Partida Rol por web

- Dejemos esta habitación para más tarde, algo me dice que se abrirá cuando sea oportuno. Investiguemos el pasillo quinto. Veamos que hay en aquellas puertas. Dije yendo hacia la primera puerta de todas.

- Me parece bien, quizas en una de esas habitaciones encontremos la llave que nos hace falta, en caso contrario siempre habrá tiempo para usar la fuerza. ¡Vamos, Goliat!

Dije acariciando al perro y siguiendo a Miguel

Seguía meditando el resultado de mi tirada y la que hicieron en esta misma sala. Ambas hablaban de la muerte. ¿De quién? ¿De uno de ellos? 

O quizá hablaba de una muerte eterna para Elizabeth...

Seguía confuso. Parecía que era el único en creer en las tiradas de las cartas. 

Siguió a Miguel y a Marta, sin prestar mucha atención

Habíamos regresado al punto de partida. No había mucho que hacer allí salvo abrir la puerta doble. Como no teníamos llave era más sensato revisar las otras puertas en el pasillo antes de intentar derribarla.
Seguí a los demás caminando hacia el pasillo.

¿Pasillo quinto? ¿De verdad ha perdido el tiempo numerándolos? En fin, yo no quiero usar la fuerza contra casa ni una pizca más de lo estrictamente necesario, los sigo de cerca hasta la primera puerta. Me pego a la pared y le echo una mirada a Goliat, como perro fantasma de esta casa que es parece muy receptivo a las señales de peligro. Si según el perro todo va bien, abro la puerta con el cuidado que hemos aprendido a tener con todo en este sitio.

Abrieron la primera de las puertas que este pasillo tenía sin explorar. Se hallaron delante de un viejo dormitorio, con una cama de dos plazas.

Retratos en las paredes, pintados a mano, hacían ver a Lady Marleen, la madre de Elizabeth junto a un señor de rasgos afilados, probablemente su esposo.

Habían dos espejos altos, que sobresalían por detrás de las cómodas, uno en cada lateral.

Una alfombra ruinosa ocupaba el suelo, en alguna partes totalmente apolillada. También había unas cuantas sillas y un armario viejo, semi abierto.

Era un cuarto deprimente, lleno de oscuridad.

Un escalofrío me recorrió toda la espalda. Ese lugar me daba muy mala espina. Me daba la sensación de que la casa tenía algo preparado para nosotros en esa habitación...

Pero no teníamos más remedio que buscar, así que me puse a ello.

- ¿Será verdad eso que dicen que el cuarto de una persona determina como es ella? En este caso no me cabría dudas, es tan sombrio como la impresión que daba en la visión

Mire el armario que estaba entreabierto, no creia que encontrase nada, pero nunca se sabía, quizas en algun rincon hubiera algo o en algun bolsillo olvidado.

- Miren detrás de los espejos, mejor dejarlo todo revisado

La habitación tenía una cama doble y fotografías de dos personas, reconocí a la madre de Elizabeth. Sin duda era la habitación de sus padres.
Me pare frente al espejo de la izquierda de la cama, buscando como si quisiera que me revelara sus secretos. Ya me había revelado el espejo de la habitación de Elizabeth algo que no se veía a simple vista.
Trate de ver que se revelaba en el espejo que no pudiera ver directamente.

Actué como Fred y me coloqué en el espejo del lado derecho. Me quedé mirando también, esperaba que una nueva aparición se nos mostrase. Seguramente esta vez serían sus padres con suerte es posible que nos dieran alguna pista, a las malas... en fin... prefería no pensar cuales podían ser las malas...

Entré junto a los demás, que rápidamente se pusieron a registrar la habitación como habíamos hecho en las tantas otra que habíamos visitado. Los lugares de búsqueda ya estaban completos a excepción de la cama y esa alfombra destrozada. La cogí por un extremo y la levanté para ver si había algo debajo o pegada a ella.

- No se olviden de mirar también entre las sábanas, la última carta de Elizabeth la encotramos ahí si no recuerdo mal.

