Partida Rol por web

Tras tres o cuatro horas de horrible caminata, os encontrasteis con un campamento en una zona pantanosa muy al este de donde estaba la caverna de Dusan. Parecía haber sido escenario de una cruenta batalla. A un lado y a otro encontrasteis cadáveres que portaban las máscaras de los cultustas, al aire, listas para ser devorados por los carroñeros.

Cerca de estos reconocisteis lo que les había atacado. Eran como humanoides-lagartos gigantes con las escamas muy negras. Portaban mazas de armas y escudos de madera.

Dusan se agachó y se llevó las manos a la cabeza, pensando que le caería una de aquellas mazas de armas sobre la misma. Trató de protegerse de aquellas criaturas muertas mientras murmuraba.

- No me hagais daño. Son malas criaturas.

Son hombres lagarto, aunque su piel oscura y sus ojos negros, además de las ligeras mutaciones a lo largo de todo  su cuerpo indican que son una raza diferente de los que normalmente te encontrarías en Golarion.

Estan muertas tambien las criaturas...

Keks no le tenía miedo a los muertos vivientes, eran simplemente trozos de piel y hueso, pegados juntos por energía maligna y utilizados por los vivos.

Y si no le tenía miedo a los muertos vivientes tampoco se lo tenía a los muertos, así que avanzó sin dudar.

-Los hombres lagarto han hecho nuestro trabajo, o al menos parte. Busquemos información y cualquier cosa de utilidad en los cuerpos de los Razmiritas. Luego tendremos que seguir nuestro camino. 

Y después de decirlo se aplicó a la tarea. Con suerte podrían encontrar algo más de que fuera de utilidad sobre sus enemigos.

Xanfalcon adhería a Keks, esta isla era un dolor de cabeza tras otro y cualquier información que pudieran encontrar y que los ayudara era bienvenido.

-No se si es tan bueno esto, Keks... podríamos haberlos interrogado. Aunque es bueno saber y estar preparados para los ataques de otras criaturas.-

Ayudó a Keks, buscando algo en los cultistas. Aunque se preguntaba como se habían encontrado ahí, suponía que estos hombres ya estuvieran manejando de memoria la isla.

Tranquilo, aunque nosotros no estemos ahí para escucharlo, tanto los razmiranos como los lagartos van a tener mucho que contar en el Sagrado Tribunal de Pharasma. - Parece extraño, pero Andrej suena mucho más serio cuando ha dicho esta frase.

Pero seguro que los cuerpos nos pueden dar alguna información de qué pasó aquí  y hacia donde fueron los supervivientes. En cualquier caso, dada la naturaleza de este sitio, yo procuraría quemar los cadáveres hasta que no queden más que cenizas, no sea que sus cuerpos decidan darnos alguna sorpresa...

Bufidos y alaridos pronto invaden el aire a medida que un grupo de humanoides con forma de lagartos negros aparecen de detrás de los árboles cercanos cargando sobre el grupo. Portan mazas de armas y javalinas, y parecen de hostil actitud.

El más grande de ellos, dió un paso adelante y lanzó una de sus javalinas a Andrej, que era el que estaba más cerca. Pero esta se estrelló a unos tres pies, quedando clavada sobre la superficie pantanosa. Portaba una máscara Razimiri sobre la cara. Los otros las portaban algunos de la cintura y otros en los escudos, a modo de trofeo.

Eran las máscaras de los cultistas muertos. Estaba claro que les habían dado caza y que ahora os tocaría a vosotros pagar la intromisión en su territorio.

Andrej se dirige hacia la cobertura de las plantas mientras saca su arco.

Robert observó a tiempo de reaccionar la aparición de los lagartos, y se preparó para actuar.

De nuevo, su prioridad sería la de defender a los más débiles frente a las garras enemigas, debido a ello, permaneció donde estaba lanzando gruñidos y maldiciones contra las criaturas mientras mantenía su arma de doble filo lista para actuar.

La mayoría de los lagartos se lanzaron al agua. Tenía un aspecto claramente sucio y daba la impresión de estar envenenado. En tanto, uno de ellos, que no había saltado, lanzó una javalina a Morgana.

La javalina se clavó en su pierna, lo cual casi le hizo caerse al suelo.

Keks tardó en reaccionar, los lagartos se acercaban demasiado rápido.

Puedes buscar cobertura en ellos. Yo no te he dicho que no.

Pero que no sabia para que lado querias ir XD

Xan dió un paso hacia atrás y conjuró armadura de mago sobre sí mismo. Los lagartos estaban tirando jabalinas y sabía que era posible que alguna le cayera a él.

Stan miró el tamaño de aquellas enormes crituras. Bien era cierto que no le convenía demasiado cargar y ponerse en una situación peligrosa. Mientras se movía un poco, sacó la ballesta y le cargó un virote. Tenía un par de disparos, estimaba, antes de que se enzarzaran en cuerpo a cuerpo.

Mientras, el más grande de los lagartos lanzaba fuertemente una jabalina en dirección a Morgana, pero no era a ésta a quién buscaba, sino a Keks.