Partida Rol por web

Franklyn con ayuda de Mike y asistencia de algunos monjes logra cerrar la puerta secreta y finalmente entre todos ellos comienzan a reforzar la pared falsa apilando en contra pesadas losas de tumbas y otros adornos pesados. Mientras tanto las aguas distan de calmarse…

-Si está dispuesto a cooperar en la defensa de esta sala con sus hombres entonces ellos dos deberán ir a la retaguardia. Es la única condición para que permanezcan aquí. Mi misión es sagrada y existe por encima de todos ustedes. – advierte el monje en jefe al señalar a Billy y sus bramidos de perro rabioso como a Boris y su réplica.

Si bien Walter dedica una parte de su tiempo en atender a todos los heridos posibles aun están pacientes por tratar, solo que el tiempo no le alcanzará para tanto.

Brannagh es quien termina con todas las discusiones al dar la alarma, luego de estar un buen rato con la oreja pegada a la puerta secreta. Creyó escuchar voces inteligibles del otro lado.

De repente la sala de criptas se antoja un poco asfixiante, como si fuera el último sitio a contemplar en vida. Una sala dedicada a los muertos…

Frank apenas acaba de recuperar el resuello después de cerrar la pesada puerta que daba acceso a la cámara cuando se dirige a al resto de sus compañeros y a los monjes. 

-A ver, a ver...chicos, estamos en su casa. Por favor, hacedme el favor y dejad de discutir con ellos. Si quieren que estemos en la retaguardia, pues en la retaguardia estaremos. Está claro que no van a cambiar de opinión y matarnos entre nosotros no es una opción. Así que...y esto también va por ustedes, señores monjes, a ver si unimos esfuerzos para defender este lugar porque necesitaremos eso y mucho más para vencer a lo que viene ahí detrás, se lo aseguro. Sobre todo teniendo en cuenta que estamos ya escasos de balas. Medio cargador me queda a mí. Así que luchen hasta el final y si conocen alguna oración, récenla con devoción.

Entonces... ¿ahora ese tipo es el que está al mando? Ja... pues estamos listos - dije, señalando al monje de hierro con el que estaba teniendo el enfrentamiento. Y es que era difícil olvidar que hacía escasos minutos él y sus "compinches" nos había prohibido ir a auxiliar a nuestros hermanos en la batalla. Venid a morir por mi, pero según mis reglas... ese debía ser su lema. 

Eché un escupitinajo al suelo, sin ser plenamente consciente de cometer un acto irrespetuoso, lo cual no era mi intención.

¿Ahora qué, pater? ¿Dejamos los tiros y les pedimos, amablemente, que abandonen este lugar sagrado? Me cago en mi padre... - añadí, dándome la vuelta y encaminandome hacia la salida de la cripta, donde habíamos establecido el puesto defensivo.

Así sea, les esperaré en la cuarta base, menos mal que hay buena visión desde ahí... esto de combatir con una mano atada a la espalda es... joder... ¡¿no lo veis?!

Por cierto, pater, le recomiendo que usted y sus hermanos vayan a la sala de las reliquias y metan todo lo que les importe en el tramo entre las dos puertas secretas, y luego las sellen, porque esos nephilims no tardarán en llegar... y entonces se darán cuenta de su error y de que nosotros no somos el enemigo.

-Hermano. Ellos hicieron lo posible por salvar nuestra vida y ceñirnos al plan. Ofrecer resistencia punto a punto, hasta el final. No hubo tiempo de coordinarnos, y nunca quisieron poner en peligro su misión. Estamos en el mismo barco y esos demonios no harán distinciones entre ustedes y nosotros. No permitiré que actos en el calor del combate mermen nuestra capacidad de combate. Lucharemos todos -afirma tratando de ser inapelable (*)- ¿Cómo va a disponer sus hombres? -pregunta el doctor, mirando el equipo que portan los monjes de hierro (**)

Mientras apura los remiendos, pregunta en voz baja si alguien tiene un arma de sobra y recarga su pistola (***).

Walter continúa su trabajo, tratando de sanar a los monjes que puedan apoyar en el inminente combate; al primer signo de ataque -ruidos-, retrocede hasta el punto cuatro, buscando un lugar desde donde disparar y cubrirse.

