Partida Rol por web

La indigna está completamente aterrada y cierra los ojos mientras suplica piedad una y otra vez... pero no da nueva o distinta información

El soldado niega con la cabeza

- Algo oí, pero están a una semana más o menos de donde está la aldea. A veces atacan caravanas, comerciantes, y también algunas aldeas, pero más al este. Y no, no hay noticias de más combatientes por aqui, salvo bandidos y cosas por el estilo

Los gritos se siguen escuchado dentro. Es evidente que los guardias están nerviosos, ante la posibilidad de que pierdan parte de su recompensa por las atenciones que Morzog está otorgando a sus prisioneros

Comprendo +asiento a lo que dice el soldado, bebiendo otro trago. Al ver sus expresiones, decido intervenir. Dejo la bebida y voy donde Acrolis juega con Ana, hablandole en nuestra lengua

-Tranquilo, ya me dijo lo que sabe... La haras debilitarse si la sigues poniendo nerviosa y no se vendera bien. Por que no vas y usas tu habilidad con los hombres que esta interrogando Morzog? Creo que no son tan listos como esta para saber que les conviene cooperar... o nuestro amigo se esta pasando en sus metodos. Y es de mal gusto estropear la mercancia ajena... +indicando a los soldados+

Me limito a seguir y escuchar a Briareos. Por supuesto entiendo todo lo que dicen tanto el como Acrolis y comparto la inquietud por lo que esté haciendo Morzog.

Esbozo una mueca de costado similar a una sonrisa, pero mucho más tétrica.

- Bien sabes que Morzog no disfruta siendo perturbado cuando trabaja. No necesita de mi ayuda para sacar información y eso deberías de saberlo.

Dándole la espalda al sacerdote y agitando una mano al aire como descartando su idea.

- Es gracioso ver como juegas a ser el líder a veces. Lo que te pido que recuerdes es que yo no respondo a tus designios. Guárdate los consejos para Zandar que seguramente los necesita...

Me acerco a Xiaoyan con la capucha puesta y sin levantarla le digo

- Tienes un minuto?

¿Lo mato? susurro a Briareos.

No ...aun.. +respondo, susurrando+... pronto.

Meneo la cabeza, divertido...

*Hay gente que nunca comprende...

Luego me vuelvo a los soldados, indicando la tienda donde se oyen los gritos.

-Si quereis detenerlo... +me encojo de hombros+... a mi tampoco me gustaria que arruinen mis ganancias.

Cita:

Xiaoyan asiente con la cabeza y hace un gesto hacia un lado, indicando que se separen un poco del resto del grupo.

Finalmente se aparta del campesino al que ha estado torturando.

Me gusta como chillas, realmente sabes como hacerme contento. - Dice a modo burlon. - Y sobre tu ...

Se acerca al otro campesino.

Vete pensando que contarme sobre tu región y tus lideres, enseguida volveré.

Morzog se cubre de nuevo con su pesada vestimenta, para posteriormente salir a la entrada de la tienda ... donde estira su cuello de un lado a otro como desentumeciéndose sus músculos por el cansancio.

En su exterior comprueba como están los demás a la par que busca a algún soldado para que le pase un poco de agua.

 Camino junto a Xiaoyan alejándonos del resto. Mirando siempre hacia al frente comienzo a hablarle.

- Las diferencias que poseo con Briareos no son secreto alguno. Todos saben que más de una persona en la ciudad de las cadenas me mira de reojo como a cualquiera que no siga los designios de Hextor, y él, por más que sabe que le soy útil, no es la excepción. Quiero dejar esto en claro para tengas en cuenta que lo que os voy a decir poco tiene que ver con dichas diferencias.

Aguardo un instante, ordenando las palabras y prosigo...

- Muy a mi pesar nos hemos expedido. Con afirmaciones o con silencios le hemos dado facultades de líder. Sabía que tarde o temprano me arrepentiría de no haber dicho nada, sin embargo se que de hablar con él terminaremos en una discusión sobre su Dios, y sería algo muy desagradable... para todos.

Le hago un gesto con la mano como para que me deje terminar mi idea y concluyo.

- Si es que estoy hablando contigo esto, es porque considero que eres la persona más apta para liderar a este equipo. Lamentablemente las constantes denigraciones de Xandar, o las pretensiones de Girac devalúan tu imagen por el simple hecho de ser mujer. Sé que llegado el momento tu juicio será el correcto y necesitaremos que lo impongas ante el de Briareos para evitar que terminemos todos muertos. Necesito saber si estás dispuesta a hacerlo.

Aguardo una respuesta en silencio.

Tenemos varios problemas. Uno es que va ser difícil que Briareos renuncie a su autoimpuesto papel de líder. Otro es que, en un grupo de hombres, va a ser difícil que se acepte el liderazgo de una mujer. Y por último, yo carezco de la ambición necesaria para ser líder. No te digo que no fuera capaz, te digo que no creo tener la falta de escrúpulos suficiente como para asumir el mando.

Por contra, soy buena siguiendo al líder. Tú pareces bueno tomando decisiones. Cuando llegue el momento, te seguiré.

Esbozo una sonrisa no tan tétrica esta vez, y en un tono de voz un poco más leve..

