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La Brigada de la Luz

Capitulo uno – Saint Vith

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26/04/2021, 23:15
Kommandant

Capitulo uno - Saint Vith

Los bosques de Bélgica. Cerca de Saint Vith. 17 de diciembre de 1944

 

Esperar. Lo peor es la espera….

Una calma antinatural que todo lo envuelve de blanco. Es la calma previa a otro bombardeo de la artillería, los temibles 88 que poco antes hundieron la pequeño poblado de Saint Vith en una pila de escombros y que poco después el coqueteo de los Tigers del 5to ejército Panzer  terminase por aniquilar a los pocos Sherman que habían llegado una semana antes en busca de reparaciones. Ahora tan solo cuatro de esas latas de sardinas eran todo lo que había para frenar el siguiente ataque nazi. Si, esos Sherman y algunas bazucas…

Si la “aventura” del bosque de Hurtgen no fue suficiente para diezmar a la 28ª división entonces Saint Vith lo será. Y no es broma cuando los altos mandos los envían a defender un claro próximo al pueblo y al denso bosque que posiblemente ha sido ocupado por los fanáticos SS y sus panzer.

Tampoco es broma haber cavado las trincheras junto a la derruida iglesia, junto al cementerio que engroso sus lapidas durante una olvidada batalla en 1918. Allí hay un centenar de lapidas pertenecientes a la 77ª división de infantería americana. Lapidas que comparten espacio con sus agujeros congelados.

Y lo que les ha costado cavar esos agujeros. Horas y horas de perforar la tierra congelada, que se ha vuelto tan resistente como la piedra caliza por el despiadado frio.

Hace frio. Muchísimo frio. Más frio del que han experimentado en sus vidas. Han reforzado sus uniformes con periódicos, paja y todo lo que han podido encontrar, porque el abrigo no es suficiente en esos agujeros de muerte. Pero aun así el frio se las apaña para llegar a sus huesos y congelar sus extremidades.

Los casos están blancos, los uniformes acartonados por congelamiento y el hielo se arraiga en sus cejas y barbas. Incluso, con los guantes, que no les permite utilizar las armas pero abrigan, el frio les entumece los dedos. De todos modos con los dedos en ese estado tampoco pueden manipular sus armas.

También sus armas sufren el frio, con el aceite congelado es obligación revisarlas a menudo pero poco se puede hacer salvo acercarlas un poco a las improvisadas hogueras en el fondo de sus trincheras para no atraer el fuego enemigo y alegrar el día a algún francotirador apostado en la espesura del boque Belga.

Los cadáveres a la vista son un recordatorio constante de lo peligroso que resulta salir a pasear sin recaudos. La nieve los cubre con su manto blanco y en pocas horas desaparecen de la vista de todos, aunque algunos permanecen en extrañas posiciones hasta que de vez en cuando toca formar parte de un pelotón de enterramiento y es cuando regresa el calor por el ejercicio, junto a las ampollas en las manos por cavar en la tierra congelada.

De modo que en ocasiones solo hay que limitarse a recoger los cuerpos y depositarlos en algún cráter de obús con la esperanza que en primavera se puedan enterrar cuando la nieve desaparezca.

Y si el frio no es suficiente ahora la escases de provisiones los obligara a salir de cacería, y con suerte atrapar alguna liebre o un venado que haya sobrevivido a la ofensiva y no haya acabado asado en una parrilla nazi.

 

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27/04/2021, 15:10
Kommandant

Faltando pocas horas para contemplar el amanecer, aquel sol tan ansiado que se asoma por entre las montañas y los pinos nevados, solo una ronda de té caliente y una hogaza de pan es todo lo que llegas a sus congeladas manos. No hay otra cosa que saborear desde que la choza utilizada como cocina de campaña voló por los aires en el último ataque de artillería. Es por eso que las pocas raciones que hay valen su peso en oro al igual que las municiones.

Sin posibilidad de ser abastecidos por aire, gracias al mal tiempo, las órdenes por radio del alto mando han sido que cada compañía resistiera como le fuera posible y que “recordasen” su entrenamiento de supervivencia. En pocas palabras eso significaba que estaban a merced del frio y del hambre.

Podría ser peor, pero que tener que cagar y mear en la trinchera, dentro del casco para luego tirar el contenido hacia afuera, o hacia la trinchera de al lado si el vecino poco antes había hecho lo mismo.