.-Como quiera.-no respondí más a pesar de las ganas que tenía pero no era necesario:-Dejalo Billy. Estoy cansado.-añadí a continuación y descolgué el fusil para apoyarlo encima de los sacos de arena que conformaban el parapeto des del que haríamos una posición defensiva, tal y como habíamos establecido antes de que empezara esta fiesta. 

.-Ahora mismo necesito que te concentres en lo que vaya a atravesar esa puerta. Todavía me queda un disparo en el bazooka pero no estoy muy seguro de que este lugar resistiera la explosión. Sé que haría mucho daño al enemigo pero puede que nos mate a todos en el proceso.-comenté al darme cuenta de que a pesar de llevarlo encima como un contrapeso, no me acordaba de que estaba ahí. 

Steve negó con la  a esa cuando escucho a unos y otros, estaba claro que todo se trataba de un desafortunado malentendido y que desde luego aquello solo ayudaba a los que estaban apunto de reventar la puerta.

Halcón avanzó por la sala revisando los distintos sarcófagos y resquicios.

- Este sitio tiene buenas posibilidades parar hacer una pila de cadáveres, necesito un disparo limpio contra el Zepon pero sera dificil mientras esté protegido por esas criaturas.  Si me escondo en una de estas tumbas puedo ganarles la espalda y conseguir un buen blanco, solo habrá una oportunidad antes de que me abatan pero no quedan ya más salas que la propia cruz.

El especialista revisaba las tumbas viendo el mejor lugar para esconderse.

Sin dar mucha importancia a los comentarios de Billy y Boris el líder de los sacerdotes guerreros da las explicaciones a Walter y a sus compañeros.

-Como diga. Lucharemos juntos en esta y luego informaremos del tema con el supremo- responde al doc para dar un cierre a lo sucedido.

-Nosotros nos ubicaremos en ambos laterales y utilizaremos las ballestas en un primer ataque para luego usar nuestras espadas y lanzas dejando el centro libre para ustedes y sus armas de pólvora.-

-Nuestra defensa con lanzas los detendrá como tantas veces se hizo en todos estos siglos. Ningún demonio de esos jamás ha salido de aquí con vida. – afirma victorioso de antemano.

Las voces se tornan claramente audibles del otro lado de la pared falsa y luego el asedio comienza, con la intención de romper la puerta secreta y seguir avanzando. Son como tiburones siguiendo el rastro de sangre; y precisamente la cercanía a la Vera Crux es algo que perciben con claridad.

Eventualmente la pared es destruida por una carga controlada de explosivos pero su ingreso se ve ralentizado por los escombros y losas apiladas del lado interior de la sala de la cripta. De esta manera los defensores tienen la oportunidad de abrir fuego a los Nephilims que van ingresando poco a poco a la sala de la cripta.

Hasta el momento Zephon no se ha hecho presente, posiblemente dirigiendo todo desde la retaguardia en esta ocasión y que luego de toparse con todas las trampas ha decidido ser mas cauto.

Hastiado de las discusiones, casi agradecí la llegada de los nephilims. Y eso que el sordo retumbar de los golpes sobre la pared que hacía las veces de puerta ponían los pelos como escarpias. Pero no me dejé dominar por el miedo, no, no esta vez. Total, al final estuve a punto de caer bajo los golpes de esos fanáticos monjes de hierro... con las hordas de Zephon al menos no tenía que estar mirando a mi espalda.

Se hizo un pequeño silencio... o habían desistido o estaban preparando un golpe maestro...

Le lancé el fusil que llevaba a la espalda a Walter, junto con un par de cargadores, e iba a explicarle algo sobre su uso, pese a que sabía a ciencia cierta que sabría apañárselas cuando...

¡¡¡Boooommm!!!

Una explosión, no excesivamente potente, echó abajo la magnífica puerta "secreta" cuya protección por parte de los monjes casi nos cuesta la vida a Boris y a mi. Comenzaron a entrar soldados demoníacos... alcé la carabina y abrí fuego.

Mike se mantuvo al margen durante las protestas de sus compañeros. No el gustaba la actitud del monje pero no discutiría con él si preferia mantenerse en primera línea. En todo caso no quiso echar mas leña al fuego por lo que no intervin.

Se limitó a concentrarse en la puerta, en lo que se acercaba puesto que tenían al enemigo encima.