- Agradezco vuestras palabras, sin embargo él no lo hará.

Llevo mi mano a la cintura y de uno de los bolsillos de mi túnica tomo un frasco.

- Se que no estarás de acuerdo con esto, por lo que pido que no os ofendas y lo consideres como una última alternativa. Quiero que tengas esto. Llegado el momento, si ves que sus desiciones pueden llevarnos al demonio dásela y caerá rendido a tus pies.

Sin aceptar una negativa y antes que diga nada

- Es una poción de Elixir de Amor. Por favor, no la uses con Zandar...

Y sonrío nuevamente.

Cita:

No hace falta, a ese basta con que le enseñe el culo, responde Xiaoyan con un deje divertido en su voz.

Lo que me lleva a pensar... dice a la vez que piensa furiosamente, ...que a lo mejor nos interesa que Zandar piense más en mi culo que en el de la esclava, acaba mientras se toca la barbilla con la mano, en señal de reflexión.

Veamos: Zandar es controlable mediante el sexo; Morzog posiblemente no tenga problemas en aceptar un cambio de liderazgo; si a Briareos se le pudiera controlar la cosa no está tan mal; ¿cómo ves a Girac?

- Girac es un mercenario... estará de acuerdo con nosotros si le ofrecemos algo que le interese...

Luego de darle la pocima a Xiaoyan guardo nuevamente mi mano dentro de la túnica.

- Tal vez pueda hablar con él y hacerlo entrar en razones... pero tendré que buscar el momento indicado. No creo conveniente que tu lo intentes.. Ha mostrado más de una vez su interés por tí, pero no dudo en que perdería el respeto que pueda tenerte. Desea más lo que no puede tener...

Giro dandole la espalda y antes de dirigirme hacia donde Morzog está haciendo lo suyo hago un ademán con la cabeza...

- Opino lo mismo con respecto a Morzog. Iré a ver si ya terminó y si pudo averiguar algo...

Xiaoyan se despide de Acrolis con una leve inclinación de cabeza. Nada en su expresión denota sus pensamientos.

Sin embargo, y antes de que el mago se vaya, dedica unos instantes a contemplarse en un espejo que los soldados habían colocado en alto para afeitarse y a continuación se arremanga el cheongsam una cuarta, con lo que exhibe un bien torneado muslo, para después apretarse bien por atrás el top, cuyo efecto, una vez desabrochados dos botones del escote, resulta de lo más sugerente.

Mira hacia Acrolis, sonríe, y se va en dirección contraria contoneándose.

 Camino hacia donde se encuentra Morzog. Sin embargo aguardo a unos metros de la entrada a que mi compañero salga. Saco una moneda de oro de mi bolsillo y miro el sello de la ciudad adornándola. 

- Tan pequeña y tan poderosa... Cuanta sangre y voluntad se derraman por algo tan sencillo y material. Que débil es el humano.. tan débil como inestable.. indescifrable..

Alzo la moneda hasta que esta cubra a mi vista la puerta del lugar donde Morzog se encuentra..

- Tan intangibles son los deseos mundanos. Atrofiados por los sentidos que los dioses nos otorgan para dominarnos..

Tiro la moneda al aire y al caer sobre mi palma la cubro, sin saber si el sello está hacia arriba o hacia abajo. Y casi inconscientemente relato en una voz muy baja un verso que alguna vez oí de boca de alguien en mi niñez...
 

  El día nace herido, le han robado el sol y la risa,

  le han robado más flores.

  Las fieras han hecho su aparición.

  Dicen siempre que son locos... pero no, no están locos...

  los engendros demoníacos de panzas repletas de maldades,

  y lenguas viperinas expanden su veneno mortal,

  su fuego injurioso; disfrazados con pieles de corderos,

  se jactan de falsos derechos, arrancan y pisotean la flor

  como si fuesen objetos de su propiedad.

  Mañana el sol volverá a salir, y olvidaremos las rosas esclavas

  que viven de rodillas, humillando sus cabezas,

  y a las que sólo se les permite pronunciar una palabra:

  SÍ...  siempre sí.

  ¡Ay! de aquella que ose decir NO

Tras una nueva serie de gritos Morzog sale de la tienda y se acerca a los guardias y sus compañeros. Mientras Xiaoyan y Acrolis han terminado su pequeña charla. Zandar, por su parte, se encuentra con Briareos. Girac aun no ha regresado.

Todos observais que las manos de Morzog están bastante llenas de sangre. Y alguno de los guardias contemplan con inquietud al torturador, pero ninguno dice nada.

De hecho los dos guardias que estaban "disfrutando" con la esclava mas joven han terminado hace un rato y han vuelto con el grupo. Uno de ellos le pregunta a Zandar si desea disfrutar con la nueva captura.

¿Alguien tiene un poco de agua? - Dice Morzog con la voz un poco cansada. - Son tipos duros, no sueltan palabra ... me llevará un poco mas de tiempo que suelten prenda.

Su voz se vuelve algo mas confidente. - Pero tranquilos, lo conseguiré.

Tomará un zurrón de agua para llevárselo hacia la tienda, aunque da algo de tiempo a los demás por si quieren decir alguna cosa.