Partida Rol por web

Mike se preguntaba si tendrían tiempo de hacer todo lo que sus compañeros proponían. Mover las reliquias, colocar cargas...

-No podemos esperar a vencerlos cuando lleguen a las catacumbas, eso sería nuestra última oportunidad llegado el caso. Tenemos que intentar acabar con ellos mucho antes. Además, si realmente son sensibles al hierro como dices ¿por qué no le ametrallamos los brazos para que no pueda blandir esa espada, no debería ser tan difícil y contamos con suficiente potencia de fuego?-

Mike quería ser mas expeditivo, ir directos a por el jefe pero desconocía con cuantos secuaces contaría. Si la horda era muy amplia las ametralladoras podrían quedar sin munición antes de poder destrozar los miembros de Zephon.

-Si no son conscientes de que nuestro fuego es letal para ellos lo mejor sería esperar a que se acercaran lo suficiente para no errar ningún tiro y así aprovechar al máximo el efecto sorpresa.- Concluyó.

-Vale, vale...hagámoslo y que sea lo que Dios quiera-concedió Franklyn-solo quería asegurarme de que se entendía el riesgo que conlleva utilizar esas cargas en los cimientos de un castillo de varios siglos de antigüedad. Vamos pues, no creas que esos Grigori van a esperar a que nos preparemos para venir. Más vale que nos demos prisa. 

- ¿Jefe, y dejar trampas para bobos con clavos y cosas así? Son de hierro, así que los destrozarán, y según avancen, podemos ir retrocediendo, y dejando trampas para que, sin ser grandes explosiones ni derrumbarlo todo, aunque si cortaría otros canales para que tengan por narices que atravesar una ruta...y nosotros defenderla, minarla, y usar granadas con alambre y clavos enrollados.

- Padre, no nos vendía mal la ayudita de alguno de esos arcángeles... si tiene forma de contactar con el de arriba no estaría mal.

No lo creo. Las puertas del cielo se han cerrado luego de la fuga de Imperius con la espada, para prevenir que otros insurgentes hicieran lo mismo. Estamos por nuestra cuenta – explica con gran pesar el monje. 

-Los subterráneos son un caos, Boris, que unos hermanos te ayuden, si están disponibles, hermano Sebastián. Pongamos ese caminito de baldosas amarillas para que vayan por donde queremos.

Así se hará entonces. De inmediato enviare una cuadrilla de trabajo. – afirma.

Padre - dije, dirigiéndome de nuevo a Sebastián - esos grigori, ¿combaten bajo algún tipo de código moral? Es decir, ¿son honorables? 

Para nada muchacho, son la peor representación de la humanidad. Con todo lo peor de ella. No olvide que ellos no tienen ningún respeto por la vida y su único propósito es destruir la creación de nuestro señor.

Luego vuelve a explicar la situación de las reliquias y la vera cruz, para que todos entiendan la delicadeza del asunto.

-La vera cruz es inamovible. Entiendan eso. Los textos sagrados dicen que fue enterrada allí por el arcángel Miguel. En cambio las otras reliquias, como los clavos, se han trasladado a un sitio seguro para que jamás sean hallados en el peor de los casos. – reafirma.

Muy bien, si me necesitan estaré organizando las rondas de mis hermanos y enviando a los jefes de grupo para coordinar los entrenamientos con las armas que han traído. Buena suerte.- se despide y sale por la puerta.

-Sanders, Ocon... Si la espada es su fuente de poder, hay que intentar separarle de ella. Sin ella, puedes matarlo, ¿no? Creo que merece la pena intentarlo.

- Puedo tener buen disparo desde aquí, puedo centrar mi fuego sobre Zephon, no creo que pueda acabar con él pero quizá debilitarle sea la mejor opción para cuando llegue el momento de acabar con él.

 Además, si realmente son sensibles al hierro como dices ¿por qué no le ametrallamos los brazos para que no pueda blandir esa espada, no debería ser tan difícil y contamos con suficiente potencia de fuego?-

Son de hierro, así que los destrozarán, y según avancen, podemos ir retrocediendo, y dejando trampas

No lo creo, y tal como había mencionado antes, solo los disparos al corazón y a la cabeza son lo necesario para acabar con ellos. Todo lo demás solo los enojará más y más.

