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La Casa del Polvo y la Ceniza

Tercera Parte: La Casa del polvo y la Ceniza

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03/05/2016, 00:12
Director

La Mártir Cygnan aterrizó en un puerto en la falda de la montaña volcánica; había un total de 6 zonas de aterrizaje de la cuales estaban ocupadas 4, una por la Mártir Cygnan, y otras tres por naves celestes similares a la vuestra.

La mayoría de otros pasajeros comienzan a bajar de la nave para reunirse con un pequeño grupo de recibimiento: un hombre anciano y barbudo vestido con ropas formales, camisa almidonada y una corbata elegante custodiado por dos escribas tras él y un trío de soldados de las FDP* sosteniendo sus armas automáticas en actitud ceremonial.

En cuanto salís a la cubierta exterior, al aire libre, notáis una ligera capa de nieve grisácea que cae del cielo y se acumula rápidamente sobre el suelo y la baranda. En cuanto la tocáis os dais cuenta con desagrado de que se trata de la ceniza del volcán, que le da a todo un tinte grisáceo y sombrío. Unos trabajadores demacrados con túnicas raídas ayudaban con desgana a la tripulación a desembarcar suministros y mercancías, no pasasteis por alto que aquellos trabajadores llevaban collares explosivos como medida disuasoria de abandonar su trabajo, además de ser vigilados agentes de las FDP discretamente repartidos por las construcciones grisaceas del puerto.

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03/05/2016, 00:27
Capitán Elias Shadrak

Cuando os disponéis a bajar a tierra por la pasarela, notas una carraspeante voz del capitán nada disimulada del capitán a tu espalda. - *thm, thm* -

Te giras a observarle, y el capitán te mira a los ojos y con una inclinación de cabeza te señala a un rincón algo apartado de la pasarela, pero aún en la cubierta a la vista de la gente en tierra. Parece que quiere hablar de algo.

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03/05/2016, 12:22
Hieronymus Homron

El arbites devolvió al capitán un breve asentimiento y se acercó al punto que éste había señalado
- Capitán - se limitó a decir a la espera de lo que éste tuviera que decirle. No esperaba una agresión por su parte, por lo que se abstuvo de realizar cualquier gesto amenazador o violento. Quizás, si esa era la voluntad del Emperador resultara que aquel era un fiel servidor del Imperio y tenía algo que aportar.
Después de todo, si quisiera la muerte del arbites y su equipo bien podía haberlo hecho en la nave, donde tenía todas las cartas a su favor y era, en teoría, dueño y señor de todo y de todos.

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03/05/2016, 14:14
Capitán Elias Shadrak

El capitán te devolvió la mirada con dureza, y tal vez un poco de suspicacia. Intuías que el capitán podía esperar una actitud un poco más respetuosa por tu parte, y el no encontrarla le irritaba. En cualquier caso, si era así, no lo demostró abiertamente.

- Parece que le ha caído en gracia a mi primer oficial. - comenzó a hablar sin relajar el tono de su voz, mortalmente seria - También sus hombres se han ganado el respeto y miedo por igual entre varios de mis tripulantes; según me cuentan durante el asalto defendieron la nave, no solo a su protegido... si de verdad es tal cosa. - dejó la frase en el aire, y en su rostro se formo una mueca, como si estuviera mascando algo desagradable. - No me importa quienes sean o lo que hayan venido a hacer aquí, pero el hecho es que me siento en deuda con ustedes y pienso pagarla ahora mismo, así que escuche claramente y haga con esto lo que quiera. -

- Algunos dicen que este lugar es una especie de cementerio, pero si quiere saber mi opinión es más que eso. Es un lugar para enterrar y olvidar, una prisión para los muertos... Es viejo y oscuro, y todo el fuego en el corazón de Solomon no calentará los corazones de los que aquí descansan... Otra cosa, estas naves estaban contratadas por los dolientes de la noche negra, los clérigos que custodian este complejo, para traer a la gente a esta "subasta", pero creo que ninguno fuimos contratados para traer a nadie de vuelta... - el capitán te miró como si aquella frase se entendiera sola.

