Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Pelotón de Campamenteros.

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05/05/2013, 19:52
Plumilla.

No estaba en el mejor de sus momentos. Parecía que el sueño en vez de ser reparador había sido atroz. Plumilla se prestó a formar lo más rápido que pudo, pero trastabillaba al apenas encontrarse en condiciones para moverse.
En formación, las piernas le temblaban por el esfuerzo de mantenerse en pie. Inclinó la cabeza mirando al suelo, orando interiormente por aguantar como fuera.

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05/05/2013, 20:04
Keropis.

Keropis apareció como de costumbre. Solía dormir sentado apoyando la espalda en algún sitio y siempre se despertaba a tiempo, aunque solía alejarse para poder dormir. Cuando escuchó la voz de Lengua Negra se colocó en su posición correspondiente por estatura y prestó atención a lo que fuera a ocurrir ahora.

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06/05/2013, 11:38
Lengua Negra.

-Pelotón, como veis he podido traer conmigo parte del botín de los Hostigadores, quienes nos los han cedido para pertrecharnos mejor. Tened en cuenta que se trata de tan solo un préstamo. Deberemos devolverlo todo cuando nos hagamos con nuestro propio botín. No es cuanto hubiera deseado, pero es más de lo que teníamos ayer. Algunos de vosotros lucháis con lanza corta. Haceos con un machete. Pero tened en cuenta que solo hay siete. Belleza, Lombriz, Michou, Odio, Piojillo, Plumilla y Reyezuelo. Son para vosotros -afirmó-. Asesina, Belleza, Keropis, Manta, Plumilla, Sabandija y Tarado, tomad cada uno un escudo.

Lengua Negra se frotó la mandíbula con una mano.

-Solo hay dos armaduras. Y una tercera, propiedad mía, que cederé a mi segundo, Manta. No es una decisión fácil, pero las destino a Asesina y Derviche. Cuento también con algo de dinero cedido por Ponzoña. Veré qué puedo hacer con él -dijo a sus guerreros-. Respecto al entrenamiento de hoy, cargaréis con vuestras nuevas armas y escudos. Acostumbraos a su peso. Corred, arrojaos al suelo, escondeos y ved de las dificultades añadidas por portar un escudo. Tras ello, formaréis dos filas, de diez aproximadamente, una tras otra. Tenemos quince lanzas cortas, más aquellas que los portadores de machete tenéis. Que cada guerrero se haga con una. Ensayaréis cómo arrojarla formando una lluvia de lanzas. La primera fila en primer lugar. Una vez lanzadas os arrollidaréis y la segunda fila procederá a rrojar las suyas. Tras ello, recogedlas a la carrera, volved a formar y lanzarlas nuevamente en idéntico movimiento. Quiero que el día de la batalla este sea un movimiento natural. ¿Entendido?

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06/05/2013, 12:56
Sabandija.

Sabandija escuchó las palabras de Lengua Negra con atención pero no hizo ningún gesto de aprobación hacia ellas. Estaba disgustado pues le habían otorgado un escudo. Jamás había utilizado uno y no se veía capaz. Su punto fuerte era el sigilo y para ello siempre había utilizado los dos brazos. Cuando avanzaba agazapado utilizaba sus cuatro extremidades para ir desplazándose cual depredador. No se atrevió sin embargo a contradecir a su nuevo jefe.Al menos haría un intento. Tomó uno de los escudos del suelo y tanteó su peso con el brazo. Puso cara de decepción. Era más pesado de lo que parecía. Trató de agazaparse y avanzar con el cuerpo pegado a la tierra. A los pocos minutos sentía el brazo izquierdo cansado y el escudo se le escurría por el delgado antebrazo cuando apoyaba la mano en el suelo. Para su oido de explorador el ruido le parecía aterrador. Sudoroso y con la cabeza gacha se acercó a Lengua Negra con expresión frustrada.