Aun estoy pensando en alguna treta para alejarlo de la espada un momento. Solo necesitamos un momento…

-Ocon, si abrimos fuego desde el frontal de las torres mientras se aproximan... es posible que busquen otros puntos de entrada, no lo queremos. Además, sabrán que los monjes cuentan con armamento moderno ¿Y si situamos las ametralladoras que quedan en los adarves laterales, podemos cubrir tanto el patio interior como el perímetro del lugar? No saben que estamos aquí, no esperan armas de fuego (tal vez). Ofrecemos resistencia tradicional, esas ballestas, hasta que entren por el pasaje y luego fuego desde los adarves y desde la posición de Bran, y que Sanders lo intente.

-Si fracasamos, retrocedemos al interior. Para ello, todos debemos memorizar una ruta de retirada. No quiero que nadie se quede atrás.

-Es una buena idea. Esperar a que se acerquen y sorprenderlos con nuestras armas. Y siempre retrocediendo hacia las posiciones de retaguardia. Hagámoslo- 

Pero me preocupa que pueda colapsar la estructura y caérsenos todo encima. Esto no es un búnker de hormigón.

-Lo mejor es echar un vistazo y ver dónde y cómo colocarlas. 

Si ponemos cargas aquí, controladas por supuesto, creo que el riesgo de provocar más derrumbes de los necesarios sería menor. 

Es un monasterio milenario con catacumbas igual de antiguas. Incluso las cuevas naturales por debajo tampoco podrían aguantar tantas explosiones. Si los cálculos fallan hasta podría inundarse todo el subsuelo con el agua del lago. Es muy arriesgado…

 Sin duda, y creo que algo así podemos hacer aquí, aprovechando lo estrecho de las catacumbas.

Pero conteniendo los explosivos al mínimo y forzarlos a ir por donde queremos. Allí abajo deberían emplazarse las ametralladoras en caso de retroceder.

Habiendo coordinado casi todos los puntos necesarios el centurión se levanta de la mesa y se prepara para trabajar en lo planeado.

-Si no hay nada más iremos a emplazar las armas y montar guardia -

Frank se sonrió al escuchar las palabras de Ocon.

-Tiene gracia que de todos los presentes, el único que sea capaz de comprender el peligro de volar esos túneles sea un soldado romano del siglo I. Pero bueno, si vamos a morir todos ahí abajo, que se venga el castillo abajo cargándose a todos los Grigori, no me parece un mal final, después de todo.

Suspiró. A pesar del subidón que le habían producido las experiencias de las últimas horas, no quería "morir como un héroe". Pero no parecía que existiesen muchas opciones.

-Así que hagámoslo. Nos metemos en esa ratonera y que vengan. Si podemos contenerlos, estupendo. Y si no, accionamos las cargas. ¿Qué funciona? Pues seguimos matando demonios ¿Que no? Pues que mueran sepultados con nosotros. 

Era momento de empezar a preparar el monasterio y a los monjes en el arte de la guerra moderno:-Si no hay más que comentar, empezaremos a cablear las zonas designadas para su demolición y luego iré a adiestrar a los monjes con las armas que hemos traido.-comenté y me acerqué a Frank, para ver de cuanto explosivo plástico teníamos.

Parece que tienen un plan. O eso espera Walter.

-Bien, entonces decidido. Por recapitular.

Emboscaremos a los Grigori en el túnel acceso y en el patio.

Primer ametralladora emplazada tras la puerta de acceso a los edificios, cruzando el patio. Podrá abrir fuego directo sobre los que salgan del túnel.

Segunda ametralladora. En uno de los adarves. Si puede ser con el sol a nuestra espalda, mejor.

Tercer ametralladora... -Walter duda-. Vosotros sois los expertos pero propongo reservarla para los túneles. Emplazarla abajo. Podría ser que no pudiéramos llevarnos las armas con nosotros en la retirada.

Espera a que los tácticos den el visto bueno (*).

-Separar a Zephon del arma... Ocon, no estoy hablando de matarlo con nuestras armas. Pero si su sustancia es física, mucho fuego podría destrozar la mano que la empuña, aunque no sienta dolor. Creo que debemos intentarlo en el patio. Imagino que cargarán primero las fuerzas prescindibles.

-Retirada a las catacumbas. Comprobemos las rutas y que podemos hacerlo desde nuestros puestos (**).

-Sótanos. Comprobad la estabilidad del edificio. No será hormigón, pero si lleva mil años en pie será por algo. Usemos las cargas mínimas, nuestro objetivo es encauzarles hacia donde queremos, no llevarnos a todos con nosotros ni enterrarnos. Eso dejemoslo para el final.

