Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Tierras de Cho n Delor: Grupo III.

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24/02/2013, 16:52
Lombriz.
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La última batalla me había dejado gravemente herido, necesitaba cuidados médicos cuanto antes pero mis enemigos, los que me habían capturado no iban a dármelos, del mismo modo que yo no iba a darles el placer de que me vieran morir.

Paso la mayor parte del tiempo inconsciente, a duras penas puedo saber lo que pasa a mí alrededor y lo último que recuerdo es que esos bastardos violaban a una de las mujeres que estaban bajo mis órdenes y seguramente después la mataran. Puedo ver como Peregrino, Caracabra y Jabalí forcejeaban con sus ligaduras, las cuales los mantenían casi inmóviles igual que a mí, aunque al parecer no tenían mucho éxito.

Había vuelto a desmayarme, mis fuerzas aun flaqueaban y cada vez estaba más seguro de que moriría allí, y aunque era incapaz de levantarme algo me había despertado, un gran estallido había resonado por todo el campamento. ¿Pero qué diablos…? No entendía nada, o no lo hice hasta que vi a Caracabra y Jabalí desarmar a uno de los guardias que había empezado a intentar golpearles y podían salir de la celda de madera por un lado, mientras Peregrino lo intentaba por el otro, aunque con algo menos de suerte pues había sido herido.

Todo empieza a suceder muy rápido y los tres salen de allí para unirse a la batalla, quiero levantarme pero me siento aún muy débil y no lo logro aunque me incorporo lo suficiente como para ver lo que sucede a mí alrededor.

Caracabra está con la lanza que le ha robado al guardia en pie, frente a la jaula cuando de golpe Peregrino como un rayo corre hacia él, se la arrebata y se interpone entre el que me parece es el caballero que nos ha encerrado aquí y manda. Ambos se enzarzan en una pelea, en la que aparece Jabalí y con un hábil golpe el Noble lo tumba y no se levanta, acto seguido blande su espada contra Peregrino con el mismo resultado, al parecer ambos han muerto y el Noble logra huir de allí con vida.

Se escuchan gran cantidad de cascos repiquetear contra el suelo y una marabunta de hombres corre de vuelta, huyendo de la caballería que carga contra ellos. Ceso en mi esfuerzo de levantarme, cuando escucho la voz de Asesina decir –Estoy viva, lo he conseguido- giro mi cara hacia ella pero en ese momento me vuelvo a desmayar.

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25/02/2013, 20:19
El Cráneo de Plata.
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- Caracabra elige salvar a Peregrino por ser el de mayor rango, y lamentablemente nadie llega a tiempo para salvar a Jabalí, que expira desangrado un asalto después de ser herido de muerte por el Comandante del Triplete.

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25/02/2013, 22:00
Caracabra.
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Después de que el comándate del triplete huyera y el ruido de la carga de caballería se detuviera, el jorobado miro a su alrededor. Vio los cuerpos de Jabalí y Peregrino en un charco de sangre. Sin dudarlo se acerco al cuerpo de Peregrino, era el herido de mayor rango, por lo tanto debía ser atendido primero. Seguro que Jabalí estaría de acuerdo en dar su vida por la de su comandante, o eso era lo que pensaba el jorobado. Hay que dar la vida por la compañía. Rápidamente empezó a taponar la herida de peregrino con sus manos desnudas hasta que la herida dejo de sangrar. Luego se giro hacia el cuerpo de Jabalí, pero este ya estaba muerto, en torno a él se había formado un gran charco de sangre. El jorobado dio un puñetazo al suelo. Seguro que si lo hubiera atendido antes hubiera sobrevivido. O no. Esa sería la duda que desde ahora rondaría la cabeza de Caracabra, ¿Jabalí había muerto realmente por su culpa?

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25/02/2013, 22:25
Compañía: Misteriosa, Sexto Pelotón, Campamenteros.
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Misteriosa se acerca a vosotros, se arrodilla en el suelo ensangrentado, toma la mano fría de Jabalí y niega con la cabeza.

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25/02/2013, 23:58
Compañía: Rufianes de Usurero.
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Los Rufianes regresan, nerviosos porque el enemigo pueda regresar en cualquier momento, y se sitúan en posiciones ocultas entre la espesa vegetación: montando guardia.

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25/02/2013, 23:59
El Cráneo de Plata.
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SERPIENTE:

- Y hete aquí que se te presenta una oportunidad...

