Partida Rol por web

El maestro Dalibor sorbio con  educación y sin hacer ruido, la sopa de verduras que amablemente le ofrecio el Hermano Nicholi. Muy buena! Por cierto un licor le iría muy bien, como colofón a tan magnifico plato. Sacando un odre de sus pertenencias y sorbiendo un licor de fuerte olor.

Como bien dicen mis compañeros, unos sueños nos asaltaron con imagenes inquietantes de lo que parecían sacerdotes convocando o rezando a algo. Necesitamos encontrar un hilo del que tirar para llegar hasta ellos.

Nortoi se gira hacia Raliet algo sorprendido por su pregunta:

¿Un culto maligno? - Pregunta interesado-. Eso suena horrible, no sé qué decirte querido Raliet. Las cosas en este barrio funcionan de un modo diferente al del resto de la Ciudad Libre. Aquí la gente mantiene una lucha personal por la supervivencia día a día. Muchos mueren de inanición, otros de frío y, ciertamente, si alguien quisiera llevar a cabo secuestros, las personas que viven aquí son los objetivos más discretos.

Nicholi se queda pensativo por unos instantes.

No todos tienen la suerte de haber encontrado el equilibrio interior que tú has alcanzado - refiriéndose a Raliet-. Por favor llámame Nicholi, los títulos me abruman ciertamente.

Dalibor saborea el caldo preparado por el Hermano Nortoi con gran deleite. A pesar de ser humilde, tiene un buen sabor.

Haciendo caso omiso siguió con la sopa. Bien sabía que había que ser precavido con la comida y que un sacerdote débil le increpara su desconfianza no le preocupaba lo más mínimo. Bien pensado, luego quizás resultara un poderoso usuario de magia, pero estar en este triste barrio le hacía pensar que no era muy apto.

Prefirió no decir nada tampoco sobre la sopa. Thanar era una persona bastante agria en el fondo y no le agradaba mucho hablar.

- Entonces comamos todos y veamos esas viviendas y pertenencias. En efecto yo también pienso que hay un culto maligno detrás de todo y seguro que adoran a un dios maligno cuyos planes tendrán que ser deshechos.

Para el clérigo casi siempre había una intervención divina en todo lo que sucedía a su alrededor.

Una vez acabáis la comida, Nicholi recoge los platos cuidadosamente y los deja a remojo en un pequeño cubo. El sacerdote acepta vuestra petición y os pide que le acompañéis.

Segidme por favor.

Nortoi os lleva de nuevo alrededor del tempo hasta la estancia principal. Una vez allí sube unas pequeñas escaleras tras el altar hacia un altillo. Se trata de la sacristía. Como cabía esperar, está todo ordenado y pulcro. Nicholi señala diez cajas algo maltrechas con varios harapos y poco más de interés a simple vista.

Aquí están sus cosas. Aunque dudo que haya aglo de valor, estas personas hubieran cambiado cualquier objeto valioso por comida o herramientas útiles para su vida diaria.

- Es mejor que solo uno de nosotros se encargue de la tarea, ya que así no pasaremos por alto objetos repetidos en principio comunes... -digo mirando a Thanar, el más interesado en registrar las posesiones de los desaparecidos, aunque también estoy dispuesto a hacerlo yo.

El antiguo noble tomó asiento con todas esas posesiones cerca.

- Formemos una cadena y vayamos pasando los objetos entre todos. Alguno puede ser interesante. O quizá no, pero hay que removerlo todo, camaradas.

Cogiendo el primero lo observó desde varios ángulos y lo pasó a Raliet.

Sigo el consejo de Thanar, me siento a su lado, voy examinando las cajas que va dejando y se las paso al siguiente.

La búsqueda parecía totalmente en vano. Los montones se componen de ropa y mantas maltrechas y unas pocas herramientas de baja calidad, embotadas o cerca del colapso total.

Prácticamente al unísono, Thanar y Raliet se fijan en un libro curioso., arrugado y desencuadernado. En su desgastada portada puede leerse claramente Janson Parlens.

Cuando Nicholi lo ve en las manos de Barakanar se apresura a censurar su lectura:

Eso es privado, no creo que debamos leerlo. La intimidad de las personas debería ser un derecho.

Su tono es sosegado y conciliador a pesar de todo.

