Partida Rol por web

De acuerdo.SIgamos el ratro pues.Comienzo a andar por donde escapó el demonio.

Erdan,serías capaz de rastrear sus huella?

Erdan sonríe con cierta suficiencia; no quiere que sus compañeros duden de sus capacidades ni por un instante.

Pero en su fuero interno, tampoco está del todo convencido.

El diablo logró esfumarse ante nuestros propios ojos... ¿y tengo que rastrearle? Bien, por probar no se pierde nada... excepto el tiempo, pero ahora mismo de esto nos sobra.

Erdan se acerca hacia la zona donde ha desaparecido el diablo y a partir de ahí empieza a revisar el terreno, tratando de encontrar algún rastro de hacia dónde ha podido huir la criatura.

Bien, pues parece que nuestro trabajo aun no ha terminado. Lo digo muy serio, consiente del riesgo que conlleva tener un demonio suelto.

Le doy unas palmaditas a Raspit para darle animos y luego me acerco a Erdan. ¿Encuentras algo?

Echo una mirada al terreno por si veo algo.

Los entrenados ojos de Erdan no pierden detalle de los alrededores; cualquier pequeña rama partida, rastro de polvo o piar de pájaro es tenido en cuenta por el elfo.

Jamás dejo escapar a una presa... y esta vez no voy a hacer una excepción. Si ha dejado alguna pista, la encontraré.

Le lancé una flecha de ácido.Le digo a Erdan.Quizá haya algún tipo de marca.

Conseguís seguir las pisadas de Zorith, que poco a poco van dejando el bosque para internarse de nuevo en la aldea Honra de Rosquilla. Una vez entráis perdéis el rastro totalmente pues hay multitud de gente y pisadas por doquier.

Durante el transcurso del rastreo, habéis detectado algunas manchas de sangre oscura, seguramente estaría herido, pero por ahora no tenéis mas pistas. Ahora que ya ha salido el sol, y la mañana empieza la actividad se reanuda en la aldea, y las calles se vuelven a llenar de gente disfrazada que juegan y van a algunos estantes y ferias repartidas por toda la aldea.

Los rumores que unos asaltantes atacaron el "Museo de los Horrores" por la noche, corren como la pólvora, pero al parecer nadie tiene ni idea de lo que ha pasado, incluso se comenta la hipótesis que fue un accidente y la carpa de Horacio estalló en llamas, y él se ahorco al no poder afrontarlo.

Los kóbolds se habían disfrazado de nuevo, con unas mascaras y unas túnicas grandes, para parecer medianos. Raspit habló desde la mascara, con una voz hueca:
- Hay que encontrarle, sea como sea. Quizá tengamos suerte y aún no haya recuperado su poder. - dijo algo esperanzado el kóbold.

Casi interrumpiendo las palabras de Raspit, apareció un grupo de la milicia local. Al parecer iban con prisa y pasaron por delante vuestro sin prestaros atención.
- Abrid paso! - iban gritando mientras seguían su carrera calle arriba.
La gente se callaba y los veía pasar, pero poco a poco el murmullo de la gente y la fiesta siguió, dejando a los guardias hacer su trabajo.

Vosotros, siguiendo con los ojos a los guardias os fijáis como una columna de humo trepa hacía arriba, varias calles mas arriba, dentro de la aldea.

Veo pasar la columna armada con gran atención.

Esa nube de humo allá no presagia nada bueno.

Amigos, creo que deberíamos seguir a esos hombres. Nuestro malvado demonio puede estar haciendo de las suyas.

Me ajusto la mascara, aunque nadie nos haya relacionado con lo ocurrido no tengo ganas de correr riesgos y prefiero ocultar mi rostro.

ME quedo pensativo durante unos preciados segundos.

No nos queda otra,pero...me dirijo hacia los Kobolds y les digo,podrías rastrear la zona,por si encontrarais algún tipo de pista.Sería mejor formar dos grupos así abarcaremos un mayor radio.

Erdan mucho se teme que si vuelven a dejar a los kóbolds sueltos, estos volverán a perderse... pero algo raro sucedía en el pueblo, y aquel no parecía el mejor momento para empezar una discusión táctica, o sea que se unió a Ologeron en la carrera hacia la fogata.

Donde hay humo, hay fuego... y donde hay fuego, hay problemas. Veamos si es Nuestro Problema.

Avanzáis hacía la columna de humo que hay en medio de la aldea. Aunque habéis perdido de vista los guardias, es fácil seguir pues solo hay que elevar la mirada al cielo y ver el humo. A medida que os alejáis de la zona festiva, las calles son cada vez mas desiertas, seguramente porque todo el mundo está en la fiesta o que han huido de la cercanía de eso que parecía un incendio.

¡Flap flap!

Interrumpís vuestra carrera al ver dos virotes que se han clavado en un barril muy cerca vuestro. Una voz suena por arriba, en uno de los tejados..

- La próxima vez no fallaré. Considerad eso un favor de compañeros - dijo en un tono burlón - Al menos veréis la cara de quien os ha matado.
Vuestros ojos apenas podían creer lo que estaban presenciando. Vuestro antiguo compañero Tormento, subido en uno de los tejados. No solo os había abandonado y robado todo el botín sino que ahora os había intentado matar y amenazaba con hacerlo.

Tras una risotada Tormento habló de nuevo.
- No me miréis con esa cara, si, soy yo. ¿Cómo sino Zorith y sus secuaces podrían haber sabido vuestras intenciones? - su tonó era altivo y burlón - Una pena que no llegarais a tiempo. Pero bueno ahora ya da igual, Zorith a alcanzado su poder y yo he sabido ponerme en el bando ganador, en el momento adecuado. Como siempre.

Mientras observabais y escuchabais al tíflin detectasteis movimiento en las callejuelas cercanas, igual que vuestros compañeros kóbold que siseaban nerviosos. Os habían rodeado y era una emboscada!

Miro hacia arriba y gruño. Maldita rata con cuernos, acabaré con tu miserable vida por traidor y ladrón. Te voy a enseñar como se trata a los ladrones en mi tierra.

Me dirijo a mis amigos, los de verdad, no le dejemos escapar.

Me pongo en guardia con mi alabarda preparada para el ataque.

Empuño mi espada.No solo dispongo de artas arcanas sino marciales también.

No hay nada de qué hablar.No lo matemos,tratemos de capturarlo vivo,quizá nos pueda decir algo interesante.Le susurro a mis compañeros,mientras me preparao para el combate.