Partida Rol por web

—¡Vamos que se cocina esta cosa! —grita el enano animando a los demás, y aunque ya ha recibido otro ataque todavía está en pie y sus compañeros aún siguen frescos. Se prepara nuevamente para devolver atenciones blandiendo su hacha para dar en una de las piernas del ogro, procurando que el daño lo haga caer de nuevo.

Pero esta vez falla, aun ardiendo y casi calcinado el ogro es un oponente formidable que esquiva los ataque y mete terror a sus contrincantes. 

A pesar de algunos fallos en los ataques, los aciertos del resto del grupo, unidos a las crecientes llamas que devoran la espalda del titan, y que amenazan con envolverle por completo, hacen que este caiga al suelo con un terrible grito agónico. En el suelo trata de moverse y acabar con el fuego, pero es demasiado tarde, y queda paralizado con un último alarido desgarrador.

El combate ha terminado, mientras las llamas devoran el cuerpo del ogro, podéis ver que de la cueva cada vez salen menos llamas, parece que la madera y objetos inflamables ya se están acabando y el fuego tiende a menguar. Aunque por el momento, no se puede entrar, aun hay fuego y la temperatura tiene que ser como la de un horno.

Aun no son las 8 de la mañana, el cielo se ve cubierto con algunas nubes, la temperatura es suave, la luz del sol ha alejado el frescor de la noche junto con las sombras.

Vuestro turno.

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Finalmente habían acabado con los ogros sin muchos problemas, excepto en valiente enano, se había llevado la peor parte, pero era recio y aguanta aun, además en ningún momento habia sentido miedo, lo cual era admirable, pues incluso él se quedo petrificado al principio, por suerte al final pudo reaccionar y dar el golpe de gracia.

-Podiamos descansar un poco, nos queda un trecho de vuelta, podemos acampar para que Madelina pueda hacer algo con Magni y recuperamos todos- dejo la propuesta en el aire, para ver que opinaban sus compañeros. 

Mientras veía como el ogro caía abatido por nuestros ataques y el fuego, escuché lo que decía Tandas detrás mía. Me giré hacia él incrédula de haber oído lo que había oído. Me dirigí a ayudar al enano.

-"¿Descansar dices? Lo que debemos de hacer es aprovechar el momento y entrar a matar al ogro jefe, que seguro que estará en lo más profundo de esa gruta. Si nos vamos ahora, ya no podremos volver, dado que estarán atentos y vigilantes para la próxima vez." Le dije aún sorprendida por lo dicho por él.

Me acerqué a Magni y oré a mi diosa para que le cerrara las heridas, a la vez que le intentaba vendar lo mejor que podía.

- ¿Este mostrenco no era el jefe? - Dijo Lydon, pálido. 

- Mal que me pese, entonces estoy de acuerdo con la hermana, debemos entrar y, si hay otro ogro, por grande y feo que sea, eliminarlo. - Después de titubear unos segundos, el mediano continuó.- Creo que lo mejor es que entre a escondidas en la cueva, si el jefe no ha salido con este escándalo, es posible que tenga el sueño muy muy pesado. Aunque realmente no creo que haya más monstruos, al menos sabremos si hay indicios de que un tercer bicho anda suelto por la zona.

Viendo que sus palabras habían sido mal interpretadas, se explico -mi recomendación de descansar, es porque, como bien dice Lydon, no creo que haya más ogros, por supuesto si lo hay, no seré yo el que deje un trabajo a medias- cierto era que pensaba que habían terminado con la amenaza, si no, no habria propuesto descansar antes del camino de vuelta, los trabajos de terminaban o ni se empezaban.

Miro al mediano -¿te sientes capaz de escabullirte por las sombras y echar un vistazo? Así nos aseguramos de no dejar nada al azar, en cualquier caso, si sientes el más mínimo atisbo de peligro, corres hacia nosotros como alma que lleva el diablo, sin mirar atras- sabía que el mas sigiloso era el mediano, pero no quería poner el peligro a nadie, claro que necesitaban saber si aun habia algo mas alli dentro. 

