía tan cercano y lejano al mismo tiempo... El esqueleto consiguió aguantar su siguiente golpe, al menos el primero. Con el segundo acabó con él.
Barrió un poco los huesos y el polvo del suelo para ver si habían dejado caer algo tras su destrucción y después continuó descendiendo los escalones con cautela.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 12(+3)=15 (Exito) [12]
Motivo: Daño
Tirada: 2d4
Resultado: 2(+4)=6 [1, 1]
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 9(+3)=12 (Exito) [9]
Motivo: Daño
Tirada: 2d4
Resultado: 3(+4)=7 [1, 2]
Motivo: Inspeccionar
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 11(+6)=17 (Exito) [11]
Motivo: Acechar
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 14(+6)=20 (Exito) [14]
Tras vencer al último de los oponentes, Eira sacudió los amasijos de hueso con los pies, buscando cualquier objeto de valor... Pero eran esqueletos reanimados por medio de la magia... No había nada que encontrar, a parte de los mismo huesos.
Tras la decepción, continuó bajando con precaución por las escaleras de caracol. Bajó como un piso más y dio a otra sala.
De un primer vistazo, pudo ver varios utensilios y artefactos mágicos. Así como varias banquetas de piedra con cuerpos tumbados sobre ellas, abiertos. En el centro de la sala, un enorme circulo ritual. Y adornando las paredes, varios estandartes con el mismo símbolo del medallón.
Tras asegurarse de que no había nadie en la sala, Eira terminó de salir del umbral e inspeccionó el lugar que se abría ante ella. Le llamó especialmente la atención el símbolo del medallón de los acólitos, que se repetía en los estandartes que se encontraban pendidos de las paredes. Los miró con curiosidad, pero continuó investigando.
No comprendía de utensilios mágicos, por lo que no toqueteó nada ni trató de averiguar lo que eran. Una mueca se dibujó en su boca ante la visión de los cuerpos abiertos en canal. ¿Qué lugar era aquel?
El círculo pintado en el centro de la sala no parecía nada bueno. Y no se fiaba. Probó a coger una piedra y lanzarlo a su interior. De no ocurrir nada, procedería a intentar borrarlo.
Motivo: Inspeccionar
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 12(+6)=18 (Exito) [12]
Motivo: Borrar dibujo (fuerza)
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 2(+14)=16 (Exito) [2]
Eira, por precaución, lanzó la piedra. Como no pasó nada, procedió a borrarlo. Estaba dibujado con algún tipo de tinta de color negro-rojizo, y debía de ser buena, porque le costaba saltar.
Al poco rato empezó a lograrlo. Sin embargo, no de difuminaba como cabría esperar en una tinta, sino que saltaba como las costras de una herida... Se dio cuenta de que estaba pintado con sangre.
¿?: -¡Nooooo! Detente- Gritó una voz -Es un circulo muy complicado-
Pero era tarde, casi un cuarto ya había sido borrado. Eira se giró para ver a otro acólito, pero había algo distinto en este. No parecía tan débil cómo el resto.
Acólito: -Vas a pagar por esto- Sacó su arma.