Me veo venir que esa advertencia solo va a provocar que mis compañeros tengan más ganas de leer el libro. Por si puedo evitar el momento tenso, me centro en lo que el exterior del volumen puede decirnos, para no molestar al sacerdote:

- Es extraño que en este barrio tan difícil, en el que debe haber una alta tasa de analfabetización, alguien tenga entre sus posesiones más valiosas un cuaderno. ¿Es Janson Parlens alguno de los desaparecidos o alguien que conozca de Greyhawk, padre Nortoi? -aunque me había dado la potestad de llamarle por su nombre, me sigue pareciendo irrespetuoso para un miembro de la iglesia, excepto para compañeros de aventuras como Thanar.

Sí querido Raliet - responde algo apesadumbrado -. Janson era un buen hombre, se preocupaba por todo el mundo que le rodeaba, lo conociese o no. Espero que, esté dónde esté, se encuentre bien.

Nicholi habla pausadamente y lo más tranquilo que la situación le permite.

No entendía muy bien las negativas del clérigo porque echaran un vistazo. Él mismo les había dejado registrar las pertenencias. Thanar no deseaba ponerse a argumentar. Si por él fuera agarraría el libro y se marcharía, pero trató de hacer un esfuerzo.

- Sólo leeremos la última parte. Hay que saber si notó algo extraño antes de desaparecer o si le contactó alguna persona en concreto. No nos interesa saber sobre su vida privada.

No era una persona muy diplomática pero esperó que viera que lo que decía tenía sentido.

Kraag se mostraba visiblemente aburrido, pero ante las palabras de Nortoi se interesó un poco más.

¿Por qué ese libro no?  ¿No será que tiene algo que ocultar?

La trama se complicaba y creyó volverse paranoico por momentos. Así pocas ocasiones tendría de mostrar su gran poder aunque, por ahora, había decidido seguir el "camino humano" e intentar dialogar las cosas, así como hacían sus compañeros.

Nicholi escucha a Thanar tranquilo, serio y en silencio. De vez en cuando asiente con la cabeza en señal de entendimiento.

Comprendo- dice finalmente -. Por favor, sed respetuosos en cualquier caso.

El sacerdote aguarda atento a la lectura del diario que comenzáis a leer más o menos por el final.

Cuatro semanas antes de la desaparición escribió lo siguiente:

Nunca he visto a la Guardia de Greyhawk en esta parte de la ciudad. Sin embargo, anoche, bien después de la medianoche, oí una conmoción en la calle. Traté de ignorarlo, pero lo que estaba sucediendo era demasiado fuerte. Saqué la cabeza de esta cabaña y vi a cinco miembros de la Guardia conducidos por un hombre de pantalón negro, una camisa roja y una media capa negra. Estaban acusando a un pobre hombre de ser un carterista en la Ciudad Libre. Él negó todo lo que dijeron, pero ciertamente no estaban interesados en lo que tenía que decir, sólo querían hacer una detención. 
Después de media hora de este alboroto, los guardias se lo llevaron. Su líder sabía que la gente estaba mirando, y anunció en voz alta, "Ahora que sea una lección para todos ustedes. Sabemos dónde encontrarlos. Nadie aquí está por encima de la ley."
Pensé que la Guardia ignoraba este lugar. No puedo creer que hayan hecho tal paripé.

Tres semanas antes de la desaparición escribe lo siguiente:

Me preocupa algo que escuché anoche. Estaba dormido, pero juraría que escuché a una mujer gritar. Pensé que había oído ruidos y una voz de hombre, pero de repente todo quedó en silencio. Pensé que sólo estaba soñando, pero esta mañana, he oído que una de las chicas locales ha desaparecido. La he visto, su nombre es Mara, y tiene casi mi edad. ¿Quién se habría tomado tantas molestias como para secuestrarla? Nadie en Shacktown tiene dinero para pagar un rescate. Espero que esté bien.

Dos semanas antes de su desaparición:

Ha pasado una semana desde que Mara desapareció. Nadie la ha visto. Me preocupa lo que pudo haber ocurrido. Oí hoy que otra muchacha desapareció en la noche el día después de que Mara desapareciera. Sus amigos fueron a la Ciudadela, pero los oficiales se negaron a escuchar. Es curioso que vengan aquí por la noche para encontrar un carterista, pero no investigarán una desaparición.

