Partida Rol por web

Estás desnudo, atado a una mesa de piedra en una sala con columnas griegas, igual que la que te describieron Claypole, Highway, Samid y el teniente Speirs después de volver al hospital en Francia. A tu lado están todos los compañeros de la división Rainbow que sobrevivisteis, atados igual que tú, pero inconscientes.

Una figura, vestida con amplios ropajes negros, se acerca. Su carne está podrida y cuelga a jirones de su sonriente calavera debe ser quien os hizo el tatuaje que aún llevas en el hombro. En las cuencas vacías de sus ojos brillan dos brasas de fuego. Con voz cavernosa dice.- "¿Por qué luchas contra nosotros estúpido? Lo que fue ya es, y nadie puede cambiarlo".- A continuación lanza una carcajada. Su cara estallará entonces, y debajo de ella se encuentra el rostro burlón de tu antiguo compañero Richard Harper.

El tatuaje empieza a doler, quema, lo notas al rojo vivo, igual que sucedió justo antes de que raptaran a tu pequeño. Rápidamente, se convierte en una mancha de lepra que se extiende rápidamente, consumiéndote todo el cuerpo y pudriéndotelo en vida…

Luego despiertas entre gritos completamente sudado.

Estás desnudo, atado a una mesa de piedra en una sala con columnas griegas, igual que la que te describieron Claypole, Highway, Samid y el teniente Speirs después de volver al hospital en Francia. A tu lado están todos los compañeros de la división Rainbow que sobrevivisteis, atados igual que tú, pero inconscientes.

Una figura, vestida con amplios ropajes negros, se acerca. Su carne está podrida y cuelga a jirones de su sonriente calavera debe ser quien os hizo el tatuaje que aún llevas en el hombro. En las cuencas vacías de sus ojos brillan dos brasas de fuego. Con voz cavernosa dice.- "¿Por qué luchas contra nosotros estúpido? Lo que fue ya es, y nadie puede cambiarlo".- A continuación lanza una carcajada. Su cara estallará entonces, y debajo de ella se encuentra el rostro burlón de tu antiguo compañero Richard Harper.

El tatuaje empieza a doler, quema, lo notas al rojo vivo, igual que sucedió justo antes de que raptaran a tu pequeño. Rápidamente, se convierte en una mancha de lepra que se extiende rápidamente, consumiéndote todo el cuerpo y pudriéndotelo en vida…

Luego despiertas entre gritos completamente sudado.

Estás desnudo, atado a una mesa de piedra en una sala con columnas griegas, igual que la que te describieron Claypole, Highway, Samid y el teniente Speirs después de volver al hospital en Francia. A tu lado están todos los compañeros de la división Rainbow que sobrevivisteis, atados igual que tú, pero inconscientes.

Una figura, vestida con amplios ropajes negros, se acerca. Su carne está podrida y cuelga a jirones de su sonriente calavera debe ser quien os hizo el tatuaje que aún llevas en el hombro. En las cuencas vacías de sus ojos brillan dos brasas de fuego. Con voz cavernosa dice.- "¿Por qué luchas contra nosotros estúpido? Lo que fue ya es, y nadie puede cambiarlo".- A continuación lanza una carcajada. Su cara estallará entonces, y debajo de ella se encuentra el rostro burlón de tu antiguo compañero Richard Harper.

El tatuaje empieza a doler, quema, lo notas al rojo vivo, igual que sucedió justo antes de que raptaran a tu pequeño. Rápidamente, se convierte en una mancha de lepra que se extiende rápidamente, consumiéndote todo el cuerpo y pudriéndotelo en vida…

Luego despiertas entre gritos completamente sudado.

Estás desnudo, atado a una mesa de piedra en una sala con columnas griegas, igual que la que te describieron Claypole, Highway, Samid y el teniente Speirs después de volver al hospital en Francia. A tu lado están todos los compañeros de la división Rainbow que sobrevivisteis, atados igual que tú, pero inconscientes.

Una figura, vestida con amplios ropajes negros, se acerca. Su carne está podrida y cuelga a jirones de su sonriente calavera debe ser quien os hizo el tatuaje que aún llevas en el hombro. En las cuencas vacías de sus ojos brillan dos brasas de fuego. Con voz cavernosa dice.- "¿Por qué luchas contra nosotros estúpido? Lo que fue ya es, y nadie puede cambiarlo".- A continuación lanza una carcajada. Su cara estallará entonces, y debajo de ella se encuentra el rostro burlón de tu antiguo compañero Richard Harper.

El tatuaje empieza a doler, quema, lo notas al rojo vivo, igual que sucedió justo antes de que raptaran a los pequeños de tus compañeros. Rápidamente, se convierte en una mancha de lepra que se extiende rápidamente, consumiéndote todo el cuerpo y pudriéndotelo en vida…

Luego despiertas entre gritos completamente sudado.