La línea de trincheras se extiende por poco más de trescientos metros y zigzaguea por la arboleda que protege la iglesia y cementerio de Saint Vith. Apenas una veintena de hoyos para dar cobijo al remanente de 56 hombres de la compañía E. O lo que queda de la compañía E.

En las trincheras de la segunda línea, y bajo las mantas de campaña, se refugian el capitán Richards con los sanitarios, el radio operador y algún soldado de valor. En la línea del frente, al que precede al descampado y al grueso del bosque, el resto de la compañía mantiene una vigilancia estoica de la línea con ocasionales expediciones al bosque en busca de alimentos y exploración.

Notas de juego

Pueden hablar entre trincheras alzando un poco la voz sin necesidad de salir de sus agujeros.

Próxima actualización: Jueves 29/4 (antes si postean todos)

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27/04/2021, 22:41
Aaron Riley

¿C…cuanto f…falta? – pregunta Riley a Billy y a Tala.

Obviamente el oriundo de Alabama no está acostumbrado a las condiciones climatológicas gélidas del frio del norte de Europa. Cuando la cocina de campaña desapareció, Aaron Riley, el pelapatatas de oficio, fue enviado al frente junto al resto.

-P…para que a…manezca – termina de preguntar, con la esperanza que el sol se apiade de él.

Notas de juego

Ubicación: Segunda trinchera norte de la línea del frente.

Ocupantes: Aaron, Billy, Tala.

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27/04/2021, 22:41
Jeremiah Coffey

Todo lo que se sabe de Jeremiah es mentira. Él lo sabe y luego de su bautismo de fuego, en Hurtgen (en donde todos los demás novatos murieron), intentó convencer a la policía militar que era menor de edad y que había mentido al oficial de reclutamiento para demostrar a sus amigos pueblerinos que era mas valiente que ellos.

Desde luego nadie le creyó y ahora se encuentra en una guerra de hombres, en la cual debe foguearse sin importar la edad. Porque en aquel bosque el ejército alemán también envió jóvenes como él a la muerte sin ningún miramiento.

-Mataría por un cigarrillo. De verdad lo haría. – repetía taciturno, sin apartar la vista del bosque que se alza frente a él, a escasos quinientos metros. Hay quienes dicen que Jeremiah aún no ha matado a ningún nazi. Solo un par de liebres.

Notas de juego

Ubicación: tercera trinchera norte de la línea del frente.

Ocupantes: Jeremiah, Mike, Boris.

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27/04/2021, 22:42
Randall Owen

Randal, un profesor agrario, vuelve a leer por enésima vez las cartas que su esposa le envía desde la lejana granja ubicada en Virginia. El atesora esos papeles arrugados y amarillentos como en el mundo, y cuando llega un sobre nuevo todo lo demás desaparece. Incluso le han ofrecido una caja de cigarrillos por una carta y él se ha rehusado al canje. Porque ese tipo de papel es suave para ir al baño…

-No es justo. Malditos boches. Se suponía que luego de una semana de descanso tendría mis días de permiso para volar a Londres y ver a mi esposa y mi hija. – se lamenta el profesor, luego que gastara todos sus ahorros para que su familia viajara a Inglaterra para así poder verlo.

Notas de juego

Ubicación: cuarta trinchera norte de la línea del frente.

Ocupantes: Randall, Brannagh, Franklyn.

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27/04/2021, 22:42
Vincent Holloway

Las malas lenguas dicen que Vincent era un bancario que fue sentenciado a veinte años de prisión por evasión fiscal y que sus arcas habían crecido los últimos años por evasión de impuestos y lavado de dinero. También dicen por ahí que este soldado, entrado en años y canas, era un apostador sin cura alguna que se enlistó en el ejército para escapar de la mafia. En realidad se dicen muchas cosas sobre Vincent, pero ninguna de ellas explica el porqué este hombre siempre se mantiene alejado del peligro.

Incluso ahora, estando en la trinchera de la retaguardia, él es de los pocos que puede beber chocolate caliente y leer una revista de Amazing Stories.

-¿Quieren leer la revista? A cambio de un par de cigarrillos todo es posible ¿Qué dicen? – pregunta Vincent a Walter y Steve, quienes comparten el agujero con él.

Notas de juego

Ubicación: primera trinchera norte de la retaguardia.