-Si alguien quiere munición aún me quedan bastantes cargadores.- Informó.

Despues de su comentario hubo una explosión, aunque los cascotes los estaban retrasando ya se les veía, Mike no dudo un segundo y comenzó a disparar.

Con los roles claros, nos distribuimos por la cripta a esperar a que llegara el enemigo. Y lo hizo anunciándose por todo lo alto, con una carga explosiva que revienta la puerta falsa pero hace que el enemigo avance lento por los escombros acumulados a su paso. Eso nos da una oportunidad perfecta para abatir a unos cuantos antes de que el grueso del enemigo ingrese. 

En cuanto empieza a aposentarse el polvo tras la explosión y veo la primera cabeza enemiga, abro fuego sobre ella. Seguido de otro disparo al que sigue y otro más. Hay que ahorrar la munición lo máximo que se pueda aún me quedaban un par de balas en ese cargador pero desabroché el botón del portacargador para hacer el cambio lo más rápido posible. 

No hubo tiempo para más cuando aun no habían terminado la disputa y la preparación las fuertes sacudidas en el acceso dieron rompieron por completo la oscura atmósfera, la hora de la verdad había llegado más pronto que tarde tan solo un último pasillo quedaba hasta la sagrada cruz, el tiempo se acababa y sus opciones cada vez eran menos.

Steve se apresuró al escuchar los golpes a tomar una posición oculta, se introdujo en uno de los sarcófagos sin hacer ruido y donde pudiera pasar desapercibido ante la vanguardia enemiga, necesitaba un tiro limpio y nada mejor para ello que ganar la retaguardia al enemigo.

Sus compañeros defendían la posición, lo harían mientras pudieran, hasta tener que ceder la posición y refugiarse en la última sala junto a la cruz.

El francotirador trago saliva al estar tumbado mientras escuchaba el rugir de la batalla, un pensamiento paso por su mente y era que quizá aquel sarcófago era la tumba que el destino había elegido para él.

-Gracias, Blachowicz -dice Walter tras coger el fusil que le entrega el mecánico. Guarda su pistola y sopesa el arma, es pesada, más de lo que acostumbra. Acomoda la culata en el hombro, probando.

Los golpes se suceden, la falsa pared tiembla, la argamasa salta en nubecillas. Queda poco tiempo. Los monjes olvidan las rencillas anteriores, quizás por las palabras del doctor, quizás por lo inminente del combate y forman ante la entrada.

Y ¡boooom!

¡La han volado! piensa el doctor, arrodillado al fondo de la cripta, tras unos sarcófagos. Apoya el rifle, respira hondo y se prepara (*) 

Comienza la batalla. Quizás la última que libren, la culminación de los acontecimientos extraordinarios que los han llevado hasta aquí: una batalla entre ángeles y demonios, mientras en la superficie se libra la guerra para liberar Europa de las manos de un loco. No puede evitar pensar en las similitudes mientras abre fuego.

Franklyn aceptó algún cargado si alguien tenía uno de sobra y se dispuso sin más a contener la acometida del enemigo. 

Era por fin el momento que sabía que llegaría. La hora de la verdad, la antesala del mismísimo apocalipsis que esperaba que pudieran evitar. Mentalmente rezaba toda cuanta letanía recordaba, pidiendo a Dios un milagro, pues lo iban a necesitar. 

Entonces, se desató el infierno. 

Las armas de los soldados comenzaron a disparar contra lo que quedaba de la horda de Zephon, que aunque parecía mermada, contaba aún con suficientes efectivos para hacérselo pasar mal. Sin embargo, Franklyn sabía que su objetivo debería ser Zephon así que administró las balas con cautela. 

El boquete es lo suficientemente ancho para que los demonios ingresen en grupos reducidos de cinco individuos. Estos hubieran devuelto el fuego de no ser sorprendidos por un nutrido grupo de defensores que de inmediato les disparan.

La lluvia de balas y virotes es tal que estos nada pueden hacer en su defensa y finalmente caen abatidos por los defensores. En la primera oleada los soldados y monjes han salido ganando.

Ahora es cuando los nephilims se apuran en ingresar al trabajar sobre el ensanche del boquete mientras otros tantos siguen entrando a la sala de la cripta.

¿Por cuánto tiempo el “cuello de botella” seguirá funcionando para los defensores?