Sigue lloviendo a cantaros. Aun no se cumple la hora. El doctor ve como su ropa de indigena esta manchada con gotas de la sangre podrida...
Samuel lanza Apariencia + Empatía dif 8
El Dr ya sabe que lanzar..
(despues de los lances veremos que pasa)
Amparo haras algo mas?
samuel acuerdate que ahora que estas en reposo puedes intentar curarte, te gastas un punto de sangre por cada nivel de curacion.
aparte de eso, no, esperar a Cross mirando por la ventana.
Al sentir sus labios sobre los míos siento como ese deseo que había tratado de contener sale a flote. De repente pícara y seductora, como si unos minutos antes no hubiese rompido en llanto, profundizó el beso, saborando su boca, dirigiéndome una de mis manos raudas a su pecho, acariciándole. No me había dado cuenta, o algo en mí no quería enterarse, de lo tanto que ese hombre me atraía; y ahora que me encontraba en aquella situación sentía como mi cuerpo reclamaba a gritos que me tocase, que me hiciese suya. Acercó mi cuerpo al suyo, rozándole, pidiéndole un poco más.
Comienzan a intercambiar caricias. Es un momento preciado, desde que se conocieron tal vez estaban pensando en besarse y mimarse pero solo en este momento después de esta horrible experiencia de la maldición tuvieron tiempo para hacerlo. A pesar que ambos tienen rastros de vitae en el rostro se besan, se abrazan y se acarician de manera cada vez mas apasionada y candente y justo cuando pensaron que iba a comenzar algo más interesante suena el móvil de Beatriz, lo cual es como un sacrilegio a ese momento. Beatriz se frena por un instante para contestar.... No saben cuánto tiempo paso, pero de repente creen escuchar la voz de Cross en el refugio.
Uff paguen cuarto!
El indicador de llamadas indica que el que te esta llamando es Rafael.
Pasa una hora desde el comienzo de esta pesadilla; Amparo que esta viendo por la ventana observa llegar un auto elegante de donde se baja Cross. Su traje se muestra algo arrugado, con algunas manchas de tierra, pero aparte de eso no muestra signos físicos de tortura o malos tratos. Observan como camina hacia la puerta y golpea elegantemente la misma.
Agreguen desde ahora a Cross a la escena.
Cuando entras al refugio ves al criado del señor Stanford herido, con el brazo fracturado y el Doctor Mendez atendiendolo. Hay un desconocido tullido en el sillón con graves heridas, posiblemente sea un vastago. Samuel sentado con cara de frustración. Amparo mirando desde la ventana. No ves a Beatriz e Ivan.
Observo con detenimiento la escena. Realmente la sucesión de acciones de la última noche ha sido muy extenuante:
Primero encontramos algo en el museo; después me secuestran sin que esos dos incopetentes sean capaces de hacer nada para detenerles; el cautiverio en el pozo; la entrevista con el señor Stanford; la exigente negociación y ahora me encuentro ante semejante plantel.
El criado del señor Stanford herido, otro sujeto más que me es desconocido en una situación aun peor y ni rastro de "el jefe" y su concubina. No se les puede dejar solos... ¿Ese ha sido el comportamiento que han decidido mantener los "encargados" de nuestra misión y seguridad? Menos mal que por lo menos yo trabajo por el bien común.
Hay ácido hirviendo en los pensamientos de Cross cuando piensa en la estupidez que ha demostrado el resto del grupo en desconfiar de él en favor de semejantes inútiles. Nuevamente, cuando habla, su voz no refleja más que una pequeña parte de ese ácido.
Buenas noches, compañeros. Me alegra que hayan sabido guarecerse a tiempo. - Después añado mirando hacia el tullido que reposa en el sillón y hacia las operaciones que lleva a cabo el buen doctor - No puedo dejar de observar que han tenido bastante movimiento por aquí. ¿Serían tan amables de narrarme qué ha ocurrido exactamente mientras yo conseguía convertir un secuestro y cautiverio en una negociación con el señor Victor Stanford que, por otro lado, es aquel con el que hemos venido a establecer comunicación? ¿Dónde están nuestro director de operaciones y la pequeña gitana?
Dice tras cerrar la puerta del refugio.
Al ver aparecer a Cross no puedo evitar sospechar de él nuevamente. - Primero desaparece sin más antes de la misión y ahora vuelve airoso tras un "secuestro" y unas supuestas negociaciones, no entiendo nada. ¿Qué tiene que negociar el tal Stanford (que casualmente también es extranjero) con otros vástagos teniendo una amenaza lupina a sus puertas?.
