- Nick Jefferson, señor. Un placer. - Nick saludó al piloto con apretón de manos y buscó un lugar en el que instalarse para pasar otro largo periodo de viaje.
Cuando escuchó a Daphne decir preguntar sin no mordía lanzó una leve carcajada. - Que va, Daphne. No muerde. Pero hay veces que le da por charlar.
Después escuchó al piloto preguntar si tenían nociones de fotografía y negó con la cabeza. No. De fotografía sólo se quedarme muy quieto y decir pa-ta- ta. - Contestó Nick con una sonrisa. Aun con el viaje que tenían por delante el haber encontrado a Sonny y a Daphne le había puesto de buen humor.
Yo en fotográfia tengo 10%. Supongo que alguien tendrá más.
-Señor, soy el cabo Abraham Colt, me puede llamar Ab, como bien ha apuntado Matt -contestó marciálmente Ab al presentarse al Capitán Douglas Bader, pero en vez de hacer el saludo militar, le estrechó la mano. Hacía tiempo que había dejado el ejército pero aun tenía reminiscencias del mismo, sobre todo en el saludo cuando se encontraba con militares, sobre todo si tenían un rango mayor que él.
-Yo también puedo ayudar en todo lo que necesite...bueno, en todo menos en fotografía, que no sé nada -dijo contestando a la pregunta del capitán.
Roderick le encendió el cigarrillo a la Daphne tras tener que sujetarle al mano, en un principio llegó a pensar que iba a tener que indicarle hasta donde tenía que llevarse el cigarrillo, de los nervios que traía la mujer, pero la dejó hacer, al tiempo que él mismo se encendía su pitillo y le daba una honda calada, era lo que mejor le relajaba los nervios...
- ¿Fotografía?- enarcó una ceja- Para ver a Dios no es necesario usar una cámara de fotografía- era algo totalmente odbio, un cura fotógrafo... ya lo que le faltaba por hacer.
10% en fotos... una marraná vamos ^^U
Tranquilo Gwen, no es celosa.- Contesta a Sonny con una sonrisa en los labios.- Bueno, no se preocupen, me tocará a mi operar la cámara durante el vuelo. - Os dice cuando ninguno demuestra capacidades artísticas.
Minutos después de ver como los soldados se apañan con el avión, les pide sin perder la sonrisa a Matt y Sonny que por favor dejen de ayudarle.- Ya me encargo yo de los últimos reglajes.
Una hora después Bader entra en de nuevo en el avión, lleva una cazadora de cuero.- Tenemos vía libre. Nos vamos.- Cierra la puerta de entrada y comprueba que los pestillos están bien cerrados. - Si tienen algo de abrigo deberían ponerselo. Aquí en Gibraltar hace bastante calor, pero a 8000 pies hace bastante frío y con doce horas de vuelo la cabina acabara quedándose algo fría.
El capitán se sienta en su asiento y da la orden a los operarios de tierra para arrancar los motores, al instante escucháis el ruido de los dos motores de nueve cilindros que propulsarán el aparato. - ¿Se ha adaptado a los instrumentos de esta maravilla señor Greywood?- Despacio, el capitán empieza a dirigir el PN-12 por la pista hasta ponerlo en posición.- Prepárense que despegamos.- Dice antes de aceleran al máximo. Inmediatamente notáis un ruido inmenso y como la fuerza del aparato os empuja contra vuestros asientos mientras el aparato comienza a coger velocidad por la pista hasta que, incomprensiblemente, el avión alza el vuelo.
Para la mayoría de vosotros es la primera vez que separáis vuestros pies del suelo y vivís una experiencia reservada solo a unos pocos privilegiados o perturbados según se mire.
Motivo: Mecanica Matt
Tirada: 1d100
Dificultad: 72-
Resultado: 99 (Fracaso)
Motivo: Mecanica Sonny
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 78 (Fracaso)
En mi siguiente post tomaremos tierra en la base de Tunez.
No es para tanto, no es para tanto...- Sonny se había empezado a poner nervioso cuando al abrir los engranajes del avión había visto que no era para nada parecido a lo que se esperaba. Había estado en la guerra, conduciendo camiones, vehículos de todo tipo, hasta incluso metido en tanques, que eran estrechos como latas de sardinas. Pero lo del avión era nuevo para él. El rugido de los motores, las hélices y lo demás, era soportable. Sin embargo, los botes que daba el aparato al surcar los cielos hacía que todo su interior se tambalease. No quería parecer débil ni preguntar si aquello iba a ser así todo el rato así que se aferró con fuerza a los reposabrazos de su asiento hasta que los nudillos se quedaron blancos. Rígido, muy rígido estaba Sonny, cosa que no era normal en su relajada postura cuando tenía los pies sobre la tierra.