- Señor...no soy competente con el escudo. Podría sostenerlo si es necesario en la formación, pero ...creo que no podré realizar un buen disparo si lo llevo encima y en el cuerpo a cuerpo....- ¿Cómo explicar delante de sus compañeros sus tácticas de combate? Si llegara el momento de tener un enemigo justo delante de él atacaría y se escabulliría, una y otra vez, como una rastrera y cobarde sabandija. ¿No era por eso que le habían puesto esa marca en forma de nombre en la Compañia?¿Cómo explicarlo sin que muchos le despreciaran por su forma de enfrentarse al enemigo?. Para lo que quería entrenar era para que en el primer ataque que hiciera el enemigo cayera muerto de un solo golpe. No quería verse enzarzado en una engorroso pulso de fuerza bruta donde tenía todas las de perder.Ojalá hubiese sido un mastodonte como Campaña, pero no era así, y si no conocía sus limitaciones quién las iba a conocer. Para darse valor trató de recordar el momento en el que la capa  le tocó los hombros. En ese momento se sintió importante.Las palabras salieron sin ni siquiera llegar a pensarlas.- Si va a haber dos filas de lanceros, podría estar en la segunda sin el escudo.- No quería que pensasen que era un cobarde que utilizaría a sus propios compañeros de escudo humano por lo que trató de justificar más su  opinión.- He estado observando a mis compañeros en los entrenamientos.  Quizás diez de ellos han utilizado escudo, saben como hacerlo o lo han manifestado así. - A pesar de la vegüenza que sentía por decir lo siguiente, lo dijo, escondiendo su rostro entre su lustroso cabello cual avestruz.- Pero otros tantos creo que serán como yo...- Se refería a Asesina, Plumilla, León Anciano, Niña de Oro, Belleza, etc. Estaba seguro de que ellos tampoco podrían mantener el escudo mucho tiempo sin exponerse demasiado.- o aún peor.- ¿Cómo había llegado a esta situación? Ayer se pavoneaba orgulloso de tener un hermano de capa  y ahora se autoproclamaba en el grupo de las mujeres y ancianos.

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06/05/2013, 15:48
Lengua Negra.

-Lo sé, Sabandija, lo sé. Eres alguien que realiza ataques a distancia, pero si entras en el cuerpo a cuerpo, rodeado de enemigos, ¿qué harás? Ponzoña me contó cómo caíste en la última batalla. Lleva el escudo a la espalda. No te molestará. Y llegado el momento, siempre podrás contar con él aunque no seas diestro en su manejo -dijo Lengua Negra pacientemente-. Y lo mismo va por el resto. Prefiero un escudo mal manejado, que el que os expongáis inútilmente. Y además, esto es un entrenamiento. Quizás os advierta de la necesidad de que entrenéis en una disciplina como esta que aumenta vuestras posibilidades de sobrevivir.

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06/05/2013, 17:02
Lombriz.

Lombriz escucho las palabras de Lengua Negra y cogio un machete tal como habia sugerido para el y otros del grupo.

Despues tal como se les habia ordenado comenzo a moverse fingiendo fintas y esquivas portando el machete y tambien tirandose al suelo e incorporandose. Aun le molestaba algun movimiento por las heridas sufridas, pero su determinacion y sed de venganza podian mas.

Tras llevar un buen rato asi y cuando todos mas o menos se pusieron de acuerdo, formo en la primera fila con la lanza y el escudo que el ya sabia manejar a diferencia de otros y espero la orden de lanzar.
Iria en primera fila para que nadie le arrebatase las muertes que queria causar.

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06/05/2013, 19:02
Piojillo.

Piojillo recogió un machete y lo sopesó en las mano antes de metérselo en el cinturón. No puedo evitar pensar que alguna de esas hojas estaría manchada con la sangre de la Compañía cuando habían sido esgrimidas por los malditos Chacales. Ahora servirían para matar a sus antiguos dueños.

Observó las armaduars de cuero y pensó en lo que le había costado a él adaptarla a su cuerpo. Cochinillo no llegó a usarla por no saber ajustar las correas y hebillas hasta hacerla cómoda al portador y tal vez eso le costó la vida. Antes de irse hacia la formación de lanceros se acercó a Asesina y Derviche.

Si necesitáis ayuda para ajustar las armaduras, tal vez os pueda ayudar. No es que sea muy mañoso con el cuero, pero la mía la ajusté yo mismo. Si no, siempre quedará recurrir a Herrero.

