Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Tierras de Cho n Delor: Fuerte Chuda.

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03/06/2013, 14:53
Pipo.

Escuchó el nombre de Alquél al que odiaba con ganas y algo de un Ariete. Algo le dijo lo que hacer ¿qué se lo dijo? no se sabe. Estaba claro que había sido un experimento curioso del desollador de mentes... Se dirigió, resoplando, espantando a todo el mundo con su mirada sobrenaturalmente tranquila y fija, encontró un hueco en el ariete y empujó.

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04/06/2013, 00:00
Guepardo.

Guepardo, en el momento en que vio volar lanzas cortas por encima de su cabeza se arrepintió de haber rechazado la armadura y no haber hecho más por conseguir un escudo. Después se arrepintió de haber escogido llevar el ariete. Cuando por su cabeza se cruzaron todos estos pensamientos escuchó el grito de Sabandija...había sido alcanzado. Podía haber sido él perfectamente, pues dos lanzas pasaron cerca de él. En ese momento dejó de pensar, agarró con más fuerza el mando del ariete y apretó los dientes. Era hora de entrar en el infierno. —¡Vamos,  empujad o moriremos antes de luchar!

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04/06/2013, 09:43
Rastrojo.

¡Serpiente! ¡¿Se puede saber qué estás haciendo?! Tu magia maligna ha contrarrestado la magia protectora de las batatas.

Por culpa de Serpiente, las lanzas habían abatido a Sabandija. ¿Cómo se supone que Rastrojo vaya a ser un buen chamán si siempre están los magos y las pitonisas interfiriendo?

Seguramente por eso los espíritus no le protegieron de esa lanza: Serpiente les auyentó. Si quería recobrar su invulnerabilidad, tenía que alejarse de Serpiente y Khadesa en busca de un lugar con mejor... cobertura. Tres rayas al menos. Si tan solo se pudiese distanciar esas tres rayas, los espíritus podrían aproximársele para ofrecer su ayuda.

Rastrojo avanzó hacia la muralla sin tapujos, aprovechando que los lanceros del Triplete centraban sus atenciones en el ariete y en los jinetes.

¿Uh? Un momento... ¿la caballería retrocede?

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05/06/2013, 14:24
Ojopocho.

- Un Bastardo menos. - pienso al ver como cae hacia atrás.

Satisfecho con el resultado de la primera andanada agarro otras dos flechas y repito el procedimiento.

Mi compañero Virote está haciendo un buen trabajo. Me pregunto que le pasará a León Anciano pues no le veo disparar flecha alguna.

Una vez prendidas las disparo en dirección a los enemigos de la Compañía.

Un nuevo par de flechas salen de mi arco en busca de los enemigos aunque esta vez los disparos no son ni mucho menos tan precisos como suelen serlos.

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05/06/2013, 14:40
Dedos.

De repente una lluvia de lanzas cayó sobre sus cuerpos. Gracias a los ancestros, a la Diosa, o a quién fuese, a ella no le había dado ninguna, pero a Serpiente sí, y se supone que ella debería protegerlo. 

Menuda mierda de trabajo estoy haciendo. No estoy cumpliendo con lo que se me ha ordenado, y seguramente esto me cueste caro.

Siempre se recriminaba más a sí misma de lo que le recriminaban los demás, pero aún así tomó una posición defensiva delante del mago, intentando guardar su cuerpo para que no le hiriesen más de lo que lo estaba ya. En cuanto pudiese se pondría a disparar a los enemigos, y los abatiría uno a uno por hacer daño a los que le importaban. Sobre todo a aquel que había herido a Matagatos, al que mataría sin piedad alguna. Al menos, esos eran sus pensamientos y sus deseos.

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05/06/2013, 14:55
Caracabra.

El jorobado había confiado en que los enemigos se entretuvieran con el grupo del ariete, pero no fue así. Barias lanzas impactaron contra Serpiente. Rápidamente se colocó delante de Khadesa con el escudo en alto, intentando parar más posibles lanzas. ¿Hay que avanzar más? Pregunto en alto, sin referirse a nadie en concreto. Pero la pregunta debía de haber sido, ¿tienes que avanzar más Serpiente para lanzar tu sucia y corrupta magia? Al jorobado no le gustaba nada la magia y menos aun la que lanzaba serpiente, pero su deber era proteger a Khadesa que se encontraba con Serpiente. Si nos acercamos más, será más peligroso, deberíamos esperar a que el ariete rompiera la puerta, y esperar hasta entonces fuera del alcance de sus lanzas.

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05/06/2013, 15:03
[RIP] Sino.

