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La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Campamento de Instrucción.

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01/09/2011, 17:23
Reclutas de la Compañía Negra.

QUINTA ESCUADRA:

KEROPIS:

- Keropis es un antiguo ermitaño del desierto. Siempre va tan cubierto de vendajes que es difícil determinar si es un K'Hlata o un Mestizo. Lo más seguro es que no pertenezca a ninguna tribu.

BELLEZA:

- Belleza es una exiliada de la tribu de los Pies Rojos. Es muy deseada y no parece una combatiente competente. Es posible que se haya equivocado de profesión.

ASESINA:

- Asesina afirma pertenecer a los Jaguares Asesinos. Su presencia fría es intimidatorio. Aún no ha demostrado nada, excepto una resistencia inhumana. Nadie confía en ella, y ni siquiera sus ex compañeros de tribu hablan con ella.

MONGOWA:

- Mongowa procede de la lejana tribu de los Plumas Tenues. No es una buena combatiente. Es posible que también se haya equivocado de vocación.

PERDIDA:

- Perdida afirma haber perdido la memoria. Nadie sabe de qué tribu procede, ni siquiera ella misma. Como combatiente es bastante patética, aunque tiene buenos ojos como vigía.

MISTERIOSA:

- Misteriosa es una mujer de gran belleza. Aparentemente es muda y no se comunica ni siquiera por señas, aunque no parece estúpida. Se desconocen por completo sus orígenes y no parece tener habilidades muy útiles para la vida militar.

BUSCASOL:

- Buscasol es una fanática religiosa, o sacerdotisa de alguna clase, de una tribu lejana llamada el Sol Quemado. Adora al Sol como un dios y lo hace con una pasión enfermiza.

LEON ANCIANO:

- León Anciano es sin duda demasiado viejo para combatir y no está en forma física. Se autoexilió él mismo de la tribu de los Leones Hambrientos porque ya no se consideraba útil. Estuvo a punto de ser rechazado como Aspirante, hasta que calmó a un león salvaje acariciándole el lomo ante la mirada atónita del Sargento Gulg. Según las leyendas de la tribu de los Leones Hambrientos, cada cien años nace un guerrero capaz de calmar a las bestias más feroces.

MOGIMBA:

- Mogimba es probablemente la hija fugada de un caudillo tribal. Al parecer procede de la lejana tribu de los Enjoyados de las Dunas, aunque a veces pretende ser miembro de la tribu de los Comedores de Cristal Afilado. Una vez masticó vidrios rotos para demostrarlo. Por poco se muere.

VIEJA GLORIA:

- Vieja Gloria es el último de su promoción. Es un viejo artrítico y enfermo, demasiado cansado y débil para luchar. Él afirma que en su día fue un gran guerrero de la Tribu de los Cazadores de Cabezas, aunque no cuenta con la coleta y la colección de cabezas con la que pueda demostrarlo. Tampoco tiene tatuajes tribales. Estuvo a punto de ser rechazado por el Sargento Gulg, pero el anciano desafió a Campaña a un combate con las manos desnudas e increiblemente le dio una paliza. Cierto es que después de eso no ha hecho nada digno de mención. Excepto pasar por los pelos todas las pruebas que han pasado el resto de Aspirantes de la última Promoción del Año Doscientos.

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01/09/2011, 22:56
[RIP] Mentiroso.

Mentiroso seguía mirando al frente, inmóvil como una estatua de bronce. Estando en la primera fila sólo tenía delante a la Rompehuesos, y al fondo a los mercaderes y curiosos allí reunidos, observándolos con detenimiento, porque eran el orgullo de esta promoción, los favoritos del Sargento Gulg.

«Lo mío me ha costado. Cambiar mi lanza por una más simple pero sin las marcas de mi tribu, y conseguir que se fíen de mí...»

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02/09/2011, 09:52
Reclutas de la Compañía Negra.