Dijo encogiendo los hombros. Luego se incorporó a la formación, si querían ayuda ya se la pedirían más tarde, no durante el entrenamiento.

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06/05/2013, 20:09
Keropis.

Keropis se dirigió hacia donde estaban las piezas y cogió un escudo, lo embrazo y movió un poco el brazo. Parecía que no le costaba mucho mover ese brazo y sabía como hacerlo, aunque normalmente luchaba solo con un arma de una mano. Lo desembrazó y lo cogió con las correas por el hombre, dejando que el escudo entrechocara con la armadura durante un par de pasos que le llevaron junto a Lengua Negra.

-Ssseñorrr, puede que ssserrría mejorrr que el día de la batalla losss que sssabemosss como manejarrr un essscudo o llevamosss arrrmadurrra forrrmemosss la prrrimerrra línea. No digo que no prrractiquen losss demásss, deben hacerrrlo, perrro la línea frrrontal es imporrrtante y ahí deberrríamosss essstarrr los másss experrrimentadosss. Sssolo esss una sssugerrrencia -tras decir esto, se mantuvo quieto, esperando a que todos sus compañeros se prepararan para el entrenamiento de hoy.

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06/05/2013, 20:33
Lengua Negra.

-Tened en cuenta que estáis practicando un ataque a distancia. Veinte lanzas arrojadas casi a un tiempo. No espero milagros pero puede darnos una ventaja y aunque tan solo hiráis a uno, será una posibilidad más de triunfo. Además, tengo en mente algo que quizás pueda aumentar esa ventaja. Sea como sea, solo seis contáis con armadura en este momento, Keropis. Pocos, demasiado pocos. Pero bien, formad vosotros seis la primera fila. Y como ha señalado Piojillo, si veis que vuestras armaduras no os encajan bien, id a ajustarlas hoy mismo cuando finalice el entrenamiento. Manta -dijo dirigiéndose a su segundo-, esta fue mi primera armadura. Cuídala. Y una cosa. Cuando acabemos hoy, me acompañarás a hacer unas compras.

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06/05/2013, 20:58
Derviche.

Mientras Derviche volvía a la tienda de los heridos, escuchó el grito de Lengua Negra. Su voz, aunque algo lejos, sonó en su cabeza como si le gritara en el oído. Cerro un ojo y puso una mueca de disgusto, pero ando hasta el agrupamiento y se quedó en la fila con los demás. Intentó mantener su cuerpo recto y prestar la mayor atención posible.

El botín era escaso, muy escaso. Como siempre los de arriba les daban mierda y exigían que la convirtieran en oro. La fanática suspiró y se agachó a recoger su armadura de cuero. Miró a los que había a su alrededor y muchos necesitaba una, puede que más que ella. Sus cuerpos delgaduchos y sus brazos escuchimizados, apenas eran capaces de aguantar un escudo varios minutos.

No ponía en duda el reparto que el nuevo líder hizo, con una armadura, aguantaría más e iba a matar a muchos y si ella mataba a muchos, llegaban pocos a los flacuchos y probablemente bastante heridos. Por lo menos en teoría, en la practica, ya se verá. Además, ella en sus momentos de furia, luchaba con ambas manos. Un escudo la incomodaría más que nada.

Mientras miraba el curioso artilugio, escuchó a Piojillo hablando. No pensaba que, para ponerse esa prenda, necesitaba la ayuda de nadie, pero nunca llevó una. El hombre no había jurado, todavía no era un "hermano" en los ojos de la Compañía, pero eso a ella no le importaba en absoluto.

- Hermano, dijo con su voz, algo más ronca que de costumbre, si te prestas en ayudarme, estaré muy agradecida. Hoy guardaré reposo, aún así, como el jefe mandó, me probaré la armadura. Tú me dirás, cuando y que tengo que hacer.

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06/05/2013, 21:01
Plumilla.

Sumisa, Plumilla se aproximó a tomar el machete y el escudo. Estando en plenas facultades habría tenido problemas para alzarlos, pero tras todo lo acontecido, sus escasas fuerzas estaban más que desaparecidas y tanto el arma como el escudo se resbalaron de sus manos para tocar el suelo con un ruido metálico y levantando una nubecilla de polvo.