Ocupantes: Vincent, Walter, Steven.

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28/04/2021, 14:58
Walter P. Sanderson

-No fumo, gracias -contesta Sanderson sin dejar de patear el suelo. Piensa en las veces que ha reglado los cartones de cigarrillos desde que está en el continente. No va a empezar ahora, aunque alguna vez se haya arrepentido-, pero nos vendrá bien un poco de chocolate -saca de la guerrera un papel de estraza con un par de onzas y se las tiende- Para darle más cuerpo y que el agua hierva bien. No quiero que nadie se enferme.

-Sanders, ¿alguna novedad? -pregunta al francotirador que observa con ojo atento la blanca extensión que tienen delante. Hace un rato que permanece callado y apostado al borde de la trinchera, entre un par de sacos de tierra, quizás buscando un blanco. Walter conoce de sobra el peligro del frío, te adormeces buscando calor y acabas congelado. Mejor asegurarse que está bien.

-No parece que con este frío los alemanes se vayan a mover. Dejarán ese trabajo a la artillería. Debe calentarse un poco.

Se acerca al francotirador para ofrecerle una taza caliente. La nieve helada cruje al moverse y trozos de escarcha se desprenden de la manta que lleva sobre los hombros.

Notas de juego

(*) He metido un poco de morcilla para interactuar con Sanders, espero que te parezca bien Daegon (y al DJ, claaaro).

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28/04/2021, 15:44
Boris "Jack" Yakovlevich

Las horas pasaban lentas y el frío era constante, dentro de aquella trinchera Boris, junto a Doherty y Coffey, aguantaban como podían. Las condiciones eran pésimas pero soportables, el tiempo aguantaba y al menos eso confortaba a los soldados, en el momento en que empeorara la cosa se pondría cruda. 

Coffey pedía cigarrillos para calentarse:-Yo terminé el último ayer, amigo.-le dijo Boris al soldado Coffey, llevaban juntos unos días antes de llegar a Saint Vith, conocía poco a aquellos soldados pero la hermandad de la compañía E era bien conocida así que los días anteriores hizo lo posible por integrarse en la compañía:-A ti te queda alguno, Doherty?-le preguntó el ruso a su otro compañero de trinchera.

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28/04/2021, 16:31
Franklyn Lieber

Franklyn yacía acurrucado en la trinchera. Se soplaba las manos intentando entrar en calor, pero todos sus esfuerzos eran inútiles. Ya no sabía que hacer. 

-Tienes razón, Randall. Yo de ti les ponía una reclamación ¿A quién se le ocurre atacar con este tiempo? 

La voz le temblaba por culpa del frío. En medio de aquel lugar cubierto por un manto blanco, el vapor que salía de sus bocas hacía que la escena cobrase un aspecto tétrico, espectral. Frank intentaba sobreponerse como mejor podía a la situación, pero sentía que no tardarían mucho en morir, bien por el frío, bien porque los alemanes lanzaran otra ofensiva que no pudieran repeler. Estaban al borde de sus fuerzas y se notaba. 

Se asomó para mirar fuera. Todo seguía igual. El manto blanco sepulcral se extendía hasta donde alcanzaba la vista. Tan solo podía ver algún movimiento en trincheras vecinas. Echaba de menos sus prismáticos. Uno de esos hijos de la grandísima de la 101ª se los había birlado sin ninguna contemplación. 

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28/04/2021, 17:33
Tala Lewis

-F-Falta poco Aaron, Tr... Tranquilo.- Al igual que Aaron, tampoco es que estuviera acostumbrado al frío que hacía al vivir toda mi vida en Arizona, un lugar claramente cálido, pero mis antepasados si que conocían el frío... Ahora en mi mente trataba de pensar en algo que me han dicho mis abuelos, o incluso mis padres por como mis antepasados podrían resistir el frío más despiadado que enfrentaron en el Norte de América, pero nada me venía a la mente además de frotarse el pecho, cosa que empecé a hacer en ese momento.

-Escucha, trata de frotarte el pecho, puede que ayude.- A pesar de todo el frío que hacía trataba de resistir todo lo posible a no temblar, ni presentar ningún síntoma de ese frío en  mi voz mientras estaba sentado en el suelo con mi arma en el regazo. -Oye Billy, ¿Cómo lo llevas? ¿Ya quieres cambiar?-

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28/04/2021, 20:17
Steve Sanders "Halcón"

Aquel jodido frío se metía hasta los huesos, daba igual la  cantidad de capas de improvisados aislantes que se pudieran usar, ni el papel ni la paja parecían poder sofocar aquella sensación.

