Partida Rol por web

La puerta se abrió y una sala enorme se presentó delante de los ojos de los miembros tan diversos de esta especie de expedición paranormal.

Parecía ser un salón de baile, derruído por las alas del tiempo. Un piano de cola ocupaba una esquina y desde allí una música melodiosa llenaba la sala. Aunque nadie estaba tocando.

En el techo, un candelabro antiguo cernía luces de vela y luego estaban las ventanas, por las que entraba una luz espectral. No se veía ninguna puerta, al menos de momento.

Un mueble enorme ocupaba el sitio al lado del piano y en él se exhibían estatuillas, cuadros pequeños y vajilla de plata, sobre todo copas y platos.

Entre en la habitación detrás de David, esperaba encontrar de todo menos eso. Una gran habitación con una melodia bastante relajante, muy bonita.

Podía imaginar la de bailes que había habido en esa casa, las personas felices y disfrutando de esa velada, ¿quien podría imaginar que en ese lugar tan tranquilo pudiera estar pasando las cosas que estaban pasando?

Me dirigi al piano, lo acaricie levemente, después con sumo cuidado levante la tapa del piano, esperando encontrar algo en su interior.

Después revise la habitación en genera, mirando el armario, ya que no había mucho más que mirar

No voy a engañarme me decepciona lo que veo, necesito algo sobre lo que descargar la rabia. En fin, la misma casa será mi vía de escape, al fin y al cabo sigue siendo la responsable de que estemos aquí. Di un paso a la derecha dando lugar a mis compañeros, tocando la pared levemente con la punta de las tijeras y fui andando siguiéndola, dejando mi marca por ella mientras tarareaba acompañando a ese piano hasta que llegué a su altura.

- Venga, tócala otra vez, Elizabeth ¿Es éste el interruptor de visiones de esta habitación? Todas tienen uno ¿Verdad que sí? ¿Verdad que lo tienen? ¡PUES VENGA! ¡LUCES FUERA Y ENCIENDE EL PROYECTOR!- grito al apuñalando a las teclas como si ellas tuviesen la culpa.

Es inútil, me imagino, pero mejor eso que nada.

Aún no llegaba a entender esa manía que tenían de entrar en todas partes y de toquetearlo todo. 

- Venga Marta, por qué no nos tocas antes mientras David baila un poco, con suerte vendrá el marido de la muerta y nos azuzará al perro, eso o saldrán miles de fantasmas y se pondrán a bailar unas chirigotas...

- David, tranquilizate, asi no conseguiras nada.

Ante el comentario de Miguel, lo miro callada

- Ya tenemos demasiados fantasmas en esta casa para que se unan más a nosotros

Entramos en esa habitación y comenzó a sonar la música. A pesar de ser relajante, todos mis músculos se tensaron, el pelo de mis brazos se erizó y me puse a mirar por todos lados.

Cuanto más relajante podía parecer, mi cuerpo más me decía que era muy peligroso. 

Me acerqué a Marta y empecé a buscar con ella. Cuatro ojos verían más que dos, y prefería alejarme del vagabundo y sus tijeras

- ¿Y cómo consigueré algo?

No puedo pensar ni decir nada más, de hecho apenas puedo nada. Empiezo a dar vueltas por la habitación buscando el resto de elementos de la lista ¡Cómo desearía que lo primero que encontrase fuese ese cuerpo! Necesito sentarme, busco con la mirada el típico taburete de piano, para reposar un poco mi cuerpo cansado y quizás para buscar entre su funda la carta ensagrentada.

Por lo pronto la sala de proyecciones permanece apagada, por más de que David pide que Elizabeth, o que la casa, o que ambas, se pongan a hacer esos flashes que entremezclan el pasado con el presente... nada pasa. Martha comienza revisar el cuarto junto con Nacho.

La tapa del piano, abierta, solo reveló que las cuerdas estaban apolilladas. El resto del cuarto seguía silencioso al ruego de los presentes porque algo más pasara o apareciera.

La casa no dejaba de asombrarme, me encontré con un gran salón de baile, era el escenario perfecto para otra de las visiones de la casa. Sentía la necesidad de buscar allí, antes que una de esas extrañas visiones comenzara de nuevo.

Fred es el que primero lo nota: cuando se acerca al mueble que contiene la vajilla, siente un aire al costado del mismo. Es como una corriente de viento que se filtra por detrás. Parece que hay algo oculto por el pesado mueble. El problema es que es demasiado pesado para que alguien solo lo pueda correr. Se necesitará de la fuerza de todo el grupo para lograrlo y de la coordinación de sus movimientos.