​​

Timel respira aliviada quedando un poco rezagada y algo pensativa.

Finalmente cuando sus compañeros comienzan a con ersar la muchacha se adelanta.

-No vi más ningún orco dentro de la cueva. Ahora que me parece a mi que lo que parecía una cueva es en realidad el paso a lo que debió de ser un gran edificio, que en la actualidad está en ruinas, pero del que aún quedan algunas partes en pie. Y gracias a un madrugador rayo de sol que iluminó un poco el espacio se ve lo que parece una enorme puerta, cerrada, pero estoy segura de que da paso a alguna otra parte subterránea de estas ruinas.

Les recuerda.

Luego sube los hombros.

-Como sea adentro no podremos entrar, eso está caliente como un horno, hay que esperar que enfríe. ¿Y en serio quieren ponerse a investigar un subterráneo abandonado?

Yo aconsejaría que pongamos trampas en lo que fue la cueva una vez enfríe por si algo quiere subir o si bajamos y luego tenemos que correr con algo persiguiéndonos.

Se tumba al suelo bajo la sombra de la gran piedra, sin mana no tenía ni la más mínima intención de meterse en ese subterraneo.

-Descansemos por ahora como dice Tandas. 

- Oh, no decía entrar ahora mismo, no quiero convertirme en un mediano asado.- Dijo Lydon. - Pero no creo que tarde demasiado en templar, después de todo, no es que hayamos inundado la cueva en fuego griego. Pero desde luego, no me iría de vuelta a la aldea sin haber echado un buen vistazo. No hace falta entrar en el subterráneo, tampoco creo que estemos para mucho más jaleo, pero tengo curiosidad. 

Y dicho eso, Lydon se recostó contra la gran roca de la entrada, dispuesto a comer algo, El olor de ogro asado le había despertado el apetito, aunque no lo reconocería ante sus compañeros. Así que sacó de su mochila algo de pan, queso y salchichón y tras ofrecer a los demás, empezó a engullir alegremente.

No tardaron los valientes aventureros en decidir que no podían irse de allí sin saber si había alguna otra amenaza. Pero de momento no era mucho lo que podían hacer, la cueva seguía ardiendo, y aunque el fuego iba a menos, pasarían horas antes de que se pudiese entrar en ella.

Timel recordó haber visto una enorme puerta, que seguro conducía hacia algún lugar en las profundidades de aquella montaña. Madelina atendió a Magni, y este pronto se sitió mucho mejor de sus heridas. Tenía unos buenos hematomas como recordatorio de la inmensa fuerza de un ogro adulto. Y Lydon se ofreció para entrar e investigar el lugar, cuando fuese posible.

Tras descansar un rato, investigan la cima de la colina, y en ella encuentran algunas ruinas de tiempos remotos. Los pocos restos que aun quedan, no parecen típicos de humanos, medianos, enanos o elfos. Es una arquitectura muy primitiva y megalítica que bien pudiese estar relacionada con algunas leyendas de los ogros que venían de la más remota antigüedad. Esto os hace recordar algunas palabras de la anciana orca, la sanadora que estaba muriendo en el poblado orco. Os hablo de un gran y antiguo mal, un poder que había condenado a su pueblo. Les atrajo con promesas de poder y riquezas, pero habían encontrado la locura y la muerte. Es posible que haya un ogro de los tiempos oscuros, que este reclamando esta región. Si eso fuese cierto, es posible que estéis cerca de encontraros con uno de los antiguos señores del caos. Y eso podría ser muy peligroso. Tan solo las antiguas leyendas hablan de ellos, y es poco lo que podéis saber. Eran seres muy poderosos, capaces de alzar y manejar enormes ejércitos, reuniendo bajo su mando a diferentes razas, a las que imponían su voluntad. 

Ya cae la tarde, cuando pensáis que podría ser seguro entrar en la cueva (la temperatura aunque alta será tolerable, y no hay tanto humo como para no poder respirar). 

Sobre las 8 de la tarde, cielo con algunas nubes, pero sin precipitaciones, temperaturas suaves que comienzan a descender.