- O al menos que se presenta una oportunidad para un hechicero que practique las artes oscuras de la magia negra. La misma que utiliza el Señor del Dolor. ¿Qué magia hay acaso más poderosa que la magia del sacrificio?

- Vais a permanecer en este lugar por lo menos una hora, mientras Caracabra atiende al líder caído Peregrino. Permanecer aquí es algo sumamente peligroso, pero hay poco que puedas hacer por evitarlo. No es probable que acepten abandonar a Peregrino a la muerte por desangramiento.

- Tus víctimas... Al menos ocho enemigos derrotados, rendidos inconscientes por tu magia, por tus serpientes de fuerza y oscuridad.

- Si sacrificaras a cuchillo a esas víctimas ritualmente... Podrías obtener parte de su esencia vital para reforzar tu magia, tal vez permanentemente. Yendo muy deprisa cada sacrificio ritual te llevaría diez minutos. Eso son seis víctimas en una hora, o todas si permanecieráis aquí dos horas.

- ¿El premio? Poder, el poder de igualar al menos poderoso de los Cuatro Magos de la Compañía, de dejar de ser un simple Aprendiz. ¿El castigo? Eso que llaman corrupción y que despierta miradas tristes y preocupadas en algunos miembros de la Compañía, como tus primos Matagatos y Lengua Negra.

- ¿Estás dispuesto a pagar el precio por obtener la recompensa? Poder a cambio de abrazar la oscuridad, fuerza por abrazar los mismos métodos que vuestro patrón, el Señor del Dolor.

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26/02/2013, 00:26
Peregrino.
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Una espada desciende y su brillo al reflejar la luz de la luna marca el terrible golpe que arrebata la vida y acaba con la esperanza. Veo aquella media luna argéntea resplandeciendo delante de mí y luego la sangre saltar hasta inundar todo. El suelo se llena de sangre, y esta llega hasta mis rodillas. Veo a Jabalí revolcarse en delirios de sus últimos momentos mientras comienza a flotar en aquel creciente mar de fluido carmesí.

La viscosidad ya llega hasta cintura y mis heridas sangran como las aperturas de un dique roto. Veo delante mío al noble enemigo, aquel desgraciado que me arrebató mi arma y la vida a mi compañero. Veo como me escupe a la cara, un escupo rojo como todo en aquel lugar. Me dice que mi arma se verá bien en su castillo y escucho como se aleja a caballo. No solo me ha quitado la vida, sino también el alma. La espada es el alma del guerrero y sin ella ya no soy nada.

Comienzo a desesperarme cuando la sangre me llega al pecho y luego al cuello. Hasta donde ven mis ojos hay rojo y de este color es ahora el mundo. No veo a mis compañeros, no veo el campamento, ni siquiera los árboles y las colinas. Todo es una mar, un enorme e infinito océano de sangre derramada. Intento nadar pero mis miembros están entumecidos y no me responden. Intento agitarme y flotar, pero no puedo y si me mantengo en la superficie no es por mi propia obra, sino por la gracia de la crueldad que me mantiene contemplando el asqueroso horror de la vida perdiéndose.

Una ola de sangre me atrapa finalmente y comienzo a ahogarme. Siento el sabor metálico inundando mi boca y sé que voy a morir. De una forma u otra he de terminar aquí, no hay manera alguna por la que pueda huir de mi destino. No soy capaz de salir a flote y mi alma se irá para siempre de este mundo, dejando atrás solo el cadáver de un patético y débil hombre.

Cierro los ojos para evitar el rojo absoluto de mi visión. Ya no aguanto más la respiración y la sensación de ahogo, y me dispongo finalmente a expirar mi último aliento, que se perderá en la infinita marea de mi fracaso cuando siento un dolor en el pecho, en aquel lugar donde me hirieron y de donde ha salido todo este mar. El dolor es punzante y presiona.

Molesto, intento apartar aquel desagradable estímulo pero mis brazos no pueden moverse. Abro los ojos para ver qué lo provoca y veo el cielo estrellado delante mío y a Caracabra con sus manos sobre mi herida. El océano de sangre no está y puedo respirar, con dolor pero con libertad. Miro a mi lado y veo a Jabalí ya muerto, igual que en mi sueño. Un sueño desagradable que abría las puertas del otro mundo al que debí irme y del cual el jorobado me arrancó.

