Partida Rol por web

Atravesando la zona oscura aparecen apresuradamente Izaoin y Kurt, volando como angeles hacia nuestra salvación. No soy ajena a que alguien nos ha echado una mano, pero eso es tema que trataremos despues. Primero salgamos de aquí y confío en que Jaan se escabuya y nos encuentre. Nos vamos a regañadientes pensando en que pueda pasarle algo.

Espero la llegada de mis amigos y les tiendo mis manos para irnos cuanto antes.

 Habías logrado salir del campamento sin mayores problemas. Tu estado de invisibilidad ayudaba a ello. Habías dejado a tus compañeros en mitad del combate, más no podías hacer más. En esa batalla tus posibilidades de sobrevivir eran pocas,... y entre tu pellejo y el suyo, estaba claro cual primaba más.

Sin embargo, tenías esperanzas de que sobreviviesen, no porque fuesen tus compañeros, sino porque para salir de allí podrían serte útiles. 

Tras una dura caminata, llegas al refugio. Por el momento no había nadie, por lo que decides esperar. Si pasado un rato no llegaban,... bueno, que otro salvase la situación, ¿no?

 Mientras espera, con el estoque en la diestra y la daga en la siniestra, se esconde de la vista entre las sombras del refugio. No esta mal ser precavido, puede la mala suerte acompañarlo con alguna patrulla sorpresiva ahora que esta solo... 

Entre tanto, reflexiona. De poder Aribeth teleportarlos, no tardarian demasiado. Dificilmente podrian abrirse paso de otro modo en el campamento... Y sino... 

Oculto en las sombras, el asesino traza sus movimientos. Si no vuelven en media hora, emprendera el regreso al tunel y tratara de salir por su cuenta a la superficie. Seria bueno tambien tratar de aprovechar algunas de las piezas de equipo drow para disfrazarse, eso le podria ayudar a pasar desapercibido. Pero sigue sin entender muchas cosas...  Quien comanda este ejercito? Por que tantos monstruos y ningun drow a la vista, salvo los que extrañamente estaban fuera del recinto? Por que esa barrera en torno al castillo, que protegia?

 En un abrir y cerrar de ojos Aribeth pronuncia las palabras de su hechizo, haciendo que el grupo aparezca de nuevo en su "campamento" provisional. El combate había sido muy duro, y les podía haber costado la vida, mas la suerte estaba de vuestro lado. Lo cierto era que tendríais que buscar otra forma para entrar en el castillo... así como ir más precavidos por la ciudad, habida cuenta que el ejército de ahí afuera os estará buscando. Eso os hace inquietaros y una duda os asalta: ¿este lugar será seguro?

Por otro lado, ¿donde diablos estaba Jaan? en la zona no se encontraba...

 Antes de relajarse, el guerrero escrutó con sus sentidos la zona en busca de cualquier amenaza. Finalmente juzgó que era lo suficientemente seguro... por el momento.

 - Ha ido muy justo. Solo los dioses nos han salvado... los dioses y esa oscuridad repentina que apareció. Debemos encontrar otra forma de ingresar en aquel lugar.

- buff.. cierto Kurt, y gracias amigos.. - el enano no le salen las palabras, además parece exhausto.. se sienta en el suelo apoyandose en un muro dejando caer su hacha. - No sé si hoy podremos entrar; parece haber algo de resistencia. mientras sonríe a duras penas..

..por cierto, no veo a Jaan por aquí.. , mierda..

Al llegar a nuestro nuevo y temporal refugio, calmo mis emociones y sereno mi ira de justicia divina, lo que apaga mi aura resplandeciente. Luego de eso me acerco a Izaoin, saco mi varita de curación y comienzo a sanarlo. Despues de unos cuantos usos de su poder magico pregunto al enano:

 - "¿Estas mejor ahora, maestro enano? Debemos sanar cualquier herida que nos aqueje para asi poder sobrevivir a alguna situación como la anterior. Fue realmente algo más que suerte lo que nos salvó y eso me tiene intranquilo.

Espero su respuesta para asi seguir sanandolo.

- Gracias Ilesor, creo que ya estoy mejor, sanemos ahora el resto.. - Izoin se reincorpora en ayuda a tan necesarias curas - mmm, yo también estoy intranquilo, no me gusta estar aquí sin apenas protección, pero quizás lo mejor sea esperar aquí a Jaan; dado sus habilidades probablemente sea capaz
de llegar aquí, y es el lugar más probable donde se dirija, estais de acuerdo?

Con lo ultimo que queda de mi varita sano parte de mis propias heridas ante la respuesta de Izaoin. Luego miro al resto y pregunto:

 - "Aun me quedan curaciones otorgadas por el poder del Gran Silvanus. ¿Alguien de ustedes quiere recibir su poder sanativo?"

Espero a que respondan los más heridos para asi quedar completamente sanados.

-Seria util... +se escucha murmurar en respuesta a la pregunta de Silvanus

El asesino surge entre las sombras del refugio, donde habia estado esperando, envainando estoque y daga. Habria podido matar facilmente al resto si no hubieran sido sus compañeros... Camina con su habitual parsimonia junto a ellos. No comenta nada del retraso, que le ha dado tiempo de sobra a escapar... Ya hablaran luego. Simplemente mira fijamente al sanador esperando...