- ¡¡¡AAAHHH!!! ¡¡¡SOCORRO,SOCORRO!!!  - Grité sobresaltado mientras inumerables gotas de sudor resbalaban por mi frente y mi cara. Por suerte el cinturón de seguridad me mantuvo sujeto a la bancada donde estaba sentado. De otro modos podría haber chocadoc on el fuselaje del avión por el intento de saltar que aquel maldito sueño me produjo. Casi de inmediato, me levanté las ropas que cubrian mi siniestro tatuaje ecudriñándolo con atención por si veía alguna señal en él.

Roderick, finalmente había sucumbido al sueño por puro cansancio... sin embargo los brazos de Morpheo parecía que no le estaban sentado bien, pues comenzó a debatirse y retorcerse en sueños, dando pequeños espasmos y susurros incoherentes e indescifrables, que desembocaron en un grito ahogado que fue en crescendo hasta desembocar en un 

- ¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!

El capellán despertó de aquella forma, bañado en sudor y temblando de pies a cabeza, totalmente desorientado y fuera de sí, mirando a todos lados mientras se restregaba el brazo donde tenía el tatuaje, nunca antes se le había visto con aquella angustia reflejada en sus ojos.

Daphne se levantó de un salto, mortalmente pálida y mirando a su alrededor. El grito de u compañeros, en especial el del capellán le habían despertado del ligero sueño en el que había caído. La mujer se levantó y la manta que su marido le había colocado mientras dormía se resbalo. Demasiado asustada para decir nada, miró a sus compañeros. Aquello no parecía tener nada que ver con el pánico a volar.

Matt estaba junto a sus compañeros, él no parecía estar asustado, pero sí pálido y preocupado. El hombre había estado pilotando, por lo que no había tenido tiempo de echar una cabezada, pero incluso alguien no demasiado inteligente podía darse cuenta de lo que ocurría. Algo similar a lo que había sentido en Francia...o cuando recibió aquella descarga eléctrica.

–Craven, tranquiliícese– dijo zarandeando al pobre capellán, que parecía más alterado que el resto.– Está aquí, en el avión. o ocurre nada. Nick, Nick. Estás bien, estás a salvo.

Uno a uno, el piloto trató de tranquilizar a sus compañeros par que le contasen que demonios estaba ocurriendo. Finalmente se acercó a Abraham y le puso la mano en el hombro. Del grupo era con quien mejor se llevaba y con quien más había vivido en la guerra.

–Abe, hermano, tranquilo...Estáis todos a salvo ¿Qué demonios habéis visto?¿Qué ha ocurrido?

- ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!!

El grito de Colt venía de lo más profundo de su ser, de algo que se había instalado en sus recuerdos, en sus sentimientos y en sus miedos, apoderándose de la mente del cabo por unos segundos.

Por suerte solo era un sueño y Colt despertó justo en el momento en el que Craven y Jefferson emitían un grito agónico parecido al suyo, pero cada uno a su estilo de verbalizarlo.

Sudoroso como el reverendo Colt miró con los ojos desorbitados dónde y con quién se encontraba. Al parecer volban en un aeroplano. Al los pocos segundos se situó nuevamente justo antes de dormirse.

Los gritos de los demás ahogaron su propio grito. Él también se había rendido al cansancio, sumido en un inquieto y desagradable sueño, y levantado alterado. El corazón le latía con fuerza y a un ritmo exagerado, como cuando combatía en el ring. Cuando se quiso dar cuesta estaba empujando con las piernas en el suelo, como pataleando, apretando la espalda contra la fría pared del avión y agarrando la parte de su cuerpo que soportaba ese asqueroso tatuaje.

- Una pesadilla...- Contestó a Matt pero sabía que no era eso. No podía serlo. Miró a los demás tratando de dilucidar si habían visto lo mismo que él.- El tatuaje...he visto a Richard...- Cerró los ojos y le dieron ganas de llorar. ¿En qué demonios se había convertido su amigo?

-¿Están bien por ahí detrás?- Pregunta Bader quien por el tono de voz parecía preocupado, no es muy normal que cuatro pasajeros decidan despertarse gritando en mitad de una pesadilla.

Al escuchar las palabras de Sonny, Colt le mira extrañado aun jadeante y sudoroso y asiente algo confuso.

-Yo también he tenido una pesadilla parecida -comenzó a narrar mirando a sus compañeros.

-Estaba desnudo, atado a una mesa de piedra en una sala con columnas y a mi lado están todos los compañeros de la división Rainbow que sobrevivimos, atados e inconscientes.