Vuestro turno.

Tras la victoria y los cuidados de su compañera, Magni empieza a retomar fuerzas. Todo había salido bastante bien, aunque los compañeros por momentos sintieron algo de terror por aquella bestia que ardía, gracias a las habilidades de la elfa  que logró empapar todo con el combustible suficiente para debilitar al ogro y hacer el trabajo más fácil. 

—Gracias hermana —agradece el enano a la religiosa que ahora resultaba una guerrera de respeto también— sus plegarias y cuidados hacen más fácil este duro trabajo. 

Y luego opina sobre el paso a seguir:

—El bueno de Lydon puede vigilar cerca de la entrada mientras esperamos a que la temperatura de la cueva sea tolerable para revisar en su interior y verificar que no haya más peligros que amenacen a la gente de Farton. Considero 

Escuché a los demás y al final decidimos descansar algunas horas, hasta que el calor de la cueva remitiera. No nos iríamos hasta echar un vistazo, no podíamos dejar el trabajo a medias. Mientras que los demás descansaban, eché un vistazo por los alrededores, pero sin alejarme mucho. El sitio parecía antiguo, muy antiguo, y sus ruinas no eran de raza conocida. Pensativa, me volví junto a los demás cuando la tarde avanzó y la noche avanzaba con premura.

-"Este sitio es muy antiguo. Puede que el mal que azota la región se halle dentro, tras la puerta que Timel dice haber en la cueva. Si es así, mi deber es acabar con él a toda costa... y no cejaré en hacerlo." Les dije seriamente a los demás.

Embracé el escudo con la mano izquierda y enarbolé la maza con la derecha. Miré a los demás y les hice una seña con la cabeza para indicarles que mi intención era entrar, con ellos o sin ellos. Mi diosa clamaba liberar el mundo de un mal tan grotesco, y eso iba a hacer con todo mi empeño.

—El bueno de Lydon puede vigilar cerca de la entrada mientras esperamos a que la temperatura de la cueva sea tolerable para revisar en su interior y verificar que no haya más peligros que amenacen a la gente de Farton.

- No puedo estar más de acuerdo, maese enano. Sin embargo, no estoy muy convencido de que el plan de Madelina de entrar en el cubil de un gran mal capaz de dominar a los ogros, lobos, orcos y demás monstruos varios con la maza por delante sea muy bueno. Si solo un ogro ardiendo ha sido capaz de ponernos en jaque, ¿Qué hará ese antiguo gran mal? - Lydon permaneció pensativo un segundo. - Es más prudente dar aviso a aventureros más experimentados para que se encarguen, en vez de meternos ahí sin dar voz de aviso. Además, me da la impresión de que Timel está agotada.

-Impresión acertadisima mi buen mediano.

Responde Timel alborotando el pelo de Lydon, durante el descanso junto a la piedra zampando pan con queso y salchichones que tan previsoramente había dispuesto el mediado, la elfa se las había ingeniado para transferir otro poquito más de maná a sus reservas. Al menos ya sentía que un hechizo en consecuencia podía realizar en caso que se vieran sorprendidos por algún enemigo, claro, todo esto a sacrificio de vitalidad. Así que ciertamente estaba cansadita.

-Y doble acierto con lo demás. Si bien creo como Madelina que todo esto de ruinas, la leyenda de las que nos habló aquella vieja orca y aquel asunto del monolito de poder que aparecía en el otro bosque. Todo esto para mí huele a que fue una muy vieja civilización que de alguna forma tuvo poder y atrajo maldiciones u otros sedientos de ese poder.

Y si la cosa está tan gruesa como creemos esto es asunto para paladines y todo un batallón de clerigos. A los cuales sin duda te podrás unir llegado el momento hermana Madelina. 

Que sí podríamos asomarnos a ver qué hay allá abajo, pero definitivamente no tenemos peso ni preparación para enfrentarlo.

La elfa continuó royendo un pedazo de pan lamentando que entre las raciones del mediano no hubiera algo de vino que seguramente vendría ideal con los quesos y salchichones.

