Partida Rol por web

Le sonrió al doctor con una sonrisa de "te voy a matar", grotescamente encantadora.

Creo que ya hemos tenido muchas emociones fuertes hoy como para agregarle alguna más, ¿no lo cree, mi estimado doctor? - digo en un tono simpático.

Y unos minutos después, en los que me aproximo cada vez más a mi objetivo:

Maldito pendejo...

Un poco mejor siento los brazos de Beatriz y como los papeles han cambiado, hace un momento yo la llevaba a ella y ahora ella me apoya. Vaya que esta mujer me sorprende y ha logrado cambiarme, aunque lo que menos quiero es mostrarme debil ante el Doctor y los demas puesto que soy el lider del grupo.

Cita:

Muestro una sonrisa ante la forma en que ordena a los demas y lanzo una mirada por mis gafas al doctor

Ya oyo Doctor...haga caso y en cuanto a lo de explicarle a Amparo...buen puede hacerlo usted los mosntruos que inventa... Mi voz suena mas gruesa e intento ponerme de pie para poder hablar mejor

Ahora lo que nos importa es que todos estemos dentro..que alguien se comunique con Cross..el nos habia hablado de la maldicion y puede que sepa mas...rapido!!! Esto ultimo mirando a Samuel y a Amparo

Desconcertada, pregunto de nuevo: Es que follar es algo malo? porque como nadie me contesta...me va a tocar buscar en google a ver que me sale. Y de paso, voy a tratar de llamar al señor Cross. Saco el portatil y el celular, y mientras voy prendiendo el computador busco el número de Cross y le marco.

Deberíamos preguntarle tambien a los señores esos que capturamos, que ellos también parecían estar bien informados del asunto. Y ellos fueron los que nos contactaron con el señor Cross.

Marcas el telefono que esta en la memoria  de Maximiliano. De repente escuchas una voz conocida. Es Cross

Dios... - susurró. - Yo no creo que...

Suspiró, deteniendo así la frase. Algo me decía que si insistía en ponerle peros a la explicación de aquella palabra más que suprimir su curiosidad quizá la incentivaría. Niego con la cabeza, como diciéndome a mi misma que no la embarrará más.

Esto ya es algo que no se puede controlar, tenemos la pierna metida hasta el fondo del barro...

Tén cuidado con lo que lees, ¿sí? - le digo a Amparo con tono jovial, sonriéndole.

Reacomodó mis brazos alrededor del torso de Iván para sostenerlo mejor y hacer más fácil la caminata. Mientras retomó el camino miró al hombre a quien sostengo mientras pienso:

¡Qué muestras de cariño se mostraron hoy! Pero no le puedo reprochar, en su lugar hubiera hecho lo mismo... ahora ya no importa, lo que ya salió a la luz no se puede ocultar.

Y con aquello en mis pensamientos, me dirijó al lugar donde están las habitaciones, abriendo la puerta de la mía y entrando en ella.

Al entrar en la habitación mi primera preocupación es colocar a Iván en un lugar cómodo, así que con sumo cuidado y delicadeza dejó que su cuerpo caiga sobre la cama. Tras esto me dirijo a la puerta y la cierro, quedándome con la frente clavada en ella por unos segundos, como si estuviera asimilando la situación.

Después de esos segundos, le digo:

¿Cómo se siente? No entiendo mucho de esas maldiciones, pero seguramente esa vitae podrida le causó aquella sensación de que se quemaba, no sé hasta que punto estoy en lo cierto.

Me acercó a él, mirándole directo a su rostro bañado en sangre, como seguramente debía estar el mío.

Voy a quitarle esa sangre. Espere un poco.

Yendo hacia algunos de los cajones, donde había puesto alguna de mis cosas, sacó unos trapos. Agarrando uno, me dirijó al baño, donde mojó la tela. Después de ello, regresó junto a él, sentándome a su lado.

Debo sacarle los lentes, dígame si le molesta la luz.

Y sin esperar respuesta ni aprobación le sacó los lentes y los colocó en la encimera. Con el trapo que había mojado le empiezo a limpiar la sangre con movimientos delicados.

Alo? señor Cross? soy yo, Amparo. Ya logramos llegar de nuevo al refugio. Que fue lo que le pasó señor Cross? cómo sabía lo de la maldición? Donde está? está bien?