Intento mover mi cabeza para agradecerlo con un asentimiento, pero solo un leve gesto se muestra. Me vuelvo a reclinar, destruido y recuerdo lo que sucedió completamente. Recuerdo mi derrota y mi deshonra. Mis ojos se cierran sin que se los ordene, sumiéndome de nuevo en la inconsciencia de la que quizás no despierte y una parte de mí así lo desea, pues la verdad es más difícil de afrontar que la muerte.

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26/02/2013, 12:43
Serpiente.
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Me dio igual perder de vista a nuestros enemigos, yo seguí concentrado en la tarea que tenía entre manos hasta bastante después de que sus siluetas se perdieran en la oscuridad de la noche. Debía asegurarme de que estuviesen lo suficientemente lejos como para que cuando el sonido de la caballería cesase ellos pensasen que se debía a que se habían alejado lo suficiente. Si no, de poco habría servido la treta.

Tan pronto el cansancio venció a la prudencia silencié el tronar de cascos con un ademán de mi mano, sequé el sudor de mi frente con la manga y sonreí satisfecho. Todos, incluidos aliados, se habían tragado la poderosa ilusión. Una prueba más de que era un más que digno aprendiz de Escupeculebras.

- Qué ocurre Pelagatos… ¿Esperabas a alguien?- Sonreí al ver el mohín que presentaba su rostro.- ¿Tú padre quizás?- Mi sonrisa se amplió dejando entrever los dientes- ¿Querías que te dijera lo mucho que te quiere mientras te reconfortaba con unos golpecitos de padre orgulloso en la espalda?- Meneé la cabeza con fingida pena.- Siento decepcionarte: tu padre no va a venir. Pero no te preocupes, si quieres te presto yo al mío. Al fin y al cabo mí no me sirve de nada- solté acompañándolo de una carcajada.- Por cierto, ¿dónde está?- Había perdido de vista a Ikharus tan pronto el enemigo había emprendido su retirada. Desde que era pequeño le había gustado desaparecer.- Bah… Da igual. Le encontrarás cuando menos te lo esperes y menos le necesites.

Tras hacer un gesto a Pelagatos para que me siguiera comencé a andar en dirección al campamento para ver mejor lo que sucedía junto a la jaula de madera. All, en el suelo cubierto de sangre estaba Peregrino rodeado imbéciles que sin la menor noción en curación, intentaban restañar sus heridas. También estaba Jabalí, pero a nadie parecía importarle y si a nadie le importaba, a mí mucho menos.

- Ha llegado el momento de dar órdenes, Pelagatos.- Me senté en el suelo tras ver que los rufianes regresaban y tomaban posiciones de vigilancia.- Hacer un montón con lo útil, intentar sacar partido a ese carro, preparar una pira… Cosas de esas. Pero antes de nada necesito atados y colocados allí- dije señalando con despreocupación un claro junto al río- a todos los enemigos que siguen vivos. Todos. Es muy importante.- Sonrei.- No quiero estar de brazos cruzados mientras Caracabra desangra a Peregrino. Espero que lo comprendas… Y si no lo comprendes me da igual, los necesito allí. En cualquier caso quiero que tengas en cuenta que cuando nos marchemos de aquí lo más apropiado es quemar todo lo que dejemos atrás. ¡Y las llamas que desprenda este campamento deben tornar la noche en día! Al fin y al cabo hoy será un día para recordar.

Tras terminar de hablar solté una risilla.

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26/02/2013, 14:50
Pelagatos.
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No pude sino sorprenderme del truco de Serpiente. Sabía que su magia era más poderosa de lo que muchos querrían, pero también creía que lo suyo eran los trucos de humos, serpientes y ataques monstruosos, no imitar con tanta perfección la aproximación de la caballería. No iba a felicitarle por su actuación, pero a punto estaba de alabar su truco cuando vino con su estúpida palabrería.

Guardate esa lengua antes de que alguien te la corte, Serpiente, y no creas que lo sabes todo siempre. Te sorprenderías si alguna vez te tomases el tiempo para escuchar en lugar de para hablar. Pero supongo que que tú callases sería como pedirle a las truchas caminar por tierra firme.

