Partida Rol por web

De repente, la oscuridad se cernió sobre el puerto, creciendo y creciendo mientras amenazaba con tragarnos a nosotros. Era una conocida estrategia de esos malditos tramposos, y en caso de que no pudiéramos repelerla, luchar en esa clara desventaja, pero solo tenía que tener a mi alcance a uno de esos flacuchos para poder recuperar parte de mi vitalidad y sanar algunas de las heridas.

Mientras el resto se preparaba, utilice la varita para que mi cuerpo creciera. Si no podía verlos, al menos que mis brazos fueran más largos para no dejar que se acercaran.

Centrada en sus oraciones, apenas vio la oscuridad que se cernió sobre ellos en rápida sucesión, pero sintió la magia a su alrededor, cubriendo con un manto de sombras el campo de batalla. Con un gruñido, terminó su primera plegaria, y sin perder tiempo, invocó a Celestar de nuevo, buscando su poder una vez más para purgar a sus enemigos, que creían poder ampararse en aquella artimaña.

Tras un parpadeo largo, un instante de meditación, tocó el escudo con una mano iluminada, y un segundo después el metal brilló, radiante, como el mismo sol, extendiéndose alrededor.

Tu sí que serías un blanco fácil Zedinnis.

La arquera apretó los dientes hasta rechinar para no responder al embajador ésmer. Era un idiota, pero en esos momentos era el idiota con el que le interesaba tener buenas relaciones, así que no podía echar a perder la misión sólo por orgullo. Pero tenía razón, ¿cómo disparar a un blanco que no ves? Elise había invocado un conjuro de luz pero ¿cuánto duraría?

Entonces una luz (nunca mejor dicho) se encendió en su cabeza.

—¡Asriel!—llamó al canarconte—. ¡Necesitamos lamparcontes a nuestro alrededor! Su luz debería permitirnos a través de la oscuridad del enemigo, ¿verdad?

La arquera rezó una plegaria a Celestar mientras carga una flecha en su arco dispuesta a disparar al primer drow. Si ese plan no funcionaba, el combate iba a ser más complicado. Había aprendido a disparar a distancias cortas, pero las grandes distancias siempre habían sido una de sus mayores ventajas.

Una iniciativa un poco meh.

—Me temo que no, es oscuridad mágica—dijo Raven, que conocía bien aquella habilidad por motivos obvios—. Sólo la luz mágica de intensidad igual o superior la anula. La luz mundana no funciona. Aunque...

Observó uno de los lamparcontes que flotaba sobre sus cabezas. La idea de Victorie era buena, y aunque no funcionase del modo en que la había planteado, le había hecho recordar algo.

—Tengo entendido que pueden lanzar Llama Continua, eso sí sirve. Y también irradian un aura que entorpece los ataques enemigos. Quizá puedan ayudar a los hombres del Capitán Mullins con ambas cosas.

»Y mientras Asriel esté aquí, contamos con la misma baza de luz extra.

Estaría encantada de equivocarse, pero era demasiado bonito pensar que con la Luz del Día de Élise iba a ser suficiente. Las cosas nunca tenían el detalle de dignarse a ser sencillas. Y después de haber visto rayos danzando por allí, definitivamente se temía que el único problema no iba a ser sólo la habilidad para convocar oscuridd de los elfos oscuros.

Imagino que se entiende pero la sugerencia es que el chuchete se guarde esa Llama Continua por si acaso hace falta más tarde.

—¡Con todos los respetos, Agente! —ladró el canarconte a Raven—. Vuestros conjuros o vuestra habilidad en combate no os convierte en líderes militares. Hemos luchado en muchas campañas contra los elfos oscuros. Sabemos de lo que son capaces y sabemos de lo que son capaces nuestras tropas.

El conjuro de Luz del Día de Élise reveló un montón de elfos oscuros amparados en la oscuridad mágica. Y algo más. Era como si la negrura se hubiera solidificado y tomado forma y conciencia en una criatura son una silueta vagamente humanoide, formada por jirones de oscuridad, como tentáculos. Durante las guerras contra Ardherim los llamaban Caminantes Negros. Los revraínos habían teorizado que los Caminantes Negros eran una manifestación del cuerpo y la voluntad de una criatura de dimensiones colosales que habitaba en el Plano de la Sombra. Los más intrépidos se atrevían a decir que esa criatura debía ser el mismísimo dios oscuro, Nocturne.

Raven identifica a esta criatura como un Caminante Negro. Se trata de una aberración extraplanaria. Tiene vista ciega, puede meterse en un espacio de sombra más estrecho del espacio que ocupa en una zona iluminada, puede regenerarse salvo que haya luz brillante y puede teleportarse en zonas donde haya oscuridad o penumbra.
 

Los Elfos Nocturnos que acompañaban al Caminante Negro estaban muertos de miedo. Pero no era la presencia de aquella criatura de sombra lo que los espantaba. Sus miradas despavoridas estaban clavadas en vosotros. Vosotros eráis los monstruos que poblaban las pesadillas de aquellos elfos.

Un elfo oscuro, entunicado, era perfectamente consciente del efecto que tenían los Agentes de la Basílica en sus hombres. De modo que alzó su lanza y gritó:

—¡Retroceded, El Caminante se ocupará de ellos!

No hizo falta que se lo dijeran dos veces. Los elfos pusieron pies en polvorosa. El elfo entunicado cubrió la retirada de los suyos, mientras el Caminante Negro extendía sus tentáculos de oscuridad hacia vosotros...

