Partida Rol por web

Paso largo rato observando tiendas, hablando con comerciantes y buscando los objetos que carecen de ornamentación inútil que incremente sus precios o de detalles absurdos que los haga incómodos de portar.
Por fin encuentro una tienda que llevaba tiempo buscando para mis intereses personales, por lo que me acerco a mis compañeros y teniendo cerca de Ojopocho y Chaman Rojo les comento lo que he visto hasta ahora.
-Chaman Rojo, cinco platas es lo que piden aquellos negociantes por sus protecciones, arneses de cuero que podrán ofrecerte una ligera y sencilla protección. Mas allá, en aquel pequeño puesto, tan solo tres platas me han pedido por los escudos, que podrás conseguir de distintas formas y colores a cual sea tu gusto.
Hago una pausa, pues no estoy seguro de las palabras que voy a pronunciar.
-Ojopocho, en aquel pequeño puesto tienen capas oscuras, cuyas telas poseen gran calidad. - Le agarro del hombro mientras lo aparto ligeramente del resto para susurrarle.
Tras ello me aparto de él para dedicarme a mi negocio particular.

No compres esa capa, no te granjees las enemistades de hombres y superiores, Ojopocho. Pide permiso a Gulg para hacer tal cosa, o al menos cómprala de otro color. Quizá marrón… Seguro que eso no provoca enervación alguna…-Le miro intentando transmitirle la preocupación que siento, con mi mano aun sobre su hombro.- No voy a decirte lo que debes hacer, pero te ruego hagas lo correcto.

Tras estas palabras, me dirijo hacía el puesto de antigüedades sin esperar respuesta.

-Gracias, creo que es lo mejor que puedo pagar, quizá una armadura con mas capacidad de protección se me salga del presupuesto. - Digo a Mentiroso, mientras le veo darse la vuelta para resolver sus propios negocios - A la que pasemos por ahí me haré con ellos.

Aunque solo sean unos metros prefiero mantenerme cerca del grupo. Hay asesinos buscando nuestras cabezas por ahí campando, y las historias de los Espíritus de los Muertos ya me enseñaron hace mucho tiempo que los desconfiados viven mas.

Mientras espero, me planteo por primera vez, la reunión de los oficiales, y la urgencia de esta. Y de pronto, por primera vez en todo el día, comienzo a sentirme inquieto.

Miro a Mentiroso y asiento a sus palabras pues reconozco la verdad que hay en ellas.

- Tranquilo Chamán Rojo. - le digo. Realiza tus compras. Te esperamos.

Keropis seguía pasando por delante de los puestos junto a sus compañeros y de vez en cuando algún mercader le intentaba vender algo alegando que su equipo era de "mejor calidad" que el que llevaba Keropis- No pienssso cambiarrr el arrrmamento de misss ancessstrrrosss porrr otrrro cuando essste aún esss capaz de matarrr y defenderrrme -dice dando unas palmaditas a la empuñadura de su khopesh y de la daga- yo no he venido a comprrrarrr, asssique no me molessstéisss

¿ESPIAR A MENTIROSO?

- El que quiera hacerlo debe hacer sendas tiradas secretas y ocultas de Otear y Escuchar.

- Antes de ir a sus asuntos privados, Mentiroso negocia para Chamán Rojo la compra de un arnés de cuero (armadura de cuero parcial) por cinco platas (a Chamán Rojo le hubiesen cobrado mínimo seis).

Sigue como ausente, con la mente en blanco, en parte, disfrutando de ese pequeño respiro. Con esos momentos la vida parece un poco más natural, un poco diferente de aquellos que consagran su vida a la sangre y a la violencia. Había... otra clase de placeres, expuestos al alcance de unos pocos.

De esos pensamientos la saca Pulga, que habla de los entrenamientos.

- Muchas veces entreno sola, como hoy - contesta - Pero si quieres, puedes intentar vencerme en la próxima vez - dice con algo de sorna, y guiña un ojo

De buena gana me desprendo de esas 5 platas y recojo mi nueva armadura. - Gracias Mentiroso, ya solo me falta el escudo.

Soy consciente de que ni con mi nueva armadura, ni equipado con el escudo, voy a impresionar a nadie con mi poco mas de metro sesenta, pero me brindara algo mas de protección que ir en taparrabos a un combate. Quizás cuando termine mi mascara chamánica y con algunos fetiches mas de adorno, mi aspecto pueda resultar algo mas atemorizante, al menos la mascara me hará parecer tan alto como Campaña.

CHAMAN ROJO:

- Para ser disimulado no le miras directamente a Mentiroso cuando negocia, pero te parece oír algo de "treinta monedas de plata".

-¿Tenéisss intención de comprrrarrr algo másss? -preguntó Keropis, el estaba ahí por no morirse de aburrimiento en el palacio, pero tampoco creía que fuera seguro estar más tiempo del adecuado por medio de toda esa ciudad

Plumilla echa cuentas del dinero disponible y arruga la nariz.

