El descanso os resulta reparador. Renováis vuestras fuerzas y tratáis algunas heridas, pero notáis cómo el cansancio se apodera de vosotros. La caminata a través de la nieve y el combate os dejan exhaustos, pero todavía queda camino por recorrer y en cualquier momento puede desatarse otra ventisca.
Levantándose sobre las copas de los árboles desnudos, en el lejano horizonte, podéis observar un pilar blanco-azulado. Cuanto el viento helado se levanta y arrastra la nieve a su paso, sentís la corazonada de que vuestro destino está cada vez más cercano...
Esperamos a que Sombra declare si gasta EC para curarse y continuamos ;)
Motivo: Curacion con la ayuda de Travok
Tirada: 1d6
Resultado: 4(+6)=10
Utilizo un healing surge +1d6 por la curación de Travok, con lo que vuelvo a tener 25HP.
El tiempo parece daros finalmente una tregua y os permite avanzar a un buen ritmo en la dirección en la que habéis visto el pilar elevándose sobre las copas de los árboles.
La Torre Draigdurroch esta encerrada de arriba a bajo en un brillante caparazón de hielo puro. La luz del sol que se filtra entre las nubes es reflejada en todas direcciones por los planos angulados de la barrera congelada, que sube hacia un único pico en la parte superior de la torre y se ensancha a medida que desciende hacia el nivel del suelo. Una sensación palpable de frío intenso emana de la torre y de su prisión gélida.
A través del hielo podéis ver que el exterior de piedra de la torre ha sido tallada con una serie de grandes esculturas y relieves que muestran varios diablos con las alas desplegadas, como si surgieran de las entrañas de la misma tierra. Sus bocas están abiertas, aunque si están riendo o gritando es difícil de decir.
Una calzada de piedra os guía desde las inmediaciones hasta la base de la torre y rechonchas estatuas de diablos* de miradas extrañas de todo tipo se alinean a lo largo de ambos lados de esta senda.
Los adoquines están congelados, cubiertos de escarcha, y parecen resbaladizos**.
La única entrada obvia de la torre es una única puerta en la base, pero una capa de un pie de grosor de hielo sólido se interpone en vuestro camino.
*Los bultos que hay a ambos lados del camino son estas estatuas.
**Andar con cuidado por la senda de adoquines no supone ningún peligro, pero para correr o cargar hay que superar una prueba de acrobacias CD:15 para no resbalar y caer al suelo. Cualquier poder que empuje, deslice o tire de una criatura hará que esa criatura se mueva 1 casilla extra si está situada sobre los adoquines.
El perímetro azul alrededor de la torre es el bloque de hielo que la cubre. La puerta de acceso se encuentra tras ese bloque de hielo. El suelo blanco es nieve de un palmo de espesor y se considera terreno dificil
Sadrik observó la puerta con curiosidad para buscar trampas o quizás alguna forma más discreta de entrar en la torre. Como norma general no es buena idea entrar a un sitio hostil por la puerta principal.
Tras varios minutos de concienzudo examen de la puerta y sus alrededores el mago de repente saltó al darse cuenta de algo...
- ¡Está rodeada de hielo!
Si queréis puedo lanzarle un hechizo de manos ardientes para ver si la derrito.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 1(+2)=3
Surges 4/6
Health 20/20
Uhm... no seria mala idea, pero antes hay que observar las posibilidades. Sombra? tu eres experto en .... abrir lo ajeno? Puedes decirnos algo de esta puerta?
Sombra sintió un escalofrio cuando vio aquellas estatuas. "Enseguida Travok, pero antes dejame examinar estas estatuas. No me dan buenas vibraciones".
Motivo: Percepcion
Tirada: 1d20
Resultado: 6(+4)=10
Sombra examina las estatuas rechonchas. Tienen forma de sapos diabólicos con alas y están todas cubiertas por una fina capa de hielo. Están echas de piedra y no hay absolutamente nada que le llame la atención en ellas, a parte de sus grotescas formas y sus horripilantes caras.
El pequeño brujo observa el imponente edificio envuelto por la masa helada, parece como un caparazón que protege la torre.Traga saliva y dirige su atención a la base de la construcción, las estatuas no contribuyen a apaciguar su intranquilidad, se siente desbordado. A Kellom no le da buena espina aquello. Las estatuas parecen extrañamente amenazadoras. El gnomo se siente inquieto. No alcanza a entender cual es el motivo de su perturbación, se concentra en los demonios, tratando de captar magia ya sea féerica u otra naturaleza mágica.
- Tened cuidado con las estatuas - advierte el brujo féerico cuando observa como Sombra se acerca a una de las estatuas - me dan mala espina.
Tirada oculta
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 6(-1)=5
Tirada oculta
Motivo: Arcanos
Tirada: 1d20
Resultado: 20(+10)=30
Tiro Arcanos para ver si percibo magia féerica o arcana en las estatuas.
Clevor observaba la imponente torre elevando la vista, tratando de ver hasta donde llegaba semejante construcción. Poca atención le prestaba a las grotescas estátuas mientras se acercaba a la capa de hielo que cubría la construcción. Con sus armas listas, el guerrero apoyó la punta de su espada y marcó un trazo en la barrera gélida, frunciendo el ceño con desagrado.