- Sin embargo, nosotros esperaremos para arreglar esta pequeña de todos modos. Sólo recordad estar aquí cuando partamos. No nos quedaremos más de una semana. -

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03/05/2016, 23:21
Hieronymus Homron

- Capitán - dijo el arbites acmpañado de un breve gesto de asentimiento, muestra de respeto y agradecimiento - le agradezco sinceramente sus palabras.
- Con gusto aprovecharemos su ofrecimiento para sacarnos de aqui una vez que hayamos terminado lo que hemos venido a hacer.
- Descubrirá, que mi patrón es en extremo poderoso y que sabrá pagar con justicia sus esfuerzos - dijo el arbites, con el absoluto convencimiento de que así sería. La generosidad de la Inquisición sería tan grande como férrea era su justicia.
- Que el Emperador le proteja hasta entonces - añadió y como en toda aquella breve conversación, era el arbites el que hablaba y no el personaje que interpretaba, si bien aunque franco, no se permitiera ser más claro - si es usted de los que creen, claro - añadió justo antes de darse la vuelta. Quizás había juzgado mal al capitán y éste había renegado de la fé al Divino Emperador como parecía haber hecho del Astra Militarum. Ojalá no fuera así.

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05/05/2016, 14:35
Arcturus

El tecnosacerdote Arcturus fue de los primeros en descender de la Mártir Cygnan, tras haber agradecido formalmente al capitán y su segundo sus esfuerzos. Tras pisar el muelle no pareció estar demasiado cómodo, y miró atrás, a la nave, mientras otros pasajeros desembarcaban. Echó un atento vistazo a las demás naves del embarcadero, intentando identificarlas de alguna manera, así como a los posibles pasajeros y tripulaciones de las mismas. Quién sabe si habría otros viajeros que hubiesen venido a la subasta, especialmente el hombre barbudo que aparecía en el pergamino de Vymer. También echó un vistazo general al puerto y sus instalaciones; pero no dijo palabra ante el hombre que parecía haber venido a recibirlos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

El viejo barbudo que los recibe no será el del pergamino de Vymer, no?

La tiradita de Perspicacia de rigor, así en general...

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06/05/2016, 02:16
Orionus Boulder

Orionus recargo las balas del cargador de su rifle automático, cogió todo su equipaje y salio al lado de Urtzi escoltando lo. Llevaba el rifle automático en ristre apuntando hacia abajo y con el seguro del arma puesto.

Al bajar de la nave observo que había más naves de transporte parecidas de la que venían. También un hombre bien vestido, escoltado por unos soldados de la FDP y sin olvidar el panorama del lugar.

 Notáis una ligera capa de nieve grisácea que cae del cielo y se acumula rápidamente sobre el suelo y la baranda. En cuanto la tocáis os dais cuenta con desagrado de que se trata de la ceniza del volcán, que le da a todo un tinte grisáceo y sombrío. Unos trabajadores demacrados con túnicas raídas ayudaban con desgana a la tripulación a desembarcar suministros y mercancías, no pasasteis por alto que aquellos trabajadores llevaban collares explosivos como medida disuasoria de abandonar su trabajo, además de ser vigilados agentes de las FDP discretamente repartidos por las construcciones grisaceas del puerto.

El asesino no se sentía inseguro pero no paraba de observar el lugar y al hombre bien vestido mientras se acercaban a él.

- Tiradas (1)
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07/05/2016, 13:45
Hermana Isolda

Esa isla parecía estar a punto de explotar e Isolda no pudo evitar un pequeño rezo para que así ocurriera y toda la escoria que estaba allí muriera con esa isla. No le importaba morir ella si conseguía librar al Imperio de esa maldita escoria.

La ceniza no era extraña para la sororita que, por suerte o desgracia, había estado en mundos de muchos tipos; pero siempre mostrando la flor de lys y su uniforme con orgullo, eso de ir escondida y tapada como una rata la hacía sentirse mal, sucia, como si lo que estuviera mal fuera ser un fiel servidor del Emperador y la Eclesiarquía.

Ese pensamiento se arremolinaba en su cabeza mientras el individuo se acercaba a ellos. Como siempre, se mantuvo algo más atrás de Urtzi, haciendo su papel y función de guardaespaldas.