- Son sólo bolsas de a-aire...- Dijo a los demás como para tranquilizarlos.
Para Nick también era la primera vez que se subía a un avión y aunque pensaba que era una buena idea para viajar hasta Túnez cada minuto que pasaba le comenzaba a parecer menos buena.
Agarrado a las tiras que hacían las veces de asiento intentó no mirar a Sonny cuando habló. Ya estaba suficientemente nervioso y no necesitaría mucho más para entrar en pánico.
Rodercik, había viajado... considerablemente, pero el tema dela avión, era algo que simplemente no llevaba. Y cuanto más pensaba en ello más malo se ponían, normalmente había utilizado casi siempre el barco o el tren para sus desplazamientos, pero claro si todos iban a utilizar ese medio él no se iba a quedar atrás y mucho menos iba a montar un espectáculo, que tenía su reputación de hombre serio y además era ministro del Señor.
Así pues, fingiendo que él estaba por encima del bien y del mal, había comenzado a fumarse su cigarrillo cuando el bicho mecánico de marras comenzó a moverse y a elevarse, un nudo en el estómago estuvo a punto de hacerlo vomitar, seguido por un incipiente sudor frío que lo hizo temblar cual largo era, de pies a cabeza hasta terminar abrazo a lo primero que encontró recitando todos los Padres nuestros y Evamarías que se sabía.
Roderick se abraza a quien se deje ^^U
Matt se lo estaba pasando como un niño. Le encantaba volar y le hacía alejarse de todos sus problemas y miedos. No había nada más tranquilizador que ver el mundo a tus pies, especialmente desde la posición de la cabina de pilotaje. Estaba disfrutando tanto que ni siquiera se percató del malestar de sus compañeros o de su esposa. Ni siquiera de que Roderick estaba abrazando a su mujer.
–Esto es fantástico, ¿Verdad cariño?
No era ningún secreto que Daphne y Roderick habían empezado con mal pie. Pero en aquel momento, ambos estaban agarrados con el rictus marcado por el más absoluto terror. Daphne había viajado alguna vez en avión, durante su época como agente activa, cuando aún conservaba los dos brazos, pero nunca en una máquina como aquella. Pero lo peor no era aquello. Lo peor es que Matt estaba a los mandos. Daphne sabía que su marido era un buen piloto con muchas horas de vuelo y que, en realidad, no tenían nada que temer. Sabía que además había otro piloto. Pero también le había visto fracasar en tareas de coordinación mucho más sencillas que aquella, como cambiar un pañal y responder al teléfono. Y un error en un avión era mucho más grave que un incidente sobre el que habían prometido no hablar jamás.
Dios santo...
Roderick, aferrado a Daphne como si le fuera la vida en ello, temblaba de pies a cabeza. Tan acojonado estaba que ni siquiera se había dado cuenta que ambos estaban fusionados en aquel abrazo, tan sólo sabía que necesitaba ese contacto, que lo peor era el descenso y que no sabía si iba poder controlar el grito que amenazaba por salir de sus pulmones...
XDDDDDDD sabía que te ibas a dejar, querida Daphne ;) estamos más bonico los dos abrazaicos... XDDDDDDD
Doce horas de infierno en un ataúd metálico del que no se podía escapar era algo difícil de asumir incluso para valientes soldados que habían servido en la gran guerra como vosotros.
Solo Matt y el capitán Bader parecían cómodos en aquella situación. Los demás solo sentíais las desventajas. El ruido de los motores era verdaderamente incómodo, se introducía directamente en el cerebro percutiéndolo sin descanso. En menos de una hora el frío al que había hecho referencia el capitán era una realidad dentro del avión. Por no mencionar las vibraciones y vaivenes que hacían que se os erizara la piel.
Durante el trayecto, el capitán había dejado un par de veces los mandos a Matt y había ido a la cola del avión a operar lo que os contó era una especie de cámara fotográfica con la que se suponía podría cartografiar la zona.
Por suerte, ninguno de los malos augurios que pasaron por vuestras cabezas se cumplió y el avión aterrizó doce horas más tarde en la base de Túnez.
Esta base es francesa, no sé que otro favor les hace el rey Jorge, pero sí sé que nos dejan utilizarla. Aunque lamento comunicarles que no tienen permiso para salir del avión. - Os dice el capitán una vez tomada tierra. - Volveremos a partir en cinco horas una vez hayamos repostado y realizado el mantenimiento.
Bader vuelve a ir a la parte trasera y sale con una caja de madera cerrada.-Yo estaré fuera controlando el mantenimiento.- El capitán sale del avión dejándoos solos y por las ventanas veis como le entrega la caja a un oficial británico.
Tal y como ha dicho, en menos de cinco horas ya está todo revisado y el capitán vuelve a entrar al aparato.- Nos vamos, prepárense.- Una vez más, Bader vuelve a sentarse en su asiento y enciende los motores. Y vosotros notáis como vuestro estómago vuelve a hacerse pequeño.