Mientras voy escribiendo en google: "follar"

Permanezco en silencio durante toda la escena, viendo cómo se recupera Iván. - Quizas si que sería buena idea que se merendara a Maximiliano...

Cuando veo a Amparo buscar en google no puedo evitar una disimulada carcajada. - Y pensar que yo soy el que ha provocado esto. Dejate de tonterías Samuel, hay que ponerse manos a la obra. - Pienso mientras me dirijo al Ruso.

Señor Ruso, parece que a usted no le afectaba en absoluto esa extraña lluvia, ¿qué sabe sobre ella? ¿es la primera vez que se produce?

Amparo?.. si estoy bien, estoy con el señor Stanford, disfrutando de su amable hospitalidad, y me ha mostrado desde donde estamos la maldición.  Le aconsejaría que por nuestra salud no le hicieran daño a su criado, me ha advertido que si llega a pasarle algo no nos dará la información que requerimos. Me encontrare en una hora con ustedes.

Mientras escuchan que Amparo habla con Cross observan como busca la “palabra” en Google y salen a relucir miles de páginas de sexo con imagines muy explícitas de lo que es follar. Y Amparo le llega un aviso de “alerta de virus”. El ruso le contesta tranquilamente al Italiano.

Pos yo estuve esperando que me llamaran, y como por aca no es muy seguro por las noches no Salí del refugio, y lo de la lluvia esa extraña a lo bien que no se, yo viajo ocasionalmente a esta ciudad  y nunca me había pasado algo parecido.

De acuerdo señor Cross, lo esperamos entonces. Del señor hablaremos acá. Cuidese. Cuelgo el telefono.

Mientras tanto, trato de cerrar rápido las páginas y de vacunar el computador. Tengo muchas cosas que no puedo darme el lujo de perder.  

Porque no me dijeron que se trataba de eso? ahora se me infecto el computador, y hay cosas que no puedo perder, como la traduccion de la piedra. Nos hubieramos ahorrado mucho sufrimiento si hubieran hablado a tiempo. Total, yo se que el sexo existe, no tenían que asustarse con esa palabra. En fin, el señor Cross dice que esta con un señor de apellido Stanford que le mostro la maldicion desde donde esta, que en una hora viene para a aca y que mas nos valía no haberle hecho nada a ese señor, porque es un criado del señor Stanford y que si le pasaba algo a el no nos iba a decir lo que necesitamos saber. Señor Malone, si el tal señor Stanford se entera de que al otor señor le rompió el brazo, vamos a tener muchos problemas. Señor Mendez, en serio no hay nada que se pueda hacer? tenemos una hora antes de que el señor Cross llegue. Tenemos que destullirlo de algún modo, si es que queremos completar la misión.

Amparo habla con cierta preocupación, porque la acción acelerada de Malone puede haber puesto en resgo la misión.

Me sorprendo al darme cuenta que Beatriz me ha retirado los lentes sin nisiquiera pensarlo y me doy cuenta de lo decidida que es esta mujer, por lo que simplemente cierro los ojos y me dejo limpiar. Hace mucho rato que no sentia esto...sus manos suaves pero frias son el apoyo que necesito para este momento tan confuso y extraño.

Mis ojos rojos se abren de vez en cuando para verle, aunque casi siento que la atravieso al encontrarme con sus ojos.

Beatriz...debemos dejar esta ciudad lo mas pronto posible..creo que voy a ponerme en contacto con alguien y me ire de este maldito pais...vente conmigo... Le digo por lo bajo para que los demas no puedan escucharnos mientras escucho la conversacion de Italiano y Amparo con el Ruso

Dejemos a esta gente con su maldicion... Y mis ojos se clavan por primera vez desde que nos conocemos en los ojos de ella, espero que no se intimide con el impacto

Al sentir aquellos ojos rojos clavarse en los míos siento como si de repente todo se paralizará, como si el tiempo se hiciera cada vez más lento. Tenía una mescolanza extraña de sentimientos: me sentía a la vez nerviosa y extasiada, cautivada por aquel color que sólo los vampiros imaginarios o los mismos demonios se dignaban a lucir. Veo como la mano que sostiene el trapo con que le limpió el rostro tiembla, como indicándome que sino hacia algo el deseo y la pasión que aquel hombre me inspiraba iba a salir a flote; pero su propuesta, lejos de calmar mis ánimos no hace sino alterarlos.