Steve miraba por su mirilla en intervalos regulares esperando que en alguna de ellas algún movimiento ajeno al viento llamara su atención.

Me vendría mejor un tramo de whisky para entrar en calor pero supongo que tendremos que conformarnos. Dijo el francotirador cuando Walter le ofreció la onza se chocolate.

Si salimos de esta quizás tengas que amputar algunos miembros. Una sonrisa se esbozó en su rostro mientras volvía a mirar a través de su rifle.

Todo está tranquilo quizá demasiado, pero no durará. 

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28/04/2021, 22:16
Brannagh O'Connor

El irlandes permanecía silente. Miraba el frente. Todo estaba especialmente tranquilo. Tan tranquilo que ni los pájaros estaban por allí. Miró hacia las dos cientas de munición que tenía la ametralladora preparadas para usar. La que estaba puesta no era un problema. La había colocado justo antes de empezar la noche. Y de cuando en cuando tiraba de la palanca de montar, para despegar las piezas de metal por la acción del frio. Era como una rutina. Como el marcar de un reloj. Pero no, no tiraba del todo, y en el primer tericio, la dejaba regresar. Sólo era una rutina para mantenerlo entretenido, y desde su pozo de tirador, miraba el ángulo de tiro que tenía. De cuando en cuando mascaba pinocha, e incluso meteía aciculitas de los pinos en su te, para darle algo de cuerpo. Si, era amargo, pero ya era algo. Ya no era simple agua caliente. Que por cierto, era un alivio para el frio que estaban sufriendo.

- Si, si. Susurró por lo bajo, cuando empezaron a hablar de tirarle para el gaznate algo de licor. Solo los compañeros del pozo pudieron escucharle. No era fumador, pero, los cigarrillos que llegaban en las raciones los cambiaba por los caramelos y el chocolates de los que estaban enganchados a esos cilidros que hacían brasa y humo. Se acordó de que tenía aún un útlimo caramelo en la guerrera, y no dudó, con las manos temblorosas por las bajas temperaturas, en meterselo, con papel y todo en la boca. Sería entretenido juguetear con la lengua, hasta conseguir que el envoltorio soltase su presa y le dejara saborear aquel dulce. Movió un poco el arma, para comprobar que el soporte aún funcionaba y no se había quedado "pegado".

Pensaba para si:- ¡Maldito frío!. Mira que su raza, en la tierra que vivía, y durante años había pasado frio, pero: - ... por Dios, un fueguito sería algo maravilloso ahora. Y soñaba con unas buenas brasas y el calor que emanaban, poder poner sobre ellas unas chuleticas bien sazonadas, chorizos, algo de panceta y tocino entreverado, y como no, costillares de ternera.

Notas de juego

Ubicación: cuarta trinchera norte de la línea del frente.

Ocupantes: Randall, Brannagh, Franklyn.

Vale, pues si estoy en esa, en esa estoy.

¿Quién de los dos me va a hacer de amunicionador?

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29/04/2021, 00:41
Mike Doherty "Rookie"

Cualquiera creería que Mike estaba como en casa rodeado de toda aquella nieve pero nada más lejos de la realidad. Mike aunque, estaba curtido en el frío polar, echaba de menos su hogar más que nunca. En sus batidas de caza siempre le consolaba saber que volverían al cálido refugio por duras que fueran las condiciones del día. Pero ahora su refugio era aquella pequeña trinchera y el café caliente se le antojaba lejano. Sabía protegerse del frío pero a duras pena lograba mantener su ropa seca. Al menos tenía compañía. Aunque no conocía muy bien a Jeremíah sabía que era casi tan novato como él en cambio Boris parecía ser ya un soldado curtido aunque era casi tan joven como él.

Mike no era fumador, algúna vez había probado la pipa de su padre pero no había tomado el hábito. Pero podía comprender a sus compañeros, en unas condiciones así hasta le mismo dejaría que sus pulmones se llenaran del cálido humo del tabaco.

-Lo siento, no fumo, mi ración de tabaco, la cambié por una barra de chocolate.- La tenía guardada a buen recaudo. De pronto notó como las palabras que había dicho podían haber salido de la boca de cualquier niño, "Mierda", así nunca lo tomarían en serio.