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08/05/2016, 23:00
Urtzi Chrom

Por fin la noticia de avivamiento de tierra se convertía en una realidad tangible. Tras el proceso de atraque y los preparativos necesarios, el grupo de acólitos pisaba sobre suelo firme. Urtzi observó con curiosidad el lugar a donde La Mártir Cygnan los había llevado y el ajetreo característico de un puerto.

Lo primero le llamó la atención fue lo que un principio le había parecido nieve que, sorprendentemente, no era más que incómoda ceniza. Lo siguiente fue buscar con la mirada la comitiva que los fuese a recibir para asistir a la subasta, la cual tampoco fue complicado de localizar. Pero las experiencias vividas le obligaban a estudiar más su entorno volviéndolo casi tan exigente, rozando casi la paranoia, como el señor Homron. Finalmente, no quedaba otra que rendirse al protocolo y responder ante sus anfitriones. -Uriel Cástor, en representación de mi señor Lord Ezequiel Sunder.- Acompañó sus palabras con una leve reverencia a modo de saludo. 

- Tiradas (1)
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09/05/2016, 14:22
Heinrich Von Tod

Los collares explosivos no eran tan comunes como los servidores. Esa medida extra de crueldad llama la atencion de Heinrich, que vigila a su alrededor, poniendo especial atencion a los viajeros de la Martin Cygnan para ver si el intercambio de identificaciones se corresponde con las identidades que habian mantenido a bordo de la nave.

-No nos relajemos. 

Murmura para que le oigan Gianna y Jerome, quienes, como de costumbre estan en formacion.

 

- Tiradas (1)
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09/05/2016, 18:50
Hieronymus Homron

El arbites se había detenido un instante junto a la pasarela de desembarco junto al capitán del navío. Quizás éste había tenido para él unas últimas palabras bruscas, como las que ya le dedicara en la breve cena o en cualquiera de sus otros igualmente breves encuentros.

En cualquier caso, el arbites no tardó en unirse al resto del equipo y se colocó detrás de Urtzi en una actitud marcial y carraspeó respetuosamente para hacer notar su presencia sin interrumpir del todo la conversación del sabio con el barbudo con actitud de oficial.

- Señor, el equipo está listo para escoltaros - informó al Lord- ¿a dónde debemos dirigirnos, señor? - preguntó manteniendo un tono neutro, aunque bien sabía que Urtzi carecía de respuesta. La pregunta, indirectamente apuntaba al barbudo, quién, si seguía las normas de educación básicas informaría al Lord para que éste pudiera hacerlo con "sus hombres".

Por otro lado, la presencia de las PDF no dejaba de ser llamativa. Eso implicaba que, o bien aquella "subasta" tenía un caracter oficial y refrendado por la autoridad planetaria o bien un alto cargo de la administración o del ejército local con la suficiente influencia tenía las manos metidas en el asunto y disponía del poder y el atrevimiento necesarios para movilizar tropas regulares a espaldas del gobierno.

Los esclavos, pues no era otra la definición para aquellos con collares explosivos no era tan extraña. La legislación de cada planeta e incluso de cada región era muy variable en aquel asunto. Desde la oposición más firme a cualquier forma de servidumbre, fuera de la obligatoria obediencia al Administratum, a la Eclesiarquía, al Arbites y al Trono. Hasta el extremo opuesto, donde las deudas o el deseo de un noble local podían convertir a un humano, incluso un humano no mutado, en virtualmente un esclavo cuya vida pendía de un hilo o de un capricho.

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09/05/2016, 23:45
Gianna Anzerani

Por fin habíamos llegado a nuestro destino, ya había ganas de pisar suelo firme, aunque desde luego por el movimiento que se veía a nuestro alrededor algo gordo se estaba preparando, con paso firme y sin dejar de observar todo lo que nos rodea me coloco en mi sitio esperando ordenes de Urtzi, nos estábamos metiendo en la boca del lobo sin saber que nos íbamos a encontrar.