Serio, como pocas veces, miraba al infinito, al horizonte, sin ningún punto fijo -es una locura- miro a Madelina -no te reconozco, tu, precisamente tu deberías velar por la seguridad del grupo y no ir a ciegas, hacia un peligro del que no sabemos nada- no queria parecer borde, ni seco, pero no iba a consentir que por fanatismo pusiese a todos en grave peligro -entiendo que quieras, por tus creencias, librar a todo el mundo del mal, pero no eres la única clérigo, los demás no tenemos tus convicciones y sola no puedes ir- esperaba que la clérigo, recuperase la cordura que tan rápido había perdido -por suerte, nuestros planes contra estos formidables ogros, salieron bien, pero ir a por algo que no sabemos, sin plan... A pelo, no-​​​​ no pensaba dejar a nadie mas en ei camino.

Se sento como los demas, sonrio al mediano y la elfa, pero no probo bocado, a pesar dw todo, se veian alegres. 

Son muchas horas las que habéis tenido para pensar en todo lo que os ha ocurrido desde que hace ya unos días, en realidad poco más de una semana, aunque os parece toda una vida, llegasteis a Farton. 

Primero la lucha en el puerto contra los lobos, luego el terrible bosque de las arañas, de donde casi no lográis salir. Y luego tras un descanso para recuperaros de las heridas y el veneno de las arañas, el bosque de los orcos. Allí perdisteis a uno de vuestros compañeros. Y os dijeron que algo antiguo y poderoso estaba reclamando estas tierras. Fuisteis testigos de la destrucción de un clan orco y una gran manada de lobos. 

Y por último, en la colina más alta de la zona más profunda del bosque, unas ruinas que podrían tener miles de años, ser vestigios de otros tiempos. Habéis acabado con dos ogros, uno de ellos ya adulto.

Pero podría ser que no muy lejos se encuentre una leyenda, un señor de la oscuridad. Cosas procedentes de los tiempos de leyendas, en las que se cuenta como algunos ogros eran como dioses oscuros. Señores del caos que libraron una guerra terrible, en la que se suponía que el Caos había sido destruido, o al menos desterrado. Pero hace mucho tiempo que se escribieron esas historias. Y no podéis dejar de pensar que las historias las escriben los vencedores, contando su versión, la historia, ni la de los lugares más importantes y conocidos, es tal como os ha  llegado. Sabéis de los muchos cambios que se han hecho para favorecer a los vencedores, a los gobernantes.  Pero de los tiempos remotos, de las leyendas, de eso quien sabe que es cierto o que fantasía. 

Varios miembros del grupo no ven sensato acercarse a uno de estos seres. No esta claro que es lo que os podéis encontrar, pero es muy posible que os supere. Si en esta colina hay un ser legendario, tal vez sea el momento de dar aviso, aunque también es cierto que de momento, no sabéis si es así, hasta ahora no le habéis visto. 

Anocheciendo, temperaturas suaves a frescas. Sobre las 9 de la noche.

Vuestro turno.

Ya descansado y con la moral alta por la reciente victoria el joven enano decide que será mejor evitar entrar por el momento en la caverna. Si lo que los otros sospechaban era cierto sus armas y habilidades podrían hacer poco contra el poder que se supone se encontraba en aquellas antiguas estancias.

—En vista de que no aparecen más ogros lo más probable es que no hayan más y eso es bueno para gente de Farton. Volvamos al pueblo —sigue diciendo Magni a sus compañeros— para avisar de lo que hemos hecho hoy y preparémonos para volver cuando se tenga más información sobre ese antiguo poder, pero no sin antes Timel y yo podemos dar un vistazo final al interior para intentar sacar algo en claro. 

—¿Qué les parece? —finaliza con una pregunta el guerrero.