Otra lanza más impactó esta vez en el hombre de Sino. El explorador de la cara pintada apretó los dientes, gruñó por el esfuerzo, y continuó empujando como si le fuera la vida en ello. Y en verdad le iba… cuánto más tiempo pasaran empujando el ariete, más lanzas podrían lanzarles los enemigos... y más tiempo seguirían ellos indefensos. Sino ni se molestó en mirar quién le había atacado… le daba igual quién fuera… todos morirían en esa batalla. Todos los enemigos caerían bajo las espadas de los hermanos.

- ¡VAMOS! ¡EMPUJAD! – gritó intentando animar a sus compañeros. Junto a él escuchó el ruido sordo que produjo el cuerpo de Avestruz al caer… otras dos lanzas habían impactado en su hermano y le habían derribado. Sino pudo ver sus ojos vidriosos y se dio cuenta de que Avestruz no vería el final de la batalla.

Con más rabia aún cargó de nuevo contra el ariete con el hombro… empujando, poniendo toda su fuerza en cada movimiento… Tenían que llegar cuanto antes… y estaba deseando clavar su cimitarra en las tripas de algún enemigo.

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05/06/2013, 15:12
Pelagatos.

La lluvia de lanzas del enemigo empezaba a caer sobre el ariete cómo sin descanso. Habíamos cruzado el umbral de protección y habíamos quedado al alcance. Por suerte parecía que nos movíamos más rápido de lo que yo notaba, ya que muchas lanzas fallaban sin tan siquiera rozarnos.

Otras lanzas fueron más certeras, y aunque yo tenía escudo para desviarlas, otros no. Procuré seguir empujando mientras mantenía un ojo alerta, para poder con un movimiento rápido del brazo desviar los ataques contra mí. Sin embargo, vi como caía a mi lado el recluta (¿o era ya soldado?) Sabandija, desangrándose poco a poco.

Pensé entonces, una vez más, en lo arriesgado de la situación y el ataque. ¿Porqué no había más gente empujando para llegar en la mitad de tiempo a la puerta? ¿Por que no había una guarnición de escudos alrededor del ariete para proteger a los que empujaban? Fuera como fuese, era tarde, y lo único que salvaría a los que empujábamos era que llegásemos cuanto antes a la puerta (aunque una vez allí nuestras vidas estarían de nuevo en peligro... Pero al fin y al cabo, eso era la guerra). 

Escuché a Sino mandándonos empujar, y si no fuese porque no era capaz de discutir en esos momentos (ni tan estúpido) le habría soltado alguna.

"He estado aquí empujando cómo un borrego desde el inicio de la batalla mientras tú te dedicabas a corretear... No me digas que empuje."

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06/06/2013, 18:46
Pipo.

Escucha cosas ciertamente carentes de interés, ya que todo carece de interés, como no sea el seguir moviéndose, y avanzando hacia la masa de carne mortal que puebla la barrera que hay más adelante. Quizá arde de ganas, al ver un brazo cerca de su boca, de pegarle un mordisco, para así poder probar la sangre deliciosa. Una vez más, algo desconocido se lo impide, y sus brazos, como si no fueran los suyos, empujan la cosa con ruedas más y más adelante.

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07/06/2013, 00:28
Loor.

Loor sigue empujando el ariete. No dice nada. Su rostro está vacío de toda expresión. Sólo quien la mirase fijamente vería que sus labios se mueven, susurrando silenciosas loas a la Diosa

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07/06/2013, 11:41
Odio.

La espera se hace eterna, cada paso pesa más que el siguiente y el hiena apenas puede contener las ganas de luchar. Observa los problemas que tienen con el ariete y se controla a si mismo para no romper la formación e ir en su ayuda, más al ver a Loor allí, también en ciertos apuros.

Sin embargo, se ha vuelto más disciplinado y continua en su posición, esperando las ordenes de Manta, esperando que llegue el momento de morir o vivir.

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07/06/2013, 14:46
Matagatos.

-¡Voy a ayudar a Sabandija!

Respondió Matagatos ante el requerimiento de su primo de atender a los heridos. El campamentero parecía muy grave y necesitaba atención inmediatamente, eso lo dejaría expuesto a las lanzas enemigas, pero confiaba que todo lo que estaba sucediendo alrededor desviara la atención de ellos.

-¡Hay que montar un lugar para tratar a los heridos más graves, estamos teniendo muchas bajas y morirán si alguien no los atiende! ¡Plumilla puede tratarlos donde no lleguen las lanzas si alguien le acerca los cuerpos!

Ya había varios cuerpos agonizantes de su bando y él no podría atenderlos durante el combate, pero la campamentera si podría hacerlo sin que la Compañía Negra perdiera fuerza en su ataque, sería más útil salvando vidas que intentando quitar las de los enemigos seguramente.
Sin esperar más ni saber si Lengua Negra le había escuchado o no dirigió a Hechizado hacia Sabandija.

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08/06/2013, 12:33
Guepardo.