Tirada oculta
Motivo: Sueños
Tirada: 5d100
Resultado: 81, 19, 39, 95, 67 (Suma: 301)
Mi siguiente post será en El cairo.
Cuando pararon, Colt estaba un poco tenso, esperaba que todo saliera bien y no tuvieran ningún altercado, pero con lo que habían vivido, era posible que ocurriera cualquier cosa. De todas formas, cuando Douglas volvió, sus nervios se relajaron un poco al ver que todo parecía estar bien. Solo se terminaría de calmar cuando estuvieran nuevamente volando.
-¿Alguna contrariedad? ¿todo está en orden? -preguntó el cabo más para tranquilizarse él que para corroborar que todo estaba bien.
¿Cinco horas sin salir del avión? Se moría por poner los pies en la tierra, literalmente.
- ¿Seguro que no quiere que le ayude con la mecánica?- La otra vez no había resultado muy útil y había notado ciertos gestos de molestia por parte del piloto.
–Venga chicos. Animaos. Esto es vida ¿me oís? VIDA– Matt estaba como un niño con zapatos nuevos, feliz y en su salsa. La última vez que tuvo una expresión de felicidad semejante había sido cuando incinerba insectos con aquel peligroso lanzallamas de fabricación casera– Lo único que lamento es no poder saltar en paracaídas. ¡Es algo maravilloso! Y me da igual lo que digan los chupatintas de las altas esferas. No es de mariquitas. Es una maravilla.
Daphe soltó por un segundo su único brazo del capellán para llevarse la mano a los ojos en una expresión de frustración ante los eufóricos comentarios de su marido. Le quería pero tenía que reconocer que sus compañeros tenían razón: estaba como una cabra.
Doce horas. Doce horas sin salir de aquel ataud con alas. Al menos el infernal y monótono ruido de los motores de aquel avión hicieron que fuese durmiendo la mayor parte del viaje. Por suerte sin ningún tipo de sueño.
Al fin aterrizamos en Túnez y erróneamente pensé que ya habíamos llegado a nuestro destino. Pero no. Cinco horas más sin poder pisar el suelo firme. - Joder.
A las cinco horas volvimos a despegar y nuevamente se me pusieron los nervios a flor de piel. Por suerte esta vez ya me conseguí dormir antes.
"Yo muero... Pero del todo" Craven no podía más con su alma... Ni con su cuerpo. ¡Aquello era el mismo infierno! A aquellas horas, Roderick estaba convencido de que la mayoría de sus pecados habían sido expiados en aquel vuelo. Pero es que lo peor era que cuando parecía que habían tomado tierra se ponían otra vez en movimiento... Iba a vomitar en cualquier momento, que alguien le diese un palo y lo dejase kao... Que se apiadaran de su pobre alma inmortal, pero que lo dejasen bajar de aquella lata voladora infernal.
Nervioso y acojonado a partes iguales sacó su petaca y con mano temblorosa le dió un buen tiento, para acto seguido mantenerse al lado de Daphne... Estaba siendo su apoyo a la cordura, por chocante que podía parecer a priori. Pero el caso es que sus delgados dedos se aferraron como el niño que busca el consuelo de su madre al brazo de la americana.
Nuevamente el avión volvió a alzarse y nuevamente empezaron los sudores fríos de quienes no estabais acostumbrados al ruido, el frío y el incesante traqueteo de una máquina que podía pararse en cualquier momento y caer como una piedra desde el cielo acabando con vuestra vida. Todos excepto Matt, que parecía disfrutar como un niño de cada minuto de aquel maldito viaje en avión.
Aunque lo cierto es que llevabais casi veinticuatro horas sin dormir y poco a poco los pasajeros del avión caísteis en un ligero sueño.
Poco a poco, tus compañeros de viaje se han ido durmiendo, te levantaste de tu asiento cuando lo hizo Daphne y la tapaste con una manta para que no pasara frío.
Tú no puedes dormirte, aunque tampoco lo harías si pudieras. Vader te está dejando pilotar, de hecho, eres el único que lo hace cuando el va a la parte trasera del avión a operar la cámara fotográfica. Estás disfrutando de cada momento, pues sabes que es muy posible que nunca más en tu vida vuelvan a dejarte estar a los mandos de un prodigio de la ingeniería como este.
No sabes exactamente cuándo tiempo ha pasado, pero de repente, todos tus compañeros empiezan a moverse inquietos en sus asientos. Farfullan frases ininteligibles de las que llegas a captar solo dos palabras sueltas, Trounoir y Harper. Luego los movimientos se hacen más fuertes y ya solo dicen no, no, no. Antes de despertar con la frente perlada de sudor.