Escuché a todos, pero sobre todo a Tandas. Los tenía mucho aprecio después de todo lo vivido, pero mi dedicación a mi diosa era lo primero en mi vida y seguía sus designios al pie de la letra. Ella me había hablado y me había conminado a acabar con ese antiguo mal que moraba en estos lares. Como fiel devota, haría caso a sus designios, aunque eso significara dejar atrás a mis amigos. Miré a cada uno de ellos y les sonreí tristemente.

-"Entiendo perfectamente vuestras reticencias a entrar y enfrentarse al mal que habita allí dentro, pero yo no puedo desoír la voz de mi interior que me indica claramente lo que debo de hacer. No espero que lo entendáis, ya que la unión espiritual es algo extraño para vosotros, así que creo que aquí se pueden separar nuestros caminos. No esperaré a que otros aventureros quieran venir para hacer frente a este mal y traicionar el amor de mi diosa, lo siento. Voy a entrar, sea sola o acompañada. Ha sido un gran placer conoceros y correr aventuras juntos, nunca os olvidaré." Dije apesadumbrada y con el corazón roto por la pena.

Di media vuelta, cogí mis cosas, embracé el escudo y la maza, y me preparé para entrar en la cueva. No miré atrás, dado que no quería que vieran mi apenado rostro. Caminé erguida, con confianza, hacia mi destino...

Se levanto raudo y alcanzando a Madelina puso una mano en su hombro, para que parase -estas mas loca de lo que yo creía, si crees que te dejaré internarse alli sola, no creo en ningún dios y menos los que te mandan a una muerte tan alegremente, pero si creo en ti y si tu vas, uo también, dudo que sola puedas cumplir nada- la miro y abrazo -pero cuando esto termine, tendré unas palabras con tu diosa- dijo como siempre, bromeando.

Miro a los demás y sonrió, era una sonrisa un tanto forzada, sabia que seguramente no se volverían a ver -tu tendras que cuidar de los lobeznos, será buenos compañeros, no lo dudes- le guiño un ojo al mediano -y vosotros dos, bebed a nuestra salud- y mirando a Timel le dijo sin pronunciar palabra, solo moviendo los labios "Tenna rato, namarie". 

Tras un pequeño rato de dialogo, parece que son varios los aventureros que quieren continuar. Tal vez no han sido capaces de comprender la naturaleza de lo que podrían encontrar, o simplemente no le temen a nada.

Lydon y Timel están pensativos, no terminan de ver claro como proceder, son un buen grupo de aventureros, pero de ahí, a enfrentarse a un Dios, tal vez es querer ir demasiado lejos. 

Mientras ambos quedan pensativos, el resto entran al interior de la cueva. 

La noche ha caído sobre la colina, temperaturas frescas, sobre las 21:15 horas.

Vuestro turno. 

Con ayuda de antorchas entráis en la cueva, aun hace mucho calor, pero es posible soportarlo sin que tenga un efecto negativo sobre vuestros cuerpos. Las paredes y la mayoría de las estructuras son de roca y apenas han sido dañadas. Pero todas las cosas de madera, como algunos muebles, enormes camas, estanterías, mesas, sillas, etc. han sido reducidos a cenizas. 

No os cuesta descubrir una enorme puerta, esta apenas ha resultado manchada por las llamas, aun menos que el resto de la estancia, que ya al estar dentro podéis ver que formaba parte de algún gran edifico, de enorme e incalculable antigüedad. Al acercaros a la puerta veis que hay extrañas runas que recorren su pulida superficie. Y lo que parece el dibujo de un enorme ser que se alza sobre un mundo al que cubre con su gigantesca sombra. Por lo poco que podéis entender, y la interpretación del dibujo y de algunos símbolos, podéis deducir que esto parece ser parte de la leyenda de Tolgruk Señor de la oscuridad y del engaño, uno de los dioses de los tiempos antiguos (Un ser más antiguo que la diosa de Madeline, y probablemente más poderoso). 

La puerta, la estancia o quien sabe si alguna otra cosa, parece ser consciente de vuestra presencia, y se abre poco a poco, como invitándoos a pasar, a meteros en la oscuridad. Al otro lado unas escaleras se internan en la noche perpetua del interior de la montaña.  

Vuestro turno.