-Creo que eso es todo.

Le gustaba la idea de hacer multiposiciones: - Pero tenemos que dejar alguna carga de demolición con la ametralladora, para no dejarles munición o armas que puedan ellos mover y utilizar. Se había puesto la mano en la mejilla, pareciendo pensativo. Además, con el índice golpeteaba repetida y levemente a medio camino entre la sien y la oreja, haciendo un sonido sordo que se podía escuchar entre las respiraciones de todos, cuando nadie hablaba. - Pero esas "matracas" necesitan dos personas para usarse. Daba por supuesto que una la tendría él mismo. - Propongo que los que están frente al tune, tengan un murete, aunque sea de pedruscos, para que les protejan. Incluso dejaría piedras sueltas por el medio del patio para entorpecer más aún....y si pueden traer, cuando dejen la "matraca" la munición, mejor. Si no .... bomba y que explote esta con todo lo que tenga cerca...sobre todo enemigos. Le tentaba ir a la del adarve. Sería la más divertida y la que más enemigos "limpiaría", pero algo le decía que tendría que ser su posición en otra parte.

- Vale "Doc", repártenos. - Todos tenían que saber las "bombas-trampa" y las posiciones fuertes, donde se instalaban, por si tenían que retroceder, no caer en fuego amigo y explotar con una "mina" para otros. Temía lo de las voladuras. Algo le decía que el castillo este podía aguantar algunas ... "deformaciones", pero no sabía hasta que punto resistiría a eso y a la batalla. Entonces preguntó al los monjes: - Si el castillo queda destruido, a pesar de la victoria... Porque si eran derrotados, daba igual porque se harían con lo que no debían. - ... ¿Habría que mudarse o se puede hacer algo más? Ya no hablaba de reconstruirlo, porque, según el estado eso sería factible o no. - ¿Se puede ir a otro lugar, si es que existe, que pueda hacer las veces de este monasterio?

-A ver, que son cargas de demolición, amigo. No caramelos. Yo tengo dos. Si queremos cubrir los túneles, van a hacer buena falta. Colocaré las mías en los túneles, un poco más avanzadas que las de Boris, para ir derrumbándolos por secciones si fuese necesario. Y que sea lo que tenga que ser.

Dicho esto, Frank se puso en camino, coordinándose con Boris para colocar los explosivos, esperaba tener cubiertas las posibles vías de acceso. 

Mike asentía a todas las propuestas. Tenía dudas con el  tema de los explosivos pero debía dejarse confiar en sus compañeros aunque si les vencían daría igual que las entradas estuvieran bloqueadas, seguramente unos seres como los grígori podrían hacer polvo los cascotes sin mucho problema. Solo había una opción, ganar la batalla.

La idea de colocar obstáculos le parecía innecesaria, el tiempo que necesitarían para ello podían aprovecharlo para otra cosa pero no se pronunció en el tema, al fin y al cabo solo era el novato.

Entonces, tal y como había indicado Walter, Mike fue a colocar su ametralladora. Por supuesto también llevaría el fusil y y la pistola consigo.

-Bien, voy a posicionar mi ametralladora en uno de esos lugares que indicas.- No estaba seguro de cual sería la mejor posición pero optó por ir a un adarve, quería un lugar alto y con campo de visión, no sabía de donde vendrían.

Sander se quedo pensativo por un instante escuchando a sus compañeros. 

- Quizá estaría bien guardar alguno de los explosivos y dejarlo medianamente escondido en la entrada, seguramente nos superaran en número y será inevitable que lleguen hasta allí, pero cuando hagan cuello de botella para entrar y para dar un respiro a las ametralladoras se pueden hacer estallar.

- Podemos usar algo de munición especial para hacer metralla que salga disparada en campo abierto, eso debería darnos un buen número de bajas.

Tras el comentario miró el mapa y los comentarios de Walter viendo la posición.

- Esta bien, veré si puedo hacerle soltar el arma.

Walter se siente confiado al escuchar la aprobación de los tácticos y sus mejoras de propuesta.

-Vamos allá. Hagamos ese murete. Hermano Sebastián, nos vendrá bien algo de ayuda -con todo decidido y los artificieros camino de colocar los explosivos, el doctor se pone en pie y se dirige al patio para hacerse una idea del escenario.

Señala uno de los adarves.