-¿Hasta donde llega esta parte de la ciudad?

PULGA:

- Observas varios puestos donde venden escudos y armaduras de cuero (hay algún puesto donde venden armaduras de escamas y de mallas, pero los precios de las armaduras metálicas son prohibitivos.

- Deduces que donde está la mejor relación calidad-precio es el puesto en el que Mentiroso ha negociado la compra de un arnés de cuero para Chamán Rojo. Está claro que el antiguo Hombre de Arena domina el arte del mercadeo.

- Observas atentamente a Mentiroso después, cuando negocia en un puesto de antigüedades. Te parece que saca de una bolsa de tela un jarrón de aspecto valioso, y que tras una negociación, lo vende por treinta piezas de plata.

MENTIROSO:

- Logras vender el Jarrón del Olvido por treinta piezas de plata.

- Te parece que has sido discreto, aunque es posible que alguno de tus compañeros haya escuchado a hurtadillas.

- Mentiroso termina sus negocios privados y regresa con vosotros.

-No lo sssé, perrro parrrece que esss bassstante amplia

Keropis sigue mirando mal a todo lo que se acerca un poco más de la cuenta a él y que no sea de la Compañía

Pulga disfrutaba con el paseo y también con todo lo que estaba viendo a su alrededor, era todo tan distinto a lo que había visto y conocido hasta ahora...
Continuó conversando con sus compañeros mientras pasaba su mirada de un puesto a otro del mercado sin perderse detalle de nada.

-Como te envidio Plumilla, a mi no me han dejado otra salida que practicar con las lanzas de madera. Y no te preocupes, podemos entrenar otras cosas que no sea combatir, o hacerlo más flojo para no hacernos daño. También puedes enseñarme esa nueva manera de entrenar que has aprendido, parece interesante.

Realmente a Pulga se le ocurrían muchas cosas que hacer con Plumilla y aunque entrenar no estaba entre sus prioridades por algo había que empezar. Además le había llamado mucho la atención esa nueva técnica que Plumilla había utilizado, todo lo que no fuera esfuerzo físico era bien recibido por Pulga.
Resopló al oír las palabras de Chamán Rojo.

-Ufff, te has librado de una buena. Campaña es buena persona, pero un auténtico bruto, tienes suerte de poder estar con nosotros paseando.

Pulga conocía a Campaña, era uno de los muchachos Oscuros que había visto crecer, algo más mayor que él eso si. Era un gran cuerpo con un cerebro muy pequeño y a Pulga no se le ocurriría nunca entrenar con semejante mastodonte.
Escuchó la explicación de Mentiroso sobre las distintas armaduras disponibles y se interesó por una de ellas, pero dejó que Chamán Rojo y el propio Mentiroso acabaran con sus asuntos primero. Mientras tanto respondió a Codorniz que también se había ofrecido para entrenar en un futuro.

Otra que se libró de dar palos hoy, desde luego lo mío es mala suerte, no duermo en toda la noche y tengo que combatir junto a tres salvajes.

-Lo intentaré, aunque eres tan escurridiza que no creo que pueda darte ni la mitad de los golpes que a Tarado. ¿No vas a hacer ninguna compra? Nunca he visto un mercado igual.

Tampoco era su intención golpear a la niña, como él Codorniz se destacaba por otras habilidades que estaban lejos del combate directo. Le señaló todos los puestos que tenían alrededor mientras se dirigía al que iba a abandonar Mentiroso cuando este ya había terminado sus negocios. Por lo que había visto el Hostigador era un verdadero experto en el arte de comerciar y había que saber aprovechar oportunidades como esa.

-Mentiroso, veo que en este puesto tienen unos arneses de cuero que parecen de buena calidad. ¿Crees que podrías conseguirme uno por menos de esas 5 platas que has comentado? Si no pagaré lo que piden.

Las protecciones de cuero con arneses le darían algo de protección extra y no le impedirían los movimientos en los momentos críticos. Si iba a tener que jugarse la vida tarde o temprano era mejor hacerlo en las mejores condiciones posibles.

A Pulga se le pusieron los ojos como platos al comprobar la cantidad de dinero que Mentiroso había conseguido por aquel jarrón. Esa bolsa bien merecía la pena el esfuerzo de ser arrebatada y con ese dinero podría permitirse muchos lujos, pero Mentiroso era un Hostigador y un hermano de capa y además ahora estaban muy rodeados de gente.

Quizá si se me presenta la oportunidad...

Pulga disimuló sus sentimientos acostumbrado a mantener siempre una actitud diferente a lo que estaba pensando. No podía permitir levantar ninguna sospecha frente a Mentiroso o cualquiera de sus compañeros.