-Lo... Lo siento mucho-musitó débil acuclillándose para tomar el equipo designado, pero por alguna razón, al inclinarse se quedó quita durante algunos segundos, después la cabeza se precipitó hacia delante para alzarse con brusquedad. Había dado una cabezada.

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06/05/2013, 21:27
[RIP] Michou.

Michou ya tenía su escudo, así que se agacho a coger el machete, moviendolo en la mano, le era raro tener otra arma que no fuera una lanza, pero las ordenes eran las ordenes, en aquel momento vio como Plumilla no conseguía levantar sus armas, se agacho y le ayudo a levantarse, no tenía buena cara para nada.

-¿Estas bien? pareces muy cansada- fue lo único que pudo decir, esperando a que alguien le ayudara con la joven que se había pasado todo el día anterior salvando a hombre- Señor, Plumilla debería descansar algo mas, creo que ha hecho mucho por la compañía ayer como para pedirle que sobrepase sus limites.

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06/05/2013, 21:31
León Anciano.

Cuando las armas de Plumilla cayeron al suelo, León Anciano miró a la joven muchacha, las palabras de Michou eran ciertas, pero en aquel tiempo de guerras, puede que tuvieran que levantar armas con un brazo roto incluso. Permaneció en silencio, observando a Lengua Negra él era ahora el líder, él debía decidir que debían de actuar con sabiduría y cuidadosa con sus subordinados, pero no podía permitir patinazos en estas situaciones.

Se acercó a coger un escudó, pero le costaba algo mantenerlo en alto, posiblemente no le fuera bien con ella y menos corriendo o escondiéndose, no era lo suyo, pero eran las ordenes.

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06/05/2013, 21:41
Plumilla.

Plumilla negó con la cabeza y, cargando todo el peso a las piernas, se incorporó con el escudo y el machete. Al incorporarse se tambaleó peligrosamente hasta que encontró un punto adecuado sobre el que distribuir el peso...pese a que su cuerpo no estaba acostumbrado con el extra del machete y el escudo así que enseguida se sintió más cansada, aferraba con tanta fuerza el equipo que la sangre apenas le circulaba en los dedos, para no dejarlos caer al suelo y que la pudieran castigar por ese desplante que el jefe de los campamenteros había conseguido para que pudieran usarlo.

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06/05/2013, 22:12
Lengua Negra.

-Michou, este es un entrenamiento. Cuando estemos en la batalla y tu brazo esté fatigado, tu corazón bombee desbocado y sientas que tus pulmones van a estallar, ¿pedirás tiempo para descansar? ¿Se lo pedirás al enemigo? No. Sois guerreros y miembros de la Compañía Negra. Puedo entender que estés preocupado por un compañero, pero ¿eres consciente de que hablar de uno de ellos, resaltando una potencial debilidad, puede equivaler a una humillación pública? Si Plumilla desea decir algo, lo dirá. No hables por ella. Y si crees que necesita ayuda, obra en consecuencia y toma sus objetos y cárgalos contigo. Y con ella de paso. Y dime cómo pelearás. Sí, puede no parecer justo, pero esa es la realidad -dijo hablando a Michou pero en un mensaje dirigido a todos-. León Anciano, ¿por qué coges ese escudo? No te corresponde. Eres arquero. De nada te servirá. Y el reparto ya se ha efectuado.

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06/05/2013, 22:21
[RIP] Michou.

Michou asintió bajando la cabeza.

- No pretendía ofenderte Plumilla, perdona- Se separó de esta y se mantuvo de pie esperando para ponerse en marcha con el entrenamiento, no era su intención ofender a nadie y menos a ella, pues pensaba que era una de las mas fuertes de los presentes, al menos de voluntad.

 

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06/05/2013, 22:23
León Anciano.

León Anciano soltó el escudo y negó con la cabeza.

- Perdonadme, señor, entendí que nuestro entrenamiento era mantenernos con el escudo y luego el lanzamiento de lanza, por eso pensé que sería un entrenamiento general para todos, por eso tomé el escudo- Dijo con tranquilidad mientras se inclinaba en señal de respeto a Lengua Negra, pudo haber mal entendido sus palabras o simplemente no escucharlas bien.