-Si no me equivoco, el sol sale por ahí, ¿no, hermano Sebastián? (*) Doherty, no sé si los grigori usan los sentidos como nosotros y puede quedar deslumbrados, al fin y al cabo están muertos o poseídos, pero siempre tendrás mejor visibilidad. Necesitarás un amunicionador. Quizás uno hermano pueda ayudarte -piensa que los soldados serán más efectivos en otros puestos, pero su tono deja claro que Mike puede elegir compañero-. Comprueba la ruta hasta el interior. No os quedéis aislados.

-Brannagh. Lo mismo. Intentemos que un hermano te apoye... si no, lo haré yo. Aunque quizás sea mejor el primer piso. Así tendría visual de todo lo que ocurre. No quiero que nadie se quede atrás (**).

Sanders ya buscaría la mejor posición, el especialista era quien mejor sabía dónde colocarse.

Así que faltaban Lieber y Yakovlevich por ubicarse, que estaban ocupados poniendo las cargas, y Blachowicz que estaba entrenando a los monjes. Quizás convendría que alguien estuviera en las troneras que daban al túnel para dirigir a los monjes y asegurar que no se precipitaban en el uso de las armas de fuego.  

Encuentran al monje de camino al patio. El hombre estaba hablando con un grupo de hermanos que fabricaba barricadas para la defensa.

-El sol en esta época del año la mayor parte del día, que es exactamente la espalda a la entrada. – explica.

-Mis hermanos acompañaran a quien lo necesite en sus posiciones – añade en función a los amunicionadores de las ametralladoras y de cualquier otro soldado que necesite una mano en la batalla.

Luego terminan de tomar posición las primeras dos ametralladoras, con Mike defendiendo el patio interno y el acceso al interior del monasterio en caso que la entrada sea violada. Brannagh ocupa la posición frontal desde la muralla sobre la entrada principal. Allí tiene un amplio margen de tiro y un puente colgante de rápido acceso en caso de necesidad.

Finalmente en la altura Sanders toma posición en la torre frontal  oeste. Desde allí prácticamente cubre la mitad del área del monasterio al usar las troneras de la torre en todos sus niveles superiores. También desde allí puede retroceder sin problemas por los interiores.

Los demás, Marcus, Aaron y Vincent se habían distribuido en las otras tres torres restantes para así cubrir la totalidad de los flancos del monasterio y poder reubicarse allí donde el enemigo llegase.

Mientras tanto los expertos en explosivos aun continuaban con su trabajo especial en las catacumbas, donde se libraría la batalla final en el peor de los casos…

Los preparativos culminan poco antes del temprano anochecer del invierno europeo. Donde el sol lentamente desaparece en el horizonte y su luz se escapa por las laderas de las montañas y finalmente por sus picos nevados.

Y con el cielo pintado de naranja y rojo una luz en el sur llama la atención de los vigías. Es una luz poderosa y azul, que se alza entre las montañas y llega al valle escondido del monasterio.

-Ya comienza… - murmura Marcus cuando ve llegar a Vincent a toda prisa para dar el informe.

-¡Una luz! ¡Una luz similar a la de los arcángeles cuando cayeron a tierra! ¡Y se dirige hacia aquí! – advierte a toda voz mientras trata de recuperar el aliento.

Todo el monasterio comienza a agitarse cual avispero revuelto. Los monjes comienzan a tensar sus ballestas y preparar los virotes para luego buscar un sitio de tiro hacia el amplio horizonte del  sur. Casi el mismo punto por donde habían llegado los soldados americanos un par de días atrás.

-¡Hermanos! – pide la atención Sebastián a todos los presentes, soldados y monjes por igual.

-Recuerden contra qué y quienes se enfrentan. Podrán razonar con un demonio, más no con un ángel. Un ángel es inquebrantable y no puede ni se desviara de su propósito divino. Y, les aseguro, el Grigori y los Nephilim tienen un propósito divino…-

-Este cuerpo no nos pertenece. Le pertenece a los hijos de dios por nacer hoy y en los próximos mil años. Están preparando el mundo para otro mañana. Incluso si hoy mueren.  Vayan con dios. ¡Amén! – finaliza.

-Jamás había oído charlas motivacionales tan malas como esa en mi vida entera – comenta Vincent luego de oír al monje.

-Mierda, necesito esto – se sincera cuando enciende un cigarrillo para calmar sus nervios.

Un par de pitadas después la luz finalmente se asoma entre las colinas y arboles que ocultan el valle… ellos han llegado.