Partida Rol por web

Es difícil saber si en esa trinchera, o en el recodo siguiente, hay alguien o algo aguardando…

Demasiada silencio, a pesar del ruido de sus botas contra la milenaria piedra. Walter va aminorando la carrera tratando de penetrar la negrura que aguarda más adelante. Con el Geweher.43 al hombro, desenfunda su M1911 (*).

No es el único que siente algo extraño. Blachowicz, ya asentado en la trinchera, arroja su mechero hacia la oscuridad.

Walter no llega a atravesar la trinchera, expectante. Su estómago tenso, agarrotado.

Tras u os segundos la astilla pareció ejercer algún tipo de efecto sobre el pues sin duda trataba de llegar hasta el punto de la herida,momento en el que Marcus aprovechó  para desarmar al demonio despojandolo de la espada sagrada.

Steve tenía el dedo en el gatillo y estaba apunto de disparar pero las palabras del legionario le hicieron cambiar de su olan, su lanza también una reliquia quedó a su alcance y fuero  las últimas palabras del que tanto tiempo había esperado para redimirse... quizá tan solo un arma sagrada podría herir al demonio o quizá no, pero Marcus le había mostrado el camino en el último suspiro de vida.

El francotirador emergió de su escondite cuando sus compañeros ya corrían lejos hacia la sala de la cruz, recogiendo todo el valor que pudo encontrar tomo la lanza que había atravesado a Jesucristo y sin si quiera pensarlo se abalanzó sobre las tinieblas con toda la fuerza que pudo.

Franklyn y dos de sus compañeros llegan casi sin aliento a la improvisada trinchera compuesta de sacos terrenos y ladrillos. Con los escasos segundos disponibles Boris y Frank apuntan en dirección a los Nephilims que los persiguen para abrir fuego en cuanto Walter llegue. Aunque este último desconfiando de la falta de iluminación aminora la marcha en el tramo final.

Billy en cambio utiliza su encendedor de benzina para dar un pequeño instante de luz en el camino que tiene enfrente y el recodo inmediato.

Por fortuna para él y sus compañeros allí no hay nada. Absolutamente nadie a la espera ni al acecho. Tan solo el pasillo se pierde en la distancia que algunos metros más adelante las lámparas encendidas continúa iluminando como siempre el camino a la sala de la vera cruz.

Del otro lado la situación se complica cuando los demonios abren fuego sobre el doctor y este es herido seriamente a pocos metros de la improvisada barricada. El impacto lo derriba aunque el neoyorkino puede levantarse y continuar.

Steve cargó contra el ángel caído con todas sus fuerzas y su oponente no lo vio venir hasta que fue demasiado tarde. Golpear a Zephon con la lanza sagrada fue equivalente a intentar derribar una pared con el propio cuerpo.

El impacto fue brutal, tan fuerte que envió a “Halcón” un par de metros hacia atrás.  Rayos y centellas llenaron la sala de la cripta y el ensordecedor sonido de un poderoso trueno le dejo un silbido en sus tímpanos por algunos segundos.

Zephon había sido herido de muerte, con la lanza de Longinus atravesando su cuerpo y este desprendiendo destellos y descargas eléctricas. El maldito moribundo se apoya en una tumba para no caer, y sin fuerzas observa a su atacante.

-…todo a mi alcance…Él habría rogado por mi perdón…- se lamenta y sus intentos por quitarse la lanza son inútiles.

-…y tú, hombre de arcilla, me has negado mi destino… - finaliza con su mirada iracunda hacia Steve.

Por el suceso los enemigos quedan aturdidos y debilitados. Tienen un turno completo libre.

De repente el sonido de un poderoso trueno llega hasta los soldados desde la sala de la cripta al igual que un enérgico resplandor ilumina todo por un instante.

Descargas eléctricas alcanzan a los Nephilims desde la sala de la cripta, aturdiendo a los malditos y provocándoles algún tipo de dolor al punto de detener su ataque.

No sé qué había sucedido en la cripta, pero esos relámpagos que habían atacado a los nephilim nos iban a venir de perlas para poder seguir reduciendo su número:-Venga Walter, mueve ese culo neoyorquino hasta aquí Ya!!!!-le dije mientras disparaba hacia los demonios y ofreciéndole cobertura para que avanzara. 

-Venga Walter, mueve ese culo neoyorquino hasta aquí Ya!!!!

El doctor trastabilla y avanza los pocos pasos que restan hasta el puesto de tiro, cruza, se apoya en con la espalda en la fría piedra y se deja caer rígidamente.

-Estoy bien -masculla entre dientes- ocupaos de lo que viene.

Mientras Yakovlevich abre fuego, Walter se palpa el costado, ya manchado de sangre. La bala le ha atravesado limpiamente, con atención y tiempo sabe que se repondrá, aunque quizás ya no quede nada de eso último. Estoy entrando en shock, piensa al sentir el sudor corriendo por su espalda y notar los temblores de sus manos.

Hurga en sus bolsillos buscando un estimulante, se lo inyecta. Luego comienza a practicarse un vendaje fuerte (*).

-Debemos llegar al siguiente puesto -añade cuando siente que el estimulante comienza a hacer efecto-. Allí tendremos más apoyo.