¿Irme... contigo...? - preguntó con una voz que suena hasta boba, temblando de los nervios.

¡Dios! ¡¿Qué decirle?! Si le respondo que sí, dejaré todo... amigos, trabajo, la banda, mis clientes... a mi Sire... pero si le respondo que no seguro se ira, y me voy a quedar sola, ¡y no quiero!... Pero si me voy, ¿entonces qué pasará con Rafael y conmigo? ¿No estaría firmando nuestra sentencia de muerte definitiva? ¿Es que Cornelia Jurgis se va a quedar de brazos cruzados? Si me atrapa, me mata... ¡nos mata!

Iván... - suspiró, sopesando las consecuencias consecuentes a lo que le iba a decir -, cuando nos conocimos, en Medellín, cuando la señora Jurgis habló con nosotros acerca de nuestro papel en la guerra, ella me dio una segunda oportunidad, o más bien un ultimatum: me dejaba con "vida" si yo participaba en esta guerra... a mí y a mi Sire, y temo que si no cumplo, si me voy ella, nos perseguirá, y si me atrapa, pues simplemente estaré contando mis últimos días en esta tierra. Quiero irme contigo, ¡no sabes cuanto anhelo alejarme de aquí!..., pero tengo miedo, y no quisiera que algo le pasará a mi Sire por mi culpa, nunca me lo perdonaría... Si me prometes que me protegerás de ella, te acompañeré hasta al mismísimo infierno si lo deseas... No sabes cuanto te lo agradecería...

Siento como las lágrimas empiezan a salir de mis ojos, liberando toda la carga emocional que se había originado desde el fallido trabajo que me había encomendado Rafael. Ocultó mi cara en su cuello, rodeando éste con mis brazos, llorando así, desesperada.

Por favor, no me dejes - le suplicó con la voz quebrada con el llanto.    

Tranquilamente me dirijo a Maximiliano, agachándome cerca suya para hablar. - ¿Eres consciente de que ha sido culpa tuya lo del brazo verdad? Me faltaste al respeto. - Mientras pronuncio las palabras algo cambia en mi forma de mirar al humano, intentando acceder a su mente y sus sentimientos, manipulándolo.

Después, cuando creo que el truco ha funcionado, miro al doctor Méndez. - ¿Puedes hacer algo con el brazo?

Queremos... hacer algo con su brazo, señor Malone? Quiero decir, si de verdad es tan importante que este hombre tenga su brazo en condiciones cuando aparezca Mr. Importante pues sí, se podría intentar hacer algo... Pero al fin y al cabo, este hombre simplemente se ha llevado su merecido por querer pasarse de listo - digo mientras me acerco al hombre y me centro en el, bajando la voz en un tono poco tranquilizador.

Yo no se, señor Mendez, pero yo prefiero no arriesgarme a perder información que pudiera ser vital para ver si terminamos con esto pronto. La verdad es que no se porque le rompieron el brazo, porque hasta donde se, el no nos hizo ni nos dijo nada abiertamente ofensivo. Me parece que es mejor no intimidarlo mas, y evitarnos mas problemas de los que ya tenemos.

Me alejo y me asomo por una ventana, queriendo ver que ha pasado con la lluvia roja y la tal maldición. Como hará el señor Cross para cruzar si hay una maldición? será que tiene el tiempo limitado? Ojala llegue bien y lo que tenga que decir sea importante.

Rapidamente le arrebato las gafas de las manos y me las pongo inmediatamente mientras que observo como sus mejillas se inundan de la viate que brota de sus ojos cuales lagrimas, mi rostro continua inmune a este momento pero por dentro no puedo evitar sentir ciertos cambios. Es como si esta mujer con sus palabras y forma de actuar me amarraran cada vez mas.

Porque le he pedido que se vaya conmigo.... Niego con la cabeza y con una mano le tomo el menton mientras continuo viendole fijamente y con la otra mano seco sus mejillas humedas por el llanto No iras al infierno Beatriz...

Aun cuando se que nuestro destino esta marcado desde el dia que aceptamos entrar en este mundo de oscuridad y maldad

Sin pensarlo dos veces y sosteniendo su menton suavemente me acerco a ella y le beso los labios helados...nuestros labios frios se unen antes que ella pueda decir o hacer algo, se que no sentimos el calor del amor pero no puedo evitarlo