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10/05/2016, 00:24
Hiram Bland

El hombre anciano y barbudo intercambiaba un apretón de manos con Octavia Nile, y por su gesto hubiera hecho lo mismo con Lanus Cisten de no encontrarse su brazo en tan mal estado. Una vez todos hubisteis desembarcado de la nave celeste, formasteis un extraño corrillo alrededor de aquél comité de bienvenida.

- Saludos, nobles invitados y demás magnates. Soy el decano mayor Hiram Bland, siervo del Adeptus Terra. Tengo el honor de administrar la subasta por los bienes del comerciante independiente Haarlock. No saben lo aliviado que me hace ver que llegaron a salvo y a tiempo para la recepción de esta noche a pesar de sus desdichadas circunstancias. - El hombre prácticamente recitaba su discurso de carrerilla, como si lo hubiera aprendido de memoria. Solo su declaración final cambió un poco su tono de voz, ligeramente afectado.

- Ponemos a su disposición unos planos del recinto que recibirán al mostrar sus credenciales. Pueden recorrer todo el lugar, salvo las habitaciones ajenas y puertas cerradas con llave. La puerta principal está siempre abierta a todo el mundo... Por desgracia, los mapas no son tan precisos como nos gustaría, así que intenten no alejarse demasiado de las zonas marcadas; el complejo es sorprendentemente grande, y muy viejo. -

- No duden en pedir ayuda de alguno de mis adeptos, o los soldados que nos escoltan. No somos muchos y nos limitamos a la zona de la subasta marcada en el mapa. Hay otros, por supuesto; los de los sudarios negros son el Gremio Afligido, los guardianes del lugar, pero dudo que obtengan mucha ayuda de ellos y sus antiquísimos servidores, se limitan únicamente a cumplir su labor de custodiar el lugar, embalsamar y atender los enterramientos. Es posible que se encuentren a otros visitantes, peregrinos y demás pero en su caso no puedo responder por ellos. -

- Cualquier pregunta que tengan podrá ser respondida a su debido tiempo. Aún faltan unos pocos días para la celebración de la subasta, pero tras la recepción dispondrán de los objetos en una magníficamente preparada exposición donde podrán admirarlos y valorarlos con sus propios ojos. El Adeptus Terra y yo mismo certificamos la autenticidad de cada artículo así como serán descritos. -

A un gesto suyo, los adeptos tras él avanzaron hasta situarse cada uno directamente a su lado, uno sostenía en sus manos con delicadeza una tela sobre la que había varias placas de datos brillantes y bien cuidadas, mientras el otro se colocó sobre la cara un visor que le daba a su rostro el aspecto de un insecto gigantesco. Este último examinaba las credenciales de los asistentes unos segundos a medida que las presentaban, asentía con la cabeza y su compañero tendía a cada grupo una de las placas de datos. Después Hiram Bland daba paso al grupo correspondiente al imponente edificio, a unas decenas de metros tras él.

Notas de juego

Esta tarde-noche os diré algo a los que habéis hecho tiradas, que ayer no podía con nada más.

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11/05/2016, 01:35
Director

Por más que intentas distinguir algo en las naves ajenas, lo único que ves es alguna figura solitaria en cubierta. Lo máximo que puedes sacar en claro es que probablemente estén vacías, ya que sin duda llegaron antes que vosotros a la isla.

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11/05/2016, 01:37
Director

No estas seguro, pero al escuchar a Hiram Bland, te da la impresión de que apresura las frases al hablar, como si quisiera terminar con todo aquello cuanto antes.

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11/05/2016, 01:40
Director

Como es natural para alguien criado bajo las creencias y educación de los Mechanicus, como tú, tus ojos se posan casi involuntariamente sobre las placas de datos. No es hasta que llega vuestro turno y recogéis vuestra placa correspondiente que no ves el pequeño fallo de todo aquello.

Sobraban placas, muchas, demasiadas considerando que no daban más de 1 por grupo; a eso se le sumaban las plazas vacías del puerto y la frase del decano - No saben lo aliviado que me hace ver que llegaron a salvo y a tiempo para la recepción de esta noche a pesar de sus desdichadas circunstancias. -

Un súbito pensamiento te decía que probablemente otros asistentes desconocidos nunca pondrían pie en la isla ni volverían a sus hogares.