Mientras Serpiente se alejaba eché un vistazo para ver nuestra situación. Varias bajas: dos de los rufianes, la negra y parecía que Jabalí tampoco lo había conseguido. Caracbara había, milagrosamente, estabilizado a Peregrino y el resto parecía que sobrevivirían sin muchos problemas. Cuándo abrí la boca para reagruparnos, Serpiente se me adelantó.

- Lo que decía, pedirle silencio a Serpiente...- dije dejando el comentario en el aire - Caracabra: coloca a Peregrino y los inconscientes en el carro. Perdida, Misteriosa, recoged todas las pertenencias que sean útiles y cargadlas también. - miré a Belleza y Asesina, que parecían a punto de desmayarse o al menos muy malheridas - Vosotras dos - dije mientras señalaba primero a una y luego a la otra - Si podéis caminar, bien, descansad hasta que partamos; si no, iréis en el carro. Soldados - dije refiriéndome a los exploradores - nos iría bien si nos ayudáis a apilar los cadáveres. Serpiente, si necesitas a los vivos, encárgate tú de ellos, si no, es más fácil acabar con ellos Ikharus puede ayudarte. -"y así aprovecháis momentos padre e hijo" - pensé con una sonrisa. 

León Anciano, tú acompáñame al linde a buscar a Orgullo. 

"Espero que haya descansado lo suficiente para caminar..."

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26/02/2013, 15:30
El Cráneo de Plata.
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PELAGATOS:

- Durante la primera hora, Peregrino no puede ser movido en modo alguno sin que muera.

- A partir de que sale fuera de peligro, es posible subirlo a un carro y trasladarlo. Eso es también lo más aconsejable, pues parece casi seguro que el enemigo regresará.

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26/02/2013, 15:38
Serpiente.
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Me incliné sobre el cuerpo inconsciente de Peregrino y olfateé descaradamente el aire.

- Huele a muerto- dije, como si formara parte de alguna cancioncilla.- Sí, lo sé, es Jabalí el que huele así. Pero Peregrino no tardará en sumar su olor al del resto de cadáveres si se le mueve del sitio. ¿Verdad Caracabra?- Miré a Pelagatos.- Si Caracabra dice que no o ignora la verdad  o desea desesperadamente que tú ocupes la vacante de líder que Peregrino dejaría libre tan pronto muriese por desplazarlo. Hay que esperar- afirmé con resignación justo antes de seguir hablando con entusiasmo.- Pero no hay mal que por bien no venga si el mal es de otro y puedes aprovecharte de ello…- Sonreí.- Respecto a los que llamas “vivos” porque ahora son aunque pronto dejarán de serlo, no necesito ayuda. Me encargaré de matarlos yo mismo… Bueno, matarlos matarlos, no…  Algo parecido… La cuestión es que hablaba de atarlos y moverlos a un sitio más apartado porque soy lo suficientemente considerado como preocuparme de las débiles, supersticiosas y temerosas mentes de los que me rodean. Pero si nadie hace lo que tan amablemente he pedido supongo que tendré que jugar con los “vivos” a la vista de todos.- Sonreí.- Es tú decisión Pelagatos. Y te recuerdo que estos “vivos” han matado a muchos de los “nuestros”. ¿No crees que se merecen que les proporcione un final digno?

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27/02/2013, 02:25
Belleza.
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Con mucha dificultad, Belleza se levantó en el momento en que la caballería dejó de sonar. Miró extrañada a todos sitios, no entendía que se hubieran detenido y todo hubiera quedado en silencio. Lo entendió todo en cuanto Serpiente apareció y se puso a hablar. Había sido su magia la que había hecho huir a sus rivales. La sombra de una pequeña sonrisa de agradecimiento afloró en su cara.

Lentamente, caminó tras Serpiente y Pelagatos hasta llegar al campamento enemigo. Allí vio el cadáver de Jabalí, al que no se atrevió acercarse. Además, también vio el cuerpo malherido de Peregrino.

Se puso rígida cuando Pelagatos le habló directamente.

Señor, puedo caminar, aunque despacio. Descansaré para recuperar fuerzas dijo mientras se sentaba con cuidado otra vez en el suelo. Cerró los ojos y aspiró. Ese campamento olía demasiado a muerte.