Estoy de acuerdo, doc - dije, a modo de confirmación para lo dicho por Walter. Quedarnos aquí... bueno... joder... ¿por qué no aprovechar lo que demonios quiera haber pasado ahí atrás para que se hayan retrasado esos cabrones?

Si llegamos a la sexta base, bueno, ahí aguantaremos todo lo que se pueda para que algún buen samaritano active las cargas. Si no podemos defender ese puesto, que no lleguen a la Veracruz, eso es importante. Tenemos que tenerlo claro, es preferible hundir toda esta estructura.

Venga, chicos, vamos. 

Y fue así como el destino quiso que Steve fuera el instrumento de Dios, arrojado por la fuerza del que no tiene nada que perder Sanders emergió de su letargo para clavar la sagrada arma en el demonio hiriendole de muerte.

Una fuerza lanzó al especialista como resultado del mortífero golpe, al levantarse comprendió que el Zephon está herido de muerte a merced de la voluntad de los hombres que había querido aniquilar, viéndolo allí indefenso Steve comprendió que debía acabar lo que había empezado, tomó la sagrada espada que el demonio había robado y acercándose mientras hacía la señal de la cruz con el filo asestó un tajo en su garganta para dar fin a su existencia.

La espada celestial, el arma del todopodero, es una reliquia sagrada prohibida para los mortales. Es un objeto que solo puede ser empuñado por los seres divinos. Sin embargo Steve por única vez, y sin saberlo, coge la espada de gran tamaño con la finalidad de acabar de una vez por todas con la amenaza del último Grigori, del último ángel caído.

Y gracias a la astilla de la vera cruz es posible para el hombre empuñar el arma y con ella enviar al mas allá a su oponente.

-¡Nooooooo! ¡Arggghhhhhh!...! exclama Zephon antes de morir y ser convertido en piedra para toda la eternidad. Una luz segadora emana de la espada celestial a continuación, quemando la mano de Steve y obligando a este a soltar la espada.

La ráfaga de luz invade todo y viaja como un torrente por doquier.

Luego de eso el silencio regresa a las catacumbas ancestrales... dejando a Halcon como unico superviviente en la sala de las criptas.

Los disparos de Boris derriban a dos nephilims que aun estaban aturdidos y el resto se prepara para retroceder hacia el sitio final de defensa. A la sala de la vera cruz…

Una vez que llegaran allí no tendrían más opción que plantear la decisión de derribar toda la estructura y con ello sepultar la cruz por siempre a costa del sacrificio de todos los presentes. Era el plan sin retorno en caso que el mal fuera a triunfar.

Entonces el resto de los demonios uniformados reanuda su avance. Disparando contra los defensores y preparando sus granadas para acabar de una vez por todas con los americanos.

Solo que otro relámpago, seguido de un alarido gutural aturde a todo el mundo. Acto seguido una luz cegadora proveniente de la sala de las criptas lo invade todo. Purificando a su paso cada átomo corrupto.

-¡Nooooooooooo……! – aúllan los nephilims al ver la luz celestial que los consumía irreversiblemente.

Luego el suelo tembló y el silencio regreso nuevamente a las catacumbas.

Delante de los soldados solo había restos. Huesos humeantes de aquellos que una vez habían sido los nephilims, los descendientes de los ángeles caídos. Los enemigos del cielo…

Primero el ensordecedor ruido de un trueno, luego un alarido que le hiela por dentro y finalmente, Frank ve como la luz cegadora que sale de algún lado que no pudo identificar lo rodea por completo. Todo se vuelve confuso. Apenas puede percibir como los invasores son reducidos a cenizas cuando la luz los alcanza. Pronto la luz desaparece de forma tan súbita como llegó dejando tras de sí una calma total y absoluta. Tan solo un puñado de soldados americanos quedaban allí estupefactos sin acabar de entender lo que estaba pasando.

La única explicación es que se tratase de una intervención divina.

Franklyn cayó de rodillas y se puso a rezar.

Walter es zarandeado de un lado a otro por el relámpago y el atronador alarido y tiene que apoyarse en el muro para no caer. Aturdido y cegado por el resplandor se lleva la mano al reciente vendaje, dolorido por el impacto contra la pared. Respira fatigosamente y permanece apoyado mientras va recuperando lentamente la visión y trata de sobreponerse al zumbido que atrona sus oídos.

Lo primero que oye son las palabras de Lieber:

-...mas líbranos del mal. Amén.

¿Era eso realmente lo que había ocurrido?

Parpadea varias veces, todavía inseguro de lo que ha ocurrido, pero cansado, muy cansado.

Lentamente, se deja resbalar por la pared hasta quedar sentado en el suelo, casi sin fuerzas.

tuve que hacer un esfuerzo y protegerme los ojos frente al resplandor que inundó el pasillo de la cripta. Tuve que forzar la vista y pude ver qué los demonios se habían prácticamente desvanecido y sólo quedaban cenizas:-Pero qué narices.....?-llegué a preguntar totalmente incrédulo y sin saber qué había ocurrido. Me giré para ver cómo estaban mis compañeros y tanto Frank como Walter estaban rezando:-Dejad eso para luego. No veo a Zephon y eso no me gusta.-dije y volví a centrar mi atención en el pasillo, esperando a que apareciera el maldito demonio para vaciarle lo que quedaba de cargador.