- No habéis podido asearos en absoluto en los últimos tres a seis meses, incluso aquellos de vosotros que valoráis la higiene en algo o conocéis culturalmente la existencia del jabón.
- Nunca había tiempo (o ganas, después del agotamiento físico extremo hasta el que os llevaban a diario los instructores).
- Tampoco valía mucho la pena asearse. Entre el Otoño y el Invierno el campo de instrucción es permanentemente un verdadero lodazal, lo mismo ocurre con los territorios circundantes (donde las arenas movedizas traicioneras se convierten en un peligro muy real).

- A diario había que revolcarse por el fango o correr chapoteando en charcos de lodo (o de inmundicias, que a veces la Cabo Rompehuesos os obligaba a saltar al interior de las letrinas y salir trepando en tiempo récord como parte de los ejercicios físicos de endurecimiento del cuerpo).
- La única higiene es la que proporciona el agua de la lluvia invernal, o cuando en un ejercicio de supervivencia os tenéis que ocultar en un estanque o laguna.
- Los ejercicios de supervivencia extrema han sido muy frecuentes los dos últimos meses. A menudo hay que beber agua de cualquier charco, esté o no contaminada. Hay que comer cualquier cosa que uno pueda coger o atrapar, a menudo cruda, y siempre con las manos pues era frecuente que os soltasen por los páramos sin ni siquiera un cuchillo.
- Con el tiempo habéis adquirido un aroma que hace que las boñigas de camello parezcan delicados y sofisticados perfumes. Vuestro aspecto es desastrado, sucio y zarrapastroso.

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02/09/2011, 09:54
Cabo Rompehuesos.

- “¡Escuadras primera a quinta! ¡Un paso al frente!” – La Cabo guarda silencio, observando que los Aspirantes cuyo entrenamiento está a punto de finalizar se muevan todos de forma disciplinada y simultánea.

Su maza puede caer en cualquier momento sobre quien se despiste o cometa una torpeza grave.

- “¡Escuadras sexta a décima! Durante al menos tres meses más vais a continuar siendo escoria, menos que escoria. Los esclavos que sirven a algunos de los miembros del Campamento comen mejor que vosotros, duermen en mejores sitios y no pasan frío por las noches.

¡Preparaos, menos que escoria, pues hoy os aguarda un día especialmente duro! 

Como veis, los mozos y peones entre los seguidores de campamento han traído carromatos con barriles vacíos, además de cubos, jabón y cepillos. Nada de eso es para vosotros, pues todavía sois Aspirantes indignos.

Vuestra primera tarea de hoy, monos indignos, va a ser descargar los carromatos y disponer los cincuenta barriles delante de la zona de chozas y tiendas de campaña donde dormís la mayoría de vosotros.

Después usaréis los cubos para ir a corriendo a por agua y llenar los barriles. Los diez primeros en llenar su barril asignado recibirán hoy ración doble de rancho, los diez últimos se quedarán hoy sin comer y además recibirán cinco azotes de vara de bambú.

Conforme la tarea asignada esté cumplida irán volviendo a vuelta a la formación en posición de firmes, sin mover un músculo.

¡Escuadras sexta a décima! ¡Rompan filas! ¡La tarea asignada comienza YA!” –

La Cabo grita la última orden con un tono de voz que estremece los corazones y acelera el pulso de todos los presentes.

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02/09/2011, 11:09
Guepardo.

Guepardo dio un firme paso hacia adelante, poniendo especial cuidado en no perder la sincronización con sus compañeros y sostener correctamente su lanza para no enfadar a la Cabo.

Una vez adelantado, no pudo reprimir una media sonrisa al sentir cierto orgullo en el pecho.

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02/09/2011, 13:31
[RIP] Jabalí.

Siguiendo las ordenes de la cabo rompehuesos jabali da un paso al frente y se pone firme como una vara, luego escucha las ordenes que imparte y se prepara para lo que vendrá a continuación.

Notas de juego

Conforme la tarea asignada esté cumplida irán volviendo a vuelta a la formación en posición de firmes, sin mover un músculo.
¡Escuadras sexta a décima! ¡Rompan filas! ¡La tarea asignada comienza YA!”

No será de la 1ª a la 5ª? Es para cambiar el post y decir que voy rapidamente a por uno de los cubos para rellenarlo segun se ordena.