 

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29/04/2021, 01:03
Billy Blachowicz

Una noche más... y ya no se ni cuantas llevamos en la espalda... me cago en la puta...

Pensé con desidia y resignación. No solo es lo extenso de la campaña que comenzamos hace tantos días que me resulta imposible recordar. Es también el jodido frío. Y mira que soy de Boston, donde el invierno te llena de carámbanos los malditos pelos del sobaco si tienes la feliz idea de sacar un brazo al viento. Y además, la sangre de mis ancestros, curtida en los fríos bosques de Polonia, corre por mis venas. Y, joder, que carajo, me gusta el frío. Odio esas mierdas de playitas de California, donde se suda la gota gorda y donde dormir se convierte en una jodida misión imposible. En verano me iría a un glaciar, joder.

Pero ahora, aterido y agazapado en la trinchera recién cavada, malditos alemanes, daría un brazo por estar tostándome al sol en alguna jodida tumbona de Malibu. Pero no me quejaba, estaba aquí por convicción, a la mierda Malibu, este era el puto sitio donde quería estar.

Di un pequeño bocado al puro (aunque llamar puro a los restos más que chupados del antaño buen montecristo que gané a los dados hace ya un par de semanas) y guardé el resto en un bolsillo de la guerrera y, mientras mascaba ese pequeño trozo, miré a ambos lados, donde quedaban mis compañeros, Aaron y Tala.

¿Cambiar el qué? ¿El puro? No, gracias... lo necesito, bueno... realmente lo necesitas más tú que yo, necesitas que lo tenga a mano, porque si no, me pondré nervioso, y ya sabes que la gente nerviosa comete estupideces... y la gente que comete estupideces mata a otros por error, y luego vienen los informes, y más informes, y mierdas de esas... 

Y Aaron, deja de frotarte el pecho, joder, pareces una ramera... mantén los pies secos, como te entre agua estás jodido... golpea el suelo, te hará entrar en calor.

Bueno... ¿qué?dije, volviendo a dirigirme al indio - ¿qué quieres cambiar?

 

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29/04/2021, 02:59
Aaron Riley

El hombre de color deja en el acto de hacer lo que había recomendado Tala cuando Billy lo tilda de ramera. En realidad la última ramera de aquel pueblo de Francia no quiso acostarse con el pese al puñado de dólares que este había ofertado.

-¿Qué? B...bueno Billy. Cálmate o te vas a disparar en el pie- contesta el cocinero.

Tras responder al mecánico, Aaron comienza a zapatear en el lugar para intentar dar calor a sus pies. Al hacerlo se da cuenta que funciona la treta de Billy, y sonríe con gran satisfacción.

- Hey, Tala. Deberías intentar esto - aconseja al indio, mientras sigue dando pequeños saltos en su sitio de la trinchera.

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29/04/2021, 04:44
Jeremiah Coffey

- ¿Chocolate? Si pudiera echarle el guante a las vacas del granero aquel que vimos por el camino antes del pueblo ahora tendríamos leche con chocolate…no es un cigarrillo pero igual sirve- fantasea el joven, mientras observa los primeros rayos de sol asomarse por las nubes.

- Dime una cosa “Jack” ¿Es verdad que las mujeres de “allí” son todas de doble taza? – pregunta al ruso y lleva sus manos a su pecho, intentando siluetar un abultado busto.

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29/04/2021, 04:53
Randall Owen

El profesor guarda el manojo de cartas en un bolsillo de su chaqueta en el momento que “Frank” le responde. Entonces comienza a reír, de forma contenida y ahogada, para no alertar a medio bosque.

-¡Por supuesto! Quizás si a Adolf le ataca la gonorrea y muere tal vez los nazis desistan y vuelvan a casa para decorar el árbol de navidad. Maldito Hitler… - responde al zapador y mira de reojo las costumbres mecanizadas de O´Connor.

En realidad el compañero de la ametralladora le daba escalofríos. Hasta podía adivinar su pasado matón de donde sea que viniera. Solo que hoy le tocaba compartir trinchera con toda la compañía sin importar la asignación. Médicos, zapadores, cocineros, choferes y hasta oficinistas ahora compartían un agujero en ese bosque porque no había otra opción. Debían repeler el avance alemán.

