Partida Rol por web

Matador entra en el campamento de instrucción, buscando a Lengua Negra.

- "¿Lengua Negra? ¿Dónde estás?" -

Lengua Negra está tratando que los tambores de su cabeza no hagan eco en su vacío estómago y pensando qué hacer con Pelagatos. Para estar enfermo se halla demasiado quieto, incluso yo me muevo algo mientras intento pensar. Y ya se me están ocurriendo algunas ideas.

Pensativo todo el tiempo paseo por el campamento de reclutas dejando que el sol haga su trabajo sobre mi, estornudando con virulencia pero con frecuencia decreciente y ocultando los rugidos de mis tripas. Al oír a Matador me acerco a él con paso tranquilo.

Estoy aquí, ¿qué quieres de mí?

Matador coge a Lengua Negra del brazo y se lo lleva aparte para que ni Pelagatos ni nadie más escuche lo que tiene que decirle.

- "Tengo órdenes. No me las han aclarado ni yo he pedido saber nada más de lo que necesito saber.

Dentro de un rato le voy a llevar un carro con dos mulas a Khadesa. En el carro hay sacos de grano y harina suficientes para alimentar a las dos mulas y a un grupo de unas veinte personas durante quince días aproximadamente.

También se están preparando gachas para veinte en una olla bastante más pequeña que la que usamos normalmente para las cien raciones diarias entre Reclutas y Aspirantes.

Montaremos esa olla en el carro, con una tapa y un soporte con patas para no quemarlo.

Supongo que tu Pelotón tiene maniobras. Ni lo sé ni me interesa. Sólo quiero que te encargues de conducir el carro a donde tengas que llevarlo.

Veo que unos cuantos de tus Reclutas se han dejado cosas en su zona de acampada. Tal vez quieras recogerlas y subirlas al carro cuando pases por aquí de camino a las puertas exteriores del campamento.

No tengo nada más que decir, excepto que te vayan bien las maniobras." -

CERCANO EL MEDIODIA.

- Sicofante pasa del Campamento principal al de instrucción.

- Al poco, hace lo propio Matagatos.

Vaya, ya están a punto de servir las raciones, que rápido se me ha pasado la mañana, aunque mejor que no me hubiera levantado hoy... Debo darme prisa en hablar con Lengua Negra, nuestros compañeros estarán a punto de llegar.

Al cruzar saludo a Centinela que sigue enseñando a los nuevos campamenteros, también los saludo a ellos.

Busco a Lengua Negra con la vista y me dirijo hacia donde se encuentra.

-Hola primo. ¿Podemos hablar ahora sobre los detalles del viaje, o no es un buen momento? Mi tono era más seco de lo habitual, alguien que me conociera adivinaría fácilmente que no estaba de muy buen humor.

Tras cruzar todo el campamento y pasar la puerta del norte, Sicofante llega finalmente a su destino: el corral. Tras mirar a su alrededor, encuentra a su caballo, Recio. A pesar de que no había sido entrenado para la batalla, tenía un cariño especial al animal, puesto que le salvó la vida en su huida de su ciudad. 

Se acerca hacia él y posa su mano suavemente en la cabeza del animal:

¿Como estás, amigo mio?- le susurra- tenemos trabajo tu y yo que hacer.

Tras decir esto, prepara a su animal para salir del corral. Al fin y al cabo, tenía intención de llevárselo ahora mismo. Con la silla ya montada y preparada, Sicofante monta en su caballo y sale del corral al trote.

Bueno, ahora toca ir a comprar- piensa mientras se dirige a la tienda de suministros. Esperaba que allí encontraría lo que necesitaba Khadesa- por otro lado, tendré que conseguir un caballo para las batallas. Este pequeño no vale para tal menester.

SICOFANTE:

- El animal parece reconocer enseguida a su amo.

- Parece encontrarse en un estado excelente. Es un caballo de monta pesado, muy resistente e ideal para viajes largos. Lamentablemente, es bastante inútil en la batalla pues tiene demasiada tendencia a aterrorizarse cuando hay lucha. El instinto de un herbívoro.

- Sicofante recuerda que los puestos de mercaderes están en el Campamento principal, por lo que se encamina hacia allí una vez ha enjaezado y ensillado a su montura.

- Sicofante pasa del campamento de instrucción al Principal.

Tras escuchar a Matador asiento con la cabeza, preparándome para cruzar al campamento cuando llega Matagatos. En cuanto Matador se va y mi primo se acerca miro preocupado a Pelagatos, no quiero tenerle por aquí rondando así que le mando inmediatamente a una tarea muy concreta.

¡Eh, Pelagatos! Ve a ocuparte de todo lo que hay tirado por el campamento. Recoge todo sea de quien sea y tráelo aquí ante la puerta.

Espero que se aleje y comience su tarea antes de hablar con Matagatos bien apartados.

Este es el mejor y probablemente único momento en que podremos hablar tranquilamente. Ahora todos están ocupados, incluso este inútil de Pelagatos que se ha quedado despistado. Pensaba dejar que tu te ocuparas pero quizá lo haga yo mismo si te vas antes. 

Centrémonos.

Con un gesto levemente despectivo por el trastorno que supone ver a Pelagatos ahí completamente ido me giro para pasear lejos de él y poder hablar con calma.