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27/02/2013, 10:26
Caracabra.
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Caracabra seguía presionando la herida de peregrino can ambas manos, aunque había dejado de sangrar, el jorobado tenía la certeza de que si retiraba las manos empezaría a sangrar de nuevo. Si, si es cierto. Respondió confuso o a la pregunta de Serpiente. Pelagatos, si movemos ahora a Peregrino puede que muera. El jorobado no sabía si el mago le estaba tratando de engañar con una burla o le estaba pidiendo una opinión sincera. Luego la charla del mago se dirigió a temas más lúgubres, Carabra recordaba los sucesos tras la batalla de la Tribu de los Tres Castores, y no quería estar implicado en ello, de forma que se concentró en Peregrino. Serpiente y su magia oscura atraerán la atención de los espíritus del mal, y nos condenaran a todos, no está bien jugar a la ligera con esa magia, desequilibran las fuerzas de la tierra. Pero esta vez la magia de Serpiente había sido decisiva en la batalla.

Luego el guerrero se acordó de algo, Alguien podría buscar las pertenecías de los capturados y ponerlas en el carro, Grito con la esperanza de que algún miembro del grupo le prestara atención.

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27/02/2013, 14:00
Pelagatos.
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- Cuando sea seguro entonces. - dije a Caracabra sobre lo de Peregrino. - Y Perdida y Misteriosa se encargarán de las pertenencias de los caídos, cómo ya he dicho.

Me giré a erpiente entonces. 

- He dicho que te encargues tú de atarlos, y que Ikharus te ayude, no que no lo hagas. No tenemos muchas manos y hay cosas más importantes que la brujería, primo. - con la mitad de los supervivientes heridos o inconscientes lo más fáicl sería acabar con los enemigos fuera de juego de manera rápida, pero no sería tan estúpido como para poneme en el punto de mira de la venganza de Serpiente. Si quería torturarlos con algun hechizo, adelante, pero no usaría más hombres de los necesarios. -  Si quieres puedes pedir ayuda a no de los exploradores, también, pero no estoy seguro de lo interesados que estarán. - añadí en voz algo más baja.

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27/02/2013, 16:57
Asesina.
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La batalla ha acabado, hemos ganado, es nuestra la victoria. Mis compañeros me liberan a mi y al resto de los cautivos y observo como Caracabra, tendido sobre Peregrino, trata de salvarle la vida. Jabalí debe estar por esa zona, no alcanzo a verlo pienso, incapaz de levantarme por mi misma.

Logro escuchar algunas de las palabras de Serpiente y me horrorizo. Él no debe usar esa magia, él no puede provocar a los espíritus, sólo uno puede hacerlo, uno con gran poder y voluntad, no como él. Sin embargo nada puedo hacer para evitarlo y a duras penas logro contestar a nuestro líder, Pegalatos, cuando me dice que trate de andar hasta nuestro campamento -No puedo, estoy débil, no podré llegar siquiera al carro por mí misma. Ellos eran muchos, maté a varios, nada más pude hacer. Eran demasiados...

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27/02/2013, 17:12
Ikharus.
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Llegamos a la zona del campamento enemigo.

Puedo sentir la sangre palpitando en mis sienes, como los ecos d un tambor K’Hlata, veo como todos los demás van ocupando sus posiciones y me adentro en la espesura, confiando en mi sigilo, para no ser visto.

Puedo sentir la tensión acumulada y la sed de sangre de mis compañeros y enemigos mezclándose en el aire.

Sin duda, hoy, habrá muertes que lamentar

Sigo avanzando a ciegas hacia el sur, no he divisado al enemigo, solo las sombras de la vegetación a mí alrededor. Me muevo como una raposa, silencioso y ágil, para sorprender a los del Triplete y caer sobre ellos como las iras de la Diosa.

Justo en ese momento, un estallido mayúsculo de fuerza, me golpea como un puñetazo y oigo las voces y los gritos de mis enemigos dando voces de alarma por doquier.

Así que esta es la magia de mi hijo... Bien, ahora empieza lo bueno”, pienso, “Nos queda, solo, la victoria o la muerte

Avanzo un poco más hasta darme cuenta de que, quizá, estoy algo perdido. Me detengo un instante para orientarme envuelto, ya, entre los ruidos del combate.

Cuando soy consciente de mi entorno, veo un paisaje desolador.

Varios enemigos yacen muertos, desparramados por el estallido, Pelagatos y los reclutas están enzarzados en un combate bastante cerca de mi posición, la gente de Usurero ha golpeado, como un martillo, el flanco del Triplete...

“Parece que ahora estamos parejos...”

