Partida Rol por web

Todo pasó en escasos segundos, tan pronto aparecieron las ramas como se fueron, por suerte para ellos. Estaba claro de que aquel lugar era mucho más peligroso de lo que parecía, y que no estaba abandonado precisamente.

Tras asegurarse de que nada quedaba de la hierba por el bote, Brann se relajó en cierta medida, pero sin confiar demasiado en el lugar por el que pasaban.

Os adentráis en un banco de densa niebla y Thror intuye que vuestro objetivo se encuentra en la immensa sombra que entrevéis a unos metros delante vuestro.

La niebla apenas dejaba ver más allá de unos pocos metros, pero todos alzaron la vista cuando Thror señala que el rastro se dirige hacía lo que parece una inmensa sombra que se aprecia en la distancia entre la bruma.

Sarunniel se acerca a la parte delantera del bote e intenta agudizar la vista. Sus hermosos ojos de elfa se entrecierran para intentar discernir lo que les aguardaba un poco más adelante.

En mitad de la bruma en la que se habían internado, el rastro se hacía más difícil de seguir. Afortunadamente, la habilidad de Thror o el propio destino, jugaban a favor de la compañía. - ¡Mirad aquella sombra de allí! El rastro se dirige hacia ella.

La bruma se dispersa ligeramente a medida que os acercáis a un conjunto de ruinas prominentes en medio del lago. Parece el lugar donde, tiempo atrás, se alzaban los edificios principales de una población ahora hundida. Entre restos de un gran arco de mármol se puede ver que aún cuelga un enorme portalón de madera. La mayoría de los muros de un immenso edificio se han resquebrajado y hundido en el fango. A vuestro alrededor croan una multitud de cornejas.

Al cabo de un rato, mientras os acercáis a las ruinas, oís el tañido lentoy suave de una campana. Incluso diríais que el sonido os llega de bajo tierra.

Al ver las ruinas, se adelanta a examinar los restos de mampostería que el tiempo aún no ha logrado derribar. Con el fin de averiguar que clase de civilización habitó antaño aquí.

Un ligero y lúgubre tañido suena. En ese momento, pierde la noción de sus actos.

Nunca había oído hablar de este lugar entre mi gente... qué extraño.

Sarunniel avanza en pos de Thror, arco en mano preparada ante cualquier posible amenaza, mientras ese monótono tañido resuena una y otra vez en su cabeza sumiéndola en un extraño trance...

De detrás de la bruma Brann alcanza a ver las ruinas de una ciudad abandonada, el aspecto es totalmente desolador y además, el tañido de la campana del pueblo hace que el hombre pierda la noción del tiempo.

La visión de las ruinas anima sobremanera al pobre Holdin, que pocas alegrías se ha llevado en esta aventura.

- ¡Nos acercamos al final!
 

La campana le daba la bienvenida, pero por el momento, Holdin no parecía oírla, pendiente como estaba de las ruinas.

- Os dije que las rocas sobre las que navegamos son ruinas.

Poco a poco váis cayendo en un pesado sopr. A medida que os acercáis a las ruinas los párpados se os van cerrando. El último en caer adormilado es Holdin, que juraría cómo ve, un momento antes de caer aturdido, como sus compañeros se lanzan al agua y se dirigen hacia las ruinas con el agua por la cintura.

Os envuelve un extraño sueño. En ese sueño os lanzáis por un lado del esquife y empezáis a caminar pesadamente hacia las ruinas hasta sumergiros completamente en el estanque.

Al cabo del rato despertáis. Notáis la cabeza terriblemente abotargada y no recordáis en qué lugar estáis ni cómo habéis llegado allí. Vuestras ropas están empapadas. Yacéis en lo alto de unos escalones resquebrajados que salen de un tunel anegado de agua. A vuestro alrededor véis una vieja sala de piedra gris, oscura, húmeda y fría. Frente a vosotros, una oscura arcada parece conectar con una sala mucho más grande.

El ambiente apesta a humedad, cosas moribundas y putrefacción. No parece un lugar demasiado halagüeño.

¡Despertad! ¡Despertad! -Gritó a sus compañeros al recuperar la consciencia, alarmado por la posibilidad de peligro. Estaba empapado y eso pone de muy mal humor a un enano.- ¡Hemos sido hechizados! ¡Maldita sea, despertad! - Les espeta mientras les agita y les patalea para que se reincorporen.- ¿Dónde demonios estamos? -Se pregunta mientras comienza a adentrarse en las ruinas. Llegando a la sala de mayor tamaño a la que se encontraban.- ¡Estad atentos! No sabemos que clase de mal puede morar aquí. -A continuación, sin dejar de prestar atención al resto del entorno, comienza a observar las ruinas intentando averiguar a que clase de civilización pudieron pertenecer en el pasado.

Holdin se levantó a toda velocidad, en cuanto Thror le pateó en la herida. Gimiendo de dolor, logró ponerse en pie para ver al enano alejarse. Automáticamente, reaccionó agarrándolo por el hombre.

- ¡Espera, Thror! ¡Avanzar en solitario no es la mejor idea!

Observó un poco a su alrededor.

- A propósito, ¿alguien reconoce este sitio?

La cabeza aún le daba vueltas, y los zarandeos del enano no ayudaban. ¡Ya ya... estoy despierto! Musitaba Brann poniéndose en pie.

No me suena este sitio. Comentaba el hombre haciendo ademán de recordar, pero sin éxito. Investiguemos un poco, a ver qué encontramos. Dijo observando el lugar en el que se encontraban.

La arcada os lleva a una vasta cámara abovedada pobremente iluminada por débiles rayos de fría luz que atravesan grietas en la bóveda. El suelo es húmedo con apenas un dedo de agua encharcada. Veis hasta seis aberturas en forma de arco, tres a cada lado. La abertura más alejada a vosotros, a mano derecha, parece más decorada que el resto, pues una serie de piedras en el arco desprenden luces multicolor.

En el muro opuesto al lugar donde os encontráis, os parece identificar los restos de una chimenea de la cual se descuelga una cuerda.

Sarunniel tarda un poco en salir del embotamiento y cuando consigue aclarar su mente centra su atención en la cuerda que cuelga de los restos de la chimenea.

"Thror, ¿crees que tus parientes pueden haber usado esa cuerda? Parece bastante fuera de lugar."

Se fija entonces en el arco que desprende luces de colores. "¿Qué extraña magia es esta? Nunca había visto nada igual." - dice mientras observa con una mezcla de fascinación e incertidumbre los haces multicolor.

Finalmente se decide a acercarse hasta la chimenea e inspeccionar la cuerda y la abertura de la que cuelga en busca de cualquier posible pista sobre quien haya podido entrar o salir por ahí de esta extraña cámara.

Avanzo un poco y observo las distintas entradas, oliendo el aire y mirando por las paredes, buscando marcas que indiquen algún tipo de información.

Contando con el apoyo de sus compañeros, se adentra a investigar el lugar en compañía de éstos. Viendo las seis posibles rutas a tomar, decide centrarse en revisar esa estancia abovedada en primer lugar. Antes de internarse bajo ninguno de los arcos de piedra. -Debemos tener cuidado y hablar bajo, tengo la certeza de que no estamos solos en este lugar. La campana que escuchamos debió ser tañida por alguien.- Dijo casi con un susurro a sus compañeros. -Y francamente jovencita, lo desconozco.- Respondió a Sarunniel. -Pero creedme que no me iré de aquí sin averiguarlo.- Así que, a continuación, se dirigió hacia la chimenea con intención de investigar la cuerda que de allí pendía. Con cautela pero con decisión.