Kellom, Sadrik, ¿creen que es posible conjurar una contramagia que nos dé paso hacia la puerta de la torre? exclamó en voz alta, para luego agregar Si vuestro fuego mágico funciona aquí, adelante.
Te concentras para sentir cualquier efecto mágico y cierras los ojos. Al momento, una oleada de energía te golpea súbitamente y te emboza los sentidos. Al abrir los ojos ves cómo todo brilla con una luz intensa, como si estuvieras en medio de una tormenta de luz. Poco a poco se va calmando todo y distingues todas las formas que hay a tu alrededor. La torre brilla con un resplandor azulado al igual que cientos de miles de partículas que hay en suspensión en el aire. Identificas eso como magia feerica. Luego descubres que cuatro de las estatuas brillan con un tono color diferente, más violeta, e identificas el aura como magia arcana.
No te lleva ni dos segundos darte cuenta que esas cuatro estatuas no son estatuas de piedra realmente, sino homúnculos, pequeños constructos creados para proteger lugares, objetos o seres específicos. Obedecen a sus creadores o a aquél que su creador especifique como propietario.
Detalles:
Los homúnculos son inmunes a enfermedades y venenos.
No son especialmente poderosos pero siempre y cuando estén cerca del lugar, objeto o criatura que deben proteger, ganan bonificadores a sus defensas o tiradas de ataque, para así realizar mejor su labor como guardianes.
-¡Quieto Sombra! - grita el gnomo - Las estatuas son homúnculos, seguramente protegen la entrada y atacarán en cuanto intentemos entrar y son muchos.
El joven gnomo se vuelve hacia sus compañeros como buscando refugio. Sintió un cosquilleo por la espalda.
- No creo, amigo Clevor, supongo que tendremos que matar a todas las criaturas para poder entrar, no es magia lo que protege la entrada sino los guardianes y no cejarán en su empeño- responde al warlord con aire meditabundo - ¿Hay alguna posibilidad de encontrar otra entrada?
- Yo no he visto ninguna otra entrada, pero si qioeres puedo lanzar el hechizo de manos ardientes contra los guardianes de la puerta, así entramos en calor.
El enano miraba de uno miembro para otro que indicaba lo acontecido.
Bien, amigo Clevor, solo veo la misma solución que al parecer hay para todo, que Moradin nos proteja, pero es avanzar con el acero, sangre y magia de nuevo para poder entrar. Asi que, estar todos preparados, creo que la mejor acción es ocupador de los guardianes, y luego investigar con mas seguridad la puerta para entrar, no os parece?
El enano espero la aprovacion de su grandiosa idea para avanzar, quizás alguno se le ocurra otra idea menos hiriente.
Clevor escuchó con atención las palabras de sus compañeros, sin la más mínima expresión en su rostro.
Entiendo, la única opción es derrotar estas estátuas que en algún momento cobrarán vida. Posó sus ojos oscuros sobre una de las grotescas obras de arte que se encontraba por el camino que ellos había usado para arribar a la maldita torre. La señaló con su espada, estirando el musculoso brazo en toda su longitud Podríamos empujar aquella y ver si al caer al suelo se despierta, o simplemente quebrarla. Si me ayudas, maese enano, veríamos qué sucede. El guerrero se acercó al lugar señalado, esperando la respuesta de los demás.
Me refiero a la estátua de E22. a ver qué les parece la idea :P
Por supuesto, maese humano, te voy a enseñar la fuerza titanica de los enanos. Una vez mi tia Petunia tumbo a un orco de un manotazo, y fue con la izquierda.
El enano avanzo hasta el humano remangándose las mangas.
Sombra observaba silencioso la escena, con sus manos colocadas en las empuñaduras de su espada y su daga. Sabía que en cualquier momento saltarían las chispas.
Sadrik estaba deseando de empezar a lanzar conjuros otra vez y estaba seguro de que no faltaba mucho para que llegase el momento.
El gnomo retrocedió torciendo el labio en un gesto de desagrado. No le agradaba despertar a esas estatuas pero era obvio que otra elección no tenía. Kellom apretó con fuerza el cetro como si de un talismán se tratara. Bien, si debe ser así, estaré preparado. Respiró hondo y esperó la resolución de la acción de sus compañeros.
Clevor se preparó un momento, calentando los músculos entumecidos por el cortante frío del lugar, especialmente su hombro izquierdo que en los momentos menos oportunos volvía a doler. Era una vieja herida que nunca había sanado del todo y que le traia recuerdos de su adolescencia, de su vieja vida.
Intentando mantener sus armas sujetas, el guerrero apoyó su hombro enfundado en la piel de oso contra la grotesca estátua, esperando que Travok le diera apoyo anunció Vamos, Travok, ahora! en el momento en que sus músculos se tensaron y comenzó a utilizar todo su cuerpo para empujar.
Motivo: Fuerza
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+5)=18
Travok debería hacer una tirada para ayudarme y darme +2
El enano se puso al lado del humano y sumo sus fuerza al esfuerzo.
Motivo: Ayudar
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+4)=16