Boto al suelo la inservible varita vacia, luego acerco al asesino y mientras me pongo a su lado comento:

 - "Una vez dije que no volverias a recibir sanación mia y de mi Dios por ser un cobarde que abandona a sus compañeros. No has demostrado ser nada distinto, pero creo que en nuestra situación no puedo ponerme quisquilloso. Sano tus heridas ahora y si tienes algo remotamente parecido a un codigo, espero que te obligue a devolverme la mano cuando lo necesite."

Poso mis manos a centimetros de sus heridas y rezo a Silvanus:

 - "Padre de la Naturaleza, cura las heridas de este hombre y quita el dolor que le aqueja. En mi nombre invoco tu poder para sanar y le doy el don de la salud."

Mis manos brillan y aquella calida luz cierra parte de las heridas de Jaan. Luego invoco una breve plegaria a mi Dios para sanar las ultimas heridas que tiene:

 - "Silvanus, Dios Todopoderoso. Por favor, sana sus heridas en nombre de tu servidor."

Un ultimo brillo palido cierra las heridas que le quedan. Luego levanto las manos al cielo y rezo por mi propia salud:

 - "Padre Silvanus, sana las heridas de tu humilde y fiel servidor. Dame la bendición de servirte un dia más y llevar tu palabra a los oidos que la necesiten."

El mismo brillo de antes me rodea y me sana completamente, a lo que respondo con los ojos cerrados:

 - "Muchas gracias, oh poderoso y alabado Señor."

Luego miro a los miembros del grupo que no han recibido curación y les pregunto:

 - "¿Alguien más quiere sanar sus heridas?"

Espero sus respuestas, preparado para seguir usando mis poderes curativos.

Al igual que mis compañeros ofrezco mis curaciones al grupo, pero viendo que todos se las apañan perfectamente, me curo a mi misma. Primeramente mentalizo mis fuerzas sobre mi para invocar las curaciones de mi cinto. Para después cerrar las heridas que quedan con mi toque sanador.

-Si alguno necesita de más curación yo porto una varita aun sin usar.

-Bienvenido amigo Jaan, le tiendo mi mano a modo de saludo. Confiaba en que nos encontrarias... creo que deberemos replantearnos el modo de entrada. Dirigiendome al grupo. Como pienso que todos fuimos testigos, allí no estabamos solos, alguien medió por nuestras vidas. No se si preocuparme o dar gracias... pero... no me gustan las sorpresas... He llegado a pensar que fueron desde dentro, pero.. porque?

Las palabras de Ilesor no significan nada para el asesino. El es solo una fuente de curacion andante. Mientras cumpla su parte, a Jaan tiene totalmente sin cuidado lo que pueda pensar. Por ende, ni se molesta en contestarle, o hacer el menor gesto de respuesta a sus palabras...

Por otro lado, Aribeth hace una acotacion interesante sobre alguien que medio por ellos. El no estaba alli, se escapo por sus medios, pero añade

-Revise otra vez el campamento a la vuelta. No habia nadie que pareciera asumir el mando de esos poderosos brutos, ni siquiera drows como cabria esperar, al menos de prisioneros o por que no de comandantes. Sin embargo, los hemos encontrado antes, incluso en el camino. Algo no cierra...

 Es lógico que no hayáis visto al jefe del ejército, dado que no se encontraba ahí- os dais la vuelta, sorprendidos de no haber detectado la presencia de un posible enemigo- tranquilos, vengo en son de paz- de la oscuridad surge una mujer drow con los brazos en alto- vuestro espectáculo de afuera os ha puesto en el punto de mira del ejército de gigantes, ¿lo sabéis, verda?

Intento mediar antes de que mi buen amigo Kurt lo hiciese pues su reaccion no iba a ser tan diplomática como la mía.- Quien decis que soy? No me ha parecido oirlo. Pronuncio de brazos cruzados mientras sondeo la zona a nuestro alrededor sin perderla de vista. -Y más vale no mientas y traigas buenas intenciones sino acabaras como todos tus predecesores...

 ¡Vaya! Donde están mis modales...- dice mientras inclina ligeramente la cabeza- mi nombre es Voluta, un placer conoceros- os dice- me gustaría que os presentarais, mas no tenemos tiempo para eso. Tarde o temprano el ejército que esta ahí fuera os encontrará, y tengo mis dudas de que podáis contra todos. Si me seguís sobreviviréis. Además, mi jefe quiere hablar de ciertos asuntos con vosotros.

 En cuanto habló la elfa oscura, Kurt se giró hacia ella, la mano en la empuñadura del alfanjón, dispuesto para bailar otra danza de muerte. Pero no sintió una amenaza real en ese instante, ¿porqué sinó estaría hablando en lugar de atacar?

 De todos modos el contacto con la empuñadura del alfanjón, le mantenía sereno, mientras dejaba que Aribeth y los demás hicieran las preguntas.