Decido prestar ayuda a mis compañeros y me acerco por entre la espesura, cuando tengo al primer enemigo a tiro, le lanzo mi hacha. El dulce sonido del hueso partiéndose es como música para mis oídos.

Perdido en estos pensamientos no soy consciente de mi torpeza y lo siguiente que contemplo es la cara de otro Fantasma, contemplándome.

Sin otro remedio que el combate cuerpo a cuerpo, me acerco a uno de los bandidos que está enzarzado con Pelagatos, le asesto un golpe con mi hacha y lo veo caer a mis pies. Le dedico una sutil mirada a Pelagatos, como diciendo”Bien hecho, Chico”, mientras recupero mi hacha arrojadiza del suelo, aun hincada en el cuerpo del desafortunado Fantasma que se cruzó en mi camino.

No tengo mucho tiempo de pensar, pues el campo de batalla me ofrece un espectáculo dantesco, los cadáveres enemigos se cuentan por decenas pero deberemos llorar más tarde las muertes de algunos de nuestros compañeros.

Oigo como llega la caballería. “Que oportunos”, pienso.

Lo mismo debió pensar el comandante del Triplete, pues oigo como ordena la retirada.

Por alguna razón veo tumulto en la zona de prisioneros y decido acercarme a prestar toda la ayuda que pueda.

La oportunidad se me presenta pronto, pues atisbo la espalda de un Fantasma, a los pocos momentos de avanzar.

Craso error, Maldito

Sin que se dé cuenta, cae víctima de mi hacha.

Solo en ese momento contemplo el horror y la caída de los prisioneros...

Los enemigos huyen, hemos ganado... ¿Pero a qué preció? Solo la Diosa lo decidirá.

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27/02/2013, 20:00
Serpiente.
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- ¿Cosas más importantes que la brujería? Ah, sí… ¡¡Tu caballo!!- Reí.- De todas maneras da igual. No me apetece moverlos. Estoy cansado, así que haré lo que tengo que hacer estén donde estén. Ahora, que vuestra curiosidad no os traicione: es mejor que no miréis hacia atrás. Hay cosas que es mejor no ver si no tenéis control sobre ellas.- avisé.- Aun cuando oigáis sus desgarradores gritos no os giréis. Y no os preocupéis, teniendo en cuenta lo que les voy a hacer que griten es algo perfectamente natural…- Reí.-Perfectamente natural…

Me alejé del grupo reunido alrededor de la jaula para ponerme manos a la obra. Ya había perdido demasiado tiempo en tonterías y estaba realmente ansioso por comenzar. Tan pronto alcancé el grupo que había caído bajo el aplastante poder de mi primer hechizo saqué la cuerda de las alforjas y comencé a atarlos. Me extrañaba que se moviesen, pero nunca se sabía teniendo en cuenta lo que iba a hacer.

Cuando terminé saqué mi daga.

- ¿Listos?- les pregunté.- Mmm… ¿No decís nada? ¿Seguro?- Me encogí de hombros.-De acuerdo, me tomaré vuestro silencio como un sí.

Con una carcajada y un rápido movimiento degollé al primero de los bandidos. La sangre manó a borbotones de la bermellón sonrisa que abrí en su cuello. Yo también sonreí en respuesta mientras jadeaba excitado al saber que el ritual por fin había comenzado…

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27/02/2013, 21:32
Perdida.
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No pude evitar mirar con desagrado hacia Serpiente. Sí, nos había salvado la vida pero nunca aprobaría el uso de esas artimañas. Nunca traían nada bueno.

Después del encontronazo entre Pelagatos y Serpiente, algo que se había convertido en el pan de cada día, acaté mis órdenes. Empecé a seleccionar todos los objetos que nos podían ser útiles. No había grandes cosas, pero tampoco podíamos ser muy exigentes.

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27/02/2013, 22:52
La Compañía Negra.
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SERPIENTE:

- Entre unas cosas y otras pierdes diez minutos.

- En una hora te da tiempo a realizar cinco sacrificios.

- Después calculas que cargarán a los heridos en el carro y empezará la retirada. Eso les llevará de cinco a diez minutos, una posible sexta víctima de sacrificio...

- Más allá de eso, calculas que las posibilidades de ser capturado por el enemigo si te quedas aumentan exponencialmente.

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27/02/2013, 22:55
EL TIEMPO SE AGOTA.
Cargando pj

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