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02/09/2011, 13:43
Reclutas de la Compañía Negra.

- Los Aspirantes novatos de la sexta a décima Escuadras han roto filas y están corriendo hacia los carromatos para descagar cincuenta barriles vacíos y otros implementos, como jabón y cepillos.

- Coforme terminan esa tarea, reciben cubos con los que tienen que ir corriendo a los cuatro pozos cercanos para recoger agua. Necesitarán hacer cada uno unos cuantos viajes para poder llenar de agua los cincuenta barriles, aunque cada Aspirante novato debe llenar uno solo.

- Entretanto los Aspirantes ya veteranos de la primera a quinta Escuadras tan sólo han recibido la orden de dar un paso al frente y permanecer en posición de firmes, inmóviles y estoicos.

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02/09/2011, 13:50
Matagatos.

Mecánicamente doy un paso al frente a la orden de la Cabo Rompehuesos, al igual que mis compañeros de fila. Las cinco primeras escuadras lo hacemos sincronizadamente y permanecemos en nuestras posiciones mientras Rompehuesos se dirige al resto de las escueadras, que tendrán que seguir con su formación de aspirantes todavía durante unos meses.
En cuanto reciben las órdenes de llenar los barriles las cinco últimas escuadras se vuelven un verdadero caos intentando abrirse paso unos contra otros para conseguir los cubos. A estas alturas de la instrucción la promesa de una ración doble es una verdadera motivación para todos y el quedarse sin comer y además recibir unos azotes un gran aliciente para no querer ser los últimos en acabar. Poco a poco todos comienzan con la tarea, cada uno intentando llenar su barril lo antes posible.
Bajo la cabeza y pego mi barbilla contra el pecho lo más posible. Con la intensidad de estos últimos meses no me había dado cuenta de lo mal que habíamos llegado a oler. Seguramente no era el tío más limpio del campamento, pero al menos solía asearme con la suficiente frecuencia para no repeler a la gente, exceptuando el periodo de formación. Llegaba tan cansado que lo que menos me apetecía era asearme, y menos sabiendo que al día siguiente me iban a volver a llenar de barro y cieno, cuando no excrementos, de nuevo. Empezaba a pensar que aquello se trataba de algún tipo de recompensa: "Ahora sois reclutas, no sigáis oliendo como aspirantes".
Mientras continuaban con el ejercicio me tomé un tiempo para mirar entre el público que había ido a vernos aquel día. La explanada estaba más concurrida que otras veces, probablemente debido a que entre los nuevos reclutas nos encontrábamos hijos de gente muy conocida en el campamento.
Mi madre seguía allí mirando, no sabía muy bien si había ido para verme por algo que se pareciera al orgullo materno, o simplemente para fastidiar a mi hermana, que también estaba entre el público, probablemente lo segundo.
Desvío la mirada hacia Khadesa, que en un intento de pasar desapercibida se ha cubierto con una manta, pero creo que ha sido en vano, mi hermana difícilmente no llama la atención. Me alegra que esté allí, probablemente sea la única que me tenga algo de afecto, al menos de mi familia mas directa.
Recorro con la mirada al resto de espectadores mientras permanezco firme y atento a cualquier nueva orden de la Cabo Rompehuesos.

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02/09/2011, 15:51
Ponzoña.

Ponzoña ni siquiera meditó la orden. Los largos meses de instrucción determinaron un comportamiento automático y sus pies avanzaron para ocupar la nueva posición. A las restantes palabras de la Cabo apenas les prestó atención y ni siquiera mostró curiosidad alguna hacia la agitación desencadenada en las últimas cinco escuadras. Fue consciente sin embargo de que los barriles, el jabón y los cepillos, así como el agua que debía ser acarreada les estaba destinada. No alcanzó a comprender el significado de aquello, hasta que vio el subrepticio gesto del bastardo de Yamila olisqueándose. No hizo nada, no dijo nada, aunque un quedo bufido de desprecio salió de entre sus labios.

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02/09/2011, 16:18
Seguidores de Campamento de la Compañía.

- Se han congregado unos cuantos seguidores de campamento, especialmente ahora que la llovizna comienza a amainar.