Están preparando las gachas para llevarlas y grano para los siguientes días. Asegúrate de llevar algo tú también. En cuanto vuelva Campaña iré por el Portaestandarte, el carro estará listo. Nos dirigiremos hacia el norte dos días, espero que nos encontremos tras esos dos días. Por si los nervios afloran acércate al grupo cuando haya luz, antes de anochecer o al amanecer. Y  . . . por un momento tengo que retener un fuerte estornudo pero el sol sigue calentando y no llego a rociar a mi primo de mocos. . . . sobre todo no pierdas ese amuleto.

Yo cuidaré que Sicofante cuide de ella tanto como todos los demás así que no hagas que me tenga que preocupar por nadie ni por nada más. ¿De acuerdo?

Supongo que tiene cierta inquietud, está unido a su hermana de un modo que para mi es desconocido pero mi mirada es clara, hay mucho en juego y no podemos permitirnos errar. 

A la menor duda, galopa hasta nosotros.

Miro atentamente el mapa el mapa que Lengua Negra me enseña y los movimientos de sus manos sobre él indicándome las direcciones que tomarán. Irán hacia el norte dos días y son un grupo grande y no se moverán muy rápido, aún así tampoco puedo perder mucho tiempo si salgo hacia el Sur y quiero dar el rodeo necesario para despistar a posibles curiosos. -Bien, dentro de dos días hacia el norte. Asiento con la cabeza y hago un pequeño cálculo mental. Supongo que nos encontraremos sobre esta zona. Digo señalando un punto en el mapa. Allí os alcanzaré entonces, no te preocupes, un hombre solo puede pasar más desapercibido en la Sabana, estaré bien.Hago una pausa y añado. Gracias por cuidar de Khadesa, esto será difícil para ella, no se como será la convivencia con mi padre. No añado más, Lengua Negra sabe a lo que me refiero y tampoco tengo ganas de extenderme más. Una cosa más. Después de comer ¿Podría llevarme a Rastrojo a las cuadras para que me ayude a preparar el caballo de mi padre? También intentaré que me ceda su animal para esta misión. Sigo caminando con mi primo, de momento todo está claro y tampoco tenemos, ni debemos extendernos más. Como dijo el Sargento Gulg teníamos que ser discretos. -Si no me necesitas para nada, apuraré el tiempo que queda hasta la hora de la comida para buscar cuerda.

Con la parte del caballo puede ayudarte Sicofante, seguro que es un experto. Y creo haberle visto entrar al campamento, puedes encontrarle allí. Pero piensa bien si necesitas otro animal, eso podría obstaculizarte.

Recojo el mapa tras decidir el punto de encuentro. Para nosotros será sencillo, basta con movernos hacia el norte. Pongo una mano en el hombro de mi primo.

Nos veremos pronto, que el destino te sea propicio. Cuando regrese Rastrojo y haya comido te lo enviaré de todos modos, tu decides ese tema.

Mi tono es optimista aunque mi voz resuene cavernosa por el estado griposo.

Me despido de mi primo con un simple gesto y le dejo inmerso en los preparativos de la expedición que todavía le quedan por preparar. Decido dirigirme hacia la zona de los seguidores del campamento mientras llega la hora de la comida. Al llegar a la puerta hago un gesto a Centinela para saludarla. Hago lo mismo con sus acompañantes.

- Matagatos pasa del campamento de instrucción al Principal.

Las palabras de Lengua Negra cruzaron mis oídos como una lanza, atravesando mi cerebro, hiriendo mi orgullo, sentí como una extraña sensación de rabia subía desde la boca de mi estómago y me hacía apretar los dientes. Mi mirada no es que hubiese sido demasiado amistosa pero no me quedaba más remedio que cumplir la orden sino quería meterme en líos. Odiaba que me diese ordenes con esos aires que se daba, casi parecía que disfrutase mandándome a recoger mierda. Resoplé con fuerza y le dedique una mirada acompañada de unas palabras a Regañadientes. -Sí, si... Ahora mismo voy Tras decir esto y con un cabreo monumental asediando mi cuerpo partí a cumplir mi cometido.

MEDIODIA.

- El grupo liderado por Dedos (y que incluye a R'Gaa, Uro, Attar y Serpiente, además de la mula del mago) es el primero en regresar y parece el que más leña trae consigo.

- El grupo liderado por Mentiroso (y que incluye a Escarabajo, Peregrino y Rastrojo, y al camello de Mentiroso) es el segundo en llegar y el segundo en cantidad de leña recogida.

- El grupo liderado por Ojopocho (y que incluye a Jabalí y Caracabra) es el último en llegar y lleva menos leña que los dos anteriores. La deserción de Pelagatos (al que encuentran recogiendo y amontonando cosas de los Reclutas en la zona de acampada) y el no llevar un animal de carga ha influido bastante.

- El grupo de Guepardo (que incluye a Campaña, Loor y Ponzoña) aún no ha regresado.

- Dedos, Mentiroso y Ojopocho localizan enseguida a Lengua Negra, que está cerca de la Puerta Interior custodiada por Centinela (que hoy tiene tres ayudantes Campamenteros).

-No está mal, Dedos. Pero si nosotros hubiéramos sido cinco...

-Y bien, Lengua Negra, ¿dónde dejamos esto?

Estaba realmente ilusionada por haber completado la misión con éxito. Y no solo eso, sino que habían llegado los primeros y con más leña que los demás. Aún llevando las riendas de la mula adentró en el campamento y se acercó al llamado Lengua Negra para esperar las siguientes órdenes.