Partida Rol por web

No me había acordado de que no estaba bien de salud, no me había acordado de eso. Y fue ese punto el que me hizo casi perecer.

Una mordida me pilló por sorpresa y la sangre comenzó a manar de mi herida. 

"Estoy por morir... no..."

Pensé, pero no había nada que hacer más que intentar evitar ese momento. Retrocedí, asustada. Mi espada delante tratando de ganar tiempo, de salir de allí.

Rod preparó su arma. De una patada abrió la puerta y se adentró repartiendo espadazos a lo que hubiera allí dentro

Entramos por la puerta a trompicones y casi atropellandonos .Acabemos con esos lobos de forma rápida .

Os adentrais valientemente por la puerta y os dais cuenta de que allí hay dos bestias parecidas a lobos de pelaje oscuro con una malévola inteligencia en su rostro y ojos. Además de esas dos criaturas en la habitación hay una mesa simple de madera. Por lo demás no hay rastro de ninguna puerta. Una de ellas estaba realmente herida y Rod puso fin en aquel instante. Wylvern se enfrentó a la otra que quedaba en pie, pero aunque estaba desprevenida su golpe falló.

Habíais pillado a las criaturas por sorpresa y aunque ahora mismo ya os habían descubierto seguíais teniendo la oportunidad de encajar un nuevo golpe.

Quizás fuera una locura el seguir adelante, pero confiaba en que Adabella supiera lidiar con el lobo, por lo que ignorando todo, seguí por la siguiente puerta.

Abres de nuevo la puerta y frente a ti aparecen dos criaturas como las anteriores. Estás algo distraídas comiendo lo que parecen los restos de algún rodeador que andaba por ahí. Tendrías que pasar cerca de ellos para alcanzar la siguiente puerta, quizá si no hicieses mucho ruido podrías pasar desapercibido y sin llamar la atención y dejar aquella habitación ahorrándote el enfrentamiento.

A ver dejado a Adabella sola había sido un error que le había costado la vida. La mujer clérigo sucumbió ante los ataques de la bestia, aquel combate parecía ir a su favor, y Arborang decidió aventurarse pues confiaba en las capacidades de su compañera. Pero confió en exceso y tristemente la clérigo se fue desbordada por la criatura lobuna y cayó al suelo presa de sus garras y mordiscos.

Adabella lentamente se iba debilitando a no ser que alguien hiciera algo para ayudarla, pero ¿quién?

Rod consiguió acabar con una de aquellas criaturas. Pero quedaba otra, intentó moverse para flanquearla junto con Wylvern

Creo que todavía no me he recuperado del combate anterior y , estoy mas herido de lo que creía Digo mientras intento golpear al lobo.

Debería haber aprendido que sola no es bueno combatir por más que una criatura estuviese moribunda. Pero en esta vida no me tocó ese dato hasta el final. Las dentelladas de la bestia hicieron mella en mí, la sangre fue cubriendo mi cuerpo hasta que era demasiada.

Supe que era el final, esperaba que al menos lograran rescatar al caballero. De todos modos yo sentía que de algo habían servido mis combates, que varios seres habían sido derrotados.

"Mi dios, me entrego en tus brazos, como última voluntad, te pido que ayudes a mis compañeros en la búsqueda de Ragnar. Yo he hecho lo que he podido".

Sentí el chocar de mi espada contra el suelo y me vi caer hacia atrás. La negrura me envolvió pero no sentí miedo, sino paz. Sabía que la materia moría pero nuestras almas... ellas... seguían existiendo.

-Suerte... amigos. Adiós.

Intento aprovechar la falta de alerta para evitar el conflicto, dado que si Adabella aún no se había reunido conmigo significaba que aquel lobo pronto aparecería a mi espalda y quizás pudieran acabar peleándose entre ellos.

Rod logró encajar un nuevo golpe a la última de las criaturas que quedaba en pie mientras que Wylvern le dañaba gracias a la posición de ventaja que tenía debido a su compañero.

Entre los dos habían logrado hacerle un buen par de heridas pero no lo suficiente como para derrotarlo. Entonces la criatura atacó a Rod que logró esquivarle en el último momento.

Logras pasar por muy poco inadvertido, pero cuando tomas la puerta, el lobo se gira pero tienes la suerte de poder dejarle atrás y lograr avanzar hasta la salida. Justo cierras la puerta dejando a la criatura al otro lado. Y ahora puedes contemplar un pasillo que te resulta familiar. 

Sin duda esta era la puerta que había al final de uno de los pasillos por los que pasasteis y decidisteis dejar atrás.

Era extraño, pues después de haberos enfrentados contra tantas criaturas y haber evitado a otras tantas no había rastro alguno de Ragnar por ninguna parte. Quizá tus compañeros estuvieran teniendo más suerte y fueran ellos los que iban por el lugar adecuado o quizá te habías dejado atrás alguna pista importante.

Entre los dos la cosa estaba siendo más fácil. El guerrero volvió a usar su arma contra la última criatura que quedaba

Hubiendo vuelto casi a la posición de partida, tenía más prisa por volver a encontrarme con Adabella que de encontrar al noble secuestrado, por lo que volví a recorrer el mismo camino que había acabado por llevarme hasta aquí con la esperanza de encontrarme con la mujer antes de que se enfrentara a esos dos lobos que acababa de dejar atras.