CARPINTERO:

DIVERSOS ARTESANOS:

ALGUN MERCADER MAS PROSPERO:

ALGUNOS TIPEJOS DE MALA CATADURA Y PEORES INTENCIONES:

ALGUNOS NIÑOS CURIOSOS:

UNOS POCOS ESCLAVOS:

- Incluso el cabroncete de USURERO ha llegado, acompañado de un par de guardaespaldas. Sin duda viene a husmear posibles clientes potenciales para sus operaciones abusivas de préstamo con intereses.

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02/09/2011, 16:29
Khadesa.

Aquel lado del campamento empezaba a estar más poblado que un hormiguero. Parecía que todo el mundo se había despertado con ganas de estar ahí, quizá cada uno con su motivo a cuestas, quizá muchos con sólo curiosidad.

El trajín de los Aspirantes de las últimas escuadras contrastaba con la apostura firme y soberbia de las primeras. Los ya casi Reclutas esperaban inmóviles y a su alrededor como insectos los demás se afanaron. Un sinfín de idas y venidas trayendo agua, cubos que se vertían por la velocidad, gritos y quejas ante algún empujón malintencionado.

Khadesa captó la mirada de su hermano, y respondió a ella con un par de palabras balbuceadas lentamente, algo que él entendió, a pesar de la distancia, y nadie más. Las formó con sus labios carnosos, sonriente, y su rostro ladeado para que su madre no pudiera verlos. Yamila vio la comunicación establecida, pero no su contenido. Así había querido Khadesa que fuera, sólo para excluir a su madre de él. Era un juego habitual, diario, constante. Uno en el que se hería, y se era herido. Ambos hermanos lo jugaban, para exasperación disimulada de Madame Yamila.

Luego apartó la vista de Matagatos, como le llamaban ahora, y cambió de posición. Anduvo unos pasos, situándose más cerca de la formación, y más lejos de los recién llegados, quería el mejor ángulo de visión. No quería perderse nada. Bajo la manta algunos collares tintinearon, y al andar, su cuerpo halló su contoneo natural, la llovizna moldeando la tela contra la piel. Olía a jabón, parecido a lo que, por lo que creyó adivinar, pronto olerían los hombres a los que contemplaba.

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02/09/2011, 16:49
Khadesa.

Los labios de Khadesa formaron las palabras:

"Lo Conseguiste!"

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02/09/2011, 17:14
Lengua Negra.

Un paso más hacia el final. Un mecánico movimiento tan habitual como respirar después de semanas de duro entrenamiento. Sin romper la posición estoica me permito un vistazo por el rabillo del ojo.

Así que hoy ocurrirá algo que congrega a los más notables de los menos importantes. Y la mayoría me ignorarán. Y harán bien. No soy un bocado atractivo para los ladrones y chantajistas, demasiado riesgo. No me buscarán las putas, demasiado fláccido. No me quiere el usurero, sabe que nunca pido. Sólo las pitonisas y los chamanes pueden sentir curiosidad pero ellos no me interesan a mi . . . por ahora.

Que así sea, hoy los protagonistas de este público serán otros.

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02/09/2011, 18:37
[RIP] Mentiroso.

La Rompehuesos dio la orden y Mentiroso avanzó a la misma vez que sus compañeros, como en los ejercicios de movimiento en formación. Y mientras tanto, los novatos rompían filas a cargar agua y chismes que seguramente serían para ellos. Después de tanto tiempo agradecería poder asearse bien.

«Un mercader no puede oler peor que su mercancía», recordó Mentiroso. Un dicho de su tribu que para muchos marcaba el límite de la higiene. Sin embargo, Mentiroso siempre había evitado oler a camello como su padre.

«¡Céntrate!», se interrumpió Mentiroso, y volvió a mirar al infinito en posición de firme.

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02/09/2011, 19:28
Peregrino.

Frente a la orden de la Cabo Rompehuesos doy un paso firme hacia el frente, y me mantengo estoico y expectante. Aunque la orden es simple, representa una gran diferencia, pues pasamos a un plano de superioridad marcada frente al resto de Aspirantes, pues nosotros dejaremos de serlo y ellos aun no.