Estaban tan cerca que Guepardo podía oler el hedor que desprendía el enemigo. Habían caído varios exploradores, pero esop ya no importaba, el ariete tenía que derribar aquellas puertas, ya no había marcha atrás. Era el momento decisivo y, entonces, pasó lo que menos esperaba que pasase. Su padrino en la ceremonia de aceptación, Ponzoña, estaba retrasando al ariete con sus órdenes confusas. No podía creerse que titubease en aquellos momentos...no parecía propio de él. Quizás, pensó, como le pasaba al jaguar, El hiena estaba hecho más para obedecer que para ordenar. No se lo recriminaba. —¡Empujad!¡Qué la muerte de nuestros hermanos no sea en vano!

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08/06/2013, 12:41
Sicofante.

Tras dar la vuelta de aquella cabalgada inicial, Sicofante solo podía esperar a que el ariete llegase a las puertas y las derribase. Había recibido un golpe, pero no era una herida que le preocupase excesivamente... al menos por el momento. Ahora solo podía esperar antes de que pudiera entrar en acción. Buscó con la mirada al resto de los jinetes y tras ver a Lengua Negra se acercó hacia él, colocándose a su lado.

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08/06/2013, 12:46
[RIP] Sino.

Estaban tan cerca... Ya tenían al enemigo a tiro. Sólo quedaba derribar esas malditas puertas. Sino escuchó los gritos de ánimo de Guepardo y empujó con todas sus fuerzas... Haría lo posible por derribar esa puerta, aunque fuera a puñetazos.

- Ya casi estamos. - gritó para dar ánimo a sus compañeros que empujaban con él el ariete. Tenían que golpear rápido y duro. Esa puerta no podía resistirse.

Había escuchado más gritos y sospechó que estaban cayendo hermanos a manos de las lanzas enemigas, pero comprobó con placer cómo caían también enemigos desde las murallas, algunos alcanzados por lanzas de los exploradores... y otros devorados por magia profana... Seguro que Serpiente estaría detrás de aquello, pero mientras ayudara a la Compañía, Sino no se preocuparía por el chamán.

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08/06/2013, 15:46
Lengua Negra.

Los cuerpos de los miembros de la Compañía iban cayendo uno tras otro, pese a que las bajas entre los enemigos tambiénse empezaban a producir. Aparentemente, el entorno más próximo a la puerta comenzaba a ser menos peligroso, pero no por ello dejaba de ser una promesa de muerte.

-Manta, que el pelotón comience a disparar lanzas cortas contra los enemigos de la empalizada. Tú deberás marcar el ritmo de cada fila para ese ataque. Plumilla, acude donde los heridos tal y como ha señalado Matagatos y procura estabilizarlos. ¡Campamenteros! La hora está próxima.

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09/06/2013, 10:29
Niño Guerrero.

Niño Guerrero había conseguido colocarse a la altura de los arqueros, Ojopocho y Ballestero.  Observaba la escena con horror , pero se obligó a mantener la sangre fría,  coger unas de flechas del carcaj y colocárselas en la boca. ¿Dónde habían quedados las palabras del sargento Falce? Combatir con prudencia, no más héroes que enterrar... Los exploradores estaban siendo el blanco de las lanzas de los enemigos.  No podía pensar en otra cosa, ni en el ariete ni en la magia de Serpiente.

Respiró hondo para templar el pulso y lanzó una flecha tras otra hacia los enemigos que hostigaban a sus compañeros.

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10/06/2013, 10:25
Ojopocho.

Ballestero sigue abatiendo enemigos a cada disparo que efectúa.

- Disparas bien. - le digo.

Aunque se hace de rogar finalmente la Magia de Serpiente hace aparición en la Batalla liberando de enemigos una de las Torres.

Con ánimo redoblado agarro dos nuevas Flechas Incendiarias y las deposito en el Brasero para que se enciendan y entonces dispararlas en rápida secuencia en dirección al enemigo.

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10/06/2013, 11:26
Piojillo.

Piojillo retiene a Dante en la retaguardia mientras trata de taponar sus heridas metiendo un trozo de tela entrela armadura y su piel. Si los Campamenteros están arrojando sus lanzas, en breve recibirían respuesta. Piojillo no se podía permitir otra herida o moriría in haber entrado en combate.

Ya se les acabarán las lanzas o caerá la maldita puerta.

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10/06/2013, 13:33
Loor.

Loor ve como Hermana cae y siente un profundo dolor, una enorme tristeza. Pero no dice nada. El cansancio de la larga marcha empieza a afectarle. Pero tampoco dice nada. Ella es la que tira del ariete. La que ha provocado que este se acercara tanto. Y debe seguir haciéndolo.

- Loor a la diosa - vuelve a murmurar, mientras es su fuerza la que, nuevamente, logra que el ariete se desplace unos metros más