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06/05/2013, 22:32
Lengua Negra.

-No hay nada que perdonar ni disculpar. Estamos en el tiempo de las equivocaciones y de los errores y de poder subsanarlos.

En ese momento se oyó cómo le llamaban a la Tienda de Mandos. Miró a Manta, pero consideró la situación.

-Te dejo a su cargo. Encárgate de su entrenamiento hasta que vuelva.

Dicho aquello y a largas zancadas, Lengua Negra se retiró.

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07/05/2013, 02:36
Manta.

—La cuidaré como si fuera mía —respondió Manta. Los soldados del Triplete no tendrán esa consideración.

Recordaba bien esa sensación. El cuero ajustado por las correas alrededor de su torso, y los faldones cubriendo sus piernas por encima del taparrabos, casi hasta las rodillas. Durante el adiestramiento habían practicado con armaduras viejas, tan desgastadas y llenas de remiendo que ya no se utilizaban para el combate. Y, cuando no estaba disponibles, sacos acolchados con paja o plumas de ave. En esa época todavía creía que los iban a pertrechar adecuadamente antes de enviarlos a morir. Acostumbrado a sus escasas vestimentas, se sentía extraño, y más protegido que nunca. Se prometió que, de sobrevivir a la batalla, ahorraría lo suficiente como para hacerse algún día con una armadura metálica, como las que llevaban algunos oscuros.

Se abrochó el escudo al brazo y lo agarró con fuerza, comprobando su peso. Tenía la forma de un óvalo, y era más grande y pesado que los que había usado durante el adiestramiento. Iba a necesitar algo de práctica, pero no parecía que fuera a tener problemas mientras la batalla no se prolongara, o bloqueara muchos golpes con él.

Y entonces, antes de comenzar el entrenamiento, llegó el momento de ponerse a prueba. El grito de teniente convocando a los líderes y oficiales a la tienda de mando se escuchó en todo el campamento. Lengua Negra dudó solo un instante antes de dejarlo al cargo de sus compañeros y marcharse a cumplir sus órdenes.

—Señor —respondió Manta, asintiendo con la cabeza.

Manta se dispuso a hablar, pero la boca se le había secado completamente. Se acercó al pozo y bebió un buen trago directamente del pozal. No tenía ni idea de cómo afrontar su nueva posición, así que hizo tiempo llenando su odre de agua. Cuando acabó, seguía sin saber qué hacer.

Los pies lo llevaron al centro de la zona de acampada de los campamenteros. Estrujó su cerebro en busca de ideas, y trató de encontrar el valor suficiente para hablar. Solo tenía que empezar, y después, lo demás saldría solo. La armadura. El tacto del cuero endurecido era reconfortante. Se concentró en ese tacto y se olvidó de todo lo demás.

—¿Habéis recogido todos vuestro nuevo equipo? —las primeras escaparon de su garganta demasiado rápidas y agudas. Manta tomó aliento y elevó la voz para hacerse oír por todos los campamenteros—. Vamos a correr hasta una zona cercana llena de rocas. Yo iré delante, poniendo el ritmo. Cuando estemos allí, la atravesaremos arrastrándonos como serpientes, y regresaremos otra vez a la carrera. Llenad los odres deprisa y salimos.

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07/05/2013, 18:21
Sabandija.

¿Qué llevar el escudo a la espalda no le estorbaría? Qué sandez, pensó Sabandija, pero cayó y continuó con el entrenamiento como le habían ordenado. Se arrastró por el suelo, usando las cuatro extremidades. Mantuvo una posición de acecho y lanzó una lanza. Pues al final no había salido tan mal. El escudo en la espalda quedaba bastante sujeto. Cuando acabó, se lo quitó de nuevo y entonces se sintió como una pluma. Al menos le habrá sevido para entrenar sus técnicas para acechar. No debía haber juzgado tan a la ligera las órdenes recibidas. Cuando Lengua Negra se fue, Manta tomó el mando y les hizo correr. Eso sí que le iba a servir a Sabandija para desentumecer los músculos. En caso de un oponente de mayor tamaño y fuerza, correr más rápido siempre era bueno.