Cuando el chico les comenta sobre su descubrimiento al resto de sus compañeros se escucha nuevamente un caminar de patas pero nadie ve a Goliat, aunque sus pisadas se siguen sintiendo. De pronto también se escucha un aullido lastimero. Todos se dan cuenta de que el lamento procede del otro lado del maldito exhibidor.

Me alegra la noticia de haber encontrado algo, aunque más no sea una corriente de aire, al menos eso me da algo que hacer que no sea perder la cabeza. Sin decir una palabra más desde mi último arrebato me sitúo junto al mueble para ayudar a correrlo. Escuchar los aullidos del lobo, ahora amigo y otra víctima más de la casa, me ayudan a empujar con más empeño. Espero que realmente éste sea el camino para solucionar las cosas, si no lo mismo daría que me cortase el cuello ahora mismo.

A empujar se ha dicho solté mientras nos acercábamos al armario para moverlo.

El aullido de Goliat no sonaba muy tranquilizador. Ya hasta temía que intentara de nuevo atacarnos.

Cruzando los dedos, y esperando que Fred supiera tranquilizarle de nuevo si era necesario, me dispuse a empujar

Al pobre Goliat lo debe haber encerrado ese tipo.  A decir verdad me preocupaba un poco más como lo estaba llevando David, las últimas visiones en verdad habían tocado sus fibras sensibles y podía tornarse peligroso.
No había más remedio, si queríamos rescatar a Goliat antes debíamos empujar ese mueble.

Necesitabamos mover aquello para ver si lográbamos ver lo que había más allá. No era muy partidario de buscar nosotros a los fantasmas, pero si algo estaba claro es que necesitaríamos averiguarlo todo para lograr escapar de allí. Así que me uní a mis compañeros y empecé a empujar.

Observe como mis compañeros miraban algo en la estantería, me fije mejor, hasta darme cuenta de que es lo que llamaba su atención, un pasadizo, o eso parecía.

Empuje junto a ellos, para ver que había del otro lado de la habitación, en ese momento escuche unas pisadas, Goliat seguramente, mire hacia la puerta pero no se le vio, por lo que no le hice mucho caso, pero entonces el aullido lastimero del perro llamo aún más mi curiosidad.

Alejandome de la estantería fui hacia la puerta y mire por ella, por si se veia al perro y lo que le estaba ocurriendo, ese aullido debía ser por algo

El mueble se va corriendo y los ladridos de Goliat se hacen sonoros, fuertes, alegres quizás porque son finitos y no como los de un perro que está advirtiendo el no entrar a su territorio. Mas parece un animal contento de ver a su amo.

Así que, excepto Nacho que se sentía un poco agotado, todos lograron mover esa cosa y al final, lo que estaba detrás apareció.

Era un enorme, en el sentido de extenso, pasillo. Todo estaba roto, en realidad parecía una parte de la casa que aún no se había podido comenzar a construir o que estaba en mitad de la hechura. Algo más loco que eso, algo que llamó la atención de todos era que lámparas de luz colgaban de los techos.

Sí, de luz eléctrica... luz que no podía haberse obtenido en la época de la casa. Goliat comenzó a dar vueltas esperando que lo siguieran. El pasillo era tan largo que parecía el de esas pesadillas donde no llegas al final. Pero había final:

Una puerta abierta, llena de luz.

El perro lloró cuando vio eso. No avanzó más y se sentó sobre sus cuartos traseros. Entonces cayó de costado, como duro: su hocico comenzó a sangrar y delante de todos su cuerpo se descompuso.

-No sigáis...- dijo la voz de Johnathan. -No es por aquí... volved, volved o...

Y fue de nuevo el silencio. Antes de decidir sobre qué hacer los chicos vieron que donde el animal se había descompuesto hasta ser unos huesos casi hechos polvo, había un ladrillo suelto, y de allí se veía un trozo de papel.

No entendía cómo podía haber luz eléctrica en esa parte de la casa.

¿Es posible que esta casa sea real y se haya reformado...? No lo entiendo...

Fue horrible ver cómo Goliat moría y se convertía en polvo

¿Sería aquí donde murió Goliat? dije apenado.

Al ver el ladrillo suelto y el papel, me agaché para cogerlo. Lo abrí con intención de leerlo en alto para todos