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12/05/2016, 03:20
Orionus Boulder

Cuando les tocara el turno de pasar los pases a su grupo, Orionus formaría en el grupo sin que le diera nadie ordenes. Solo ocuparía el lugar que estuviera libre u observara con gran espacio para escoltar a Urtzi.

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14/05/2016, 22:33
Hieronymus Homron

El arbites observó con ojo crítico al anciano. Éste había invocado el poder del Adeptus Terra. Así pues aquella reunión gozaba del beneplácito del gobierno y había sido censurada y aprobada por éste. Eso, suponiendo que el anciano no mintiera, aunque no le había temblado la voz al presentar y cualquiera sabía que la pena por hacerse pasar por un funcionario imperial era tan sólo algo inferior a la pena por matarlo.

Durante el paseo Hieronymus estudió al viejo a sus hombres intercalando miradas al mapa que les habían entregado, con la intención de memorizar cuantos detalles y puntos de referencia pudiera.

- Hotel, Gamma - susurró, poniéndose a la altura de éstos durante la marcha - hablad con los soldados, sacádles lo que sepan de los Afligidos. Cuántos, qué hacen y qué opinan de ellos.

- Milord ¿algo que pueda compartir con nosotros? - dijo a su vez, al colocarse de nuevo junto a Urtzi. Sin duda el sabio podría señalar datos que los demás desconocían, como hacía con frecuencia.

- Tiradas (2)

Notas de juego

- Saber Eclesiarquia (34) - conocimiento sobre el Gremio Afligido

- Escrutinio (44) - Evaluar al viejo a su séquito.

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15/05/2016, 03:46
Arcturus

El tecnosacerdote echó una última ojeada alrededor antes de seguir a la comitiva. Intentaba reunir la mayor cantidad posible de datos acerca del puerto y el magnífico enclave que lo acogía, aquella isla abrumadora que tanto le recordaba a su planeta natal. Aunque ni mucho menos era lo mismo; es curioso cómo los designios del Omnissiah pueden dirigir dos lugares semejantes en direcciones tan lejanas entre sí...

Reprimió una sonrisa cuando oyó cuchichear a Hyeronimus. Por el Emperador, aquel hombre no se relajaba nunca. No pudo evitar un asentimiento entre la aprobación y la admiración. Y aceleró el paso para ponerse a la altura del arbites, dispuesto a colaborar de la mejor manera posible. Pues bien está lo que bien funciona, y el viejo era el que hacía girar los engranajes del equipo, cada vez mejor sincronizados.

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15/05/2016, 21:36
Urtzi Chrom

Urtzi escuchaba con atención las indicaciones que les daba el anciano que presidía la recepción al evento. El hombre repartió una tabla de datos para cada grupo de compradores y en ese momento el adepto se percató de una relación existente entre las palabras de Hiram Bland y el material que estaba repartiendo. Aceptó el obsequio educadamente aunque sin pronunciar una palabra y esperó a disponer de cierta intimidad para compartir sus observaciones. -Está claro que contaban con muchos más invitados para la subasta.- Dijo tanto al arbites como al resto de acólitos. -Me gustaría pensar en que el motivo del ataque se debe al atractivo que supone esta clase de reunión para maleantes de diversa calaña. Pero no sería descabellado pensar en algún ataque premeditado para eliminar competidores...- Parecía que algo del suspicaz, casi paranoico, pensamiento del señor Homron había terminado por filtrarse en la propia mente de Urtzi. Entonces se dio cuenta que probablemente le estaba preguntando por los siervos que parecían ocuparse de manera altruista y casi ritual del lugar. -Enseguida consultaré entre mis documentos.- Aquel nombre no le resultaba desconocido pero debía cerciorarse de si se trataba de un simple cruce de palabra en una conversación o si realmente sabía algo más de ellos. La mente del adepto era lo más parecido a un archivador si uno trata de buscar comparaciones. Tiene toda clase de información pero no siempre se tiene a mano cuando uno quiere. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

He tirado por saber sectas pero igual es más adecuado leyendas o imperio.