Me alegra ver que sigue con vida, veo que ha sabido arreglárselas. - Digo mirando a Cross de arriba a abajo para luego empezar a narrar la historia.
Cuando usted desapareció fuimos víctimas de una ilusión y un ataque, conseguimos arreglárnoslas para acabar con nuestros enemigos y fue entonces cuando nos dimos cuenta de su secuestro. - Mientras hablo señalo a Maximiliano con un gesto de cabeza. - Después apareció él, al no revelarnos su situación ni quién le mandaba tuvimos que recurrir a la violencia, el resto de la historia creo que ya la conoce.
En cuanto al sirviente... por mi puede morirse, ha tratado de jodernos y no estamos como para derrochar sangre...
Son agravados, no podría curarlos por mucha sangre que utilizase.
Cuando suena el teléfono maldigo interiormente por la interrupción. Miró a Iván con un gesto de disculpa y agarró el móvil, para quedarme paralizada tal cual estatua al ver quien llama.
¿Pero qué demonios?
Con voz que quiere aparentar tranquilidad le digo a Iván:
Discúlpame, pero tengo que atender esta llamada.
Hago un gesto de resignación y abró la puerta, saliendo de la habitación.
Cuando me encuentró fuera de la habitación me dirijó al lugar más apartado de ésta*. Al encontrarme a cierta distancia, aprieto el botón para atender la llamada y con voz nerviosa digo:
A... A... Aló...
Perdón el doble post, pero no quiero que Iván vea esto :P
*Tú me dirás donde (preferencias lugares muy apartados de la habitación xD)
Observas como Beatriz tras la llamada de teléfono se esconde en una esquina del cuarto y se pone realmente nerviosa.
Tras ponerte en una esquina de la habitación, escuchas la voz de tu sire. Hola amor, pensé que no ibas a contestar el teléfono. Su voz es melodiosa como siempre.
Mi labios tiemblan ligeramente al oír aquella voz que me traía tantos recuerdos.
¿Amor?...
Discúlpeme, Sire, estaba algo... ocupada. Dígame, ¿se le ofrece algo?
Estas como muy formal no preciosa?, siempre me llamas por mi nombre, pero hoy soy “tu sire”. .. si ese sire al cual tienes metido en un lío... o es que acaso haz olvidado nuestra ultima conversación? hay un silencio incomodo
Amor es un termino utilizado mucho entre los colombianos, como un cierto coqueteo.
Eso es cierto, señor Cross. No se si usted lo vio, pero a nosotros nos rodeo la oscuridad y unos muros de piedra, que despues descubrimos que era una ilusion. Y usted no fue el unico que fue atacado, incluso a mi trato de atacarme un sujeto, pero afortunadamente logre defenderme. Y cuando me pude reunir con el señor Malone, la oscuridad y los muros desaparecieron, y vimos que usted no estaba. Fueron inteligentes al separarnos, pero pudimos reunirnos pronto. Nos pusimos a seguir su rastro, y encontramos unas billeteras que cuando las cogi, me transmitieron que habia alguien a quien le incomodaba la presencia nuestra. Un personaje extranjero, rubio. Y cuando salimos, nos encontramos a este sujeto Maximiliano. Yo digo que el no nos provocó, pero el nivel de tensión que habia causo discusiones innecesarias. En eso nos paso el telefono, y llegaron el señor Gradsky, la señorita Beatriz y el señor Mendez. Y de ahi vinimos para acá. Eso es lo que yo le puedo contar al respecto.
No, Sire, no lo he olvidado - digo, insistiendo en mis maneras formales para con Rafael, obviando claramente sus primeras palabras. - Lamentablemente, si llama para preguntar si he tenido éxito en conseguirle lo que me pidió, entonces debo informarle que no, todavía no he logrado conseguirle algo tan valioso como lo que me mandó a buscar.
Dios, ¿por qué me haces esto? ¿No ves que me pones frente al hombre por el que moriría gustosa?
Mi expresión se hace triste y mi cabeza gacha mira el piso con profunda amargura.
Sí, lo sé, acá también se usa igual. Sólo que Beatriz se dice: "¿me dice amor, después de haberme apaleado a palabras?"
En mi caso una oscuridad sobrenatural me rodeó y me aisló de ustedes. Algo consiguió ademas mitigar las voces de forma que aunque yo hablaba ustedes no me podían oir y yo a ustedes tampoco. En esa situación me golpearon hasta dejarme inconsciente. Cuando desperté estaba en una carcel con forma de pozo y la chica a la que habíamos visto en el museo me llevó hasta el señor Victor Stanford, es decir, hasta el hombre que hemos venido a buscar.