Notas de juego

¿Quién de los dos me va a hacer de amunicionador?

Brannagh debería preguntarles. 

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29/04/2021, 05:35
Vincent Holloway

-¿Esto? Meh…en realidad es una nimiedad. Puedo vender un poco – dice al mostrar una barra de chocolate entera. No una barra cualquiera. Una barra de chocolate puro, de esas que se usa para derretir y preparar capuchino o leche chocolatada.

- Aunque podría compartir un par de sorbos, antes que se enfríe – añade, al ver el papel de estraza de Walter.

-¿No durará? La vez anterior se replegaron porque no tenían combustible sus panzers. Eso escuche decir del capitán. Pero no creo que sea verdad. ¿Cómo atacarían sin combustible? No. No es algo propio de los boches – contesta a las funestas palabras de Steven.

Aunque una cosa es cierta. Los germanos atacan últimamente durante el día…

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29/04/2021, 05:36
Erick Richards

Un poco después el capitán llega hasta la línea de trincheras, con paso ligero y rostro desaliñado. Su ultima afeitada fue hace poco más de un día, con agua congelada porque prefiere dejar los pocos hornillos a gasolina para la improvisada cocina que ha montado en una trinchera de la retaguardia y de esa forma todos poder beber un par de veces al día algo de té caliente.

-Señores ¿Qué novedades tienen? – pregunta desinteresadamente a todos desde una posición segura detrás de una gran lapida rematada con arbustos congelados. Desde allí puede ver y hablar con todas las trincheras del lado norte.

-Voy al grano. Necesito voluntarios para traer de regreso un jeep encajado en el barro y con algo de suerte conseguir algunas raciones…por allí. – indica al bosque que hay enfrente.

Según lo sucedido un día atrás uno de los jeeps de intendencia quedó atascado en el lodo durante el repliegue y debido a su cargamento valioso este fue cubierto por ramas y una lona de una tienda de campaña. Luego de la última noche, con la copiosa nevada, es muy probable que el vehículo aun continúe allí con su carga de raciones enlatadas. Esto es algo que todos saben por conocimiento común.

-Quienes se ofrezcan podrán elegir una lata a elección – agrega el capitán, sabiendo que hay carne enlatada de la Patagonia y Piña en almíbar de Brasil. Un tesoro imposible de ignorar.

Notas de juego

Próxima actualización: sábado 1/5 (antes si postean todos)

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29/04/2021, 06:50
Tala Lewis

Con la respuesta de Billy se iba torciendo mi rostro, no con una expresión que reflejase molestia, si no confusión. ¿El puro? Esa mierda no me importaba, de hecho tenía un poco guardado, pero luego de pensarlo un poco una incógnita se formó en mi cabeza mientras Aaron se daba cuenta de los beneficios de zapatear. -No, el puro no, tonto... Me refiero a vigilar, la penúltima vez me tocó a mi, luego a Aaron y en esta a tí, ¿No?... Joder, ¿Cuanto tiempo llevas sin vigilar?- Pregunté, incluso pensando que tal vez la órden de los turnos la había confundido, pero rápidamente tomé mi subfusil y apunté hacia el bosque de al frente. -Agh, no importa, ya me toca a mi.- Dije desenfadado mientras trataba de buscar entre las ramas y matorrales con la mira de mi arma, atento a cualquier movimiento sospechoso, para luego darme cuenta de como los rayos del sol ya llegaba.

-Ahí está tu sol Riley, ahora con eso y el zapateo estarás más a gusto.- Solté una suave risa mientras onreía de manera ladina, antes de escuchar la voz del capitán. Despejé por unos segundos mi vista de la mira para ver a donde estaba el camión, solo para volverla al frente. Recordaba las noticias de ese camión, de hecho estuve un poco de mal humor pensando en que tal vez estaríamos muy jodidos si no lo recuperábamos, pero el ver en donde se encontraba simplemente me hizo dudar... Al menos hasta que escuché aquella jugosa oferta de elegir la lata que quisiéramos. -Yo me ofrezco Capitán!- Fue casi sin pensarlo, incluso alcé un poco la mano sin que saliera de la trinchera y me daba la vuelta para ver la dirección donde estaba la lápida. Si no moría allí, moriría en cualquier lugar de este jodido país, pero estaba seguro de que no sería así, tenía la suficiente confianza para ello, estaba seguro que Abuela Araña no me abandonaría.