Miro al perro un momento para su reacción ahora que estamos dentro de la habitación.

- ¿Fred, crees que Goliat podría rastrear algo por aquí?

No lo sé, podríamos intentarlo. Claramente Goliath no era una especie de sabueso, pero no se perdía nada con intentarlo.
Hice mi petición a golitah: Goliath amigo busca!, busca algo que sea de utilidad en esta habitación.

Nacho comenzó a buscar en el cuarto. Algo lo dirijo hacia la cama y comenzó a levantar los almohadones. Retiró el primero y encontró algo muy significativo:

Una muñeca negra, con varios alfileres que la cubrían. Tenía dos botones cosidos por ojos, un vestidito que la cubría de color café, aunque en algún momento pudo ser blanco y lanas amarillas que hacían de cabello.

En ese momento David se le acerca y ve el descubrimiento, cuando le dan la orden a Goliat, o el pedido, de que busque algo. Nota que la muñeca es algo bien viejo: es una muñeca de trapo, rellena de algodon. Algo de éste se va saliendo por lo que sería su boca cosida.

Marta se fija en el armario. Lo primero que ve son muchas ropas viejas. Algunas polillas salen volando entre ellas. También hay trajes de caballero, que serían costosos en su época pero ahora parecen trapos de piso. Sigue revisando, atenta a cualquier cosa. Entonces se le ocurre golpear en la pared del fondo del armario.

Suena diferente...

Suena a hueco, como si detrás de la pared del mueble no hubiese algo sólido, como la pared de cemento del cuarto, sino algo más...

¿Otra habitación oculta?

Cuando Fred le pide a Goliat que busque el perro sale corriendo del cuarto. Sus aullidos comienzan a sonar desde el corredor. Miguel, por su parte, sigue sintiendo esa sensación de que algo anda mal... que este cuarto es más cruel de lo que aparenta.

En ese momento, con un sonoro golpe, se cierra la puerta por la cual el perro ha salido.

Golpee la pared del armario, algo llamó mi atención

- Chicos ayudenme, creo que he encontrado algo- les digo intentando retirar el armario, apartandolo de la pares- Aqui suena hueco

Di un brinco cuando se cerró la puerta de golpe. Me había quedado mirando a la muñeca y me había abstraído.

Mierda solté

Con la muñeca en la mano, me acerqué hasta el armario, donde estaba Marta y, guardándome la muñeca un momento en el pantalón, la ayudé a empujar

¿Es que no había una persona en esta casa que no practicase voodoo, los padres también? ¿O es que alguien lo estaba practicando sobre ellos, quizás la pobre Bantha quería devolverle algún favor a la señora de la casa? Iba a coger la muñeca de las manos de Nacho para examinarla más detenidamente cuando Goliat salió por patas y la puerta se cerró de golpe cuando estaba por ir a seguirlo. Los demás serán más que suficientes como para mover el armario solos y no quiero que vayamos a perder al perro por eso, así que me fijo se la casa ha tenido la decencia de no encerrarnos aquí para ver si aún alcanzo a ver por dónde se ha ido el perro.

- ¡GOLIAT! ¡Espera chico! Joder, Fred, llámalo de vuelta. No esperaba que se pusiese a buscar por toda la casa... Mierda de chucho fantasma ¿Algún voluntario para ir a buscarlo?-digo, mirando directamente a Fred y Miguel- Fred, Miguel, dejad los objetos de la lista que tengan e id a buscarlo, el perro parece más receptivo con vosotros dos. Nosotros veremos a donde lleva ese armario.

Le había pedido a goliath que buscase algo de utilidad y había echado a correr. Había algo allí afuera que no habíamos visto, o  tal vez algo malo había en esa habitación. La puerta se había cerrado tras el súbitamente alertándonos a todos.
Voy tras él! Le dije a David mientras intentaba llegar lo más rápido posible a la puerta que daba al corredor para intentar abrirla.