Turno de Acgné, Élise y Raven. Colocaos a vuestro gusto en la zona verde.

22. Acgné (Agrandar Persona 10 asaltos)
16. Raven (Armadura de Mago -)
16. Élise (Devoción por la Ley +5 ataque 10 asaltos, Luz del Día -)
9. Caminante Negro
8. Victoire
8. Asriel
6. Hechicero Elfo Nocturno

Al ver a la enorme criatura salida de las más oscuras pesadillas, no puedo evitar dar un paso hacia atrás, pensando en cómo podremos acabar con una criatura de esas características, y más en el estado en el que me encontrada. 

Con el mandoble agarrado con fuerza, espero el momento de golpear a la criatura. Mi única salvación está en golpearla y que la magia de mis espada sea capaz de transferirme parte de la vitalidad de ese engendro. En caso contrario, no creo que aguantase demasiado.

La mirada se posa en mis compañeros, mientras mi respiración se va relajando y mi mente va aceptando que, quizás, este sea mi último combate con ellos. Mi único consuelo está en el bien que hemos logrado y que, mientras nosotros nos enfrentemos a esta criatura, no caerán otros inocentes.

Colocación: M7,8-N7,8
Acción: preparo acción para golpear usando el emporewed vampiric touch de la espada, sin TS

No se si será mejor salir corriendo XDXD

Aquello, sin duda alguna, era distinto a lo que había creído. Sorprendida, miró a su alrededor, recién iluminado por la luz de su hechizo, y suspiró frustrada, dolida. No fue el engendro oscuro lo que más la aterió, sino las caras de pavor de los elfos oscuros, sus rostros asustados cuando les miraban; ella no era un monstruo, jamás lo había sido. La mayoría a los que había matado se lo merecían, o al menos es lo que se esperaba; eran soldados que la habrían clavado un palmo de acero en el pecho si ella no lo hubiera hecho antes. A los demás, a los que había dado caza por los caminos y los bosques, cruzando reinos si era necesario, a esos les había dado muerte de manera tal vez llamativa, era cierto, pero no despiadada y sin duda no lo había hecho por odio –sentimiento que había dejado atrás hacía mucho, o eso se decía– ni por brutalidad o diversión; aquellos hombres y mujeres a los que hacía arder en el fuego purificador de Celestar eran los verdaderos terrores, la escoria que mancillaba la tierra y que había que limpiar antes de que pudrieran al resto del cesto de manzanas.

Ella, así misma, no se consideraba buena, pero tampoco malvada, no era más que un instrumento al servicio de la Diosa. Hacía la obra para la que estaba encomendada, porque era lo correcto, porque era lo que había que hacer. Era un acto de misericordia hacia el mundo, un acto de bondad incluso para los elfos oscuros a los que erradicaba, pues con ello podían dejar de hacer el mal al que estaban destinados. ¿Acaso no podían entenderlo? Mediante su espada purificadora, mediante las llamas que enarbolaba, guiaba a los impuros a los brazos de Celestar y evitaba que se alejaran más aún del buen camino...

Y en cambio, allí estaban, huyendo despavoridos, corriendo ante su sola presencia como si fueran demonios, sin saber que eran hacia estos hacia los que se alejaban. De nuevo, volvió a suspirar, esta vez mirando a la sombra que tenía en frente, extendiendo sus tentáculos de negrura y observándoles fíjamente.

– Valor, compañeros – dijo dando alzando su arma mientras entonaba dos rápidas plegarias, que dieron como resultado un brillo a su alrededor y, casi al instante, una espada de pura energía que golpeó al avatar oscuro.

«¿Y a mí qué me dices? La que te ordenó algo fue ella»

—Sólo le explicaba cómo podría funcionar su idea—dijo sin hostilidad—. Siento si se entendió así pero no tengo intención de liderar a nadie.

Ya no sabía si era que todo el mundo medía con lupa cada cosa que se dice cuando se tiene la piel gris o es que simplemente el canarconte estaba tenso por el combate. Aunque tampoco pensaba culparlo por lo segundo.

La luz reveló que había bastantes razones para estar tenso.

—¿Un Caminante Negro?—masculló frunciendo el ceño repentinamente—. Esas cosas no se veían desde las guerras contra Ardherim. No sé por qué está este aquí pero no son buenas noticias.

En ese momento todo el mundo se sintió sin razón aparente un poco más seguro... contra todo aquello que fuese maligno al menos.

La drow empezaba a tener una teoría sobre las intenciones del hechicero que se había quedado allí y no le gustaba en absoluto la sensación. Aquello se podía convertir en un combate de luces y sombras, literalmente. Aunque no fue lo único que le llamó la atención pero eso sería mejor pensarlo en otro momento.

Los conjuros que le quedaban no iban a ser muy efectivos contra aquella cosa, pero era intentarlo o no hacer nada. Así que desmenuzó lo que parecía una gotita de miel entre los dedos mientras señalaba a la criatura con la otra mano.

—Suh menggerakkan lembam.

Doy por sentado que después de lo de "Caminante Negro" Raven le explica a quien no lo sepa lo dicho en notas sobre el bicho. Que tampoco me voy a poner a repetir como un loro lo ya leído.

Efecto en todo el grupo: Protección contra el Mal

Raven lanza Ralentizar al caminante negro. CD 21

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