-Un tipo de negros, con la carne podrida, que segurametne sea quien nos hizo el tatuaje del hombrome dice: "¿Por qué luchas contra nosotros estúpido? Lo que fue ya es, y nadie puede cambiarlo". Luego se ríe y después su su cara estalla y aparece la cara de Richard...de Richard Harper.

Ab niega con la cabeza y su mirada se posa en el suelo como buecando ahí una explicación. Tras unos segundos prosigue.

-Luego el tatuaje empieza a dolerme como cuando raptaron a nuestros hijos. Ardía, para inmediatamente convertirse en una mancha de lepra que consume todo mi cuerpo y me pudre en vida…

La mirada de Colt vuelve a fijarse en la de sus compañeros, primero en la de los que acababan de tener el sueño para que confirmaran si había sido el mismo y leugo en la de los demás.

-Ha sido horrible. Debemos encontrar cuanto antes a Richard para acabar con esto. Si damos con él daremos con nuestros pequeños, estoy seguro -dijo rotúndamente.

Con la respiración agitada, el corazón a punto de salirle del pecho y la frente perlada en sudor. El capellán tardó un tiempo en poder orientarse, él era un cobarde... ¡Lo sabían todos! Y aún así estaba pasando por situaciones que harían mearse en la cama al más pintado, lo que le había preguntarse ¿por qué yo?

Cuando el americano lo llamó por su nombre pareció ir recobrándose sólo que al Darden cuenta que seguía en el maldito avión casi le da otro espasmo...

- Es... Es... Es lo mismo que yo he visto... - dijo ante las palabras de Colt señalándolo con su tembloroso dedo

Los ojos se me iban abriendo, cada vez más, a medida que escuchaba las palabras que Abraham iba diciendo. Estaba narrando la misma pesadilla que él había sufrido.

Agaché la cabeza y comencé a moverla negando. – No puede ser. Esto no puede ser. ¿Cómo es posible que hayamos tenido el mismo sue… la misma pesadilla? No es posible. – Acerté a decir cuando escuché al capellán asegurar que había sufrido también esa misma pesadilla.

- Tienes razón, hay que encontrarlo lo más rápido posible. – Conteste a Abraham con los ojos arrasados.

–¿Pero qué decís?–Matt se volvió hacia el piloto–  ¡Sí! No te preocupes, es que no están acostumbrados a volar, ¿verdad chicos? 

De nuevo, Greywood se inclinó sobre Abe. Estaba preocupado, asustado y a la vez aliviado de no haber tenido aquellos sueños. Pero ¿Por qué?¿Por qué allí y en aquel momento?

–Oh dios...¿Estáis seguros? ¿Negros? ¿Como los del Bronx? ¿Ellos tienen a nuestros pequeños?

La ex espía miró a los hombres, a "sus chicos", en total silencio. Habían pasado una experiencia traumática. El mismo nombre de Trounoir que les había oído mencionar le había puesto los pelos de punta. Aquel...¿mago? que la había mutilado. Aquel maldito y retorcido psicópata que había marcado a todo el regimiento, a todos los jóvenes que habían protegido el mundo de la amenaza alemana y a los que había jurado ayudar. Aquel maldito que se había llevado a su pequeño. La leona que toda madre lleva en su interior comenzó a rugir.

–¿Dónde estamos? ¿Dónde estamos exactamente Matt?– ante el silencio de su marido, la mujer se levantó y, trastabillando unas cuantas veces se acercó a la cabina de pilotaje. Con un tono marcial, aprendido de las disciplina militar con la que su padre les había criado, se dirigió al piloto.– Capitán, ¿qué zona estamos sobrevolado exactamente? 

- ¿Has visto alguna vez un cadáver cuando ha pasado mucho tiempo desde que murió?- Preguntó a Matt para que se hiciera una idea de lo que habían visto en ese sueño común.- Otra vez hemos visto los mismo todos...- Bueno, no todos. Matt parecía encontrarse bien. ¿Qué quería decir aquello?

Tal vez debería ocuparse de....- Comienza a contestar el capitán. Aunque en vista de la actitud decidida de Daphne parece rectificar.- Hace cinco minutos que atravesamos la frontera entre Libia y Egipto. Quedan menos de cuatro horas para llegar al aeropuerto de Alejandría. ¿Qué tiene que ver dónde estamos con las pesadillas?- Le pregunta.

No sabes bien cómo, tal vez sea por la pesadilla, tal vez no, pero sabes que tus últimas palabras son ciertas, Richard está con vuestros hijos. Lo sabes, lo sientes dentro, hay que acabar con Richard, y para eso hay que seguirlo dentro del desierto donde se encuentra.