Una semana antes de su desaparición:

Vi a un hombre extraño vagando por Las Barracas hoy. Nadie de la ciudad viene nunca aquí ... realmente no hay nada aquí, ni negocios, ni tiendas. Este tipo parecía estar buscando algo ... o alguien. Al pasar ante la gente, los observaba atentamente, como si intentara reconocer a alguien. También me miró a mí, y por un momento pensé que iba a decir algo, pero se alejó. Parecía conocer los caminos, pero nunca lo había visto antes.

No hay más entradas. 

- Suponiendo que el hombre no haya conseguido lo que quería, podemos actuar haciéndonos pasar por posibles víctimas y deambulando por el barrio por separado, ya que no parece que le interese los grupos. Podemos pedir a vecinos que nos acojan durante este período, seguro que agradecen la protección y en vuestro caso, alguna moneda por los servicios. Y si localizamos al hombre, podemos tenderle una emboscada todos juntos la noche del secuestro, que presumiblemente es la misma en la que aparece por las calles.
También quiero hacer notar el comportamiento sospechoso de la guardia: no es la primera vez desde que estamos aquí. En este caso, la detención que realizan justo antes de la desaparición de la primera chica hace que la población dude de si se trata de otra captura de la guardia. El señor Parlens comenta que la guardia no suele entrar en este distrito, y hace ese movimiento que además sirve como escarnio público justo una semana antes...

Creeis que el hombre de la primera entrada que habéis leído se trata de Nestor Morden

- Ahora que lo pienso... Esa forma de hablar... Y el sentido del espectáculo... ¿No podría ser que el mismo Nestor fuera quién hizo el arresto? No puede ser casualidad que viniera en persona y empezaran a ocurrir desapariciones: o esta implicado, o estaba siguiendo una pista y por lo tanto algo sabe del asunto.

El clérigo asintió a las sabias palabras de Raliet.

- Ese culto puede tener aliados en todas partes. Pero cuando nos atacaron enseguida huyeron para no exponerse a ser capturados. Por tanto parece que tienen un infiltrado en la guardia pero no es alguien muy determinante. Ese Nestor, pues sí, podría ser. El tema es que por este barrio cazan a algunas de sus víctimas o de sus futuros integrantes, que lo hacen durante la noche y que lo hace un desconocido, alguien a quien el resto no conoce.

Thanar estaba de acuerdo con el plan del psionico.

- Uno de nosotros podría hacer de víctima, sí. Simular que está durmiendo en la calle, por ejemplo. Sólo tenemos que ir a la calle donde vivía esta persona pues parece que ese secuestrador es bastante activo por allí.

La propuesta del clérigo de utilizar un solo cebo sigue nuestra línea de acción cautelosa: es adecuada, pero en este caso se requiere algo más, pues a pesar de la novedad bien podría tardar en elegir al nuestro como objetivo.

- Necesitamos asegurarnos de que ese hombre se va a fijar en quién haga de víctima para secuestrarlo. Sabemos que busca algo en concreto. Padre Nortoi, ¿no había ningún parecido físico entre los desaparecidos? Tal vez sea algún rasgo poco destacado; imagine a todos ellos en la sala y pensando en ello lo menos posible, ¿quién de nosotros 4 encaja más en ese grupo? Por supuesto usted no puede hacer de cebo, sir Talasek, tal vez el hombre le reconozca.

Nicholi se encoge de hombros ante la pregunta de Raliet.

No hay un patrón fijo en ninguna de las desapariciones. Como os he mencionado, son hombres y mujeres e entre veinte y cuarenta años de edad. Hasta ahora han desaparecido siete hombres y tres mujeres.

El único rasgo que les diferencia de ustedes es que esta gente eran desvalidos y muy pobres. Su aspecto no era saludable como el vuestro.

El sacerdote se queda pensativo por unos instantes.

Quizá queráis ver los lugares dónde residían por si esto os diera alguna pista más.

- Tal vez sea lo indicado, pero no debería acompañarnos, padre: ya ha perdido mucho tiempo con nosotros, no puede dejar la iglesia sin dirección y seguro que el hombre extraño le reconoce, como a sir Talasek. Indíquenos donde tuvieron lugar y nosotros iremos a inspeccionar.