Unas pequeñas gotas de llovisna caen sobre nosotros, y puedo ver el velo que crean entre mis ojos y lo que tengo en frente, a lo que miro fijamente. El olor de la lluvia le precedia con gran anticipación, pues su refrescante sensación habia inundado mi nariz, denotando el putrido hedor que cargabamos. A pesar de haber vivido siempre en un pantano, aprecio mucho el buen aseo y los aromas agradables, como el incienso y el humo de hierbas, cosas que hace demasiado tiempo he sentido privadas.

Lo bueno, indiscutiblemente, es que ahora he superado la fase más indigna de mi ingreso en la Compañia. Si esto sale bien y pronto me transformo en un Soldado Juramentado, eventualmente podria recobrar algunas de las comodidas que extraño de mi pueblo. Aun asi, esos son egoismos innecesarios, que más que un poco de calidez espiritual no me servirán de mucho, por lo que solo debo dejarlos para cuando no entorpezcan en lo más minimo mi objetivo.

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02/09/2011, 20:14
Sargento de Instrucción Gulg.

Finalmente, la tela de la puerta del pabellón se abre y el propio Sargento Gulg sale y se dirige andando hacia la formación de Aspirantes que lleva largo rato aguardando en posición de firmes.

Entretanto, la Cabo Rompehuesos ha ido a acosar a los Aspirantes que están preparando los baños, ansiosa por aplicar su castigo a los diez últimos en llena su respectivo barril de agua.

El Sargento Gulg camina con su característico paso lento, artrítico y renqueante. Como siempre envuelto en su armadura completa de oscuro acero. Nadie le ha visto jamás sin ella, excepto tal vez Rompehuesos en la intimidad.

Se dice que Gulg es el hombre más viejo de la Compañía, que es de la época en que nació el padre del actual Capitán, el que murió hace veinte años en Taglios. Si eso fuera cierto, tal vez tengo ochenta años de edad o más. Pero eso es imposible, nadie vive tantos años.

También se comenta que las piernas y el brazo izquierda de Gulg son prótesis artificiales de metal sólido. Eso explicaría su escasa movilidad.

Un viejo rumor dice que una vez el Sargento Gulg fue prisionero de salvajes caníbales, y que fue rescatado por le Compañía un poco demasiado tarde.

Normalmente, el Sargento Gulg habla con un tono suave que sólo Rompehuesos es capaz de escuchar, y es ella la encargada de repetir sus órdenes.

Otras veces sabe elevar su tono de forma que cientos de personas lo puedan escuchar con total claridad. Es una habilidad que sólo se adquiere tras una vida entera entrenando a Aspirantes.

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02/09/2011, 20:34
Serpiente.

¿Un baño? ¿Era eso lo que nos esperaba? No pude exhibir mi cara de decepción porque ya tenía puesta la máscara de idiota disciplinado con la que nos habían enseñado a formar. Sí, no era bueno orientándome por el viento o los aromas y quizá lo que había estado oliendo provenía justo de debajo de mi nariz. Daba igual, todos cuando morimos apestamos igual y no hay perfume que enmascare el olor de la muerte. No importa el dinero que se atesore, ni la belleza que en vano se intenta ocultar, tampoco la juventud que se niega a olvidar, ni el poder y la posición social, las habilidades que a uno le han hecho destacar en vida son olvidadas y la ferocidad con la que se combate de nada sirve bajo tierra. “¡Han conseguido que apeste igual que mi caballo!” es lo que gritaría un niñito de papá repipi, pero yo no era ninguna de esas cosas.

Con prudencia humedecí mis labios pensando en cuántos secretos se llevarían los allí presentes a la tumba. Mis labios sabían salados, un poco alcalinos y tenían textura terrosa.

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02/09/2011, 22:19
Sargento de Instrucción Gulg.

El Sargento Gulg se pasea entre las cinco filas que quedan formadas. Detiéndose un momento delante de cada uno de vosotros para observaros detenidamente, como si os estuviera pasando revista.

El yelmo de acero oculta por completo su expresión, pero le conocéis lo bastante para juzgar su expresión corporal, que en este momento indica que no está demasiado contento con vosotros.

Como cuando a uno le sirven una escudilla de gachas y encuentra un bicho que no debería de estar ahí, y que tampoco resulta especialmente sabroso ni nutritivo.

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03/09/2011, 00:03
Sargento de Instrucción Gulg.

La voz del sargento es suave y no muy alta, pero en el absoluto silencio reinante llega con total claridad a todos y cada uno de vosotros.

- "Recuerdo una de las primeras Promociones de Aspirantes que adiestré en mi juventud. De mil chicos Taglianos, casi todos reclutados a la fuerza, cien se convirtieron en Reclutas. Buenos muchachos. Al resto se los llevaron los sacerdotes y nunca más se supo.

Aquellos cien Reclutas sudaron y sangraron por la Compañía. Con los años, he tenido que ir enterrando a uno tras otro. Es una cosa triste, pero han habido cientos de Reclutas después. Aunque no tan buenos.

Hoy en día todos los Aspirantes son voluntarios y rara vez se presentan más de cien. Para mí como mucho diez de vosotros tenéis algún potencial, alguna oportunidad real de hacer algo. Pero estamos en guerra, y los Oficiales me presionan para que no os mande a todos de vuelta a casa, con vuestras mamaítas.

Hace falta gente, aunque sean bultos con ojos como la mayoría de vosotros. Así que aquí estáis..." -

Hace una pausa y cuando vuelve a hablar su voz es como un trueno furioso que parece mentira que pueda salir de la garganta de un anciano.

- "¡¡VOSOTROS NO SOIS NADA!! ¡¡QUE NUNCA SE OS OLVIDE!! ¡¡NO SOIS NADA!!" -

Vuelve a sosegarse y guarda un momento de pensativo silencio mientras parece mirar en dirección a los atareados Aspirantes que están preparando a toda prisa los baños para vosotros, los nuevos Reclutas.

- "Sin embargo, hasta esta mañana, eráis aún menos que nada. Ahora sois Reclutas de la Compañía. Se espera de vosotros que luchéis por la Compañía, sin percibir un salario ni un botín, tan sólo una escudilla de gachas al día.

Se espera de vosotros que derraméis sangre en la batalla, la vuestra o la del enemigo. Si es la vuestra, al menos moriréis intentándolo. Si es la del enemigo y los jefes están de acuerdo, entonces recibiréis el cráneo de plata y la capa negra, y se os permitirá jurar lealtad a la Compañía y a vuestra nueva familia de Soldados hermanos juramentados." -

El Sargento vuelve a callar, dejando que sus palabras calen en vosotros, aunque resulta evidente que aún no ha dicho todo cuanto quería decir.

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03/09/2011, 01:23
Dedos.

“Mmm… ¿tendría que asestar como cinco o siete puñaladas para tumbar a una mole como Uro?”, fue una de las tantas cosas que se le estaban pasando por la cabeza. Aquellas formaciones eran soporíferas. “Bla, bla, bla… ¡No somos nada! Bla, bla, bla… ¡Menos que basura! Bla, bla, bla…”, y así constantemente. Había aprendido a base de varazos de Rompehuesos, o el propio Gulg, a comportarse como ellos querían; y aún así siempre tenía en mente ideas algo arriesgadas que si no las llevaba a cabo era por un miedo comprensible a perder la cabeza.

Se había rezagado en formar fila premeditadamente, y al ser tantos y tener tan ilustres espectadores no había sufrido consecuencia; aunque el día aún era largo. De todas formas conseguió ultimar algunas cosillas útiles para “persuadir a los machos hambrientos”, como solía medio bromear con R’Gaa (una de los pocos aspirantes con la que podía hablar).

“No estaría mal que esos barreños fueran para nosotros porque podríamos matar al enemigo con nuestro olor a 'compañerismo' jejeje. ¡Ups! Ahí viene Gulg… mirada al frente, seriedad en rostro y cuerpo firme pero preparado para reaccionar. Lo de siempre”.

Y finalmente habían logrado ser Reclutas de la Compañía.